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Pobreza monetaria midió impacto positivo de las transferencias a la población
El Instituto Nacional de Estadística (INE) dio a conocer los resultados de los Indicadores de Pobreza Monetaria y Distribución de Ingresos, basados en los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares Continua 2.020 (EPHC 2.020) del último trimestre, ejecutada entre los meses de octubre a diciembre del año pasado. Se incluyeron a 6.000 hogares de las áreas rurales y urbanas de Asunción, Central, San Pedro, Caaguazú, Caazapá, Itapúa, Alto Paraná, entre otros.
La pobreza total en el año 2020 registró una incidencia del 26,9% (1.921.000 personas), un aumento de 3,4 puntos porcentuales (264.000 personas) respecto al año 2019, cuando se encontraba en 23,5%. Sin embargo, las transferencias monetarias a la población vulnerable (Pytyvõ, Tekoporã y adultos Mayores) evitaron que la pobreza total trepe al 30,1%, que implicaba un aumento de alrededor de 497.000 personas en situación de pobreza, es decir, cerca de 233.000 personas no cayeron bajo la línea de pobreza.
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En cuanto a la pobreza extrema, en el año 2020 fue del 3,9% (279.000 personas), que se mantuvo prácticamente invariable al comparar con el año 2019 (4,0%). Las transferencias monetarias también impactaron en esta población, pues evitaron que cerca de 184.000 personas ingresaran a la pobreza extrema, es decir, se impidió que la misma ascienda al 6,4%