2 Venas de un prefacio
La pĂĄgina DesĂŠrtica
La página Desértica
Por segundo año consecutivo, La Página Desértica se complace en realizar la miniferia del libro, denominada “Lastenia García Flores y Letras”. Con motivo de este acontecimiento, hacemos un resumen de las actividades realizadas desde el año pasado, en las que hemos contado con la presencia de personajes destacados de la literatura salvadoreña. Entre ellas podemos enumerar las siguientes: “El Sueño de la Razón” Lectura en la que nos deleitamos con la poesía y tertulia de los poetas Manuel Barrera, Denny Romero, Ángel Rivera, Edgar Alfaro y el costarricense Melvyn Aguilar. “Pesebre” Presentación realizada en el mes de septiembre, de la obra de Josué Andrés Moz, cuyo libro de poemas fue publicado por Editorial “La Chifurnia”. “Truncar la Muerte” Homenaje póstumo a la fallecida poeta migueleña Lola Aguirre y Salinas. En dicha jornada, a parte conocer sobre su vida y escuchar fragmentos de su obra inédita, tuvimos la lectura poética de Lourdes Ferrufino, Leonel Rivera y Luis Alexander. “El Idioma del Delirio” La lectura de noviembre, en la que contamos con la presencia de Dennis Ernesto y su obra “Exhumación de la vida”. También se contó con la muestra pictórica “Apariciones” a cargo del ilustrador limeño Vladimir López. “Islas y Náufragos” Es el título del libro de cuentos ganador de los Juegos Florales de San Miguel, obra del escritor Luis Flores, quien nos leyó parte de su ingenioso trabajo. De esta manera, concluimos, con plena satisfacción y con el disfrute de cada una de las actividades llevadas a cabo. Dando fe del escaso, pero entusiasta interés por seguir cultivando, acercando y promoviendo la literatura y otras artes a nivel nacional y, de manera especial, de la zona oriental del país, como un semillero de nuevas voces y expresiones para el futuro del arte salvadoreño. Por Luis Argueta
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Luis Argueta (Morazán) Niño ausente Duele en mi presente La dulzura tuya abrasando mi memoria ¿Dónde te perdí? ¿En cuál batalla, ingratos cuervos mutilaron tus alas? Pequeño. Mi pequeño. ¿Quién mancilló la pureza de tu ofrenda? ¡Mi niño…! Dime, niño mío… ¿Qué hago ahora, para extirparte las dagas del desengaño? Y dime, dime tú que todo lo sabías, Si acaso habrá tiempo, para olvidarlo todo. Grito tu nombre Y no me encuentro, el miedo me halla despierto a la luz de tu recuerdo Y las quimeras me desvelan su farsa Como clavando alfileres en la que fuera tu almita blanca ¡Mi niño…! Dime, niño mío… ¿Podrá la sensatez del hombre, dejarte un nido riente, oculto en medio del caos? y dime, dime tú que no sabías nada si acaso no tuviste miedo, de hundirte en el olvido.
Tatiana Granados (Morazán) A Roque (Poeta inmortal) Reina el silencio en la Royal, cada rincón huele a vos huele tu recuerdo a tu poesía inmortal, en cada prisión hay huellas, huellas de tu lucha, se escuchan gritos de rebeldía en cada avenida, no pronuncien su nombre, no hasta que haya justicia. Mi patria misma silenció tu muerte fuiste perseguido, encarcelado, estalla el alma de dolor al recordar tu nombre ¡pobrecito poeta que eras tú!
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¡El poeta descansa! ¡el poeta está triste! Su aniquilamiento esta impune, ¡Mayo! Como dueles mes de mayo triste y dolorosa salida de sol en la que una mujer llora en el día de las madres, día en que sus mismos camaradas ejecutaron al poeta, día en el que desfalleció la voz de los sin voz. La pluma aclama el papel, exige poesía, exige rebeldía, ¡mi poeta, mi poeta! Unicornio azul Tú vives en cada letra.
Luis Velázquez (La unión) La última palabra del destino: Ella tiene en sus manos un nuevo amor. Yo tengo en las mías el olor de mis cigarrillos. Ella tiene en sus labios, los labios de otro personaje. Yo tengo en mis labios su nombre, y nuestra historia. Ella tiene en su mirada los colores de la tarde. Yo tengo en mis ojos lágrimas inmortales. * Corazón en cuarentena: Y la muchacha que me gusta Sonríe cada vez que me ve a los ojos La han visto suspirar luego de verme pasar por las sucias sendas frente a su balcón Que más no quisiera yo que amarla Que más no quisiera yo que tener esa libertad
Lourdes Ferrufino (La Unión) Las ocultas ¿Dónde engavetan a mis mujeres? ¿Qué clase de etiqueta le ponen a la caja donde las esconden? “frágiles”, “delicadas”, “material altamente inflamable” Veo sus frentes: las imagino doradas. Marmoleadas. Mixtura de razas. Veo sus manos: Han conocidos colores que supieron apresar a pulso.
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Cabelleras bucólicas que no describió el compilador. Pronunciamiento Amé demasiado la vida como no debe hacerlo una mujer sensata la tempestad habita mi pecho mientras se incendia la vida en tu vaso de alcohol. No te acerques demasiado, te lo advierto. Aves desconocidas me traerán ramilletes para evitar la caída de mis ojos. Olvida la fertilidad de mi vientre el alba se encargará de secarlo. Denny Romero (San Miguel) Venus de Milo Frente al espejo espera un amanecer que no escape entre sus dedos. Está cansada de recoger flores y plantarlas como plegarias. Sus cigarrillos son aburridos como el humo del que nacen los ángeles. Nadie la ha visto. Sé que escapó a las raíces de un árbol propenso al fuego aburrido como el humo del que fue hecho su padre.
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Margaret Keane: las mujeres y la propiedad intelectual La película “Big Eyes” (2014) sobre la artista estadounidense Margaret Keane, dirigida por el legendario Tim Burton, es una oda a la independencia femenina y a la justicia poética.
Debo confesar que los primeros minutos de la película tuve el ceño fruncido debido a que la película es de la casa productora de Harvey Weinstein, personaje señalado por el movimiento ME TOO de acoso y abuso sexual a actrices. No sé si es una paradoja que la vida de Margaret Keane haya sido llevada al cine y en el listado de gente involucrada esté tal personaje. Sin embargo, decidí seguir adelante con mi intención de verla y escribir un poco sobre ella.
A Margaret Keane le tocó vivir en los años cincuenta, que como bien reza un periodista que las hace de narrador, fue una época maravillosa si eras un hombre blanco heterosexual. Divorciada y con una hija, ya tenía ese estigma por estar en una sociedad que veía mal a las mujeres solas. Tratando de hacer una nueva vida, se muda a California donde conocerá a Walter Keane, un aspirante a pintor, del que más tarde se descubre que jamás en su vida había hecho un cuadro. Margaret se casó con Walter inicialmente para mantener la custodia de su única hija, Jane.
Al principio intentaron figurar como pareja de pintores y Walter iba a las galerías ofreciendo los trabajos de ambos. En un conocido bar de la ciudad comenzó a notar que las pinturas de Margaret intrigaban a la gente y empezó a venderlas. Aquellos niños abandonados de ojos enormes les causaban algo y querían saber más de ellos. Al ver que la curiosidad de la gente era tal, Walter comenzó a decir que las pinturas de los niños con ojos saltones eran suyas. Al inicio Margaret se molestó, pero Walter la manipuló diciéndole que él haría los negocios y ella pondría el talento. Así tuvo que renunciar a ese estilo que la distinguía más por miedo que por convencimiento.
Con el paso de los años, Margaret se quedó sin amigos ya que debía pasar pintando cuadros que su marido vendería en una galería que inauguró, animado por el éxito de las obras. Pronto se dio cuenta que el mundo del arte también podía ser un negocio rentable y empezó a vender reproducciones más baratas de las pinturas, cual si fueran suvenirs o pósteres de bandas de rock. Ella estaba asustada porque creía que el arte no debía derivar en algo tan superficial. Mientras todo esto sucedía, ella empezó a construir otro estilo para mostrar esas pinturas firmadas como MDH Keane, en un intento por mostrar que también pintaba, lo que le valió muy poco, ya que la gente seguía encontrando más encantadoras las pinturas de los ojos grandes y la labia de Walter.
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El punto de quiebre llegó cuando en la inauguración de un importante edificio, Walter prometió llevar su obra maestra: una pintura gigantesca de niños con ojos saltones. La crítica la calificó de mal gusto y Walter recibió la burla mediática. A todo esto, ya pudimos notar su personalidad egocéntrica, narcisista y manipuladora. A diferencia de Margaret, tímida y callada. La redención llega cuando en 1965, Margaret se divorcia de Walter y expone en una entrevista que ella era la verdadera autora de las pinturas. Casi 10 años después se enfrentan en la corte, y ante la insistencia de Walter en ser el creador original, el jurado decidió que la mejor forma de resolverlo era que los dos pintaran frente a ellos. Obviamente Margaret salió victoriosa y pudo recuperar la propiedad intelectual de sus obras y recibió 4 millones de dólares por daños emocionales, y principalmente, pudo recuperar su vida y su autoestima.
En la película se puede apreciar el importante apoyo moral que recibe de su hija Jane, quien es la única que la acompaña y anima a luchar por la autoría de su obra. Tal como sucedió en la vida real. Como dije al principio, "Big Eyes" es una oda a la independencia femenina, puesto que Margaret logra encontrar su propia fuerza y atreverse a exponer públicamente al manipulador de su exmarido y la justicia poética viene de mano de la pintura: el talento de Margaret era tal que al jurado no le quedó duda de que los ojos enormes salían de su alma y su pincel. Una temática recurrente en sus obras, ya que ella decía que los ojos no pueden mentirte. Es su búsqueda de la verdad la que la lleva a emanciparse. En la actualidad, Margaret es una referente de arte hecho por mujeres que tras vivir bajo el anonimato han alcanzado el reconocimiento que merece.
Esta historia nos recuerda que en el arte se ha ninguneado y omitido a muchas mujeres. Las que tuvieron la oportunidad (como ella) de luchar por la propiedad intelectual de sus obras han logrado hacerse un espacio, a empujones, entre las pilas de nombres masculinos. Las que no pudieron son las que ahora mismo desconocemos. El tema de la propiedad intelectual en nuestros días no ha cambiado mucho respecto a los tiempos que creadoras como Margaret vivieron, ya que aún se dan casos de obras escritas por mujeres que son usurpadas por otros, tomadas sin permiso o manipuladas a conveniencia de otras personas,
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no necesariamente por las parejas, pero sí el uso indebido de las obras, tanto como por desestimación y falta de profesionalismo. Por todo ello necesitamos divulgar más el nombre de todas esas mujeres cobijadas bajo el manto terrible del olvido o de la manipulación histórica, para reconstruir nuestra genealogía desmembrada y omitida. Para recordarles que las obras creadas por mujeres merecen reconocimiento y respeto y no ser minimizadas a la ligera, cosa que con un hombre difícilmente ocurrirá.
Lourdes Ferrufino
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Ruta Literaria: homenaje a Francisco Gavidia Cronica
Las vacaciones de Semana Santa fueron el escenario perfecto para dar rienda suelta a una idea que veníamos manejando desde hace algunos días.
-¿Y qué tal las vacaciones, Lou? -Pues fijate que con un par de vagos armamos una ruta literaria en honor a Francisco Gavidia. Recorrimos San Miguel para visitar puntos emblemáticos de la ciudad y visitamos la casa
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donde nació ese genio. Leímos poemas y fragmentos de cuentos suyos, en compañía de la noche calurosa y la mirada de los transeúntes asombrados. Hasta tuvimos la intención de irnos a meter a un tal comedor Gavidia pero por las fiestas estaba cerrada. El vigilante del excine Gavidia salió a escuchar los poemas que se turnaron los camaradas. La noche se coronó con música variada y un maitro nos preguntó cuál es el mejor equipo de El Salvador. Yo no sé, pero cada uno rinde homenaje a quien le place, crucificado o con una casa convertida en almacén y no en sitio cultural. Lectura frente a la casa de Gavidia.
Frente a la casa de Gavidia.
Denny Romero diseñó stickers y los pegaron a medida avanzábamos.
Salve, Gavidia.
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