BOLETIN DECYTI agosto - septiembre 2018 / N° 59
Chile en la encrucijada de la Sociedad de la Información Editorial La era de la digitalización, ¿en la agenda de Chile? Gabriel Rodríguez Opinión Chile necesita capital humano para protagonizar la Revolución Digital Pamela Gidi Opinión Transformación digital para el bienestar de los ciudadanos: Transformación primero, digital después Andrés Bustamante Opinión Las gobernanzas de Internet en plural y pluralista: ¿Chile en los debates? Daniel Aguirre Opinión TICs: una cuestión de derechos María Paz Canales Opinión Chile: un compromiso constante con la transformación digital Jorge Alzamora
Obra digital de la artista Evgenija Demnievska, que representa a Jano, dios romano con dos caras: una mirando el pasado y la otra, el futuro. Preside toda transición de un estado a un otro.
Opinión NIC Chile, más de treinta años impulsando el desarrollo digital de Chile Patricio Poblete
Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación - Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile Director: Embajador Gabriel Rodríguez García - Huidobro Edición: Juan Pablo Vial
2
Boletín Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación / N° 59 /2018
EDITORIAL La era de la digitalización, ¿en la agenda de Chile? Embajador Gabriel Rodríguez García-Huidobro, Director de Energía, Ciencia * Nos encontramos en medio de la mayor revolución de la información y las comunicaciones de la historia de la humanidad. Más del 40 % de la población mundial tiene acceso a Internet, y todos los días se suman nuevos usuarios. Chile se ha planteado aprovechar este vertiginoso cambio tecnológico para insertarse de manera exitosa en la cuarta revolución industrial, con el fin de lograr un desarrollo integral, inclusivo y sustentable. Para lograr dicho propósito, debemos explotar nuevos modelos de producción basados en la economía del conocimiento, dar un fuerte salto en materia de ciencia y tecnología, y transformar digitalmente nuestra economía. Las tecnologías informáticas básicas y de redes están en la base de este proceso, ya que de su existencia y maduración dependen las tecnologías más recientes que se convierten en pilares para alcanzar las posibles ventajas económicas y sociales de la transformación digital, entre los que se cuentan la Internet de las Cosas (IoT), la nube, el análisis del big data, la inteligencia artificial y el blockchain. Este conjunto de tecnologías forma un ecosistema en el que cada una utiliza el desarrollo de para su provecho a la vez que lo estimula. Resulta clave, por tanto, tener una infraestructura de datos adecuada para soportar las nuevas tecnologías. A pesar de los importantes logros que ha conseguido Chile en materia de telecomunicaciones (la Unión Internacional de las Telecomunicaciones sitúa a Chile en el puesto 56 entre 176 países, precedido por Uruguay y Argentina), aún estamos lejos de los países más avanzados en este ámbito, lo que significa que las capacidades y las capilaridades de las redes no se están desarrollando a la velocidad requerida. Y sin redes no hay Internet. Sin Internet no hay sociedad del conocimiento, desarrollo científico ni cuarta revolución industrial posible.
En este escenario, nuestro Gobierno se ha propuesto como meta para los próximos años, por una parte, ampliar la cobertura y calidad de los servicios de telecomunicaciones, en particular en los lugares más apartados del país, disminuyendo la brecha digital, permitiendo un acceso igualitario a las nuevas tecnologías y respetando los derechos de las personas como consumidores. Al mismo tiempo, tiene entre sus prioridades la generación de planes e incentivos para una infraestructura convergente de alta capacidad y velocidad que nos permita dar el salto a las nuevas tecnologías 5G, manteniendo y ampliando la relevancia del país en la sociedad de la información, disminuyendo la brecha digital y facilitando el desarrollo de la conectividad regional. Para Chile, que busca dar un salto al desarrollo basado en la “economía del conocimiento”, el fortalecimiento de la infraestructura digital del país es una condición básica para enfrentar los desafíos de la revolución tecnológica, que contribuya a mejorar la conectividad al interior de nuestro país y su proyección al resto del mundo. Una red de telecomunicación de alta velocidad facilitará que Chile se convierta en un país exportador de productos y servicios de alta intensidad tecnológica, con una visión de largo plazo en sectores estratégicos para el país. La disponibilidad de transporte de datos de alta velocidad resulta una tecnología habilitante para el conjunto de innovaciones y desarrollos. Esta red de clase mundial permitiría, asimismo, posicionar a nuestro país como un hub de datos en la región, materializando la vocación de Chile de ser plataforma y puente entre América Latina y Asia Pacífico e intensificando las relaciones con dicha región. En esta línea se enmarca la exploración para concretar una conectividad digital con China, Japón, Corea del Sur y el resto de los países asiáticos, mediante la conexión transpacífica de fibra óptica,
la que, además, permite aumentar la resiliencia y redundancia de la red, minimizando cualquier impacto en caso de incidencia en los cables submarinos que operan actualmente. Finalmente, un mejoramiento de la acción política de Chile en las instancias internacionales relacionadas con el desarrollo, funcionamiento e interoperabilidad de Internet requiere de espacios nacionales de participación y deliberación sobre los temas que comprende la gobernanza de Internet, procurando el involucramiento de las múltiples partes interesadas, en consonancia las líneas de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información de las Naciones Unidas. Es la razón por la cual hemos querido darle a este boletín un carácter multidisciplinario, reuniendo tanto la opinión de autoridades de gobierno, como la mirada de actores de la sociedad civil, academia, empresa privada y comunidad técnica.
* Embajador Gabriel Rodríguez García-Huidobro, Director Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación del Ministerio de Relaciones Exteriores. Es Ingeniero Civil de la Universidad Católica de Chile, con estudios de Licenciatura en Filosofía en la misma universidad y cursos de postgrado en economía en la Universidad de Oxford, St. Anthony´s College, Gran Bretaña. Desde 1999, como Director del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, el Embajador Rodríguez ha estado a cargo de las negociaciones internacionales en energía, ciencia, tecnología, y capital humano, así como responsable de la internacionalización de programas nacionales en las áreas de innovación, investigación y desarrollo (I+I+D). Se desempeña también como miembro del Consejo de Innovación para el Desarrollo (CNID), Secretario Ejecutivo del Plan Chile-California, una iniciativa lanzada en 2008 por el gobierno para desarrollar una relación bilateral estratégica y como coordinador en Chile del Plan Chile-Massachusetts. Desde el año 2009, el Embajador Rodríguez ha estado a cargo de las negociaciones internacionales para la instalación y operación en Chile de los telescopios ópticos y radioastronómicos de última generación. Entre ellos el GMT, LSST, E-ELT, TAO, CCAT y ALMA.
Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación
2
3
Boletín Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación / N° 59 /2018
OPINIÓN Chile necesita capital humano para protagonizar la Revolución Digital Pamela Gidi* A nivel país tenemos un preocupante déficit de capital humano en el sector de las Tecnologías de la Información (TIC) tanto en hombres como mujeres, pero que se hace más crítico en el caso del género femenino. El diagnóstico como país respecto de la participación de las mujeres en las TIC es preocupante.
Cabe entonces, hacerse la pregunta de qué podemos hacer como país para tener todo el capital humano que se necesitará para ser protagonistas de este proceso. El Día Mundial de las Niñas en las TIC, es una linda forma de visibilizar en todo el planeta la inclusión de más mujeres en un área que cada día requiere de más especialistas.
De acuerdo a una estimación de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI) de 2016, sólo el 4,5% de los trabajadores TIC en Chile son mujeres. Es más, según el informe de la OCDE, The Pursuit of Gender Equality, de 2017, el universo de mujeres estudiando carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) en el país es de apenas 21 %, el más bajo de OCDE.
Pero, una golondrina no hace verano. Necesitamos apoyar activamente muchas más iniciativas que ayuden a fomentar que las mujeres estudien carreras en esta área, y se especialicen en nuevos sectores digitales. Todos sin excepción necesitamos romper nuestros paradigmas de lo femenino y masculino. El incentivo debe comenzar a gestarse de manera temprana, en el hogar y en los establecimientos educacionales, y debe profundizarse a medida que las niñas avanzan en su formación.
Además, según el estudio “Cisco IDC Skills GAP 2016”, el déficit de capital humano en Chile en áreas TIC será de 31% a fines de 2019.
Es por eso que todos los actores involucrados en este proceso, ya sea el gobierno, los organismos educativos y las empresas, debemos poner nuestro mejor esfuerzo, para acordar e
oe.cd/gender2017
implementar políticas que cambien nuestra realidad actual. El ritmo exponencial actual de avance tecnológico no tiene precedentes en la historia y no muestra signos de estabilización, sino muy por el contrario. La necesidad de profesionales TIC será tan grande, que me atrevo a postular que si nuestras mujeres y niñas no ingresan masivamente a esta área , será muy difícil ser protagonista de la revolución digital en que vivimos y por lo tanto será muy difícil alcanzar el gran potencial de crecimiento país que la nueva economía nos ofrece.
* Pamela Gidi, Subsecretaria de Telecomunicaciones, es Ingeniera Comercial de la Universidad Católica de Chile, MBA en la Universidad de California Los Ángeles UCLA y en London Business School. Desde el año 2016 se desempeñó como Gerente de Desarrollo Social y Nuevas Plataformas en Televisión Nacional de Chile, estando a su cargo los portales tvn.cl. Anteriormente, por más de tres años, trabajó como Vicepresidente de Marketing Digital en DirecTV Latinoamérica en Nueva York, estando a cargo de la estrategia digital y comercial para nueve países latinoamericanos. Fue también por más de cuatro años Directora de Marketing Digital en DirecTV Chile. Tiene sólida experiencia en posiciones ejecutivas como HASBRO, FORUM Servicios Financieros, Ford Motor COMPANY, The Walt Disney Company, J.C Penny Company y Unilever, entre otros. Su trayectoria la llevó a ser elegida entre las 100 mujeres líderes de Chile, en los años 2014 y 2015, por el Diario El Mercurio y Mujeres Empresarias.
Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación
3
4
Boletín Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación / N° 59 /2018
OPINIÓN Transformación digital para el bienestar de los ciudadanos: Transformación primero, digital después Andrés Bustamante* El gobierno del Presidente Sebastián Piñera está profundamente comprometido con facilitarles la vida a los ciudadanos. Muestra de ello es que uno de los primeros Proyectos de Ley en enviarse a Congreso es el de Transformación Digital, que actualiza la normativa anterior y va más allá del concepto eliminar o agilizar / digitalizar trámites: se busca crear nuevos que permitan simplificar y eliminar pasos innecesarios, que permitan que más gente pueda acceder a la información y los servicios de las instituciones públicas, y que se tengan los controles efectivos para garantizar aspectos claves de seguridad de información y privacidad. La intención que está detrás es, por un lado, generar más y mejores oportunidades, y por otro responder de forma oportuna y devolverle el tiempo a las personas. Complementando esa línea, se trabaja en un instructivo presidencial que definirá una serie de acciones aplicable a todas las instituciones del Estado, que incluye: el uso de la Clave Única como identidad digital en forma obligatoria en todos los servicios públicos; potenciar la firma electrónica avanzada; mejorar el proyecto de Tu Empresa en Un Día para simplificar la creación rápida y la operación de las empresas; incorporar y potenciar el uso intensivo de datos para planificar, diseñar, implementar y monitorear el avance de las políticas públicas; perfeccionar las compras tecnológicas del Estado; implementar la interoperabilidad para que la información que ya está dentro del Estado sea compartida por los diferentes servicios (para que el Estado no solicite certificados o información que ya posee); y
apostar al cero papel dentro de las instituciones. Desde esa perspectiva, es fundamental entender que el concepto de transformación digital tiene que ver con que el cambio es lo primero, y que la incorporación de tecnologías o lo digital viene después, apoyando una nueva manera de entregar los servicios del Estado. La idea es que éstos sean más simples y cercanos, y que permitan a las personas acceder a ellos desde donde estén, es decir, desde su teléfono móvil, desde el consulado o desde el almacén de la esquina; desde Concepción, Mendoza o Estocolmo. Con ese fin, hoy no solo estamos trabajando en el fortalecimiento de las iniciativas ya mencionadas como Clave Única y la transformación/eliminación de trámites, sino también potenciando a Chile Atiende como red multicanal y multiservicios del Estado, no sólo incrementando la oferta digital de trámites, sino dando un paso más allá hacia una entrega de servicios más proactiva e inteligente, por ejemplo adecuando la información y los servicios ofrecidos a cada tipo de usuario. La meta es ambiciosa, ya que hacia fines del gobierno esperamos llegar a un 85 por ciento de trámites digitales, donde lo digital sea el proceso por defecto y el papel sea la excepción. Ante un desafío tan grande, el compromiso es total. Eso se refleja en que el Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres) tiene la coordinación interinstitucional de la tecnología por ley, lo que se ejecuta a través de la División de Gobierno Digital, quienes hoy estamos conformados como una consultora
de transformación digital, lo que significa un cambio bastante radical en relación al modelo tradicional, que estaba más bien centrado en entregar políticas generales. Para eso hoy tenemos un equipo de consultores y un equipo de desarrolladores de software con los que asesoramos y asistimos técnicamente a las instituciones para ayudarlos a definir cómo transformar su modelo de trabajo y cómo aprovechar la tecnología para ofrecer formas más sencillas de hacer las cosas. En este proceso queremos avanzar hacia un gobierno basado en datos, con herramientas de inteligencia artificial, diseñando o evaluando políticas públicas, entregando cada vez mejores servicios basados en el análisis del comportamiento o, incluso, en predicciones respecto de las conductas para poder entregar servicios de alto nivel. Para implementar estas iniciativas y que ellas permanezcan en el tiempo, es clave realizar el trabajo con el ecosistema completo, junto con herramientas y tecnologías compartidas. Por ello, ya no trabajamos sólo con los encargados de tecnología, sino que directamente con los directores de cada institución, para que designen a un encargado de transformación digital e incorporen a las áreas jurídicas y de servicios. Todos debemos trabajar en conjunto e involucrarnos en el ámbito digital para modernizar el Estado, aumentar la conectividad, mejorar la ciberseguridad y generar una verdadera cultura digital que permita facilitarle la vida a ciudadanos, servidores públicos y empresas.
* Andrés Bustamante, Jefe División Gobierno Digital del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, es Psicólogo Organizacional de la Universidad Católica, magíster en Ingeniería de Negocios y Tecnologías de Información de la Universidad de Chile y cuenta con diplomados en Diseño de Servicios (UC) y en Teatro Musical (Projazz).
Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación
4
5
Boletín Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación / N° 59 /2018
OPINIÓN / Academia Las gobernanzas de Internet en plural y pluralista: ¿Chile en los debates? Daniel Aguirre*
La denominada gobernanza de Internet, hoy vuelve al foco de atención de muchos, particularmente a partir de los incidentes relacionados a Cambridge Analytica, como así también con el reciente ciberataque al Banco de Chile. Aquel gran debate sobre la gobernanza de Internet, sin embargo, se ha acotado a lo urgente y puntual. Ahora bien, cada cierto tiempo, llamémoslos hitos, obligan a los interesados en el tema a retomar un debate que muchas veces pareciera moverse por inercia o de manera más crítica, vertiginosamente siguiendo los tiempos de las multinacionales de las telecomunicaciones. Los actores involucrados en el desarrollo, funcionamiento o interoperabilidad son muchos y a menudo las decisiones estratégicas no se originan desde Chile, lo cual indudablemente complejiza las cosas aún más. Los principales actores de la capa operativa del devenir de Internet son justamente redes globales de ingenieros, pero también son en menor medida redes de diplomáticos, abogados, activistas, entre otros. Contadas veces, participan académicos de Chile de otras áreas afines en estos debates. La excepción de aquello es la participación constante de parte de académicos que tienen un papel dual en la infraestructura local de Internet, particularmente en cuanto a la gestión de los dominios .CL, en otras palabras, NIC Chile y la Universidad de Chile, siendo una positivamente notoria. En efecto, el equipo de NIC Chile es uno de mucha preparación y conocimiento, trabajando responsablemente en mantener la estabilidad de una red hoy cada vez más integrada a las vidas de los chilenos que buscan aprovechar las oportunidades brindadas en ámbitos como la educación, el comercio electrónico y otras. Su dedicación y visión es meritoria, especialmente referente al correcto funcionamiento a partir de estándares y protocolos que se establecen globalmente. Pero las derivadas de Internet también implican otras miradas disciplinarias, a pesar que estas en general están ausentes. Los incidentes mencionados convocan mayor atención de la academia, y ponen de relieve
replantear la noción de una participación multiactor, o el denominado multistakerholderismo. El proponer una participación, digámoslo, de mayor pluralismo sectorial consistiría por un lado en incorporar propositivamente a una sociedad chilena que es ajena a las grandes discusiones sobre el ciberespacio, pero también por otro incorporar a académicos de todas las universidades nacionales a reflexionar multi e interdisciplinariamente sobre los cambios no que se avecinan, sino que ya son la realidad y que tensionan la “vida digital” de Chile. El último número de la revista Foreign Affairs (septiembre/octubre 2018) está dedicado por completo al futuro de esta Internet global. Claramente, hay preocupación desde las más altas esferas de la política estadounidense, pero también por extensión entre todos los miembros del sistema internacional. No es menor que supuestos hackeos buscaron afectar los resultados de elecciones en Europa y hasta lo que sabemos aparentemente fueron parte importante de la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE. UU. Las gobernanzas de Internet en plural nos llevan a enunciar que la infraestructura que sustenta Internet, al menos en Occidente goza de estabilidad y no se espera una fragmentación. Sin embargo, otras gobernanzas emergen como prioritarias y deberían de convocar a académicos afines a cada respectiva temática. Algunas por ejemplo son justamente la privacidad y el uso de datos con diversos propósitos, como también es lo que el estado chino se ha propuesto a liderar: la inteligencia artificial (IA) a través de Internet.
En aquella materia, la academia y los estrategas de la diplomacia y de la política exterior chilena no deberían de pasar por alto las implicancias y alcances del poder de lo digital. Estas gobernanzas son dos ejemplos de áreas que requieren mayor trabajo colaborativo incentivado por una convocatoria desde el estado a la academia. Literalmente ya es hora de reorientar el debate.
Sobre la primera, la gobernanza de datos, la ingeniería en diálogo con los cientistas sociales ya encuentran instancias de trabajo conjunto en la investigación académica nacional, aunque requiera todavía mayor debate en torno al uso adecuado de datos personales extraídos de los denominados medios sociales. Sobre la gobernanza de la IA la avanzada de potencias mundiales al respecto nos lleva a preguntarnos sí existe una visión chilena o incluso latinoamericana.
* Daniel Aguirre es Académico de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad del Desarrollo y profesor del Magíster en Estudios Internacionales de la Universidad de Chile
Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación
5
6
Boletín Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación / N° 59 /2018
OPINIÓN / Sociedad Civil TICs: una cuestión de derechos. María Paz Canales* Las tecnologías de la información y la comunicación (TICs), y entre ellas salientemente Internet, proporcionan hoy -a quienes pueden acceder a ellas- la oportunidad de formar parte de la Sociedad de la Información y del Conocimiento. La Sociedad de la Información llegó de la mano de la TICs cargada de promesas de nuevas oportunidades para el ejercicio de nuestros derechos humanos, desde los civiles y políticos, a través de las posibilidades de participación en la vida cívica o facilitar la transparencia de los gobiernos e instituciones, hasta proveer una plataforma para generar saltos sustantivos en el ejercicio de nuestros derechos económicos, sociales y culturales. Hoy, Internet democratiza el acceso a recursos antes no disponibles o en extremo costosos para algunos. Recursos tan variados como: materiales educativos, servicios financieros remotos, información para la prevención de enfermedades o el desarrollo de hábitos más saludables, atención médica especializada remota, acceso a beneficios sociales otorgados por el Estado, plataformas para el desarrollo de nuevos negocios con reducidos costos de infraestructura y marketing, o la formación de
movimientos de expresión crítica de la organización social o política. Las TICs son sin duda una poderosa herramienta para potenciar la innovación desde el mundo público y privado. Sin embargo, tal desarrollo debe estar orientado no sólo al crecimiento económico a través de la apropiación del valor creado por tales tecnologías por unos pocos, sino que debieran encaminarse a impulsar un desarrollo social más inclusivo y equitativo. No basta, ni es apropiado para liberar el verdadero poder revolucionario de las TICs que ellas queden bajo el control de unos pocos privilegiados en desentrañar sus secretos, ni en manos de los emprendedores pioneros, ya que tales esfuerzos aislados no generan un ecosistema de innovación sostenible en el tiempo, ni que sea consistente con liberar los beneficios de las tecnologías a la sociedad en sus diversas capas. Tampoco es acertada una mirada “tecnosolucionista” desde el Estado, en la cual la tecnología se inyecte en forma profusa como mantra o conjuro para repeler los problemas históricos de nuestra sociedad. La seguridad pública y la eficiencia en la asignación de los recursos del Estado pueden beneficiarse del uso de la tecnología, pero en cada caso la implementación de la misma debe ir precedida de una evaluación de impacto de la implementación de tal tecnología en el ejercicio de derechos humanos en forma integral, en el marco de un proceso democrático, o al menos, participativo de la ciudadanía impactada por tal inyección de tecnología en las políticas públicas. Grupos particularmente vulnerables tales como comunidades rurales, pueblos originarios, personas con discapacidad, y en general otros grupos tradicionalmente excluidos e invisibilizados por las mayorías dominantes -como mujeres, niños, ancianos y minorías sexuales- pueden beneficiarse grandemente por la penetración de las TICs. Sin embargo, una implementación
de la tecnología no sensible a los derechos y necesidades de estos grupos, amenaza con reforzar tales discriminaciones tradicionales. Las TICs necesitan ser apropiadas por las personas para poder liberar todo su valor. Con una altísima tasa de conexión a Internet, el desafío desde lo público y desde lo privado que hoy enfrenta Chile es el salto desde el consumo de las TICs en forma masiva, a la apropiación de las mismas por parte de las personas. Para ello no basta las mediciones de acceso a la tecnología y debemos avanzar a medir en forma cualitativa cuál es el impacto e interacción que los chilenos están desarrollando con la tecnología: ¿son las TICs un vehículo para un mejor ejercicio de sus derechos? ¿permite el acceso actual a las TICs un ejercicio de mayor autonomía? ¿permite la implementación de las TICs conectarse de manera crítica a la realidad local y global? Si la respuesta a una o más de las preguntas anteriores es si no reflejo de la carencia de madurez que como sociedad aún nos cabe respecto de la incorporación de las TICs. Y en ello existe un rol de liderazgo pendiente del Estado para asegurar no solo una sociedad más desarrollada económicamente, sino por sobre todo una más inclusiva, más participativa y equitativa, potenciada por las TICs.
* María Paz Canales es Abogada de la Universidad de Chile y Directora Ejecutiva de la ONG Derechos Digitales.
Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación
6
7
Boletín Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación / N° 59 /2018
OPINIÓN / Empresa Privada Chile: un compromiso constante con la transformación digital Jorge Alzamora* El liderazgo de nuestro país en materia de uso de las tecnologías de la información es fruto de un compromiso constante de simplificar la relación de los chilenos con su Estado. Para lograr esto, se han implementado diversas iniciativas como la creación de ChileAtiende, con trámites para los chilenos en el extranjero, la clave única del Registro Civil, la masificación del uso de firma digital por parte de los organismos públicos y el sistema de compras públicas Chilecompra, entre muchos otros. Estos avances debieran ser complementados con el uso de tecnologías que se basan en la filosofía de lo “Smart”, es decir, la utilización de los datos que se generan entre las interacciones de los diferentes actores de la sociedad, para tomar decisiones mas oportunas y atingentes a los diversos intereses y necesidades de las personas. Esto se hace posible gracias a tecnologías maduras como la internet, la telefonía celular y la georeferenciación, sumado a tecnologías como la inteligencia artificial, el big data y el internet de las cosas. Todas estas, combinadas de manera virtuosa, nos permitirán transformar procesos ineficientes, en servicios con valor agregado. Por ejemplo, la instalación de sensores en diversos moviliarios urbanos que se comunican entre si, permiten implementar lo que se llama un Smartcity. Esto permite que
estos mobiliarios se coordinen entre si haciéndolos mas eficientes e inteligentes. En otro ejemplo, en materia de gestión pública, el uso de inteligencia artificial nos permitirá procesar data no estrcturada (que es mas del 80% de la data que producimos a diario, como los archivos de texto, imagenes o sonidos) y transformar esta data en información útil para resolver problemas. Una aplicación concreta de esto es la asistente digital “SOFIA” de Corfo (www.antesdemprender.cl), que mediante inteligencia artificial guia a una persona que quiere desarrollar un emprendimiento, haciéndole preguntas que pueden ser respondidas en lenguaje natural y que entrega un mapa de los emprendimientos que actualmente se desarrollan en el lugar geográfico que ha señalado el emprendedor como objetivo. Para asumir el desafío de la transformación digital, los diversos países están tomando medidas que implican la actualización de normativas y fortalecimiento de sus instituciones en materia digital. En este sentido, nuestro país sigue avanzando a través de la consolidación institucional de la estrategia de transformación digital del Estado por medio de la creación de la División de Gobierno Digital en el Ministerio Secretaria General de la Presidencia. A nivel legislativo se están tramitando proyectos de ley que harán la tramitación digital de los trámites del Estado la regla general, que gene-
rarán un marco regulatorio actualizado para la protección de los datos personales y que actualizan las normas relativas a ciberseguridad protegiendo los datos que viajan por las redes. Esperemos que unos pocos años mas estemos celebrando todos estos avances y que el Estado mantenga su compromiso de una mejor calidad de vida para todos los chilenos, independiente de su ubicación geográfica.
* Jorge Alzamora, Director Multi-Industria en Cognitiva Chile, es abogado de Abogado de la Universidad Católica de Chile, tiene un Master en Derecho de las Tecnologías por la Universidad de Ottawa (Canadá) y ha sido Jefe de la Unidad de Modernización del Estado y Gobierno Digital del Ministerio Secretaría General de la Presidencia. En su desempeño profesional además ha sido Subdirector de Transferencia del Conocimiento del Instituto Nacional de Propiedad Industrial; Director de Gestión de Investigación, Desarrollo e Innovación del Instituto de Innovación en Minería y Metalurgia S.A. filial de Codelco, representante para Chile de la empresa norteamericana Foresight Science&Technology Inc. y Director del Área de Innovación y Transferencia de Tecnología del Estudio Albagli y Zaliasnik. En su desempeño académico ha sido profesor de distintas ramas del Derecho en la Universidad Andrés Bello, Miguel de Cervantes, San Sebastián y Adolfo Ibáñez, además de ser miembro del Programa en Derecho, Ciencia y Tecnología de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El año 2016 fue distinguido con el premio "Personaje Destacado del año" otorgado por la Asociación de Empresas de Tecnología de Información A.G (ACTI) debido a su aporte en la generación de redes de colaboración entre el gobierno y la industria.
Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación
7
8
Boletín Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación / N° 59 /2018
OPINIÓN / Comunidad técnica NIC Chile, más de treinta años impulsando el desarrollo digital de Chile Patricio Poblete* En Internet, decir Chile es decir punto CL. Ése es el código que identifica a los nombres de dominio inscritos en nuestro país, y es desde 1987 que la Universidad de Chile se encuentra a cargo de administrar el registro para los nombres de dominio .CL, lo cual hace a través de su centro NIC Chile. NIC Chile nació de los esfuerzos pioneros de académicos del Departamento de Ciencias de la Computación, que a mediados de los años 80 enviaron los primeros correos electrónicos entre universidades chilenas y establecieron las primeras comunicaciones con las redes internacionales. A contar de 1992, cuando Chile se conectó de manera permanente a Internet, comenzó un proceso de expansión de Internet en Chile, con el consecuente crecimiento del número de dominios inscritos, el cual en la actualidad sobrepasa los 550 mil, y pone a Chile entre los países de América Latina con mayor número de dominios inscritos per capita. Chile también destaca por la muy alta adopción del .CL versus .com u otras alternativas, con una participación del .CL que se acerca al 90% del mercado. Esto es resultado de una diversidad de factores, como la temprana visibilidad que tuvo .CL entre los usuarios que recién se incorporaban a Internet, el esfuerzo que desde un inicio hizo NIC Chile para ofrecer un servicio expedito y de bajo costo, así como la cercanía que siempre se ha buscado desarrollar con los usuarios. A través de su historia, NIC Chile se ha esforzado por ofrecer soluciones innovadoras a las necesidades de la comunidad, así como por incorporar los avances que se desarrollan en la industria. Es así como, para resolver los conflictos que surgen por nombres de dominio, en 1997 NIC Chile introdujo un sistema de resolución de disputas mediante arbitraje, dos años antes de que a nivel internacional se creara un sistema similar, la UDRP. El sistema ha sido muy exitoso en ofrecer soluciones oportunas y de costo
razonable, y desde hace algunos años ha pasado a operar completamente en línea, una gran innovación dentro del sistema jurídico chileno. NIC Chile fue también pionero en el mundo de habla hispana en ofrecer a sus usuarios la posibilidad de inscribir dominios con caracteres como vocales acentuadas, eñe y u con diéresis, lo que se denomina IDN (por internationalized domain names). Otro de nuestros aportes al desarrollo digital de Chile fue el apoyo que dimos en su oportunidad al Servicio de Impuestos Internos para el diseño de la factura digital, lo que nos llevó a formar parte del primer grupo de empresas e instituciones en implementarla en Chile. Hemos trabajado constantemente también por ayudar a resolver los desafíos que plantea el crecimiento de Internet en vista del rol cada vez más importante que juega para toda la sociedad. Así es como hemos impulsado la adopción de IPv6, el nuevo protocolo de Internet que resuelve el problema del agotamiento de las direcciones IP disponibles. Frente a los crecientes problemas de ciberseguridad en la red, hemos robustecido la seguridad del dominio CL al firmar criptográficamente su zona con DNSSEC, e impulsamos que este nivel superior de seguridad sea adoptado por nuestros usuarios, especialmente quienes están en mayor riesgo de ser atacados, como por ejemplo los bancos. Para asegurar que los nombres de dominio .CL funcionen de manera ininterrumpida a pesar de las catástrofes naturales o ataques informáticos que puedan ocurrir, contamos con más de un centenar de servidores DNS repartidos por todo el planeta, con una diversidad de hardware, software y proveedores de comunicaciones. Contamos también con un laboratorio de investigación (NIC Chile Research Labs), que nos ayuda a mantenernos en la frontera del conocimiento en esta materia, y que lleva a cabo iniciativas de gran importancia para el país, como por ejemplo el estudio de la resiliencia de la red Internet chilena.
Uno de nuestros actuales desafíos es abrir el .CL al mundo y hacer que sea fácil para cualquier persona inscribir un dominio de este tipo. Para esto, estamos estableciendo vínculos con empresas registradoras internacionales, par que ellos incorporen .CL a la oferta de dominios que ponen a disposición de sus clientes. Conscientes de que el adecuado funcionamiento de Internet requiere de la colaboración y coordinación de todos los actores, somos participantes activos en las principales instancias que existen para este efecto, tanto a nivel global, como ICANN, IETF, ISOC y otras, como a nivel de la región latinoamericana (LACTLD, LACNIC). A contar del año pasado, la Universidad de Chile ha reconocido el impacto que tiene la labor que desarrolla NIC Chile, y le ha conferido el status de centro universitario, dependiente de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. Este es un cambio que, sin duda, contribuirá a proyectar a NIC Chile hacia el futuro y es una señal, para toda la comunidad, de la importancia que la universidad le asigna a nuestra tarea.
* Patricio Poblete, académico de la Universidad de Chile y Director de NIC Chile
Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación
8
Boletín Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación / N° 59 /2018
9
Chile en la encrucijada de la Sociedad de la Información Panorama mundial
El uso cada vez más sofisticado de las TIC
En el año 2001, la Asamblea General de
Naciones Unidas (A/RES/56/183) aprobó la celebración de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) en dos fases (Ginebra 2003 y Túnez 2005), en cuyo marco la comunidad internacional acordó una visión común para construir “una Sociedad de la Información centrada en la persona, integradora y orientada al desarrollo”.
ha dado lugar a la llamada revolución digital, también llamada cuarta revolución industrial, que excede todas las transformaciones económicas previas en escala, en alcance y en complejidad. Su impacto en la economía mundial alcanza los 11,5 trillones de dólares, el equivalente al 15,5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. Se calcula que para el año 2025 llegará a los 23 trillones de dólares, casi el 25% del PIB mundial.
La CMSI marcó la entrada definitiva, en la La cuarta revolución industrial engloba las agenda internacional, de las cuestiones relacionadas a las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC), entre las cuales sus usos para la promoción del desarrollo y la reducción de la brecha digital. Desde entonces, el Plan de Acción de Ginebra y la Agenda de Túnez han orientado las negociaciones internacionales sobre TICs.
transformaciones del aparato productivo mundial bajo la influencia del desarrollo de familias de nuevas tecnologías como la robótica, la inteligencia artificial (AI), la Internet de las cosas (IoT), el big data, la impresión 3D, la bioingeniería, los nuevos materiales, la nanotecnología y otras, todas combinándose entre sí.
En diciembre de 2015, durante la Reunión La Cuarta Revolución Industrial puede acede Alto Nivel examen decenal WSIS+10, la Asamblea General de Naciones Unidas reconoció el potencial de las TIC para cumplir la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, observando que las TIC pueden acelerar el progreso en relación con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (A/RES/70/125).
lerar el desarrollo sostenible y tiene el potencial de mejorar la productividad y la competitividad, aumentar la eficiencia y la eficacia de la energía y los recursos y, así, proteger el medio ambiente. También podría seguir facilitando la transición a una economía circular, es decir, una economía industrial en la que los productos, al final de
su vida, sean reutilizados, refabricados y reciclados.
Los gobiernos de varios de los países más
avanzados han diseñado estrategias para responder a estas tendencias: Alemania (Industria 4.0), Estados Unidos (Industrial Internet), China (Made in China 2025), Corea (Comisión de Cuarta Revolución Industrial) y Japón (Estrategia de Robótica) se han posicionado como líderes en la mejora de su industria mediante las tecnologías digitales y la robótica avanzada.
Los países de América Latina y el Caribe han progresado en esta transformación tecnológica a muy distintas velocidades, dada su extrema heterogeneidad en términos de ingreso por habitante, productividad y desarrollo social. Según el Índice de Evolución Digital del Harvard Business Review, México, Colombia y Brasil evolucionan a gran velocidad hacia una innovación impulsada por la tecnología digital, mientras que Chile es un país destacado de primer nivel con altos niveles de digitalización (figura 1).
Ya no es posible sustraerse al efecto catali-
zador del desarrollo sostenible a largo plazo de la revolución digital. Un crecimiento de 20% en la inversión en tecnologías de la información tiene la capacidad para elevar en un punto porcentual el crecimiento del PIB, o equivalentemente, en un tercio el crecimiento mundial. En Chile, la digitalización podría elevar el PIB anual en hasta US$25.000 millones, es decir, un aumento de 0,7% de tasa de crecimiento anual.
Las grandes empresas del sector
juegan un papel decisivo en la transformación digital de la región. El cierre de la brecha digital, la llegada del 5G, el IoT, el despliegue de la fibra óptica, entre otros, requiere de importantes inversiones del sector privado. El sector público, por su parte, debe, además de resolver problemas de cobertura geográfica en redes de telecomunicaciones, trabajar conjuntamente con la industria en la identificación de factores que permitan acelerar el ritmo de inversiones en el sector, al mismo tiempo que crear el marco regulatorio adecuado para fomentar la competencia e innovación.
Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación
9
Boletín Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación / N° 59 / 2018
(continuación)
co, promover la inclusión social y posibilitar la sostenibilidad ambiental.
Este nuevo paradigma tecnológico tiene,
como recurso crítico, el flujo de datos. Su tratamiento por parte de organizaciones públicas o privadas plantea la necesidad de crear marcos normativos eficaces para garantizar la protección de los datos personales, la privacidad y la seguridad de los usuarios. Para enfrentar esta situación, en la actualidad se están desarrollando sistemas internacionales que permiten certificar el grado adecuado de protección de los datos personales, siendo los más importantes el Cross Border Privacy Rules (CBPR) - actualmente en funcionamiento en Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Canadá y Méxicoy el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) que entró en vigencia recientemente en la Unión Europea.
Las relaciones internacionales también se
han visto afectadas por esta disrupción tecnológica. Así como estas tecnologías han tenido un efecto positivo en las sociedades, pueden también dar lugar a violaciones de los derechos humanos y tener efectos negativos para la paz, la inclusión, el desarrollo sostenible, la ciencia y el conocimiento, generando riesgos de seguridad, gobernabilidad, defensa y delincuencia con la capacidad de crear fuertes tensiones e, incluso, desestabilización en las relaciones internacionales.
Congruente con su vocación multilateralista,
Chile considera que la gestión de Internet, como recurso mundial, requiere de normas, estándares e instituciones internacionales, avaladas por un sistema multilateral, multisectorial, democrático y transparente, con pleno respeto al derecho internacional, y que promueva el desarrollo equitativo y sostenible. La eliminación de la Ley de Neutralidad en la red en EEUU, país sede de los principales proveedores de contenidos en el mundo, está generando importantes repercusiones por los efectos para la libre competencia, la innovación y el acceso igualitario a Internet no sólo en EEUU, sino, a largo plazo, en el resto del mundo.
Este es el escenario internacional, altamente dinámico y complejo, que nuestra Cancillería tiene como referencia al incorporar este tema en la Política Exterior. La revolución digital, ¿en la agenda de Chile? Para Chile es de importancia estratégica el desarrollo de la Sociedad de la Información por sus potenciales impactos para la mejora de la productividad y el crecimiento económi-
En la reunión de Alto Nivel de la Asamblea General (A/RES/70/125) para la revisión y seguimiento de los resultados de la CMSI (proceso WSIS+10), en diciembre de 2015, Chile reafirmó su compromiso por la construcción de una Sociedad de la Información justa, libre, segura y que ayude al desarrollo sostenible. Otro marco bajo el cual nos relacionamos con la CMSI es la Comisión de Ciencia y Tecnología (CSTD) del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC), en la que Chile mantiene membresía hasta el año 2020. En los ámbitos bilateral y regional, Chile busca contribuir a la implementación de iniciativas orientadas a la disminución de la brecha digital, a la masificación del acceso a la banda ancha, a la capacitación en el campo de esas tecnologías y a la promoción de herramientas de gobierno digital. Asimismo, busca atraer inversiones extranjeras y promover la instalación, en el país, de centros de investigación y desarrollo vinculados a la industria de alto contenido tecnológico. Complementariamente, Chile ha reforzado su participación en organismos y alianzas regionales para dar seguimiento a los compromisos de la CMSI, destacándose su rol en la Agenda Digital de América Latina y el Caribe (eLAC2018), en la Agenda Digital de la Alianza del Pacífico y en la Reunión Regional Preparatoria para el Foro Global de Gobernanza de Internet (LACIGF). La Alianza del Pacífico, como eje estructurante de la integración latinoamericana, tiene enorme potencial para catalizar los esfuerzos de cooperación regional en materia digital. Su convergencia con MERCOSUR, permitirá impulsar iniciativas en materia de protección de datos personales, firma digital, ciberseguridad, datos abiertos, competencias digitales y pensamiento computacional y políticas para la creación de un mercado digital regional. En el contexto interno, nuestro gobierno está comprometido con el impulso de políticas públicas que permitan a Chile aprovechar plenamente las múltiples oportunidades que ofrece la revolución digital, estableciendo un conjunto de objetivos de mediano plazo y líneas de acción enfocadas en el desarrollo digital del país, incluyendo compromisos de políticas en materia de acceso e infraestructura, la economía digital, el gobierno digital, la inclusión, la gobernanza y los derechos de las personas en el ambiente online.
Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación
10
El objetivo central de dichas políticas es sentar las bases para transformarnos en una sociedad de innovadores y emprendedores basados en el uso de nuevas tecnologías, crear las condiciones para que Chile pueda insertarse exitosamente en la cuarta revolución industrial, a partir del desarrollo de nuevos modelos de producción basados en la economía del conocimiento, dar un fuerte salto en materia de ciencia y digitalizar nuestra economía como fuente de mayor productividad y de mejor calidad de vida para los ciudadanos. Liderazgo regional y desafíos de Chile en el desarrollo de las TIC Los datos del año 2017 muestran dos caras del sector de telecomunicaciones en Chile. Por un lado, las series estadísticas de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, evidencian un sector maduro y competitivo, con 49 millones de servicios de telecomunicaciones, más de 11 millones de conexiones 4G y con el 84% de los usuarios de internet que se conectan a través de un dispositivo móvil. Pese a dichos avances, la Novena Encuesta de Acceso y Usos de Internet, revela que un 44% de los hogares no tiene acceso a internet fijo y que todavía existen 200 comunas del país con menos de 20% de conectividad a esta tecnología, lo que nos impone importantes desafíos. Nuestro Gobierno, que se ha propuesto insertar a Chile en la cuarta revolución industrial, entiende que requiere fortalecer la infraestructura digital del país, que contribuya a mejorar la conectividad al interior de nuestro país y su proyección al resto del mundo. Una red de telecomunicación de alta velocidad facilitará que Chile se convierta en un país exportador de productos y servicios de alta intensidad tecnológica, con una visión de largo plazo en sectores estratégicos para el país. La disponibilidad de transporte de datos de alta velocidad resulta una tecnología habilitante para el conjunto de innovaciones y desarrollos. Esta red de clase mundial permitiría, asimismo, posicionar a nuestro país como un hub de datos en la región, materializando la vocación de Chile de ser plataforma y puente entre América Latina y Asia Pacífico e intensificando las relaciones con dicha región. En esta línea se enmarca la exploración para concretar una conectividad digital con Asia, mediante la conexión transpacífica de fibra óptica, la que, además, permitiría aumentar la resiliencia y redundancia de la red, minimizando cualquier impacto en caso de incidencia en los cables submarinos que operan actualmente.
10
Boletín Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación / N° 59/ 2018
11
Noticias Ministerio de Economía anuncia creación de Observatorio Virtual de Datos
II Encuentro Binacional de Energía Perú-Chile
El ministro de Economía, José Ramón Valente, anunció el martes 28 de agosto un Plan de Astrodata que contempla la creación de un Observatorio Virtual de Datos, con la unificación en la nube de los datasets de los observatorios que están en Chile, junto a medidas para entrenar datascientists y generar tecnologías I+D entorno a bigdata. Según el Ministro Valente, este centro -que es impulsado por su cartera en conjunto con CORFO- será "una noticia que posicionará a Chile como el país más relevante de astrodata en el mundo. Estudiando los temas que son relevantes para el futuro de Chile, hemos detectado que el país tiene un potencial enorme en sus cielos prístinos y que ese potencial no es solamente la observación del universo, sino que además la cantidad de datos que genera esa observación", explicó. Chile alberga hoy en su territorio el 50% de los megatelescopios del planeta y, a inicios de la próxima década, dicha cifra alcanzará el 70%, convirtiéndolo en una “plataforma astronómica mundial”. La Cancillería, a través de la DECYTI, ha sido un activo impulsor de esta iniciativa, junto a CONICYT, bajo el liderazgo del Ministerio de Economía-CORFO. La generación de inimaginables volúmenes de datos que provienen de la actividad científica-astronómica, está en la base del aprendizaje que Chile puede realizar para ser un proveedor de servicios en esta área. El futuro de la minería, la agricultura de precisión, la genética pasará cada día más por el acceso al Big Data, y éste será un elemento clave en el salto de productividad que nuestra economía requiere.
El 10 de agosto se llevó a cabo en Tacna el II Encuentro Binacional de Energía Perú-Chile 2018, tal como se había comprometido en el último Comité de Integración y Desarrollo Fronterizo que tuvo lugar el 1 y 2 de agosto en Arica. El encuentro, patrocinado por el Consulado General de Chile en Tacna, permitió establecer un diálogo entre los actores del sector Energía para producir ideas y estrategias que promuevan la creación de un mercado eléctrico de largo plazo. En el evento participaron representantes de las asociaciones patrióticas de Tacna, concejales regionales, funcionarios de la Región de Tacna, funcionarios del Ministerio de Energía y minas peruano, así como del Ministerio de Energía de Chile. La Cancillería estuvo representada por el Subdirector de DECYTI, Héctor García. En sus intervenciones, representantes del gobierno peruano coincidieron en reconocer los beneficios de la integración energética con Chile, sobre la base de los beneficios que tendría para la creación de un polo industrial en Tacna. De acuerdo al Ministerio de Energía de Chile, el estudio que determinará los beneficios económicos de una interconexión eléctrica Arica-Tacna estará finalizado a inicios del 2019, lo que permitiría seguir avanzando en un acuerdo regulatorio para el intercambio de energía entre Chile y Perú. En la próxima binacional -que se realizará en Santiago en noviembre de este año-, se revisarán los avances en materia energética entre Chile y Perú tales como el acuerdo regulatorio, el estudio en curso y la cooperación institucional entre los ministerios de energía de ambos países.
Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación
11
Boletín Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación / N° 59 / 2018
12
Boletín DECYTI es una publicación bimensual de la Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. Su objetivo es mantener informado a quienes se desempeñan en el Ministerio y también a quienes se interesen desde otros ámbitos, respecto del trabajo que realiza DECYTI, en los aspectos internacionales de las políticas de energía, innovación, investigación y desarrollo en ciencia y tecnología. Incluye información sobre eventos y reuniones más destacadas.
EQUIPO DECYTI
Director Embajador Gabriel Rodríguez García - Huidobro Subdirectora de Ciencia y Tecnología, Capital Humano y Organismos Ana María Troncoso Multilaterales Subdirector de Energía, Innovación y Planes Estratégicos Héctor García Coordinadora de Laboratorios Naturales Cristina Gueneau de Mussy Coordinador de Universidades y Capital Humano Avanzado Claudio Rojas Coordinador de Innovación Marcelo García Coordinador de Asuntos TIC y Sociedad de la Información Juan Pablo Vial Secretaria Paula Faundez Secretaria Alda Arriagada
Teatinos 180, piso 12, Santiago - Chile http://www.minrel.gob.cl/boletinDECYTI
Dirección de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación
12