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El Salvador fortalece sus finanzas con canje de deuda de pensiones

El gobierno de El Salvador realizó un canje de deuda de pensiones, sustituyendo los Certificados de Inversión Previsionales por Certificados de Financiamiento de la Transición. Esto ha generado mayores rendimientos para los afiliados y fortalecido la posición crediticia del país.

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La gestión de la deuda de pensiones es un problema que países con economías de diferentes tamaños enfrentan en todo el mundo. El gobierno de El Salvador decidió este año realizar un canje de su deuda de pensiones que generó beneficios para los afiliados al sistema previsional y a las finanzas públicas. Con el canje, se sustituyó los Certificados de Inversión Previsional (CIP) por los Certificados de Financiamiento de la Transición (CFT), que generarán un mayor rendimiento.

Según la Asociación Salvadoreña de Administradoras de Fondos de Pensiones (Asafondos), organización que representa a las AFP Crecer y Confía que operan en el país, el rendimiento anual de la deuda de pensiones ha aumentado de un 4.72% hasta un 6 % gracias a este canje. Estas condiciones benefician a los afiliados, propietarios de los fondos de pensiones. Los nuevos instrumentos fueron emitidos por el Instituto Salvadoreño de Pensiones (ISP), en reemplazo del Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP), en una operación que también significará mayor solidez financiera para el Estado salvadoreño.

La implementación de la nueva Ley de Pensiones, aprobada en diciembre del año pasado, fue necesaria para realizar este canje. La mayoría de los Certificados de Inversión Previsionales (CIP) han sido canjeados ya: las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) han seleccionado ofertas con tasas del 6.9% a 50 años, con cuatro años de gracia.

Este canje ha tenido un impacto positivo en la calificación de riesgo de El Salvador, que cayeron considerablemente en 2017, cuando el gobierno de ese momento, bajo la administración del partido FMLN, cayó en impago temporal con los fondos de pensiones. Fitch Ratings ha mejorado la nota crediticia del país en tres escalones, de CC a CCC+, mientras que S&P Global Ratings ha elevado la calificación crediticia a CCC+/C.

“Hay que mantener una vigilancia constante y una gestión adecuada para garantizar que estos avances se traduzcan en un futuro sólido para el sistema de pensiones. Aunque el canje de la deuda ha sido un paso significativo, es necesario mantener un enfoque continuo en la gestión responsable de los fondos y en la implementación de políticas sólidas que aseguren un futuro próspero y sostenible”, dijo César Addario Soljancic, vicepresidente regional de EXOR Latam para Centroamérica y el Caribe.

El especialista dijo que el gobierno de El Salvador ha obtenido resultados positivos a través de estos movimientos, brindando a los afiliados la oportunidad de obtener mayores rendimientos en sus inversiones y fortaleciendo la posición crediticia del país en los mercados internacionales. “Esto crea un entorno propicio para atraer inversiones y fomentar el crecimiento económico”, señaló.

Los rendimientos de los fondos de pensiones, que actualmente rondan los US$12,000 millones, son la base de las pensiones futuras que tendrán los afiliados al sistema. Más de dos millones de salvadoreños están en la base de cotizantes de las AFP. “Estos cambios han abierto el camino para un panorama más sólido y prometedor para las finanzas públicas de El Salvador, y han generado un mayor rendimiento para los afiliados, lo que contribuye a mejorar su situación financiera”, comentó el especialista.

Agregó que el gobierno de El Salvador ha demostrado su compromiso en mejorar la situación de los trabajadores y fortalecer la estabilidad económica del país a través de diversas iniciativas de ley. La reforma a la Ley de Pensiones se aprobó en diciembre de 2022 y supuso un cambio importante en administración del gobierno por parte de las pensiones, sustituyendo al Instituto Nacional de Pensiones de Empleados Públicos (INPEP) y a la Unidad de Pensiones del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (UPISSS) por el Instituto Salvadoreño de Pensiones.

Tanto el INPEP como el UPISSS atendían a pensionados del antiguo sistema de pensiones basado en reparto, vigente en El Salvador hasta 1998. En ese año, bajo la administración del partido ARENA, se decidió privatizar las pensiones y se crearon las AFP. Pocos años después, el sistema comenzó a dar señales de inestabilidad, y los costos para el Estado eran cuantiosos, arriba de US300 millones anuales.

Para solventar esto, se creó el Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP), cuyos fondos se obtenían de la venta de Certificados de Inversión Previsional (CIP) comprados por las mismas AFP con los ahorros de los afiliados. “Este sistema dejaba en desventaja a los cotizantes porque el rendimiento que se pagaga por los CIP estaba amarrado a las tasas internacionales, a la LIBOR específicamente, y cuando esta cayó en la crisis de 2008, los salvadoreños llegaron a tener rendimientos negativos en sus fondos para pensión”, explicó Addario Soljancic.

Con el canje de deuda de este año, la rentabilidad de los certificados de deuda previsional tienen un rendimiento del 6 %, que permitirá un mayor crecimiento de las cuentas de los futuros pensionados. “Estamos hablando del dinero que ocupará la gente cuando esté más vulnerable, en su vejez, es importante la parte de la rentabilidad para atender el problema de la suficiencia de las pensiones”, concluyó Addario.

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