El Habitante Kwashiorkor
Era hace una vez, en una aldea de muy bajos recursos económicos, ubicada en África. Donde se encontraba Jerald, un pequeño de cinco años integrante de una familia de seis personas, en la cual era el hermano mayor, de ahí seguía su hermanita de cuatro años llamada Lily, le seguían sus hermanos gemelos Tom y Neithan de dos años. Con madre y padre, que por cierto no les ponían mucha atención, la madre de estos cuatro niños no les brindaba mucho tiempo, por lo cual tampoco le importaba la forma en que se alimentaban, ya que como había pocos recursos económicos, les daba puro maíz o arroz, se alimentaban a base de puro carbohidrato.
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Tom se empezó a sentir mal, veía que no tenía tantas fuerzas y que su estómago empezaba a crecer de un manera muy extraña, por lo que decidió hablar con su mama.-Madre creo que algo anda mal aquí, dentro de mi… --No estés diciendo tonterías Tom, eres un niño que no sabe nada. –Que no ves cómo crece mi estómago, aparte me siento débil. –Si Tom, eso es porque de seguro andas comiendo tierra, y debes tener lombrices, espera un momento, no es normal que un niño coma tierra y menos que se ponga a cuestionar a su madre de la manera en que tú lo haces, creo que tú no eres un hijo normal, debes de ser un maldito brujo, tienes que irte de mi hogar. –Pero madre que estás diciendo, claro que no soy un brujo, solo quería decirte como me siento. –Eso es mentira eres un brujo, y tienes que irte de mi casa rápido, no me hagas llamar a toda la aldea y que pase a mayores…
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Tom salió de su casa, con un gran llanto y una gran tristeza, ¿Cómo es posible que su propia madre pensara eso de el? Ella que lo había engendrado y lo había tenido en su vientre durante nueve meses, ahora lo corre porque piensa que es un brujo, solo por preocuparse por su salud. Tom desconcertado, tan indefenso y pequeño, se acostó sobre la tierra y debajo de ese gran sol que calaba bastante, llorando y sin saber qué hacer, paso días y días en ese lugar, pidiendo un poco de comida
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o tan solo un sorbo de agua, pero nadie tenía un poco de empatía por él, porque lo juzgaban de brujo. El solo era un pequeño niño con dudas sobre su salud. Una señora de buen corazón, decidió alimentar a Tom con lo que tenía aunque sea dos veces por semana, igualmente con arroz.
Pasaron los meses aproximadamente 4 meses, cuando Tom decidió ir a ver su casa, para ver si ya lo habían perdonado, cuando vio por la ventana se dio cuenta que sus hermanos, tenían el mismo problema que él, que tenían abultado el abdomen, y ni si quiera se levantaban, mientras que su madre no le tomaba importancia. Tom, con los mismos síntomas, pero ahora ya casi en los huesos, y con el abdomen más abultado, se sentía a morir, --pero que hice yo para merecer esto, me siento tan débil, no puedo caminar muy bien, incluso no recuerdo algunas cosas , creo que moriré.
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Al día siguiente… Llego a la aldea un grupo de personas, especializadas, había nutriólogos y médicos, los cuales empezaron a hacer un análisis de la situación, cuando Lucy una de las integrantes se percató de el pequeño Tom, tirado , mosqueado y sin fuerza alguna, lo levanto de inmediato, le dio un poco de agua y una barrita integral que cargaba con ella, le pregunto su nombre, y el contesto de inmediato –Tom, ayúdeme por favor. Sin pensarlo dos veces Lucy tomo a Tom, lo cubrió con cobijas y lo subió a su camioneta, llevándolo a un centro de acopio instalado ceca de la aldea. Al checar el estado de Tom. Edema, escaso tejido adiposo, falta de fuerza, entre otras cosas, se dieron cuenta que registraba una desnutrición tipo Kwashiorkor energética-proteica, por la falta de proteína en su dieta habitual.
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Pobre Tom, estaba en un grado muy avanzado, por lo que empezaron a intervenirlo, con una buena alimentación correspondiente a él, que contuviera hidratos de carbono, proteína y lípidos adecuados, lo solo
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un macronutriente en su dieta, si no los tres, poco a poco se fue alimentando a Tom, para que no tuviera un síndrome de realimentación, y pudiera salir adelante. De inmediato Tom les comento su situación, que pensaron que por ser un brujo lo echaron de su casa, y también les comento que sus hermanitos estaban en el mismo estado que él. Al paso de unos meses, Tom se estaba recuperando exitosamente, muy pronto sería un niño fuerte y sano como siempre debió serlo, justo lo que él se merecía, justo lo que cualquier niño se merece…
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