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Mario Vargas Llosa, el inmortal

¡La Dirección de Salud permanentemente hace noticia! Hace poco el Diario Ahora denunció un grave problema en los almacenes de medicamentos de la Dirección de Salud en La Esperanza. Según la Contraloría y la Oficina de Control Interno, estos almacenes tienen un sistema de organización deficiente que pone en riesgo la salud de las personas que laboran en dicho lugar. Gracias a la denuncia de la doctora Elena Ortiz Nieto, se ha podido conocer esta irregularidad.

Para empezar, ¿por qué es importante un sistema de organización eficiente en los almacenes de medicamentos?

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Es esencial que los almacenes de medicamentos cuenten con un sistema de organización eficiente para garantizar la seguridad de los empleados y evitar la contaminación, adulteración y falsificación de los productos y, por ende, proteger a los pacientes. Un almacén bien organizado permite un fácil acceso a los medicamentos y evita su deterioro antes de la fecha de vencimiento, garantizando su eficacia y su uso en beneficio de la salud de la población.

¿Qué consecuencias tiene la falta de organización en los almacenes de medicamentos?

La falta de organización en los almacenes de medicamentos puede tener graves consecuencias para la salud de las personas. Al no haber un sistema eficiente de control de los medicamentos, es más probable que se contaminen o se deterioren antes de la fecha de vencimiento, lo que pone en riesgo la salud de quienes los consumen.

Además, la falta de organización también aumenta el riesgo de falsificación de medicamentos, lo que pone en peligro la salud de la población.

Es hora de que la Dirección de Salud se organice como una institución responsable y civilizada. La Dirección de Salud debe de tomar en serio su responsabilidad de garantizar la seguridad de los medicamentos y la salud de la población.

Es necesario que se implemente un sistema de organización eficiente en los almacenes de medicamentos, que permita un fácil acceso a los medicamentos y evite su contaminación, adulteración y falsificación. La Dirección de Salud debe ser un ejemplo de organización y responsabilidad para la población.

Esperemos que la Dirección de Salud tome medidas correctivas sobre la falta de organización en los almacenes de medicamentos, ya que pone en riesgo la salud de las personas.

La incorporación de Mario Vargas Llosa a la Academia francesa no solo se ha convertido en la noticia cultural más relevante para el mundo de habla hispana en lo que va del año, por su enorme significación, por sus innumerables implicancias, por su indiscutible trascendencia. También apunta a constituirse, por mucho que decirlo pudiera sonar prematuro, en la más importante para el ámbito de las letras de todo 2023. A menos, claro, que antes de que acabe el año ocurra algo de las dimensiones de la concesión del Nobel a un escritor de lengua española, uno de la talla del gran Arturo Pérez-Reverte, por poner un ilustre ejemplo. Pero habida cuenta de la escasa probabilidad de que suceda esto último, y no, desde luego, porque al autor de Revolución le falten méritos, que los tiene de sobra, sino porque sabido es lo desorientada que anda a veces la Academia sueca en la selección de los elegidos, lo volvió a demostrar con la incomprensible omisión de Javier Marías, todo hace indicar que el último reconocimiento a Vargas Llosa seguirá siendo, durante un buen tiempo todavía, lo más resaltante que le haya sucedido, qué le sucederá, a la literatura en español en muchísimos años.

Como era de esperarse, el recibimiento de la noticia por parte de los medios y círculos académicos tanto de América como de Europa ha contado con el tratamiento que solo un evento de la envergadura del referido podría ser capaz de suscitar. Así, hemos visto correr en los últimos días verdaderos ríos de tinta consagrados a la valoración de la vida y obra del más universal e irrepetible de los peruanos, vale decir, del escritor de lengua española vivo más importante que se tiene en este momento. Al extremo de que lo que en un principio parecía casi imposible, esto es, que la enorme difusión mediática que venía recibiendo su separación de la señora Presley pudiese ceder finalmente su lugar a cosas de mayor importancia, terminase convirtiéndose en una innegable y ya inocultable realidad.

Sorprende, por ello mismo, que la tierra que lo vio nacer, que la tierra sobre la cual se ha referido muchas veces como el germen que de una u otra manera es el que ha acabado dando origen a la casi totalidad de sus historias e inquietudes literarias, haya sido la que menos se ha ocupado del asunto, institucionalmente, queremos decir, a pesar de que, según se nos había dicho, y nosotros deseábamos creer, ya no nos encontrábamos en medio de un gobierno comunista, y

Jorge Farid Escritor,articulista,profesor deLenguayLiteratura

Gabino González

era posible, por tanto, que se reconociera y celebrara por todo lo alto este nuevo logro del más grande de nuestros escritores.

Y no solo eso. Que lo que ha tenido lugar, más bien, una vez enterados en el Perú de los reales alcances y dimensiones de la buena nueva, ha sido una verdadera avalancha de críticas y cuestionamiento, la gran mayoría de ellos de condición poco menos que hijoputesca, hacia la figura del autor de La fiesta del Chivo. No han sido pocos, en tal sentido, los pareceres según los cuales “al Perú no lo beneficiaba en nada” el que a Vargas Llosa le confiriesen la referida distinción. Que “el país tenía en este momento cosas más importantes de qué ocuparse”, como para estar interesándose por lo que podría hacerse o no en un lugar llamado Francia. Que, bien vistas las cosas, “los que deberían sentirse orgullosos por el reconocimiento a Vargas Llosa deberían ser los españoles más que los peruanos”, dada su doble nacionalidad y demás imbecilidades por el estilo. Cuestiones, todas ellas, para nada sorprendentes, a decir verdad, sobre todo si tenemos en cuenta que el Perú, como habría dicho el Inca Garcilaso, palabras más, palabras menos, ha sido desde siempre madrastra de sus propios hijos.

Pero no importa. Nada de lo que diga, o deje de decir, cualquiera de estos en verdad innumerables hijos de mala madre podrá afectar jamás todo lo que representa, y por siempre representará, la figura de Mario Vargas Llosa para el Perú, para la literatura, para la lengua española en general. Que sus odios inveterados, que sus resentimientos y rencillas de toda la vida, jamás pudieron afectarlo, y menos aún lo harán ahora. Ahora que, como se ha venido sosteniendo en los últimos días, ha pasado a formar parte ya de los inmortales. De hecho, ¿podría afectarle en algo a un verdadero inmortal el que unos cuantos perros, de esos del tipo de los que en el Quijote se ponen a ladrar solo para darles a sus protagonistas la oportunidad de reparar en que están avanzando, se pongan a joder aquí y allá? Desde luego que no. En cualquier caso, hay algo que es muy cierto: el Perú, la literatura en español, la lengua española en general, tienen todavía la suerte de contar con un hombre tan vital, tan productivo, tan capaz de hacer aún grandes cosas, todas las que se proponga, en realidad, a pesar de sus no pocos años, que aquello de su referida inmortalidad comienza a parecernos una verdad del tamaño de una montaña.

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