Benemérita escuela normal “Manuel Ávila Camacho” Licenciatura en educación preescolar Quinto semestre Atención a la diversidad Docente: Ana María Frausto Alumna: Diana Guadalupe Sánchez Rodríguez Algunos de los problemas que presentan mis alumnos según mi diagnóstico: -hiperactividad: Síntomas de hiperactividad: Juega con las manos o los pies o se retuerce en su asiento. Abandona su asiento cuando lo que se espera es que se quede sentado. Corre y trepa excesivamente en situaciones inapropiadas. Tiene dificultad para jugar o trabajar en forma silenciosa. A menudo está "en movimiento" o actúa como si fuera "impulsado por un motor". Habla excesivamente.
-problemas de autoestima Una baja autoestima puede desarrollar en los niños sentimientos como la angustia, el dolor, la indecisión, el desánimo, la pereza, la vergüenza, y otros malestares. Por este motivo, el mantenimiento de una autoestima positiva es una tarea fundamental a lo largo del crecimiento de los niños. - problemas del lenguaje: Un “trastorno del habla o lenguaje” se refiere a los problemas de la comunicación u otras áreas relacionadas, tales como las funciones motoras orales. Estos atrasos y trastornos varían desde simples substituciones de sonido hasta la inhabilidad de comprender o utilizar el lenguaje o mecanismo motor-oral para el habla y alimentación. Algunas causas de los impedimentos del habla o lenguaje incluyen la pérdida auditiva, trastornos neurológicos, lesión cerebral, discapacidad
intelectual, abuso de drogas, impedimentos tales como labio leporino, y abuso o mal uso vocal. Sin embargo, con mucha frecuencia se desconoce la causa. -agresividad: Según los expertos, la frustración facilita la agresión y es un excelente caldo de cultivo para que se desarrollen conductas agresivas en los niños. El comportamiento agresivo del niño es normal, pero el problema es saber controlarlo. Muchas veces, el niño provoca a un adulto para que él pueda intervenir en su lugar y controlar sus impulsos agresivos, ya que no puede con todo. Por eso, el niño necesita de un "no hagas eso" o "para con eso". Los niños, a veces, piden una riña. Es como si pidiera prestado un control a su padre o a su madre. Del mismo modo que los padres enseñan a caminar, a hablar o a comer a sus hijos, deben enseñar también a controlar su agresividad.