1 minute read

Índice

Next Article
Yo soy acólito

Yo soy acólito

Editorial

Quisiéramos todos que el año al que hemos entrado fuera mejor que el que se fue. Es un deseo más que legítimo. Con todo, no desechemos el que se fue, no lo cataloguemos como el año peor que ha existido, como una desgracia. Nos ha dolido la partida de muchos seres queridos; nos ha lastimado Pbro. Fidel A. Munguía Ruiz Director de la Obra sufrir la desigualdad, la inseguridad económica, el miedo al contagio. Todo lo llevamos como marca sangrante en el alma. Sin embargo, la vida es vida, siempre, por doquier, de cualquiera y en no importa en cuál situación. Encarémosla con dignidad, con la cabeza levantada, con el gusto de arremangarnos la camisa y de trabajar con honradez.

Advertisement

Echamos de menos la sonrisa de los seres amados, tapada por mascarillas, ensombrecida por el miedo. Pero aprendimos a querer aun en la ausencia, en la ardiente nostalgia del encuentro.

La muerte nos ha rozado, la enfermedad asechado. Con todo, estamos vivos. No podemos olvidar que la existencia es frágil y en un pestañear de ojos se acaba. Cada instante es precioso. Es precioso el año que pasó, precioso el que viene. Precioso es el encuentro negado, precioso es el que se nos concederá gozar.

Gracias a Dios. Gracias por lo que pasó, gracias por lo que vendrá. Que no nos falte nunca una razón para agradecer.

Feliz y bendecido 2021 en el que podamos vivir una renovada esperanza, confiados en el amor de Dios que nos asistirá en cada uno de nuestros proyectos y necesidades personales, familiares y comunitarias.

Con mucho cariño los abrazo y bendigo

P. Fidel Alejandro Munguia Ruiz Director de la Obra de las Vocaciones

This article is from: