Educacion

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Todo comenzó con la pregunta “¿Por qué te importan tanto tus calificaciones?”. En aquel momento yo era un niño en 4º de ESO que nunca se había preocupado por su educación, pero ese día nuestra profesora de Educación Física (Gloria Herrero) me hizo pensar. Fue ya a mediados de 1º de Bachillerato cuando volví a meditar sobre el tema, y decidí hacer un ejercicio en mi día a día: Encontrar cosas que no me gustaban de nuestra vida en el instituto y pensar como las mejoraría. El resultado del ejercicio fue desalentador, abandono escolar, frustración en las aulas, malestar continuo en los alumnos y profesores, ¿por qué estamos en esta situación? ¿cómo podríamos mejorarla? ¿por qué no se siente como lo correcto aprender de esta forma? No entendía la razón de ir a la mayoría de clases o porqué se calificaba con pruebas escritas. Muchas de estas dudas no hallaron respuesta, quería pensar que había un motivo para que todo fuera así. Pasé el curso bastante deprimido y llegué a 2º queriendo centrarme solo en sacar buena nota, pero fue inevitable reflexionar más y más. Decidí escribir un texto en el que anotar todo lo que pensaba que estaba mal en nuestro sistema educativo y completarlo conforme pensara en más cosas. Buscar la opinión de otras personas fue inevitable, no podía ser el único que pensara así y acabé viendo videos de Sir Ken Robinson y el documental "La educación prohibida", los cuales dieron forma a todos esos pensamientos y los ampliaron He procurado crear un texto propio tomando mis ideas y las que otras personas exponían, evitando hacer un amasijo de opiniones de la red. No considero que mis opiniones sean "la verdad" y lo publico con la intención de cambiar la percepción que tenemos sobre el sistema educativo. No podemos esperar a que cambie sin hacer nada

¿Qué asignaturas impartir? Partiendo de la base de que todo conocimiento es bueno, el problema reside pues en como seleccionarlo, ¿Qué conocimiento se debe adquirir y cuando? ¿Cómo se decide que es más importante aprender a los 10 años (por ejemplo)? Creo que los intereses que el aprendiente tiene son fundamentales a la hora de elegir qué aprender, y surge por diversos motivos pero nunca puede ser impuesto, no puedes obligar a una persona a interesarse por algo. En la escuela de repente te encuentras en una clase sin saber que estás haciendo, que provecho se saca de tu trabajo ni como te beneficia a ti para alcanzar tus intereses personales. Resulta imposible crear un sistema que dicte a tantas personas los conocimientos que deben aprender y cuando deben hacerlo. Tampoco se le puede dar más importancia a unos conocimientos que a otros, aunque si puedes encontrar mayor utilidad a aprender como cocinar que a la geografía (depende de cada persona)


Un sistema libre en el que cada quien elige que aprender podría generar ignorancia, entiendo la importancia de tener "culturilla general", pero creo que se ha llevado demasiado lejos este término, al fin y al cabo de que sirve aprender a hacer algo o memorizar información si no se le da un uso.

Método de enseñanza Creo que el mayor problema de la enseñanza reside en el método; los examenes, el miedo, el estrés y los horarios no son la mejor forma a proceder cuando se trata de aprender. Quizá no debamos reconstruir nuestro sistema educativo, sino echarlo abajo y crear uno nuevo desde los cimientos. El sistema actual no fue pensado con el objetivo de crear ciudadanos cultos y sus métodos de enseñanza se han estancado varias decadas atrás. La educación pública surge durante la revolución industrial, donde un grupo de empresarios necesitaban trabajadores lo suficientemente inteligentes como para utilizar la novedosa maquinaria y mantenerla. Así surge la necesidad de crear un sitio al que todos los niños puedan acudir a aprender cosas básicas que les ayuden a cumplir con su cometido. Se estandariza la educación a lo largo del mundo, así los trabajadores pueden trasladarse a otros países sin necesidad de recibir nueva enseñanza. Se les acostumbra a los timbres, horarios; trabajo duro, repetitivo y prolongado..., tal y como será en las fábricas a las que están destinados a trabajar. Ha nacido la educación pública En los últimos dos siglos se ha producido una autentica revolución en las ciencias y tecnologías, se ha actualizado la información (la cual es mucho más accesible). ¡El mundo es totalmente diferente! Sin embargo, la educación ha quedado estancada, los libros han actualizado la información que ofrecen pero la memorización y la cultura general siguen siendo el objetivo, mientras que la creatividad, la razón y las artes han quedado en un rincón. Así pues la memorización ha quedado obsoleta por las nuevas tecnologías capaces de almacenarla y distribuirla fácilmente, y tener un amplio conocimiento puede no ser tan necesario Calificaciones Los exámenes tal y como los conocemos hoy día son un mal sistema para saber cuales son los conocimientos adquiridos por los alumnos. En primer lugar, tenemos un límite de tiempo que en la mayoria de los casos se utiliza para "vomitar" lo memorizado los días antes (lo cual no es muy útil, se olvida), además de la tensión añadida de que tienes que acabar y hacerlo bien. La puntuación del 0 al 10 pretende indicar nuestro nivel de conocimiento sobre una materia. No tienen sentido hacer pasar a tantas personas por un mismo examen, pues no se valoran muchas cualidades que forman la inteligencia, como la creatividad, ni todo el mundo trabaja igual de bien con un limite de tiempo o encerrado en un aula. Somos diferentes, por tanto evaluarnos


por igual es un error (si comparas la habilidad de un mono para trepar árboles con la de un elefante, el mono se convierte en un genio) Además, la fiabilidad de los exámenes es algo dudosa ¿realmente miden con exactitud el conocimiento adquirido? ¿Son objetivos los resultados? Supongamos el caso en el que un alumno solo ha estudiado a la perfección el 70% de la materia que puede caer en el examen, podríamos decir que se merece un 7, pero y si resulta que de las 4 preguntas del examen, 3 requieren conocer ese 30% que no se ha estudiado, el alumno sacaría un 2.5 y todos concluiríamos que no ha estudiado. Lo mismo pasa al revés, un alumno que se estudia el 30% de la materia y tiene la suerte de que le preguntan exactamente lo que se ha estudiado. Yo me he encontrado ante ambos casos y no considero justos ninguno de ellos. Así que, ¿como evaluamos al alumno?. En primer lugar, vuelvo a repetir, en el momento en que no se obligue a alguien a impartir una materia en la que no tiene interés y desaparezcan los limites de tiempo para aprender, no será necesario evaluar (interés y disfrute van unidos en el aprendizaje). Así pues necesitamos un equipo de profesores bien preparados y muy profesionales que no requieran del uso de exámenes ("Si después de 8 meses con una persona hablando de un solo tema yo no sé lo que sabe esa persona sobre el tema, ¿a qué me he dedicado? ¿qué hace usted en el aula? ¿exámenes? ¿para qué?") Aprendamos a aprender En el sistema actual los alumnos no estudian para aprender, sino para aprobar, y en la mayoría de los casos la forma más fácil es simplemente memorizar (y en algunos la única opción). De esta forma no logramos desarrollar habilidades esenciales como el pensamiento racional y lógico, la creatividad…, habilidades que no se pueden memorizar ni almacenar en un libro, hay que desarrollarlas. Muchas de estas cualidades se desarrollarían mucho impartiendo ciertas materias, como la música, latín, programación, lectura… La mejor forma de aprender es haciendo, en cambio, debemos esforzarnos para aprender lo que no hacemos. El juego es un buen método de aprendizaje, pues es un ejercicio práctico y divertido que se acerca a la realidad. Darle un motivo al “aprendedor” para que haga algo es muy importante, porque para que le sirve aprender a hacer algo si luego esa situación no se le va a presentar nunca. Los errores son otra vía fundamental para aprender, los fallos grandes no se olvidan con facilidad y es mas difícil volver a tropezar en la misma piedra. La enseñanza autodidacta es otra herramienta imprescindible, si alguien está tan interesado por algo como para buscar por si mismo información desde luego que va a aprender, y facilitar esa información es de vital importancia (no toda la información va a ser verdad ni de calidad) Una vez más, disfrutar del aprendizaje es indispensable, se debe fomentar ese sentimiento tan positivo que logramos al entender y dominar algo, pero vamos en el camino opuesto. Estamos generando frustración, rechazo a la escuela, miedo al fracaso.


El combustible que mueve la escuela es bien simple, lleva funcionando durante décadas y es muy fiable, hasta que falla. Hablo del miedo, la más poderosa herramienta de manipulación y control que consigue que todo siga mediante el sistema premio-castigo, pero el momento en que el premio es insuficiente o el castigo desproporcionado el sistema se viene abajo. Los castigos suelen basarse en privar de algo que aporte felicidad (salir con amigos, hobbies,...). Es importante recordar que aunque el premio es lo que suele llevar a la gente a hacer algo, el recorrido hasta él es lo más importante Los horarios de trabajo son algo en cierto modo necesario, pero no creo que sea lo mas adecuado, pues no puedes decirle a alguien cuando debe tener ganas de pensar en algo y cuando debe dejar de hacerlo. Quizá la idea de adaptar el ritmo de aprendizaje a los alumnos no sea tan descabellada, que cada alumno elija cuando impartir una clase. Una buena solución reside en las tecnologías, un video (PDF, powerpoint, texto...) puede transmitir la información que el alumno necesita a cualquier hora y tantas veces como sea necesaria. Ya que cada persona tiene diferentes ritmos de aprendizaje, no tiene sentido agrupar a los alumnos por edades (su interés por la materia puede despertar en diferentes etapas de la vida), sino por su nivel de conocimiento. Es un error pensar que todos los años, todos los niños del mismo curso deben aprender el mismo contenido en el mismo tiempo límite. Este ritmo atropellado por aprender hacer que conceptos fundamentales no queden claros, y cuando se necesitan para entender nuevas ideas surgen los problemas. Es como un castillo de naipes al que le faltan un par de cartas en la base.

Otras reflexiones de importancia Inculcar ciertos valores es necesario para vivir en sociedad, y no lo confundamos con enseñar que deben pensar, si no “plantar la semilla” que les haga empezar a preguntarse por qué algo es correcto, como deberían hacerse las cosas, enseñarles la importancia de proteger el medio ambiente y la diversidad de culturas y especies (humanas, animales, vegetales..), que consecuencias malas y buenas pueden generar una acción, mostrarles el amor por entender y mejorar. APRENDER A PENSAR EN DEFINITIVA El tema del profesorado es importante, quien no ha tenido un mal profesor en una asignatura y la ha odiado, o en una asignatura que odiaba simplemente se ha esforzado porque el profesor ponía mucho de su parte. Sin duda es fundamental tener un profesor que sepa lo que hace, pero yo me imagino la escuela del futuro con personas que enseñen el conocimiento básico, que exploten el potencial de cada alumno y que sepan guiarles, profesores que cooperan con los alumnos para impartir una clase que requiere de la participación de ambos y suponga un desarrollo para todos


Creo de vital importancia recordar que no todo se aprende en la escuela, el aprendizaje continuo es necesario para seguir desarrollándonos

Sudbury Valley y otras experiencias educativas. Sudbury Valley es un tipo de escuela en la que los alumnos deciden que quieren hacer cada día, y realmente puede convertirse en algo duro, porque tu mismo empiezas a preocuparte por tu educación y te preguntas que te será útil y que puedes aprender para llegar a tus metas. También debes organizar tu propio tiempo, no tendrás el suficiente para hacer todo lo que quieras. Desde luego es mucho más difícil pensar a diario qué debes hacer que simplemente dejar que te lo digan y hacerlo. Otra experiencia interesante con la que me encontré fue un experimento llevado a cabo por Sugata Mitra, en el que se dejaba un ordenador durante varios meses en una aldea de África en la cual nadie tenía ni idea de que era un ordenador. Cuando vuelve para recoger el ordenador los niños habían aprendido a usarlo y se enseñaban entre ellos.

Mi conclusión tras esta aventura de aprendizaje autodidacta es que para mejorar el sistema educativo deberíamos apoyarnos mucho más en las tecnologías, actualizar los métodos de enseñanza, dejar libertad al alumno en su aprendizaje y no evaluar ni imponer un ritmo.


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