Introduccion evidencia

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Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” Licenciatura en educación preescolar Cuarto semestre Alumna: Diana Guadalupe Sánchez Rodríguez Reencuentro con la historia Evidencia de la introducción -estos son algunos de los puntos más significativos para mí. •

El tiempo está muy vencido para que todo historiador, sea cual fuere su postura filosófica, haga un esfuerzo por cobrar plena conciencia de ella, u por lo tanto, del significado y alcance de su actividad cultural. • Jean Chesneaux “Muy pocos historiadores comienzan sus obras tratando de

definir su proyecto”. Les parece evidente que se dirigen en primer lugar a sus iguales y después al público culto, pocas veces se piensa en aquel o aquellos a quienes va dirigido el conocimiento histórico. • La historia debe ser conocida y utilizada en beneficio de la sociedad que produce

su conocimiento. • El histórico es particularmente un conocimiento que debe ser constitutivo de la

condición humana. Quienes se dedican a producirlo son los historiadores. • El historiador realiza la difusión de su conocimiento, para entender que el análisis

de esta acción o conjunto de acciones no debe contemplarse sólo desde una perspectiva pedagógica, y menos exclusivamente didáctica, sino que, dada la amplitud de variantes que presenta, requiere de un abordaje mucho más complejo, que atienda a las diversas. • “La historia es un saber intelectual que concierne a medios muy amplios”. • La función del historiador no se limita a la búsqueda del dato. • El conocimiento histórico se construye para ser mostrado. • El conocimiento del pasado permite la comprensión del presente. • La conciencia histórica permite al individuo utilizarla para intervenir en la

transformación de la sociedad.


• El conocimiento histórico debe ser difundido. • Todas las formas de difusión del conocimiento histórico son formas de enseñar la

historia. • No se puede enseñar toda la historia; ni siquiera se puede decir que se conoce

toda la historia. Sobre la teoría primera parte •

Todo historiador es un enseñante de la historia.

Enseñar historia es una de las acciones consustanciales del quehacer histórico, aunque no todos los historiadores sean conscientes de ello en plenitud.

Los profesiones de la historia sólo consideran su trabajo como enseñanza en la ocasión de “dar una clase” o, en el mejor de los casos, cuando “dictan una conferencia”.

La historia se investiga se estudia, se elabora, se reconstruye para ser dada a conocer.

¿qué es la historia? “Es el conjunto de los hechos realizados por el hombre en el pasado”.

La palabra historia, en español, es una palabra de doble sentido. Por una parte es la aceptación del objeto de estudio sobre el que se realiza la investigación: el devenir, los hechos, el mundo real pasado y por otra parte se designa la reflexión, el estudio, el conocimiento o la ciencia que abordan tales fenómenos.

Si la historia se constituye como un conocimiento científico podrá como toda ciencia ser aprovechada en beneficio de la sociedad, en la medida en que el hombre puede conocer la dinámica de su evolución, os factores del cambio y, eventualmente, manejarlos o aplicarlos en su provecho.

Es en la historia donde la relación del hombre con su medio es indispensable para el devenir social.

La base teórica de mi concepción de la historia ha sido y sigue siendo el materialismo histórico.

Marx afirmaba en la ideología alemana: “nosotros conocemos una sola ciencia: la ciencia de la historia”.


La teoría marxista establece la posibilidad del conocimiento científico de la historia.

No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.

La conciencia histórica se constituye con los siguientes elementos: la noción de que todo presente tiene su origen en el pasado, la certeza de que las sociedades no son estáticas, sino mutables y cambian, se transforman, esas transformaciones constituyen las condiciones del presente, el presente es el pasado del futuro.

La mayor parte de las veces el historiador, no es plenamente consciente del concepto de la historia que transmite.

El conocimeitno histórico debe ser conocimiento vital.

El ser humano, no está hecho, se está haciendo.

El hombre es el único ser del universo, que se sabe así mismo, se hace a sí mismo y se justifica. Es decir, que tiene capacidad de pensar sobre su propio ser, tiene capacidad de construir y orientar su desarrollo y puede darse un sentido, un porqué y un para qué.

El creador de la historia es un ser que se crea a sí mismo históricamente.

La historia como pasado es causa contribuyente de la historia como acción actual.

La existencia humana es histórica, y que lo es porque tiene como característica el ser temporal.

“La historicidad es aptitud o capacidad de engendrar historia”.

La conciencia histórica consiste en la realización de la temporalidad del ser humano en la conjunción del pasado y del futuro que permite integrar el presente, orientadas siempre hacia la construcción del ámbito humano.

Aplicar el conocimiento histórico a solucionar problemas del presente no es automática ni mecánica.

La comprensión de los problemas presentes, sólo puede darse a través del re-conocimiento de su origen, causas, características.

La razón de enseñar historia es formar conciencia histórica en quien aprende; que sepa que su persona no es una hoja al viento, está


sustentada en el pasado individual, integrada al entorno social al que pertenece. •

Toda actividad del historiador debiera empezar, por una explicitación de lo que el mismo entiende que está haciendo.

No todos los historiadores se hallan bien dispuestos a compartir su saber con todos.

El presente no necesita del pasado sino en relación con el porvenir.

La enseñanza de la historia debe ser una actividad fundamental para el historiador de hoy.

La investigación y la enseñanza tienen como centro común de su quehacer al conocimiento histórico.

La investigación histórica ha resultado enriquecida en su relación con otras ciencias sociales. Sobre la teoría: segunda parte •

Educación: proceso humano en el que, confluyen diversos factores imbricados de tal manera que en la realidad resultan difíciles de identificarse como distintos.

El proceso histórico es único e indivisible.

La historia no “se divide en” sino que es “dividida por” el historiador en periodos históricos.

Sería útil la participación de llos historiadores docentes que pueden, por su experiencia, establecer los vínculos necesarios entre la especificidd del conocimiento histórico y las formas de su proyección a difrenetes niveles de la sociedad.

El análisis de los problemas de carácter histórico que presenta la enseñanza de la historia debe arrojar resultados que se traduzcan en propuestas para innovar y superar las deficiencias que hasta hoy se manifiestan en este ámbito.

No se trata sólo del “que enseñar”, sino del cómo enfocar los procesos del acontecer histórico para llevarlo a la comprensión de quienes habrán de aprenderlos y aprehenderlos.


La definición del tiempo como el término que permite apreciarlo en el concepto de materia en movimiento.

La división cronológica de tiempo en segundos, minutos, se aprende en el hogar o en la escuela, no necesariamente se relaciona con los conceptos de “antes” y “después”, “temprano” o “tarde”.

La periodización es un recurso metodológico que utiliza el historiador para establecer cortes simbólicos en esa temporalidad continua, a partir de algún criterio teórico amplio.

El historiador-enseñante casi nunca es consciente de la teoría histórica.

Los diversos periodos históricos de basa en la concepción materialista de la historia.

El positivismo malentendido generó el vicio de percibir y enseñar la historia con el criterio de que lo importante del conocimiento histórico era la verdad demostrable con toda precisión. Lo único válido era el conocimiento de los datos concretos. Así la historia escolar se convirtió en una abstrusa sucesión de fechas y nombres, relacionados con nombres de personajes, batallas y acontecimientos, que debían aprenderse de memoria tornando la materia en una absurda cronología, fastidiosa y desvinculada del sujeto real que la aprendía.

Función del historiador-enseñante-analizar las condiciones educativas.

El mejor y mayor conocimiento de los procesos históricos que se enseñan redundará en beneficio de las formas de enseñanza y en la mejor comprensión y mayor interés por parte de los educandos en los procesos.

El espacio, deja de ser el receptáculo inerte por donde pasa la historia, y se convierte en un elemento dinámico que actúa como condicionado y condicionante de los procesos sociales.

La especialidad se presenta como un recurso de construcción del conocimiento o de percepción del mundo que el individuo adquiere desde sus primeras horas de vida. El niño construye primero su noción de espacio y posteriormente si noción de tiempo.

El historiador enseñante ha de “contemplar”, antes de enseñar, el ámbito espacial en el que y con el que se desarrolla cada fenómeno histórico y todo el proceso histórico.


El conocimiento del historiador tiene que intervenir para encontrar las conveniencias o inconvenientes de su aplicación a los diversos niveles y formas de la enseñanza-difusión.

La importancia del conocimiento preciso y profundo del acontecer histórico, así como de los criterios teóricos y metodológicos para su análisis, para la adecuada fundamentación de las formas de difusión de la historia.


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