PORTAFOLIO Fotografía
Débora Hernández
Paisaje
Desde hace algún tiempo me he cuestionado la capacidad y el sentido de la imagen en el mundo actual, la fotografía frente a la pintura y la estética de ambas frente al paisaje. Desde estos aspectos, me planteé la problemática de cómo hacer fotografía relacionada con la pintura, sin necesidad de intervenciones plásticas; así nace mi interés por trabajar la fotografía como un negativo digital, haciendo una relación estética con la técnica del grabado, la pintura china, el impresionismo y el postimpresionismo. Más allá de esto, la fotografía me preocupa como acto automático al plasmar y seguir plasmando imágenes que quedan como archivos abandonados en un computador o negativos empolvándose. A partir de esto considero cada imagen fotográfica como un reciclamiento, en el sentido de que en cada imagen hay multitud de posibilidades tanto estéticas como conceptuales. Así el paisaje es el sujeto en que estos aspectos se desarrollan, siendo éste un sujeto de múltiples ángulos de desarrollo y expresión dentro de su naturaleza y esencia. Sucede una constante reconstrucción dentro de la imagen que se permite existir por medio de la fotografía inicial, la visión y el resultado estético que permite.
Rush Human: dinamismo pictorialista
Durante mi proceso académico la fotografía artística ha sido el campo que insistentemente ha buscado espacio en mi obra fotográfica, ese que he explorado inconsciente y recurrentemente. Esta serie obra se centra en dicho campo y unas de sus grandes influencias es la estética de la pintura (impresionismo, postimpresionismo, expresionismo); y cómo ésta ha sido parte, desde sus inicios –y aún continúa vigente– en la formación de la imagen fotográfica. Este proyecto a su vez se ha nutrido de la escritura y la inquietud por una cotidianidad acelerada en el andar, sin embargo, detenida en el reconocimiento y percepción de las presencias y elementos habitantes del rededor. Rush Human es la búsqueda de expresión y soporte artíítico relativo al estudio del entorno en el que la descomposición social del individuo como parte de una colectividad, una humanidad que no es humana, ha vuelto los ojos al individualismo, lo impersonal, el afán del ser que vive sujeto al tráfico de vivir, perdiéndose.
Walked Painting (Ruina o vestigio)
Desde todo, las cosas se van deshaciendo. La destrucción es necesaria para la (re)construcción. La destrucción es a la memoria, quien necesita de los actos del olvido para renovar los recuerdos que el sujeto percibe como nuevos. Las líneas, la luz, el tiempo, la manera de interpretar las formas de Cartagena en las paredes, actúan como pintura de paso-al paso dentro de la estética misma de lo bello y ruin de esta ciudad vitrina. La pintura de-al paso hace las veces de palimpsesto de la historia de la ciudad y cómo esta se compone y alimenta -como todo-, de las cosas que LE SUCEDEN; como el silencio del viento, el desconocimiento de lo que susurra la vejez, los enamorados, el leve pasar de todos. Este palimpsesto actúa dentro de la imagen misma. Se deviene una y otra vez dentro de las posibilidades de cada fotografía.
Pensemos la ruina/decadencia de la estructura vista desde el vestigio mismo, desde el fragmento en sí mismo que es La Ruina. Pensemos que cada espacio representa algo, separándolo del sentido del tiempo, la nostalgia-remembranza u olvido, representa un algo para el descubridor o el espectador de dicho espacio, transformándolo automáticamente en un palimpsesto. Dentro y desde el arte, el despojo de un espacio hace las veces de re-escritura de acontecimientos pasados, para el observador del mundo es espacio de trabajo, de búsqueda y encuentro. Nos da miedo la guerra contra el olvido y respondemos restaurando recuerdos, enmendamos y cicatrizamos con símbolos de modernidad o más bien llamémoslo símbolo de actualidad. No podemos evitar dicho palimpsesto, como si pudiéramos hacer del tiempo un amnésico, un amnésico del recuerdo. El tiempo ante nosotros es un reflejo de formas y el ser humano depende de ese confrontarse con la forma, depende, dentro del sentido de la ruina, de su exaltación para reconocer su papel dentro de historia y la fragmentación del tiempo/recuerdo evidenciada por la desolación que sugiere una estructura afectada por el paso de miradas, olvido, miseria, hambre o hasta amor. Del tiempo desde de la ruina podemos decir dos cosas (en este caso) : El tiempo es ruina ante nosotros Somos ruina ante el tiempo La fotografía y la ruina son objeto del tiempo plasmado en la estructura o la imagen de dicha estructura, transgrediendo y prolongando tanto la continuidad como la inmovilidad del tiempo, la sociedad, el recuerdo.
La ruina es una característica de la copia en la continuidad del arte, prueba de que este lugar existe dentro del tiempo y fuera del tiempo, dentro del arte y fuera del arte, una parte de lo que posiblemente define la estética de una ciudad, un país. Prueba de que la estructura existe como evidencia de la repetida representación de las cosas que somos y vemos, dentro de la obra, dentro del mundo visible. Por esto dentro de la imágenes presentadas, las distintas versiones y fragmentaciones de espacios abandonados o descuidados abarcan la posibilidad del tiempo dentro de la imagen, la posibilidad de la imagen dentro de sí misma, del tiempo y la ruina.
Arquitectura (Paisaje urbano)
ELLA (tríptico)
La posesión de la identidad en el acto fotográfico
La identidad es, en el acto fotográfico, como una ilusión pragmática dentro de la memoria de la imagen en su sentido histórico y familiar. La costumbre es aceptar el cuadro fotográfico como una representación viable y creíble de la identidad del sujeto/objeto plasmado por medio de esa identidad a la que somos confrontados como autores de su representación en el tiempo. Cuestiono esta consciencia de la identidad dentro de la historia de mi imagen. Cuestiono si las identidades son comprobables dentro del marco de la fotografía al igual que como eran y son fuera de ella, poseyendo así distintas representaciones de ese sujeto/objeto. Si somos lo que la imagen expone por haber sido plasmados o si capturar no es otro símbolo de la muerte de esa identidad, dentro del nacimiento paradójico de una nueva. La fotografía es un desposeer de identidad, y a la vez, el poseer de una identidad dentro de sí.
Reportaje
Reportaje: Seres BaladĂ
(Instancias de olvido: Mapa y territorio a partir del ente en la inmensidad de su entorno omitido.) Baladí. (Del ár. hisp. baladí, y este del ár. clás. baladī 'del país'). 1. adj. De poca importancia. 2. adj. ant. Propio de la tierra o del país. (Extraído del diccionario de la RAE) Estas fotografías fueron realizadas desde autobuses vía Bogotá-Cartagena, Cartagena-Bogotá (viaje que dura entre las 18 y las 24 horas) y Medellín-Jardín (viaje que dura 4 y 4 horas y media, aprox). Ellas representan los seres que vemos y pasamos, de quienes no sabemos nada, quienes viven vidas y costumbres como nosotros, pero están allá afuera de nuestra comodidad (hasta incomodidad) de espectadores de este (y muchos más) paisaje de vidas desconocidas. La fotografía, sin objeciones del tiempo, ha sabido también despojar a la humanidad de sus nombres, como también ha reconocido el dárselos.
Seres baladí cuestiona, al igual que la identidad y la falta de ella, la dificultosa búsqueda de UNA estética que IDENTIFIQUE un país hospedado en la desigualdad. Esta búsqueda se expresa en la forma en la que las fotografías fueron tomadas y posteriormente editadas. Colombia es un país de múltiples transformaciones estéticas y este proyecto hace las veces de duda por cómo reconocer el país dentro de la fotografía (y su espacio en el tiempo) y el viaje.