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AMLO asegura que sus hijos no son corruptos

El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó de “una calumnia” los reportajes publicados por Latinus y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), que revelan presunto tráfico de influencias y conflicto de intereses de sus dos hijos mayores en lo que va de su sexenio.

Este jueves durante su conferencia matutina, el mandatario federal dijo que ese tipo de material pone de manifiesto la desesperación de sus adversarios y la oposición, aunque en su intervención no ofreció pruebas que exculparan a sus hijos.

Alguien puede decir: oye son 13 y ¿son pocos?

Latinus publicó un reportaje donde señala que Andrés Manuel López Beltrán habría beneficiado a algunos de sus amigos con contratos millonarios con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), por obras relacionadas con la construcción de un parque ecológico en los terrenos del cancelado Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

Ante esto, López Obrador reconoció que sí existen los contratos, pero que los señalamientos son solamente calumnias.

“Sí, sí deben existir (los contratos) pero mis hijos nada tienen qué ver, mis hijos no son corruptos (...) hagan la cuenta, vean el reportaje, no es nada, es una desesperación, es una calumnia (…) que porque el primo del amigo, de la hermana que es amigo de Andrés ¿y? ¡Nada!”.

no es una transición tranquila. Es una decisión de las mayorías, eso ha quedado ya muy claro en términos de cómo sucedió. Estoy con muy buena comunicación con todos mis compañeros y compañeras porque esta es una bancada muy sui géneris.

Tenemos a dos exgobernadores, a tres secretarios de Estado, a Mario Zamora y Claudia Anaya que fueron candidatos a las gubernaturas en Sinaloa y en Zacatecas. Mis 13 compañeros y compañeras son muy valiosos y tienen una experiencia territorial impresionante.

Hay que respetar el punto de vista de cada quien, aquí tenemos reuniones y tenemos puntos de vista a veces distintos, confrontativos muchas veces porque esa es la parte de la pluralidad ideológica que tenemos y llegamos a acuerdos y salimos todos muy bien convencidos de lo que tenemos que definir en votaciones.

¿Cómo fue el recibimiento con el resto de las bancadas? Tengo una muy buena relación con todos los coordinadores parlamentarios porque trabajamos mucho tiempo y muchas horas en muchos temas diversos.

¿Cómo es su relación con la Cuarta Transformación’ Para eso está mi amigo Ricardo Monreal y sus aliados, pues es el conducto con el Gobierno. Cuando ha sido necesario hablar con Adán Augusto pues también se toca la puerta porque con alguien tienes que hablar. El mejor conductor es Ricardo Monreal.

¿Sabes qué pasa si dejamos de hablar con Ricardo Monreal? Pues le restamos también autoridad moral.

Es el coordinador de la mayoría y él mismo hace una autocrítica muy decente. Ricardo yo lo conozco, fuimos compañeros de la división de estudios de posgrado de la UNAM, somos amigos de muchos años y es un hombre muy vertical.

Ricardo acepta que las más fuertes resistencias que tiene su Grupo Parlamentario, pues son los representantes de los llamados corcholatas, donde obviamente empiezan a tomar decisiones políticas de acuerdo a la sucesión presidencial.

Yo no creo que sea correcto brincar a un coordinador que no lo merece para estar tocando puertas en el Gobierno, él es el representante.

Entre lo legalmente correcto y moralmente ilegal

No importa si el Presidente considera que “ni es tanto’’ - ¿qué tanto es tantito? -, lo que importa es que ni siquiera se molestó en ordenar una investigación sobre el por qué tres empresas de los mismos dueños, con la misma dirección fiscal, simularon una competencia en varias licitaciones para ganarlas.

Ok.

proveedores del Gobierno, la constructora Higa, le estaba construyendo una mansión en Las Lomas de Chapultepec.

Peña hizo maroma y teatro para deslindarse del regalazo, pero el episodio le costó gran parte del capital político que aún tenía en esa fecha.

Higa era un proveedor del Gobierno, al igual que lo es La Jornada.

Mientras que el texto firmado por Mexicanos Contra la Corrupción “La nueva casa gris”, presentó que José Ramón López Beltrán vive en una casa ubicada en Coyoacán, propiedad de Guillermina Aurea Álvarez Cadena, asistente de la directora general de La Jornada, Carmen Lira Saade, comadre de López Obrador.

El mandatario indicó que le ha pedido a sus hijos no caer en ninguna provocación. “Ayer fueron a la casa en la que vive José Ramón a esperarlo ahí, es un acoso pero tampoco”. / LUIS VALDÉS

Esquilo, considerado el padre de la tragedia griega (525-456 a. C.), escribió en el siglo V que “el decoro prohíbe cosas que la ley permite’’.

Algo así es lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador repite como mantra cuando se refiere a sus adversarios políticos: “puede ser legalmente correcto, pero es moralmente ilegal’’.

¿Aplica para sus hijos?

En el caso de los negocios de los amigos de su hijo Andrés, el Presidente minimizó el hecho de que se haya documentado que existen contratos del Gobierno por más de 100 millones de pesos para favorecer a sus empresas.

Supongamos que le creemos que su hijo no tuvo nada que ver.

¿Por qué entonces no ordenó una investigación inmediata antes de descalificar la investigación sustentada en documentos, no en dichos ni versiones?

Sobre el hecho de que otro de sus hijos, José Ramón, viva en la casa de la asistente (?) de la directora de La Jornada, el periódico que más “dinero del pueblo’’ ha recibido en el sexenio, existe un inequívoco conflicto de interés.

El escándalo de la Casa Blanca de Enrique Peña detonó porque se trató de un conflicto de interés inocultable debido a que uno de los

Y para quien diga que se trata de casos distintos, el fondo del problema es que es el mismo delito o como quiera llamarle: conflicto de interés.

Los casos de Andrés y José Ramón López Beltrán ni siquiera caben en el mantra presidencial de “pueden ser legalmente correctos pero moralmente ilegales’’ porque no hay margen de duda.

Hágase pues tu voluntad, en los bueyes de mis compadres.

¿Qué sería lo que negoció Ricardo Monreal con López Obrador para que, primero, su discurso cambiara como de la noche al que el hijo mayor del Presidente vive en una propiedad la asistente de la directora de La Jornada. día y ayer se animara a declarar que “preferiría ser nada’’ antes que traicionar al Presidente?

Monreal es muy hábil para eso de la negociación y seguramente no se quedará con las manos vacías después de haber retornado al redil -del que nunca se fue del todo-. Las apuestas comenzaron: que si la candidatura a la jefatura de Gobierno de la CDMX, que si repetir en el Senado, que si la Secretaría de Gobernación en el siguiente sexenio o hasta coordinador de la campaña presidencial, que a leguas se ve no será la suya.

Lo que no se sabe es qué pasará con el pacto que tenía con Ebrard, firmado de forma simbólica en Zacatecas, con el cual ambos acordaron buscar piso parejo en la elección del candidato presidencial de Morena. Ya habrá tiempo para saberlo.

Monreal siguió el viejo libreto de los políticos de antaño: pelear la grande para negociar la chica.

¿Qué será, qué será?

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