Laboratorios biológicos en iquitos y una amenaza al salud pública

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La Unidad de Investigación Médica Naval Seis (NAMRU-6) es un laboratorio de investigación biomédica de la Marina de los EEUU situado con sede en Lima, Puerto Maldonado y Iquitos.

Es el único comando militar de ese país ubicado en América del Sur y tiene como misión oficial identificar enfermedades infecciosas que sean amenazas de importancia para la salud pública y militar, así como


desarrollar y evaluar intervenciones y productos para mitigar esas amenazas. Estos laboratorios tienen permisos para transportar residuos bio-peligrosos y patógenos que pueden ser altamente infecciosos, sin control alguno de sus investigaciones y los residuos que estos generan ya que gozan de inmunidad diplomática. Actualmente cuentan con autorización para la circulación en vías urbanas y vías alternativas a vehículos de transporte de residuos sólidos peligrosos otorgado por las Municipalidades de Iquitos y Punchana a través de la Gerencia General de Transporte Urbano. Así también permisos de circulación en sus s otras sedes ubicadas en el Perú. Estos residuos biológicos son transportados en contendedores especiales según su grado de peligrosidad , ya que en algunos casos pueden ser altamente infecciosos con características patogénicas. Una de sus instalaciones está ubicad en Punchana, en la ciudad de Iquitos, lo que debiera ponernos en alerta delante del grave riesgo de contaminación, difusión y proliferación de agentes infecciosos. Aunque estos permisos están autorizados por las diferentes instituciones de Perú, realmente no se sabe si se estará llevando un control efectivo y una eliminación de estos residuos. Una fuga podría ocasionar un desastre ambiental o afectar a la población en general corriendo el riesgo que un virus parecido al covid19 pueda desencadenarse. NAMRU-6 Cuenta en el Perú con instalaciones de de 143,182 pies cuadrados de laboratorio y espacio de oficinas en Lima, 5,000 pies cuadrados en Iquitos y 2000 pies cuadrados de espacio de laboratorio en Puerto Maldonado. El NAMRU 6 en Lima incluye instalaciones de Bioseguridad Nivel 3 (BSL-3), mientras que los otros dos laboratorios son Bioseguridad 2 nominal. La instalación de Lima también contiene un vivero para la investigación animal que es de la Asociación para la Evaluación y Acreditación certificada de Laboratorio Animal Care International (AAALAC).


Nambru-6 cuenta con más de 300 personas trabajando en estos laboratorios y constante adquisición de nuevos equipos para poder realizar sus investigaciones. Así como realizan sus investigaciones también generan bastante residuos realizando investigaciones en virus como el virus de la gripe, adenovirus, metapneumovirus, enterovirus, rinovirus, virus sincitial respiratorio y virus del Zika en el Departamento de Virología e Infecciones Emergentes.

Nambru tiene como finalidad la investigación y monitoreo de enfermedades tropicales, con tres subsedes que, según informan en sus boletines, pudieran amenazar las operaciones militares de los EEUU en la región, particularmente en la cuenca Amazónica. Pero en realidad lo que amenazan los integrantes de NAMRU 6 y su comando imperial, hombre o mujer, es la soberanía del Perú, de los recursos de su Amazonía y, de paso, dirigir sus actividades de espionaje hacia Colombia, Bolivia, Brasil y Venezuela. Con razón, las fuerzas más negras y antipatriotas del Perú, las Fuerzas Armadas y su Congreso de la República controlado por ellos, no Riesgos por las labores de NAMRU Desearíamos saber ¿qué aportes pudo haber realizado el NAMRU6 en las zonas de nuestra selva en relación a la actual pandemia y en los 39 años de funcionamiento ? ¿Considerarán a la COVID 19 como una enfermedad tropical? Recordemos que China y USA se acusan mutuamente de haber creado artificialmente el virus del Covid 19. Ahora China afirma que al respecto cosas sospechosas están sucediendo en el Laboratorio Fort Detrick, ubicado en Frederick Maryland, Estados Unidos. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China pidió a la OMS para investigar en el laboratorio Fort Detrick de USA para investigar los orígenes del Covid 19 en Estados Unidos. Esperemos que nuestras nuevas autoridades tomen cartas en el asunto para defender la soberanía de nuestro país, y podamos evitar así una futura tragedia como el virus del covid19 .

COVID 19 Y NAMRU 6


Perú fue segundo país en América Latina en cuanto a número de casos positivos de Covid 19. Hay que tener presente este tema por dos razones fundamentales. La primera es que la NAMRU 6 es un organismo enclavado en Perú que, está capacitado para trabajar con el COVID 19. Siendo el Perú entre los que mayor fuerza ha tenido este virus y Loreto una de las regiones mayormente afectadas, surge una pregunta: ¿Cuál es el rol que ha cumplido la estructura del NAMRU 6 para prevenir o tratar los impactos del COVID 19? Las implicancias del establecimiento de un laboratorio de Bio Seguridad Tres como el que tiene NAMRU 6 en el Hospital Naval, son de extrema importancia, o al menos debieran serlo. Según lo que establecen los protocolos de bio seguridad para los BSL 3, uno de estos laboratorios tiene capacidad para trabajar con microbios que pueden ocasionar enfermedad letal seria y potencial, a través de inhalación. NAMRU 6 al margen del control del Estado El 13 de junio del 2015 un despacho del Centro de Estudios Políticos para las Relaciones Internacionales y el Desarrollo (CEPRID) señalaba en un artículo que: “En la actualidad está en rigor y plena actividad un bio-laboratorio denominado NAMRU6- bajo la dirección del Medical Research Center que funciona en Lima. Está dirigido por un Oficial de la “Navy” con status diplomático asignado a la Embajada de Estados Unidos en la capital peruana como tantos otros jefes, directores o agentes de la CIA, de la Agencia de Seguridad Nacional o de algún otro organismo de espionaje. El proyecto NAMRU- 6 está, totalmente, fuera del control del gobierno peruano porque sus miembros, inclusive, gozan del privilegio de inmunidad y por tanto cualesquiera que fuesen sus acciones quedan en el campo de la más absoluta impunidad”. NAMRU investigado por el Congreso En 2015 el parlamentario Víctor Hugo Neciosup Santa Cruz elaboró el Informe de Investigación N° 178/2014-2015, fechado el 26 de mayo de ese año, informe que fue encargado por el Área de Servicios de Investigación del Congreso de la República, titulado “Uso de tecnologías de la información y las comunicaciones para la vigilancia de enfermedades en poblaciones militares en el Perú”. Por otro lado, más recientemente en la legislatura 2018-2019, el Congresista Richard Arce, como miembro de la Comisión de Defensa y Orden Interno, presentó mediante Oficio Nro. 0504/2018/2019-ADP-R/CR del 3 de mayo del 2019, un cuestionario de 10 preguntas sobre NAMRU 6, realizadas al ministro de Defensa de entonces Gral. José Huerta Torres, que fueron respondido a medias… ocho meses después. Las preguntas respondidas sólo fueron dos: 1. ¿Qué medidas de seguridad se toman para neutralizar los riesgos biológicos que pueden poner en peligro la salud humana en nuestro territorio (¿contaminación biológica, fuga de microorganismos, virus, bacterias, toxinas, etc.?; 2. ¿Qué medidas se toman para evitar que NAMRU 6 no se encuentre desarrollando investigaciones y experimentos de guerra biológica en nuestro territorio en provecho de EE. UU. y que podrían ser utilizados en otras partes del mundo?; y,


A la pregunta 1 realizada por el congresista, señalan 7 certificaciones y acreditaciones, todas de los EE. UU., pero ello no garantiza las certificaciones que pueden dar lugar a potencial responsabilidad administrativa o legal propias del Estado peruano en su territorio. Asimismo, la respuesta a la pregunta 2, responde: “El Oficial de Enlace de la Dirección de Salud de la Marina participa en las reuniones semanales donde se reportan los avances de los proyectos de investigación”. Esporádicamente, dice la respuesta, el director de Salud de la Marina, visita sus instalaciones (la última en febrero de 2019). Finalmente, podemos concluir que el Estado peruano debería asumir su soberanía ejerciendo debido control sobre NAMRU 6, informando bajo responsabilidad si sus actividades están de acuerdo a ley.

Laboratorios de Estados Unidos en Perú acusados de crear Armas químicas y biológicas en otros países . En enero del 2,018 la periodista búlgara Dilyana Gaitandzhieva escribió un artículo “El Sereto del pentágno” describiendo al detalle el desarrollo de las armas biológicas de los EE.UU en el laboratorio que operan bajo la apariencia de centros médicos en 25 países: En el medio ambiente , el sudeste de Asia, África, América del Sur, así como en Georgia y Ucrania. Ella manifiesta además que los EE.UU están abriendo centros médicos en varios países e informan que quieren mejorar la atención medica allí y de hecho están trabajando en nueve tipos de armas biológicas. Cree además que los estadounidenses estén realizando experimentos para crear armas biológicas en el extranjero, y a diferencia de otros tipos de armas destructivas masiva, tiene la propiedad de la auto destrucción, e incluso una pequeña fuga puede llevar a epidemias masivas. Cuestionamiento del Congreso

La investigadora Olga Pinheiro escribió, para la revista El Derecho a Vivir en Paz, un artículo titulado “ABC de la Geopolítica: La Guerra Biológica” que señala que “Una de sus instalaciones –de NAMRU-6– está ubicada, nada menos que en la Amazonía Peruana, en las cercanías del Río Amazonas, en la ciudad de Iquitos, lo que debiera ponernos en alerta delante del grave riesgo de contaminación, difusión y proliferación de agentes infecciosos”.


En Indonesia, también había sido instalada una NAMRU (2), pero este laboratorio militar fue cerrado posteriormente, tras el gobierno indonesio darse cuenta de sus controversiales actuaciones. Además de las denuncias de que el conocimiento de las medicinas elaboradas eran destinados a beneficio de transnacionales farmacéuticas que con esas enfermedades infecciosas adquirían voluptuosas ganancias, como fue con el laboratorio Gilead Science, del entonces Donald Rumsfeld, ex secretario de defensa de Bush, que patentó el fármaco Tamiflu, único utilizado para tratar el virus de la gripe, H1N1.

Los ensayos de RT-PCR se han desarrollado de forma independiente para cada uno de los Procedimientos Operativos Estándar (POE) de NAMRU-6 e implican un esfuerzo importante por parte de los técnicos de laboratorio, y de los supervisores para su aprobación final. Los cambios en los reactivos supondrían un proceso de revalidación completo, lo que retrasaría el procesamiento y el diagnóstico oportuno de los patógenos relevantes para la salud pública.

Las fuentes interesadas en responder a este anuncio deben presentar una declaración de capacidad que incluya datos técnicos y de gestión e información sobre los costes, con suficiente detalle y con pruebas convincentes que demuestren claramente la capacidad de realizar el trabajo requerido.

En momentos en los que en Colombia se están desarrollando inmensas movilizaciones contra el gobierno de Luque-Uribe, en Venezuela existe una renovada ofensiva contra el gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro, en Chile la oposición al presidente Piñera acaba de vencer ampliamente en los comicios por la instalación de una Asamblea Constituyente y gobiernos locales, en Brasil la oposición unificada de izquierda alrededor de Lula contra el presidente Jair Bolsonaro prepara su triunfo para el 2022, en el Perú las elecciones para presidente en la 2da vuelta ha crispado a la derecha neoliberal contra el candidato popular Pedro Castillo, mientras que el escritor Mario Vargas Llosa se apresta a realizar en Quito el 23 de mayo, el «Foro Iberoamericano: Desafíos de la libertad», con lo más


detestable de derecha fascista neoliberal latinoamericana, incluyendo a Keiko Fujimori, nuevamente alertamos sobre NAMRU 6. ALAI: https://www.alainet.org/es/articulo/207648). Es poco conocido que, en 1983 se estableció en el Perú el US Naval Medical Research Unit (NAMRU 6), entidad dependiente del Comando Sur de los Estados Unidos con sede en Florida (Miami), es decir directamente bajo el mando norteamericano y no peruano, asunto gravemente extraño e inaceptable contra la soberanía del Perú (Ver: https://www.southcom.mil/MEDIA/NEWSARTICLES/Article/1892078/namru-6-holds-change-of-command/). El pasado 9 de abril, acorde con ponerle “rostro de mujer” al mando imperialista, el Presidente Joe Biden designo a la teniente general Laura Richardson, de 57 años y amplia experiencia en guerras imperiales, en reemplazo del almirante Craig Faller, para dirigir el SouthCom, que es el comando encargado de las operaciones militares estadounidenses en Latinoamérica y el Caribe (ver: https://www.elmundo.es/internacional/2021/03/09/60475bbd21efa0e8128b45ea.h tml). De paso, y con este mismo criterio de género, también hubo cambio en el comando de NAMRU-6 en esa misma fecha: la Capitán Franca R. Jones se convirtió en el nuevo comandante de NAMRU-6, relevando al capitán William R. Howard que estuvo en el cargo desde el 2018 (ver: https://es-la.facebook.com/pg/NAMRU6/posts/?ref=page_internal) Se trata de dirigir un centro de investigación y monitoreo de enfermedades tropicales, con tres subsedes que, según informan en sus boletines, pudieran amenazar las operaciones militares de los EEUU en la región, particularmente en la cuenca Amazónica. Pero en realidad lo que amenazan los integrantes de NAMRU 6 y su comando imperial, hombre o mujer, es la soberanía del Perú, de los recursos de su Amazonía y, de paso, dirigir sus actividades de espionaje hacia Colombia, Bolivia, Brasil y Venezuela. Con razón, las fuerzas más negras y antipatriotas del Perú, las Fuerzas Armadas y su Congreso de la República controlado por ellos, no han querido aprobar ni firmar hasta ahora el Acuerdo de Escazú que permitiría fiscalizar las actividades en la Amazonía de NAMRU 6 en favor de la sociedad civil, los pueblos indígenas y el Estado (ver mi informe en ALAI en: https://www.alainet.org/es/articulo/207829. Se supone que este NAMRU 6 y los científicos armados que trabajan en esta unidad, está investigando sobre el COVID 19 y sus mutaciones asociadas que nos mata – más de 400 muertos diarios en abril y mayo – y contagia a la vez que destruye la economía, generando desempleo y hambre entre los más empobrecidos, a consecuencia también del “modelo” neoliberal vigente que propugna y alienta “corona para los ricos y virus para los pobres”, con hospitales colapsados, falta de oxígeno, saturación de UCIs e insuficiencia de vacunas. NAMRU 6 tiene la finalidad de encontrar la vacuna tan ansiada a nivel planetario. Sin embargo, en realidad sostenemos que se trata de un centro de inteligencia con tres sedes – Lima, Iquitos y Puerto Maldonado -, para ejercer el control en el presente y el futuro de los recursos naturales de la región andino-amazónica, además de apuntar sus antenas contra Colombia, Bolivia, Venezuela y Brasil.


Por otro lado, en la legislatura 2018-2019, el Congresista Richard Arce como miembro de la Comisión de Defensa y Orden Interno, presentó el 3 de mayo del 2019, un cuestionario de 10 preguntas sobre NAMRU 6 y sus actividades en el Perú, supuestamente para neutralizar los riesgos biológicos que pueden poner en peligro la salud humana en nuestro territorio, como contaminación biológica, fuga de microorganismos, virus, bacterias, toxinas, etc. Las preguntas fueron enviadas al Ministro de Defensa de entonces Gral. José Huerta Torres, pero no fueron respondidas (ver: http://pedidos.congreso.gob.pe/PUBPEDIDOS/Ped-14922018.pdf) Más recientemente, el ahora ex congresista Arce, respondió a un cuestionario del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas (SOAWatch), señalando lo siguiente: “Cuando uno lee la propuesta de los EEUU, parecería que está en el mismo sentido de investigación científica y sería saludable que sea bajo esa premisa”. Según Arce, “lo que hicimos fue preguntar cuál era conocimiento que tienen nuestras autoridades encargadas de la defensa nacional, enviamos una carta solicitándoles información muy precisa, para que nos pudieran aclarar: bajo qué marco y qué acuerdo se ha implementado el NAMRU-6 en el Perú; cuáles son los costos que esto representa al país y ver si la cooperación es de complementariedad y que el beneficio va a ser también para nuestra patria” (ver: https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/05/10/peru-richard-arcelatinoamerica-ha-sido-testigo-de-una-intervencion-grosera-de-los-eeuu/) Asimismo, Arce declaró que “Debemos recordar que el Comando Sur, como parte de su estrategia imperialista, tiene bases militares en todas partes del mundo y es una potencia mundial, pero vivimos en un Estado de derecho y existen principios internacionales, como es la libre determinación de los pueblos y el respeto, justamente, de la soberanía y de la no intromisión de otro Estado en las decisiones que toma un país”. Añadió que: “Latinoamérica ha sido testigo, lamentablemente, en la década de los 60, los 70, hasta los 80, de una intervención grosera de los EEUU en las democracias de varios países. Los documentos desclasificados de la CIA, de los gobiernos de esas épocas, reafirman lo que estoy hablando. No estamos generando ninguna especulación, estamos hablando con la realidad y con documentación. Si están haciendo la investigación, para la ciencia, para la medicina, bienvenida sea. Pero si tienen otras intenciones subrepticias, como estamos acostumbrados, la historia latinoamericana, nos va a llenar de mucha indignación. Desde Jacobo Árbenz en Guatemala, Salvador Allende en Chile, en Centroamérica, pagando a paramilitares para asesinar civiles. La historia es muy dura y el famoso patio trasero de EEUU se ha hecho vigente, durante todos esos años, con esas intervenciones groseras de nuestra soberanía.” El SouthCom en la Amazonía El boletín “Diálogo” es una actividad del Comando Sur de los EEUU compuesto por un sitio web, una revista impresa y redes sociales, asociadas con el objetivo de “forjar alianzas y fomentar la cooperación entre naciones amigas”, publicado desde hace más de 25 años, como foro internacional para profesionales de las fuerzas militares y de seguridad de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe. Se publica en español, inglés y portugués, abarca una gran variedad de temas como terrorismo, crimen organizado transnacional (narcotráfico, tráfico de armas, tráfico de personas y contrabando), asistencia humanitaria, derechos humanos, entrenamiento y educación y educación militar, y seguridad y cooperación


regional. Obviamente, también informa sobre la Unidad NAMRU 6 en nuestra Amazonía (ver: https://dialogo-americas.com/es/about-dialogo/). El 27 de marzo del 2020, el científico y activista chileno Pablo Ruiz del Observatorio para el Cierre de la Escuela de las Américas, alertó por las investigaciones bacteriológicas y de enfermedades tropicales que realiza en Perú la base NAMRU-6 de la Armada de los EEUU. «Tenemos mucha preocupación porque está cerca de la Amazonia y eventualmente se podrían preparar armas biológicas», advirtió Pablo Ruiz en entrevista con Sputnik News. (ver: Ver: https://mundo.sputniknews.com/radio_telescopio/202003271090935097–que-hacela-armada-de-eeuu-investigando-enfermedades-y-bacterias-en-la-amazonia-peruana/), añadiendo que: «En la actual situación que vive la humanidad sería muy bueno que el organismo de ONU que vela porque ningún país sea productor de armas de destrucción masiva, pueda hacer una visita a esta base y vea qué están haciendo ahí con las enfermedades infecciosas». En abril del 2021, el Coronel Rubén Requena, designado en marzo del 2020 como Consejero Militar de Naciones Amigas (PNMA por su sigla en inglés) para el SouthCom, declaró a la revista “Diálogo” que el programa mencionado, busca “fomentar la confianza mutua entre los países participantes, mejorar el trabajo en equipo y establecer vínculos para la sincronización de operaciones y planes conjuntos”. Añadió que la importancia para el Perú de ese programa es: “mantener una estrecha y permanente relación con los EEUU y trabajar de manera coordinada entre las fuerzas militares para que se puedan enfrentar amenazas transnacionales de una manera eficaz y eficiente. El mundo cambia a cada minuto y esta pandemia nos ha demostrado que cuando nuestra casa se ve amenazada, nos afecta a todos por igual, a lo largo y ancho del planeta, y la única forma de poder sobrevivir a estas amenazas es trabajar juntos y de manera coordinada” (ver: https://dialogoamericas.com/es/articles/consejero-militar-del-peru-estrecha-vinculos-con-southcom/). Ni una palabra del militar peruano sobre las amenazas que el NAMRU 6 pudiera tener sobre la soberanía de nuestro país y la actividades de inteligencia estratégica en favor de los EEUU. La investigadora Olga Pinheiro escribió en agosto del 2019, un artículo titulado “ABC de la Geopolítica: La Guerra Biológica” (ver: https://www.alainet.org/es/articulo/201806) que señala que “Una de sus instalaciones – de NAMRU-6 – está ubicada, nada menos que en la Amazonía Peruana, en las cercanías del Río Amazonas, en la ciudad de Iquitos, lo que debiera ponernos en alerta delante del grave riesgo de contaminación, difusión y proliferación de agentes infecciosos”, agregando que “queda la preocupación ante la manipulación de patógenos por instituciones militares foráneas que estuvieron involucradas directamente en la elaboración de armas biológicas en diferentes períodos de la historia”. No podemos olvidar, dice la autora, que Cuba ha sufrido varios ataques con Armas Biológicas, entre ellos, la introducción, intencionalmente, del virus de la fiebre porcina (1971) y del dengue hemorrágico (1981). Este último ataque, ocasionó miles y miles de enfermos; 158 personas murieron, entre ellos 101 niños. Abundando sobre este mismo tema Olga Pinheirro señala que: “Tras el largo historial, donde se contrastan discurso y práctica del gobierno estadounidense, queda la preocupación ante la manipulación de patógenos por instituciones militares foráneas y que estuvieron involucradas directamente en la elaboración de armas biológicas en diferentes períodos de la historia.


Todas las bases militares de EEUU, en Latinoamérica, hacen parte de una política de injerencia externa, y NAMRU-6 además de su carácter militar, desarrolla investigaciones bacteriológicas a servicio de un país que desde el principio demostró resistencia en aceptar la convención de la ONU que prohíbe las armas biológicas y que desde muchas décadas interviene con apoyo directo o logístico en la desestabilización de gobiernos democráticos en nuestro continente”. (ver: https://kaosenlared.net/amazonia-en-la-mira-de-laboratoriomilitar/) Dado que lo que tenemos actualmente en el Perú es un incremento de plagas de todo tipo, incluyendo las del COVID 19 y sus nuevos vectores venidos de Brasil y otros países, el Congreso actual debería tomar cartas en el asunto de NAMRU 6, retomar las preguntas que hiciera el ex congresista Arce en el 2019, principalmente aquella de si hasta el momento las investigaciones científicas realizadas tienen algún resultado en relación con el combate a las plagas que nos acosan. Si existen instalaciones cuasi secretas, si no sirven para atender la pandemia del Corona virus, entonces, deben preguntarse ¿cuál es su finalidad de NANRU 6? Tenemos la impresión de que nuevamente, el Perú y la Marina de Guerra han sido utilizados por los diversos gobiernos norteamericanos empeñados en mantener este tipo de instalaciones en territorios tropicales, con propósitos muy distantes a la salud pública y a favor de desarrollar vectores para una guerra bacteriológica y, de paso, realizar trabajos de inteligencia contra países fronterizos amigos, con gobiernos actuales o futuros enfrentados a las políticas imperiales de los EEUU. El Congreso y el nuevo gobierno que se instale el 28 de julio, tienen una tarea importante que realizar. -oOo-

Pero partamos diciendo que la Guerra Biológica es el uso de «organismos vivos» o patógenos (bacteria, virus u otro organismo) adaptados militarmente para causar enfermedades en humanos, animales o plantas con el fin de aniquilar o causar el mayor daño en el enemigo. Antes del siglo XX, el uso de agentes biológicos tomó tres formas principales: envenenamiento deliberado de comida y agua con material infeccioso y el uso de animales, vivos o muertos, en sistemas de armas.


Ya en el período, durante y después la segunda guerra mundial, las armas biológicas fueron sofisticadas en programas estatales, de grandes potencias, con el respaldo de científicos y laboratorios de poderosas corporaciones. Innumerables experimentaciones fueron llevadas a cabo con seres humanos. Las más conocidas fueron realizadas en los campos de concentración nazi. Sin embargo, Gran Bretaña y EEUU tiene largo historial en hacer experimentos químicos y bacteriológicos con personas sin que ellas supieran o dieran su consentimiento para tales pruebas. Con el fin de la Segunda Guerra, Estados Unidos, incluso, reclutó a científicos nazis, en la Operación denominada Paperclip, también conocida por Overcast, que eran especialistas en las llamadas armas maravillosas del Tercer Reich. Uno de los más destacados era Eric Traub responsable de la sección de armamento biológico de Hitler. Este experto en patógenos virales, desde que llegó a EEUU trabajó para la Marina de este país (Naval Medical Research Institute, en Bethesda) y quedó en sus manos la investigación de las 40 cepas más virulentas del mundo. Eric Traub también prestó asesoría en Fort Detrick que está ubicado en la ciudad Frederick, en el estado de Maryland. Hasta 1969 fue el centro del programa de armas biológicas de EEUU, y hasta hoy es el blanco de distintas investigaciones y denuncias de manipulación de agentes infecciosos para fines bélicos. Fort Detrick ha sido acusado formalmente de la propagación del dengue, en Nicaragua, en el año de 1985, por medio del esparcimiento del mosquito Aedes Aegypti (que además de dengue, es el transmisor de la chikungunya, zica y fiebre amarilla). Años antes, el mismo mosquito Aedes Aegypti y otros vectores biológicos fueron utilizados contra Cuba. En 1975, entró en vigor la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción y el Almacenamiento de Armas Bacteriológicas (biológicas) y Toxínicas y sobre su Destrucción. Aun así, pocos años después, el régimen del apartheid en Sudáfrica lanzó un programa secreto, llamado “Project Coast” que fue dirigido por el Dr. Wouter Basson (o Dr. Muerte), cuyo objetivo era desarrollar agentes biológicos y químicos que matarían o esterilizarían a la población negra y asesinarían enemigos políticos.


Entre los agentes desarrollados estaban los virus Marburg, Antrax y el Ébola. Se afirma que miles de personas murieron en esos experimentos. El ex presidente Mandela fue uno de los intentos de asesinato del doctor Wouter Basson, que en 2002, tras una fianza simbólica, fue liberado de cualquier condena y, actualmente, trabaja de cardiólogo en Sudáfrica. Basson afirma haber tenido contacto con agencias occidentales que proporcionaron “asistencia ideológica” al “Project Coast”, pese la expresión de preocupación de Washington de que el “Doctor Muerte” revelara las conexiones del “Project Coast” y el Pentágono. Alerta en América Latina En esta misma década, en que hubo secretas cooperaciones de agencias estadounidenses con el régimen del apartheid, fue instalado un laboratorio de investigación biomédica de la Marina de los EEUU, en Perú. Actualmente, conocida como NAMRU-6 (Unidad de Investigación Médica Naval Seis). Una de sus instalaciones está ubicada, nada menos que en la Amazonia Peruana, en las cercanías del Río Amazonas, en la ciudad de Iquitos, lo que debiera ponernos en alerta delante del grave riesgo de contaminación, difusión y proliferación de agentes infecciosos, aunque formalmente digan que están para identificar e intervenir contra enfermedades tropicales infecciosas. Tras el largo historial, donde se contrastan discurso y práctica del gobierno estadounidense, queda la preocupación ante la manipulación de patógenos por instituciones militares foráneas y que estuvieron involucradas directamente en la elaboración de armas biológicas en diferentes períodos de la historia. Todas las bases militares de EEUU, en Latinoamérica, hacen parte de una política de injerencia externa, y NAMRU-6 además de su carácter militar, desarrolla investigaciones bacteriológicas a servicio de un país que desde el principio demostró resistencia en aceptar la convención de la ONU que prohíbe las armas biológicas y que desde muchas décadas interviene con apoyo directo o logístico en la desestabilización de gobiernos democráticos en nuestro continente.


En Indonesia, también había sido instalada una NAMRU (2), pero este laboratorio militar fue cerrado posteriormente, tras el gobierno indonesio darse cuenta de sus controversiales actuaciones. Además de las denuncias de que el conocimiento de las medicinas elaboradas eran destinados a beneficio de transnacionales farmacéuticas que con esas enfermedades infecciosas adquirían voluptuosas ganancias, como fue con el laboratorio Gilead Science, del entonces Donald Rumsfeld, ex secretario de defensa de Bush, que patentó el fármaco Tamiflu, único utilizado para tratar el virus de la gripe, H1N1.


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