Le Monde diplomatique, edición peruana

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¿Privatizar la justicia?

por Fernando de la Flor

Pág. 20

Precio del ejemplar S/. 10

Año I, Número 11 Marzo 2008 Publicación mensual de Altermundo Comunicaciones SAC. Miembro del Consejo de la Prensa Peruana

Director: Harold Forsyth

edición

peruana Una voz clara en medio del ruido

DOSSIER:

Durand, López, Roncagliolo,

Valle Riestra Pág. 10-18

80añosde

aprismo 4 Dossier Elecciones en España por Antonio Alaminos, Ignacio Ramonet y Enrique Bustamante

26 China: del milagro económico al desastre ecológico por Oswaldo de Rivero

40 Democracia simplificada por Serge Halimi

www.eldiplo.com.pe


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Le Monde diplomatique / el Dipló / Marzo 2008

enestaedición enestaedición EDICION PERUANA

DIFUSIÓN

Director: Harold Forsyth

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Editor / Consultor Jurídico: Fernando de la Flor A. Editor Asociado: Ignacio Basombrío Zender Asistentes de la Dirección: Elaine Ford Deza Denise Ledgard Gisela Luján Andrade Milagros Rubio García Coordinador: Jesús Véliz Díaz Consejo Editorial: Javier Pérez de Cuéllar Carlos Alzamora Fernando Carvallo Irma Chonati José de la Puente Radbill Oswaldo de Rivero Héctor Gallegos P. Gustavo Gutiérrez Baldo Kresalja Pilar Koechlin Mirko Lauer Salomón Lerner Ghitis Nicolás Lynch Aldo Panfichi Mario Pasco Pepi Patrón Luis Carlos Rodrigo Mazuré Rafael Roncagliolo Carolina Trivelli Carlos Urrutia Gerente de Relaciones Institucionales y Publicidad: Carol Garaycochea cgaraycochea@eldiplo.com.pe Telf.: (511) 9940-1580 Cómputo: Vilma Sánchez Romero Miembro del Consejo de la Prensa Peruana Es una publicación mensual de Altermundo Comunicaciones SAC Av. José Pardo 741, 4to. piso, Miraflores, Lima 18, Perú Telf. (511) 445-6834 Telefax: (511) 445-6871 eldiplo@eldiplo.com.pe www.eldiplo.com.pe Impreso en los talleres del

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Dossier: Elecciones de España Restricciones presupuestarias para el cambio Una política social avanzada, pero... por Antonio Alamitos ¿Adónde va España? por Ignacio Ramonet Idas y vueltas frente a la presión de los lobbies La batalla de la comunicación por Enrique Bustamante Dossier: 80 años de aprismo Memorias, presencias y paradojas El martirologio y el antiimperialismo en el APRA fundacional y el de nuestros días por Anahí Durand Guevara

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Los desplazamientos del APRA hacia la derecha Configuraciones de partidos y coaliciones del APRA por Sinesio López Jiménez

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El APRA nunca muere Las cavilaciones del primer partido moderno del Perú por Rafael Roncagliolo

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Sin la derecha, sin derechistas ¡Haya de la Torre Vive! ¿Vive el Apra? por Javier Valle-Riestra

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Tentativas de golpe de Estado, rebeliones e injerencia externa Chad-Sudán, ¿guerra generalizada? por Gérard Prunier

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Nuevos caminos del derecho ¿Privatizar la justicia? por Fernando de la Flor A.

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Publicación Especial de CLACSO Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano El desencuentro de dos Razones Revolucionarias Indianismo y Marxismo Álvaro García Linera

26

Los costos de un crecimiento irresponsable China: del milagro económico al desastre ecológico por Oswaldo de Rivero

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Menos atentados y reveses para Al-Qaeda en Irak ¿Ganará la guerra Estados Unidos? por Alain Gresh

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La antropología, un arma de los militares por William O. Beeman

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Denuncia política en el cine de terror de George A. Romero El regreso de los muertos vivos por Sylvestre Meininger

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Individual de Alberto Borea Labarthe “Ruinas y ciudades” por Elaine Ford

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Buena literatura

Google, Yahoo y Microsoft en busca de un modelo económico Sacudidas tectónicas en Internet por Hervé Le Crosnier

Los libros del mes Democracia simplificada por Serge Halimi


Le Monde diplomatique / el Dipló / Marzo 2008

mensajedeparís Ignacio Ramonet, quien ingresó a Le Monde diplomatique en enero de 1973, fue elegido por seis años para dirigir el mensuario por primera vez en 1990, y reelegido en 1996 y 2002. Pasó más de 17 años a la cabeza de nuestro periódico como director de la redacción y presidente del directorio. Un tiempo que él mismo considera más que suficiente. Es por esa razón que decidió no solicitar un nuevo mandato. Los estatutos de Le Monde diplomatique SA, sociedad editora de nuestro mensuario, preveen que el presidente de su directorio sea elegido por el conjunto del equipo del periódico –reagrupado en el seno de l’Association Günter Holzmann– pero que esta decisión debe ser ratificada por el Consejo de Vigilancia (1). Por lo tanto, se llevó a cabo una votación el 17 de diciembre de 2007 y, por unanimidad, los empleados del periódico eligieron a Serge Halimi. Por unanimidad, también, el Consejo de Administración de la Association des Amis du Monde diplomatique, que representa a los lectores, aprobó esta designación. Finalmente, el 21 de febrero pasado, el Consejo de Vigilancia de Le Monde diplomatique SA ratificó esta elección y nombró a Serge Halimi presidente del directorio y director de la publicación. El nuevo director, que firma el editorial de este número (página 40), asumió sus funciones el 1 de marzo. Ignacio Ramonet seguirá escribiendo regularmente en nuestras columnas. Al igual que Bernard Cassen quien, habiendo alcanzado el límite de edad, cesa en sus funciones de director general. Nuestra línea editorial sigue siendo la que nuestros lectores conocen y la que constituye nuestra principal marca de identidad. 1 Este Consejo está compuesto de cinco miembros: dos representantes del grupo Le Monde (que detiene el 51% del capital de Le Monde diplomatique SA), un representante de la Sociedad de redactores de Le Monde (accionista de referencia del grupo Le Monde), un representante de la Association des Amis du Monde diplomatique (25% del capital) y un representante de la Association Günter Holzmann (24%).

elnuevodirector Serge Halimi. Es Director de Le Monde diplomatique desde el 1 de marzo de 2008. PhD. en Ciencias Políticas, Universidad de Berkeley. Magister en Ciencias Políticas de la misma universidad. Diplomado del Instituto de Estudios Políticos de París y Licenciado en Ciencias de la Información y de la Comunicación en la Universidad París-II. Diplomado en Estudios Profundos del Ciclo de Historia del Siglo XX en el Instituto de Estudios Políticos de París. Ejerce el periodismo en LMd desde 1992, habiendo sido Jefe de Redacción Adjunto a partir de 2006. Ha sido profesor asociado del Instituto de Estudios Europeos, de las Universidades París-VIII, Berkeley, California y Santa Cruz. Es autor de numerosos libros y ensayos de su especialidad.

algopersonal algopersonal Probablemente en su pueblo se les recordará como a cachorros de buenas personas, que hurtaban flores para regalar a su mamá y daban de comer a las palomas. Probablemente que todo eso debe ser verdad, aunque es más turbio cómo y de qué manera llegaron esos individuos a ser lo que son ni a quién sirven cuando alzan las banderas. Hombres de paja que usan la colonia y el honor para ocultar oscuras intenciones: tienen doble vida, son sicarios del mal. Y entre esos tipos y yo hay algo personal. Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad, viajan de incógnito en autos blindados a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad, a colgar en las escuelas su retrato. Se gastan más de los que tienen en coleccionar espías, listas negras y arsenales; resulta bochornoso verles fanfarronear a ver quién es el que la tiene más grande. Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz, y juegan con cosas que no tienen repuesto, la culpa es del otro si algo les sale mal. Entre esos tipos y yo hay algo personal. Y como quien en la cosa, nada tiene que perder, pulsan la alarma y rompen las promesas y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer nos ponen la pistola en la cabeza. Se agarran de los pelos, pero para no ensuciar van a cagar a casa de otra gente y experimentan nuevos métodos de masacrar, sofisticados y a la vez convincentes. No conocen ni a su padre cuando pierden el control, ni recuerdan que en el mundo hay niños. Nos niegan a todos el pan y la sal. Entre esos tipos y yo hay algo personal. Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión en declarar públicamente su empeño en propiciar un diálogo de franca distensión que les permita hallar un marco previo que garantice unas premisas mínimas que contribuyan a crear los resortes que impulsen un punto de partida sólido y capaz de este a oeste y de sur a norte, donde establecer las bases de un tratado de amistad que contribuya a poner los cimientos de una plataforma donde edificar un hermoso futuro de amor y paz. Joan Manuel Serrat

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ELECCIONES EN ESPAÑA

Restricciones presupuestarias para el cambio

por Antonio Alaminos*

Una política social avanzada, pero... Este 9 de marzo se celebran elec- “Para otros, hemos conseguido logros que ciones generales en España. Las hubieran justificado más de una legislatura” (1), según el balance del Presidente de

encuestas de finales de febrero Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero sobre indicaban una paridad relativa en su política social del gobierno. Considerando

la actividad legislativa desarrollada, la afir-

las intenciones de voto, lo que mación es cierta. Así, el 4,7% de la actividad legislativa del segundo gobierno de José María

indicaba una fuerte progresión Aznar (9 leyes de las 191 aprobadas) tuvo del opositor Partido Popular (PP). carácter social. En el caso del gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha

Desprestigiado por su apoyo sido el 14,9% (25 leyes de las 167 aprobairrestricto a la política exterior de das). Con referencia a la actividad de legislaGeorge W. Bush (invasión de Irak; golpe de Estado contra Hugo Chávez, etc.) y sobre todo por las burdas mentiras difundidas en ocasión de los criminales atentados de Madrid (véase Ramonet, pág. 5), el PP había remontado en parte gracias a la presión, por

turas anteriores, parece correcto afirmar que la acción del gobierno socialista en políticas sociales equivaldría al menos a tres conservadoras. Así, entre lo que el gobierno denomina los diez grandes pasos de la legislatura se encuentran cuatro que son claramente de política social: Ley de Dependencia; Ley de Igualdad; Ley contra la Violencia de Género y Nuevos Derechos de los Ciudadanos (matrimonio del mismo sexo, divorcio express, ley lengua de signos) (2). El balance sería pues positivo. Sin embargo, además de la extensión de estos derechos esenciales

normativa referida a las privatizaciones masivas supuso actuaciones de baja repercusión social y elevada trascendencia económica. En la de Zapatero, la legislación social ha tenido elevada trascendencia social y una limitada repercusión económica. ¿Ha desarrollado la legislatura de Rodríguez Zapatero una política social de izquierdas? El balance es desequilibrado. La excelente actuación en el campo de los valores no ha tenido correlato en lo económico. Lo afirma expresamente el gobierno. Sus logros han sido “mejorar la vida de las personas, ampliar sus derechos ciudadanos, ayudar a quienes se

No se ha intervenido en la corrección de los desequilibrios sociales que genera en España el reparto desigual de la riqueza. La sociedad española es en efecto cada vez más desigual. La Encuesta Financiera de las Familias (EFF) (5) elaborada por el Banco de España, señala que: “La renta media del 10% de hogares con mayores ingresos es tres veces la del 50% de hogares con menores renta; mientras que el patrimonio medio del 10% de hogares más ricos es dieciséis veces el del 50% de hogares con menos riqueza”. La profunda desigualdad que se acumula en la sociedad española no ha sido objeto de atención en la política social del gobierno. Un ejemplo práctico permite apreciar esa dualidad mantenida en su política social. El otro partido en la izquierda, IU, ha apoyado prácticamente todas las iniciativas de carácter social aprobadas en esta legislatura. Algunas de ellas se encontraban incluidas en su propio programa electoral. Por ejemplo la Ley 13/2005, por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio, o la

momentos feroz y desvergonzada, de grupos de comunicación adictos y en parte gracias a las vacilaciones y medias tintas del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (véase Bustamante, pág. 6). Por ejemplo, para valorar la política social del gobierno socialista, no sólo hay que observar su actividad progresista en lo normativo, sino también la realidad presupuestaria (véase Alaminos, en ésta página). Se impuso una lógica contable en la que el equilibrio presupuestario y la para dignificar la vida cotidiana, es imporaspiración de superávit fueron la premisa para toda la legislatura. Es decir, una perspectiva macroeconómica cuya función principal ha sido mantener saneadas las cuentas del Estado. En resumen, una política económica profundamente conservadora. Estos factores hacen que las elecciones españolas se presenten de resultado incierto, pero de serias repercusiones internacionales si se impone la derecha.

tante considerar de qué modo la política presupuestaria acompañó el proceso de reducir las desigualdades sociales y dar un sustento económico digno a la acción legislativa. El balance gubernamental conjuga la afirmación de una eficaz política social y de extensión de derechos junto a un equilibrio y superávit presupuestario. Un viejo tópico, no por ello cierto, afirma que los gobiernos conservadores ahorran y los socialdemócratas gastan. Sin embargo, el equilibrio presupuestario alcanzado, con superávit y reducción de deuda, ha sido superior en la legislatura socialista que en las conservadoras anteriores. Así, la política social ha estado condicionada por la política rígida de control presupuestario y por la descentralización de competencias (es el caso de la Ley de Dependencia), o por las resistencias culturales de parte de la sociedad. Es el caso, por ejemplo, de la Ley de Violencia de Género. Asignaturas pendientes

*DIRECTOR DEL INSTITUTO DE DESARROLLO SOCIAL Y PAZ DE LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE.

En cierto modo, la legislatura socialista puede considerarse como un espejo de la precedente de derechas. En las legislaturas del PP, la acción

encuentran en situaciones de especial dificultad y fortalecer a España” (3). Ciertamente se ha atendido a las situaciones más extremas, con mejoras significativas pero insuficientes, teniendo en cuenta las dimensiones de los problemas. Aunque se afirma que “este gobierno ha cumplido su promesa de dignificar las pensiones con subidas muy por encima de la inflación” (4), debe considerarse que el gobierno rechazó la propuesta de Izquierda Unida (IU) de incrementar las pensiones mínimas no contributivas a 360 euros al mes en 2008, presumiblemente por excesiva.

Ley 3/2007, reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. La memoria sobre la actividad parlamentaria de IU comenta: “La regulación del matrimonio entre personas del mismo sexo formaba parte de las reivindicaciones del movimiento Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales y era un compromiso programático de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya i Verds (IUICV). Además nuestro grupo había presentado iniciativas en este sentido en legislaturas pasadas, siendo rechazadas” (6). La sintonía en el ámbito del reconocimiento y extensión de derechos entre los dos partidos de izquierdas –PSOE e IU– ha sido elevada. Sin embargo, esa extensión ha excluido aquello que pudiese ser más conflictivo socialmente. La sintonía encontró sus límites en otras propuestas que no prosperaron, como la Proposición de Ley de Regulación de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, o la Proposición de Ley sobre Disponibilidad de la Propia Vida. En general, las iniciativas del gobierno presentaban previamente una elevada aceptación social. Incluso algunas han sido tomadas por presión de la opinión pública, como la reforma en la responsabilidad penal de los


Le Monde diplomatique / el Dipló / Marzo 2008

ELECCIONES EN ESPAÑA menores, donde al igual que en el cumplimiento total de las penas, el gobierno socialista ha iniciado lo que podría considerarse como un evidente retroceso, apuntalando los elementos tradicionales del castigo frente a los de reinserción. En conjunto, la mayor parte de la política social aprobada posee un respaldo social amplio, a pesar de su carácter innovador. Es por eso que aun en contra, el PP (que se abstuvo en la votación de la Ley de Igualdad, votó en contra de la Ley de Matrimonios Homosexuales y recurrió ambas leyes ante el Tribunal Constitucional), no ha convertido la derogación de las leyes mencionadas en parte de su programa electoral. Opta por una oposición indirecta, mediante recursos judiciales. En el plano político es cada vez más evidente que las Comunidades Autónomas gobernadas por el PP boicotean la puesta en marcha de la Ley de Dependencia. La acción legislativa socialista facilitó de este modo el perfilado ideológico de los partidos mayoritarios y un avance sustantivo en derechos. Por último, si bien en la aprobación de las leyes sociales más significativas se pueden encontrar entre el PSOE e IU más acuerdos que desacuerdos, esto desaparece cuando se trata de iniciativas que afectan al Presupuesto General del Estado (PGE). Por ejem-

parlamentaria, pero cuando se trató dotarlas de aplicaciones presupuestarias el desacuerdo es evidente. En resumen, ha sido una legislatura en apariencia casi revolucionaria, si se considera el efecto social de algunas leyes. Pero al mismo tiempo profundamente conservadora en los desarrollos presupuestarios de la políticas sociales. ◆ 1 2

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plo, fueron rechazadas las propuestas de IU (7) de incrementar el gasto en protección social al menos un punto del PIB en 2008, así como incluir en el PGE una partida específica para la financiación del plan de inclusión social. También las propuestas para reforzar las

partidas de integración de los inmigrantes, especialmente las destinadas a vivienda, inserción social, educación y sanidad. O sea, en la producción normativa para potenciar las políticas sociales existía acuerdo entre los partidos de la izquierda

¿Adónde va España? Hace apenas seis meses, las elecciones generales del 9 de marzo en España debían constituir, para el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), una simple formalidad. El balance de la legislatura aparecía en efecto globalmente positivo. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, había tomado algunas decisiones audaces y de modernizacion de las costumbres, con la aprobación de la mayoría de los ciudadanos. Entre otras, la retirada de las tropas españolas de Irak, la regularización masiva de los inmigrantes sin papeles, la legalización de los matrimonios homosexuales y las leyes para acelerar el divorcio, facilitar el aborto y contra la violencia de género. Tales medidas venían adicionalmente a demostrar que, a pesar de los imperativos de la globalización neoliberal, un dirigente aún podía hacer prueba de voluntad política y cumplir sus promesas electorales. Devenido inaudito, ese coraje convirtió en aquel momento a Zapatero en un icono de la izquierda internacional (1). Asimismo, y cumpliendo también lo prometido, el gobierno socialista procedió a la necesaria revisión del Estatuto de Autonomía de Cataluña, cuyo nuevo texto fue aprobado en julio de 2006. Combatida en el seno mismo del PSOE y criticada de modo poco responsable hasta en los medios de comunicación no hostiles a los socialistas –el diario El País, las radios de la Cadena SER, los canales de televisión Cuatro y CNN+ de la empresa Sogecable– esta decisión fue menos aceptada por una opinión pública incitada de modo abierto a la catalanofobia. Contraofensiva de derecha. Mientras tanto, anonadada en un primer tiempo por la inesperada derrota en las elecciones del 14 de marzo de 2004 y desconcertada por las incesantes iniciativas del gobierno socialista, la derecha recomenzaba a movilizarse. Y el gran vencido del 14 de marzo, Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular (PP), asumía la dirección de la contraofensiva conservadora. Ésta se inició en un terreno estrambótico: en torno a la autoría de los odiosos atentados del 11 de marzo en Madrid (191 muertos, más de 1.700 heridos). Contra toda evidencia (2), con un insólito desparpajo y apoyados por la artillería pesada de los medios de comunicación derechistas –los diarios La Razón, El Mundo y, en menor grado, ABC (3); las radios de la Cadena de Ondas Populares de España (COPE), controladas por la Iglesia Católica (4), y el canal de television Telemadrid–, los principales líderes conserva-

*DIRECTOR DE LE MONDE DIPLOMATIQUE, EDICIÓN ESPAÑOLA.

Discurso de Rodríguez Zapatero, debate sobre el Estado de la Nación. 3-7-07. Balance de Legislatura 2004-2008, Ministerio de la Presidencia, Secretaría de Estado de Comunicación, diciembre de 2007 Ibíd. Ibíd. Banco de España, Encuesta Financiera de las Familias (EFF): descripción, métodos y resultados preliminares. Boletín Económico, noviembre de 2004. Memoria Cualitativa, Grupo Parlamentario IU-ICV VIII Legislatura (2004-2008). Resolución Debate sobre el estado de la Nación en 2007 y sobre el desarrollo de las políticas de bienestar social. Memoria Cualitativa, Grupo Parlamentario IUICV VIII Legislatura (2004-2008). A.A. © LMD ed. España

por Ignacio Ramonet* dores corearon durante casi tres años que la organización armada Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y libertad, ETA), estaba implicada en los atentados en complicidad con los islamistas yihadistas. Una mentira tan enorme como aquella que se inventó la administración de George W. Bush en Estados Unidos (la de las armas de destrucción masiva supuestamente poseídas por Saddam Hussein), que dio pretexto a la invasión de Irak en marzo de 2003. Una mentira compulsivamente repetida por algunos de los medios de comunicación más importantes de España. A sabiendas. Con la frenética obsesión de los fanáticos de las teorías del complot. Lo cual da idea del enfermizo nivel que ha alcanzado en este país el enfrentamiento ideológico. Y del siniestro lodazal en el que han caído algunos órganos de (des)información. Para éstos, todo vale, aunque en la infame querella perezcan la ética periodística y la razón democrática. De poco le han servido al gobierno de Rodríguez Zapatero los buenos resultados macroeconómicos: 2,88 millones de empleos creados y un Producto Interior Bruto creciendo en cuatro años por encima del 3,5% anual (a costa, hay que decirlo, de una fuerza laboral sometida a un escandaloso empleo precario). Con el comienzo de la crisis financiera internacional, el parón inmobiliario y la desaceleración de la economía (aunque el Fondo Monetario Internacional prevé que el crecimiento en 2008 aún será en España de entre 2,5% y 2,7%, cuando el de Francia, por ejemplo, sólo será de entre 1,3% y 2,2%), la derecha ha considerado que por fin disponía del gran argumento para imponerse. Abastecido de municiones ideológicas por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) (5), el tanque de pensamiento neoconservador fundado por José María Aznar, y en alianza con el episcopado español

y el Vaticano del Papa Ratzinger, Mariano Rajoy y los halcones del PP han endurecido aun más su discurso (contra las autonomías, contra los inmigrantes, contra la laicidad, contra los homosexuales), y proseguido su estrategia de acoso y derribo. ¿Conseguirán su propósito? ¿Lo permitirán los ciudadanos? ◆ 1

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Recordemos, por ejemplo, el documental italiano de protesta realizado por Sabina Guzzanti, titulado ¡Viva Zapatero! (2005), panfleto feroz contra Silvio Berlusconi en el que el Presidente del gobierno español aparece como la perfecta antítesis del entonces Presidente del Consejo de Italia. Como ha quedado demostrado en el juicio de los autores de los atentados y en la sentencia judicial del 31-10-07. La justicia española atribuye la autoría de la matanza a “miembros de células o grupos de tipo yihadista”, y descarta que detrás de los ataques estuviera la organización vasca ETA. Órgano tradicional de la derecha española, el diario ABC ha cultivado estos últimos años, contrariamente a su competidor ultraderechista La Razón, una línea distante respecto de las posiciones más duras del PP, en particular precisamente en asuntos como las patrañas sobre los atentados del 11 de Marzo. Considerando que esta línea prudente es la causa del descenso de la difusión, el grupo Vocento, propietario de ABC, ha decidido, a principios de febrero pasado, contratar a José Alejandro Vara, director de La Razón, y a otros tres altos cargos de ese diario (José Antonio Navas, Pablo Planas y Francisco Marhuenda), para dar un giro radical a ABC y alinearlo con el sector más extremista del PP. Los accionistas de la Cope son: la Conferencia Episcopal Española (50%), las diócesis (20%) y órdenes religiosas como los Jesuitas y los Dominicos. Desde que, a partir de 2004, asumió un rol de oposición frontal contra el gobierno socialista, la Cope ha visto aumentar su audiencia (una media de tres millones de personas la escuchan cada día), y se ha convertido en la segunda radio generalista de España. Difunde en particular el polémico programa “La Mañana”, que dirige Federico Jiménez Losantos, antisocialista. Unas siglas que, subliminalmente, intentan recordar a la FAlange ESpañola, organización fascista en la que se apoyó la dictadura franquista. I.R. © LMD ed. España

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ELECCIONES EN ESPAÑA

Idas y vueltas frente a la presión de los lobbies

por Enrique Bustamante*

La batalla de la comunicación El balance del gobierno socialista respecto de su política sobre los medios de comunicación está plagado tanto de luces como de sombras, de actuaciones como de inacciones. Todo un manual de las complejas relaciones entre poder político y lobbies de gran poder comu-

nicacional y, por lo tanto, político. Fuerte impulso inicial y pérdida progresiva de fuelle. Decisión reformista, frenada por el temor a la presión de los grupos privados. Acciones en la primera mitad de la legislatura, compensadas por las carencias de la segunda mitad.

PLAZA MAYOR DE MADRID, ESPAÑA, S. XVI

En comparación con la política de comunicaciones de los ocho años de gobierno de José María Aznar, con su feroz intervencionismo y sistemática manipulación, con su profunda degradación de los medios públicos y su clientelismo partidista en los medios privados, la botella del período de José Luis Rodríguez Zapatero aparece plenamente llena. En términos de su propio programa electoral de 2004, de sus promesas de regeneración y de calidad de la democracia, se observan omisiones trascendentales, carencias preocupantes para un sistema mediático aquejado de graves desequilibrios que se traducen en un dudoso pluralismo político y social. O sea, por lo menos a mitad vacía. La ejecutoria inicial del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero fue rotunda, con la constitución del Consejo para la Reforma de los Medios de Titularidad Estatal (CRMTE, del que formaba parte el autor de este artículo), que trabajó desde abril de 2004 con consultas a las radiotelevisiones públicas europeas más importantes, así

*CATEDRÁTICO DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL EN LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID. FUE MIEMBRO DEL CONSEJO PARA LA REFORMA DE LOS MEDIOS DE TITULARIDAD ESTATAL (ABRIL 2004FEBRERO 2005).

como a más de 80 entidades y asociaciones españolas afectadas, para entregar su informe final en febrero de 2005. Sin embargo, esta experiencia, insólita para España, dio ya pistas claras de las batallas que se avecinaban. En el propio seno del CRMTE, algunas voces, como la del vocal Fernando González Urbaneja, y la del “asesor financiero” propuesto por el Ministe-

nuevos canales de televisión que se rumoreaba iba a autorizar el gobierno, además de la regulación conjunta del sector audiovisual que éste había anunciado. Reformas al servicio público El Informe del CRMTE –aparentemente olvidado después y nunca editado oficial-

En medio de una avalancha de “telebasura”, el gobierno se presta a un simulacro de “autorregulación”. rio de Hacienda (sin derecho a voto), Miguel Ángel Arnedo, insistieron en propuestas que apenas disimulaban el afán por desmantelar y jibarizar el servicio público de radiotelevisión (1). Coincidentemente, desde el exterior, algunos medios de comunicación de grupos mediáticos importantes, especialmente de Vocento (ABC, El Correo, etc), de Planeta (La Razón) y del diario El Mundo, desencadenaron una furiosa ofensiva que incluyó filtraciones manipuladas previas del informe y ataques virulentos tras su publicación. En su punto de mira estaban los medios públicos pero, sobre todo, los

mente– ha surtido abundantes efectos posteriores, orientando reformas importantes del servicio público. Seguramente no por la supuesta “sabiduría” de sus autores, sino porque contenía las únicas líneas posibles a seguir para consolidar un modelo razonable y democrático, neutralizando las veleidades que en todos los partidos parecían impulsar hacia un modelo latinoamericano, es decir de exclusiva dominación de los grupos privados. En efecto, la ley 17/2006 sobre la radio y televisión pública de titularidad estatal significó una transformación radical respecto de los cincuenta años anteriores de

historia de Radio Televisión Española (RTVE), casi la mitad de ellos en una democracia marcada en este aspecto por el franquismo. Por encima de todo, el gobierno de Zapatero tuvo la valentía inédita de renunciar a la tradicional manumisión de la radiotelevisión pública al poder gubernamental, al aceptar un Presidente de la nueva Corporación RTVE, elegido por una mayoría reforzada: dos tercios del Parlamento. Así, con un auténtico Consejo de Administración en el puesto de control, elegido por idéntico procedimiento; con una definición estricta del servicio público y de sus misiones y una obligación estatal de financiación pública transparente (el coste neto del servicio público), RTVE se homologaba por fin con sus colegas europeos más prestigiosos, la BBC, France Televisions, la ARD y ZDF alemanas… Los pasos siguientes han corroborado y afirmado este camino fundamental para la democracia española: en diciembre de 2006, por amplio consenso en el Parlamento, eran elegidos el Consejo de Administración y el Presidente de RTVE, el periodista Luis Fernández. Y siguiendo las propuestas del Informe del CRMTE, se ha procedido a aprobar el reglamento del derecho de acceso de los grupos sociales significativos (inédito artículo 20.3 de la Constitución), y el estatuto de información de


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ELECCIONES EN ESPAÑA RTVE, que debe permitir la constitución de los Consejos Informativos, encargados de blindar al servicio público de toda presión pública o privada. Además, y según recomendaba el Informe, se ha constituido el Consejo Asesor estatal de RTVE (que velará también por el derecho de acceso); se ha aprobado por el Parlamento, en diciembre de 2007, el mandato-marco a nueve años del servicio público (que deberá luego ser desglosado en contratosprograma cada tres años); se ha constituido una filial digital y multimedia de RTVE; acordado un canal Cultura; suscrito un contrato de cooperación con la agencia EFE y otros progresos democráticos importantes. Incluso la reducción progresiva de la publicidad en TVE hasta los nueve minutos/hora (respecto a los doce de la legislación general) está en vías de aplicarse, aunque el Informe lo recomendaba para preservar al servicio público de la excesiva presión comercial, mientras las cadenas privadas sólo lo ven como un terreno libre para mayores beneficios. Lagunas en la ley Sin embargo, la presión de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y de Hacienda consiguió imponer un salvaje plan de “saneamiento”, con prejubilación sistemática desde los 50 años de edad, que está todavía apartando de RTVE a más de 4.000 asalariados, entre ellos muchos artistas de energía y creatividad comprobadas. Además, fruto de la confusión heredada y de la continuidad de la presión publicitaria, el grupo RTVE ha combinado en este tiempo una acrecentada independencia informativa con la tendencia magazinesca de sus telediarios; un incremento de la sensibilidad por el servicio público con la eliminación de programas emblemáticos, y un creciente pluralismo democrático con la continuidad de esa aberración española que consiste en confiar la representación democrática de la sociedad en todo tipo de debates y tertulias a representantes conspicuos –de primera o cuarta fila– de los principales medios de comunicación privados. Más allá de los tiempos prudentes y necesarios para profundizar esos cambios, y después de décadas de vicios cimentados, muchos de esos problemas pueden ser achacados a la dificultad de encajar reformas parciales en un sistema audiovisual que se mantiene incólume en sus principales defectos estructurales. Porque los grandes logros conseguidos en la regeneración de la radiotelevisión pública de ámbito estatal no han sido seguidos de los consiguientes cambios prometidos en el sistema televisivo en su conjunto. Una de las piezas maestras de la reforma que cayó en esta legislatura fue la creación del Consejo Audiovisual de España (CAE): apoyado por todos los grupos parlamentarios del Senado desde 1995, nunca fue sin embargo siquiera presentado al Parlamento. En su ausencia, la ley de RTVE queda sin un mecanismo vital para la supervisión del cumplimiento del servicio público o para reglamentar el derecho de acceso. Pero sobre todo, las emisoras privadas mantienen una situación insólita en toda Europa: autorizadas por diversos gobiernos según sus nexos partidistas y sometidas tan sólo a la autoridad gubernamental (el Ministerio de Industria ahora) se mantienen así al abrigo de toda sanción grave, que sería tachada inmediatamente de inamistosa (si era un grupo “amigo”) o de represalia política (en el caso de una empresa “hostil”).

Se confirmaba así lo que algunos investigadores han llamado el “laboratorio” español, en parangón con la Italia de los años 1970: un sistema televisivo en el que no se cumple ninguna ley ni regla, española o europea, ni en la saturación abusiva de la publicidad, ni en los formatos comerciales prohibidos, ni el respeto a los horarios protegidos para la infancia, ni en los mínimos éticos y estéticos de los contenidos. En medio de una avalancha de “telebasura” exigida por la competencia feroz por el rating de audiencia, el Gobierno se presta así, en ocasión de cada escándalo social, a un simulacro de “autorregulación” que, ya sea para la protección de la infancia o de problemas sociales agudos como el maltrato a la mujer, queda siempre incumplido. La otra gran laguna de la legislatura es la Ley General Audiovisual (LGA). Una ausencia particularmente grave, porque a falta de su título III (sobre el servicio público en todos los ámbitos) la reforma democrática no se ha extendido a los canales autonómicos, objeto en ocasiones de nuevas leyes democráticamente homologables en autonomías de gobierno socialista (como en Cataluña, Andalucía, Asturias), pero también –y en sentido contrario– de perversos modelos de externalización total (Baleares, Murcia…) y de censura y manipulación sistemáticas en autonomías controladas por el PP (con Valencia y Madrid como buques insignia). Peor aun, la falta de una LGA dejó sin cobertura legal a la televisión comunitaria, circunstancia aprovechada por muchos gobiernos regionales para excluir a la auténtica comunicación local de sus licencias e incluso para cerrarlas hasta que, tras un amplio movimiento de protesta, fue preciso incluir su legalización en la Ley de Medidas de Impulso de la Sociedad de la Información, de diciembre de 2007. Estas dos graves omisiones no responden a ningún olvido misterioso. Son el resultado de una ostentosa campaña de pre-

sión liderada desde finales de 2005 por grupos como la COPE y Correo (Ramonet, pág. 27, nota al pie 4) que, so pretexto de actuaciones del Consejo Audiovisual de Cataluña acusaron a las autoridades audiovisuales independientes de “órganos de censura” e incluso de “mecanismo franquista”. Con el apoyo indisimulado de la Unión de Televisiones Privadas (UTECA) y de la Asociación de la Prensa de Madrid, se llegó al extremo de acusar de antidemocráticos a unos órganos que han cimentado desde hace décadas el sistema radiotelevisivo de Estados Unidos o del Reino Unido y que hoy existen en todos los países desarrollados, mientras se prefiere claramente un sistema clientelar y opaco, marcado por las luchas y alternancias partidistas, pero que en definitiva cimenta la discrecionalidad absoluta de las cadenas privadas. Retos de la democracia Inevitablemente dominada por estos viejos mimbres averiados, el relanzamiento de la Televisión Digital Terrestre (TDT), gran enseña del gobierno de Zapatero frente al fracaso del modelo prioritario de pago ideado por los gobiernos de Aznar (que quebró junto con Quiero TV), ha heredado ese alma contradictoria. El paradójico lanzamiento de una nueva cadena privada en analógico (la Cuatro) contaminó el proceso, desencadenando las protestas de las cadenas privadas analógicas (Telecinco y Antena 3 TV) y de las digitales autorizadas por el PP (Veo TV-Correo y Net TV-El Mundo), escenificadas en la rueda de prensa celebrada en la Asociación de la Prensa de Madrid en febrero de 2005, en la que buena parte de los mayores grupos de comunicación y multimedia españoles mostraron su “rebelión” contra el gobierno. La “paz digital” firmada posteriormente dejó a TVE sin los ocho programas y dos múltiples digitales que el Informe del CRMTE había reclamado para que pudiera liderar la transición digital (sólo

cinco programas, tres más que los concedidos por el PP). Se ponía así en peligro el propio objetivo de la transición total a la TDT que a finales de 2007, y pese a una intensa actividad legislativa y subvencionadora, mostraba todas sus debilidades en el modelo español: 85,38% de cobertura técnica de la red y 6,95 millones de sintonizadores digitales vendidos (de 26,6 millones de televisores estimados) pero sólo 23,4% de hogares conectados y una media diaria del 9% de audiencia de la TDT. Otras ausencias muy visibles han jalonado la legislatura. En primer lugar, la de la agencia estatal EFE, objeto también del Informe del CRMTE que recomendó una ley específica que regulara este servicio público, obligada por la Constitución. Pero la reacción numantina de la dirección de la agencia, iniciada con frívolas acusaciones de errores y erratas, parece haber tenido éxito. De forma que, como reclamaba el Comité Intercentros en carta al Presidente Zapatero de febrero de 2007, EFE continuaba –68 años después de su creación, de los cuales 30 en democracia– sin un mínimo estatuto legal que garantice el pluralismo en el nombramiento de su Presidente y su Consejo de Administración, ni la independencia de su redacción, ni el cumplimiento de sus misiones de servicio público. El otro agujero negro de la democracia informativa española, en un contexto de extrema precarización del trabajo periodístico que amenaza su independencia y sus derechos profesionales, con repercusiones muy graves sobre la opinión pública, es el proyecto del Estatuto del Periodista profesional, consensuado durante años por todas las organizaciones de periodistas y presentado por Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya i Verds (IU-ICV) en el Parlamento como proposición no de ley, con la aparente aquiescencia del PSOE. Rechazado después por la Asociación de la Prensa de Madrid y por las patronales del sector, quedó finalmente aparcado por “falta de tiempo” para su votación en plenario. Derechos como la cláusula de conciencia o el secreto profesional, la participación en la línea editorial y la libertad de creación, y obligaciones como las incompatibilidades profesionales o el código deontológico se mantienen así en el limbo, pese a las reivindicación de la V Convención de Periodistas de España (Lugo, mayo de 2007). Como en los otros episodios relevantes en comunicación social de esta legislatura, los actores en escena se repiten: un Gobierno reformista bienintencionado, pero temeroso de oponerse a los mayores lobbies de la comunicación que, especialmente en períodos electorales, hacen ostentación sin pudor de su poder. Y unos grupos multimedia cada vez más concentrados, que prefieren seguir siendo “piratas” sin reglas ni obligaciones, a afianzar los beneficios de los “corsarios” integrados en el sistema democrático. Toda una desgracia para la sociedad española. La esperanza es que el programa electoral del PSOE recupere las promesas, al menos, de una Ley Audiovisual, de un Consejo Audiovisual, de un estatuto para la agencia EFE y de un Estatuto del Periodista. En el programa del PP no hay una línea para ninguno de estos retos fundamentales de la democracia española. ◆ 1 Ver informe completo y actas oficiales del Consejo en: www.gedisa.com/libroimpres.asp? CodigoLibro=501024 E.B. © LMD ed. España


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80 AÑOS DE APRISMO

Memorias, presencias y paradojas

DOSSIER por Anahí Durand Guevara*

El martirologio y el antiimperialismo en el APRA fundacional y el de nuestros días Desde su surgimiento a la vida política a inicios del siglo XX, el APRA ha sido una presencia permanente en el país. Pero después de 80 años los virajes y reacomodos en el discurso, la ideología y la praxis del partido de Alfonso Ugarte resultan tan frecuentes que pueden llevarnos a preguntar qué relación existe entre el APRA fundacional y el partido actual. El presente artículo ensaya una reflexión respecto a la pre-

sencia aprista y su relación con los orígenes partidarios valiéndose para ello de dos hilos conductores: la memoria del martirologio y las posturas antiimperialistas. Creemos que ambos tópicos pueden ayudarnos a comprender los sinuosos caminos del aprismo y sus aparentes paradojas, reflejo de la constante tensión entre los ideales transformadores y el cálculo político.

Las paradojas de la memoria: El martirologio y el aprismo fundacional La fundación del APRA fue un acto de vanguardia protagonizado por dirigentes estudiantiles comprometidos con las luchas de la clase obrera durante el gobierno de Augusto B. Leguía. De corte más bien pragmático y una férrea vehemencia, el líder aprista dejó siempre en claro su aspiración de tomar el poder, vocación que no encontraba eco en el Partido Socialista creado por Mariategui. Los cambios políticos ocurridos en la década del 30 le darían al APRA la oportunidad de participar en elecciones, teniendo como su principal contendor al candidato de la derecha Luis M. Sánchez Cerro quien finalmente gana una contienda en la cual Haya no aceptó los resultados electorales. Las protestas del “pueblo aprista” desataron una desmedida represión estatal que marca una etapa de persecución y violencia orientada a erradicar el aprismo de la vida política; el partido es proscrito y se producen distintas sublevaciones que llenan las prisiones de apristas siendo el mismo Haya de La Torre encarcelado. La rebelión más grande se produce en Trujillo el 7 de julio de 1932, cuando el movimiento liderado por Manuel “Bufalo” Barreto ataca el cuartel O’ Donovan. Tras 48 horas de enfrentamiento, el gobierno envía un regimiento militar que apaga la sublevación a sangre y fuego; la ciudad es bombardeada por una flotilla área y son fusilados cerca de 2000 apristas en Chan Chan1. ¿Qué recuerda la memoria partidaria de estos hechos? Analizar las memorias implica reparar en el proceso de selección respecto a los hechos del pasado emprendido por sujetos que, mediados por sus colectividades, construyen discursos a ser transmitidos. Generalmente en el caso de hechos políticos, las memorias colectivas inscriben el pasado en disputas de poder, siendo fundamental lo que Todorov2 denomina los “usos de la memoria”. Al ser la memoria un trabajo de selección que recoge y clasifica información en base a ciertos intereses, es susceptible de ser instrumentalizada pudiendo levantarse determinados hechos o silenciarse otros según los fines que el grupo estime convenientes. En el caso del APRA, la tarea de construir memoria e instrumentalizarla supuso adecuar la *SOCIÓLOGA POR LA UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS. MAESTRÍA DE CIENCIAS SOCIALES DE FLACSOMÉXICO.

interno reciente significó el asesinato de autoridades y líderes apristas, siendo más conveniente hoy reivindicar a estos “mártires de la pacificación”. Las numerosas denuncias de violaciones a los derechos humanos cometidas por el gobierno aprista revelan además un comportamiento poco respetuoso de los derechos humanos y una escasa disposición por emprender procesos de justicia y reparación. La paradoja indoamericana: ¿El anti imperialismo del APRA?

BANDERA INDOAMERICANA.

memoria del “martirologio” a las necesidades coyunturales. Paradójicamente, a la vez que la memoria de los mártires cohesiona el nosotros partidario y marca una identidad basada en el sacrificio y la disciplina, el partido vira a posiciones conservadoras poco coincidentes con los reclamos de transformación social levantados por los rebeldes masacrados en Trujillo. Salvo algunas rupturas críticas que reivindicaron la rebeldía inicial –el MIR fundado por De La Puente Uceda o el MRTA liderado por Polay- el Partido Aprista ha logrado mantener la hegemonía sobre la memoria del martirologio y sus posibles

ñas electorales, a fin de ganarse a los sectores menos convencidos y presentarse como una opción de “centro”, el partido procuró desmarcarse de asociaciones incómodas, provenientes especialmente de la derecha que suele recordarle esta “huella de origen”. Con la excepción de Armando Villanueva (único sobreviviente de la segunda generación aprista), las principales figuras no hacen una abierta reivindicación de esos hechos, explicándolos más bien como parte de una etapa “auroral” superada por un partido moderno y responsable. Como gobierno, en ninguno de sus dos períodos el APRA ha implementado

“Ser aprista es sufrir el martirologio, compartir una simbología común que genera integración” usos, institucionalizando su función integrativa. Como lo reconocen los jóvenes militantes, “ser aprista es sufrir el martirologio, compartir una simbología común que genera integración3”. De otro lado ¿qué memoria del martirologio se presenta hacia la sociedad? Al respecto, ésta pareciera ir en dos sentidos: como partido que busca posicionarse en la escena política y como gobierno con facultades para asumir determinadas medidas. Como partido, la alusión a la memoria del martirologio ha dejado de ser algo central; conforme el partido fue estableciendo alianzas con sectores de la derecha, las alusiones al carácter insurreccional fueron disminuyendo. En las últimas campa-

una “política de memoria” respecto a los hechos de la década del 30 que incluyan verdad, justicia y reparación para quienes sufrieron cárcel, destierro o el asesinato de algún familiar de manos del Estado. ¿Tendría que haberlo hecho? Hoy que las comisiones de la verdad se hallan legitimadas podría afirmarse que sí pero en cuestiones políticas hay más intereses de por medio. Sin duda, los sucesivos pactos y negociaciones que precedieron la llegada del APRA al poder llevaron a cerrar el capítulo del martirologio al menos como asunto de Estado. Incluso el 2007, en que se conmemoraron 75 años de la revolución de Trujillo, no hubo ninguna alusión oficial al respecto. Asimismo el conflicto armado

Al momento de su fundación, Haya de La Torre concibió al APRA como un proyecto indoamericano, anclado en la herencia de las ancestrales civilizaciones del continente. Su temprano exilio en México puso al líder en contacto con una activa vanguardia latinoamericana cuyo principal eje articulador era la lucha contra el expansionismo de los Estados Unidos. En un ambiente radicalizado por el triunfo de la revolución rusa, Haya publica su celebre libro “El Antiimperialismo y el APRA”. Según Renique4, el líder aprista busca con este libro explicar la penetración capitalista en Latinoamérica sosteniendo que el capital extranjero no debe ser rechazado sino controlado por Estados fuertes capaces de oponerse a los avasalladores intereses de las potencias occidentales. Pero, en su lucha por acceder al poder, las posturas internacionales del aprismo varían radicalmente. En la década del 40, los virajes del APRA incluyen también cambios en las posturas internacionales del partido. En 1948, Haya publica “Espacio tiempo histórico”, texto en el cual replantea su inicial critica al imperialismo, explicando el progreso norteamericano como parte de ritmos nacionales particulares, de modo que el imperialismo puede ser la última etapa de expansión capitalista en Europa y Estados Unidos pero la primera en Latinoamérica, por lo cual deben conciliarse intereses y no necesariamente caer en oposiciones radicales. En cuanto a las posturas de integración indoamericana, el desempeño aprista en el gobierno ha manifestado serias limitaciones para impulsar el bloque continental propuesto por el rebelde Haya de los años 20. Durante su primer gobierno, el APRA mantuvo un cierto perfil integrador y “antiimperialista” reflejado en el impulso al Grupo de los No Alineados y en la oposición a la política intervencionista de los Estados Unidos. Sin embargo, el peso de la crisis inflacionaria


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DOSSIER que recorría Latinoamérica, sumada al colapso del modelo de sustitución de importaciones, llevó a la mayoría de países a adherirse al Consenso de Washington siendo imposible consolidar un bloque regional capaz de negociar puntos centrales como el pago de la deuda externa. Mientras los gobiernos de la región aceptaban las políticas de ajuste estructural, en el Perú Alan García prefirió adoptar medidas más bien desesperadas, como la estatización la banca, el congelamiento del pago de la deuda y la devaluación monetaria. Resultado de esto no solo fue una catastrófica crisis inflacionaria sino también el aislamiento del Perú. En este segundo gobierno, el APRA parece repetir las mismas dificultades para leer el escenario regional e impulsar una política de integración. Siguiendo una fórmula totalmente opuesta a la del primer gobierno, Alan García navega nuevamente a contracorriente de la mayoría de países sudamericanos y del antiimperialismo fundacional. Con la mayoría de gobiernos inclinados a la izquierda, el APRA ha desdeñado todas las iniciativas de integración en marcha: la Comunidad Andina, el Banco del Sur y el Anillo energético, son sólo muestra de ello. García prefirió firmar

80 AÑOS DE APRISMO un tratado de libre comercio con los Estados Unidos en solitario y solicita a la Unión Europea repetir el mismo esquema desdeñando a la comunidad andina, pese a que los europeos fueron claros en señalar que no negociarían independientemente con cada país. Junto a esto se cuenta el empeño de García por ser el abanderado de los intereses norteamericanos en la región. Según Ugarteche,5 el APRA prefiere ser parte del grupo “Arco del Pacífico”, proyecto de Washinnton en el que cuenta con Perú, Colombia y México para hacer contrapeso

algo insostenible para un país como el Perú en un mundo cada vez más globalizado. A manera de epílogo ¿Cómo logran convivir tan exitosamente la memoria del martirologio al interior del aprismo y el distanciamiento de la misma memoria hacia la sociedad y el Estado? ¿Puede considerarse todavía al APRA como una propuesta antiimperialista y americanista? Responder estas preguntas requiere un análisis más exhaustivo. Lo

El 2007, en que se conmemoraron 75 años de la revolución de Trujillo, no hubo ninguna alusión oficial al respecto. a las iniciativas integracionistas sudamericanas. Lamentablemente para García, esta iniciativa ha quedado postergada ante los problemas de Bush y Calderón por el tema migratorio. Nada ha hecho el APRA por desmarcarse de esa iniciativa conservadora y en lugar de conversar con vecinos importantes como Brasil o Argentina o reimpulsar la CAN insiste abrir un juego propio,

cierto es que desde la fundación del APRA ha corrido demasiada agua bajo el puente y poco queda de ese partido rebelde en el que los dirigentes no besaban el anillo del cardenal y apoyaban las luchas laborales pese a la pena de muerte reimplantada para condenar a sus militantes6… Será que la lucha por el poder implica inevitablemente hacer una serie de renuncias y transaccio-

nes? Que ejercer el gobierno es incompatible con ideales transformadores y la real politik se termina imponiendo con su razón de Estado a la rebeldía fundacional? Que la historia del APRA nos sirva para (re) pensar no solo la trayectoria de uno de los partidos más importantes sino también las condiciones políticas que lo hicieron posible en todas sus contradicciones y que hoy, con otros rostros y actores, parecieran no haber sido del todo superadas. Repensar, por ejemplo, la torpeza de la clase política, la pobreza de las grandes mayorías y la facilidad por las salidas represivas como un imperativo para no volver a oscilar el viejo péndulo de exclusión y violencia. ◆ 1 No existe una cifra exacta respecto a los ejecutados en Chan Chan. La versión aprista habla de 6000 muertes 2 Tvztan Todorov, Los abusos de la memoria, Editorial Paidos, Buenos Aires 1995 3 Entrevista a dirigente de la JAP, Lima, Agosto 2006 4 Renique José Luis, La Nación radical Perú 1888 -1992, en prensa, Lima 2007 5 Ugarteche Oscar, “El Perú contra la comunidad andina”, www.gloobal.net/iepala 6 Torres Javier, El APRA la muerte y el olvido, www.ideele.org.pe, Lima Marzo 2007

RAMIRO LLONA, (LIMA, 1947). La persecución 2007, (300 x 325 cms).

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80 AÑOS DE APRISMO

Los desplazamientos del APRA hacia la derecha

DOSSIER por Sinesio López Jiménez*

Configuraciones de partidos y coaliciones del APRA “Sólo el APRA salvará al Perú” era una vigorosa consigna que expresaba una ideología fuertemente cerrada y apasionadamente vivida por los fieles seguidores de Haya de la Torre. La consigna revelaba no sólo fe y confianza plena en el partido y en sus líderes sino también dogmatismo e intransigencia. Por eso llama la atención una cierta propensión del APRA a formar coaliciones políticas, incluso con sus enemigos políticos más encarnizados. El hecho es más sorprendente si se toma en cuenta que el APRA fue un partido mayoritario hasta

comienzos de la década del 60 y no necesitaba como tal coalición alguna para llegar al poder. En realidad, las coaliciones en las que participó el APRA han sido de diverso tipo: antioligárquicas, oligárquicas y neoliberales. ¿Qué factores explican esta propensión aprista a coaligarse con otras fuerzas y a formar diferentes tipos de coaliciones?. El presente artículo, que no es una historia de las coaliciones apristas sino un análisis político de las mismas, plantea algunas hipótesis que pretenden explicar la conducta coalicionista del Apra.

ALBERT EINSTEIN Y VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE.

Las coaliciones políticas dependen, en general, de un conjunto de factores entre los cuales los más importantes son la configuración de los partidos (predominante en un sistema tripartito, pluralismo extremo polarizado, pluralismo polarizado, crisis y colapso de los partidos y pluralismo extremo polarizado en un ciclo semipartidario), el tipo de cerrazón (total o parcial) o inclusión (corporativa, liberal) que impone el Estado los tipos de apertura (liberalización limitada sin participación, libe-

ralización limitada y participación limitada, liberación plena y participación limitada, liberalización limitada y participación plena, liberalización plena y participación plena) que realiza el Estado, y las formas mismas del Estado (oligárquico, populista, neoliberal). En este artículo centro mi atención en el primer factor: el tipo de configuración de los partidos.

*DOCTOR EN SOCIOLOGÍA Y ANALISTA POLÍTICO. PROFESOR PRINCIPAL DE LA PUCP Y DE LA UNMSM.

La emergencia del APRA en los años 30 y los cambios en el conflicto político y en

El sistema político tripartito y las coaliciones antioligárquicas

las reglas de juego dieron origen a lo que Denis Gilbert (La oligarquía peruana: historia de tres familias, Editorial Horizonte, Lima, 1982) ha denominado un “sistema político tripartito”. Según Gilbert, el sistema político tripartito se caracterizaba porque el ejército dominaba la política estatal, la oligarquía predominaba en la economía y el Apra tenía hegemonía en la vida política de la sociedad. La emergencia aprista constituyó un desafío para la oligarquía que respondió respaldando a las fuerzas armadas. Desde entonces, se instauraría un patrón caracterizado por regímenes que 1) mantuvieron fuertes vínculos con la oligar-

quía, 2) gobernaron dictatorialmente, 3) reprimieron al Apra, 4) limitaron fuertemente la actividad sindical, 5) e impusieron una economía de laissez faire orientada hacia la exportación. Este patrón, apenas interrumpido en el período 19451948, duró hasta los años 60. Desde los 30 se estableció un juego político entre la oligarquía, el APRA y las FF.AA. Con pequeñas disidencias e indisciplinas, estas dos últimas fueron los actores políticos más compactos y homogéneos. Las FF.AA. han actuado a través de caudillos militares hasta los años 50 y en forma institucional después. El juego político de la oligarquía


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DOSSIER fue más complejo en la medida de que, luego de la desaparición de partidos de notables en los años 20, no logró forjar después una representación política propia. Ella se hizo presente a través de diversos caudillos políticos que expresaron dos tipos de intereses básicos de la oligarquía: una élite urbana más abierta a las coaliciones y una élite terrateniente cerrada y excluyente. A ellas se sumó el gamonalismo que fue utilizado por las élites oligárquicas y sus caudillos como una fuerza política de apoyo. Empero, el sustento más firme de la oligarquía fue la Fuerza Armada, a través de sus jefes institucionales y caudillos. Estos no fueron, sin embargo, simples mascarones de proa sino que tuvieron muchas veces intereses y objetivos propios. Esto no impidió, desde luego, que se formara una coalición básica entre la oligarquía y las FF.AA. contra el APRA. El APRA respondió a esa coalición entre la oligarquía y las FF.AA buscando forjar también sus propias coaliciones, luego de fracasar en el intento de organizar un juego político propio y autónomo. Este es el caso de la transición bloqueada de 1936. El APRA buscó romper la exclusión, establecida en el artículo 53 de la Constitución de 1933, lanzando la candidatura de Haya de la Torre y movilizando a sus bases y simpatizantes, pero fracasó. Entonces decidió apoyar la candidatura de Luis Antonio Eguiguren buscando establecer una coalición antioligárquica, democrática y nacional. Eguiguren triunfó con el apoyo del APRA, pero el gobierno de Benavides anuló las elecciones y el triunfo de Eguiguren, alegando la ilegal participación aprista. La coalición antioligárquica pudo triunfar en 1945 debido al quiebre de la coalición de la oligarquía con las FF.AA. como producto del desprestigio de todo tipo de dictaduras, luego de la derrota del nazismo y del fascismo en el mundo, y fue resquebrajada y derrotada cuando la tradicional coalición oligárquico-militar se recompuso a través del golpe de Manuel A. Odría y la impaciencia y el sectarismo del APRA se incrementaron. Cuando la coalición oligárquico-militar era sólida e imposibilitaba la formación de una coalición antioligárquica, el APRA y las élites urbanas de la oligarquía tendieron puentes, a pesar de sus conflictos y diferencias de intereses, para formar una coalición informal viable de transición semi-competitiva. Este es el caso de las elecciones de 1939 en las que el APRA (del mismo modo que el pequeño Partido Comunista) apoyó y le dio el triunfo a la candidatura de Manuel Prado, pese a las resistencias iniciales.

80 AÑOS DE APRISMO cialmente por Belaunde y Acción Popular. Todo ello indujo al APRA a elegir entre las fuerzas del orden oligárquico (Lavalle y Prado) a aquella que ofreciera mejores condiciones para su incorporación a la vida política institucionalizada y a combatir a Belaunde, que era una amenaza para la dirigencia aprista, pero era visto con simpatía por sus bases. Triunfó Prado con el apoyo aprista, dando origen al llamado gobierno de la “convivencia” en 1956. En 1962, se organizó una coalición parecida. Haya de la Torre obtuvo el triunfo entre siete candidatos en las primeras elecciones competitivas de la historia peruana sin alcanzar el tercio electoral exigido por la Constitución, obligándolo a negociar primero con Belaunde, quien se negó a elegir a Haya

el Congreso, limitando la gobernabilidad de la coalición de Acción Popular con la Democracia Cristiana y del presidente Belaunde. El gobierno, dividido, paralizado y estéril, culminó con el golpe de los coroneles radicales y de Velasco quien realizó, por la vía de la dictadura, las reformas antioligárquicas que los partidos políticos fueron incapaces de realizar por el camino democrático. Pluralismo extremo semipartidario polarizado y coalición neoliberal El primer gobierno de Alan García (19801985) llevó hasta el límite la Industria Sustitutiva de Importaciones como modelo de desarrollo, el Estado Populista y la crisis

Las Fuerzas Armadas han actuado a través de caudillos militares hasta los años 50 y en forma institucional después. presidente en el Congreso, y con Odría, quien, ante el veto de las FF.AA. a la elección presidencial de Haya de la Torre, iba a ser elegido finalmente Presidente de la República. Pero el veto de las FF. AA a Odría como representante de la oligarquía impidió igualmente su elección en el Congreso, dando lugar al primer golpe militar institucionalmente antioligárquico (y reiteradamente antiaprista) que duró un año. En 1963, se reeditó la frustrada coalición apro-odriista que impuso su mayoría en

de la representación de los partidos. Con Fujimori, a partir de 1990, y los poderes fácticos se instaló el neoliberalismo como modelo de desarrollo y como forma estatal y colapsaron los partidos políticos, dando origen a nuevas formas de conflicto político y de configuración partidaria (los outsiders o políticos sin partido). Con la caída de Fujimori en el 2000, emerge una nueva configuración partidaria que combina la presencia de algunos partidos (APRA, PPC) con numerosos políticos sin

partido. Surge de ese modo un pluralismo extremo semipartidario polarizado en el que se confrontan y alimentan mutuamente el neoliberalismo excluyente y un agresivo nacionalismo y estatismo de los excluidos que demandan más Estado (que los incluya) y una comunidad política (nación) que les dé identidad política y los considere como sus miembros. Como por un túnel del tiempo, el Perú y América Latina parecen volver a las épocas de la exclusión oligárquica y a las respuestas estatistas y nacionalistas que dicha exclusión generó. Han reaparecido el terreno y el clima en los que germinaron y crecieron los partidos nacional-populares y las Apras de América Latina de los años 30 del siglo pasado. Pero el APRA de hoy se ubica en el campo neoliberal formando una coalición informal con el fujimorismo y Unidad Nacional. En la primera vuelta de las elecciones de 2006, García se presentó como el candidato antineoliberal que enfrentaba a Lourdes Flores, la candidata de los ricos (en sus propias palabras). En la segunda vuelta, se presentó como el candidato del cambio responsable que luchaba contra el caos y el cambio sin un rumbo claro que representaba, supuestamente, Ollanta Humala. Ganadas las elecciones en la segunda vuelta con el apoyo de la derecha, se transformó en el presidente de la continuidad neoliberal. Cada cambio en el discurso y en la acción implicaba un desplazamiento social ascendente: de candidato popular (primera vuelta), a candidato de clase media (segunda vuelta) y a presidente de los ricos (después del 28 de julio de 2006). ◆

El pluralismo extremo polarizado y las coaliciones oligárquicas En los años 50 y 60, el APRA organizó o participó en coaliciones de carácter oligárquico que estuvieron vinculadas a la crisis del anterior sistema político tripartito y al resquebrajamiento de la coalición oligárquico-militar. Esta crisis se debió, a su vez, a la reorientación de las FF. AA en una dirección reformista (debido a la presencia del CAEM y del SIN en los 50) y a la emergencia de nuevos partidos políticos reformistas, principalmente Acción Popular. El APRA dejó de ser un partido mayoritario (predominante, en términos de Sartori) y entró a formar parte de un pluralismo extremo polarizado. Todo ello redefinió el conflicto político y las reglas de juego que se hicieron más complejas y competitivas. Para la dirigencia aprista el juego político fue más difícil: tenía que incorporarse al juego institucional en las mejores condiciones y cuidar su propio espacio político amenazado por nuevos competidores, espe-

RAMIRO LLONA, La diferencia, 2006, (300 x 325 cms).

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80 AÑOS DE APRISMO

DOSSIER

El APRA nunca muere

por Rafael Roncagliolo*

Las cavilaciones del primer partido moderno del Perú Resulta difícil y hasta sospechoso hablar sobre el APRA en el Perú. Como ocurre con todo fermento histórico de polendas, el Perú contemporáneo ha vivido escindido y ésta es sólo una de sus varias profundas escisiones, entre aprismo y antiaprismos. En una esquina, los rancios antiaprismos de una derecha espantada y largamente

militarista junto con los virulentos antiaprismos de las izquierdas derrotadas en las urnas. En la otra esquina, más recientes, los arrebatos apristoides de intereses mercantiles y mediáticos siempre cercanos al poder, sea el que sea. Difícil no contagiarse de proaprismo o de antiaprismo.

VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE.

Hablar del APRA es difícil no sólo por esta apasionada escisión. También por las no menos apasionadas pugnas entre hayistas y mariateguistas. Así como entre quienes defienden la consecuencia del partido a lo largo de estas ocho décadas y quienes, al contrario, sostienen que ha habido un cambio sustancial, hasta una traición. O varias. Y se discute si el viraje lo hizo Alan García o el propio Haya de la Torre. Y si fue a partir del 40, del 45, del 56 o del 62. Los partidos históricos: el Partido Civil y el Partido Aprista Hay muchas maneras plausibles de leer la historia republicana del Perú. Una, entre muchas, que retoma la cronología de los “grandes proyectos políticos” nacionales, desplegada por Carlos Contreras y Marco Cueto, podría enfocarse en las fuerzas polí-

*SOCIÓLOGO, PERIODISTA Y PROFESOR UNIVERSITARIO.

ticas y partidos predominantes en los “medianos plazos”. En esta perspectiva, se podría distinguir tres grandes etapas: la primera es la de los caudillos militares (sin partidos), que se extiende a lo largo de medio siglo, desde la independencia hasta la emergencia del Partido Civil de Manuel Pardo. Otro medio siglo, hasta Leguía, aparece protagonizado por el Partido Civil y la comparsa de los primeros partidos de la “República Aristocrática”: el Partido Nacional y el Constitucional, fundados ambos en 1882; el Demócrata, de 1884; La Unión Nacional de 1891; la Unión Cívica, de 1891; el Partido Liberal, de 1901 y otras expresiones menores y aún más efímeras. En esta perspectiva. un tercer período, el más largo y reciente, corresponde a los ochenta últimos años, en los que el Partido Aprista Peruano se constituye en referente principal y polarizador de la vida política peruana y permanece mientras cambian y se renuevan sus interlocuciones y sus interlocutores, sus anta-

ALAN GARCÍA PÉREZ.

gonismos y sus antagonistas. Por cierto, el Partido Civil y el Partido Aprista comparten varias coincidencias existenciales, pese a sus distintos espacios históricos y a los muy distintos estratos que agregaron y articularon. Ambos cobijaron sendos, sesudos y en partes contradictorios proyectos de construcción del Estado y la Nación y ambos movilizaron e incluyeron en la política a nuevos sectores sociales. Carmen McEvoy lo ha explicado para el Partido Civil y Peter Klaren a propósito de los orígenes del APRA. El Partido Civil, antimilitarista por definición, llevó a los civiles al gobierno, cancelando el monopolio de los militares sobre la Presidencia de la República. El Partido Aprista, anticivilista por antonomasia, llevó a la política a nuevos sectores sociales, producto de la modernización de las primeras décadas del siglo. Como bisagra, el oncenio de Leguía liquidó el tiempo del civilismo e incubó la época del aprismo.

La insurgencia del APRA El Partido Aprista viene a expresar, en la esfera política, la modernización y democratización que sacude a la sociedad peruana a partir de los años veintes, la época que Contreras y Cueto califican como época de los “proyectos populistas, nacionalistas e indigenistas”, entre los cuales el aprista es el proyecto que llega a tener mayor gravitación y permanencia. La emergencia del Partido Aprista representa, ante todo, un movimiento de inclusión política de nuevos actores: los trabajadores de la caña de azúcar en el norte, el movimiento obrero concentrado en Vitarte, las élites provincianas y las capas medias de viejo y nuevo cuño que pugnan por agregarse y articularse en un proyecto político propio. En segundo lugar, el Partido Aprista es el primer partido de masas en la historia peruana. En su pugna de 1931 con la Unión Revolucionaria por el control de las


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DOSSIER calles y los votos se inicia la política de masas en el Perú. “Las masas se combaten con las masas”, se pregonaba en esos años. Como lo ha destacado Jorge Basadre, las elecciones de 1931 inauguran el voto universal, directo y secreto, el registro electoral y el Jurado Nacional de Elecciones, bases de la promesa de una república democrática por la que el APRA luchó denodadamente. Por eso, el año 1931 y la emergencia del Partido Aprista marcan el ingreso del Perú a la modernidad política. En tercer lugar, con el APRA nacen también los partidos programáticos, con referentes ideológicos. No es que no hubiera programas antes, y en todo caso éste es un rasgo común con el Partido Civil de Manuel Pardo. Lo nuevo es el énfasis en los aspectos programáticos (programa máximo, programa mínimo) y en la ubicación ideológica del partido. Haya, junto con Mariátegui, son los verdaderos iniciadores de la confrontación política de naturaleza ideológica y programática. La política sigue basada, como siempre, en caudillos, de los que Haya de la Torre es un exponente antológico, pero ahora también en programas e ideologías. Haya aprende la concepción leninista del partido y la parafernalia fascista de Mussolini (también emulada por sus herederos) pero, al lado de ellas, intenta desarrollar un pensamiento original y creativo (tanto que fue acusado de padecer “el complejo de Adán”). Su fórmula es caudillo + partido + programa. Y su pensamiento original se afirma y se desarrolla desde el comienzo en contraposición con el comunismo, entre otros, en dos temas cruciales: la especificidad de América Latina y la ambigüedad del fenómeno imperialista en esta parte del mundo. Haya de la Torre, que inicialmente había simpatizado más con el bolchevismo que con la social democracia europea, termina representando en el Perú precisamente a la socialdemocracia y el APRA llega (algo tardíamente) a incorporarse a la Internacional Socialista, cuando ya habían sido aceptados en ella la mayoría de los partidos latinoamericanos de inspiración aprista. Pero –quizás– lo más innovador y lo verdaderamente radical del pensamiento aprista original consiste en haber levantado banderas: antiimperialistas (la “acción contra el imperialismo yanqui” fue el primer punto de su programa), nacionalistas (antes del Partido Aprista, en 1928, Haya había fundado el Partido Nacionalista Libertador), y latinoamericanistas (la “unidad política de América Latina” fue el segundo punto del programa aprista). Estas tres banderas se amarran un una sola trenza. El antiimperialismo y el nacionalismo de Haya son esencialmente latinoamericanistas. De hecho, para Haya, la unidad y la integración de América Latina constituyen la base del desarrollo nacional, del Estado de transición y de su propuesta de capitalismo de Estado. Capitalismo de Estado: ¿cómo olvidar, en la época del perro del hortelano, que ésta era una piedra angular en la propuesta de desarrollo nacional del APRA?

80 AÑOS DE APRISMO

El APRA es el primer partido de masas del Perú. En su pugna de 1931 con la Unión Revolucionaria se inicia la política de masas en el Perú. nuevas alternativas de cambio, ante la percepción de pérdida de los ímpetus reformistas del APRA. Para 1963, el APRA hace causa común con la Unión Nacional Odriísta y los barones del azúcar contra el gobierno de Fernando Belaunde y sus seis reformas estructurales. Pero sus antagonistas más duros y duraderos, fueron hasta 1980, los jefes militares y los poderes fácticos y mediáticos. Recuérdese que hasta este año, los nombres del APRA y de sus líderes no podían aparecer en “El Comercio”, diario en el que toda referencia al partido aprista debía registrarse sólo como “la secta”. Y recuérdese –también- que la Constitución de 1933 marginaba legalmente al APRA y al Partido Comunista al proscribir los “partidos internacionales”. De hecho, durante estas largas décadas, la política peruana fue concebida como una guerra, en la que el otro es

un enemigo al que hay que eliminar, aniquilar, matar. Y el otro, para el establecimiento en el poder, eran los apristas y los comunistas, aunque estos últimos también han sido un contendor permanente del aprismo, sobre todo en el mundo sindical y popular. Numerosas causas explican la vitalidad del partido: entre otras, el carisma del caudillo fundador, el martirologio de la primera época, su capacidad para desplegarse como cultura, familia y religión (el slogan “Sólo el APRA salvará al Perú” siempre me pareció una paráfrasis del “fuera de la Iglesia no hay salvación”, o del “Fredemo, no hay otra salida” utilizado por Mario Vargas Llosa en la campaña de 1990) y la ausencia de alternativas orgánicas (que ha dejado la competencia, cada vez más, en manos de los llamados outsiders).

80 años después Habida cuenta de las ambigüedades inherentes a todo discurso político y, en particular, al discurso aprista, hay quienes sostienen plausiblemente que todos los virajes estaban ya implícitos en el discurso original. Pero hay quienes sostienen, con la misma solvencia, lo contrario. Como no se trata aquí de buscar la interpretación auténtica de ningún texto, sólo queda registrar la pregunta que se hacen todos los analistas: ¿Qué queda de la social democracia, del antiimperialismo, del nacionalismo, del latinoamericanismo? Ala luz de recientísimos llamados a olvidar los enfoques ideológicos, pareciera que la “nacionalización de tierras e industrias” (el tercer punto del programa aprista original) hubiera sido reemplazado por la “privatización general de tierras e industrias”. Muchos, a lo largo de estas ocho décadas, han querido retomar las banderas apristas. Sin éxito en el Perú pero con notables desarrollos en el paisaje sudamericano, ello anuncia que tales banderas permanecen y han recobrado vigencia. ¿Quién las retomará en el futuro peruano? ¿Será el propio partido aprista, precisamente ahora cuando la bonanza económica vuelve más viable muchas de sus prédicas de antaño? ◆

La longevidad del Partido A sus 80 años, el Partido Aprista se revela tan longevo como su fundador. Sus antagonistas partidarios han cambiado a lo largo del tiempo: desde 1931 hasta 1945, la Unión Revolucionaria. Hacia 1956, los nuevos reformismos (Acción Popular, el Partido Demócrata Cristiano, el Movimiento Social Progresista), que expresan la movilización de nuevas capas medias y la búsqueda de

RAMIRO LLONA, La partida 2006 (113 x 76 cms).

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80 AÑOS DE APRISMO

Sin la derecha, sin derechistas

DOSSIER por Javier Valle-Riestra*

¡Haya de la Torre Vive! ¿Vive el Apra? Soy aprista desde los días escolares (1943). Expresaré en un tono oratorio, quizás, mi invariable posición de aprista de izquierda. Vino la revolución cubana y nos sentimos sacudidos por el mensaje de Castro, quien hablaba de pan y libertad, de revolución agraria, de antiimperialismo; es decir, todo lo que los compañeros habíamos aprendido de Haya en la Casa del Pueblo y de los viejos textos patrísticos del APRA. Por sostener esas tesis fue expulsado De la Puente, quien moriría en un conato guerrillero. Yo no. Pero decidí sumarme al Apra Rebelde que pretendía restaurar los fueros ideológicos. Escribí así artículos de ortodoxia aprista, reconociendo la precursora figura epónima del fundador del APRA. Llegué a proclamar que “el Perú reclamaba nuevamente la virilidad cívica de un Haya de la Torre”. A los pocos meses comprobé que mientras yo seguía siendo aprista el movimiento herético estaba penetrado por el stalinismo. Pensé “no he peleado con el Partido para volverme comunista”. Volví al APRA amnistiado por Víctor Raúl (1962). Hoy el APRA en lo formal ha llegado al poder. Pero no me satisface la escenografía derechista, aunque responda a la real politik. El pan y libertad aprista no admite comensales oligárquicos. * DOCTOR EN DERECHO. CONGRESISTA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ.

LA FAMILIA HAYA-DE LA TORRE, EN TRUJILLO. Arriba Agustín, Víctor Raúl y Edmundo. Sentados: Lucía, don Raúl Edmundo, doña Zoila Victoria y Zoila.

Imito a Antonio y también pido la atención de mis conciudadanos en el aniversariofuneral de nuestro César, pero no para sepultarlo sino para ensalzarlo. Murió Haya de la Torre. Sí. Increíble. Y aunque los pueblos que despierten soñarán junto a él, desapareció la fuente misma de la vida política del Perú de los últimos ochenta años. Sin exageración facciosa podemos decir

que se extinguió el peruano más ilustre de todos los siglos, sea de la Patria mítica, sea de la Patria histórica. La vida del Perú se tejerá hasta que perezcamos o desaparezca la escritura en torno a Víctor Raúl, hijo de Raúl y Zoila Victoria, nacido el 22 de Febrero de 1895 en casa de hijosdalgos de solar conocido. Caso extraño el suyo; el de alguien que deja un melgar profundo tras

su tempestuoso paso por la tierra sin haber llegado al poder. Todos los hombres de la estructura caudillesca e intelectual de Haya, llegaron al gobierno. Allí están en el olimpo Lenin, Mao, Bonaparte, Bolívar, Trotski, Perón, Mussolini. Quizás, él, esotérico, visionario, premonitor, lo vaticinó en su antológico discurso del 8 de Diciembre de 1931 cuando dijo:


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DOSSIER Quienes han creído que la única misión del aprismo era llegar a Palacio, están equivocados. A Palacio llega cualquiera porque el camino de Palacio se compra con oro o se conquista con fusiles. Pero la misión del aprismo era llegar a la conciencia del pueblo antes que llegar a Palacio. Y a la conciencia del pueblo no se llega con oro ni con fusiles. Desde esas frases hasta hoy transcurrieron 76 años y Víctor Raúl no llegó a Palacio ni al poder, salvo el espejismo de supralegalidad insular que fue la Constituyente. Todos esos años están jalonados por Sánchez Cerro, el de la zoocracia y el canibalismo, según More; por Benavides, inclemente en el acosamiento de Haya, que lo enfrentaba y afrentaba desde las catacumbas de Incahuasi sin más armas que un mimeógrafo, panfletos y simbólicas molotov; por Prado, frívolo, bancócrata, último virrey; por Bustamante y Rivero, comodatario del poder que olvidó, pese a su sagacidad jurídica, quién era el

80 AÑOS DE APRISMO pueblo; le faltaba el soplo de lo cósmico, de lo eterno, de lo alto, de lo puro, y, como no lo tenía fue preciso pedírselo a los muertos; fue preciso que nuestros muertos se sacrificaran para que su aletear nos diera espíritu. Esa es la muerte personal, de la que habla por primera vez en su mensaje desde la prisión de San Lorenzo, en vísperas de salir desterrado en 1923: “sólo la muerte será más fuerte que mi decisión de ser incansable en la cruzada libertadora”. Esta es la muerte que Haya nunca consideró fin sino episodio. Esa es la muerte de la que hablaba con familiaridad, como cuando relataba haber sabido en sueños desde su calabozo penitenciario los nombres de los compañeros fusilados en Trujillo. La muerte, la vida eterna, la magia, lo cósmico es lo que viene. Al hablarnos en “Ex combatientes y Desocupados” de la tumba pétrea de Karl Marx y el cadáver embalsamado de Lenin, nos dice “que la política moderna muestra que la fuerza de lo mágico debe renovarse” y que allí “está la ciencia de

con la campaña más desenfrenada de mentiras y calumnias. Después de su muerte, se intenta convertirlos en íconos inofensivos, canonizados por decir así, rodear sus nombres de una cierta aureola de gloria para “consolar” y engañar a las clases oprimidas, castrando el contenido de la doctrina revolucionaria, mellando el filo revolucionario de ésta, envileciéndola. O para emplear palabras del propio Haya en su ya citado discurso de Trujillo (“Obras Completas”, tomo V, página 339): Todos hemos sufrido ya las caídas y los azotes. Se nos sentó en el trono, y se nos puso la corona de espinas, y se nos llevó al gólgota, y se nos dijo con ironía: “Sólo el aprismo salvará al Perú” y se puso sobre nuestras cabezas: “Este es el aprismo Rey del Perú”, con el mismo sarcasmo con el que dos mil años antes se le dijo a Cristo: “Este es tu reino. Tú eres el Rey de los Judíos. Tu eres el Redentor”, sin saber que

eso comienza por la toma de conciencia de nuestro espacio y de nuestro tiempo. Somos un país sateloide; un distrito del mundo; aprovechemos en bien de los pueblos lo que de positivo exista en ese mundo imperfecto; controlemos lo negativo, enervémoslo. Las grandes masas esperan de sus nuevos conductores la verdad que siempre les dijo Haya. Yla verdad, sin academismos ni retórica, es que los peruanos de hoy quieren libertades, trabajo, comida, colegios, servicios comunales. No hay hombre si hay hambre. Yno hay líder si no hay presente que se conjugue con un pasado. Si no hay consecuencia entre lo que se dice, lo que se hace y lo que se piensa. Dejó de pensar el más grande pensador peruano viviente. Con Epicuro podremos decir, que la muerte no es un infortunio para quien muere, sino para quien sobrevive. El pueblo peruano ha estallado en lágrimas. Hubiera querido que el antiaprismo profesional tuviese un solo rostro para escupirlo por sus culpas en esta frustración, en el truncamiento temporal de una obra. Igual le pasó a Moisés cuando

CATEDRAL DE TRUJILLO, PERÚ. 1616.

dómine; por Odría, taciturno tiranuelo manipulado por una oligarquía arcaizante, y vesánica; por Belaúnde, que empece su pureza personal, resultó electo por coacción y no por acción en franca inteligencia con el militarismo; por Velasco, la figura más negra del aquelarre castrense, repetidor incruento del sacrificio del Perú, y finalmente, Morales Bermúdez, hamletiano personaje, ubicuo, indeciso, católico pero seguidor de la herejía maniquea, castigado a borrar con los pies lo que hizo con las manos; Fujimori, destrozador de la institucionalidad republicana en virtud del voto de la oclocracia, y Toledo, que no pudo ser apóstol. El gran expropiado fue así el APRA. Nos imitaron sin citarnos. Nos copiaron sin poner comillas. Los derrotó mil veces con la palabra y con la pluma. Y muerto los seguirá venciendo porque desde su tumba Haya persistirá liderándonos y podremos decir de su póstuma conducción, lo que él dijera al dirigirse a los trujillanos al ser excarcelado del panóptico: Eso es lo que le faltaba a esta tierra y a este

la moderna momificación para vencer a la muerte, detener la disolución y presentarnos al gran hombre eternamente fresco, permanentemente visible, siempre presente”. Y es aún más preciso en su discurso de Trujillo, al salir de la penitenciaría: Porque, compañeros, esa es la gran lección que yo les debo a los muertos, a los mártires. Porque ellos me dicen desde sus tumbas: “Nosotros somos tus maestros. Anda más allá. Lleva tu partido hasta donde nosotros quisimos conducirlo. Haz de tu partido una religión. Haz de tu partido una huella eterna a través de la historia”. Con el pensamiento de Haya de la Torre no va a suceder lo que denunciaba Lenin en “El Estado y la Revolución” respecto del marxismo con Marx muerto. Transcribo: En vida de los grandes revolucionarios, las clases opresoras las someten a constantes persecuciones, rechazan sus doctrinas con la rabia más salvaje, con el odio más furioso,

entonces como ahora, esas palabras encerraban una verdad. No. El APRAno devendrá una doctrina eunucoide jactanciosa de una virilidad simulada. No; el APRAno está castrada por el pleito homenaje de los vencidos. El APRA seguirá siendo, mientras no llegue al poder izquierdistamente, cristianismo de catacumba y no catolicismo que pacta con Emperadores. El APRA debe hacer crujir los dientes de los prevaricadores, de los ladrones de fondos públicos, de los derechistas mafiosos, de los militaristas responsables de crímenes contra la Democracia. No. No vendrán a vender indulgencias plenarias. No vendrá a amnistiar canallas. No vendremos a traer la paz ni a blanquear sepulcros. Venimos a dar guerra y a echar fariseos. Queremos un país limpio. Queremos un país libre. Queremos un país sano. Un país moderno. Queremos acabar con los apóstatas que se disfrazan de apóstoles para predicar un evangelio pseudoizquierdista luego de mil abjuraciones en orgías paganas con la burguesía decadente. No queremos ensayos socioeconómicos a costa del pueblo. Queremos hacer aprismo y

Dios le impidió entrar en la tierra prometida diciéndole “dirige tus ojos hacia el occidente, el septentrión, el mediodía y el oriente y contémplala con tus ojos, pues no has de pasar este Jordán. Lo hará Josué”. ¿Quién será nuestro Josué? Quien lo fuere no se empine sobre su mediocridad mortal y recuerde Deuteronomio 34 versículo 10: No ha vuelto a surgir profeta semejante a Moisés, con quien cara a cara tratase Dios ni en cuanto a las maravillas y portentos que Dios le mandó hacer en la tierra de Egipto contra el Faraón y contra todos sus servidores y todo su territorio ni en cuanto a su mano poderosa y a tantos terribles prodigios como él hizo… Mejor no busquemos a Josué. Haya de la Torre Vive. Los muertos somos nosotros. Resucitaremos el día de la Gran Transformación. Sin la derecha. Sin derechistas. Nuestro izquierdismo no tiene pragmáticos racionalismos burgueses. El Perú está preñado con una Revolución Social. ◆

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Tentativas de golpe de Estado, rebeliones e injerencia externa por Gérard Prunier*, enviado especial

Chad-Sudán, ¿guerra generalizada? El 15 de febrero de 2008, doce días después del golpe fallido que lo hubiese destituido, el presidente de Chad Idriss Déby Itno decretó el estado de emergencia en todo el país. Francia, que lo rescató nuevamente, es objeto de críticas de las organizaciones humanitarias, preo-

cupadas por la suerte de los opositores. Pero la crisis desborda las fronteras porosas de Chad. En efecto, Sudán y la guerra en Darfur han jugado un papel clave en la ofensiva de las fuerzas rebeldes, alimentando los temores de generalización del conflicto en una región ya inestable.

La repentina ofensiva de la oposición armada chadiana, el 31 de enero de 2008, poco sorprendió a los observadores de la región. Desde hace unos quince meses, el presidente Idriss Déby Itno y su par sudanés Omar Al-Bachir se encontraban, por medio de guerrillas interpuestas, en un estado de guerra larvada. Con el ataque de los rebeldes, el conflicto se transformó en una guerra abierta. El lunes 28 de enero, una columna de 250 camionetas que transportaban alrededor de 2.000 combatientes partía de la base de Hajil en Darfur Occidental (Sudán). Según numerosos testimonios, la invasión estaba siendo directamente coordinada por el ministro de Defensa sudanés, general Abd-er-Rahim Mohamed Husein (1). El 1 de febrero, en la batalla de Al-Massaqit, 80 km al noreste de Yamena (capital de Chad), los rebeldes rechazaban una contraofensiva del Ejército Nacional Chadiano (ANT,

cenarios ucranianos y cincuenta viejos tanques rusos T-55– logró imponerse; los opositores perdieron dos tercios de sus vehículos y entre 200 y 300 hombres. Abandonaron entonces la capital para reagruparse a unos 80 kilómetros, a la espera

*INVESTIGADOR DEL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA DE FRANCIA (CNRS, PARÍS) Y DIRECTOR DEL CENTRO FRANCÉS DE ESTUDIOS ETÍOPES (ADDIS ABEBA).

según sus siglas en francés), que intentaba detenerlos. A la mañana siguiente, alcanzaban la capital de Chad e intentaban sitiar los principales edificios públicos. El domingo por la tarde, tras dos días de combate, en los cuales el propio Déby se vio

El 28 de enero, una columna de 250 camionetas que transportaban alrededor de 2.000 combatientes partía de la base de Hajil en Darfur Occidental (Sudán). obligado a defender el palacio presidencial, el ANT recuperó el control la situación. Las razones del fracaso de los rebeldes son puramente militares: demasiado convencidos de la decadencia del régimen, atacaron con medios insuficientes (sin demasiados hombres, sin artillería, ni siquiera liviana, pocas armas antitanques y sin misiles antiaéreos). Resultado: la escasa superioridad técnica del ANT –tres helicópteros de combate piloteados por mer-

de refuerzos y el abastecimiento de combustible y municiones. Una nueva columna de aproximadamente 2.500 hombres partió desde Sudán para apoyarlos. Con el fin de frenar ese nuevo movimiento de tropas, el presidente Déby recurrió a los rebeldes sudaneses del Movimiento Justicia y Equidad (Justice and Equality Movement, JEM) (2). Una importante columna de las fuerzas del JEM cruzó la frontera detrás de los rebeldes chadianos

para tratar de interceptarlos antes de que llegaran a Yamena. En la batalla que se desató cerca de Adré, el 4 de febrero, la aviación sudanesa bombardeó al JEM en territorio chadiano. Los partidarios del presidente Déby se impusieron sin embargo por escaso margen. El fracaso de esta intervención provocó muy violentas represalias de Jartum (capital de Sudán) contra los partidarios del JEM en su territorio. El viernes 8 de febrero, el ejército sudanés y sus auxiliares janjaweeds (3) arremetieron contra las ciudades de Abu Suruj, Salia y Sirba cercanas a la frontera con Chad. Más de 200 civiles sospechados de apoyar al JEM fueron masacrados. Amediados de febrero, los rebeldes que partieron de Yamena y los que venían de refuerzo desde Sudán lograron reunirse a 300 km al este de la capital. Pero, el presidente Déby y sus aliados del JEM conservan ciertamente una ventaja estratégica. El peso de Darfur ¿Por qué y cómo se llegó a tan estrecha imbricación de los conflictos sudanés y


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chadiano? La clave se encuentra en la guerra de Darfur. Cuando estalló este conflicto, en febrero de 2003, el primer jefe militar de la rebelión sudanesa era... un chadiano, el famoso comandante Abbakar, quien moriría en combate al año siguiente. Abbakar pertenecía a la etnia zaghawa, que vive a uno y otro lado de la frontera entre ambos países (4), y simpatizaba con los miembros de su etnia, oprimidos en Sudán. El presidente Déby conocía el potencial desestabilizador del conflicto políticomilitar de Darfur para su país. En 1989, cuando se había sublevado contra el presidente chadiano de entonces, Hissène Habré, huyó a Darfur. Fue desde esa región que lanzó su rebelión. En 2003, se puso inmediatamente al servicio de Jartum para ayudarla a aplastar el levantamiento. Pero eso lo obligó a combatir contra sus propios hermanos de etnia, que terminaron rebelándose. En mayo de 2005, los elementos zaghawas del ejército chadiano se sublevaron e impusieron al presidente Déby el reemplazo de su jefe de Estado Mayor y su jefe de Servicios de Seguridad por otros zaghawas, elegidos por su simpatía con la rebelión de Darfur. Ésta recibió pronto ayuda de Chad, obligando a Jartum a reaccionar, a fines de 2005. Ahora bien, el régimen de Déby estaba muy debilitado: extrema dependencia respecto de una muy pequeña minoría zaghawa (2%) de la población, divisiones de los mismos zaghawas entre pro y anti-rebeldes de Darfur, ausencia total de democracia en Chad, donde las “elecciones” son completamente fraudulentas, violación de la libertad de expresión, corrupción... En 2006, el régimen anuló unilateralmente las cláusulas de un acuerdo celebrado con el Banco Mundial, que le exigía reservar una parte del maná petrolero a inversiones de interés general a largo plazo (5). El jefe de Estado utilizó los fondos obtenidos para comprar armas. A fines de 2005, los rebeldes encontraron cierta aceptación en la población. Sin embargo, todo en ellos –sus experiencias personales a menudo ligadas al régimen que hoy combaten, su ambición desmedida, su venalidad, sus vínculos con el poco recomendable poder sudanés– muestra que, muy probablemente, si tomaran el poder, no instaurarían un mejor régimen en Chad. En este contexto, la oposición civil no armada representa una apuesta política importante. Déby teme en efecto que los rebeldes la utilicen como garantía moral en caso de un eventual cambio de régimen. El 3 de febrero, hizo pues detener a sus principales dirigentes. Su suerte sigue siendo preocupante, ya que el gobierno chadiano niega, contra toda evidencia, haberlos detenido (6). Desde la recuperación de la capital el 6 de febrero, se habla de desapariciones y ejecuciones sumarias. El apoyo francés La crisis chadiana se desarrolla en un contexto internacional complicado. Cuando la rebelión partió de Sudán, dos fuerzas de mantenimiento de la paz –la EUFOR para Chad (7) y la Misión de Naciones Unidas y de la Unión Africana en Darfur (MINUAD)– estaban desplegándose. La EUFOR –con 3.700 hombres, entre ellos 2.100 franceses– se disponía a instalarse en Yamena, mientras que la MINUAD, que había sufrido doblemente por el escaso apoyo de la “comunidad internacional” y el constante sabotaje de las autoridades sudanesas, recién se había conformado (8). Evidentemente, la fecha de la ofensiva rebelde sobre la capital de Chad no es para nada casual: los rebeldes –y su padrino

sudanés– temían que la EUFOR, cuya misión oficial es proteger a los refugiados y los desplazados en el este de Chad, fuese de hecho un medio para apoyar el régimen de Yamena. Además, una vez la EUFOR desplegada y la frontera asegurada, el establecimiento de la MINUAD se vería facilitado. Frente a esta delicada situación diplomática y militar, al principio el presidente francés Nicolas Sarkozy dudó. En un primer momento, temiendo ver a Francia aislada en un apoyo unilateral a un régimen chadiano cuestionado, se conformó con un “servicio mínimo” de información y de apoyo logístico al ejército chadiano. Luego, al ver que tanto la Unión Africana (9) como

Además, la perspectiva de ver a un régimen, tal vez poco respetable pero formalmente legítimo, remplazado por otro régimen sin duda también poco respetable, pero surgido de un golpe de Estado, se percibe como una amenaza más a la estabilidad de la región. En cuanto a Estados Unidos, muy preocupado por el conflicto keniano (11), brilló por su ausencia, delegando el espinoso asunto a los franceses. Esta actitud refleja las contradicciones de la política estadounidense en Sudán: el departamento de Estado continúa desconfiando del régimen de Jartum, considerado peligroso (12), mientras que el Pentágono finge ver en los dirigentes sudaneses a “terroristas arrepenti-

Esta situación perdurará sin duda mientras el régimen de Jartum siga burlándose con total impunidad de los derechos humanos más elementales. la ONU (10) daban a París el visto bueno, al menos indirectamente, se comprometió un poco más. El ministro de Defensa Hervé Morin afirmó: en caso de un nuevo ataque, París “hará lo que corresponde”. Los rebeldes denuncian la ayuda militar de París al régimen. Reclaman la neutralidad de la ex potencia colonial. La libertad que los organismos internacionales dejaron a Francia se explica por la audacia y la brutalidad del ataque rebelde, que en un momento creyeron victorioso.

dos”, en los cuales se puede confiar y que pueden brindar una gran ayuda en la “guerra contra el terrorismo”. Que París vaya más o menos lejos en su apoyo al presidente Déby no cambiará el fondo de la cuestión: el régimen chadiano es –administrativamente hablando– un régimen fantasma (13), la situación en Darfur se volvió catastrófica –doscientos mil muertos, dos millones de desplazados– y las “fuerzas de mantenimiento de la paz”, si se despliegan, pronto ya no tendrán paz que mantener.

Cronología sucinta 11 de agosto de 1960. Independencia bajo la presidencia de François Tombalbaye. Febrero de 1968. Intervención militar francesa contra los rebeldes del Tibesti. 21 de abril de 1974. Algunos cooperantes y la etnóloga francesa Françoise Claustre son secuestrados por la rebelión. 1.000 días de cautiverio. 13 de abril de 1975. Asesinato de Tombalbaye. El poder pasa a manos del general Félix Malloum, luego del nordista Goukouni Oueddei. Marzo de 1976. Acuerdo de cooperación militar con Francia. 7 de junio de 1982. Golpe de Estado de Hissène Habré. 28 de agosto de 1983. Ocho aviones de combate y tres mil soldados franceses defienden el régimen. 16 de febrero de 1986. Lanzamiento de la operación Gavilán. 1990. El presidente Habré es derrocado por Idriss Déby Itno, con el apoyo de Francia y Sudán. Febrero de 2003. Comienzo de la guerra en Darfur. Marzo de e 2003. Comienzo de la crisis de Darfur. Doscientos mil refugiados en Chad. 5 de mayo de 2004. Escaramuzas entre milicias pro-sudanesas y militares chadianos. 19 de septiembre de 2005. La justicia belga libra una orden de detención internacional contra Habré, refugiado en Senegal, por violaciones a los derechos humanos. El caso será presentado ante la Unión Africana. Octubre de 2005. A raíz de las numerosas deserciones hacia la rebelión, Déby disuelve la Guardia Presidencial. Diciembre de 2005. Batalla de Adré.

Déby declara a Chad “en estado de guerra” con Sudán. 13 de abril de 2006. El ejército chadiano, con la ayuda del ejército francés, rechaza un ataque de los rebeldes del Frente Unido para el Cambio (FUC). 25 de septiembre de 2007. La resolución 1778 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) crea la misión europea de paz EUFOR Chad-RCA. 25 de octubre de 2007. Acuerdo de Trípoli que prevé un alto el fuego inmediato entre las fuerzas gubernamentales y las fuerzas rebeldes. Detención de miembros de la asociación francesa El Arca de Zoé por secuestro de niños. Noviembre de 2007. Ruptura del Acuerdo de Trípoli. Se reanudan los combates en el Este. 26 de diciemb bre de 2007. La justicia chadiana condena a los miembros de El Arca de Zoé a ocho años de trabajos forzados. 31 de enero de 2008. Tropas rebeldes, provenientes de Sudán, ingresan a Chad. 2 de febrero de 2008. Yamena es invadida por los rebeldes que reclaman “la neutralidad de Francia”. Saqueos y enfrentamientos mortíferos. Miles de refugiados huyen a Camerún. El despliegue de la EUFOR se posterga nuevamente. 4 de febrero de 2008. Una declaración del Consejo de Seguridad de la ONU condena el accionar de la rebelión. Marcado apoyo de la diplomacia francesa a Déby. 6 de febrero de 200 08. Francia afirma que podría actuar “de manera más decisiva” en caso de un nuevo ataque. Déby anuncia que “controla” la capital. 8 de febrero de 2008. Asociaciones denuncian detenciones y ejecuciones arbitrarias en Chad.

La actitud de los gobiernos chadiano y sudanés, “que se acusan mutuamente de apoyar a los rebeldes de uno y otro lado de la frontera, agrava el clima de desconfianza”, estima Jean-Marie Guéhenno, secretario general adjunto de la ONU para las operaciones de paz. Esta actitud “alimenta las tensiones entre ambos países y demuestra que existe la posibilidad de un conflicto de dimensión internacional en la región” (14). La conexión Darfur-Chad que ya era una herida abierta en la época en que Darfur no era sino el trampolín pasivo de los cambios de poder en Yamena, se convirtió en uno de los puntos calientes del continente africano. Esta situación perdurará sin duda mientras el régimen de Jartum siga burlándose con total impunidad de los derechos humanos más elementales. ◆ 1 Estos testimonios son difíciles de corroborar. Sin embargo, el 6 de febrero, en una conferencia de prensa, el ministro de Defensa sudanés declaró: “Tenemos la capacidad de destruir Yamena mediante ataques aéreos. Pero no lo hemos hecho, porque eso nos habría llevado a una guerra con Francia”. Semejante declaración es prácticamente una confesión. 2 Una fuerza rebelde sudanesa del JEM ya se encontraba en Chad desde hacía una semana, y uno de sus comandantes, Mohamed Abdallah, había sido asesinado el sábado por la mañana en los combates callejeros en Yamena. 3 Gérard Prunier, “Darfur: crónica de un genocidio negociado”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, Buenos Aires, marzo de 2007. 4 El mismo Idriss Déby pertenece a un subgrupo zaghawa, el de los bidayat. 5 Anne-Claire Poirson, “Où est passé l’argent du pétrole tchadien?”, Le Monde diplomatique, París, septiembre de 2005. 6 Lol Mahamat Choua, Ibn Oumar Mahamat Saleh, Abd-el-Kader Kamougué y Ngarjely Yorongar. 7 Leon Koungou, “L’Union européenne s’engage à reculons”, Le Monde diplomatique, París, febrero de 2008. 8 La ONU reconoce no estar segura de poder efectuar el despliegue completo de los 26.000 hombres previsto para antes de fines de 2008. 9 Su nuevo presidente, el tanzano Jakaya Kikwete, declaró el 2 de febrero de 2008 que, si tomaran el poder, los rebeldes chadianos no serían reconocidos por la Unión Africana. 10 El 4 de febrero, el Consejo de Seguridad votó una declaración –no una resolución– que condenaba el “intento de desestabilización por la fuerza” del gobierno legal de Chad y llamaba a “los Estados miembros a brindarle su apoyo”. Esta declaración parece legitimar la intervención francesa. 11 Las declaraciones de la prensa gubernamental sudanesa que se alegraba de la caída del presidente Déby, a través del janjaweed Moussa Hilal, recientemente designado asesor del Ministerio de Asuntos Federales, no hicieron más que reforzar esta teoría. 12 Jean-Christophe Servant, “Enfrentamientos políticos en Kenia”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, Buenos Aires, febrero de 2008. 13 El 2 de marzo de 2006, el semanario británico The Economist escribía: “Ya no puede hablarse en Chad de un buen o un mal gobierno. No existe prácticamente gobierno de ningún tipo”. 14 Agencia France Presse, 8-2 08.

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Nuevos caminos del derecho

por Fernando de la Flor A.*

¿Privatizar la justicia?

TEODORO NÚÑEZ URETA, Preparando el fallo.

Los tiempos modernos exigen decisiones radicales, llenas de originalidad: utilizar mecanismos alternativos de justicia –como el arbitraje– es una de ellas.

Los vertiginosos cambios que se vienen produciendo en la vida contemporánea obligan a repensar varias instituciones, todas aceptadas desde siglos, sin mayores cuestionamientos. La organización del Estado y su vinculación al concepto de nación, por ejemplo, tiene que ser seriamente revisada. La globalización y su subsecuente caída de fronteras; el adelanto de las comunicaciones y sus distintas fórmulas; el todavía inexplorado mundo informático y todo lo que sobre el mismo queda por descubrir, obligan a cuestionar paradigmas y buscar alternativas. Es probable, entonces, que en las próximas décadas, la humanidad tenga que asumir cambios sustantivos en todo orden de cosas. Desde que el hombre está en la tierra y empezó a vivir en comunidad, fue necesario concebir dos instrumentos fundamentales para una supervivencia pacífica: las reglas de convivencia y la autoridad encargada de velar por su cumplimiento. Y es que son suficientes dos seres humanos para que sea menester que existan normas de conducta, de un lado, y quién de ambos debe garantizar su respeto,

*EDITOR-CONSULTOR JURÍDICO DE LE MONDE DIPLOMATIQUE, EDICIÓN PERUANA.

de otro lado. De otra manera, simplemente, no habría sociedad organizada. El Derecho es eso: un conjunto de normas de comportamiento, generales y de obligatorio cumplimiento por todos. Cómo se generan dichas disposiciones mandatarias, ha sido un permanente y sucesivo ejercicio de mejoramiento hasta llegar al concepto de soberanía popular, expresión de representantes elegidos para tales quehaceres. La autoridad encargada de hacer respetar esas normas o de sancionar su incumplimiento, es, en las sociedades modernas, el sistema de justicia; es decir, los magistrados jerárquicamente organizados, designados para dicho fin e investidos de la máxima expresión del Estado: el poder de coerción. Y es que cualquier controversia sometida a la decisión de los jueces, o toda sanción impuesta por ellos, implica la posibilidad, legalmente autorizada, de ejercer la fuerza para que se cumpla o, en el

tar que el actual mecanismo de justicia ha dejado de funcionar; paulatinamente no ha podido satisfacer las crecientes exigencias de los nuevos tiempos, motivo por el cual se encuentra en un franco desfase entre lo que socialmente se requiere y lo que dicho Poder del Estado puede brindar. Controversias privadas de índole patrimonial, perfectamente solucionables mediante mecanismos alternativos pero que, sin embargo, siguen tramitándose en el Poder Judicial, demorando años, convocando sentencias contradictorias y pronunciamientos impredecibles, adicionalmente a frecuentes corruptelas, constituyen el mejor retrato de que la justicia oficial simplemente no está a la altura de las circunstancias y debe sustituirse creativamente. La idea, entonces, es privatizar –por incluir un término de uso corriente en estos tiempos para todo efecto– la justicia; en otras palabras, formalizar un nuevo sistema para

Es evidente, de un tiempo a esta parte, que nuestro sistema de justicia (y no necesariamente estamos refiriéndonos a la realidad peruana), está colapsado. segundo caso, eliminar la libertad peatonal de las personas. Es evidente, de un tiempo a esta parte, que nuestro sistema de justicia (y no necesariamente estamos refiriéndonos a la realidad peruana), está colapsado. No se trata de hacer un nuevo diagnóstico –los hay en demasía– sino simplemente de acep-

resolver diferencias patrimoniales, como el arbitraje, disponiendo su utilización obligatoria como alternativa expeditiva, predecible y eficiente para administrar justicia. Es verdad que han existido varios intentos para desjudicializar conflictos, obligando, incluso al propio Estado, a resolverlos a través de la conciliación y el arbitraje,

pero sin los resultados esperados. Pero esa debiera ser la dirección en la que hay que insistir, a todo nivel y compulsivamente, comprendiendo a las controversias privadas; todo, por cierto, acompañado de una amplia y sostenida política de promoción y difusión que haga que la gente entienda que el nuevo mecanismo de administrar justicia –el arbitraje– será más rápido y seguro. El tema, en consecuencia, está planteado: hay que privatizar la justicia, convocando a los colegios profesionales, universidades, centros académicos e instituciones especializadas para que dispongan de lo mejor, a los efectos de crear un sistema de solución de conflictos socialmente aceptado y reconocido. Las decisiones constitucionales y legales que correspondan, deben ser asumidas por los responsables de su ejercicio. Los tiempos modernos nos exigen, muchas veces, retos de creatividad. Para ello es necesario deshacerse de mitos trasnochados; derrumbar instituciones desfasadas; evitar realidades indeseadas. El Poder Judicial y la autoridad de que se encuentra investido, como se ha anticipado, no están funcionando y, por consiguiente, están incumpliendo la función asignada. Es indispensable dejar de intentar una nueva reforma (ya ha habido varias a los largo de las últimas décadas, todas sin resolver los problemas), y concentrarse en la dirección de entregar las tareas de la justicia a mecanismos alternativos, probadamente más eficientes y expeditivos –como el arbitraje– además, alejados de corruptelas y destinados a revertir la repulsa social, a fin de lograr el indispensable reconocimiento comunitario para mantener la paz. ◆


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en Bolivia se han desarrollado cinco grandes ideologías o “concepciones del mundo” de carácter contestatario y emancipatorio. La primera de estas narrativas de emancipación social fue el anarquismo, que logró articular las experiencias y demandas de sectores laborales urbanos vinculados al trabajo artesanal y obrero en pequeña escala y al comercio. Presente desde fines del siglo XIX en algunos ámbitos laborales urbanos, su influencia más notable se da en los años 30 y 40 del siglo XX (...). Otra ideología que ancla sus fundamentos en las experiencias de siglos anteriores es la que podríamos llamar indianismo de resistencia, que surgió después de la derrota de la sublevación y del gobierno indígena dirigido por Zárate Willka y Juan Lero, en 1899. Reprimido, el movimiento étnico asumió una actitud de renovación del pacto de subalternidad con el Estado mediante la defensa de las tierras comunitarias y el acceso al sistema educativo. El movimiento indígena, predominantemente aymara, combinará de manera fragmentada la negociación de sus autoridades originarias con la sublevación local hasta ser sustituido por el nacionalismo revolucionario a mediados de siglo. El nacionalismo revolucionario y el marxismo primitivo serán dos narrativas políticas que emergerán simultáneamente con vigor después de la Guerra del Chaco, en sectores relativamente parecidos (clases medias letradas), con propuestas similares (modernización económica y construcción del Estado nacional) y enfrentados a un mismo adversario, el viejo régimen oligárquico y patronal. A diferencia de este marxismo naciente, para el cual el problema del poder era un tema retórico que buscaba ser resuelto en la fidelidad canónica al texto escrito, el nacionalismo revolucionario, desde su inicio, se perfilará como una ideología portadora de una clara voluntad de poder que debía ser resuelta de manera práctica. No es casual que este pensamiento se acercara a la oficialidad del ejército y que varios de sus promotores, como Paz Estenssoro, participaran en gestiones de los cortos gobiernos progresistas militares que erosionaron la hegemonía política conservadora de la época. Tampoco es casual que, con el tiempo, los nacionalistas revolucionarios combinaran de manera decidida sublevaciones (1949), con golpes de Estado (1952) y participación electoral como muestra de una clara ambición de poder. Obtenido el liderazgo de la revolución de 1952 por hechos y propuestas prácticas, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) hará que su proyecto partidario devenga en toda una concepción del mundo emitida desde el Estado, dando lugar a una reforma moral e intelectual que creará una hegemonía político cultural de 35 años de duración en toda la sociedad boliviana, independientemente de que los sucesivos gobiernos sean civiles o militares.

Número III . Marzo 2008

PRESENTACIÓN N LOS ÚLTIMOS CIEN AÑOS,

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EL MARXISMO PRIMITIVO Si bien se puede hablar de una presencia de pensamiento marxista desde los años 20, el marxismo, como cultura política en disputa por la hegemonía ideológica cobrará fuerza en los años 40, por medio de la actividad partidaria del Partido de Izquierda Revolucionaria (PIR), el Partido Obrero Revolucionario (POR) y la producción intelectual de sus dirigentes (Guillermo Lora, José Aguirre Gainsborg, José Antonio Arce, Arturo Urquidi, etc.). El surgimiento del marxismo y su recepción en el ámbito social vendrá marcado por dos procesos constitutivos. El primero radica en una producción ideológica directamente vinculada a la lucha política, lo que conjuró la tentación de un “marxismo de cátedra”. Los principales intelectuales que se adscriben a esa corriente participan del activismo político, ya sea en la lucha parlamentaria o en la organización de las masas, lo que influirá tanto en las limitaciones teóricas de la producción intelectual de la época, como en la constante articulación de sus reflexiones con el acontecer político práctico de la sociedad. El otro hecho notable de este nacimiento lo representa la recepción del marxismo, y del propio nacionalismo revolucionario en el mundo laboral, que viene precedida de una modificación de la composición de clase de los núcleos económicamente más importantes del proletariado minero y fabril boliviano, que se

MARTÍN CHAMBI, fotógrafo peruano. (1891-1973)

EL DESENCUENTRO DE DOS RAZONES REVOLUCIONARIAS

INDIANISMO Y MARXISMO* ÁLVARO GARCÍA LINERA** Los Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano constituyen una iniciativa del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) para la divulgación de algunos de los principales autores del pensamiento social crítico de América Latina y el Caribe: Ruy Mauro Marini (Brasil); Agustín Cueva (Ecuador); Álvaro García Linera (Bolivia); Celso Furtado (Brasil); Aldo Ferrer (Argentina); José Carlos Mariátegui (Perú); Pablo González Casanova (México); Florestan Fernandes (Brasil); René Zavaleta Mercado (Bolivia); Rodolfo Stavenhagen (México); Milton Santos (Brasil); Silvio Frondizi (Argentina); Gerard PierreCharles (Haití); Aníbal Quijano (Perú); Juan Carlos Portantiero (Argentina) y Edelberto Torres Rivas (Guatemala), entre otros. Los Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano se publican en el periódico La Jornada de México y en los Le Monde Diplomatique de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú. CLACSO es una red de más de 210 instituciones que realizan actividades de investigación, docencia y formación en el campo de las ciencias sociales en 23 países: www.clacso.org Coordinación editorial: Emir Sader


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MARTÍN CHAMBI.

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hallan en el pleno tránsito del “obrero artesanal de empresa” al “obrero de oficio de gran empresa”. Se trata, por tanto, de un proletariado que interioriza la racionalidad técnica de la modernización capitalista de gran empresa, y que está subjetivamente dispuesto a una razón del mundo guiada por la fe en la técnica como principal fuerza productiva, en la homogeneización laboral y la modernización industriosa del país (...) y será sobre esta nueva subjetividad proletaria que ocupará el centro de las actividades económicas fundamentales del país, que el marxismo, con un discurso de racionalización modernizante de la sociedad, logrará enraizarse durante décadas. El marxismo de esta primera época es, sin lugar a dudas, una ideología de modernización industrial del país en lo económico, y de consolidación del Estado nacional en lo político. En el fondo, todo el programa revolucionario de los distintos marxismos de esta etapa, hasta los años 80, tendrá objetivo similares. El marxismo llegó a formar una cultura política extendida en sectores obreros, asalariados y estudiantiles basada en la primacía de la identidad obrera por encima de otras identidades, en la convicción acerca del papel progresista de la tecnología industrial en la estructuración de la economía, del papel central del Estado en la propiedad y distribución de la riqueza, de la nacionalización cultural de la sociedad en torno a estos moldes y de la “inferioridad” histórica y clasista de las sociedades campesinas mayoritarias en el país. Esta narrativa modernista y teleológica de la historia, por lo general adaptada de los manuales de economía y filosofía, creará un bloqueo cognitivo y una imposibilidad epistemológica sobre dos realidades que serán el punto de partida de otro proyecto de emancipación que con el tiempo se sobrepondrá a la propia ideología marxista: la temática campesina y étnica del país. La lectura clasista de la realidad agraria que hará el marxismo no vendrá por el lado de la subsunción formal y real, que hubiera permitido develar las condiciones de explotación de este sector productivo; se lo hará desde el esquema –prejuicio– del enclavamiento a partir de la propiedad, con lo que trabajadores directos quedarán en el saquillo de “pequeños burgueses” de dudosa fidelidad revolucionaria por su apego a la propiedad. Para este marxismo no había ni indios ni comunidad, con lo que una de las más ricas vetas del pensamiento marxista clásico queda bloqueada y rechazada como herramienta interpretativa de la realidad boliviana; además, esta posición obligará al emergente indianismo político a afirmarse precisamente en combate ideológico, tanto contra las corrientes nacionalistas como contra las marxistas, que rechazaban y negaban la temática comunitaria agraria y étnico nacional como fuerzas productivas políticas capaces de servir de poderes regenerativos de la estructura social, tal como precisamente lo hará el indianismo. Al final, una lectura mucho más exhaustiva de la temática indígena y comunitaria vendrá de la mano de un nuevo marxismo crítico y carente de auspicio estatal que, desde finales del siglo XX y a principios del XXI, apoyándose en las reflexiones avanzadas por Zavaleta, buscará una reconciliación de indianismo y marxismo, capaz de articular los procesos de producción de conocimiento local con los universales. EL INDIANISMO El voto universal, la reforma agraria, que acabó con el latifundio en el altiplano y los valles, y la educación gratuita y universal, hicieron del ideario del nacionalismo revolucionario un horizonte de época que envolvió buena parte del imaginario de las comunidades campesinas que hallaron en este modo de ciudadanización, de reconocimiento y movilidad social, una convocatoria nacionalizadora y culturalmente homogeneizante, capaz de desplegar y diluir el programa nacional étnico de resistencia gestado décadas atrás. Fueron momentos de una creciente desetnización del discurso e ideario campesino, una apuesta a la inclusión imaginada en el proyecto de cohesión cultural mestiza irradiada desde el Estado y de la conversión de los nacientes sindicatos campesinos en la base de apoyo del Estado nacionalista, tanto en su fase

democrática de masas (1952-1964), como en la primera etapa de la fase dictatorial (1964-1974). El sustento material de este período de hegemonía nacional estatal será la creciente diferenciación social en el campo, la acelerada descampesinización que llevará a un rápido crecimiento de las ciudades grandes e intermedias y a la flexibilidad del mercado de trabajo urbano que habilitará la creencia de una movilidad campo-ciudad exitosa mediante el acceso al trabajo asalariado estable y el ingreso a la educación superior como modos de ascenso social. Los primeros fracasos de este proyecto de modernización económica y de nacionalización de la sociedad se comenzarán a manifestar en los años 70, cuando la etnicidad, bajo la forma del apellido, el idioma y el color de piel, será reactualizada por las élites dominantes como uno más de los mecanismos de selección para la movilidad social, renovando la vieja lógica colonial de enclasamiento y desclasamiento social que se tenía, junto a las redes sociales y a la capacidad económica, como los principales medios de ascenso y descenso social. Ello, sumado a la estrechez del mercado laboral moderno, incapaz de acoger a la creciente migración, habilitará un espacio de naciente disponibilidad para el resurgimiento de la nueva visión del mundo indianista que, en estos últimos 34 años, ha transitado varios períodos: el período formativo, el período de la cooptación estatal y el período de su conversión en estrategia de poder. GESTACIÓN DEL INDIANISMO KATARISTA El primer período es el de la gestación del indianismo katarista. Nace como discurso político que comienza a resignificar de manera sistemática la historia, la lengua y la cultura. Se trata de un discurso denunciativo e interpelatorio que, asentado en la revisión de la historia, hecha en cara la imposibilidad de cumplir los compromisos de ciudadanía, de mestizaje, de igualación política y cultural, con la cual el nacionalismo se acercó al mundo indígena campesino después de 1952. El aporte fundamental de este período es la reinvención de la indianitud, pero ya no como estigma, sino como sujeto de emancipación, como designio histórico, como proyecto político. Se trata de una auténtico renacimiento discursivo del indio a través de la reivindicación y reinvención de su historia, de su pasado, de sus prácticas culturales, de sus penurias, de sus virtudes, que ha de tener un efecto práctico en la formación de autoidentificaciones y formas organizativas. De entrada, el indianismo rompe lanzas frente al marxismo y se le enfrenta con la misma vehemencia con la que critica a otra ideología fuerte de la época, el cristianismo, considerados ambos como los principales componentes ideológicos de la dominación colonial contemporánea. A partir de este fortalecimiento, en oposición, el discurso katarista indianista, a fines de los años 70, se va a dividir en grandes vertientes. La primera, la sindical, que va a dar lugar a la formación de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), hecho que sella simbólicamente la ruptura del movimiento de los sindicatos campesinos con el Estado nacionalista en general y, en particular, con el pacto militar campesino que había inaugurado una tutela militar sobre la organización campesina. La otra vertiente es la política partidaria, no solamente con la formación del Partido Indio, a fines de los años 60, sino del Movimiento Indio Túpak Katari (MITKA) y el Movimiento Revolucionario Túpak Katari (MRTK), que van a incorporarse, de manera frustrada, en varias competencias electorales hasta fines de los años 80. La tercera vertiente, al lado de la política y la sindical, va a ser la corriente académica, historiográfica y de investigación sociológica que se dedica a llevar adelante, de manera rigurosa, este revisionismo histórico mediante el estudio de casos de levantamientos, de caudillos, de reivindicaciones indígenas desde la Colonia hasta nuestros días. Un segundo momento de este período de formación discursiva y de élite de la identidad aymara se va a producir cuando, desde los primeros años de la década de los 80, se produce una lenta pero creciente descentralización de este discurso; los ideólogos y activistas del indianismo katarista se fragmentan dando lugar a tres grandes corrientes. La culturalista, que se refugia en el ámbito de


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El segundo período de la construcción del discurso nacional indígena es el de la cooptación estatal. Este

EL INDIANISMO DE LOS 90 El tercer período de este nuevo ciclo indianista puede ser calificado como estrategia de poder y se da a fines de los años 90 y principios del siglo XXI. Es el momento en que el indianismo deja de ser una ideología que resiste en los resquicios de la dominación y se expande como una concepción del mundo proto hegemónica intentando disputar la capacidad de dirección cultural y política de la sociedad a la ideología neoliberal que había prevalecido durante los últimos dieciocho años. De hecho, hoy se puede decir que la concepción del mundo de corte emancipativo más importante e influyente en la actual vida política del país es el indianismo y es el núcleo discursivo y organizativo de lo que hoy podemos denominar la “nueva izquierda”. La base material de esta colocación histórica del indianismo es la capacidad de sublevación comunitaria con las que las comunidades indígenas responden a un creciente proceso de deterioro y decadencia de las estructuras comunitarias campesinas y de los mecanismos de movilidad social ciudad campo. Manifiesta ya desde los años 70, las reformas neoliberales de la economía incidirán de manera dramática en el sistema de precios del intercambio económico urbano rural. Al estancamiento de la productividad agraria tradicional y la apertura de la libre importación de productos, los términos del intercambio regularmente desfavorables para la economía campesina se intensificarán drásticamente comprimiendo la capacidad de compra, de ahorro y de consumo de las familias campesinas. A ello, se sumará un mayor estrechamiento del mercado de trabajo urbano y un descenso en el nivel de ingreso de las escasas acti-

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LA COOPTACIÓN ESTATAL

se inicia a fines de los años 80, en momentos en que se atraviesa por una fuerte frustración política de intelectuales y activistas del movimiento indígena, en la medida en que sus intentos de convertir la fuerza de la masa indígena sindicalizada en votación electoral no dan los resultados esperados. (...) Al tiempo que la sociedad y los partidos de izquierda marxista asisten al brutal desmoronamiento de la identidad y fuerza de masa obrera sindicalmente organizada, la adopción y reelaboración de un discurso etnicista se les presenta como una opción de recambio en los sujetos susceptibles de ser convocados. De esta manera, la estructura conceptual con la que esta izquierda en decadencia se acerca a la construcción discursiva indígena no recupera el conjunto de la estructura lógica de esa propuesta, lo que hubiera requerido un desmontaje del armazón colonial y vanguardista que caracterizaba al izquierdismo de la época. (...) El MNR es el partido político que con mayor claridad detecta el significado de la formación discursiva de un nacionalismo indígena, visto como un peligro, así como también las debilidades que atravesaba el movimiento indígena. Por medio de la alianza con Víctor Hugo Cárdenas y una serie de intelectuales y de activistas del movimiento indígena, el MNR convierte en política de Estado el reconocimiento retórico de la multiculturalidad del país, mientras que la Ley de Participación Popular habilita mecanismos de ascenso social local capaces de succionar el discurso y la acción de una buena parte de la intelectualidad indígena crecientemente descontenta. La aplicación de la Ley de Participación Popular, si bien ha contribuido en algunos casos a un notable fortalecimiento de las organizaciones sindicales locales que han logrado proyectarse electoralmente en el ámbito nacional, también puede ser vista como un mecanismo bastante sofisticado de cooptación de líderes y de activistas locales, que comienzan a girar y propugnar sus luchas y sus formas organizativas alrededor de los municipios y las instancias indigenistas expresamente creadas por el Estado. De esta manera, a la identidad indígena autónoma y asentada en la estructura organizativa de los “sindicatos”, formada desde los años 70, se va a contraponer una caleidoscópica fragmentación de identidades de ayllus, de municipios y de “etnias”. (...) A excepción de la gran marcha de 1996 en contra de la ley del INRA, el protagonismo social de las luchas sociales habrá de desplazarse del altiplano aymara a las zonas cocaleras del Chapare donde predominará un discurso de tipo campesino complementado con algunos componentes culturales indígenas.

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la música, la religiosidad y que hoy en día es denominada como la de los “pachamámicos”. Una segunda vertiente, menos urbana que la anterior, se ha denominado la de los discursos políticos “integracionistas”, en la medida en que enarbola una reivindicación del ser indígena como fuerza de presión para obtener ciertos reconocimientos en el orden estatal vigente. Se trata de una formación discursiva de lo indígena en tanto sujeto querellante, demandante de reconocimiento por parte del Estado, para incorporarse a la estatalidad y ciudadanía vigente, pero sin perder por ello sus particularidades culturales. El ala katarista del movimiento de reivindicación de la indianitud es la que dará cuerpo a esta posición. Aquí el indígena es la ausencia de igualdad ante el Estado por una pertenencia cultural (aymara y quechua) que deviene así en signo identificador de una carencia de derechos (la igualdad), de un porvenir (la ciudadanía plena) y de una distinción identitaria (la multiculturalidad). La distancia con el discurso modernizador del nacionalismo revolucionario no radica en este destino fatal de lo que ha de entenderse por ciudadanía y marco institucional para ejercerla, sino en el reconocimiento de la pluralidad cultural para poder acceder a ella, que será precisamente el aporte del modesto discurso liberal frente a la problemática de los “pueblos” y “etnias”. Una tercera variante discursiva de este movimiento indianista katarista va a ser la vertiente ya estrictamente nacional indígena. Se trata de un discurso que no le pide al Estado el derecho a la ciudadanía, sino que pone de manifiesto que deben ser los mismos indígenas quienes deben, porque quieren, ser los gobernantes del Estado. Un Estado que, precisamente por esta presencia india, tendrá que constituirse en otro Estado y en otra república, en la medida en que el Estado Republicano contemporáneo ha sido una estructura de poder levantada sobre la exclusión y exterminio del indígena. Bajo esta mirada el indígena aparece entonces no solo como un sujeto político, sino también como un sujeto de poder, de mando, de soberanía. En su etapa inicial, este discurso toma la forma de un panindigenismo, en la medida en que se refiere a una misma identidad india que se extiende a lo largo de todo el continente, con pequeñas variantes regionales. Esta mirada transnacional de la estructura civilizatoria indígena puede considerarse imaginariamente expansiva en la medida en que supera el localismo clásico de la demanda indígena; pero, al mismo tiempo, presenta una debilidad en la medida en que minimiza las propias diferencias intraindígenas y las diferentes estratégicas de integración, disolución o resistencia por las que cada nacionalidad indígena optó dentro los múltiples regímenes republicanos instaurados desde el siglo pasado. De ahí que una segunda etapa, una corriente el interior de esta vertiente indianista encabezada por Felipe Quispe y la organización Ayllus Rojos, realiza dos nuevos aportes. Por una parte, el reconocimiento de una identidad popular boliviana resultante de los siglos de mutilados mestizajes culturales y laborales en diferentes zonas urbanas y rurales. Bajo esta nueva mirada, en cambio, las formas de identidad popular bolivianas, como la obrera, hasta cierto punto la campesina en determinadas regiones, aparecen como sujetos colectivos con los cuales hay que trazar políticas de alianza, acuerdos de mutuo reconocimiento, etc. Este será el significado político de la llamada teoría de las “dos Bolivias”. El segundo aporte de este discurso es el de la especificidad de la identidad indígena aymara. El indio aymara aparece de manera nítida como identidad colectiva y como sujeto político encaminado a un destino de autogobierno, de autodeterminación. Su importancia radica en que permite centrar el discurso en ámbitos territoriales específicos, en masas poblacionales verificables y en sistemas institucionales de poder y movilización más compactos y efectivos que los de la panindianidad. De ahí que se puede afirmar que a partir de esta formación discursiva, el indio y el indianismo devienen en un discurso estrictamente nacional; el de la nación indígena aymara.


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Publicación Especial de CLACSO vidades laborales urbanas con las que periódicamente complementan sus ingresos las familias campesinas. Esto restringe la complementariedad laboral urbano rural con la que las familias campesinas diseñan sus estrategias de reproducción colectiva. Bloqueados los mecanismos de movilidad social internos y externos a las comunidades, con una migración acelerada a las ciudades en los últimos años, pero con una ampliación de la migración de doble residencia de aquellas poblaciones pertenecientes a zonas rurales con condiciones de relativa sostenibilidad productiva (que a la larga serán las zonas de mayor movilización indígena campesina), el punto de inicio de las sublevaciones y de expansión de la ideología indianista se da en el momento en el que las reformas de liberalización de la economía afecten las condiciones básicas de reproducción de las estructuras comunitarias agrarias y semi urbanas (agua y tierra). Ell deterioro creciente de la estructura económica tradicional de la sociedad rural y urbana ha dado lugar a un fortalecimiento de los lazos comunitarios como mecanismos de seguridad primaria y reproducción colectiva. La politización que hará el indianismo de la cultura, del idioma, de la historia y la piel, elementos precisamente utilizados por la “modernidad” urbana para bloquear y legitimar la contracción de los mecanismos de inclusión y movilidad social, serán los componentes palpables de una ideología comunitarista de emancipación que rápidamente erosionará la ideología neoliberal. Este indianismo cohesionará una fuerza de masa movilizable, insurreccional y electoral, logrando politizar el campo político discursivo y consolidándose como una ideología con proyección estatal. Este indianismo, como estrategia de poder, presenta en la actualidad dos vertientes: una de corte moderada (MAS-IPSP) y otra radical (MIP-CSUTCB). La vertiente moderada es la articulada en torno a los sindicatos campesinos del Chapare enfrentados a las políticas de erradicación de cocaleros. Sobre un discurso campesinista que ha ido adquiriendo connotaciones más étnicas recién en los últimos años, los sindicatos cocaleros han logrado establecer un abanico de alianzas flexibles y plurales. Reivindicando un proyecto de inclusión de los pueblos indígenas en las estructuras de poder y poniendo mayor énfasis en una postura antiimperialista, esta vertiente puede ser definida como indianista de izquierda por su capacidad de recoger la memoria nacional-popular, marxista y de izquierda formada en las décadas anteriores, lo que le ha permitido una mayor recepción urbana, multisectorial y plurirregional a su convocatoria, haciendo de ella la principal fuerza político parlamentaria de la izquierda y la principal fuerza electoral municipal del país. Por su parte, la corriente indianista radical tiene más bien un proyecto de indianización total de las estructuras de poder político. Si bien la temática campesina siempre está en el repertorio discursivo de este indianismo, todos los elementos reivindicativos están ordenados y direccionados por la identidad étnica (“naciones originarias aymaras y quechuas). Por ello, esta corriente se ha consolidado sólo en el mundo estrictamente aymara, urbano rural, por lo que puede ser considerada como un tipo de indianismo nacional aymara.

Pese a sus notables diferencias y enfrentamientos, ambas corrientes comparten trayectorias políticas similares: a) Tienen como base social organizativa los sindicatos y comunidades agrarias indígenas. b) Los “partidos” o “instrumentos políticos” parlamentarios resultan de coaliciones negociadas de sindicatos campesinos y, en el caso del MAS, urbano populares, que se unen para acceder a representaciones parlamentarias, con lo que la triada “sindicato-masapartido”, tan propia de la antigua izquierda, es dejada de lado por una lectura del “partido” como prolongación parlamentaria del sindicato. c) Su liderazgo y gran parte de su intelectualidad y plana mayor (en mayor medida en el MIP), son indígenas aymaras o quechuas y productores directos, con lo que la incursión en la política toma la forma de una autorrepresentación de clase y étnica simultáneamente. d) La identidad étnica, integracionista en unos casos o autodeterminativa en otros, es la base discursiva del proyecto político con el que se enfrentan al Estado e interpelan al resto de la sociedad, incluido el mundo obrero asalariado. e) Si bien la democracia es un escenario de despliegue de sus reivindicaciones, hay una propuesta de ampliación y complejización de la democracia a partir del ejercicio de lógicas organizativas no liberales y la postulación de un proyecto de poder en torno a un tipo de cogobierno de naciones y pueblos.

* Este artículo fue publicado en la revista Barataria Nº 2, marzoabril 2005, El Juguete Rabioso (Edición Malatesta: La Paz). ** Álvaro García Linera nació el 19 de octubre de 1962 Cochabamba, Bolivia. Realizó sus estudios básicos en su país natal, luego viaja a México donde cursa la Carrera de de Matemáticas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En 1985 regresa a Bolivia donde se relaciona con grupos de trabajadores mineros e indígenas y se embarca en el proyecto político de un gobierno indígena de liberación de los pueblos. En 1992 fue detenido y encarcelado durante 5 años por su participación en la estructura de mando del Ejército Guerrillero Tupak Katari (EGTK). Desde el año 1997 para adelante, se dedica a la docencia y a la investigación social, dicta cátedra en varias universidades de su país y es invitado como profesor visitante a dar conferencias en varias universidades de Francia, España, México y Argentina. En el año 2004 recibió el premio en Ciencias Sociales “Agustín Cueva” por la Escuela de Sociología y Ciencias Políticas de la Universidad Central del Ecuador. Ha publicado en varios idiomas decenas de ensayos, artículos académicos e investigaciones y libros. Entre las más recientes destacan: “Lucha por el poder en Bolivia”, en Horizontes y límites del Estado y el poder (Muela del Diablo Editores: La Paz, 2005); Estado multinacional (Editorial Malatesta: La Paz, 2005); Sociología de los movimientos sociales en Bolivia (Diakonia/Oxfam G.B., Plural: La Paz, 2004); y “Los impactos de la capitalización: Evaluación a medio término”, en: Diez años de la capitalización, Luces y Sombras (Delegación presidencial para la revisión y mejora de la capitalización: La Paz, 2004). Participa en la contienda electoral del 2005 compartiendo formula con Evo Morales. El 21 de enero del 2006 asume la vicepresidencia de Bolivia. http://www.vicepresidencia.gob.bo/Vicepresidente

MARTÍN CHAMBI.

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N O V E D A D E S Construcción imaginaria de la desigualdad social Ana Wortman

Realizar estudios sobre la realidad social argentina constituye permanentemente un desafío para las ciencias sociales. Cuando la presente investigación fue pensada, si bien la Argentina se encontraba atravesando una profunda y larga crisis social, aún existía el velo de la hegemonía impidiendo que fuera tema del conjunto de la sociedad: “no se veía”. Sólo era tematizada por especialistas, una minoría política y algunas organizaciones alternativas de trabajadores.

E D I T O R I A L E S

D E

Género, familias y trabajo: rupturas y continuidades Desafíos para la investigación política María Alicia Gutiérrez [compiladora]

La familia percibida como espacio privilegiado de la reproducción es un producto de la modernidad occidental cuyos rasgos se afianzan con el desarrollo del capitalismo y la emergencia de la burguesía. Con los cambios actuales, la idea de familia se ve confrontada a importantes desafíos en nuevos contextos sociales, políticos, económicos y culturales que se expresan como una colisión de intereses entre amor, familia, trabajo y libertad personal.

W W W . C L A C S O . O R G

C L A C S O Repensar la teoría del desarrollo en un contexto de globalización Homenaje a Celso Furtado Gregorio Vidal Arturo Guillén R. [coordinadores]

El desarrollo, tal como ha planteado Celso Furtado en sus trabajos, es un proceso no solamente de transformación de estructuras sino de invención; es decir, comporta un elemento de intencionalidad […] cuando el proyecto social da preeminencia a la efectiva mejoría de las condiciones de vida de la población, el crecimiento sufre una metamorfosis y se convierte en desarrollo.


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Los costos de un crecimiento irresponsable

por Oswaldo de Rivero*

China: del milagro económico al desastre ecológico La China tiene hoy el record mundial del crecimiento económico pero también el de la contaminación del aire y del agua. Millones de chinos beben y respiran agua y aire contaminados y cientos de

miles se enferman. Esta situación ambiental catastrófica está provocando crecientes protestas que preocupan a la dirigencia comunista de este país.

Hoy la mayoría de las noticias internacionales solo describen una China, cuando en realidad, existen dos. La descrita es la del milagro económico, la que recibe la mayor parte de la inversión extranjera del mundo, la que produce el 80% de la producción nacional, la que ha hecho emerger una nueva clase media de 200 millones y una élite muy rica. La otra China, de la que casi no se habla, es un país de unos 900 millones de campesinos y trabajadores con muy bajos ingresos, con unos 100 millones de desempleados y sumergido en un desastre ecológico sin precedentes, que, según el viceministro Pan Yue, Jefe de la Administración del Medio Ambiente (SEPA): “Puede hacer terminar pronto el milagro económico porque el medio ambiente ya no puede seguirle el paso” (1) Replicando el “Modelo California” Hoy, el modelo de expansión urbana de California es el paradigma global de urbanización y desarrollo. Consiste en un crecimiento insostenible de las ciudades que destruye tierras agrícolas, biodiversidad, devora insaciablemente agua, alimentos, petróleo, hace del automóvil privado el rey del transporte y lanzan enormes cantidades de gases hacia la atmósfera que contaminan el aire y recalientan el clima del planeta. (2) La China está replicando este modelo insostenible pero con cuatro peligrosas desventajas frente a California. Tiene mucho más población, más escasez agua, menos producción agrícola per-capita y, en vez de petróleo, usa el carbón, una energía mucho más contaminante. Estas desventajas están produciendo en China un peligroso desequilibrio físicosocial entre la población y los recursos. Frente a una población urbana que crece a la increíble tasa de casi 6% (unos 30 millones al año) un tercio del suelo sufre erosión y está inhabilitado para la agricultura, el 75% de los ríos y los lagos están contaminados, también el 90% de las fuentes subterráneas del agua. Hoy, unas 400 ciudades tienen escasez de agua y casi todas ellas sufren una de las peores contaminaciones del aire y del agua en el mundo. (3) A pesar de este desequilibrio entre población y recursos, la China continúa con la más grande expansión urbana que registra la historia reciente, construyendo cada año 2,5 billones de metros cuadrados de espacios comerciales y residenciales, superando la construcción urbana de los Estados Unidos y de Europa. El número de las ciudades chinas se ha cuadriplicado, cerca de 700 nuevas ciudades han brotado y se han expandido las existentes. La población urbana de China se ha triplicado, es ahora de 560 millones, es decir, el 40% del total de la población. Se espera que de aquí hasta el 2030 unos 400

*EMBAJADOR. MIEMBRO DEL CONSEJO EDITORIAL DE LE MONDE DIPLOMATIQUE, ED. PERUANA. DOS VECES EMBAJADOR DEL PERÚ EN LA ONU (GINEBRA Y NUEVA YORK). AUTOR DE NUMEROSAS PUBLICACIONES.

ANDY WARHOL (1928-1987), Mao, 1972.

Olimpiadas de Beijing: Record de extravagancia acuática Mientras que unas 400 ciudades chinas sufren escasez de agua y las granjas, alrededor de Beijing, tienen este recurso severamente racionado, una vecina de esa capital, la escritora, Dai Ping, cuyos obras han sido prohibidas en China, narra con fina ironía, en el New York Review of Books (*), cómo se está construyendo en Beijing, para maravillar a los espectadores de las Olimpiadas, un vasto lago, un Parque Acuático y la más grande fuente del mundo, con un poder hídrico para lanzar un chorro de agua a mas de 134 metros de altura. Recientemente, las autoridades chinas han hecho conocer que Beijing, durante los Juegos Olímpicos, gozara de un suministro de agua sin precedentes. Todos los habitantes comunes y corrientes de Beijing podrán, por primera vez, gozar de agua potable en cantidades norma-

les, pero este goce será solo por la duración de las Olimpiadas; luego volverá la escasez con un consumo anual por persona equivalente a tan solo un treintavo del consumo promedio mundial de agua. La intención de disfrazar a la sedienta Beijing de maravilla líquida, con un parque acuático, con un lago artificial, con la fuente más grande del mundo y con un suministro de agua tan solo temporal, es el primer record que se ha batido en esa ciudad, que no ha sido olímpico, sino de extravagancia en el trato de la grave escasez de agua que sufren esa ciudad y cientos de otras en ese gran país. ◆ (*) Dai Ping “The Thirsty Dragon at the Olympics. (El Dragon Sediento en las Olimpiadas) New York Review of Books. December 6 2007.

millones de habitantes rurales se muevan a las ciudades convirtiendo a la China en un país totalmente urbanizado. (4) La imitación del modelo California ha hecho crecer el parque automotriz de China 130 veces y obligado a construir miles de parqueaderos y cerca de 100 mil kilómetros de autopistas. También, el viceministro Pan Yue, considera que si la China sigue imitando el modelo californiano y de cada dos chinos uno llega a tener un automóvil, habrían 600 millones de autos en China, es decir, más autos que los 540 millones que existen hoy en todo el mundo. Las autopistas, parkings y las estaciones de servicios que requerirían esta colosal cantidad de automóviles consumirían la poca escasa tierra agrícola que quedaría en este país (5) Lo más alarmante de esta expansión urbana es la falta de un recurso tan vital como el agua. Hoy, dos tercios de las casi 700 ciudades chinas sufren escasez de agua y unas 110 tienen severos cortes. (6) Muchas ciudades están absorbiendo la poca agua con que cuenta la China para producir alimentos. En consecuencia, China está perdiendo seguridad alimentaría y se está convirtiendo en una suerte de Gargantúa cuya demanda voraz de alimentos contribuye a elevar los precios internacionales de estos vitales productos. En China, el agua no solo es escasa, sino que, además, sufre una colosal contaminación. Cerca de 700 millones de chinos toman hoy agua contaminada con deshechos animales y humanos y unos 190 millones sufren enfermedades, como consecuencia de ello. (7) En China las dos terceras partes de los desagues no son tratados. Los dos más grandes ríos de China, el Yangtze y el Amarillo, que son sus más importantes fuentes de agua, reciben el 40% de los desagues. También China vierte 2,8 billones de toneladas de aguas contaminadas al Pacifico, siendo así el mayor contaminante de este Océano. (8) Hoy, el aire de las ciudades chinas es uno de los más contaminados del mundo. Solo el 1% de 560 millones de los habitantes urbanos respiran aire limpio. Según la SEPA, las muertes prematuras por contaminación del aire alcanzan 400 mil al año, pero según el Banco Mundial, que ha revisado las cifras con SEPA, serían unos 750 mil, una verdadera hecatombe que el gobierno chino no ha querido publicar por el “impacto social” que tendría. (9) La principal causa de esta contaminación del aire es el uso excesivo de una energía muy contaminante como es el carbón. Se puede afirmar que el gran crecimiento del PNB de China en los últimos treinta años es producto del carbón. Esta energía sucia constituye el 70% de la energía que consume China y no hay asomo de que esta situación cambie en el futuro. La demanda de carbón es tal que se duplicará al fin de este año, en vez del 2020, como se había previsto. Al lado del carbón,


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debido a la gran expansión del parque automotriz, China utiliza cada vez más petróleo, otra energía contaminante, cuya demanda ha crecido un 100%, contribuyendo, así, a contaminar aún más el aire de las ciudades. (10) La mayoría de las ciudades chinas están envueltas en una nube marrón-gris tóxica que también se comienza a exportar. Las partículas de dióxido de carbono y sulfuro que integran esta nube ya están presentes en Corea, Japón, Alemania y el Mediterráneo. Según el Journal of Geophysical Research, también han pasado el Pacífico y se encuentran ahora en el aire de California. Por otro lado, la Agencia Holandesa del Medio Ambiente afirma que, a fin de este año, la China destronará a los Estados Unidos como el primer emisor de gases que recalientan el clima planetario. (11) Convirtiendo la contaminación en protesta social La mega-devastación del medio ambiente que produce el milagro chino ha terminado siendo el fulmínate de inesperadas protestas sociales. En el año 2005, hubo 51,000 protestas, unas 1000 por semana. También las quejas escritas a las autoridades están creciendo a un ritmo del 30% y han llegado a cerca de 400 mil en el 2007. La gente está comenzando a tomar las calles para protestar por la mala calidad del agua o del aire y por el desalojo de campesinos o vecinos de las ciudades como resultado de la voraz expansión urbana. (12) El partido comunista chino está preocupado por el incremento de las protestas. Temen que se mezclen con la frustración y resentimiento que existen por el desempleo y la desigualdad social y provoquen, con el tiempo, grandes turbulencias sociopolíticas. Los altos dirigentes chinos han terminado por admitir que el masivo deterioro del medio ambiente es un serio problema y han inyectado en su discurso político una nueva retórica ecológica. El primer ministro Wen Jibao, durante su último mensaje anual a la nación, hizo cerca de 48 referencias a la protección ambiental. (13) Este cambio del gobierno central chino ha servido para impulsar nueva legislación ambiental. La SEPA, inclusive, ha ido más allá y concluido que este crecimiento depredador ha llegado casi al límite y se necesita un nuevo modelo de crecimiento. Dentro de esta percepción el presidente de la China, Hu Jintao, presentó un ambicioso proyecto conocido como el PNB Verde, un nuevo modelo de crecimiento que tomaría en cuenta el costo de la destrucción ambiental. A pesar de esta nueva retórica, las medidas necesarias para mejorar la calidad del agua y del aire, que son los dos flagelos ambientales que afligen a China, han

quedado en el papel. Sólo se han tomado medidas drásticas en Beijing por la presión de las Olimpiadas. Tampoco se ha puesto en práctica el PNB Verde del presidente Hu Jintao porque, si se hubiera hecho, el crecimiento del 10% del PNB de 2007 se hubiera reducido al 7%. Según un abogado ambientalista chino, sólo se está cumpliendo el 10% de las leyes ambientales debido a que las autoridades locales las ignoran y se coluden con muchas empresas. (14) Se podría decir que todo el sistema burocrático y no menos corrupto chino sigue dando muy poco valor al medio ambiente y es, más bien, adicto a un crecimiento económico tóxico y depredador. Así, el PNB Verde del presidente Hu Jintao sigue siendo color marrón-gris y no será verde mientras no haya un cambio democrático en China. La catástrofe ecológica de China nos

muestra que no se puede lograr una protección ecológica eficaz con un socialismo con “características chinas”, una mezcla de autoritarismo comunista con capitalismo primario que trata al medio ambiente como una materia prima más. También, los graves daños ecológicos del milagro chino nos enseñan que la sociedad de gran consumo, el modelo California, no puede replicarse por los 1,300 millones de habitantes de China, ni tampoco por los restantes 4 mil millones de los demás países en desarrollo, porque para replicarlo necesitarían un planeta adicional. Finalmente, este desastre ecológico confirma que, para saber adonde va la China y el mundo, se necesita hoy conocer más ecología que economía e interesarse más por la calidad del aire y del agua que del crecimiento “milagroso” del PNB. ◆

Base energética China Antes de arribar a una definición puntual sobre los componentes del patrón energético chino, y las consecuencias de su uso, en la ruptura del equilibrio del sistema ecológico, es preciso conocer cuáles son los recursos extractivos con los que cuenta este país-continente. En efecto, el potencial primario de China (que es vasto y complejo tanto por la producción como por las reservas), le permite contar con una estructura extractiva diversificada, que se mueve entre el magnesio, el manganeso, el plomo, el zinc y los fosfatos, cuando no entre el hierro, el antimonio, el mercurio y el estaño. Sin embargo, el corazón del patrón energé*SINÓLOGO PERUANO, CONSULTOR INTERNACIONAL.

1. Elizabeth C. Economy, Foreign Affairs, setiembre-octubre 2007, The Great Leap Backward? 2. Oswaldo de Rivero, El Mito del Desarrollo. FCE 2005 3. Ibid y Agencia China de Noticias Xingua. 4. Ibid. 5. Oswaldo de Rivero, Op. cit. p. 202. 6. Elizabeth C. Economy, Op. cit. 7. Ibid. 8. The Guardian UK. 18-7-207 9. Joseph Kahn and Jim Yardley. New York Times, 16-9-2007. 10. Elizabeth C. Economy, Op. cit. 11. The Spiegel Online, 1-2-2007. New York Times, Op.cit. 12. New York Times, Op. cit. 13. Ibid. 14. Elizabeth C. Economy, Op.cit.

por Jorge Minaya Vizcarra* tico chino, está sustentado en una tríada: el carbón, el petróleo y el gas natural; siendo el primero el de mayor abundancia y la principal fuente de energía; en efecto, las reservas probadas de carbón le aseguran a China diez siglos de consumo, con un volumen comparable al existente en Estados Unidos o en la ex Unión Soviética (su producción llega a 1.667 millones de toneladas anuales). Ahora bien, el correlato de esta abundancia hullera (el carbón representa el 70% de sus necesidades energéticas primarias), se expresa en dos consecuencias puntuales para el mundo sínico: en una expansión de la economía que alcanza ya las tres décadas, y en una terrible ruptura del orden ecológico con unos niveles de contaminación sin

precedentes en la historia China. Ciertamente, las emisiones de dióxido de carbono superan los 800 millones de toneladas (segundo puesto mundial), y las de dióxido de azufre se estiman en unos 200 millones de toneladas (primer puesto mundial). Finalmente, y como no podía ser de otra manera, el impacto en el medio ambiente de esta estructura energética de consumo creciente y basada en el carbón es sustancial: el 30% de la superficie total del país sufre lluvia ácida, que afecta a ciento diecisiete ciudades; el agua y toda la cadena alimenticia han sido devastadas, lo que hace que 16 de las 25 ciudades más contaminadas del mundo estén en China. ◆

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Menos atentados y reveses para Al-Qaeda en Irak

por Alain Gresh*

¿Ganará la guerra Estados Unidos? Al adoptar nuevas tácticas de contrainsurgencia, incluida la utilización de antropólogos, el ejército de Estados Unidos ha logrado algunos éxitos en Irak. Fundamentalmente, disminución de atentados contra los ocupantes. John McCain, el candidato republicano en las elecciones

presidenciales de noviembre, llegó a declarar que Estados Unidos estaba ganando la guerra. Pero este triunfalismo es ante todo una cortina de humo tras de la cual el presidente George W. Bush trata de perpetuar la presencia estadounidense en la Mesopotamia.

GEORGE WALKER BUSH.

“Aunque el enemigo siga siendo peligroso y quede trabajo por hacer, la movilización (surge) (1) estadounidense e iraquí obtuvo resultados que pocos hubiéramos imaginado hace solamente un año (aplausos). Cuando nos reunimos el año pasado, muchos pensaban que era imposible contener la violencia. Un año después, los ataques terroristas de gran envergadura disminuyen, las muertes de civiles también, así como las matanzas religiosas”. (...) “Cuando nos reunimos el año pasado, Al-Qaeda tenía santuarios en numerosas regiones de Irak, y sus dirigentes proponían a nuestras fuerzas un camino seguro para abandonar el país. Hoy, es Al-Qaeda la que busca un camino seguro (para huir)”. Este es el panorama de la guerra iniciada hace cinco años en Irak que trazaba el presidente George W. Bush, en su último discurso sobre el Estado de la Unión, pronunciado en el Congreso el 28 de enero de 2008. Sería tentador descalificar esta perorata con un encogimiento de hombros, a tal punto esta administración engañó a la opinión pública, manipuló los hechos, alteró *DIRECTOR ADJUNTO DE LE MONDE DIPLOMATIQUE, PARÍS.

los datos... Un estudio reciente confirmó además que, entre el 11 de septiembre y el comienzo de la guerra, Bush y seis de sus más estrechos colaboradores habían mentido en... 935 oportunidades, a propósito del peligro que representaba Irak para Estados Unidos (2). Esta vez, sin embargo, las declaraciones del anfitrión de la Casa Blanca, reco-

2006 (130 en mayo de 2007) a una veintena a fines del año pasado. Los ataques de gran envergadura (coches bomba, atentados suicidas, etc.) cayeron de 130 en junio de 2007 a 40 en diciembre de 2007. Finalmente, mientras que en diciembre de 2006 se asesinaba a 2.200 personas en actos de violencia interétnica (esencialmente entre sunnitas y chiitas), esta cifra

No existe ningún poder central que pueda “sacar ventaja” de los logros estadounidenses. gidas y amplificadas por los medios de comunicación y por algunos responsables estadounidenses incluso demócratas, parecen basarse en datos sólidos. Según un informe estadounidense (3), en dos años el número de víctimas de muerte violenta entre los civiles iraquíes descendió de un máximo de 3.000 en noviembre de 2006 a 700 en diciembre de 2007; y entre los soldados de la coalición, de un promedio de 100 por mes a fines de

caía aproximadamente a 200 en noviembre de 2007. Estos logros llevaron a la administración a anunciar una retirada gradual de 5.000 soldados por mes, retirada que en parte ya comenzó: las fuerzas estadounidenses pasarían de un máximo de 170.000 soldados a 130.000 de aquí al verano boreal. Sin embargo, a fines de 2006, la situación de las tropas estadounidenses en Irak parecía seriamente comprometida,

y la presión de la opinión pública a favor de una rápida retirada era considerable, tal como lo confirmaba la victoria de los demócratas en las elecciones legislativas de noviembre. La comisión bipartita presidida por el ex secretario de Estado James Baker y por la ex presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados Lee Hamilton, emitía una opinión muy severa sobre la política de Washington. Proponía un cambio de rumbo, una retirada gradual del ejército estadounidense, así como la apertura de un diálogo con Siria e Irán, y el tratamiento del problema palestino. Pero, contra viento y marea, el presidente Bush se negaba a ceder. Tomaba otro camino, el que preconizaba un informe de la fundación de derecha American Enterprise Institute. El texto, titulado “Choosing victory: a plan for success in Iraq” (“Elegir la victoria: un plan para triunfar en Irak”), preparado por Frederick Kagan, una de las plumas neoconservadoras, y por el general retirado Jack Keane, preconizaba, a diferencia de la comisión BakerHamilton, el envío de tropas adicionales y su concentración en la región de Bagdad con el fin de restablecer el orden.


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Creciente fragmentación social ¿Fue acertada esta decisión, como pretendía Bush en su discurso sobre el Estado de la Unión? La llegada de 30.000 soldados mejoró indudablemente la seguridad en la capital. La construcción de muros para separar los barrios sunnitas y chiitas y reducir las fricciones religiosas, la multiplicación de los puntos de control (se registran 100.000 bloques de cemento en Bagdad y sus alrededores sobre las vías de circulación), etc., lograron la disminución del número de atentados. Las comparaciones son odiosas, pero cabe señalar que, al movilizar sus fuerzas, el ejército francés ganó la batalla de Argel en 1957, lo que no le impidió perder la guerra... Otros dos elementos favorecieron la disminución de la violencia en Irak. El primero, el alto el fuego unilateral decretado por Moktada Al-Sadr, en agosto de 2007 (4). El ejército del Mahdi, la más poderosa de las milicias del país, representa a los chiitas más pobres. Lo impulsa un fuerte nacionalismo, una persistente desconfianza hacia los dirigentes iraníes, y una hostilidad inquebrantable a la presencia estadounidense. Pero este alto el fuego sigue siendo inestable, en la medida en que los objetivos de Al-Sadr y los de Estados Unidos son contradictorios. El segundo elemento, el más determinante en la disminución de los ataques, fue el acercamiento entre la comunidad sunnita y Estados Unidos, acercamiento que se aceleró en la primavera boreal de 2007 y que tiene dos aristas: por un lado, el ocupante financió ampliamente a las tribus para obtener su adhesión; por el otro, celebró acuerdos con grupos de resistencia anti-estadounidenses. Dicho movimiento, que algunos llaman Al Sahwa (“Despertar”) y que Washington denomina, de manera extravagante, “Concerned Local Citizens” (“Ciudadanos locales involucrados”), agrupa a varias decenas de miles de hombres armados (con seguridad 60.000). Las motivaciones de estos últimos

son diversas: primero y sobre todo, el rechazo de Al-Qaeda, de su extremismo, de su voluntad de imponer un “Estado islámico” con un rigorismo a ultranza, y cuyos objetivos “mundiales” no comparten; por otra parte, estos grupos buscan, en la alianza táctica con Estados Unidos, un contrapeso al “peligro chiita”; finalmente, el dinero es un poderoso estimulante para los jefes tribales. Los resultados de este “viraje” están allí, tal como lo señala el periodista Patrick Cockburn: la ciudad de Fallujah, “muchos de cuyos edificios permanecen en ruinas

desde que fue tomada por asalto por los marines en noviembre de 2004, es mucho más pacífica que hace seis meses. Los combatientes de Al-Qaeda que dominaban la ciudad la abandonaron, o mantienen un perfil bajo” (5). Pero esta alianza insólita sigue siendo frágil. Primero, porque los grupos de resistencia asociados a Estados Unidos son profundamente hostiles al proyecto estadounidense y a toda presencia permanente de sus tropas. Segundo, porque estos movimientos sunnitas armados se oponen al

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gobierno central, dominado por partidos chiitas, tal como lo demuestran los múltiples enfrentamientos en Bagdad y otras zonas sunnitas entre las milicias “aliadas” a Estados Unidos y la policía (o el ejército) iraquí, de mayoría chiita (6). No existe ningún poder central que pueda “sacar ventaja” de los logros estadounidenses. El pacto entre Estados Unidos y las milicias sunnitas agravó la desagregación de la autoridad. La “limpieza religiosa” en numerosas regiones, entre ellas la capital Bagdad, se aceleró, contribuyendo –con el debilitamiento de AlQaeda, la adhesión de grupos armados sunnitas y la compartimentación de los barrios mediante la construcción de muros– a una disminución de los enfrentamientos interreligiosos. Sin embargo, esta separación no aportó una mayor estabilidad a nivel regional o local. Ninguna de las tres grandes “comunidades”, chiita, sunnita y kurda, representa un conjunto homogéneo. El Kurdistán mantiene su “autonomía”, pero sigue profundamente dividido entre la zona controlada por el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) y la que se encuentra bajo la hegemonía de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), al tiempo que el poder de estos dos partidos se ve cuestionado por el crecimiento de grupos kurdos islamitas. En el Sur, la rivalidad entre el ejército del Mahdi y el Consejo Supremo Islámico de Irak de Abdelaziz AlHakim es fuerte. A nivel local, las milicias que hacen imperar el “orden” funcionan según una lógica predadora en detrimento de la población. El gobierno central ve su autoridad reducida a la “zona verde” de Bagdad, esa inmensa fortaleza protegida por los marines. Incalculable costo humano Para favorecer la reintegración de los sunnitas, Estados Unidos presionó a las autoridades, y en enero y febrero el Parlamento iraquí aprobó tres leyes. La primera está relacionada con la “desbaasización”


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(que el procónsul estadounidense Paul Bremer había impuesto desde la “liberación”, en 2003, y que Estados Unidos considera actualmente perjudicial); la segunda preve una amnistía parcial para las decenas de miles de prisioneros (en su gran mayoría, sunnitas); la tercera fija las prerrogativas de los poderes locales y su elección el 1 de octubre próximo, lo cual podría devolver a los sunnitas un papel más importante en las regiones donde son mayoría o en zonas mixtas (habían boicoteado los escrutinios de enero de 2005).

Sin embargo, la implementación de estas decisiones será difícil, a tal punto es viva la animosidad entre las fuerzas políticas, y débil el imperio de la ley. Por ejemplo, el vicepresidente (sunnita) Tariq AlHashimi se negó a firmar la ley sobre la “desbaasización” porque, a diferencia del objetivo proclamado, podría permitir que se sigan expulsando del aparato de Estado a antiguos miembros del Baas. ¿Quién está ganando la guerra en Irak? En todo caso, los iraquíes no. Sin duda, será imposible calcular el costo

humano de la guerra, y resulta significativo que no se haya hecho ningún esfuerzo serio para contabilizar los muertos iraquíes, mientras que se conoce, en detalle, el número de soldados estadounidenses caídos en combate (3.967 al 20 de febrero de 2008). Sólo nos quedan las estimaciones que convergen en un punto, la amplitud del desastre. Un reciente informe realizado por una empresa británica, Opinion Research Business (ORB), y basado en entrevistas personales a 2.414 adultos, afirma que el 20% de estas personas tuvieron al menos

La antropología, un arma de los militares En operaciones desde hace varios años, el programa Human Terrain Systems (HTS) fue considerablemente reforzado por el ejército estadounidense en septiembre de 2007 (1). Se contrataron antropólogos que fueron directamente integrados (“embedded”) en unidades de combate al nivel de las brigadas y divisiones en Irak y Afganistán. Se encargan de asesorar a los comandantes sobre las acciones culturales que se lleven a cabo en el terreno. Administrado por la empresa privada BAE System (2), el programa HTS tiene como objetivo brindar a los militares que confrontan situaciones potencialmente violentas información que les impida interpretar erróneamente los actos de la población local, y les permita analizar las situaciones en las que se encuentran. En un artículo del 5 de octubre de 2005, The New York Times alabó los méritos del contingente de antropólogos involucrado en una importante operación destinada a reducir los ataques contra los soldados estadounidenses y afganos. Tras haber identificado una cantidad importante de viudas en la zona estudiada, los antropólogos presumieron que los jóvenes familiares de dichas viudas podían sentirse obligados a apoyarlas materialmente y por ende a unirse, por necesidad económica, a los insurgentes que pagan a los combatientes. Un programa de formación profesional para estas viudas permitiría reducir el número de ataques. El programa HTS generó preocupación en muchos antropólogos, en la medida en que recordaba tristes antecedentes. Lanzado en 1965, el proyecto Camelot, de corta duración, los había contratado para evaluar las causas culturales de la violencia. Se utilizó a Chile como terreno de experimentación cuando la Central Intelligence Agency (CIA) trataba de impedir que el socialista Salvador Allende accediera al poder. El segundo proyecto, bajo el nombre de Civil Operations and Revolutionary Development Support (CORDS), tenía como misión coordinar los programas civiles y militares estadounidenses de “pacificación” en Vietnam. Su objetivo era establecer una “cartografía humana” del terreno que permitiera identificar –y por ende designar como potenciales blancos– a las personas y los grupos sospechados de apoyar a los comunistas vietnamitas. Se sabe con certeza que en el curso de esa operación se utilizó la investigación antropológica. Al igual que el juramento hipocrático que suscriben los médicos, los antropólogos poseen un código de deontología que estipula que su actividad no debe en ningún caso perjudicar a las poblaciones estudiadas, y que éstas deben “aceptar con conocimiento de causa” su participación en las actividades de investigación. Este

*PROFESOR, PRESIDENTE DE LA FACULTAD DE ANTROPOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE MINNESOTA, MINNEAPOLIS, Y PRESIDENTE DE LA SECCIÓN MEDIO ORIENTE DE LA ASOCIACIÓN AMERICANA DE ANTROPOLOGÍA.

requisito resulta evidentemente imposible en condiciones de combate. Mucha gente en el mundo ya considera a estos especialistas como espías, incluso cuando realizan investigaciones en un marco normal. Ciencia y contrainsurgencia. En septiembre de 2007, un grupo de universitarios creó una red, la Network of Concerned Anthropologists (3), inspirada por físicos que se habían opuesto a la Guerra de las Galaxias,

programa estadounidense de defensa antimisilístico lanzado en 1983 por el presidente Ronald Reagan. Redactó un proyecto de “compromiso de no participación en la contrainsurrección”. Uno de sus fundadores, David Price, de la St Martin’s University de Lacey (Washington), aclara: “No todos estamos necesariamente en contra de trabajar con el ejército, pero nos oponemos a todo lo relacionado con la contrainsurgencia, o a todo lo que constituye una violación de las normas deontológicas de la investigación. Solicitamos que nuestros colegas declaren que no quieren utilizar la antropología con ese fin” (4). En octubre de 2007, el Consejo Ejecutivo de la Asociación Americana de Antropología publicó una enérgica declaración que, si bien no prohibía explícitamente la participación en el proyecto HTS, advertía a todos sus miembros sobre la posible violación del código de deontología de la profesión que ese proyecto generaba. En la reunión anual de la Asociación en Washington,

un muerto en su familia y estima en 1 millón las muertes provocadas, directa o indirectamente, por la guerra entre el 19 de marzo de 2003 y el verano boreal de 2007. Un estudio de la Universidad Johns Hopkins, publicado por la revista médica Lancet en octubre de 2007, había estimado 650.000 muertos. La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, anunciaba en un comunicado del 9 de enero de 2008 que 151.000 iraquíes habían muerto de manera violenta entre el comienzo de la guerra y junio de 2006.

por William O. Beeman* en noviembre de 2007, estas actividades estuvieron en el centro de una controversia que sigue haciendo furor. Durante la sesión titulada “The Empire Speaks Back: US Military and Intelligence Organization’s Perspectives on Engagement with Anthropology” (El Imperio responde: perspectivas de los militares y los servicios de información estadounidenses sobre sus relaciones con la antropología), los defensores y los adversarios del programa se enfrentaron ante una concurrida asamblea. Los participantes que habían colaborado con el ejército intentaron convencer a sus colegas del efecto saludable de su trabajo, que habría ayudado a transformar las actitudes de los militares y hacerlos más sensibles a las diferencias culturales. Los escépticos estimaron que quienes colaboran con el ejército pecan de ingenuidad en cuanto a la utilización de sus investigaciones. Esta viva controversia condujo a una resolución que, si fuera ratificada por todos, podría reforzar el código de deontología profesional y prohibir toda actividad de investigación secreta para servicios de inteligencia. Uno de los principales defensores de la cooperación con el ejército es la Dra. Montgomery McFate, antropóloga de Yale University, y miembro del US Institute for Peace. En un seminario realizado el 10 de mayo de 2007, McFate presentó un plan que contribuyó a la implementación del proyecto HTS. Según ella, el ejército gasta poco en la investigación en ciencias sociales, la cual podría resultar crucial para el éxito de las operaciones militares. Con el fin de llenar el vacío de conocimientos, recomendó la creación de un amplio programa de investigación en ciencias sociales, que implica la construcción de una base de datos socioculturales, gracias a la creación de una oficina central de saber cultural. Para la profesión, ninguno de los esfuerzos de investigación defendidos por McFate plantea dificultades. Sin embargo, cuando el conocimiento se utiliza como un arma en los combates sobre el terreno, la situación se vuelve más problemática. Es precisamente esta tenue frontera entre un buen y un mal uso de la antropología la que sigue generando interrogantes. ◆

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Según un artículo publicado en el sitio de la BBC, “US army enlists anthropologists” (16-10-07), se destinaron 40 millones de dólares al proyecto. Un antropólogo enviado al terreno costaría 400.000 dólares por año. En: http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/7042090.stm La empresa fue creada por British Aerospace y Marconi Electronic System. Hay más información de interés en el sitio de la organización: http://concerned.anthropologists.googlepages.com/ Entrevista en la radio Democracy Now, 13-12-07.


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Este deterioro de la seguridad viene acompañado de un deterioro de la vida cotidiana. No sólo la producción de petróleo no superó su nivel de antes de la guerra, sino que sigue habiendo cortes de electricidad varias horas por día, el 70% de la población no tiene acceso directo al agua potable, los hospitales no están equipados, los médicos emigraron, etc. Y la cantidad de refugiados y personas desplazadas ronda los 4 millones; el mayor desastre regional desde la guerra de Afganistán de la década de 1980. ¿Quién está dispuesto a escuchar este sufrimiento de los iraquíes? Tal como lo informa Michael Massing en New York Review of Books, el grupo de prensa estadounidense McClatchy instaló una oficina en Bagdad y creó un blog llamado “Inside Iraq” para escuchar a los ciudadanos comunes, iraquíes que no interesan verdaderamente a la prensa estadounidense (7). Menos aun cuando la disminución de muertes de soldados generó una reducción de la cobertura de la guerra por parte de los medios de comunicación estadounidenses, lo que confirma la idea de “la victoria”: si la televisión no se ocupa más de ella, significa que no pasa nada... Intrusos, no liberadores Tal como explica Leila Fadel, la responsable de la oficina McClatchy en Bagdad, “los estadounidenses creen que sus soldados actúan con un buen fin. Los iraquíes no lo ven así. Ven a gente que está allí para defender sus propios intereses, y que circula en contramano por las rutas, corta el tránsito cuando quiere, a la que es mejor no acercarse demasiado para no ser asesinado”. Uno de los participantes del blog “Inside Iraq” relató el ingreso de soldados estadounidenses en una escuela, cómo un niño les arrojó una piedra y cómo recibió una paliza. ¿Por qué el niño tiró esa pie-

mientos nacionales de los iraquíes, su rechazo, a pesar de su odio a Saddam Hussein, de toda nueva forma de colonialismo, rechazo arraigado en una dolorosa historia y en la memoria de la prolongada ocupación británica. La Casa Blanca no escuchó a los iraquíes en 2003. ¿Está dispuesta a hacerlo hoy? Seguramente no.

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Transformación del debate 2

Los logros obtenidos por Estados Unidos en Irak estos últimos meses, por parciales que sean, permitieron disminuir la presión de la opinión pública estadounidense sobre la administración Bush a favor de una retirada de las tropas, y reducir las críticas internacionales. Pero este respiro no lleva al presidente a punto de terminar su mandato a cambiar su estrategia. Todo lo contrario. El mandato que Naciones Unidas había acordado finalmente en 2004, un año después de la guerra, a las fuerzas de la coalición –en realidad, estadounidenses (9)– vence en diciembre. La Casa Blanca no desea su renovación y busca reemplazarlo por un acuerdo bilateral (las negociaciones con Bagdad deberían concluir antes del verano boreal). Reina cierta confusión sobre la naturaleza de este acuerdo: el Senado solicita ejercer su derecho a ratificar un texto semejante; la Casa Blanca responde que el acuerdo no preverá explícitamente la participación estadounidense en la defensa de Irak o la construcción de bases permanentes; así que esa ratificación no será necesaria. Sin embargo, fue el propio presidente Bush quien, cuando firmó el presupuesto de defensa –un presupuesto récord de 515.000 millones de dólares para el año fiscal 2008 (y 575.000 millones para el año siguiente)– agregó una “aclaración”: no se sentía obligado por las restricciones previstas en el texto a no gastar dinero en el esta-

Se estiman en 1 millón las muertes de iraquíes provocadas (...) por la guerra entre 2003 y 2007. dra? “Eran soldados extranjeros. Vivimos bajo la ocupación”. Es un sentimiento ampliamente compartido entre los iraquíes, confirma Leila Fadel: “Todas las personas con quienes hablé piensan igual. No disponen de poder en su propio país”. Unos meses después de que Estados Unidos invadiera Irak, Jean-François Revel escribía: “Existe una xenofobia generalizada entre los iraquíes, al igual que en todos los países árabes. Apunta a todos los occidentales. (....) Nos encontramos ante un pueblo incapaz de gobernarse a sí mismo y que, al mismo tiempo, no quiere que los demás se ocupen de él” (8). Este eminente representante de la derecha bien pensante, ya fallecido, se indignaba de que los iraquíes no hubieran recibido a sus liberadores con flores. Pero los primeros asombrados fueron los propios dirigentes estadounidenses. Eran incapaces de comprender los senti-

sencia de las tropas estadounidenses en Irak, muestra sin embargo que, incluso en el terreno interno, Bush no está seguro de triunfar. ◆

blecimiento permanente de bases militares en Irak (10). Por otra parte, al tener Estados Unidos dificultades para lograr que el Parlamento iraquí apruebe una ley sobre el petróleo que significaría privatizar el sector, presiona al gobierno de Bagdad para que ignore la oposición de los diputados y la implemente ¡sin su aprobación! (11). Sin embargo, el nacionalismo de la Iraq Petroleum Company es, y sigue siendo, desde 1972, uno de los grandes motivos de orgullo de los iraquíes, cualquiera sea su pertenencia étnica o religiosa. En definitiva, el principal logro de Bush fue transformar el debate en Estados Unidos. En 2006, el fiasco parecía inevitable; hoy algunos disfrutan creyendo en la victoria. El presidente espera así atarle las manos a su sucesor e inducirlo a que tome el mismo camino, que sin embargo no tiene salida. Los triunfos de Barack Obama, un candidato hostil al mantenimiento de la pre-

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También puede traducirse como “incremento”. El término, aquí, significa el aumento del número de soldados estadounidenses en Irak. Charles Lewis y Mark Reading-Smith, “False Prestense”, The Center for Public Integrity, www.publicintegrity.org/WarCard/. Véase también el dossier “Cinco años de ‘guerra al terrorismo’”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, Buenos Aires, septiembre de 2006. Anthony Cordesman, “The Evolving Security Situation in Iraq: The continuing Need for Strategic Patience”, Center for Strategic and International Studies, Washington, 21-1-08. Obsérvese que las cifras de los muertos iraquíes están muy cuestionadas (véase la continuación del artículo). Las razones que llevaron a Moktada Al-

Sadr a este alto el fuego se desarrollan en “Iraq’s Civil War, the Sadrists and the Surge”, International Crisis Group, Bruselas, 7-2-08. En: www.crisisgroup.org/home/index.cfm? id=5286&l=1 5 Patrick Cockburn, “Return to Fallujah”, Counterpunch, 28-1-08. En: www.counterpunch.org/patrick01282008. html 6 “Awakening Agonistes”, Abu Aadwark, el blog de Marc Lynch, http://abuaardvark.typepad.com/abu ardvark/2008/01/awakenings-agon.html 7 “As Iraqis see it”, The New York Review of Books, 17-1-08. 8 Le Figaro, París, 8-9-03. 9 Las tropas aliadas se redujeron aproximadamente de 50.000 en 2003 a 10.000 en la actualidad. 10 Ray McGovern, “The iniquities and inequalities of War”, Counterpunch, 12-08. En: www.counterpunch.org/ mcgovern02012008.html 11 Véase “Iraq pushes ahead with oil plans”, Financial Times, 6-2-08.

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Google, Yahoo y Microsoft en busca de un modelo económico

por Hervé Le Crosnier*

Sacudidas tectónicas en internet La oferta pública de compra de Yahoo realizada por Microsoft a expensas de Google es una muestra de la batalla que libran entre sí los principales operadores del sector. Por detrás de las operaciones bursátiles, dos desafíos movilizan a los protagonistas: el control

Las tecnologías de internet inducen, al igual que otras industrias, una creciente concentración. En los sectores de los medios y la comunicación, “el efecto red” –aumento del valor de una red según el número de conexiones que permite– tiende a favorecer de manera desproporcionada al número uno (1). Una diferencia de unos pocos puntos de audiencia se traduce así en enormes diferencias en la adjudicación de los presupuestos de publicidad. Por ejemplo, antes del anuncio, en enero pasado, de la supresión de la publicidad en los canales de televisión estatales, el primer canal francés TF1 tenía cerca del 55% del mercado publicitario, con menos del 30% del total de audiencia. Ahora, desde el principio del milenio, una significativa y creciente porción de las inversiones publicitarias realizadas en los medios de difusión tradicionales (radio, televisión, prensa) se orienta a los medios en red, en especial a internet y la telefonía móvil. Según Microsoft, el mercado mundial de la publicidad en línea, estimado en 40.000 millones de dólares en 2007, debería duplicarse de aquí

a 2010 (2). Conforme al principio según el cual “el ganador se queda con todo”, gran parte de este maná beneficiará al operador con mayor audiencia. Entre Google (588 millones de visitantes únicos en diciembre de 2007), Microsoft (540 millones) y Yahoo (485 millones) (3), se enardece la batalla por captar el aumento de clientela que inclinará la balanza de los presupuestos publicitarios. Avisos personalizados Los principales operadores de internet se convierten en grandes agencias de propaganda, combinando las estrategias de un medio de comunicación, de un comprador de espacio y de un creador de campañas. Celebrado por su motor de búsqueda, Google es también el primer operador publicitario de la red *INVESTIGADOR DE LA UNIVERSIDAD DE CAEN.

de la publicidad en internet, cuyas formas cada vez más sofisticadas estimulan los apetitos de la industria, y la reactivación de la industria ofimática, en la que el advenimiento de los servicios en línea compite con el software instalado en los lugares de trabajo.

Conforme al principio según el cual “el ganador se queda con todo”, gran parte de este maná beneficiará al operador con mayor audiencia. (ver “Los mercados en disputa”). Por su parte, con la inauguración, en 2006, de un laboratorio de investigación especializado en las nuevas formas de publicidad (AdCenter Labs) (4), Microsoft indicaba la tendencia del sector: las hazañas técnicas al servicio del usuario son al mismo tiempo nuevos pretextos para una mayor rentabilidad de la industria de la influencia. Surge un modelo económico basado en dos principios. Uno, tomado de los medios tradicionales, consiste en vender audiencias masivas a los anunciantes: cuanto más visitado es un sitio, más oneroso es su espacio publicitario. El segundo principio

Su principal tarea consiste pues en organizar grandes bancos de datos con las “intenciones” de sus usuarios, para explotarlos comercialmente. Estos dos principios se corresponden con dos estrategias publicitarias. La primera apunta a utilizar el conocimiento del internauta para introducir, en las páginas visitadas, banners publicitarios adaptados, simples calcos informatizados y personalizados de las separatas publicitarias que se encuentran en los diarios. Éste es el modelo de “fortalecimiento de las marcas”, dominado por Yahoo. Al igual que en la televisión, ese tipo de publicidad se vende

consiste en comercializar una audiencia más reducida, pero hecha a medida. Ya sea que visiten un sitio, o que “naveguen” de uno a otro, los internautas dejan rastros, muchas veces sin saberlo. Compras en línea, temas de búsqueda, hábitos de navegación, autodescripción en las “redes sociales” como Facebook: cada indicio se recoge y analiza. Al conocer a los usuarios desde sus deseos hasta su pasaje al acto de compra, Google o Yahoo están en situación de ofrecer a los anunciantes una audiencia con un perfil definido y, en consecuencia, una mayor eficacia.

según el número de “banners vistos” (costo por mil o “CPM”). Su expansión requiere rastrear los distintos medios frecuentados por el lector (internet, telefonía móvil, etc.), a fin de exponerlo en cada uno de ellos a una publicidad que no le parezca intrusiva. Es comprensible que las investigaciones que apuntan a adaptar estos banners al contexto de lectura provoquen la codicia de los gigantes de internet. Durante el año 2007, Yahoo compró BlueLithium y RightMedia, dos agencias especializadas en publicidad digital y behavioral targe-

Ya no se trata de “fortalecer las marcas” dentro del entorno preferido del consumidor, sino de conocer sus intenciones y anticipar así sus expectativas.

ting (segmentación de los consumidores según su comportamiento), a fin de optimizar la inserción de los anuncios en los distintos soportes (música, video, etc.). Google, por su parte, se regaló Doubleclick, principal proveedor de banners publicitarios para medios digitales (5), y también AdscapeMedia, creador de tecnologías de inserción de anuncios en los videojuegos. Incluso Publicis, cuarto grupo mundial de comunicación, se lanzó a la carrera al comprar la agencia china de marketing interactivo Communication Central Group, dedicada a la modificación de la publicidad en función del contexto de lectura. Publicis, hoy aliada con Google, apunta al mercado de los países emergentes: sus economías en crecimiento se orientan directamente hacia la publicidad digital, en particular a través de la telefonía móvil (6). Mercado de palabras La segunda estrategia publicitaria saca más partido aun de las particularidades de inter-

net. Ya no se trata de “fortalecer las marcas” dentro del entorno preferido del consumidor, sino de conocer sus intenciones y anticipar así sus expectativas. Siguiendo esta lógica, los operadores procuran crear una “plaza de mercado” que permita a los oferentes –anunciantes o vendedores de bienes y servicios– encontrar a sus futuros clientes a través de una publicidad que se calcula por una doble relación entre el contenido de la página que está siendo visitada y los conocimientos sobre el perfil del visitante. Este modelo, inventado por Yahoo pero principalmente desarrollado por Google, se traduce en pequeñas separatas de texto, bastante discretas y sin efectos creativos, que se introducen en las páginas de los blogs y diarios en línea (AdSense), o se insertan junto a los resultados de las búsquedas efectuadas en los motores (AdWords). A diferencia del precedente sis-


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tema (costo por mil banners vistos), el anunciante sólo paga estas publicidades si el internauta demuestra suficiente atracción por la oferta como para cliquear el enlace propuesto y acceder al servicio correspondiente (costo por click o “CPC”). Resulta entonces, que lo que importa es maximizar la adaptación de la separata publicitaria a las “necesidades” del lector. Cuando formula una pregunta en un motor de búsqueda, el propio usuario define sus preocupaciones del momento. Los aunciantes le responden directamente, proponiendo en la página de resultados un servicio que corresponde con los términos utilizados en la pregunta. De ahí la implantación de un verdadero “mercado de las palabras-clave”: el anunciante que esté dispuesto a pagar más caro para que un internauta cliquee sobre su separata saldrá en el primer lugar de la lista. A escala de internet, este método abre al operador de la “plaza de mercado” la perspectiva de ganancias faraónicas, mediante la multiplicación de las pequeñas sumas. En este terreno, lo que hace la fuerza de Google, que concentra el 62,4% de las búsquedas en línea, es una bolsa de palabras floreciente, más un sistema de transacción eficaz. Que la publicidad de internet siga siendo multiforme se debe a que estas dos estrategias se combinan, se completan, pero también se diversifican. Los operadores desean acentuar la determinación del perfil de los usuarios de los medios tradicionales, para definir mejor el blanco de los anuncios, crear “plazas de mercado” para los diarios impresos, o incluso ofrecer una panoplia de servicios múltiples a los anunciantes. Es justamente para mantenerse en el núcleo de la innovación publicitaria y aprovechar los puestos de avanzada instalados por Yahoo que Microsoft propone esta fusión. Sin embargo, la publicidad no es la única motivación.

lugares de trabajo como por el respeto de los individuos, de sus sueños… e incluso de sus quimeras. Antes de provocar la eventual colisión de estas culturas empresarias, la fusión debe obtener el acuerdo de las instancias regulatorias. Sus opositores reaccionaron de inmediato, recalcando la magnitud anticompetitiva del conglomerado hipotéticamente resultante. Microsoft insiste en el nuevo equilibrio del mercado publicitario, mientras Google hace notar que con los 500 millones de cuentas de correo fusionadas de Yahoo y Hotmail (grupo Microsoft) contra los 51 millones de usuarios de Gmail (Google), el dúo sería ampliamente hegemónico en el correo electrónico y la mensajería instantánea. En ese frente regulatorio, se espera que Europa cumpla el papel de árbitro. ◆ las empresas. Capgemini, primera sociedad de ingeniería informática francesa, propone por ejemplo a sus clientes el servicio de Google Applications. Una práctica en consonancia con la moda de los terminales livianos y móviles, y en especial de las nuevas generaciones de teléfonos celulares similares al iPhone de Apple. Microsoft está bien ubicado para afirmarse en este nuevo mercado. Pero la multinacional debe reposicionarse como un actor especialista de la red. Lo que la firma de Redmond busca en Yahoo es esta legitimación, junto a un conocimiento práctico específico de la internet. La escasez mundial de analistas de sistemas empuja asimismo a Microsoft a querer incorporar los 14.500 empleados de Yahoo. Sin embargo,

este tipo de amalgama no se da tan naturalmente: la cultura técnica de estos programadores, que trabajan principalmente con software libre, es distinta de la de los 80.000 empleados de Microsoft. Sería un error no tenerlo en cuenta al análizar el proyecto de fusión. Google supo encontrar una forma de gestión de los programadores adaptada a su mentalidad y modo de relación con el trabajo: cada uno de ellos puede llegar a dedicar el 20% de su tiempo laboral a sus “proyectos personales”. En un universo en el que los conocimientos prácticos se renuevan constantemente, y en el que el compromiso de los creadores favorece decisivamente la calidad del producto final, el manejo del personal implica preocuparse tanto por el buen ambiente de los

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Véase Robert H. Frank y Philip J. Cook, The Winner-Take-All Society: Why the Few at the Top Get So Much More Than the Rest of Us, Penguin, Nueva York, 1996. Cathy Leitus, “Grandes manœuvres dans la pub en ligne”, Stratégies, París, nº 1487, 7-2-08. ComScore World Metrix, www.comscore.com. Estelle Dumout, “Publicité: ce que prépare Microsoft dans ses AdCenter Labs”, www.zdnet.fr, 11-2-08. Para ser efectiva, la operación debe recibir el aval de la Comisión Europea. Louise Story, “It’s an ad, ad, ad, ad world”, The New York Times, 6-8-07.

Competencia anticompetitiva Microsoft alcanzó el primer puesto mundial entre las empresas informáticas gracias a su sistema operativo Windows y a su software de ofimática (informática aplicada al trabajo de oficina). Ahora bien, preocupado por diversificar sus actividades y mantener a su clientela dentro de su red, Google pone en peligro esa hegemonía al introducir la ofimática en línea. Con ese modelo, denominado Software as a Service (SaaS, el Software como un servicio), los usuarios no compran más “productos” de software, sino que utilizan las herramientas disponibles en los servidores de Google, o de Adobe, otro actor central de la instalación de la ofimática en la red. La ofimática nómade y compartida representa para Microsoft un peligro aun más real cuanto se ajusta a las nuevas prácticas de

Los mercados en disputa Búsqueda en línea: Este mercado varía mucho según los países. En Francia, Google cosechó el 87% de las demandas enviadas por los internautas en 2007. En Estados Unidos, la parte de mercado de Google asciende al 62%, mientras que en Japón, Yahoo le lleva la delantera a su competidor. En China, el motor nacional Baidu domina el mercado, con amplia ventaja sobre Google. El grupo resultante de la fusión entre Yahoo y Microsoft Live Search representaría alrededor del 32% de las búsquedas efectuadas en Estados Unidos, es decir, la mitad de la parte de Google. Publicidad: En Estados Unidos, principal mercado para la publicidad en línea en los motores de búsqueda, Google captaría alrededor del 24% del ingreso por

publicidad en internet, contra el 12% de Yahoo y algo menos del 6% de Microsoft. Los datos varían según los modelos publicitarios: pago por click para la micropublicidad, o por el número de banners vistos para los anuncios tradicionales. Audiencia: En Estados Unidos, las tres empresas se pisan los talones: en diciembre de 2007, Yahoo contaba con 136,6 millones de visitantes únicos, Google con 132,9 millones y Microsoft con 120 millones. El trío era seguido de cerca por AOL (119,5 millones) y Fox (81,8 millones, principalmente vinculados al uso de MySpace). En términos de audiencia mundial, Google lleva la delantera, con 588 millones de visitantes únicos, seguido por los sitios de Microsoft (540 millones) y Yahoo (485 millones).

La entidad resultante de la fusión Yahoo-Microsoft sería mayoritaria en cantidad de visitantes (lo que muestra la superioridad del dúo en el correo electrónico y la mensajería instantánea), pero seguiría dominada por Google en el arte de sacar provecho de esa audiencia a través de la publicidad.

Fuentes: ComScore Media Metrix; Stratégies, 7-2-08; Antone Gonsalves, “Google’s Share Of U.S. online ad market dips”, www.informationweek.com, 13-2-08; “Google écrase toujours le marché de la recherche en France”, www.zdnet.fr, 7-2-08.

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Denuncia política en el cine de terror de George A. Romero por Sylvestre Meininger*

El regreso de los muertos vivos Cuarenta años después de La noche de los muertos vivos, el director del películas de terror George A. Romero regresa con una nueva obra de su saga, que refleja las tensiones de la sociedad estadounidense.

Una ciudad en ruinas, inmersa en un silencio absoluto, calles desiertas donde reina la presencia fantasmal de los automóviles, inmóviles. Súbitamente, ruido de pasos. Tres siluetas se aproximan. La primera es de una niñita; la pequeña corre, con el rostro crispado por un terror mudo. Detrás de ella, dos adultos, un policía y una mesera, avanzan con un andar rígido. Sus ropas, hechas jirones, están ennegrecidas de sangre seca. Sin quitarle los ojos de encima, extienden con avidez sus manos hacia la niña. Brota de sus bocas un alarido inhumano. Una enfermedad extremadamente contagiosa convierte a las personas infectadas en caníbales, que trasmiten a su vez la enfermedad a sus víctimas, al morderlas. Varias películas recientes retoman esta idea simple pero eficaz, concebida por el padre del género, el estadounidense George A. Romero: Amanecer de los muertos (remake de Zack Snyder, 2004) y Exterminio. 28 días después (Danny Boyle, 2002), entre otras. Gracias a ella, los muertos vivos vuelven a estar a la orden del día, y a ocupar un buen lugar en la taquilla. Romero, siempre al margen de Hollywood, sabe insinuar en sus películas un discurso político muy acorde a su época, centrado en Estados Unidos y claramente comprometido con la izquierda, sin ser nunca didáctico. En esto sus películas se diferencian radicalmente de las numerosas copias que ellas mismas inspiraron en los años ’70 y ’80, cuya razón de ser estaba muchas veces en la sobrevaloración de los efectos gore. Reflejos de una sociedad Su emblemática trilogía funciona en base a un mismo principio narrativo, que consiste en encerrar a unos personajes dentro de un lugar cercado por los muertos vivos, y luego provocar un aumento de la tensión entre los sobrevivientes hasta que sus disensos permiten a los zombis introducirse en el sitio. Como reflejos distorsionados de los estadounidenses que devoran, los muertos de Romero separan a los vivos a uno y otro lado de las grandes líneas divisorias que atraviesan a la sociedad estadounidense en la época en que fue realizada cada película. Así, La noche de los muertos vivos (1968), está profundamente cincelada por los tres grandes traumatismos que hicieron estallar la cohesión nacional en los años ’60. Construida sobre la alternancia entre unas imágenes muy crudas, de una violencia inédita para la época, y unos reportajes falsos que ponen en escena el discurso tranquilizador o absurdo de las autoridades, esta película es ante todo el retorno de lo reprimido de la guerra de Vietnam, cuya barbarie alcanzó a Estados Unidos opacando la imagen de una nación que, después de la Segunda Guerra Mundial, se creía heroica

*TRADUCTOR E INVESTIGADOR.

Las películas sobre criaturas que amenazan a la sociedad occidental se multiplican (Exterminio, Soy leyenda), pero lejos de la sutileza de Romero, abusan de los efectos gore, en detrimento de la denuncia política.

a partir de 2001 (2). Sorprendidos y desestabilizados por los atentados del 11 de septiembre, los países occidentales se encuentran confrontados desde entonces a un mundo tanto más indescifrable cuanto no se encuentra ya organizado en dos bloques sino que aparece despedazado, saturado de amenazas terroristas, sanitarias, ecológicas y económicas, tan incontrolables como numerosas. El fin de la civilización

GEORGE ROMERO, leyenda

y desinteresada. Al igual que las atroces imágenes que pueblan las noticias y los diarios en 1968, los muertos vivos hacen resurgir desde la ultratumba toda la violencia y el salvajismo de que Estados Unidos ya se sabe capaz. Otra herida que la película aviva es la fractura racial. En un momento en que los negros están luchando por sus derechos cívicos, el héroe de la película, Ben, es afroamericano. Sólo él sobrevivirá a esta espantosa noche, pero la película no se hace ilusión alguna. Al amanecer, Ben será abatido por un comisario blanco que lo confundirá con un zombi, y su cadáver será arrojado a una hoguera. Finalmente, los personajes del patriarca autoritario incapaz de proteger a su familia y de la pequeñita “zombificada” que asesina a su madre y devora a su hermano refieren al conflicto generacional que marcó de manera profunda los años ’60. En 1978, diez años después, los protagonistas de El amanecer de los muertos se refugiarán en un centro comercial, la nueva meca del consumismo estadounidense. Encerrados y apartados de un mundo que prefirieron abandonar, gozan descontroladamente de los recursos casi ilimitados que pueden derrochar. Pero bajo la mirada vacía de los muertos vivos, que parecen recordar que también a ellos les gustaba venir aquí, su hedonismo se muestra enseguida en todo su absurdo. El consumo desenfrenado, sinónimo de encierro, se convierte en un ritual mecánico y carente

de sentido, que engendra soledad y los aleja irremediablemente a unos de otros. Y cuando unos merodeadores atacan el centro comercial, el personaje que abre el fuego es el más apegado a los bienes materiales, y atrae así la atención de los saqueadores y los zombis, que acaban por encontrar la forma de invadir el lugar. En El día de los muertos (1985), ambientada en un complejo militar subterráneo, unos científicos que no logran encontrar la explicación de la epidemia se enfrentan a unos militares incapaces de controlar sus pulsiones violentas. Esta vez la heroína es una mujer. Al definirla como el único personaje equilibrado frente a una galería de hombres enajenados, la película se asoma a las particularidades de la identidad masculina estadounidense: inmadurez, culto de las armas de fuego y de la virilidad, y sobre todo, misoginia. Así, el odio que sienten los militares hacia esta mujer independiente remite al gran ‘backlash’ de los años ’80 contra la emancipación de las mujeres estadounidenses (1). Cuando su compañero es mordido por un zombi, la joven le salva la vida cortándole el antebrazo. Incapaz de enfrentar esta emasculación simbólica, el amputado acabará por abrir la entrada del complejo a las hordas de muertos vivos, que devorarán a científicos y militares. ¿Qué hay de la ola actual? Los zombis, y en términos más generales los temas del contagio y el canibalismo volvieron con fuerza a la literatura y el cine anglosajones

La primera diferencia con el trabajo de Romero es que estas películas aspiran a una dimensión internacional, lo que las ubica en un registro pos-apocalíptico. Por muy variadas que sean en su estética y posicionamiento sociocultural, todas prefiguran la caída irreversible de las sociedades occidentales, el fin del mundo tal como lo conocemos. Pero, nuestro mundo no se encuentra amenazado desde el exterior, como lo es por los extraterrestres en La guerra de los mundos (Steven Spielberg, 2005), sino que se derrumba desde adentro, sobre sí mismo, para regresar a un caos primitivo cuyas causas y formas remiten al fenómeno inédito característico de nuestra modernidad: la globalización de un capitalismo cada vez más salvaje. En efecto, las propias condiciones de la globalización –la multiplicación de los intercambios, la rapidez de los transportes y la trasmisión instantánea de la información– son las que propagan la enfermedad y el pánico. Interconectada, interdependiente y desregulada, la aldea global que se imagina aquí parece más frágil aun porque todo, incluidas las enfermedades y la violencia, parece circular en su interior sin encontrar obstáculo alguno. Misma constatación frente a la forma que asume el flagelo. Estos relatos extraen su energía del miedo, vivaz en ciertas sociedades en las que el capital intenta imponer la regla de cada cual para sí mismo, de ver cómo nuestros conciudadanos, e incluso nuestros allegados, se convierten en potenciales enemigos. Entonces, el primer efecto de la contaminación es la destrucción de todo vínculo social y el abandono de cada individuo a la predación de los demás; los estadounidenses devoran a los estadounidenses, y los padres, a sus hijos. Convertido en una máquina de consumo de su prójimo, el muerto vivo o el ‘infectado’es una representación estremecedora de la fase terminal del individualismo neoliberal, en la que la liberación del ‘interés bien entendido’ de cada uno acabará por destruir la civilización. Si bien estas representaciones tienen el mérito de poner en escena un muy contemporáneo malestar de la civilización, no hacen más que confirmar el carácter inevitable de la catástrofe. No consiguen expresar más que un terror ciego frente al derrumbe del mundo, o una nostalgia consabida por el orden desaparecido. Allí donde Romero traía a la superficie las contradicciones de la sociedad, estos relatos


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se contentan con recorrer fascinados su destrucción. Al hacerlo, recaen muchas veces en la certeza, profundamente anclada en la identidad cultural estadounidense, de que sin autoridad los seres humanos se vuelven animales (3). Así, cuando los protagonistas de Exterminio. 28 días después. se refugian en un supermercado, los llamativos productos de colores que se apilan en los anaqueles ya no son sinónimos de alienación, como en El amanecer de los muertos, sino de esperanza y consuelo. Los personajes llenan su carrito hasta el tope, locos de con-

tentos, en una secuencia que hace un paralelo entre voluntad de supervivencia y deseo de consumir. Más adelante se enfrentan a militares que descubren tan peligrosos como los infectados, en especial para las mujeres. Pero el comportamiento hostil y suicida de los soldados ya no es pro-

ducto de la militarización de los espíritus, como en El día de los muertos; en este caso sólo se afirma que librados a su suerte, los hombres violarán sin demora a todas las mujeres que caigan en sus manos. Exterminio 2. 28 semanas después (Carlos Fresnadillo, 2007) lleva al extremo esta lógica cínica, al hacer responsables del contagio a los protagonistas preocupados por la colectividad. Cuando descubren a un niño portador del virus pero inmunizado, los únicos personajes heroicos de la película deciden hacer cualquier cosa por salvarlo, con la esperanza de que sus genes

permitan poner a punto una vacuna. Sacrificando sus vidas, lograrán que el niño se vaya de Inglaterra, despoblada a causa del virus. Pero, a su vez, el niño propagará la enfermedad, y en las últimas imágenes de la película se ve a un grupo de infectados saliendo de una boca de subterráneo

frente a la Torre Eiffel. Soy leyenda (Francis Lawrence, 2007) es una adaptación de un libro de Richard Matheson (1954). Robert Neville, el héroe de la novela, está convencido de ser el único sobreviviente de una epidemia que transformó a la mayoría de los humanos en vampiros. Obsesionado por la idea de liberar al mundo de ese flagelo, se empeña en matar a las criaturas de la noche durante su sueño diurno. Capturado finalmente por sus enemigos, descubre demasiado tarde que aquellos que tomaba por animales han fundado una nueva civiliza-

ción. La ironía implacable del título se devela en las últimas páginas, cuando Neville acaba por comprender que el monstruo, ese cuco “legendario” que aterrorizaba a los inocentes, es él mismo. En las antípodas exactas del libro, y fijado en la nostalgia de un mundo some-

tido al dominio benévolo de Estados Unidos, la película transforma a los vampiros en unas bestias salvajes que han perdido el uso de la palabra, y coloca a su héroe estadounidense como última barrera contra las hordas bárbaras que amenazan con engullir la civilización. Convertido en un gran biólogo, Neville tiene ahora como aliada a la tecnología, fetiche del que el Estados Unidos actual cree extraer su poderío. Y sacrificará su vida para ofrecer al mundo la vacuna contra el flagelo, convirtiéndose así en el “legendario” salvador de la humanidad. En 2005, Romero agregó una cuarta parte a su célebre trilogía. En la misma línea de sus películas anteriores, La tierra de los muertos sigue enfocando a Estados Unidos, esta vez representado por una ciudad fortificada en la que se refugiaron los humanos que sobrevivieron al desastre. Pero en este caso, será justamente porque reproduce el antiguo orden que esta comunidad se derrumbará a su turno. Cómodamente instalados en el único rascacielos que sigue en pie, los ricos reinan sobre una población miserable a la que manipulan con la promesa de llegar a ser propietarios en el lujoso edificio. Para conseguir la mercadería necesaria para la economía de la ciudad, estos privilegiados organizaron el saqueo de los alrededores. Unos mercenarios armados hasta los dientes masacran a los zombis que encuentran a su paso, toman todo lo que pueden y se largan con su botín. La tierra de los muertos, metáfora transparente de la relación que las élites estadounidenses mantienen con su propio pueblo y con los pobres del resto del mundo, termina con el alzamiento de los zombis, que irrumpen en el rascacielos y masacran a sus habitantes. Fiel a sí mismo, Romero evita las trampas de la nostalgia y el cinismo, para recordar que el ser humano sigue siendo un ser social, aunque la fórmula pierda atractivo. El guión de La tierra de los muertos, producida por Universal, es más convencional que el de las películas anteriores de Romero, que no logró del todo adaptarse a los condicionamientos de una producción hollywoodense. La película, consabida y previsible, padece de ciertas torpezas que la hacen caer en el afán didáctico del que escapaba brillantemente la “trilogía de los Muertos”. Preocupado tal vez por borrar este semi-fracaso, Romero rodó El diario de los muertos, que se estrena este mes en Argentina. Según los rumores, los muertos vivos recuperan allí toda su mordacidad. ◆ 1 Susan Faludi, Backlash, la guerre froide contre les femmes, Editions des Femmes, París, 1993. 2 Cormack McCarthy, La route, Editions de l’Olivier, París, 2008, describe un mundo pos-apocalíptico donde la humanidad ha regresado hasta el canibalismo. Así como Max Brooks, World War Z, Three Rivers Press, 2007 que retoma el espíritu de las películas de Romero, utilizando a los zombis para hacer notar las disfunciones de la globalización. 3 Denis Duclos, Le Complexe du loupgarou, La Découverte, París, 2004.

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zonaplástica zonaplástica Individual de Alberto Borea Labarthe

por Elaine Ford*

“Ruinas y ciudades”

ALBERTO BOREA LABARTHE, “Autopista” 2008, Ensamblaje (380 x 220 cms).

Entre bastidores pintados de negro, rumas de videos, serigrafías y demás objetos se encuentra Alberto Borea Labarthe (Lima 1979), joven artista peruano quien prepara los últimos detalles de su próxima exposición individual. Exposición que promete y sorprenderá a más de uno por sus talentosas y creativas piezas. Hace calor y el taller, ubicado en una casona en Barranco, huele a cerrado y a una mezcla de tintes, materiales y pinturas. Con un ventilador al lado iniciamos nuestra amena conversación. “Ruinas y ciudades” es el nombre que llevará la exposición. En esta mues*MGR EN ESTUDIOS INTERNACIONALES. ASISTENTE DE LA DIRECCIÓN DE LMD ED PERUANA.

tra Alberto se ha interesado mucho por lo que es la arquitectura, el espacio urbano en constante cambio, el lugar donde vivimos llamado ‘ciudad’, llamado también ‘ruinas’. “He querido salirme para mirar, como un marciano o una persona que mira desde arriba y se cuestiona acerca de lo que ve”, enfatiza el artista. El trabajo de creación fue distinto a su muestra anterior (Cowboys/2006). Y en estos dos años Alberto ha aprendido a pensar en algunas cosas que hizo. También ha aprendido a ‘no hacer’. Y en ese aprendizaje de ‘no hacer’nacieron una serie de piezas y surgió la inspiración para realizar ésta, su segunda muestra. Uno de los trabajos que presentará se llama “Doce maneras de caerme” que jus-

tamente trata sobre el ‘no hacer’ que él mismo menciona. Son doce piezas en donde una persona se quiebra en distintos sitios de la ciudad: en un taller, un auto, una galería, un cerro, en el supermercado, entre otros. “Son lugares en donde quería desmayarme. Son parte de mi cotidianeidad. Me he querido caer porque ya no he podido más con mi materia misma. Ese quiebre tiene mucho que ver con una especie de resistencia a la productividad, al no hacer nada”, agrega Alberto. Estas doce piezas son grabados. Detrás de la imagen que se observa hay alrededor de 100 fotos previas, las cuales fueron trabajadas en computadora o versión digital y luego de manera manual. Cada una de estas piezas mide alrededor de 1.85 x 1 mt..

“Mapas” es otro de sus grandes trabajos que presentará en esta segunda individual. Consiste en una serie de mapas en base a fotografías aéreas. Él quiere armar una ciudad de Lima cortada por los pedazos que le interesan y, para ello, ha escogido Chorrillos, el mar, la carretera, parte del centro de Lima, el Museo de Arte de Lima, su casa, la casa de su madre, las huacas y otros. Son espacios que significan un recorrido subjetivo y conceptual de su lectura de la ciudad. “Estos pedazos los junto y vuelvo una especie de ciudad que la voy entretejiendo como si fuera una ciudad nueva. Y hago un gran cuadro, que tiene mis pisadas alrededor con pintura. Entonces es el recorrido de mi ciudad”, puntualiza.


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ALBERTO BOREA LABARTHE, “Lima” mixta sobre tela 2008. (300 x 240 cms).

ALBERTO BOREA LABARTHE, “5 maneras de caerme” 2007. Serigrafía sobre tela. (185 x 100 cms).

Otra de las piezas que mostrará Alberto es “Autopista”, un trabajo hecho de bastidores pintados de negro, cuya creación, imaginación y talento me hacen compararlo al trabajo de Louise Nevelson (1899-1988) que se expone en el Smithsonian American Art Museum en la ciudad de Washington DC. Alberto utilizó los bastidores de su taller, en los que pintó todo este tiempo y no concluyó nada. Su infancia viviendo al costado de la carretera y en

su vida adulta frente al mar lo hicieron contemplar los viajes y reforzar la sensación de poder llegar a distintos puntos lejanos. Este trabajo recoge parte de esas vivencias. Asimismo, ese sentimiento de la tierra y el mar se repite para él a través del sonido. Con esta sensación Alberto también preparó un videoarte en tres televisores, en los cuales se muestra los sonidos de la carretera, el mar y el aire por separado. El sonido es algo que ha estado

con él siempre. Incluso, según relata, empezó a meterse en el arte por una cuestión de sonido, porque le gustaba mucho la música. “Siempre ha estado adentro mío y también está presente en mi trabajo”, comenta. El sonido y el silencio son las contraposiciones que a él le interesan mucho y, en la cuestión plástica, éstos se manifiestan entre el vacío y el lleno. La muestra “Ruinas y ciudades” tiene además una pieza que lleva su nombre for-

mada de cassettes de VHS que crean una especie de ruina y ciudad imaginada, hecha de deshechos tecnológicos. Según cuenta Alberto, la visión de la ruina es la misma visión que tuvo cuando entró a la Huaca Pucllana. Además agrega: “Cuando estás ahí, te preguntas adónde vives. Hay un juego de identidad del tiempo y de lo que queremos conseguir”. En este trabajo Alberto pone las palabras ruina y ciudad al mismo nivel y, con ello, trata de sintetizar el concepto de la muestra. Como se puede apreciar, para cada pieza de la exposición Alberto utiliza distintas técnicas. No cabe duda de que le gusta jugar con varios lenguajes y eso lo convierte en un artista más versátil, digno del arte moderno y contemporáneo. Él dice que sólo espera hacer esta muestra y disfrutarla con sus amigos artistas. “Hago la muestra para mí. Uno hace el trabajo que quiere ver, que le gustaría ver en una galería y no lo ve”, añade. Alberto Borea Labarthe ya ha participado en más de 15 exposiciones colectivas realizadas en Alemania, Argentina, España, Estados Unidos, Guatemala, además del Perú. En esta oportunidad, su creación e ingenio puestos en “Ruinas y ciudades” han sido para él un gran desafío. ◆ Exposición: “Ruinas y ciudades” Artista: Alberto Borea Labarthe Lugar: Galería Lucía de la Puente Inauguración: 5 de marzo de 2008, 7.30 p.m., Salas I y II Duración: Del 5 de marzo al 5 de abril de 2008

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buenaliteratura buenaliteratura El extranjero

El nombre de la rosa

La metamorfosis

Albert Camus Editorial Emecé 175 páginas

Umberto Eco Editorial Lumen 607 páginas

Franz Kafka Alianza Editorial 102 páginas

Meursalt es el personaje central de la historia. Trabaja en Argel y al morir su madre en un asilo de ancianos tiene que regresar a París. La entierra y vuelve a su trabajo, a su rutina diaria, sin extrañarse de lo ocurrido, sin sentir pena ni recordar a su madre, cuya edad, además, declara no conocer según le dice a varios vecinos. Ocurre un confuso accidente y Meursalt mata a un árabe; lo detienen y lo enjuician. Lo sentencian, finalmente, y va a prisión. Meursalt no demuestra ningún arrepentimiento; en realidad no tiene sentimientos: es un extranjero. Ha vivido aislado, aburrido, acostumbrado a la vida sedentaria, sin instantes de felicidad ni momentos de sufrimiento, como todo humano normal. Es un hombre sin aspiraciones, muerto en vida. Camus con esta obra inflinge un duro cuestionamiento a la humanidad después de la segunda guerra mundial: la desolación derivada del enfrentamiento bélico hace que el hombre se vacie de ternura y sentimientos; la representación de la indiferencia con la propia vida y el contrasentido que ello implica. El extranjero constituye un resumen del hartazgo de vivir, de su monotonía y de la falta de estímulo; del desamor y la indiferencia humanos, expresados en las actitudes de Meursalt cuando muere su madre y la entierra sin demostrar pena, y cuando recibe la sentencia judicial por haber matado a un semejante sin tener ningún remordimiento. Camus fue un defensor, en su tiempo, de la libertad del hombre y, también, un notable animador del debate y de la reflexión alrededor del destino de la humanidad y de la búsqueda de la felicidad, no obstante la engañosa indiferencia que, por su origen argelino, suscitaba entre algunos de sus contemporáneos. (K.Ch.T)

Adso narra la historia ocurrida en una abadía benedictina ubicada en los alpes italianos, en el siglo XIV. Se trata de varios y sucesivos asesinatos de monjes del lugar, misteriosos e inexplicables, ejecutados, además, en el contexto singular de la vida recogida y silente de los religiosos enclaustrados de esa época. Guillermo, fraile franciscano y maestro de Adso, se revela en la historia como un personaje de diálogos eruditos, reflexiones enciclopédicas y profundos estudios acerca del hombre, su naturaleza y su trascendencia. La biblioteca de la vieja abadía, reconocida como hermosa e impresionante para la época, se convierte en el lugar central de la historia, pues es allí donde suceden los extraños crímenes de esos monjes entregados a Dios y al sufrimiento silencioso. Lo paradójico es que la biblioteca tenía extremas medidas de seguridad que la hacían prácticamente inaccesible para quien no conociera sus secretos, lo cual convierte a los actos cometidos en más inexplicables. Umberto Eco, un indiscutible erudito de nuestro tiempo, dedicado al estudio filosófico y a la reflexión sobre los avatares del hombre y el mundo, al escribir ésta, su primera novela, se nos revela como un excepcional contador de historias, al extremo de haberse convertido en uno de los más leídos y reconocidos intelectuales contemporáneos. ¿Por qué El nombre de la rosa? Es una pregunta que se ha reiterado ante el inusitado éxito de lectura, crítica y ventas de este notable libro. Eco nos lo dice: la rosa tiene varios ángulos, distintas miradas, diferentes lugares y, por todo ello, representa la historia de la Iglesia a través del tiempo. Pero al tiempo que erudición, referencia histórica, reflexión teológica y cuestionamientos profundos, El nombre de la rosa nos trae, también, ternura y sexo, cuando el monje viejo y ciego tiene una relación con la campesina del lugar, convirtiendo a la sensualidad en un sustituto del amor (K.Ch.T).

Gregorio Samsa amanece un día, repentina e inadvertidamente, convertido en enorme insecto. Una especie de gran y repulsivo escarabajo o ciempiés y, en cualquier caso, en un ser despreciable. El comienzo de la obra es una de las más memorables y recordadas de la literatura: “Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto…” Gregorio no podía moverse ni salir de su habitación y mucho menos ir a trabajar. Sus padres y su hermana Greta quedan espantados y con el transcurrir del tiempo y ante los hechos, literalmente, trastornados en todo sentido. Lo mismo sucede con sus compañeros de trabajo, quienes van a visitarlo para ver qué sucede. Solo Greta lo asiste, le conversa y lo alienta, aunque sin mayor esperanza. Los padres, en cambio, le huyen y hasta le hacen daño, al extremo de que Gregorio, en su soledad y sintiéndose despreciado por los llamados a amarlo y a darle ternura, muere de inanición, triste, dolorosamente abandonado. Para los padres, Gregorio era el sostén del hogar y su abrupta transformación les cambió la vida; por eso su rencor. Kafka, un magnífico y reconocido escritor (aquel que ahora disfrutamos porque el amigo que tuvo en su poder su obra completa no la destruyó sino, contrariando esa decisión del autor, la hizo pública para trascender en el tiempo), nos ha querido transmitir con este ícono de la creación literaria el resentimiento humano después del desprecio que manifiesta el ser amado (Gregorio respecto de sus padres); la omisión voluntaria de la ternura (los padres respecto de Gregorio); la inmensa soledad de quien se sabe distinto, excluido, al extremo de desear y pedir su propia muerte, hasta conseguirla. (K.Ch.T)


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loslibrosdelmes loslibrosdelmes 1421: El Año en que China descubrió el mundo Gavin Menzies Grijalbo 608 páginas

Quizás todos tengamos ese espíritu aventurero de niños. La historia que nos enseñan es de navegantes, conquistadores, descubrimientos; de meses de travesía, de piratas y corsarios; las obras que leemos, de capitanes de quince años y de viajes a la luna, alrededor del mundo o al centro de la tierra. Y aun así, quizás por nuestros propios patrones culturales, algunas de esas historias no se nos contaron. O por lo menos no desde todas las perspectivas. 1421: El Año que China Descubrió el Mundo, es esa misma historia, sólo que en versión oriental. De almirantes eunucos ávidos de la misma gloria que en nuestra infancia otorgamos a Vasco Da Gama o Cristóbal Colón. De largas travesías en juncos magníficos de la más fina teca que hoy solo vemos en muebles tontamente caros o decks, aun más tontos, en Malibú y Dubai. Una nota de advertencia, sin embargo. Si está buscando una teoría sólida que fundamente adecuadamente sus postulados, no lea esta. 1421 tiene de interesante su novedad, las coloridas descripciones, los largos devaneos de su autor, su carácter casi mitológico, su sentido de la gloria del navegante. ¿De academia? Poco o nada. Ahora, ¿será que esto último importa? ¿Acaso admiramos a Sir Francis Drake o a Elcano por saber ciertas sus hazañas? Si la vuelta al mundo o el descubrimiento de América hubieran sido producciones hollywoodenses, ¿habríamos gozado menos al oírlas? ¿Habríamos tenido menos ganas de zarpar en nuestras propias carabelas? Gavin Menzies no renunció a ese sueño y dedicó su vida a la mar. Quizás por ello, hoy trata de congraciar sus sueños de niñez con su escepticismo adulto mediante una obra que intenta justificar fácticamente una aventura digna de Verne. Para cuando acabe la lectura se habrá dado cuenta que poco importa si lo termina logrando o no. Michel Seiner Pellny

El Inventario de las Naves

The Love of a Good Woman

Alexis Iparraguirre Editorial Estruendomudo Premio PUCP

Alice Munro London Vintage 339 páginas

La obra presenta siete cuentos cuyas tramas se desenvuelven en el escenario de un barrio limeño de la década de los noventa. Los temas —que incluyen drogas alucinógenas, imágenes acechadoras, crímenes con alusiones letradas, enfermedades terminales, escenas sórdidas, muertes, el fin y la salvación del mundo— se enmarcan todos en el sino apocalíptico de un huracán que carcome la realidad a medida que los protagonistas desgastan sus almas. El libro presenta un estilo que confronta armoniosamente diversas influencias de la literatura universal (el Apocalipsis de San Juan y la obra de Juan Calvino) y de la literatura latinoamericana, como evocaciones populares a lo Bryce, referencias eruditas a lo Borges, el mundo de la sexualidad realista a lo García Márquez. Asimismo, la estructura abierta de la obra y el valor lúdico que ésta supone al componerse de cuentos que en sí mismos se comprenden y a la vez conforman un gran retrato literario evoca la Rayuela de Cortázar. Por otro lado, la edición cuenta con ilustraciones que recuerdan a las iluminaciones medievales, esos pequeños dibujos que describen la esencia de cada cuento y lo complementan. El Inventario de las Naves representa una nueva y fresca tendencia en la literatura peruana. La extrema sensibilidad del autor lo conduce a abandonar las grandes palabras para llevar al plano de lo cotidiano los más profundos problemas de la individualidad sin apartarse del gran vacío universal que aqueja al mundo actual, una sociedad que muerta sigue huyendo y sudando. El lector no podrá desentenderse de los personajes ni de la amenaza del desastre natural, ajeno a nuestra realidad peruana pero identificable como aquello que no se podrá evitar. Rodrigo Sarmiento Herencia

La escritora canadiense Alice Munro, nacida en 1931, no es muy conocida en nuestro medio y quizá debiera serlo más. Sus narraciones condensan admirablemente, dentro de treinta o cuarenta páginas, complejos mundos de relaciones humanas. Dueña de un estilo trabajado hasta la perfección, en cada uno de sus párrafos las palabras parecen haber sido elegidas con exquisita sobriedad y precisión connotativa. Gracias a su especial habilidad para escoger y describir ciertos incidentes de aparente normalidad y plantear situaciones ordinarias pero preñadas de consecuencias y significaciones, en sus historias los gestos o palabras en una conversación, las memorias de un personaje o la sencilla descripción de sus acciones van explicitando, poco a poco, motivaciones y temores secretos o íntimas frustraciones y decepciones, destinos familiares y transformaciones sociales, diferencias e incomprensiones entre las personas de distintas generaciones y las consecuencias irremediables de decisiones del pasado. Su consumada técnica para construir una historia a partir de distintos puntos de vista y mediante el uso de elipsis temporales y femenina prolijidad para los detalles, involucrar al lector desde la primera línea y tejer una trama emotiva y sugerente hasta la última, hacen de la lectura de estos cuentos una experiencia difícil de olvidar. El escenario de los relatos que componen este libro son casi siempre pequeñas ciudades y ámbitos rurales del suroeste del Canadá y los protagonistas, mujeres que crecieron en los difíciles años después de la Segunda Guerra o que vivieron sus años de juventud durante la década del setenta, que salieron de un pueblo rural para ser escritoras en la ciudad o que regresan a la casa donde crecieron para escribir una carta de despedida: “¿Qué si la gente hiciera realmente eso, enviar su amor a través del correo para deshacerse de él? ¿Qué sería aquello que enviarían? Una caja de chocolates con centros como yemas de huevo de pavo. Una muñeca de barro con las órbitas de los ojos vacías. Un montón de rosas sólo un poco más aromáticas que podridas. Un paquete envuelto en sangriento papel periódico que nadie quisiera abrir. Cuídate…”. Roberto Zeballos R.

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Democracia simplificada por Serge Halimi* El pasado 20 de febrero, el Parlamento Europeo aprobó por abruma-

a este nuevo instrumento jurídico –versión simplificada del fallido

dora mayoría el Tratado de Lisboa, que persigue la reforma de las ins-

Tratado Constitucional Europeo rechazado por Francia y Holanda en

tituciones de la Unión Europea. A pesar del manifiesto apoyo político

las consultas populares de 2005–, la negativa popular es evidente.

El 1 de enero de 2009, algunos de los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE) correrán el riesgo de dotarse de instituciones que han sido rechazadas por su pueblo. El Tratado de Lisboa –firmado en diciembre pasado por los jefes de Estado o de Gobierno– deberá quedar entonces ratificado por todos los países miembros. Hungría, Malta, Eslovenia, Rumania y Francia ya lo han hecho. Sin embargo, Nicolás Sarkozy había declarado en su momento: “Ser un europeo consecuente y un hombre político responsable es no hacer como si nada hubiera pasado después del ‘no’francés al Tratado Constitucional Europeo (TCE). Los franceses nos han dado un mensaje, que yo quiero tener en cuenta”. Esto era en junio de 2006… Como aparentemente su elección como presidente le dio carta blanca para anular la expresión de la voluntad popular en materia europea, acaba de lograr que más de tres cuartas partes de los parlamentarios franceses voten un texto casi idéntico al que el 54,68% de los electores había rechazado el 29 de mayo de 2005. El Partido Socialista (PS) habría podido imponer otro referéndum. Se había comprometido a hacerlo, pero renunció a ello. Algunas semanas antes de las elecciones europeas de 2004, Anthony Blair, preocupado por adelantarse y frustrar a los numerosos euro-escépticos en el Reino Unido, prometió someter a sufragio universal la ley fundamental de la UE. Pero el sucesor que eligió, Gordon Brown, prefirió confiar al Parlamento británico el cuidado de ratificar el Tratado de Lisboa (1). En junio de 2005, los ciudadanos holan*DIRECTOR DE LE MONDE DIPLOMATIQUE, PARÍS.

men, solo los irlandeses tendrán derecho, en mayo o junio, a un referéndum. En 1983, François Mitterrand se declaraba “dividido entre dos ambiciones, la construcción de Europa y la justicia social” (4). ¿Será ahora la democracia la que pone un obstáculo a la primera de esas ambiciones? ¿Resulta indiferente que los parlamentarios que contradijeron la decisión del sufragio universal pertenecen cada vez más a las clases sociales privilegiadas, mientras el “no”, tanto en Francia como en Países Bajos, ganó fácilmente entre el electorado popular? El ex ministro Jack Lang, catedrático de derecho público, ha respondido tal vez a todas estas preguntas, ya que consideró inútil “pelearse por disposiciones jurídicas que ni siquiera los especialistas entienden. Y después de todo, ustedes saben, un Tratado no es más que un Tratado”. ◆ 1

deses rechazaron el TCE con el 62% de los votos. Para no correr el riesgo de volver a consultarlos, ya que no siempre responden de manera conveniente, será el Parlamento el que pronto deberá ratificar el texto aceptado en diciembre pasado por el Consejo Europeo. En Portugal, finalmente, el Partido Socialista había proclamado, durante las elecciones legislativas de febrero de 2005, que sometería el proyecto constitucional al voto popular. Pero el primer ministro José Sócrates dio marcha atrás con el pretexto de que –como Sarkozy, como Brown, como los socialistas holandeses– “las circunstancias han cambiado

completamente. Es un Tratado diferente. ¿Acaso no fue “simplificado”? (2) Semejante atrevimiento nos deja pensativos cuando, en Francia, Valéry Giscard d’Estaing concede, sin esfuerzo, que “en el Tratado de Lisboa, redactado exclusivamente a partir del proyecto de TCE (muerto en 2005), los instrumentos son exactamente los mismos. Sólo el orden fue cambiado en la caja de instrumentos” (3). “No hay diferencia sustancial” (entre los dos textos), observó también la Comisión de Asuntos Extranjeros de la Cámara de los Comunes dominada, sin embargo, por el Partido Laborista. En resu-

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Esta ratificación fue aprobada por la Cámara de los Comunes el 21-1-08, por 362 votos contra 224. La Cámara de los Lores todavía debe pronunciarse. En su alocución radiotelevisiva del 10 de febrero último, Sarkozy empleó cinco veces este adjetivo. Sin embargo, el proyecto tiene 287 páginas, 356 modificaciones a los Tratados anteriores, además de 13 protocolos, 65 declaraciones y un anexo. Véase Bernard Cassen, “Resurrección de la Constitución Europea”, Informe Dipló, 14-12-07 (www.eldiplo.org). Valéry Giscard d’Estaing, “La boîte à outils du traité de Lisbonne“, Le Monde, París, 27-10-07. Mencionado por Jacques Attali, Verbatim 1, Fayard, París, 1993.


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