GUÍA BÁSICA SOBRE DERECHOS ANIMALES
DIÁLOGO ANIMAL
FEBRERO 2024
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INTRODUCCIÓN:
El presente documento busca ser un compilado básico de cinco conceptos fundamentales para entender a modo general y simple los Derechos Animales. Se invita a los interesados a compartir esta guía, discutirla, reflexionarla y dialogarla con su entorno ya que está es nuestra misión: la de brindar información con respecto a este tema.
En el actual panorama de desinformación que impera en el animalismo, esta guía tiene el propósito de clarificar de la forma más amena posible la tergiversación que muchos hoy se empeñan por defender de manera nociva para una defensa correcta de las personas no humanas.
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CAPÍTULO 1: Ética La ética es una de las ramas de la filosofía. La filosofía es una ciencia y significa “amor a la sabiduría”. Por lo tanto, debemos tener claro que a través de esta ciencia buscamos encontrar la verdad, profundizando en las causas de los diferentes asuntos en los que reflexionamos.
La ética es una ciencia normativa. Con respecto al apelativo de ciencia entendemos que es un cuerpo de conocimiento que se fundamenta en la evidencia y en la razón, del cual se desprenden principios universales. Por normativa, se comprende que la ética nos indica lo que debemos hacer, normando nuestras acciones para que sean coherentes con los principios descubiertos. Al basarse en la lógica, la ética es aplicable universalmente, es decir, es independiente de la cultura y preferencias personales.
Por medio de la ética podemos juzgar si un ser debe ser respetado por sí mismo o solo tiene un valor determinado por su utilidad. La ética para determinar esto, se apoya en otras ramas de la filosofía, como la lógica que tiene como objetivo encontrar lo correcto (pensamientos o juicios congruentes entre sí) y lo verdadero (se corresponde con la realidad).
Si queremos actuar con justicia (dar a cada cual lo que le corresponde), y saber qué deberes y derechos tenemos, hay que apoyarnos en la ética.
El veganismo se fundamenta en la ética. En la cuestión de que los seres más allá del ser humano, que son capaces de sentir, tienen dignidad, es decir; son merecedores de respeto por ser personas. Una persona es un ser que experimenta la vida de forma particular o personal. Una persona no debe ser utilizada como simple recurso, ya que no se habría tomado en cuenta su derecho fundamental a vivir para su propio bien, derecho a existir para sí mismo.
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CAPÍTULO 2: Sintiencia
Sentir es el resultado de contar con una estructura como el sistema nervioso, mediante el cual un ser vivo es capaz de no sólo detectar su entorno, sino hacer valoraciones respecto a ello; de saber de su propia existencia.
Sentir va más allá de percibir dolor, sufrimiento o placer, sino que implica saber que se es alguien independiente del resto de cosas y sujetos que le rodean y por ello buscar existir para su propia persona (ser libre). Imagina, piensa (no necesariamente razonablemente), y sabe que le están sucediendo cosas a sí mismo.
Por ejemplo, cuando tenemos deseos o alguna emoción y sentimiento, sentimos dicha emoción, sentimiento y deseo de una forma muy especial. Las cosas no tienen esta capacidad. Una planta, por ejemplo, es capaz de tener reacciones ante lo que le rodea (humedad, viento, luz, movimiento o vibraciones, gravedad, químicos, etc.); es un ser vivo, sin embargo, no tiene una mente. Tiene reacciones fisicoquímicas, pero las plantas no tienen algún órgano que equivalga al cerebro o ganglios nerviosos que permita que tengan pensamientos o hagan valoraciones de sí mismas sobre lo que les sucede.
Sentir es ser consciente de la propia existencia. Esta capacidad la tienen la gran mayoría de los animales, tanto humanos como no humanos (incluyendo vertebrados e invertebrados).
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CAPÍTULO 3: Persona no humana
Ser persona es experimentar la vida de una manera particular, es decir, personal. Esto tiene sustento en que un ser que es capaz de sentir, es precisamente quien experimenta esas sensaciones, tiene interés en ello y una voluntad respecto a su propia persona. Es consciente de su propia existencia y ello tiene un valor para sí mismo (valor interno), por lo que dicho valor no es medible, y quienes tengan la capacidad de hacerse responsables de sus actos, tienen el deber de respetar a ese ser debido a que no es una mera cosa que carezca de voluntad e intereses con relación a sí mismo, sino una persona.
Una persona al tener intereses, por ejemplo, vivir, ser libre y su bienestar, tiene derecho a que no sean vulnerados, como sucede con la esclavitud, que vulnera el derecho a existir para su propia persona y no ser un simple instrumento de otros.
Ser persona es ser merecedor o digno de consideración moral por sí mismo independientemente de los beneficios que aporten a otros. Es a lo que se llama dignidad. A diferencia de los seres que no son capaces de experimentar la vida de forma particular, es decir, no tienen noción de su propia existencia y por tanto no pueden valorar lo que les sucede, como es el caso de los objetos. Además del ser humano, los demás animales con capacidad de sentir, son también personas
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CAPÍTULO 4: ¿Por qué no debemos explorar a los demás animales?
Explotación es sacar provecho de alguien de manera abusiva o simplemente sacar provecho de algo. Cuando se saca provecho de alguien sin su consentimiento o en perjuicio de su persona, existe un abuso; es explotación. Cuando se trata de sacar beneficio de algo (una cosa) no existe un irrespeto a esa cosa, sino que solo se tomaría en cuenta si usarle excesivamente no implica daño a otros que tengan derecho a usar ese recurso. Usar a personas como si fueran un mero recurso o instrumento, es ignorar su voluntad de existir para sí mismos y es ir en contra de su persona; es explotación.
Dado que los demás animales sintientes (capaces de sentir) son también personas, la ética nos obliga a no buscar sacar provecho de ellos, ya que no pueden consentir servirnos ni debemos buscar beneficiarnos de ellos de forma alguna, ya que es tratarlos como si no tuvieran voluntad de existir para su propia persona, como si fueran simples recursos o herramientas o nuestra propiedad.
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CAPÍTULO 5: Veganismo
Quienes tenemos la capacidad de entender la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto de nuestras acciones e ideas, tenemos la responsabilidad de no relacionarnos con los demás seres que son capaces de valorar su propia existencia, como si fueran cosas. Actuar contra la voluntad de otros para un mero beneficio o deseo personal nuestro, es relacionarnos con ellos como si fueran cosas que existen para nuestro uso. Dado que existen seres más allá del ser humano, que a nivel básico tienen esta capacidad de valorar su propia existencia, tenemos el deber de no ir en contra de su interés en vivir sin que les utilicemos para nuestras necesidades o deseos.
El reconocer que existen animales más allá del ser humano, que son capaces de tener intereses relacionados a su propia vida, emociones y voluntad; asumir esto y en consecuencia no participar a propósito en su utilización, es lo que se llama veganismo. Es la idea de que así como los humanos merecemos respeto a nuestra dignidad (no ser esclavizados), esto debemos extenderlo a los demás animales.
Es el punto de partida para asumir que los demás animales tienen derechos por si mismos, es decir, por ser personas, tener un estatus diferente de las cosas, ya que merecen no ser utilizados como si fueran meras herramientas ni dañados simplemente porque nos beneficie. Al reconocer que no debemos explotar animales, porque son sujetos y no objetos, por lógica, se deriva que reconozcamos y asumamos (actuar en congruencia) que tienen derecho a la libertad, bienestar y vida, al igual que los humanos.
La especie es un concepto para clasificar biológicamente a los seres, pero no tiene relevancia a nivel moral, sino si se tiene o no la capacidad de experimentar la vida de forma particular o personal; de sentir (sintiencia). El sentir se relaciona aplicando la lógica, que existe un alguien que sabe de su individualidad y lo que le sucede tiene alguna valoración particular para ese ser. Entonces, la especie es un criterio irrelevante para excluir del igual
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respeto (no hacer a otros lo que no estaría bien nos hicieran a nosotros) a otros animales sintientes. Considerar la especie como criterio moral, es un prejuicio similar a excluir del respeto a una persona, basándose en el sexo o el color de piel, por ejemplo. Excluir a los demás animales del igual respeto entre personas, es conocido como especismo.
El veganismo se opone al especismo, y a cualquier vulneración derivada de su explotación, del valor que como personas tienen los demás animales.
El veganismo implica abolir de nuestras vidas la explotación animal; es abolicionista en sí mismo, de dicho uso o explotación de animales. Rechazar participar en la explotación animal (en lo que esté en nuestras manos evitar), y buscar informar a los demás para que se vaya eliminando toda forma de explotación animal existente, conforme más gente vaya asumiendo este principio ético.
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