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Algo se está cocinando

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Huellas

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Cuaresma:

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Algo se está cocinando

Por: Pbro José Carlos Martínez Clark

El domingo pasado fui a comer a la casa de mis papás. Mi mamá estaba preparando una deliciosa olla de pozole. Me acerqué a la cocina para ver como lo estaba cocinando y me di cuenta que tenía muchas cosas listas y preparadas para cocinar: tenía cuchillos para partir, platos para servir, carne, granitos, sal, chile y mucho más. Entonces le pregunté si era fácil cocinar ese platillo y me dijo: “Como todos los platillos deliciosos tiene que llevar toda una preparación detallada para poder llegar a disfrutar, en la mesa, de la rica comida.” Mi mamá se tardó un poco de tiempo preparando y cocinando todo. Tanto que me gruñían las tripas del hambre pero créanmelo, valió la pena la espera por que con solo oler el delicioso plato de pozole se me llenaba la boca de tan rico que le salió. Calientito… con la carne en su punto, un poquito de rabanitos… uff fue una comida excelente. Me quedé pensando que así como uno se prepara para cocinar un platillo delicioso, así también es la Cuaresma. En la cocina, uno tiene que cortar, preparar, calentar, servir y después disfrutar porque no sabe igual una comida bien preparada con sal y todo, que hecha al ahí se va, ¿verdad? En la vida del cristiano es lo mismo. Si no nos preparamos adecuadamente en la cuaresma no podremos disfrutar, de la mejor manera, las Fiestas de Pascua, que es a lo que la cuaresma nos dispone. La cuaresma, aunque suene un tiempo largo (Cuaresma significa: 40 días), nos debe ayudar como un tiempo de preparación, ese es su verdadero sentido. Desde el Miércoles de Ceniza hasta llegar a la Semana Santa todos los católicos nos estaremos preparando para la gran fiesta, la Pascua. Pero, como la comida, antes de disfrutar de esta fiesta debemos prepararnos muy bien.

Hay muchas maneras de preparase en la cuaresma. La Iglesia nos propone tres cosas que nos ayudan con nuestra preparación son: el ayuno, la oración y la caridad. Sería muy bueno que empezáramos esta cuaresma de la mejor manera. Te recomiendo que hagas un propósito que te acerque más a Dios. Puede ser dejar de utilizar tanto tiempo los videojuegos, el celular, tv, o algún otro juguete, y aprovechar ese tiempo para ayudar a tus papás en el quehacer del hogar, seria una muy buena manera de ayunar. También podrías guardar un momento especial para la oración, por ejemplo en la noche antes de dormir, al levantarte o en la hora de la comida. Pero también podrías ayudar a los mas necesitados con un acto de caridad como dar una moneda, una comida, una visita al que mas lo necesite. Piénsalo, no son cosas tan difíciles y realizándolas te ayuda a acercarte más a Dios.

Muy feliz inicio de Cuaresma y a preparase de la mejor manera para disfrutar de una deliciosa fiesta de Pascua. ¡Bendiciones!

Sección Yo soy Acólito

Por: Sem. Jesús Valenzuela Ojeda III de Filosofía

Que tal acólito Amigo, te saludo con mucho cariño, ¡y ojalá pudiera ser con un abrazo! Lamentablemente nuestros tiempos no nos lo permiten aún; pero no hay que perder la calma, que ya no en mucho tiempo podremos disfrutar de todas esas cosas que nos alegraban los días, ¡como la Santa Misa!

Para esta ocasión te tengo preparado un tema que creo es bastante especial, mas con tanta lejanía que tenemos con nuestros amigos y compañeros. Este tema es el servicio. Y si lo sé, has de estar pensando en este momento: “pero Jesús, ese tema siempre lo vemos en catecismo, tal vez en la escuela, o hasta en las reuniones con los demás acólitos de mi comunidad”. No te preocupes, vamos a verlo de una manera un tanto especial. Estamos en el mes de febrero, mas conocido por la mayoría como el “mes del amor y de la amistad”. Bueno, quiero empezar diciéndote que el servicio es un regalo tan especial que debería de convertir a cualquiera en un amigo especial. Ya decíamos el mes pasado, hablando de la eucaristía, que Dios nos había dado un regalo tan grande que podíamos llegar a decir que

no lo merecíamos, y aún así lo teníamos con nosotros a cada momento de nuestra vida. Podemos decir entonces que Jesús es un amigo tan pero tan especial, que aceptó darse completamente para nosotros, para que pudiéramos salvarnos. ¡Ese es un verdadero amigo! Y si, tal vez para nosotros sea imposible ser así como Jesús, tan desprendido, llegando a dar hasta la vida por personas a las que ni siquiera conocía, ¡hasta por ti y por mi que ni siquiera habíamos nacido! Pero una cosa si podemos hacer, que es tratar de buscar ser los mejores amigos que podamos, con los compañeros de la escuela, los demás acólitos, con mamá, papá y los hermanos, con los vecinos, y así podemos seguir hasta acabar el boletín. Solo quiero recordarte, Amigo acólito, que servir en el altar tal vez no sea suficiente, si no llegamos a ser unos verdaderos amigos con los demás; si no aprendemos a ser honestos, a ayudar al que nos necesita, a no tratar mal a los otros muchas veces pensando que son simples bromas; si no intentamos conocernos y aprender a querernos, no servirá a que tantas misas vayamos o que tantos servicios además de ser acólitos tengamos. Hay que pedirle amigo, tu y yo, a Jesús que nos de la fuerza para poder ser un verdadero amigo para todo aquel que lo necesite, ¡y para el que no también! Saludos y nos vemos el siguiente mes en esta sección que es para ti.

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