Buen lector
Mal lector
El buen lector lee rápidamente y entiende bien lo que lee. Tiene habilidades y hábitos como: 1. Lee con un objetivo determinado 2. Lee unidades de pensamiento. Abarca el sentido de un grupo de palabras. Relata rápidamente las ideas encontradas en una frase o párrafo. 3. Tiene varios patrones de velocidad. Ajusta la velocidad de la lectura de acuerdo al asunto que lee. 4. Evalúa lo que lee. Se pregunta frecuentemente: ¿Qué sentido tiene esto para mí? ¿Está calificado el autor para escribir sobre este asunto?¿Está presentando solamente un punto de vista del problema?¿Cuál es la idea principal de este trabajo?¿Cuáles son sus fundamentos? 5. Posee buen vocabulario. Sabe lo que muchas palabras significan. Es capaz de percibir el sentido de las palabras nuevas por el contexto. Sabe usar diccionarios y lo hace frecuentemente para esclarecer el sentido de ciertos términos, en el momento oportuno. 6. Tiene habilidades para conocer el valor de un libro. Sabe seleccionar lo que lee. Sabe cuándo consultar y cuando leer.
El mal lector lee lentamente y entiende mal lo que lee. Tiene hábitos como: 1. Lee sin finalidad. Raramente sabe por qué lee. 2. Lee palabra por palabra. Toma el sentido de la palabra aisladamente.
7. Sabe cuándo debe leer un libro hasta el fin, o parar la lectura definitiva o periódicamente. 8. Discute frecuentemente lo que lee con colegas. Sabe distinguir entre impresiones subjetivas y el valor objetivo durante las discusiones subjetivas. 9. Adquiere libros con frecuencia y cuida tener una biblioteca particular. Busca los libros de texto indispensables y se esfuerza por poseer los llamados clásicos y fundamentales. Tiene el hábito de ir directo a las fuentes; de ir más allá de los libros de texto. 10. Lee sobre diversos asuntos. Lee libros, revistas, periódicos, en áreas diversas: ficción, ciencia, historia, etc. Habitualmente en las áreas de su interés o especialización. 11. Lee mucho y le gusta leer. Encuentra que la lectura trae información y causa placer. Lee siempre que puede. 12. EL BUEN LECTOR es aquel que no es solamente bueno a la hora de la lectura. Es un buen lector porque desarrolla una actitud de vida: es constantemente un buen lector. No solamente lee, sino que sabe leer.
3. Solamente tiene un ritmo de lectura. Sea cual sea el asunto, lee siempre lentamente. 4. Cree todo lo que lee. Para el todo lo que esté impreso es verdadero. Raramente confronta lo que lee con sus propias experiencias o con otras fuentes. Nunca juzga críticamente lo que lee. 5. Posee un vocabulario limitado. Sabe el sentido de pocas palabras. Raramente consulta el diccionario. Cuando lo hace, tiene dificultades en encontrar la palabra. Tiene dificultad al entender la definición de las palabras y en escoger el sentido exacto. 6. No posee ningún criterio técnico para conocer el valor de un libro. No consigue seleccionar lo que va a leer. Se deja sugestionar por el aspecto visual del libro. 7. No sabe decidir si es conveniente o no interrumpir una lectura. 8. Raramente discute con colegas lo que lee. Cuando lo hace, se deja llevar por impresiones subjetivas y emocionales para defender un punto de vista. 9. No posee una biblioteca particular. Es frecuentemente llevado a adquirir libros secundarios en vez de los fundamentales. No sabe lo que representa el hábito de las “buenas adquisiciones” de libros. 10. Está condicionado a leer siempre sobre el mismo tipo de tema. 11. Lee poco y no le gusta leer. Encuentra leer es al mismo tiempo un trabajo y un sufrimiento. 12. EL MAL LECTOR no se revela apenas en el acto de la lectura, sea silenciosa u oral. Es constantemente mal lector porque tiene una actitud de resistencia al hábito de la lectura.