Reptiles y tortugas, pieza clave para el equilibrio ecológico

Importancia. Estas especies ayudan a preservar el ecosistema en las costas yucatecas, afirman especialistas

El papel de tortugas marinas para los ecosistemas de corales es indispensable como dispersoras, mientras que los cocodrilos en los humedales brindan servicios para abrir brechas que conecten el mangle con el mar, por lo que es fundamental garantizar su preservación en la costa yucateca para el equilibrio ecológico, informó el biólogo Luis Díaz Gamboa.

El especialista indicó que en general reptiles y anfibios tienen la capacidad de moldear el ambiente, es decir, son una especie de ingenieros de la naturaleza, de los ecosistemas, como es el caso particular de las tortugas y cocodrilos.

Detalló que las tortugas marinas son especies determinantes para la construcción de los arrecifes de coral o de otros ecosistemas marinos, ya que en sus recorridos a través de los océanos son capaces de transportar pólipos -vegetación- de un lugar a otro, servicios ambientales como los que realizan polinizadores terrestres como aves, mamíferos o insectos.

Díaz Gamboa explicó que en el caso de los cocodrilos por su gran tamaño, fuerza y capacidad de

Los cocodrilos son capaces de hacer conexiones hídricas y gracias a ellos pueden sobrevivir los manglares”

LUIS DÍAZ GAMBOA Biólogo

arrastre son capaces que en zonas secas de los manglares puedan tener conectividad con las aguas de las playas de las inmediaciones, creando el ecosistema para que sobre vivan no solo este tipo de reptiles, sino también flora de humedales, así como fauna como las diferentes aves marinas que se les puede ver en estos espacios.

En mayo, inició la anidación de tortugas y finaliza en octubre próximo, recordó.

En cuanto a los cocodrilos sus hogares se ven afectados particularmente por los basureros clandestinos o por el incorrecto manejo de la basura en la zona de los humedales, esto de acuerdo con el director de Educación y Cultura Ambiental en Yucatán, Manuel Erosa Tamayo. Estos reptiles suelen morir al comer residuos sólidos urbanos que las personas dejan en las zonas del mangle yucateco.