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lanzamientos, aperturas, etc.
este invierno Vuelve el Heliskiing Esta temporada vuelve el Heliskiing a la Patagonia. Como desde hace cuatro años y bajo la dirección de los guías de montaña Paul Cottescu y Gabriel Rapoport, se realizarán expediciones de Heliskiing en la Patagonia con base en Bariloche. Con un moderno helicóptero operado por la empresa Helicópteros Marinos, se podrán realizar excursiones de heliskiing desde Bariloche hasta los hielos continentales en El Chaltén, provincia de Santa Cruz. Para ir reservando!!!.... heliskiingpatagonia@gmail.com Para más informacion ver en el libro Heliskiing Patagonia de Francisco Bedeschi. www.southendpublishing.com/libro_helisikiing.html
Grappa Candolini Bianca invita a descubrir lo mejor de la alta coctelería
Candolini Tonic
Grappa Candolini Bianca, producida a partir de la destilación de una cuidadosa selección de uvas y respetando la tradición italiana en su elaboración desde 1898, presenta para este verano tres exclusivos tragos de alta coctelería, acompañados del refrescante toque del limón.
Sambuca Borghetti Flambé
Ingredientes
- Hielo, 1 parte de Grappa Candolini Bianca - 4 partes de agua tónica, Jugo de limón En vaso long drink colocar hielo y verter 1 parte de Grappa Candolini Bianca, 4 partes de agua tónica y jugo de limón. Ingredientes - 1 parte de Sambuca Oro Borghetti - 3 granos de café a gusto En vaso shot colocar una parte de Sambuca Oro Borghetti. Luego agregar tres granos de café y flamblear.
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Los J 24 ya son parte del Nahuel Huapi Por Emiliano Bolgeri Profesor de vela
Navegar a vela siempre constituye en un enorme desafío, máxime si se trata del incomparable lago Nahuel Huapi y los timoneles miran a babor y estribor desde la inconfundible cubierta de un J 24. No hay excusas. Hay que animarse y descubrir el placer que implica surcar las aguas del rey de todos los lagos a bordo de estos veleros.
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avegar el lago Nahuel Huapi, “el rey de los lagos patagónicos”, como lo bautizara el perito Francisco Moreno, es sin dudas uno de los grandes placeres para cualquier amante de la vela. Cada vez son más lo que se animan a desafiar los cambiantes vientos del Nahuel en cualquier condición climática, durante todo el año. Y entonces asoma como natural que sen cada vez más los veleros de esta naturaleza matriculados en el lago y también los que llegan de visita cada verano. El último Campeonato Argentino de la especialidad que se disputó en Villa La Angostura todavía permanece en la memoria de todos. Fueron 16 las embarcaciones que arribaron de todo el país y hasta una de la República Oriental del Uruguay, el “paisito”, como laman cariñosamente los charrúas a su propia (y hermosa) nación, para competir en ▼
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medios de días extremadamente ventosos, incluso con agua-nieve, con abruptas modificaciones climáticas, que arrimaron un poco de sol y jornadas un poco más apacibles, circunstancias a las que el Nahuel nos tiene acostumbrados. En medio de tales condiciones se desarrolló un campeonato muy técnico, en el que los J24 hicieron gala de su extraordinario diseño. Al mismo tiempo, el Nahuel Huapi demostró ser una cancha de regatas muy difícil, más allá de ser, como siempre, un paraíso donde es posible navegar durante días sin pasar siquiera dos veces por el mismo lugar. O sea que no queda otra alternativa: este verano habrá que animarse. Aquí, como si se tratase del encantador susurro de las sirenas a Ulises, van algunas fotos de aquella inolvidable regata. Hay que afrontar el desafío y rendirse frente al placer que significa navegar a vela en el Nahuel Huapi, el rey de todos los lagos. ■
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miradas de trotamundos
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Una buena mesa frente al Adriático
Un Invitado de honor
Por Guillermo Kempin
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ún tengo fresco el recuerdo del rumor del mercado de los jueves en Porto San Giorgio. Pescado frito, porchetta y un centenar de feriantes haciendo lo suyo. Hace treinta años que visito con cierta frecuencia este lugar donde viví un largo período de mi vida y cada regreso es como volver a casa. Así he conocido a fondo la gastronomía de esta pequeña ciudad. Bares, restaurantes, el mercado de subasta de pescado en las madrugadas y el vino, que en esta región de Le Marche, va teniendo un lugar entre los grandes de Italia. Uno de los restaurantes que frecuento habitualmente es la Ostería Tre Nodi. Frente al mar y a un elegante boulevard, Mirella Sardellini propone su exclusiva cocina de pescado. Refinadísima en su simpleza, clásica, con un toque innovador, Mirella ejecuta una cocina impecable, en la que la calidad del producto y la maestría van de la mano. Su marido, Paolo Felici, es el director de sala y también el responsable de la compra. Lo he visto en los muelles y en la subasta, adquiriendo el pescado recién llegado del mar a las tres de la madrugada y luego a primera hora, bien despierto, encargado de la mise en
“Su especialidad es la tagliata al estilo fiorentino con trufas blancas. Recomiendo revisar los bolsillos y el límite disponible en la tarjeta de crédito”
place. Es experto en vinos y un respetuoso conocedor del mundo de la grappa. He comido los mejores frutos de mar crudos, tratados de manera perfecta. Esta vez probé un bogavante de cuatro kilos, acompañando una pasta y su cola grillada. Mirella domina el arte de hervir una gran pieza de pescado en su punto justo. Un hilo de aceite de oliva, sal y limón completan la tarea. A pocos metros de ahí, se encuentra Trattoría Marmetta, una rara avis en medio de tanto restaurante de pescado. Luigi Cordari cocina sólo carnes, provenientes de Escocia, Argentina y del mercado italiano. Su especialidad es la tagliata al estilo fiorentino con trufas blancas. Recomiendo revisar los bolsillos y el límite disponible en la tarjeta de crédito, sobre todo al inicio de la temporada de recolección. Esta temporada el precio tocó los € 3.000 Su mujer, Francesca Fiocchi, es la responsable del salón y hace la crostata más famosa de la región.
En una sólida estructura de restaurante de playa está Lo Storione, simpática gestión familiar con el respaldo de una gran tradición marinera dedicada al comercio del pescado. Simone Bulgini ofrece un menú que puede extender los catorce pasos. Sugiriendo amablemente y oyendo las preferencias de los comensales, Simone acuerda la propuesta. Los menúes impresos descansan tranquilos en la barra del bar. Tuve el inmenso placer de reencontrar después de veinte años a Rosi Morandi en Lo Storione, una cocinera “D.O.C”, con la pasión de enseñar lo que sabe. De ella aprendí a capturar los sabores del Mediterráneo en una feta de pan. Mar tranquilo y buen sol hicieron el resto. Dos blancos con cepas autóctonas de Le Marche que se agregan al ya conocido Verdicchio. Para destacar, Passerina y Pecorino, delicados, refinados y con gran personalidad. El segundo recuerda el picor del queso del mismo nombre. ■
Guillermo Kempin es lo más parecido a un sibarita. Sabe el sitio al que acudir en cada rincón del mundo, más si se trata del placer de una buena mesa, sobre todo en la bella Italia. Su peregrinar lo llevó hasta Porto San Giorgio, en la Riviera Adriática, en la provincia de Ascoli Piceno, cerca del río Tronto, lugar en el que además vivió buena parte de su vida. En calidad de experto y también como parroquiano habitual, se detuvo nuevamente en la Ostería Tre Nodi, en la Trattoría Marmetta y en el restaurante Lo Storione. Pase. Los menúes son verdaderas delicadezas.
¿Dónde ir? stería Tre Nodi O Via Gramsci 385 Lungomare Sud Porto San Giorgio(AP) Tratoría Marmetta Via Gramsci Sud 487 Porto San Giorgio (AP) Lo Storione Lungomare Gramsci Sud Concessione 79 Porto San Giorgio (AP)
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restaurando el espíritu │I Latina │San Carlos de Bariloche - Río Negro
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COCINAS
I Latina, cocina fusión en la cosmopolita Bariloche
Tres jóvenes colombianos con una larga tradición gastronómica familiar detrás ofrecen una nueva propuesta en la ciudad junto al lago inmóvil: platos y sabores de América Latina hijos de la fusión de distintas tradiciones, como la árabe, la asiática o la criolla. El chef también es de Bogotá. El concepto es, además, el de la alta cocina. “Desarrollamos fusiones que tienen sentido”, explica Santiago Macías, el primero de los nuevos emprendedores en llegar a la Argentina. POR MZ │ fotos francisco bedeschi
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ariloche tiene un cierto espíritu enciclopédico que es perceptible en distintos ámbitos. Uno de ellos es el universo gastronómico, en el que la ciudad ofrece múltiples oportunidades. Ahora, los paladares inquietos tienen una opción diferente, la que brinda el restaurante I Latina, que ofrece almuerzos y cenas en Vicealmirante O `Connor al 500. Sus propietarios son tres jóvenes colombianos de Bogotá, los hermanos Santiago y Camilo Macías, y Pablo Macías, primo de ambos. El chef también es compatriota y se llama Carlos Pardo. Todos se animaron a modificar una casa bien clásica de la tradicional Bariloche para convertirla en un ambiente distinto, decorado con colores rojos, amarillo y mostaza, que cuenta con un espectacular deck en la vereda y que próximamente abrirá, en los altos del primer piso, un bar que, entre otras variantes, se especializará en tragos. El ámbito, prolijo, elegante, sugerente, se vincula de muchas maneras
con la cocina, con la alta cocina más precisamente, determinada por los diseños y los elementos que se utilizan para preparar los platos, que se vinculan directamente con la cocina fusión latinoamericana, una forma de combinar sabores, culturas e identidades. Santiago, el primero en hacer pie en la Argentina cuando aterrizó en Buenos Aires para estudiar gastronomía en 2001, explica que la idea es desarrollar fusiones “que tengan sentido. Por ejemplo plasmar la influencia de la cocina asiática en el Perú o los contactos de la comida árabe en Venezuela o en el norte de Colombia”. Así en el menú aparecen conceptos nuevos que se aplican a la gastronomía. “Las recetas pueden estar en Internet, pero el toque del cocinero es mío e indispensable”, acota Pardo, hacedor y responsable intelectual de las exquisiteces que se pueden comer en I Latina (los Macías, según ellos mismos relatan, son además miembros de una familia que desde hace tiempo se dedica la cocina de alto ▼
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restaurando el espíritu
“Muchos de los productos que se utilizan, como el tamarindo, el café Juan Valdés, el dulce de guayaba o el aguardiente, son traídos directamente de Colombia, mientras que otros derivan, por ejemplo, del Barrio Chino de Buenos Aires”
concepto en su Colombia natal; el cocinero es un viejo compañero de ruta) Muchos de los productos que se utilizan, como el tamarindo, el café Juan Valdés, el dulce de guayaba o el aguardiente, son traídos directamente de Colombia, mientras que otros derivan, por ejemplo, del Barrio Chino de Buenos Aires, ciudad a la que Santiago conoce bien y en la que trabajó en sitios como el Hotel Intercontinental o el restó “Ummo”. Las carnes, naturalmente, se consiguen en Bariloche. Como el lomo, al que combinan con salsa de maracuyá (también conocida en distintas latitudes de América hispana como la “fruta de la pasión”) y al que definen como un “exótico matrimonio de sabores latinoamericanos”. El plato se
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completa con una base de risotto de leche de coco. La estética del lugar (predominan la luz y la calidez de la tenue madera) combina a la perfección con los platos y sus componentes, entre los que aparecen posibilidades hasta ahora inusuales y poco conocidas. El “ceviche de pescado blanco”, por ejemplo, está elaborado con leche de coco, cebolla, ají o cilantro, entre otros. Otra de las entradas, en este caso al “estilo cartagenero”, es el coctel de camarones; o la “Ensalada I Latina” (láminas de pollo apatanadas en sésamo, vegetales, lechugas mixtas y vinagreta cítrica con aceite de dendé: el dendé es un producto que se obtiene de las palmas,
componente importante de la gastronomía bahiana) La carta de vinos no sólo admite nombres de bodegas célebres pos sus cepas, sabores y colores, sino que también ofrecen otras variantes de impecable calidad aunque de producción pequeña y acaso artesanal. I Latina, que sólo cierra sus puertas los domingos, ofrece además una propuesta para el mediodía (sopa de cuatro cebollas, pita de roast beef con vegetales, fetuccinnis salteados con puntas de ternera y sésamo, tal algunas de las propuestas que se modifican diariamente) Entre los platos principales que componen el menú hay varios que son decididamente imperdibles (al menos to- ▼
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restaurando el espĂritu
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dos los que pudimos saborear): el “lenguado con costras de cacahuetes y almendras”, las “puntas de ternera al cilantro, el wok de salmón al tamarindo y el “medallón de lomo con salsa de maracuyá”. I Latina se ha convertido, pues, en una nueva propuesta para probar y disfrutar otros platos y sabores en Bariloche. De lo nuevo y diferente, lo mejor. ■
¿Dónde y cuándo ir? I Latina, vicealmirante O`Connor 541, San Carlos de Bariloche. Teléfono: (02944) 42-8520 Celular: (02944) 15-68-12-49 De lunes a sábados de 12 a 24..
¿Qué probar?
• Arroz perfumado al wok: con julianas de pollo y vegetales, todo aromatizado con lemmon-grass, menta y jengibre. • Lenguado con costra de cacahuetes y almendras: con filetes rebosados en miga de cacahuetes y almendras sobre un colchón de rissotto de cilantro y pesto ligero. • Wok de salmón al tamarindo: salmón, vegetales, jengibre, tamarindo y anís. • Medallón de lomo con salsa de maracuyá: lomo asado a la parrilla con salsa de maracuyá sobre un colchón cremoso de leche de coco.
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opciones vodka
PARA BEBER
SEIS OPCIONES PARA PREPARAR con VODKA Las variantes que existen a la hora de
preparar tragos con vodka son realmente múltiples. Seis de ellas están en en estas páginas, todas ampliamente recomendadas. Entendemos que son imperdibles. por Ezequiel Fritzler
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RESEÑA HISTóRICA
usia y Polonia son los países pioneros en la elaboración del vodka, bebida alcohólica destilada cuyo significado es “agüita”. Su proceso de elaboración consiste en la selección de lo báscico: se utilizan granos (cebada, trigo, centeno) u otras materias primas (papas, remolacha azucarera y hasta uvas); se procede a moler y triturar todo, adicionándole luego agua. Este mosto deberá fermentar, proceso mediante el cual la acción de las levaduras producirá alcohol. Después de la filtración, esta bebida fermentada se destilara obteniendo un alcohol que ronda entre los 40º y 45º. El vodka es apreciado por su pureza, ya que contiene menor cantidad de congéneres (las impurezas responsables de la resaca). Los vodkas aromatizados, actualmente muy en boga, no son para nada nuevos: esta práctica es tan antigua como la elaboración del vodka mismo, ya que los métodos primitivos de destilación resultaban bastante toscos y era muy complicado rectificar o purificar el alcohol, por lo que la única solución consistía en realzar los vodkas con ingredientes tales como cortezas, aceites aromáticos, frutas, hierbas o especias. Claro está que en la actualidad los aromatizantes se incorporan sólo por merito propio.
White russian
3 partes de Vodka, 1 parte de licor de Café, 1 parte de crema de leche espesa
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Coloque en un vaso Old Fashiones (trago corto) 3 o 4 rocas de hielo, vierta directamente el vodka y el licor de café. Agregue lentamente la crema de leche espesa sobre la preparación de forma que no se mezclen logrando así una presentación más atractiva.
Vodka Martini
3 partes de vodka,1 parte de vermouth dry, twist de limón, aceituna vevde
En una copa cocktail colocar 2 piedras de hielo para enfriarla mientras se prepara el cocktail. Colocar bastante hielo dentro de un vaso mezclador y verter el vodka y el vermut seco. Introduzca una cucharilla mezcladora y revolver durante 10 segundos aproximadamente. Retirar el hielo y el agua de deshielo de la copa, la cual debe estar ya fría, colocar un colador dentro del vaso de composición y servir. Decorar con un espiral de corteza de limón, el cual le aportara todo el aroma de sus aceites esenciales y una aceituna verde.
Spicy Martini
Coloque en un vaso Old Fashiones (trago corto) 3 o 4 rocas de hielo, vierta directamente el vodka y el licor de café. Agregue lentamente la crema de leche espesa sobre la preparación de forma que no se mezclen logrando así una presentación más atractiva. Decorar con una rama de apio
En una copa cocktail introducir 2 piedras de hielo para enfriarla mientras se prepara el trago. Colocar bastante hielo en una coctelera y verter todos los ingredientes; batir enérgicamente durante 10 segundos aproximadamente, colar sobre la copa ya refrescada y sin hielo. Para el vodka de Chile: introducir en 750 mililitros de vodka, 3 o 4 chiles rojos cortados al medio para que las semillas transmitan su picor. Dejar macerar 10 días y colar para retirar los picantes y restos de semillas.
COSMOPOLITAN
3 partes de vvdka, 2 partes de Cointreau 3 partes de jugo de arándanos, una parte de jugo de lima, una parte de almibar, cascaritas de lima.
En una copa cocktail introducir 2 piedras de hielo para enfriarla mientras se prepara el trago Colocar bastante hielo en una coctelera y verter todos los ingredientes, batir enérgicamente durante 10 segundos aproximadamente. Colar sobre la copa ya refrescada y sin hielo Decorar con un espiral de corteza de lima.
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3 partes de vodka, una parte de vvdka de Chile , 2 partes de almíbar de pimienta (infusión de pimienta en magua y azúcar), un golpe de salsa tabasco.
Bloody Mary
2 partes de vodka, 3 partes de jugo de tomate, una parte de jugo de limón, 2 gotas de salsa tabasco, 2 gotas de salsa inglesa, sal de apio, pimienta, rama de apio
CREPUSCULO
3 partes de vodka de vainilla, granita de pomelo o euma de pomelo y rosa mosqueta.
Refrescar el vodka de vainilla en un vaso de composición y servir hasta la mitad de una copa cocktail fría; colocar una fina capa de granita de pomelo (jugo de pomelo azucarado previamente congelado y triturado), completar la copa con la espuma fría (jugo de pomelo e infusión de rosa mosqueta emulsionados con azúcar y clara de huevo).
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textual │San Carlos de Bariloche │ Río Negro
DESARROLLOS
Textual y perfecto
La bodega Familia Zuccardi y un apasionado de los buenos vinos como Guillermo Kempin desarrollaron un vino tinto especial de alta gama y de notable calidad, cuya producción, cuidada y pequeña, es de sólo 620 botellas. Se llama Textual y se enmarca dentro del proyecto Santa Julia Innovación, que comenzó en el año 2000. La denominación no es azarosa. Se trata de algo singular, particular, definible, apto para aquellos que ansían la mejor calidad en el ámbito de lo no convencional.
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iertos niveles de especificidad adoptan formas que pueden, sin dudas, ser adjetivadas como sofisticadas, entendiendo al calificativo como un sinónimo superlativo de “calidad”. En este marco, la línea de vinos Textual, de la bodega Familia Zuccardi, supone la expresión de una alta gama de variedades no convencionales que se ubica dentro del proyecto Santa Julia Innovación, que se inició en el año 2000. El contexto no podía ser más favorable para Guillermo Kempin, quien siempre mantuvo una excelente relación con la gente de la Familia Zuccardi: entre ambos, entonces, decidieron desarrollar un producto en conjunto, idea que comenzó a tomar forma en mayo de 2007, en Mendoza, en la Finca Beltrán, con vinos de la gama de la más alta calidad de la bodega. El vino pertenecía a la cosecha 2006 y, en ese momento inicial, estaba almacenado desde hacía doce meses en barricas de roble francés. Pasado ese lapso, se mantuvo por dos años y medio de guarda en botellas, hasta que se decidió que era el momento de probarlo. Y disfrutarlo. El proyecto contó con el asesoramiento previo del enólogo Rubén Ruffo, con quien se realizó el “corte” y con quien se acordaron las características que debía tener el nuevo vino hasta la elección final y definitiva. De acuerdo al relato del propio Kempin, la idea era encontrar un equilibrio entre la madera, la fruta y el alcohol: una de las pretensiones
originales era cuidar y proteger, precisamente, la graduación alcohólica para no obtener, desde este punto de vista, un “vino pesado”. Lo lograron, ya que tiene un 13.3 % de alcohol, lo que en términos relativos es bastante poco tratándose de un tinto argentino. Las variedades utilizadas fueron Malbec (56%), Tempranillo (37%) y Cabernet Sauvignon (7%). El vino, conceptualmente, debía ser “amistoso, fresco y elegante”, fácil de beber, además, con un toque de acidez “interesante”, pero con carácter y con óptimas posibilidades de guarda: “Creemos haber trabajado en ese sentido. Curiosamente se llama Textual y seguramente quedará como un feliz episodio de gran satisfacción en mi relación con el vino”, asegura Kempin. La producción, cuidada y pequeña, es de solamente 620 botellas. Tendrá su instante, su mejor momento, en aproximadamente seis años. Habrá que esperar, pero valdrá la pena. Todo paladar con pretensiones debe reservar un espacio en esa mesa que ya está pronta. A los buenos vinos se los debe esperar, cuentan los que saben. Ya hay, como no podía ser de otra manera, comensales anotados. La partida es limitada. Para amantes de la mejor de las calidades y de lo no convencional. ■
Quién, dónde, cómo Ristorante Il Gabbiano Teléfono: (02944) 44-8346 Avenida Bustillo, kilómetro 24,3 Bariloche, Llao Llao, Patagonia www.gabbiano.com.ar
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entre manos
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aprendiendo
PANADERIA
Pan brioche
Por Felipe aguirre Maestro Panadero
En esta ocasión les presentamos el modo de preparar este exquisito pan de origen francés, esponjoso y ligeramente dulzor. Un acompañante fiel ya sea en la cena o el desayuno
entre manos
Ingredientes Cant / Unid
Esponja
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Harina: 100grs Leche: 100grs Levadura: 25grs
Amasijo
Preparamos los materiales y utensilios a utilizar.
En el bol de una batidora planetaria, disolver la levadura en la leche, luego agregar la harina, unir bien y dejar fermentar.
Harina: 500grs Azúcar: 55grs. Sal: 7grs. Manteca pomada: 150grs. Huevos: 5 unid. Ciboulette, opcional
▼ Felipe Aguirre
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Añadir los huevos, el azúcar, la sal y la harina.
Amasar 3 minutos en primera velocidad y 6 minutos en segunda velocidad. Agregando de a poco la manteca pomada.
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Dejar reposar 90 minutos a temperatura ambiente. Desgasificar y llevar a heladera (4ºC) 3 horas.
Desgasificar nuevamente y llevar a frío (3ºC) toda la noche. Pesar y dar forma. Dejar leudar (en molde) hasta el doble de su volumen, luego cocinar en horno 200ºC durante 25-30 minutos aprox.
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lounge
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Royal Casino y Vip Lounge (FM 89.1)
Memorias de Tony Lo Bianco
Strip chess
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iempre lo he sostenido, y habitualmente lo comento cuando me preguntan qué es lounge y qué no. Suele depender de la situación y las condiciones para que cualquier elemento, objeto, material o persona pueda determinarse si alcanza tan excelsa definición. Pongamos por caso una aceituna. Si la ubicamos dentro de una copa de Martini, en el bar del Ritz de Paris, sostenida elegantemente frente a la presencia de una despampanante rubia vestida en lamé negro, definitivamente estamos hablando de que esa aceituna es lounge. Es más, probablemente ni siquiera se llame aceituna y la denominen “oliva”. Pero esa misma aceituna, arrojada al azar, hundida en queso muzarella, decorando una porción de pizza en un copetín al paso en la zona de Estación Constitución, deja de serlo. Mientras deambulaba en mi Lancia Aurelia 1950 sin rumbo fijo, pero con la atención de esquivar los interminables arreglos sobre la calzada, pensaba: el chopp es un arma letal. Imaginaba un film donde Morgan Freeman, aguzando la mirada descubría y atrapaba finalmente a un asesino serial. Un tipo desahuciado, un homicida de bares, que tenía por modus operandi arrojar en pleno rostro los chopp llenos de cerveza. ¿Las víctimas? Obviamente, los bartenders de dichos bares que sirven esa bebida en esos armatostes de vidrio. Pero la justicia por mano propia no está bien vista. Recuerdo que bajo la salomónica ley del “ojo por ojo”, un elegante golfista persiguió a lo largo de trescientos metros, arrojando salivazos a un guanaco, en un torneo jugado en la estepa patagónica hace algunos años. Patética imagen del jugador, quien luego se dedicó a reparar ruedas de bicicletas y pelotas pinchadas. Conocí el strip poker en 1977, en el marco de unas fiestas privadas a las que solía invitarme Jack Lemmon. Eso sucedía en un hermoso apartamento que él tenía en Las Vegas. Claro que al principio uno experimenta una sensación de atrevimiento plagado de adrenalina. Además, en ese marco, era divertido por un lado ver habitualmente a Tony Curtis en calcetines, y sensualmente estimulante por otro encontrarse a Faye Dunaway o Angie Dickin-
Una noche a la semana jugamos strip chess. Son duelos de ajedrez. La astucia manda. Comer un alfil puede significar que la contrincante se quite las pantaletas. Un enroque puede estar penado con la quita de bragas. Las partidas suelen ser prolongadas, y eso también favorece el deseo. ¿Blancas o negras? Para mí es igual.
son en paños menores. Sin embargo sabía que con el paso del tiempo un llamado de atención me alertaría, haciéndome notar lo injusto de la justa. Para quien se precie de ser considerado un lounger, un bon vivant, o como le quieran llamar, el hecho de que el éxito con el sexo opuesto esté dado por el azar, implica por lo pronto un sinsabor. Pasar años de vida cultivando la astucia, la sensibilidad, la perspicacia, pergeñando cada detalle frente a cada encuentro, practicando cada frase, especializándose en los gustos, las preferencias y las debilidades de las mujeres, para que luego todo se decida por un diez de piques o una reina de tréboles. Contradictorio al menos. Si una mujer decide comenzar a quitarse la blusa frente a mí, me gustaría que fuese causado por mi habilidad, mi táctica, mis argumentos, mi estrategia, mi capacidad de haber explorado su mente, de haber decodificado su entretejida psiquis, y de haber dado en el punto justo, de manera elegante, para que finalmente se entregue dichosa a los placeres. La seducción debe ser más una capacidad mental que una cuestión azarosa. Por ello, en mi club privado, hace algunos años comencé a practicar una variación que me complace íntegramente. Una noche a la semana jugamos strip chess.
Son duelos de ajedrez, en los cuales se ponen en juego todas las habilidades mencionadas anteriormente. De esta manera, la astucia manda. Comer un alfil puede significar que la contrincante se quite las pantaletas. Un enroque puede estar penado con la quita de bragas. Las partidas suelen ser prolongadas, y eso también favorece el deseo. ¿Blancas o negras? Para mí es igual. Pero no son todas habilidades en mí. Tengo ciertos defectos. Trato de cargar con ellos dignamente. Sin embargo hay una tarea en la cual me expongo como un inútil irrecuperable. Soy absolutamente torpe para reponer hielo. Sí, para volver a llenar las cubeteras y ponerlas en el congelador. Es inevitable, pero ese recorrido de malabarista entre la canilla y la puerta de la heladera, por más breve que sea, representa en mí un escollo imposible de superar. Parte del agua siempre cae, y si eso no sucede, acomodando la cubetera dentro del freezer, chorreo y vuelco gran cantidad del contenido. Hasta ahora no le he encontrado solución. Llega el invierno, y lo mejor en estas geografías es abastecerse con buen cine europeo, unas botellas de cognac o brandy,
puros y habanos de su preferencia y algunos libros y juegos de mesa. El grito de la moda se aleja cada vez más de nuestros gustos. Hay siempre cierto estilo retro que pretende volver, pero mayoritariamente se trata de un término marketinero. Eso se lograría realmente si volviera a los paisajes nevados la gente desplazándose con raquetas. Esa es una idea que me fascina. Pero claro, hoy por hoy, si eso llegara a acontecer, es muy probable que la gente busque calzarse el último modelo de raquetas de Rafael Nadal. Amigas y amigos, debo dejarlos por ahora, me están llamando por el portero eléctrico: es un ser muy parecido a Jaime, el asistente del Súper Agente 86. Oficia de sereno en la entrada de mi humilde morada. Espero que sean las porristas que suelen acompañarme cada vez que veo un partido de Los Angeles Lakers. ■
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un espacio para el paladar y la salud │alimentos@revistaaire.com.ar
Las conservas caseras y el Botulismo
por mariana tadei Licenciada en Tecnología
Industrial de los Alimentos
Las conservas caseras son el principal vehículo del Botulismo. ¿Usted consume o elabora conservas caseras? Si este es el caso, este artículo se transformará en poco menos que indispensable.
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uando en la elaboración de una conserva casera se agrega aceite como líquido de cobertura en un frasco cerrado, es necesario saber que a pesar de hervir el frasco con todo su contenido, existe el riesgo potencial de que crezca una bacteria llamada Clostridium botulinu, que durante su crecimiento produce el veneno más potente que se conoce, la toxina botulínica, cuya potencia es superior a la picadura de una serpiente venenosa: cuando alguien se enferma con ella, se dice que tiene Botulismo. Dicho veneno no se percibe con ninguno de los sentidos, por lo que es posible comer un alimento contaminado sin advertirlo. En tal (desafortunado) caso, una cantidad ínfima, mucho menor a un gramo, alcanzaría para matar a cualquier persona en pocas horas. Si bien el botulismo no es un tipo frecuente de “enfermedad transmitida por alimentos” (ETA), hay que destacar que es la que más alta mortalidad tiene y es considerada como un tipo grave de intoxicación alimentaria ya que si la persona no es tratada rápidamente, muere.
Las esporas Cuando la bacteria se encuentra en un medio hostil, sin suficiente agua o porque escasea su comida, forma una estructura muy resistente, algo similar a una semilla: la espora. Tanto a las esporas como a la bacteria se las puede encontrar dispersas en la naturaleza, y por ello pueden estar en diversos alimentos. La Clostridium botulinum Crece solamente en ausencia de oxígeno y en aquellos alimentos que no son muy ácidos (PH mayor a 4,5) y si bien prefiere temperaturas superiores a los 10 ° Centígrados, está comprobado que puede producir el veneno incluso a 3,3 ° Centígrados
Enlatados: conservas industriales versus las artesanales En la industria, los envases con todo su contenido y herméticamente cerrados, se someten a procesos de esterilización que combinan calor y alta presión, pudiendo así, llegar a temperaturas superiores a los 100° Centígrados lo que asegura que todas las células y todas las esporas del Clostridium botulinum se destruirán. Un proceso de esterilización de 5 minutos a 125° Centígrados, por ejemplo, asegurara la muerte de las esporas. Esta combinación de tiempo y temperatura se logra cómodamente en los equipos de esterilización industriales, siendo imposible de lograr y/o verificar en una cocina convencional que no disponga del equipamiento necesario: una autoclave. Convervas no ácidas Si la idea es elaborar conservas no ácidas, habrá que hervir sin interrupciones durante 6 horas el frasco ya cerrado, proceso que reemplaza una esterilización a 125° Centígrados por 5 minutos. Pero es muy probable que después de tanto tiempo de hervor, la textura, el sabor y el aroma no sean los buscados. Al respecto siempre se recomienda usar la acidez y todo lo mencionado como forma de prevención. La miel, los bebés y el botulismo Hay otro tipo de botulismo, el infantil. Los lactantes menores de 1 año pueden contraer la enfermedad simplemente con la ingesta de la espora debido a que no tienen sus defensas totalmente desarrolladas. El alimento asociado en la mayoría de los brotes es la miel, por eso aparece ya en muchas etiquetas de miel envasada la
leyenda “No suministrar a lactantes”. Es recomendable no colocar miel en los chupetes, como tampoco darles hierbas medicinales (poleo, manzanilla, etcétera) sin haberlo consultado con un pediatra, ya que también se han encontrado esporas en dichas hierbas y no deja de ser otro riesgo. ¿Algo tan venenoso puede ser utilizado por médicos? La ciencia avanzó y en medicina estética se usa para eliminar arrugas en el rostro: es el tan conocido “Botox”. ■
¿Por qué una conserva hogareña implica riesgo? Inicialmente se hierven los ingredientes: 1- Muchas veces el alimento no está deshidradatado sino fresco. 2 - El líquido de cobertura no tiene la acidez necesaria. 3 - No se almacena en el refrigerador o freezer. 4 -El tratamiento térmico es inadecuado.
La prevención • Hervir los alimentos en vinagre. • Que el líquido de cobertura sea mitad aceite, mitad vinagre. La acidez inhibe su crecimiento. Pero no alcanza con un chorrito de vinagre: el líquido de cobertura debe constar de aceite y vinagre exactamente por mitades. • Agregar bastante sal o azúcar para bajar la cantidad de agua disponible. • Almacenarlas a 3° Centígrados o menos • No elaborar paté casero, excepto que sea para comer en el momento sin enfrascar herméticamente.
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Los Notros │ Parque Nacional Los Glaciares │ Santa Cruz
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Los Notros, cuando el placer es total
EL Glaciar Perito Moreno es extraordinario. Pero no está solo. La Hostería Los Notros está allí, frente a él. La imagen es perfecta. La sensación, única. NATURALEZA EN ESTADO PURO.
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Los Notros │ Parque Nacional Los Glaciares │ Santa Cruz
Información Ciudad: El Calafate - Santa Cruz Patagonia Argentina Capacidad - habitaciones 32 Infraestructura - Estacionamiento libre - Calefacción central - Sala de Juegos - Outdoor Pool - Family Rooms Servicios - Centro de convenciones - Lavandería - Internet - Room service horas limitadas Contacto: www.losnotros.com Telefono: + 54 2902-499510/11 + 54 11 5277-8301 al 304
Fotos: Francisco Bedeschi
Las Balsas
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Cacique Inacayal - Lake Hotel │San Carlos de Bariloche - Río Negro
Kénos Spa / Cacique Inacayal- Lake Hotel
El encanto de la relajación En Bariloche, el spa del Inacayal es un sitio que conviene transitar varias veces en la vida. El problema no es regresar sino marcharse: es prácticamente imposible. Placer, salud y estética en su máxima expresión.
El Cacique Inacayal-Lake Hotel de Bariloche no sólo tiene una de las mejores perspectivas del lago Nahuel Huapi que puedan encontrarse en la ciudad. Desde adentro, aunque pueda resultar una paradoja, las aguas del “gran lago” forman parte de la idea: hacia allí se dirigen las miradas desde el Kénos Spa, un sitio decididamente imperdible si de lo que se trata es combinar placer, salud y un estricto sentido de la estética, que jamás se pone a prueba simplemente porque asoma como perfecto. En las mismas barbas del Nahuel, casi, cuenta con una piscina climatizada cubierta, que posee un sistema de “nado contra corriente” y cuellos de cisne, además de hidromasaje para ocho personas con tumbonas, sauna seco y baño finlandés con diferentes aromas. También duchas escocesas, vestuarios y una terraza en la que se puede participar de una espectacular vista panorámica del Nahuel Huapi. El ámbito, el spa propiamente dicho, está decorado de tal forma que se transforma en un lugar único, exclusivo y cálido, en el que es posible relajarse y dejar que los sentidos fluyan. La carta de tratamientos, entonces, es amplia: hay distintos tipos de masajes como piedras calientes, “after –ski massage” o masajes a cuatro manos, entre otras posibilidades. Como se trata de ofrecer el máximo abanico posible de bálsamos para el cuerpo y el alma, las variantes
incluyen una gama de tratamientos faciales para el cuidado y mejoramiento de la piel, tratamientos anti stress, estéticos corporales y de belleza y también programas especiales para disfrutar solos o en pareja. Los huéspedes del hotel pueden disfrutar las bondades del Kénos Spa, y tienen otras actividades para elegir como streching o gimnasia en el agua, siempre supervisadas por personal especializado. En el verano todas las actividades de realizan al aire libre en la terraza del spa del hotel, que además cuenta con una playa propia y una pequeña flota de kayasc. ■
¿Dónde ir? Kénos Spa, Cacique InacayalLake Hotel Avenida Juan Manuel de Rosas 625 Celular: (02944) 15-41-29-62 Teléfonos: (02944) 43-3888/ 436666/ 43-3715 San Carlos de Bariloche Patagonia argentina www.hotelinacayal.com.ar
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Casco Viejo Patagonia Lodge │San Martín de los Andes │ Neuquén
5 raZONES PARA VISITAR El Casco Viejo Patagonia Lodge
La reconstrucción: La casa se reconstruyó en base a unos planos redibujados de recuerdos y las medidas de la vieja casa. Mucha memoria, trabajo y recuperación de materiales y objetos hicieron posible que hoy la casa se haya reconstruído. Hoy con muchas más comodidades que aquella casa que dio abrigo a 4 generaciones, el Casco Viejo es el primer paso para conocer lo que fuimos y lo que somos. Una casa que guarda en su interior la calidez de la buena atención y el cuidado de los detalles y que encuentra su raíz en el legado de generaciones que creyeron en esa tierra.
Lectores. Si conocen algun lugar distintivo del cual podamos destacar 5 razones para visitarlo, no duden en enviarnos los datos para poder armar esta recomendación.
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Un lugar con historia.Un lugar en el que el confort y la tradición se mezclan en perfecta armonía logrando ofrecer un servicio de excelencia pero con la sensación de estar tocando la historia con todos los sentidos. Siempre visitado y atendido además por sus propios dueños quienes relatan y comparten la historia de su familia y las andanzas que los traen a poblar la inhóspita Patagonia de fines siglo 18. Esta combinación permite sentirse en un lugar sin tiempos pero con la posibilidad de tener acceso a Internet, teléfono y una habitación con TV satelital.
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El Lugar: Frente a un codo del pintoresco Río Quilquihue, tanto para pescadores como para amantes de la naturaleza y la tranquilidad de un viejo Casco de Estancia, la casona está ubicada en un punto estratégico por su belleza natural. Muy cerca del aeropuerto (7 km. a la tranquera de la estancia y otros 7 hasta el lodge) y a 18 km del centro de la ciudad es otro de sus puntos positivos con respecto a su ubicación.
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La Atención: Atendido por una pareja permanentemente a disposición de los huéspedes, chef y anfitriona, cuidan cada detalle de la estadía. Con la exclusividad de sólo 3 habitaciones el ambiente es muy cálido y personalizado. Los pedidos y requisitos especiales son escuchados en cada caso para ofrecer a los visitantes una estadía acorde a sus necesidades. Dietas especiales, actividades, recreación, compras, etc.
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Actividades: Contigüo a la estancia (habiéndose desarrollado sobre parte de su tierra) se encuentra Chapelco Golf & Resort, desarrollo que cuenta con la primer cancha de golf diseñada por Jack Nicklaus en Sudamérica. Aquellos que se hospedan en el Casco Viejo Patagonia Lodge cuentan con un descuento especial para el green fee de este exclusivo campo de golf. Además dentro de la estancia se ofrecen también Cabalgatas, pesca (clases, badeos, flotas – en el Río Quilquihue y otros de la región), caminatas, bicicletas, personal training, entre otros. En la región se pueden realizar también un sin fin de actividades para disfrutar de la Patagonia y todos su lugares increíbles. También existe la posibilidad de disfrutar de un exclusivo Spa de Montaña en las instalaciones del Hotel LoiSuites Chapelco, dentro de Chapelco Golf & Resort.
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El Casco Viejo es por su historia un pasaje a un des-
tiempo, donde los compromisos y apuros se dejan a un lado y permiten que el cuerpo y la mente se relajen en el disfrute. Al haberse abierto como Lodge hace muy poco ofrece tarifas promocionales que permiten conocerlo a muy buenos precios. Sin lugar a dudas es un destino imperdible para quienes buscan mucho en un solo lugar. ■
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Claudio Ziperovich
ZIPEROVICH SATURADO Por Angeles Smart
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n sus últimos siete años, en los están vivas, se mueven e interactúan. Sus que vivió en la Patagonia, Claudio ritmos sosegados y armónicos tensionan Ziperovich (oriundo de Córdoba) dialécticamente con la estridencia del color terminó de definir el estilo que hoy lo que desconoce las sombras y el volumen. “No caracteriza como artista. Tomando sólo es una abstracción que no pueda vincularse 12 colores básicos del círculo cromático, con la realidad, al estilo de Mondrian, lo logrados primero en la paleta, abandonó que busco es un truco óptico. El ojo tiende definitivamente el blanco y el negro; también a simplificar. Quiero que el espectador los colores tierra. Su pintura antimatiz asocie lo que yo le propongo con su propio utiliza el amarillo para lograr la claridad. El universo de imágenes: algunos encuentran resultado está a la vista, los colores saturados gatos, máscaras africanas, plantas. Quiero e intensos del acrílico asaltan al espectador seducirlo con colores, formas, repeticiones y como si fueran disparos. Logró, así, uno de que él complete la obra. Reproduzco lo que sus más conscientes objetivos, involucrar al hacía de chico: cerraba los ojos y aparecían público: “Quería salir de un arte que sólo se colores, luces, y al fin se me revelaban las dirige a un pequeño núcleo de entendidos, imágenes”. en mi primera etapa realicé objetos que hoy juzgo un poco fríos y distantes, aprendí del arte conceptual la importancia de la participación de la gente, que juegue como espectador un rol protagónico”. Su venida a Bariloche implicó un alejarse del debate estético sofisticado que impera en las grandes ciudades, quiso centrarse en su obra y en lo que hacía. Enfilar hacia el sur le significó un “largar todo”, abandonar un mundo para encontrar otro, más inmediato y más personal.Para él, la pintura es un texto lleno de signos a la espera de ser interpretado y decodificado; pero ni literal ni unívoco, prefiere sugerir a narrar. Las formas abstractas planas, que no llegan a la geometría pura, evocan figuras vegetales y animales; ▼
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Claudio Ziperovich
En el 2006 fue seleccionado para representar a la Patagonia en el “Cow Parade Buenos Aires” en Puerto Maderos. La escultura en fibra de vidrio “Vaca para mirar” (213 x 74 x 122) que viajó a la muestra, también fue expuesta en el Centro Cívico para que el público local la apreciara. Lo trascendente de esta selección consistió en abrir el juego a un nuevo estilo artístico, en éste caso plástico, como representación de lo que se realiza en el sur. Lejos del estereotipo artesanal/ natural, la vaca de Ziperovich resaltó por sus genes postmodernos y contemporáneos. En esta dirección apuntó, también, su participación en marzo de este año de la tercera edición del proyecto “verArte en Bariloche” (coordinado por Valeria Fiala) que tiene como principal objetivo la difusión de la producción artística local. Allí presentó algunas de sus obras de las series “El placer de mirar” (2008) y “Pinturas para mirar” (20082009). Continuos visuales de sorprendente armonía estética, estas pinturas, preñadas de intuición, sorprendieron e invitaron a las suposiciones lúdicas y recreativas. No fue raro encontrar grupos de espectadores que discutían sobre lo que “descubrían” entre las herborescentes y exuberantes formas. “Mi próxima serie será los “Escritos para mirar”, no tengo idea qué va a pasar, pero algo va a surgir. El espíritu lúdico siempre me va a seguir y tal vez con los signos encuentre un nuevo equilibrio entre lo pictórico y lo conceptual ”. Centrado principalmente en la experimentación y el estudio del color, Claudio Ziperovich avanza clara y metódicamente, y su obra, enraizada en la formación académica y enriquecida en las ya numerosas exposiciones individuales y colectivas, promete hallazgos y placeres siempre renovados. ■
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Información
Claudio Ziperovich (Córdoba 1974) 2000. Licenciado en Pintura. Escuela de Artes de la Universidad de Córdoba, Argentina.
Formación con artistas:
2006. Taller de análisis de obra con Eduardo Médici, Córdoba, Argentina. 1996. Taller de análisis de obra con Remo Bianchedi, La Cumbre, Argentina. 1995. Taller de pintura con Bruce Dorfman, The Art Students Legue, Nueva York, Estados Unidos. 1994. Taller de dibujo y pintura con Patricia Ávila, Córdoba, Argentina. 1992-93. Taller de dibujo con Pablo González Padilla, Córdoba, Argentina.
Ultimas exposiciones:
2009. “Ver Arte en Bariloche. Tercera Edición”, Sala Frey, Bariloche, Argentina. 2008. “Feria Arte Múltiplo”, Galería Espaciocentro, Palais de Glace, Buenos Aires. 2007-08. “El nuevo Caraffa: + museo + contemporáneo”, Museo de Bellas Artes Emilio Caraffa, Córdoba. 2006. “Cow Parade Buenos Aires 2006”, Puerto Maderos, Buenos Aires. “Feria Arte BA”, Buenos Aires, Argentina.
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Ariel Barbieri
Objetos discursivos
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Artista: Ariel Barbieri
Cinco objetos discursivos, cinco líneas
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(1) Hiroshima Moun Amour: es una bomba pop. El comentario de aquello que no se puede volver a nombrar de la misma manera. Un discurso sensual e imposible que intenta describir ciertas formas del dolor humano. Un cuerpo anímico con el que convivimos diariamente. (2) Elefant: No falta una e. Es la palabra catalana para nombrar a un exótico animal que habita en el sur y que pretende en su movimiento inventar, proponer y construir rituales que nunca tuvimos. Podría ser un gigants de fiestas medievales, en un país que no tiene esta Edad; y quizás ninguna. (3) Jorgelina Sello: Es quizás uno de los objetos discursivos más interesantes. Una vedette glamorosa que muestra la
impronta de su existencia, con el sello de una identidad móvil, nómade, que salta de país en país para poder ser. (4) Bolsillito: El color pálido de un rostro que sigue existiendo burocráticamente. Como en aquel cuento de Leopoldo Lugones, El hombre muerto, camina de oficina en oficina por las diagonales platenses, sin que nadie se acerque y confirme con su palabra que él ha dejado de existir. Existe, entonces, en los expedientes que clasifica y guarda prolijamente en sus bolsillos. (5) Compás heideggeriano: Se podría llamar también péndulo wintghensteniano, ¿por qué no? La circulación del lenguaje como contingencia y relatividad, como espacio intangible y material al mismo
Los objetos discursivos son un invento del lenguaje, una proyección plástica que emerge como resultado de un giro inédito en el cual las palabras se encuentran con las cosas. Son el trayecto que va del objeto al sujeto, proponiendo en el recorrido nuevas formas de decir aquello que ha envejecido. De esta manera, posibles miradas acerca de lo mismo, irrumpen en un determinado momento. Al margen de esto, quizás siempre al margen, los objetos discursivos no son fantásticos, sino fanáticos fetiches trágicos que poseen una particularidad: se identifican excesivamente con el objeto que interactúan, dentro del pequeño y dramático texto de su existencia, adoptando por esto, la inercia de su forma. Pese a esto, y este es el motivo por el cual los admiro, logran trascender esa tragedia con cierta dignidad y belleza.
tiempo en el cual se articulan las palabras y las cosas. Un giro lingüístico y filosófico que descubre orígenes que no existen. que habita en el sur y que pretende en su movimiento inventar, proponer y construir rituales que nunca tuvimos. Podría ser un gigants de fiestas medievales, en un país que no tiene esta Edad; y quizás ninguna. ■
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Francisco Amoroso │San Martín de los Andes │ Neuquén
Arquitectura: FRANCISCO AMOROSO
“Entidad no es lo mismo que identidad” POR Martí zubieta│ fotos estudio amoroso
Francisco Amoroso es arquitecto (UBA, 1974) vive desde hace tiempo en San Martín de los Andes y trabaja en toda la región. ¿Existe o no una variante patagónica de la arquitectura? Para él la cuestión no se discute en el terreno de una supuesta “identidad” sino en los distritos conceptuales de la “entidad”, momento aristotélico en el que la potencia se transforma en acto, en ente. El “ser” supone exhibir los argumentos que permiten que una cosa sea lo que es y no otra, en un universo en constante devenir donde las manifestaciones artísticas no son independientes de la sociedad en la que se generan. Premisa fundamental: entender el territorio.
¿Es posible pensar en algo parecido a lo que podría denominarse “arquitectura patagónica”? Hay un libro maravilloso, la Historia Social de la Literatura y el Arte, de Arnold Hauser (N.de la R: existen ediciones en castellano, publicadas por Editorial Debate), uno de los textos más preclaros que se han escrito sobre el movimiento plástico de la Humanidad y sobre el arte en general. Luego de leer esos tres tomos se puede concluir que cualquier manifestación artística tiene un claro correlato con la sociedad que la contiene. Y esto es el punto de partida para entender si existe o no una arquitectura realmente patagónica. A partir de allí, habría que empezar a preguntarse si en la Patagonia existe una entidad de ser como tal. Muchas veces, y desde mi modesta opinión incorrectamente, se habla de “identidad”. Identidad significa “igual a”. Y creo que una cosa “es” en el momento en que se convierte en “ente”. Por eso me gustar definir a la Arquitectura como una situación de “entidad” más que de “identidad”. O sea en el momento que “sos” es porque tenés los argumentos lo suficientemente sólidos como para distinguirte del resto. De otra manera, sos nada más que una copia. Pero todo esto no es una foto: es una película, un continuo, es un devenir. Quiere decir, acaso, que un arquitecto puede pensar esta idea de manera distinta hace cuarenta años que en la actualidad, porque eso que usted llama “entidad” se mueve, se transforma… Absolutamente. Se mueve en función de lo que significan la mezcla y la conformación social. Es distinta la “entidad” en la Patagonia pre-turística que en la Patagonia con com- ▼
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1: Francisco Amoroso 2: GalerĂa Solar de Rocha SM Andes (Arquitectura Amoroso)
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Francisco Amoroso │San Martín de los Andes │ Neuquén
“Para mí, formamos parte de este todo. Es tan potente el argumento de la topografía, de la geografía, que siento que pertenezco a todo ese espectro”. ponente turístico. Y ahí sí podemos empezar a buscar los correlatos de identificación desde la Arquitectura, desde la arquitectura de madera de los pioneros de Bariloche o de San Martín de los Andes o del sitio que se prefiera en esta “gran ciudad lineal”, como defino a la Patagonia Andina, desde Alumine hasta Trevelin. Toda esa extensión es “una gran ciudad” donde es posible identificar a Bariloche como el “down town” y se puede vivir en San Isidro, por ejemplo, que es San Martín de los Andes, y Belgrano será Villa La Angostura. Para mí, formamos parte de este todo. Es tan potente el argumento de la topografía, de la geografía, que siento que pertenezco a todo ese espectro. La circunstancia de habitar, entonces, es casi barrial y de hecho la conformación y el tamaño, son barriales. Los límites, además, son absolutamente artificiales. ¿Cuál es la diferencia, hablando del Corredor Andino, entre Río Negro, Neuquén y Chubut? Realmente no la percibo.
¿Cómo hace el arquitecto para pensar en la gente cuando imagina una casa? Y la idea incluye a quienes la vayan a habitar y a quienes, en tanto gregarios, la vayan a transitar, a observar. Hay una situación de compromiso que parte, en principio, por entender el territorio. En general, cuando alguien te encomienda una obra, se parte de un plan de necesidades más o menos definido, más o menos difuso, depende de qué lado se lo mire. A veces más definido cuando se trata de una vivienda, un poco menos cuando se trata de otro tipo de construcciones. Pero lo que es inevitable es que ese programa, que en términos estrictos es igual en el Caribe que en Bariloche, tiene el condicionante absoluto que implica el territorio, que sigue siendo condicionante una vez finalizada la obra. A punto tal, que en la mayoría ellas, cuando se hacen las famosas memorias descriptivas, es tal
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la percepción y la concepción de esta idea que se describe como “arquitectura integrada al entorno”, que no siempre está bien resuelta, pero es clara la intención de que así sea, tanto del que la hace como del que la percibe. A veces, lo que me causa mucha gracia, la integración al entorno parte desde la copia de cosas que han hecho otros: entonces, como está al lado de una obra de Alejandro Bustillo y es parecida, está integrada al entorno. Pero habría que empezar a preguntarse si Bustillo efectivamente integró su arquitectura al entorno de Bariloche. ¿Y cuál es su idea al respecto? Creo que no porque transculturó imágenes y semiologías que tenían que ver con una arquitectura noreuropea. No lo estoy ponderando a nivel de cualidad, si es bueno o es malo. Lo que sí sé es que construyó de acuerdo a otras imágenes que no tenían nada que ver con la poca histo-
ria de la Patagonia. Quizás, a las raíces de la arquitectura habría que buscarlas en la arquitectura espontánea de los pioneros como para decir “medianamente está integrada”. Y hasta tengo dudas con relación a esta circunstancia, la de la arquitectura espontánea de los pioneros, o sea la arquitectura típica de madera transculturada desde el sur de Chile, del balloon frame, que de todas maneras sigue siendo una imagen transculturada, a su vez, desde Europa. Pero digamos que tiene un toque más de genuino. Lo otro es un poco una escenografía muy bien resuelta, lo cual sin duda genera discusiones. Los arquitectos tenemos la obligación ineludible de proponer y discutir sobre nuestro trabajo, lo que no significa que yo no haya hecho cosas cayendo en el mismo error. ¿Se trata, en todo caso, de “errores” o de criterios que se modifican? ▼
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Lo considero un “tránsito”, respetabilísimo. Insisto con el tema: ni siquiera me atrevo a calificarlo cualitativamente a Bustillo. Creo que se trata de un momento, es una situación determinada. Tiene, al mismo tiempo, un aspecto muy efectivo: logró la identificación de Bariloche con una imagen, sobre todo para la gente que no conocía ni la ciudad ni la zona. Y eso es positivo (y cuando hablo de Bariloche la mención es extensiva a toda la cordillera) Pero, por ejemplo, me da mucha lástima cuando en Esquel, donde sí hay una fuerte tradición histórica de la arquitectura ladrillera de origen galés, se desprecie esa arquitectura, se la destruye, se revocan las paredes de “ladrillo visto” y se remeda la arquitectura típica de Bariloche. Y tiene que ver también con el momento histórico, con la necesidad de la afirmación de una imagen. Si uno lee el libro de Exequiel Bustillo, El despertar de Bariloche (N.de la R: está publicado por Editorial Sudamericana), al referirse a su trabajo como presidente de Parques Nacionales y a la convocatoria de su hermano, Alejandro, cuando se construye el Hotel Llao-Llao (comenzó a edificarse en 1936, se inauguró oficialmente en enero de 1939, en octubre de ese mismo año se incendió casi por completo y se reinauguró, ya reconstruido, en diciembre de 1940; N. de la R) hay una clara intención de captar al turismo internacional, con lo cual la imagen, en la cadena semiológica que se eligió, es “¿cuál es el turismo internacional de montaña?”, “¿cuál es el parámetro de alto nivel?” Era Suiza. Entonces se reconstruyó y se rehizo una arquitectura que evocaba esa situación. Si jugásemos con el tiempo y con las épocas, si transitáramos los días de marzo de 1940 y el Centro Cívico de Bariloche aún no existiese, ¿usted cree que el arquitecto que lo diseñó, Ernesto de Estrada, lo pensaría exactamente igual? Creo que el verdadero valor del Centro Cívico es el haber establecido una centralidad identificable. Una de las condiciones de una ciudad, del nacimiento de una ciudad, consiste, precisamente, en establecer su centralidad, lo que para las polis griegas era el ágora, razón por la cual si independizamos este hecho urbano del simple análisis escenográfico,
ya el hecho de haber elegido el lugar y de haberlo hecho en esas condiciones es altamente valorable. Entonces, ni siquiera vale la pena analizar cuál fue la imagen que Estrada terminó dándole, imagen a su vez influenciada por la imagen de Parques Nacionales. La arquitecta María Estela Solanas, de San Martín de los Andes, identificó, en varios artículos, tres períodos respecto al patrimonio arquitectónico construido en San Martín, un análisis que puede extenderse a otros lugares de la región. El primero de ellos, el de los pioneros, en el que se desarrolla esta arquitectura casi espontánea con fuerte influencia, materialmente, de quienes las construían. En el caso de San Martín, una gran cantidad de chilenos que, además, por saber usar la madera utilizaban la tecnología del balloon frame, que nació en Alemania, luego pasó a los Estados Unidos y al sur de Chile: todas las casas de la Décima ▼
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Francisco Amoroso │San Martín de los Andes │ Neuquén
1: Galería Solar de Rocha SM de los Andes (Arquitectura Amoroso)
Región que son de madera, se construyeron de esta manera, con escalerillas de madera con doble revestimiento. A partir de la década del ´30, aparece la etapa de Parques Nacionales, con el peso del Estado en lo que significa cantidad y tamaños de obras: con la generación de las intendencias, esa imagen está colocada prácticamente en todas las ciudades de la cordillera. El gesto de Parques Nacionales definió cual era el perfil que querían para esta zona, a la que en realidad se imaginaron como un gran centro de turismo internacional de montaña cuyas imágenes evocables eran Suiza o el norte de Europa. La tercera etapa, finalmente, es la del turismo, en la que aparece la hotelería como un elemento determinante del tipo de imagen que se quiere empezar a transmitir: muchas
evocan al Llao-Llao, muchas recuerdan edificios de Buenos Aires. A posteriori, como una cuarta etapa, se produce el fenómeno de la urbanización, que en Bariloche está más definida que en otras ciudades, la etapa más peligrosa, la que entiendo que Bariloche ha sufrido más, especialmente en el centro, donde comienzan a aparecer edificios “anónimos”: si se los saca de contexto podrían estar en el barrio de Flores, en Saladillo o en Córdoba. Es “arquitectura con identidad”: es idéntica a la de otros edificios que podrían estar en cualquier parte. Pero estoy seguro que no tiene “entidad”. ■
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Volcanes
Dioses de los Andes POR Mz │ fotos francisco bedeschi
La naturaleza patagónica supone cotejar ideas aparentemente contradictorias, las de belleza y peligro. En todo caso puede suponerse que son dialécticas y que, en relación a los volcanes, no existe una sin la otra. Desde el aire todo el resto de la creación parece ser pequeño y efímero. Las imágenes del Tronador, el Osorno, el Calbuco, el Puntiagudo o el Lanin son simplemente extraordinarias. Silenciosos, los volcanes son los panópticos centinelas de la Cordillera de los Andes.
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En primer plano, el Tronador, en su cara sur, a la izquierda el Calbuco, mรกs atrรกs la iconfundible silueta del volcรกn Osorno, y la rocosa punta del volcรกn Puntiagudo.
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Foto:Una sutil nube, recubre como un velo, la majestuosa cumbre del Volcán Lanin.
La belleza y el peligro pueden adoptar, casi, personalidades literarias como las del Dr. Jekyll y Mr. Hide, pero no sucesivas sino simultáneas, aunque una de ellas latente, potencial, como si fuesen héroes mitológicos bifrontes. Las últimas y no tan lejanas, temporal y geográficamente, erupciones del volcán Chaiten, en Chile, permiten comprender al menos dos ideas, dos abstracciones: la hermosura y la furia. Suceden. Aparecen. Se presentan a su entero antojo como siempre ha sucedido, ajenas a las pequeñeces de las civilizaciones, la admiración y el padecimiento incluidas. Pero la eventualidad no debería sorprender a nadie. La zona es pródiga en encantos varios y los volcanes, majestuosos, eternos, omnipotentes, forman parte de ese hechizo. Totémicos, ejercen influencias parecidas a las sirenas de Ulises: los hombres
se detienen ante ellos, los admiran y, finalmente, en trabajo de expertos, los desafían y se mimetizan con sus laderas con la pretensión de acercarse, acaso, al más intenso de los Parnasos. Sin ir demasiado lejos de Bariloche, por ejemplo, el Tronador es no sólo un ícono: para muchos es la perfección misma. Sus 3.478 metros a veces no se observan, aunque se escuchan, hipnóticos, desde siempre. Pero la montaña es la mímesis de un volcán, detalle que nadie jamás olvida: no tener en cuenta el detalle podría significar una conducta negligente. Poéticamente fatal. Sin embargo, irremediablemente hermosa. Con relación a sus particularidades terrenales, verificables en todas las bibliotecas imaginables, es indispensable anotar una certeza: su cumbre más elevada anota el límite internacional que separa a ▼
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Argentina de Chile. El Tronador no es el único soberano. Comparte su poder de sugestión con otros, como el Osorno, otro dato que corrobora la artificialidad de todas las divisiones políticas: éste, debido a la arbitrariedad de la cartografía –tan humana-, es parte del territorio chileno, así como el Tronador, heredero de las mismas arbitrariedades –todas ajenas a la lógica de la geologíasienta sus bases de este lado de la cordillera. Situado a unos 60 kilómetros de Puerto Varas, tiene una altura de 2.661 metros. Su impronta es tal que se puede advertir desde cualquiera de los puntos cardinales. Como el Tronador, el Osorno es también una de las fotos perfectas de la región, otra de sus marcas registradas. La nieve impenitente es una de las características de uno y otro. La otra tal vez sea que es imposible dejar de mirarlos. El Tronador hace tiempo que está en silencio. El Osorno, en la Región de los Lagos, prácticamente a la vera del Lago Llanquihue, registra una erupción antes de ayer, en 1869. Para la vulcanología, 140 años constituyen nada más que un instante. Cerca, casi “a salto de mata”, como sugieren las traducciones españolas de Paul Auster, el Calbuco es uno de los volcanes que aún se considera activo dentro del territorio austral de Chile: su denominación juega con imágenes simbólicas como “agua” y “azul”. Se eleva hacia los 2.015 metros sobre el nivel del mar y, bien desde arriba, contempla con suficiencia a las ciudades de Puerto Varas y Puerto Montt. Los expertos todavía lo consideran delicadamente peligroso y parece ▼
“el Lanin es simplemente extraordinario. Su cumbre, eternamente nevada, es como un bálsamo para la vista. El volcán se ve de todas partes cuando las nubes, habituales, permiten advertir sus 3.776 metros.”
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no faltarles razón: su postrera muestra de poderío sucedió no hace demasiado tiempo, en agosto de 1996. Entre los lagos Rupanco y Todos los Santos, también en la Región de los Lagos, también en Chile, el volcán Puntiagudo tiene una altura por sobre el nivel del mar de unos 2.498 metros. Los montañistas aseguran que las dificultades que plantea su ascenso son notables, prácticamente inenarrables. Sus paredes, aseguran esos pocos privilegiados, son irrefutablemente lisas; sus pendiente, además, son imperceptibles en las vecindades de la cumbre. Las crónicas registran una turbulenta erupción en 1850. “Ayer nomás”, dirían Moris y Lito Nebbia. Desde el ayer. De este lado de las inmensas montañas que se unen unas con otras, apelando nuevamente a las convenciones, a poco
más de 110 kilómetros de San Martín de los Andes, en Neuquén, el Lanin es simplemente extraordinario. Su cumbre, eternamente nevada, es como un bálsamo para la vista. El volcán se ve de todas partes cuando las nubes, habituales, permiten advertir sus 3.776 metros. Altísimo, fue “descubierto” por Basilio Villarino en 1783, el piloto español que primero navegó las aguas del Río Negro y del Limay. El Lanin es el albacea del silencio. Los volcanes, que siempre estarán allí, son la metamorfosis terrenal de las ideas perfectas de las que hablaba Platón. Combinan con matemática belleza las nociones de admiración y recato, de entusiasmo y sabiduría. Son los panópticos centinelas de la Cordillera de los Andes. ■
Las crónicas registran una turbulenta erupción en 1850. “Ayer nomás”, dirían Moris y Lito Nebbia. Desde el ayer.
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photoshock Ruta 40 entre Perito Moreno y Bajo Caracoles, provincia de Santa Cruz. Mucha inversión en carteles... poca lectura, de parte de los muchachos de Vialidad Nacional.
Francisco P. Bedeschi
Si tenes una foto shockeante Y la queres enviar a: correo@revistaaire.com.ar Será levantada en la web y participará de importantes premios. Inicio 20 de julio
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Los trabajos y los días POR Mz │ fotos francisco bedeschi
En los confines de la provincia de Santa Cruz, en el límite con Chile, la estancia Tucu -Tucu, desde hace más de 60 años, se dedica a la producción ovina. En sus casi 18.000 hectáreas, el trabajo supone manipular unas 8.500 ovejas. La desolación no hace otra cosa que resaltar la insolente belleza del paisaje. El camino, sin embargo, es el mismo de siempre: son 70 kilómetros al oeste de la Ruta 40. Ramiro Gregorio Arcal, nieto del primer emprendedor, narra fragmentos de una historia que jamás se detuvo.
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Ramiro Gregorio Arcal
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l campo, grandísimo, está en la zona del Tucu-Tucu, en la provincia de Santa Cruz. El lugar podría albergar tranquilamente un parque nacional porque sus bellezas son extraordinarias. Ríos, valles interminables, montañas, lagos forman parte del paisaje. Pero la realidad suele ser la “la única verdad”, como dijera un viejo general sudamericano. Nada de lo que podría ser, es. Y lo que es, es otra cosa. Son casi 18.000 hectáreas dedicadas integralmente a la producción ovina: hay, nada menos, que 8.500 cabezas. El pueblo más cercano, la civilización más próxima, es Gobernador Gregores, a unos 200 kilómetros al Este. La historia de Ramiro Gregorio Arcal, el hacedor, comenzó hace mucho tiempo, en los tiempos de su abuelo, don Alfredo Arcal, que llegó a estos parajes a mediados de los años `50 del siglo pasado en carreta, con la idea de asentarse para dedicarse a las ovejas. Venía de Puerto San Julián, donde se dedicaba, entre otras tareas, a la producción ovina, a la compra, engorde y venta de ovejas junto a su hermano Juan. Eran años de proezas: los arreos significaban viajes complicados, siempre atravesando un territorio semivacío: desde la cordillera, lugar en el que se ubica la estancia el Tucu-Tucu, hasta Comodoro Rivadavia, en el Atlántico, sitio en el que entregaban la hacienda a los frigoríficos. La travesía implicaba 60 días de arreo de más de 5.000 animales, durmiendo a la intemperie y soportando el áspero clima patagónico. Hoy, ya en otra centuria y con la amabilidad de ciertas modernidades, el trabajo continúa. Quien está a cargo del establecimiento es uno de los nietos del fundador, Ramiro Gregorio Arcal, quien prolonga con la tradición familiar y se ha transformado en la tercera generación de productores ovinos de su particular árbol
patagonia productiva
genealógico. También es instructor de esquí en el Cerro Catedral, por lo que la Patagonia, de muchas maneras, es su lugar, su espacio a transitar. Más allá del tiempo transcurrido, hay ciertas cosas que no se han modificado en absoluto: el camino que lleva hasta la estancia el Tucu-Tucu es siempre el mismo. Son 70 kilómetros al Oeste de la Ruta 40, el más desolado de la más romántica carretera austral, a la que la cartografía suele mencionar como la Ruta 35. Allí no hay combustible, teléfono, Internet, hoteles, almacenes. Nada de nada. Solo espacio y tiempo. Nada más que la Cordillera de los Andes, glaciares y el alambre que divide el campo. Pero no de otra propiedad: del otro lado está Chile.
Aquello que resulta indispensable espera en Gobernador Gregores, sitio al que ir de tanto en tanto para proveerse de lo indispensable. El viaje, ida y vuelta, bien montados en una resistente “cuatro por cuatro”, insume unas siete horas. Conviene llevar todo bien anotado. Un simple olvido supone peregrinar durante una enormidad de kilómetros. En la Patagonia, la relación entre necesidades, problemas y distancias siempre es inversamente proporcional a lo que se supone como normal. El viento, salvaje, es muchas veces el único sonido disponible. A la ayuda la constituyen los vecinos de los campos de los alrededores, que no son muchos: cinco, ▼
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Foto Izquierda superior: María Cristina Arcal vacunando Foto Izquierda inferior: Ovejas listas para “pelar ojos” Foto Superior: Mamerto y Rosario
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nada más, desparramados en unas 100.000 hectáreas. En ese contexto, la gente de la estancia Tucu-Tucu minimiza el efecto del tiempo y las penurias. El trabajo se hace, como siempre, aunque matizado por algunos cambios inevitables. Las tareas, como en los días del abuelo, son las mismas: desde arreos del cuadro de invernada hacia la veranada, atravesando puentes colgantes y ríos, siempre durmiendo en el medio del campo, hasta lograr en la esquila quitar la lana a los animales, para que el producto pueda llegar al exterior. La lana, como antes, debe arribar primero al puerto de Buenos Aires. En la estancia trabajan cuatro peones, cuatro gauchos, expertos, criados en la zona, para quienes el trabajo duro no tiene secretos: son, como la Patagonia, indestructibles. Viven en la estancia todo el año, sin importar la nieve, el viento o la soledad. Sus únicos compañeros son los caballos y los perros. Pasan, a veces, más de tres meses sin ver ni hablar con otro ser humano. Radio Nacional Gobernador
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Ramiro Gregorio Arcal
Gregores, con los indispensables avisos para los pobladores rurales, les permite recordar el eco lejano de una vieja conversación. La infraestructura es mínima. Casas de lenga, cocina a leña, agua de pozo. El ritmo de trabajo está asociado a las estaciones. De la primavera al otoño se arrea la hacienda hasta la veranada, época en la que, además, nacen los corderos, se los marca y se los vacuna. Son los días en los que se esquila a las ovejas, capones y borregos (todo parece responder a un plan perfecto de la naturaleza: si los corderos naciesen en invierno, morirían. ¿Y para qué quieren tanto abrigo los animales en verano?) También hay vacas. Pero la cuestión es más folklórica que productiva. Es como si nadie pudiese imaginar un campo sin vacas en la Argentina. Por eso están. Estos momentos, de fríos y lluvias más moderadas, se aprovechan para reparar las alambradas y acopiar leña para el invierno,
que llegará inexorable. Son días para surtir a los puesteros de todo aquello que habrán de necesitar: pilas, yerba, fideos, azúcar, harina, tabaco (los tipos fuman “armados”, nada de “paquetitos de diez”) Nadie olvida el forraje para los caballos “galponeros”, generalmente animales criollos bien resistentes. El territorio patagónico suele ser codiciado por propios y extraños. La tierra, en muchos distritos, se vende y bien, incluso a prolíficas billeteras extranjeras. Pero en estas latitudes la cuestión es bien diferente. La tierra, más allá de las hectáreas, vale por lo que produce. Pese al trabajo arduo, los números son flacos. Sólo cubren los gastos. La tierra, entonces, ni siquiera suele tener precio. Su valor, dicen algunos poetas errantes, se mide en belleza, en asombro. En este sentido, la tierra no se puede comprar. Ni vender. Es imposible transferir una abstracción. ■ www.estanciatucutucu.com
Foto de Ramiro Gregorio Arcal
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CDs / DVDs
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especial retro
PARA ESCUCHAR
Discos extraordinarios que probablemente no consigas en ninguna parte. Pero los podés escuchar en Royal Casino y Vip Lounge (FM 89.1)
PARA VER Y volver a ver
“Matar a un ruiseñor”,cada vez más clásica
* Billie Holiday. Remixed & Reimagined Sony Legacy (2007) Quizás sea la nueva modalidad de escuchar a las grandes vocalistas del siglo pasado. Siguiendo con la línea de Nina Simone, llega el turno de actualizar sonidos y ritmos de, quizás la mejor de todas: la mujer que cantaba con una gardenia en el cabello. Entre las melodías más recomendables se hallan More than you know, Summertime y All of me. Un vaivén exquisito de comienzo a fin.
* Charles Trenet. Anthologie EMI France (1996) Charles Trenet nació en Francia en 1913, y se convirtió en una provocadora celebridad de su época. Compositor, intérprete y actor, conocido como el cantante tonto o loco, revolucionó la música francesa y llegó a crear algunos hits que luego, otros artistas, terminaron vendiendo millones de discos. Vivió un tiempo en Estados Unidos, allí tuvo bastante éxito y se hizo amigo de Louis Armstrong, George Gershwin y Charles Chaplin. A descubrirlo.
* Ralph Myerz. Your new best friend Ada Global (2004) Your new best friend es el tan esperado disco que continúa al debutante A special album, junto a la banda de Jack Herren. Ralph Myerz bien podría estar ternado en cualquier concurso o premio en la figura de revelación. Excelente sonido y beat propio de un espíritu entre relajado y feliz. Ten siempre tu Ralph Myerz debajo del brazo.
* UFO. 3rd Perspective
La película es sencillamente extraordinaria. La trama sitúa al espectador en el complicado y racista Estados Unidos de la década del ´30, más exactamente en uno de los estados del sur. Atticus Finch (Gregory Peck) es un abogado viudo padre de dos hijos que, en el medio de la particular cosmogonía de un pequeño pueblo de Alabama, defiende a un hombre (negro) acusado de violar a una mujer (blanca) inmersa en un violento (y alcohólico) drama familiar: la propia dama es la acusadora principal. Miente, naturalmente. Tom Robinson es a todas luces inocente, pero los prejuicios, la estupidez del racismo, la mediocridad de una sociedad intolerante, la pequeñez de miradas e inconfesables conductas sociales para la época hacen del juicio una secuencia previsible. Y cinematográficamente impecable. Al film lo narra en primera persona la pequeña Jean Louise Finch, “Scout”, (Mary Badham), de perfecta actuación, quien desde su adultez ficticia recrea días inolvidables de su infancia. La película está basada en un texto clásico de Harper Lee (1926), quien obtuvo el premio Pulitzer por esta novela (el único texto que publicó en su vida) en 1961, y logró dos Oscar de la Academia de Hollywood en 1962: uno, afortunadamente inevitable, para el gran Gregory Peck; otro para el guionista, Horton Footer. El filme fue dirigido por Robert Mulligan (19252008), también responsable de títulos como Summer of ’42, The other, Same Time Next Year o Man in the moon.
Polygram (1997)
Ficha técnica
Podría ser un objeto volador no identificado, pero se trata de una increíble banda oriental United Future Organization. Modernidad, perfección nipona, sensualidad y un gran toque de vintage spy-thriller conforman un disco fantástico. UFO suele acostumbrarse a experimentar en músicas de todo el mundo, y esta no es la excepción, incluyendo temas inspirados en Francia, por ejemplo.
* Título original: To kill a mockingbird (Matar a un ruiseñor), 1962. * Director: Robert Mulligan. * Guión: Horton Foote (basado en una novela de Harper Lee) * Fotografía: Russell Harlan * Música: Elmer Bernstein * Reparto: Gregory Peck, Mary Badham, Brock Peters, Phillip Alford, John Megna, Frank Overton, Rosemary Murphy, Robert Duvall. * Productores: Alan J. Pakula, Robert Mulligan (para el sello Universal)
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Lecturas
Un espacio donde los textos no son ni nuevos ni viejos. Son simplemente buenos. Grandes entrevistas de la Historia Argentina (1789-1988) Sylvia Saítta y Luis Alberto Romero (compiladores) Buenos Aires, Punto de Lectura (septiembre 2002)
Un libro, muchas veces, admite una multiplicidad de lecturas. A partir de una paciente y notable selección, Sylvia Saítta y Luis Alberto Romero logran que sea posible observar más allá del texto mismo, que recorre particularmente distintas épocas y distintos protagonistas de la historia nacional. Las palabras, dichas en su contexto, permiten saber qué pensaban hombres como Julio A. Roca, Lucio V. Mansilla, Kurt Gustav Wilckens, Roberto Artl, Lisandro de la Torre, Hipólito Yrigoyen, Benito Quinquela Martín, Julio de Caro, Eva Duarte, Adolfo Pedernera, Juan Domingo Perón, Jorge Luis Borges, Haroldo Conti, Julio Cortázar, Héctor J. Cámpora, Luis Sandrini o Astor Piazzolla, entre muchos otros. Pero no es todo: los protagonistas dejan también espacio para que otras voces, la de los periodistas, la de los entrevistadores, aparez-
can bien visibles. La obra, en este sentido, admite el registro paralelo de las plumas de Juan José de Soiza Reilly, Luis Pozo Arditti, Ricardo Lorenzo (“Borocotó”), Miguel Briante, Osvaldo Soriano, Ricardo Piglia, Enrique Raab o Guillermo Saavedra, por ejemplo. Entre muchos detalles, merece especial atención el reportaje que De Soiza Reilly intenta hacerle a un De la Torre ya apesadumbrado y encerrado en su propia intimidad: el relato de una “no noticia”, de una imposibilidad, se transforma en un texto admirable a partir de la inteligencia del autor, que con talento y una prosa envidiable, encuentra “qué” contar a pesar de todo. El texto plantea (¿sin proponérselo?) otro recorrido, acaso adicional: el de los medios de comunicación. Así aparecen nombres como El Diario, Crítica, El Mundo, Caras y Caretas, El Hogar, Noticias Gráficas, La Razón, Mundo Argentino, Radiolandia, El Gráfico, Primera Plana, Confirmado, La Opinión o Crisis, indispensables a la hora de realizar un racconto del periodismo nacional.
Versiones de la Patagonia Jorge Fondebrider Buenos Aires (Emecé, 2003)
Alejandro Dolina dijo alguna vez, quizá lo repitió otras tantas (lo que no está mal en absoluto) que cada vez que cualquier mortal elige un libro, la relación no es simétrica. No es que opta por uno y deja de lado también uno. Leerá uno (o dos o tres de manera simultánea, acaso) pero los que dejan de leerse son, al mismo tiempo, todos los demás, los demás infinitos libros, incluso los que jamás habrán de ser tenidos en cuenta por motivos variopintos. Pero los que importan son aquellos que quedan en lista de espera, los que sí generan un lamento, un suspiro de fatal resignación circunstancial. Jorge Fondebrider discute este axioma: él, previsor y consecuente, leyó casi todo lo que se ha escrito sobre la Patagonia desde tiempo inmemoriales y la compilación, inmejorable, orde-
na la lectura y la comprensión, ya que cita y menciona textos difíciles de encontrar y los leyó (antes y bien) para que otros puedan hacerlo después. El volumen recoge los distintos relatos que se han hecho respecto a la Patagonia desde aquella anotación original que hiciera Antonio Pigafetta (el escriba de la expedición de Fernando de Magallanes, la que descubriría el estrecho luego homónimo y que se transformaría, bajo el mando de Sebastián Elcano, -post mortem violenta de Magallanes- en la primera vuelta al mundo) en 1520 frente a las futuras costas de San Julián. La mitología previa a lo que se suponía era la Patagonia no está ausente de estas páginas, en las que se suceden, cronológica y espacialmente, los protagonistas de una historia que aún se escribe: la costa, la interminable meseta, la cordillera, pobladores originales, misioneros, colonizadores, viajeros, cronistas, científicos, militares, navegantes y bandoleros forman parte de un texto imperdible.
La guerra del fútbol (y otros reportajes) Ryszard Kapuscinski Barcelona (Anagrama, 2008)
Ryszard Kapuscinski (1932-2007) era polaco. Desempeñó de manera ejemplar el oficio de corresponsal en el extranjero para los medios de su país, casi como cronista de guerra bien cerca de la línea de fuego y del frente de batalla. Martín Caparrós (tal vez el mejor escritor de crónicas periodísticas de la Argentina y acaso uno de los mejores de todos, independientemente de la geografía y de los tiempos) jamás se cansa de elogiar el estilo y las formas de Kapuscinski, quien se pasó la vida en los rincones más conflictivos del planeta. Y escribía bien, vaya si lo hacía. Pero, imaginamos, antes había que observar de manera inteligente, preguntar lo correcto y entender los conflictos políticos del lugar en que se hallaba para poder transmitir sus subjetividades (la objetividad no existe, salvo los hechos en sí mismos) de la manera más inteligible. Fue testigo de los levantamientos en el Congo, en Argelia y distintos países
del África. Pero el texto que da origen al título de este volumen lo alejó circunstancialmente de los problemas africanos para participar de los de América Latina. En 1969 dos países centroamericanos, Honduras y El Salvador, disputaban sus partidos de eliminatorias para participar en el primer Mundial de Fútbol de México, el de 1970, el que obtendría Brasil. Nacionalismos, miserias, pequeñeces, exageraciones y mentiras periodísticas y hostilidades atávicas sin sentido hicieron que cada país tratara a su adversario de la manera más patética y brutal posible. Los hondureños sufrieron el escarnio de la estupidez en El Salvador y los salvadoreños, una semana más tarde, padecieron lo indecible en Honduras. Y el fútbol se transformó en guerra, en una absurda guerra del subdesarrollo que duró cien horas, seis mil muertos y veinte mil heridos. Ambos, Honduras y El Salvador, perdieron, naturalmente. Y allí estaba Kapuscinski para contarlo, para confirmar una vez más que el periodismo suele transformarse en la primera versión de todas las historias.
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Ramón Chcconi
Personajes: RAMóN CHiOCcONI
El médico de la montaña POR Martin zubieta │ fotos francisco bedeschi
Ramón Chiocconi es miembro de una familia de médicos. Cumplió con la tradición y le agregó su gran pasión: la montaña. Actual presidente del Club Andino Bariloche (CAB), es también guía e instructor de esquí, además de uno de los principales referentes en el país y la región respecto a cuestiones relacionadas con la tarea de rescates y emergencias médicas en la montaña. La mirada idónea y al mismo tiempo poética de un especialista que, obligaciones aparte, todavía se entusiasma con la belleza que supone presenciar un amanecer desde el lugar indicado.
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amón Chiocconi espera, cómodo y tranquilo, en la mesa de un bar. El murmullo no lo incomoda, se ha transformado en imperceptible. Una trencita prolija asoma a propósito desde su bien cortado cabello. Es un hombre de montaña y Bariloche se ha transformado para él en un lugar perfecto. No hay más que mirar por cualquier ventana para advertir la eterna y silenciosa presencia de los cerros, ya con las primeras nieves de otoño. Además es médico, doctor en Medicina egresado de la Universidad de Buenos Aires en 1998. Su atuendo, impecable, no permite sospechar al médico, pero sí al hombre habituado a la montaña, una combinación que no podía suceder de otra manera en una biografía como la suya. Su bisabuelo era médico, su padre y su tío también, al igual que su hermano y varios primos. Sólo su abuelo optó por la odontología a partir de las delicadas sugerencias de su novia (la abuela de Ramón) Pero había comenzado a estudiar Medicina, tal el debido mandato de un árbol genealógico todavía en ciernes pero, casi, inevitable, incluso hasta hoy. Chiocconi, el actual, el contemporáneo, el que durante muchos años estuvo a cargo de la Comisión de Auxilio del CAB (hoy es el presidente de la entidad), llego a Bariloche a los 4 años, de la mano de sus padres. De alguna manera, esa mudanza fue fundacional para el inicio de una amalgama indestructible, la del hombre y la montaña: “Somos 7 hermanos y de todos, soy el único que se ha dedicado intensamente a la montaña. Casi todos son esquiadores, pero el único que sube y baja constantemente soy yo, en realidad. Todo se fue dando normalmente: por amigos, por el colegio, por el Club Andino. Se armó un grupo y como la montaña siempre me atrajo mucho, aquí estamos. Durante la adolescencia me empecé a dedicar todos los veranos a subir, a bajar, a escalar, y descubrí que me gustaba más estar arriba que abajo. Y la verdad es que tuve una adolescencia
alucinante al vivirla en directa relación con la montaña”, dice. No duda un instante al definirse como “montañista”. “Siempre lo fui”, agrega, como si su pudiese recordar un instante (que necesariamente sucedió) en el que esa relación no existiese. A los 6 años, recuerda, en días del colegio primario, comenzó a participar de las actividades que proponía el CAB con su Escuela de Montaña y los campamentos de verano en La Lonja. “A los 13 o 14 años comenzaron las visitas a Laguna Negra y al Frey, también las escaladas en roca. Nunca dejamos de caminar cuanta montaña pudiésemos transitar, siempre buscando los rincones más oscuros, los recovecos más inaccesibles, los sitios más desconocidos. Y durante los inviernos siempre esquiaba dentro del CAB. También competía y hasta llegué a ser miembro de los equipos nacionales. Cuando dejé la competencia me dediqué a dar clases y entrenar a chicos como instructor”, relata. Es que Chiocconi, antes de graduarse como médico, ya era instructor de esquí y guía de montaña. Desde hace cinco inviernos, y para mantener una impecable coherencia en la incesante búsqueda de trabajo y placer, es el responsable médico de las pistas del Catedral. “Todos los días, de alguna manera, mi consultorio está allí, en las pistas y con los esquíes, moviéndome todo el tiempo”, señala. Afirma que desde el punto de vista médico “están muy bien equipados”, detalle al que desde hace un par de meses se ha agregado un elemento al que es casi imposible soslayar: la presencia en la ciudad de un helicóptero especialmente destinado a las emergencias médicas: “Soy el responsable médico del helicóptero –explica-, un aparato para emergencias equipado con una unidad de terapia intensiva móvil, con equipos complejos y, a la vez, portátiles. Es un Volkow con lugar para dos pacientes, el médico, el rescatista y el piloto, que está configurado, precisamente, ▼
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Ramón Chiocconi
para rescate y traslado de víctimas. Es de la empresa Módena y está aquí a partir de un convenio entre la compañía y la Municipalidad de Bariloche. El hangar está en el Aeroclub y el helipuerto se ubica en Puerto San Carlos”, puntualiza. Una vez finalizado el secundario se fue rumbo a Buenos Aires (en la capital participó de otra tradición familiar, la de jugar al rugby en Champagnat, tal como lo hiciera su padre) a estudiar, de manera previsible, medicina (“me fueron”, acota casi como al pasar), pero en los veranos siempre regresaba al viejo amor que suponían las montañas. Ejerció intensamente, hasta que resolvió que el “encierro” que por definición implica ser
médico era demasiado. Y se transformó, definitivamente, en un tipo que se iba a dedicar a ser, claro, médico. Pero en la montaña. Y su currículum y su formación son decididamente impresionantes: participó en el Congreso Mundial de Montaña que se desarrolló en Arica (2000), encuentro del que volvería a formar parte en Barcelona (2002) Asistió, además, a cursos de medicina de montaña en los Pirineos y en Suiza (2004) y, desde entonces no sólo concurre sino que es conferencista en el tema (Francia 2007, Canadá, 2008) Chiocconi, incluso, organizó los primeros cursos de Medicina de Montaña que se dictaron en el país y América del Sur (Bariloche 2005, 2006, 2007; Ecuador 2008) Integra también la comisión médica de la
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Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo (UIAA) y de la comisión internacional de emergencias médicas en montaña de la International Commission for Alpine Rescue (ICAR) Como si fuera poco, trabajó durante dos temporadas (2003,2004) en el servicio médico del Aconcagua. “Y de paso recorrí la montaña por sus diferentes valles y campamentos, incluso la cumbre”, agrega. “La medicina es un instrumento más que tengo en la montaña. Igual, es una situación mixta: a veces ocupa más lugar la medicina y otras, la montaña. Sucede que a veces trabajo como médico porque soy guía de montaña y a veces como guía de montaña porque soy médico. Y ni siquiera me planteo como necesario resolver que situación tiene prioridad. Así sucede”, afirma. La montaña, más allá de toda circunstancia, supone para Chiocconi una relación de admiración y respeto. La belleza lo cautiva, pero la precaución es permanente, a pesar de todo: “Uno busca constantemente alejar los límites. Y al límite lo alejás probándolo. La realidad es que soy muy respetuoso de la gente que alguna vez hemos ido a buscar a la montaña, que se ha accidentado. O de amigos que quizá no los tengo por esto, porque se han quedado en algún cerro: sé lo que sienten y entiendo lo que hicieron y lo que buscaban. No soy crítico contra nadie. Puedo comprender, puedo analizar en qué o dónde se equivocaron, pero esta es una actividad que tiene el riesgo completamente implícito. Y explícito también. Sabemos que el peligro existe. Uno lo trata de alejar, pero está, es así, sabemos que es así”, sostiene. Las montañas nunca son iguales. La misma montaña tampoco es idéntica si misma. “No sólo se trata de una cuestión visual”, estima. “Hay pocas cosas más bellas que estar en una cumbre y si a eso le sumamos que subiste, y te costó, y la buscaste, y la peleaste, eso es invalorable. Y diría más: cuando estás a los pies de una montaña, no es lo mismo contemplarla cuando no la conocés que habiéndola subido. Es otro sentimiento. Aquí, en Bariloche, yo miro las agujas del Frey digo estuve allí y lo siento de otra manera. Las montañas son desafiantes para nosotros. En
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Cómo generar conciencia en la montaña algún momento te preguntás ¿podré?, ¿no podré? Esas preguntas existen. Las montañas están ahí y hay que ir, hay que ascender y es necesario analizar cómo y por qué lugares hacerlo. Nos gustan las montañas y pensamos en ellas todo el tiempo. Somos muy delirantes en el sentido de soñar. Todo el tiempo soñamos con ir a tal o cual montaña y hacernos del tiempo (y del presupuesto…) para llegar a ella. La cabeza nunca se detiene, los planes y las ideas siempre están allí”, cuenta, a modo de monólogo. La historia de Chiocconi podría escribirse como la relación de una pasión (“una pasión argentina”, titularía Eduardo Mallea) ▼
“Es muy difícil. Es el gran desafío que tenemos desde el CAB hacia la gente: llegar a los amantes de la montaña y que esa información, más allá del folleto, signifique realmente algo. Lamentablemente, muchas veces la gente aprende y lo reconoce después de haberse equivocado y de haber sufrido problemas importantes. Pero no se trata sólo de decir las cosas y de advertir. Es necesario apropiarse de todo ese conocimiento y tomar conciencia. En la montaña, por ejemplo, suceden nuevas modalidades: las carreras de aventura. Particularmente trabajo en la “Cuatro Refugios”. Y los competidores, que están bien entrenados, saben que a un determinado refugio van y vienen en tres horitas o cuatro. Sin embargo, en el medio puede suceder algo. Y es muy difícil hacerles entender, aunque está en el ins-
tructivo y dentro de sus obligaciones, que es indispensable llevar ciertos materiales que son de seguridad. Hace poco más de dos meses, ya con las primeras nevaditas, un corredor de aventura salió una tarde de lluvia y mucho frío, rumbo al cerro López. Y mientras bajaba se fracturó un tobillo. Normalmente, en la ciudad, el riesgo de vida para este tipo de lesiones es nulo, pero hasta que logramos llegar hasta él, que estaba cerca del camino, y porque tenía allí señal de celular, tardamos casi dos horas. Esa persona en un sitio sin señal, con el abrigo que tenía, hasta es posible que pudiese haber muerto por hipotermia. Y por una fractura de tobillo, que en condiciones normales es de fácil tratamiento. Entonces volvemos a lo mismo: difundir, insistir e informar. A veces lograr que caiga la ficha es complicado”.
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Ramón Chiocconi
Destino final el Everest Los sueños suelen transformarse en realidad. Y hacia él avanzan Ramón Chiocconi, Marcelo “Topo” Deza, Charly Galosi, Alvar Puente y Leonardo “Cuny” Proverbio: el Everest, en la cadena del Himalaya, la montaña más alta del mundo con sus 8848 metros, ubicada entre Tibet y Nepal, al que los lugareños (independientemente del bautismo británico) todavía llaman “Chomolunga”, nada menos que la “Diosa Madre del Mundo”. En 2010 la expedición estará allí, a la vera del gigante. “Estamos en la etapa de conseguir el dinero para hacerlo –cuenta Chiocconi-, ya que todo cuesta mucho dinero, más allá del viaje en si mismo y de la logística. Los permisos son también muy caros, pero ya charlamos con varios sponsors. Pensamos estar fuera dos meses, entre abril y mayo de 2010, en la etapa pre-monzónica. Hay casi un mes de aproximación hasta el campamento base. Allí realizaremos el trabajo de aclimatación, en la montaña, hasta el ataque final, sobre los últimos días de mayo”. El neozenlandés Edmund Hillary, junto a su amigo, el sherpa Tensing Norgay, fue el primero en poner los pies en el Everest el 29 de mayo de 1953. Mercedes Sahores llegó a la cima del mundo en mayo pasado. Los próximos, seguramente, también serán de Bariloche.
que, dificultades o anhelos aparte, tiene sitios especiales, particulares, de los que es imposible irse para siempre y no retornar cada tanto. Ese lugar es, para Chicconi, Laguna Negra, ámbito del “Refugio Italia Manfredo Segré”, a 1650 metros sobre el nivel del mar, cerquita de Bariloche, y al pie del cerro Negro: “La picada es muy linda, y cuando comienza a asomar en el bosque el Macizo de Piedra Negra, formado por los cerros Negro y Gordo, el espectáculo es bellísimo. Creo que ese es uno de los lugares en el que más me gustaría pasar más tiempo. Siempre me digo a mí mismo que es lindísimo volver a Laguna Negra. Lo intento siempre una vez compatibilizadas las necesidades de la familia o del trabajo”, reflexiona en una especie de soliloquio introspectivo. Pero el detalle de vincular obligaciones con placer tiene otras particularidades, las de enseñar y, acaso la más importante, aprender: “El trabajo me lleva a las montañas. Este verano estuve en Ojos del Salado, en Catamarca, una de las montañas más altas de América: tiene más de 6800 metros y es la
tercera de los Andes, después del Aconcagua y el volcán Pissis, el pico más alto de Chile. Fui por trabajo, con un cliente, un poco como guía, un poco como médico. Y la combinación de trabajo con placer es plena, absoluta. No me puedo quejar. Lo disfruto a pleno, disfruto pensar, disfruto planificar y disfruto cuando estoy, porque es, además, un ida y vuelta: me gusta la docencia también y eso es compartir. La gente comparte sus cosas, como maravillarse cuando no tiene experiencia, o aquellas personas que te transmiten sus vivencias anteriores. A Ojos del Salado fui con una persona que estuvo en el grupo que hizo cumbre por primera vez en 1957, que cumplió 77 años mientras ascendíamos, y que quiso, luego de más de medio siglo, volver: en el ´57 él perdió contacto con el grupo llegando a la cumbre y no los encontró más. Pasó diez días perdido en la montaña y sobrevivió solo, con lo puesto y sin comida. Que alguien comparta con vos todo esto, es invalorable”. Palabra de médico. Palabra de montañista. La palabra de Ramón Chiocconi. ■
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bitácora
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un lugar en el en el que todo puede ser posible
Dios salve a Sherlock Holmes
Entre la realidad y la ficción, la literatura obtiene algunas ventajas. La historia de la estatua de Sherlock Holmes, en Londres, parece demostrarlo.
Por Martín Zubieta
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“El propio autor escocés reconoció en más de una oportunidad que le enviaban a diario cartas dirigidas al detective”
os lectores de Sherlock Holmes saben casi de memoria que la vieja Londres victoriana no tenía secretos para el detective, pese a que su peculiar creador, Arthur Conan Doyle, tuvo a bien nacer en Edimburgo, Escocia, el 22 de mayo de 1859. La relación entre la ciudad y el incomparable perseguidor es tan intensa que, por ejemplo, en “La liga de los pelirrojos” le confiesa al doctor John H. Watson que su hobby (uno de ellos, puede suponerse) era conocer la ciudad a la perfección. Además en “Los seis napoleones” el propio Watson -especie de “alter ego” de Conan Doyle y relator en primera persona de la mayoría de las aventuras del dúo-, afirma: “Atravesamos sucesivamente el Londres de la moda, el Londres de los teatros, el Londres literario, el Londres comercial, y finalmente, el Londres marítimo, hasta llegar a una gran ciudad al borde del agua donde se juntan todos los parias de Europa”. Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) observó este detalle y allá por la década del ´20 del siglo pasado postuló que Londres le debía una estatua a Holmes, porque la antigua capital imperial no tenía secretos para él. De manera notable, acaso Chesterton proponía un homenaje a la literatura, a la ficción, ya que la idea del monumento excluía a Conan Doyle, naturalmente. Sin necesidad de ir demasiado lejos, la Argentina está poblada de calles que se llaman José Hernández, aunque son pocas, por no decir prácticamente nulas, las que responden al nombre de “Martín Fierro” (Bariloche es, acaso, una de
las pocas excepciones a la regla); de la misma manera, en Buenos Aires, la calle Honduras entre la Plaza Cortázar y la Avenida Santa Fe, fue rebautizada como Jorge Luis Borges y no como “Funes el memorioso”. Hasta es posible imaginar en Missouri o Mississippi un sendero perdido que recuerde a Mark Twain. Es más difícil suponer el mismo homenaje para Tom Sawyer o Huckleberry Finn, pese a que sería extraordinario que existiese. Ese acto de justicia propuesto por Chesterton se cumplió. Pero no con la inmediatez que el creador del Padre Brown hubiese deseado: recién en septiembre de 1999 Sherlock Holmes accedió al “bronce”. Si la de un hombre que fue de carne y hueso como Carlos Gardel se ubica en las inmediaciones de un distrito como el del Abasto porteño, la de Holmes no podía estar en otro sitio que en las vecindades de Baker Street, precisamente en Marylebone, la estación de trenes más próxima a la mítica morada de Holmes y Watson. Si la ficción supera muchas veces a la realidad, cualquier viajero puede hoy conocer una casa que no existió jamás, salvo en la imaginación de Conan Doyle. Trafalgar Square, Picadilly Circus o la Torre de Londres forman parte de un universo real que tiene entidad más allá de cualquier texto. Pero en el 221 B de Baker Street no había nada. Hoy parece tan real que parece haber estado siempre allí. Aunque parezca absurdo tanto Holmes como Watson “vivieron” en esa casa entre 1881 y 1904. Hasta es probable que en algún momento surja de la nada la señora Hudson para anunciar que el inspector Lestrade, uno de los cerebros de Scotland Yard, acaba de llamar a la puerta. Lo más seguro es que esté desorientado y necesite un buen consejo. La biografía literaria de Conan Doyle, a partir de “Estudio en Escarlata”, no comenzó demasiado bien para él, que en ese entonces era un joven médico con pacientes poco menos que inexistentes. Lector de Wilkie Collins o el mismísimo Edgard Allan Poe y de su melifluo Dupin, Doyle envió el manuscrito del primer Holmes a diversas casas editoras que lo rechazaron cortés pero inequívocamente. Hasta que alguien, como sucede siempre en estos casos, miró más allá de sus propias narices, aunque con ciertas reservas. La carta que recibió el autor en
su domicilio decía lo siguiente: “Estimado Sr: Hemos leído su relato y estamos satisfechos con él. No lo podremos publicar este año, pues el mercado está actualmente saturado de literatura barata; pero, si no le importa esperar hasta el año que viene, le daremos veinticinco libras por los derechos de autor. Suyo atentísimo, Ward, Lock & Co. 30 de octubre de 1886 El éxito lo esperaba a la vuelta de la esquina, sin embargo. Tanto que cuando Conan Doyle decide “matar” al detective junto a su más enconado enemigo, el profesor Moriarty, en “El último saludo de Sherlock Holmes”, la indignación de los lectores alcanzó proporciones no previstas. Ante la avalancha de insultos y la solicitud de explicaciones, el autor se vio en la necesidad de inventar otro final para el momento fatal, momento que se transformó en el inicio de una nueva aventura. Sherlock Holmes superó notablemente la fama de su creador. El propio autor escocés reconoció en más de una oportunidad que le enviaban a diario cartas dirigidas al detective, a quien el público no sólo amaba sino que imaginaba o soñaba como real. Incluso Watson “recibía” correspondencia de tanto en tanto. El escritor se preguntó si poseía las facultades de Holmes o si era el Watson que parecía, que entre otros detalles era médico militar en la ficción, como él mismo había sido. Poco importa. Tal vez sea hora que al narrador, al espiritista, al médico o al apologista de Inglaterra Conan Doyle (en “La gran guerra Boer” intentó justificar a los ejércitos británicos, acusados de delitos y excesos en la guerra que mantuvieron contra los holandeses en Sudáfrica), se lo recuerde únicamente -o principalmentepor la genial idea de imaginar a Sherlock Holmes, cuyas técnicas deductivas Conan Doyle aprendió de un profesor suyo, el doctor Joseph Bell. Por eso Chesterton quería una estatua de Holmes y no de Sir. Arthur Conan Doyle, que murió en 1930. Sherlock Holmes, que ya era eterno, lo había transformado en célebre. ■
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Parroquia Nuestra SeĂąora del Carmen: construida en un sector de la manzana que ocupaba el fuerte, inaugurada en 1885 y completada en 1937 con la erecciĂłn de sus dos torres. La obra fue proyectada y dirigida por el padre Salesiano JosĂŠ Fagnano. En su interior se pueden apreciar los estandartes tomados en el Combate del 7 de Marzo de 1827, el Mausoleo del Cmte. Luis Piedrabuena y la Imagen de la Virgen del Carmen.
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hISTORIAS DE LA PATaGONIA
Cuando Brasil atacó la Patagonia Por Francisco Bedeschi
Desde 1779 Carmen de Patagones es la primera ciudad fundada en la Patagonia. Durante mucho tiempo, además, fue la población más austral de las Provincias Unidas del Río de la Plata. En ese tránsito de fuerte colonial a población argentina, los acontecimientos del 7 de marzo de 1827 son aún elocuentes: ese día los maragatos, su milicia y su gente, rechazaron la invasión de una flota del Imperio del Brasil comandada por un capitán inglés. Un pequeño gran relato, absolutamente inevitable, dentro de las inconmensurables historias y mitologías del territorio patagónico.
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Torre del Fuerte: construcci贸n que data del a帽o 1780; erigida dentro de las murallas de la fortificaci贸n, fue atalaya de la fortaleza y campanario de la primera capilla de la poblaci贸n.
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armen de Patagones es, y será, la primera población de lo que con el paso de los años se transformaría en la Patagonia, región mítica, palabra inalcanzable, sitio al que se puede vincular con apellidos como los de George Musters, Alcides D`Orbigny o Charles Darwin, por ejemplo, hombres que en el medio de sus múltiples búsquedas pasaron por allí y dejaron su impronta. También con el gran Luis Piedrabuena (nació allí el 24 de agosto de 1833), marino notable vinculado a dos ideas todavía en ciernes, la de la propia Patagonia y la de la mismísima Argentina, ideas aún inconclusas que admiten todo tipo de discusiones.
ribera que hoy ocupa, lugar en el que comenzaría a desarrollarse la original Nuestra Señora del Carmen de Patagones. El emplazamiento, que se encaminaba a transformarse lentamente en ciudad, fue durante muchísimos años la única población, la última, la más austral de las poblaciones españolas que había logrado sobrevivir dentro un extenso territorio que modificaría su status político y sus circunstancias al mismo tiempo que el poder colonial iba en camino de debilitarse y los territorios de las Provincias Unidas, herederas del viejo mundo virreinal, buscaban su forma, sus signos de existencia propia (Carmen nació tres años después de la creación oficial del Virreinato del Río de la Plata).
En el contexto de un Imperio Español que se encaminaba fatalmente a su desintegración, Francisco de Viedma y Narváez fundó el fuerte el 22 de abril de 1779, en una de las márgenes del Río Negro, cumpliendo órdenes impartidas por el virrey Juan José de Vértiz. Una sorprendente inundación hizo que el emplazamiento se trasladara a la
Independientemente de todo devenir histórico, muchas poblaciones atraviesan, a lo largo de su tránsito hacia el futuro, momentos a los que se puede considerar “doblemente fundacionales”, instantes en los que es posible registrar comportamientos heroicos que, de manera prácticamente ineludible, pasan a formar parte de lo que se habrá de re-
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cordar, de lo que habrá de destacarse, aunque los grandes procesos, narrados y analizados en el contexto de amplísimos cambios sociales y políticos, suelen adoptar letras de molde no demasiado espectaculares en el caso de situaciones específicas. Carmen puede contarse a si misma varias. Uno de ellas, un día entre tantos, una jornada plural que se transformó en muchas, es aquella en que los maragatos (el gentilicio tiene que ver con el origen de los primeros pobladores, originarios de León y Asturias, en España) resistieron la invasión de los ejércitos del Imperio del Brasil, en lucha con la Provincias Unidas por la hegemonía en la región, disputa bélica y diplomática que supuso el bloqueo al puerto de Buenos Aires y modificaría el destino de la Banda Oriental, que finalmente se independizaría, y de la bella Montevideo, cuyo puerto también sufría también las consecuencias del asedio. Las peleas se desarrollaban independientemente de lo que la Patagonia era y de lo que en su territorio sucedía. La ▼
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Patagonia era un inmenso distrito desprotegido para cualquiera que se adjudicara su administración, fuesen españoles o criollos. Ese “desierto” (y el concepto se entiende como sinónimo de “barbarie” o “vacío de civilización”, tal el análisis de Susana Bandieri respecto al contexto en el que se desarrollaría la campaña, precisamente, del “desierto” en 1879, y las discusiones políticas e intelectuales de la época) El espacio geográfico, cultural e histórico era inmenso y Carmen de Patagones se había transformado en la única población que había sobrevivido al ya moribundo imperio español. Al mismo tiempo, se había convertido en límite lejano, casi imposible, austral al extremo, de las Provincias Unidas. Entre el Río Negro y el Estrecho de Magallanes, con la misteriosa Buenos Aires al norte, sólo había lugar para los tehuelches. Para el infinito. Para el horizonte. El conflicto con el hombre blanco era inevitable. Los “gigantes” de Antonio Pigafetta resistieron y sucumbieron no sólo ante el embate del hombre blanco, sino también al proceso de aculturación que significó la llegada de los mapuches, quienes comenzaron a cruzar desde Chile a partir, aproximadamente, de 1870, estableciendo una superioridad (también bélica) por sobre tehuelches, pehuenches y huilliches.
Amparados por el argumento de historias cuyo relato no se detendrá (más allá de lo que suceda en el futuro con el recuerdo de los bravos tehuelches o de los argentinos, por ejemplo) los portugueses, a partir de la decisión del emperador Pedro, habían anexado al actual Uruguay a sus dominios (1817-18), detalle que puso nerviosos a varios en ambas riberas del Plata. La extraordinaria expedición de los 33 Orientales, comandados por el no menos extraordinario Juan Antonio Lavalleja, en 1825, irrumpió en Montevideo desde Buenos Aires, por lo que, poco tiempo después, la Banda Oriental fue reincorporada a las Provincias Unidas, noticia que exaltó aún más al joven Pedro, que declaró abiertamente la guerra en 1826. De allí el bloqueo al puerto de Buenos Aires, que el almirante Guillermo Brown y su flota no pudieron romper. En ese contexto, el puerto de Carmen de Patagones se transformó en la única vía posible para las Provincias Unidas. Desde allí partían las naves que con patente de corso atacaban a los barcos de la armada brasileña. Y hacia allí dirigieron sus proas los capitanes de la escuadra portuguesa, comandados por el inglés (como no podía ser de otra manera) James Shepherd en febrero de 1827. Carmen de Patagones se convertía así en un símbolo, ▼
El espacio geográfico, cultural e histórico era inmenso y Carmen de Patagones se había transformado en la única población que había sobrevivido al ya moribundo imperio español.
A la derecha, Cerro de la Caballada: declarado Monumento Histórico Nacional en 1960, campo de batalla durante el 7 de Marzo de 1827 cuando la infantería invasora fue interceptada por la caballería miliciana bajo las órdenes del Teniente Sebastián Olivera. Es punto panorámico de la zona.
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Museo Histórico Regional “Emma Nozzi”: funciona en la Casa Histórica del Banco de la Provincia de Buenos Aires desde el año 1988. El edificio data del año 1830, de estilo renacentista italiano y su patio interior refleja el romanticismo español. En su patio se conserva una de las magníficas cuevas maragatas y en su interior se exhibe una nutrida cantidad de elementos, fotografías y documentos que permiten conocer con mayor detalle la historia local y patagónica. Cuenta con servicio gratuito de guías especializados. El edificio es Monumento Histórico Nacional.
alejado, final, postrero, de la resistencia. Hacia fines de mes, los maragatos observaron la flota. El 25 de febrero, el práctico Guillermo White (irlandés, como Brown) avisó respecto a la presencia cercana de una goleta con bandera de los Estados Unidos. Pero no se dejó engañar: sabía que eran los barcos de Pedro. A las corbetas Duquesa de Goyaz (que finalmente se hundió luego de una varadura) e Itaparica, se sumaban el bergantín Escudero y la goleta Constancia. Los adversarios ya estaban más próximos que el horizonte mismo. En Carmen ya no había otra posibilidad que la de organizar la defensa, a cargo del coronel Martín Lacarra y del subteniente Sebastián Olivera, quienes dirigían a poco más de 400 hombres (los brasileños eran casi 700) entre los que había que contar a la gente común, a los gauchos y a un puñado de negros que lucharon valientemente, además de lo que constituía las “tropas regulares”. El 7 de marzo, portugueses y brasileños no sólo habían desembarcado en ambas márgenes del Río Negro, sino que se encaminaron hacia la población, tomando el Cerro de la Caballada, hacia
el sur de Carmen. La escuadra de Olivera los atacó desde el río y Shepherd, que moriría en combate, ordenó la retirada, pero el propio Olivera interrumpió el escape: los brasileños no pudieron llegar hasta la costa, momento en que la pequeña flota nacional, al mando del comandante Jorge Bynon, aprovechó para lograr la rendición de los brasileños, que se logró luego de que Bynon y sus hombres abordaran la Itaparica. Las crónicas señalan que Marcelino Crespo, un pibe de 17 años, fue el encargado de galopar hasta el fuerte para llevar la buena nueva: la población y los soldados de Carmen de Patagones habían logrado detener a las fuerzas del imperio brasileño. Carmen está aún allí, eterna, fundacional. Carmen de Patagones, desde la margen norte del Río Negro, resiste. ■
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REPRODUCCIón ASEXUAL
Algunas certezas sobre la Clonación por gonzalo pérez Doctor en biología Industrial de los Alimentos
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a palabra “clon” o su verbo “clonado” se han incorporado a nuestro lenguaje cotidiano, siendo muy frecuente escucharlas en programas de radio y televisión, así como escritas en diarios y revistas. Sin embargo, el verdadero significado de esta palabra, tanto como sus implicancias, se desdibujan encontrándonos frecuentemente con errores y malas interpretaciones.
“No esta permitido internacionalmente el clonado total del ser humano, sin embargo y no entrando en la parte moral y ética, ya se han obtenido embriones humanos por clonación”
La palabra “clon” deriva del griego “retoño” y se reintrodujo al lenguaje actual a finales del siglo pasado como un término botánico referido a un grupo de plantines procedentes de un mismo individuo. Su significado es amplio, pero podemos definirlo como el resultado de un proceso (clonación) por el que se consiguen copias idénticas de un organismo, célula o molécula de forma asexual. Bueno, he aquí nuestro primer escollo: ¿qué tiene que ver la reproducción asexual con la clonación? La realidad es que si a organismos nos referimos, para multiplicarlos existen dos formas y la sexual implica que nunca se obtendrán copias iguales, por lo que solo nos queda la asexual. Pero antes de continuar con esta nota, y evitando que las ideas se escapen y sumen un punto más al chino básico, debemos primero comprender que existen diferentes formas de clonación. En principio podemos dividir los tipos en dos grandes grupos, la clonación a nivel molecular o a nivel celular. La clonación molecular se refiere al proceso de aislar una secuencia de ADN de interés, insertarlo en un plásmido y obtener múltiples copias de ella en un organismo (generalmente una bacteria) por acción de la DNA polimerasa (proceso que ha dado dolor de cabeza a varios biólogos colegas). Sin embargo, este término dista mucho del común uso que se le da a la palabra clonación. La clonación celular o de un organismo sin duda esta más vinculada con lo que actualmente estamos discutiendo. En tal sentido, se entiende por clonar una célula a la
obtención de un grupo de células idénticas a partir de una sola. Este proceso sucede naturalmente en todos los organismos. Las bacterias y las levaduras se multiplican de esta forma, y nuestros cuerpos reemplazan aquellas células muertas o viejas de nuestros tejidos permitiéndonos estar vivos. ¿Pero es posible hacer una copia de un organismo multicelular a partir de una célula? La respuesta sabemos que es un sí, de lo contrario no tendría sentido nuestra discusión: ¿pero cuál es la diferencia entre lo que nos preguntamos y la simple reproducción sexual? Es decir, del óvulo fecundado (una célula) se forma un organismo, por ejemplo nosotros mismos que, como bien todos sabemos, somos la resultante cuasi al azar de la mezcla entre nuestro padre y madre. Bueno eh aquí la diferencia: si queremos que el nuevo ser sea exactamente igual a su progenitor debemos efectuar una maravillosa trampa. A un determinado óvulo, le extraemos su núcleo sin fecundar y lo reemplazamos por el núcleo de una célula somática en general embrionaria (esta técnica se denomina transferencia nuclear). En el citoplasma del óvulo se encuentran la batería química, que luego de ser estimulada comienza a orquestar la división, multiplicación y diferenciación del núcleo que dará lugar a un nuevo organismo, claro está con el mismo contenido genético que el núcleo implantado. Esta técnica es la que dio vida a la conocida oveja Dolly el 5 de junio de 1996. En la actualidad esta técnica de clonación se utiliza de forma terapéutica para obtener células embrionarias (totipotentes) y frecuentemente los organismos clonados sólo llegan a ser un embrión de unas cuantas células (el blastocito). No está permitido internacionalmente el clonado total del ser humano, sin embargo y no entrando en la parte moral y ética, ya se han obtenido embriones humanos por clonación, incluso a partir de núcleos extraídos de células de piel, pero estos embriones son destruidos en sus primeras fases de vida. También se han clonado numerosas mascotas y es el sueño de muchos científicos lograr clonar especies extintas. La potencialidad de esta técnica, posee un futuro promisorio y no menos controvertido. Sin embargo debemos aclarar que los organismos adultos somos el resultado de la interacción entre el genotipo y el fenotipo (como por ejemplo el ambiente), por lo que sólo podemos realizar una copia lo más semejante posible de un ser dado. Pero este siempre será un individuo en si mismo. ■
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Maytenus boaria
Maitén
El Maitén es un árbol autóctono de la Argentina y Chile que actualmente crece en pocas zonas húmedas del sector sur de la cordillera de los Andes. Es un árbol denominado “siempreverde”, que mantiene su follaje durante todo el año. Llega a medir unos 20 metros de altura, sus ramas delgadas y su copa ancha le dan un aspecto elegante y sereno. Tanto sus hojas como flores son pequeñas. Las flores masculinas tienen un color amarillo amarronado y las femeninas verdes con líneas púrpuras. Su uso es o bien para ganado, de donde proviene su nombre (boaria significa “relativo al ganado” en latín) o bien para generar carbón vegetal.