4 minute read

ChatGPT: una revolución inevitable en la educación

La novedosa herramienta de inteligencia artificial hizo su gran presentación mundial y promete cambiar la forma en que se dictan las clases y se aprenden todo tipo de contenidos.

Por Francisco LehmannChatGPT (por Generative Pretrained Transformer) se ha convertido en una de las grandes estrellas del año. Hay noticias, artículos y novedades inundando las redes sociales, blogs, etc. Por eso, en lugar de hacer una descripción técnica y profunda de la tecnología que lo soporta, en este artículo quiero enfocarme en compartir mi experiencia personalconestanuevatecnología y cómo la veo aplicada a la educación.

Advertisement

¿De qué se trata?

Para comenzar vamos a decirqueChatGPTesunchatbot oasistenteconversacionalque nos permite escribir como si lo hiciéramos con un ser humano, y que es capaz de darnos respuestas a diferentes problemas o consultas. Todo esto utilizando el lenguaje natural, en nuestro idioma, y sin saber nada de programación o técnicas de búsqueda. Nos encontramos ante un cambio de grandes dimensiones. Desde que experimenté Internet por primera vez a los 18 años, no recuerdo nada que me provocara lo mismo en los primeros contactos. Destaco dos sensaciones que se dieron, tanto en ese entonces como ahora:

En primer lugar, un grado de asombro gigante, al punto de decir "ah... esto es un cambio total e inmenso". Y luego una sensación de estar frente a algo inabarcable. Sentía que Internet era algo tan grande que me costaba entender por dónde comenzar. Eso mismo me está pasando por estos días.

Somos conscientes a esta altura (y si no lo somos, sería bueno comenzar a serlo) de que hoy en día nuestras interacciones con diferentes formas de inteligencia artificial ya son frecuentes y sistemáticas en nuestra actividad diaria. Pueden ser obvias, como Siri o Alexa, y un poco menos evidentes, como en los buscadores web como Google. Pero cada vez también son más frecuentes de forma oculta en plataformas como Netflix, Gmail, redes sociales y en casi cualquier aplicación que utilizamos hoy en la nube (lo que se llama a menudo "el algoritmo").

Pero a diferencia de estos casos, la aparición de ChatGPT ha dado un giro muy importante al poner a disposición de cualquier persona con acceso a internet una herramienta de inteligencia artificial tan fácil de usar que se equipara a hablar con otro ser humano experto para que haga lo que le pedimos.

Nos da resultados magníficos con sólo darle indicaciones tan sencillas como: "Quiero que redactes un texto sobre X tema, de X cantidad de palabras y que esté orientado a jóvenes tecnológicos". O tal vez: "Necesito encontrar un patrón en estos datos que te listo a continuación, ¿me ayudas?". Les aseguro que las respuestas que nos devuelve son asombrosas y de gran utilidad.

Qué es y qué

no es ChatGPT

Es un modelo de lenguaje avanzado que ha sido entrenado en una gran cantidad de texto y puede utilizarse para responder a preguntas, generar texto, resolver problemas, y tener conversaciones naturales con personas.

Pero no se debe confundir a este tipo de herramientas con un buscador como Google. Este último es un servicio de búsqueda que recopila información existente en el (casi) infinito y desordenado mar de Internet, y ofrece a los usuarios un índice de resultados. De hecho, por el momento ChatGPT no accede a Internet para dar sus respuestas, y se encuentra entrenado mayormente con información previa al año 2021. Es decir, no tiene que salir a buscar las respuestas afuera porque ya adquirió antes el conocimiento.

¿Puede esta tecnología generar un cambio en la educación?

Por supuesto, por mi ámbito de acción como Vicedirector general del colegio "Belgrano Day School" de Buenos Aires, esta es la primera pregunta que me surgió. Y en dicha dirección es donde más pruebas estoy realizando.

Al principio, las reacciones públicas fueron de descrédito y miedo, especialmente en lo que se refiere a la posibilidad de que los estudiantes utilicen ChatGPT para engañar a sus profesores. Hay gran cantidad de artículos al respecto, que les sugiero buscar si están interesados. En mis propias pruebas he comprobado que es capaz de comprender la lógica de diferentes tipos de exámenes y consignas, y dar respuestas acertadas a las mismas. Durante las últimas semanas, con la colaboración de docentes entusiastas, realizamos varias experiencias al respecto con diferentes formatos y propuestas, con resultados más que sorprendentes. Simplemente copiando y pegando papers enteros de diferentes tipos de exámenes, ChatGPT fue capaz de elaborar respuestas acertadas. Y lo más destacado es que estas respuestas fueron siempre diferentes, ya que son elaboraciones particulares en cada caso.

Definitivamente,unadelas cuestiones que nos obligará a revisar de forma urgente es el modo imperfecto en el que estamos evaluando el aprendizaje (y para qué lo hacemos). Esto es para mí una buena noticia.

Si bien es cierto que esta situación puede generar titulares, creo que detenernos en este punto únicamente puede convertirse en el árbol que nos impida ver el bosque deoportunidadesqueseabren con esta tecnología aplicada a la educación. Hay por delante un nuevo mundo con una potencia que -creo- aún no somos capaces de significar.

Miedos y dudas de los educadores

En términos generales, la mayoría de las personas tendemos a pensar en la inteligencia artificial de manera estrecha en relación con nosotros mismos y los riesgos a los que nos enfrenta: ¿Me dejará sin trabajo? ¿Es mejor o peor que yo en tal o cual habilidadotarea?Estonoslimita para comprender todas las formas en las que está evolucionando y lo que eso podría significar para nuestro futuro. Vuelvo a hacer un llamado a evitar el síndrome paralizante de la invasión de los robots. Estosedafrecuentementecada vez que aparece una tecnología realmentedisruptivaenlaeducación. Los invito de aquí en adelante a abrir sus mentes y dejar volar las ideas. Para poder analizar las posibilidades de algo tan disruptivo, es muy importante poder salir de ese paradigma dicotómico entre humano y tecnología deshumanizante, y re-enfocar esa energía en analizar el potencial de estos desarrollos para que los alumnos, de los que somos responsables, aprendan cada vez mejor.

Definitivamenteestaherramienta nos pone en un lugar que desafía lo existente, incluso la ética de uso y aplicación de tecnologías. Deberemos ser cuidadosos y revisar estos pasos. Por eso creo que es muy importante el desarrollo en simultáneo de equipos, organismos y grupos que ayuden con lineamientos, pautas y horizontes en este aspecto.

This article is from: