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PUERTO RICO
La soñada Isla de Vieques Visitamos la boricua Isla que mantiene una autenticidad única en el Caribe. Es una de esas islas que no se desarrolló a la misma velocidad que otras y por tanto, mantiene un espíritu libre y natural. La Isla de Vieques es una islamunicipio del mar Caribe que forma parte del archipiélago de Puerto Rico, en el noreste del Caribe, que forma parte de un conjunto de islas conocido a veces como las "Islas Vírgenes Españolas". Está localizada a diez kilómetros al sureste de Puerto Rico (isla principal), a nueve millas al sur de la isla-municipio de Culebra. Vieques es parte del Estado libre asociado de Puerto Rico. También llamada "Isla Nena", por el poeta puertorriqueño Luis Llorens Torres, conjuga belleza e historia en un territorio de 33 kilómetros de largo por 7,2 de ancho. Vieques tiene dos ciudades, Isabel II en el Norte de la isla y Esperanza en el Sur. La palabra Vieques deriva del lenguaje indoantillano y significa ‘tierra pequeña’. Para otros autores, proviene de Bieque, cacique taíno que habitaba la isla. Los colonos ingleses de las islas vecinas llamaban a Vieques, "Crab Island" por la abundancia de cangrejos. Sin embargo, Vieques apareció por primera vez en los mapas en 1527 con su nombre actual. En la realidad, no hay consenso sobre el origen del nombre, ciertamente taíno. Domina el paisaje el Monte del Pirata (301 m), al oeste, y el Cerro Matías (138 m), al este. Rodeando las montañas centrales, pueblan la costa, extensas lagunas y pantanos de mangles, así como arrecifes de coral.
Playa "Pata Prieta" de Vieques.
Mezcla cultural y racial La gente de Vieques y de Puerto Rico representa una mezcla cultural y racial fascinante. Cuando los españoles llegaron a Puerto Rico, forzaron a los indí-
genas taínos a la esclavitud. Eventualmente la población indígena entera desapareció con excepción de algunos amerindios que lograron escapar a las montañas. Ellos luego se casaron con finqueros españoles pobres y sus descen-
dientes se conocían como jíbaros. A causa de la industrialización y la migración a las ciudades quedan muy pocos jíbaros. Esclavos africanos fueron traídos de Sudán, Congo, Senegal, Guinea, Sierra Leona, y de las costas
de granos, marfil y oro. Además de ellos, otras gentes fueron traídas para trabajar en las fincas agregándose a la mezcla racial de la isla. (Continúa en pág. 3)
W Hotels en la Isla de Vieques.
Uno de los deportes acuáticos más realizado por los turistas es el snorkel.
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(Viene de pág. 2) Luego, los españoles que huían de los movimientos para la independencia de Simón Bolívar en Sur América fueron llegando a Puerto Rico, pues durante los primeros años de 1800 era una colonia española ferozmente conservadora. Familias francesas también llegaron huyendo de Luisiana y Haití. Dado a cambios de gobierno o revoluciones violentas que presionaban las economías de Escocia e Irlanda, muchos finqueros de estos países también viajaron a Puerto Rico en búsqueda de una vida mejor. A mediados del siglo XIX se necesitaban trabajadores para construir caminos, inicialmente trabajadores chinos fueron importados para esta tarea seguidos por trabajadores de Italia, Francia, Alemania, e inclusive Líbano. Después de la adquisición de Puerto Rico por los Estados Unidos en 1898, muchos americanos expatriados llegaron a la isla. Inmigrantes españoles siguieron llegando a la isla mucho después que España había perdido el control sobre Puerto Rico. La nueva población inmigrante más significativa que vino a Puerto Rico en general llegó en los años 60, cuando millares de cubanos huyeron de la revolución de Fidel Castro. Los últimos de todos los que han llegado a la isla han venido de República Dominicana.
Qué hacer en Vieques La isla posee playas espectaculares…pero blancas arenas y aguas cristalinas no son lo único que esta hermosa isla ofrece. En
Vieques hay hasta una playa de arena negra, una bahía bioluminiscente (una de las pocas que hay en el mundo) y prácticamente una playa para cada gusto. La Bahía Mosquito, mejor conocida como "Bio Bay", es uno de los más famosos atractivos no sólo de Vieques sino de Puerto Rico y el Caribe entero. La Bahía Mosquito es sin duda la razón principal de muchos turistas para visitar Vieques. Definitivamente es algo que no te puedes perder si visitas Puerto Rico. Esta laguna tropical, donde visitantes flotan en embarcaciones pequeñas o kayaks, se ilumina con el pasar de estos, con una luz brillante e hipnotizante. Estas aguas contienen organismos vivos, llamados dinoflagelados, que se iluminan con cada movimiento, llenando de una luz maravillosa las aguas de la Bahía Mosquito. La isla es pequeña pero esto no le resta a la calidad de sus atracciones. Entre los lugares favoritos se encuentra el Fuerte Conde de Mirasol, el último fuerte construido por los españoles en el 1845. Un recorrido del lugar el fuerte revelará lo que es hoy un museo que guarda una colección de pinturas y artefactos antiguos que reflejan la rica historia de Vieques. Una pequeña librería y tienda de curiosidades, perfectos para regalos, también se encuentra en el lugar. Otra atracción popular es el malecón, localizado en Esperanza. En esta corta calle se encuentran muchos hoteles y restaurantes. Música, luces colgantes y turistas a granel adornan la calle en dónde se (Continúa en pág. 4)
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Mágicas vistas de Puerto Rico.
Descansar con maravillosos paisajes.
Playa bioluminiscente o Bahía Mosquito.
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(Viene de pág. 3) baila y se disfruta de una de las vistas más hermosas en la isla. Ya sea desde la superficie o en el fondo del mar, las costas de Vieques poseen una hermosa vida submarina esperando a ser descubierta. Estrellas de mar, peces de colores y arena blanca serán los protagonistas de tu aventura bajo el mar. Las playas favoritas entre turistas para bucear incluyen "Cayo de Afuera", "Mosquito Beach" y "Green Beach". Las aguas cristalinas dejan que la belleza de su fondo sea vista con facilidad y con costas poco profundas, sabes que es bastante seguro practicar el buceo en Vieques. Vieques es uno de esos lugares en los que se puede practicar muchos deportes acuáticos. La isla posee un área extensa de manglares, como también playas que quedan cerca una de otra. Usa una canoa para alcanzar algún lugar que se ideal para bucear, nadar o pescar. Navegar en canoa por la isla te servirá para relajarse y aislarse de la civilización, permitiendo estar en contacto con la madre naturaleza.
Increíbles playas Vieques cuenta con numerosas playas destinadas a distintas actividades, un repaso por ellas te hará saber cuál coincide más con tus gustos y los de tu familia o amigos ‘Punta Arenas y Green Beach’: durante el verano y en los fines de semana, Green Beach está repleta
Inusual "Playa Negra" en la Isla puertorriqueña.
de yates de Puerto Rico y St. Johns. Aquí se disfruta del sol mientras nadas o haces excelente snorkeling en la parte sur de la playa. Punta Arenas queda a la derecha de Green Beach y es el punto extremo del noroeste de Vieques donde el mar Caribe y el mar Atlántico se unen. Puedes ver las corrientes unirse y son tan fuertes que no se permite
nadar en este lugar. ‘Playa Gallito’: también conocida como Gringo Beach. Cerca del aeropuerto y al oeste del Hotel W encontrarás esta playa que tiene acceso fácil desde la autopista. La playa arenosa es excelente para nadar, surfear y hacer snorkeling. ‘La Chata Beach’: brisas de temporada sobre el Atlántico hacen que esta playa sea
ideal para disfrutar del surf. El arrecife en el área llana de la playa es perfecto para snorkeling entre la vida marítima en verano cuando las aguas del norte se calman. ‘Playuela’: también conocida como García Beach es una playa tropical separada de Playa Caracas por un acantilado en la costa. Muy privada y tranquila. ‘Playa
Caracas’: también conocida como Red Beach. Unas chozas crean el lugar ideal para reunirse y merendar en la playa. Con sus aguas turquesas rodeadas por colinas y su arena suave, Caracas se ha convertido en una de las favoritas de los locales. ‘Pata Prieta’: también (Continúa en pág. 5)
Playa La Plata.
Playa Sun Bay.
Playa "El Gallito".
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(Viene de pág. 4) conocida como Secret Beach. Las aguas tranquilas y cristalinas de esta playita de Vieques la hacen un lugar ideal para relajarse. Tiene un arrecife hermoso donde se puede hacer snorkeling. ‘La Chiva’: también conocida como Blue Beach, es un tramo largo, perfectamente pintoresco de aguas azules. No hay manera de describir la belleza de esta playa, hay que verla por sí mismo. Relájese, tome un baño de sol, haga snorkel a lo largo del banco de arena y explore esta playa de Vieques. ‘Escondida’: Si va en búsqueda de una playa romántica en la Isla de Vieques, esta es la perfecta. En este pequeño escondite tendrán arena blanca con aguas turquesas rodeadas de lomas verdes. ‘Playa de La Plata’: también conocida como Orchid Beach. En los días más tranquilos, aquí se pueden observar las más hermosas tonalidades de azul. Una pequeña caminata desde ambos lados de la playa te llevará a descubrir una zona desértica compuesta de un terreno rocoso lleno de variados cactus. ‘Playa Esperanza’: una playa magnífica para hacer snorkel porque hay mucha vida marina cerca del antiguo muelle de la central y en el Cayo Afuera. Busca las mantarayas, rayas águilas, tortugas, sardinas y otras especies de vida marina. ‘Playa Sun Bay’: es el único balneario en Vieques y cuenta con baños, duchas, teléfonos, estacionamiento amplio y un área de acampar. Es ideal para reuniones familiares por sus palmas alineadas en la arena, mesas de merendar, accesibilidad y facilidades. ‘Media Luna’: es excelente para reposar en un ambiente solitario donde sus aguas serenas y llanas te invitan a relajarte. ‘Navío’: escondida y pequeña, es una de las playas más hermosas en la Isla de Vieques. Bellas colinas
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rodean esta playa y cuando la marea está alta es muy divertida. ‘Playa Negrita’: también conocida como Black Sand Beach. Es una playa de arenas negras y volcánicas que se accesa caminando por un sendero bajando hacía la playa. La arena negra está compuesta de magnetita, un mineral de hierro natural. Es uno de los pocos minerales que se atrae a los imanes. ‘Playa Grande’: es exuberante con palmas, piedras grandes y vistas isleñas preciosas. Es ideal para meditar mientras caminas por la playa y para relajarte observando el paisaje fantástico.
Sabores puertorriqueños Para describir un poco la comida puertorriqueña criolla, es bueno decir que ha tenido influencia arawaka, taíno, española y africana. Los habitantes originales de Vieques fueron los arawakos y taínos, ellos basaron su dieta en maíz, fruta tropical y mariscos. Con la llegada de los españoles a finales del siglo XV, los habitantes de Vieques fueron introducidos a la carne de res, la carne de cerdo, arroz, trigo, y aceite de oliva. Pronto, después de haberse establecido, el español comenzó a plantar caña de azúcar y a importar esclavos de África, los cuales trajeron con ellos okra y taro (conocido en Puerto Rico como yautia). Hoy en día los ingredientes más comunes son: culantro, arroz, frijoles, la carne de cerdo, carne de res, papaya, mango, cacao, níspero, apio, plátanos, bananos, yautía (es una raíz parecida a la yuca) y yampee. La mezcla de todos estos ingredientes, pasados de generación a generación, entre los diversos grupos étnicos que se habían establecido en la isla, resultó en ésta mezcla tan exótica y tan sabrosa que es la cocina puertorriqueña de hoy.
Deportes acuáticos en Vieques.
Playa "Caracas" en Vieques.
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HUACACHINA
Un oasis en el desierto de Perú Es una pequeña laguna que se encuentra en la mitad del desierto, rodeada por árboles de palma, dunas de arena y árboles de algarrobo o huarangos. Huacachina es un oasis ubicado a cinco kilómetros al oeste de la ciudad peruana de Ica, en medio del desierto costero del Pacífico. De aguas color verde esmeralda, surgió debido al afloramiento de corrientes subterráneas. Alrededor de ella hay una abundante vegetación compuesta de palmeras, eucaliptos (especies introducidas) y la especie de algarrobo conocida como huarango, la que sirve para el descanso de las aves migratorias que pasan por esta región. Todo ello contribuye a hacer de Huacachina uno de los lugares más vistosos y bellos de la costa peruana, conocido también como el oasis de América.
Paraíso natural Su gran atractivo como paraíso natural, el cálido clima imperante todo el año y el poder curativo atribuido a sus aguas (antaño, ricas en sustancias sulfurosas y salinas) hicieron que Huacachina se convirtiera, alrededor de 1940, en uno de los más importantes y exclusivos balnearios peruanos de entonces. Se construyeron casas y hoteles, se levantó un hermoso malecón alrededor de la laguna, con barandas, alamedas y vestidores para bañistas. Incluso se asfaltó el camino que une a la laguna con la
ciudad de Ica, el que se sembró de ficus, acacias y huarangos. Aunque el paso del tiempo se hace notar, el balneario todavía mantiene bastante de la prestancia de sus mejores épocas. Dos sobrevivientes de esa época son el hotel Mossone, construido en los años 1920 y lugar predilecto del presidente Augusto B. Leguía y Salcedo y el Hotel Salvatierra, lugar predilecto de artistas como Sérvulo Gutiérrez, hotel en cuyo interior se pueden apreciar las obras que pintara el artista para el local.
Leyenda de Huacachina Una de la versiones de la laguna de Huacachina trata sobre una joven doncella llamada Huacay China que se enamoró de un joven guerrero, pero después de casarse el guerrero tuvo que ir a una guerra en la que murió. Tras enterarse de la noticia la joven Huacay China se impregnó de tristeza y fue a llorar al campo de girasoles donde se habían visto por primera vez. La joven lloró día tras día, hasta que las lágrimas de su llanto formaron una pequeña laguna. Un día cuando ya oscurecía un joven guerrero pasó por la laguna y vio a la joven Huacay China, al darse cuenta de que la observaban empezó a correr, cuando el joven guerrero ya la iba a alcanzar ella se lanzó a la laguna. Esperó durante horas hasta que el joven guerrero se fuera, cuando salió se dio cuenta de que ya no tenía piernas, era una hermosa sirena, dándole así el nombre a la laguna. La leyenda dice que cada noche de luna nueva, la joven sale de la laguna para llorar por su amado. Otra versión cuenta que hubo una vez una hermosa doncella lla-
mada Huacca China que se enamoró de un joven guerrero. Un día el joven guerrero fue a luchar en una batalla y pasado algún tiempo la hermosa doncella recibió la mala noticia de que su joven amante había muerto. Tras la horrible noticia, Huacca China impregnada de tristeza fue al lugar donde ella y su amado se vieron por primera vez. La hermosa doncella sufría y lloraba cada día recordando a su amado. Un día, la doncella vio a través del espejo de mano que tenía, que un joven le estaba observando, y cuando el joven del espejo intentó acercarse, la doncella huyó de él y empezó a correr, pero en su intento por escapar soltó el espejo, este cayó y se rompió dando origen a una laguna, la misma que hoy es conocida como la Huacachina. Seguidamente los vestidos que le cubrían también cayeron, formando las dunas (cerros). Finalmente, ella se sumergió en la laguna que acababa de formarse y tomó la forma de una sirena.
Por qué visitarla… Es un lugar muy poblado, de casas pintorescas, con cientos de turistas que viajan cada año para
ver esta maravilla natural. Si bien para acceder a Huacachina hay un camino, muchos turistas optan por sus areneros para poder recorrer las impactantes dunas. El oasis de Huacachina vive rodeado de dunas tan altas que parecen amenazar esa bondad fértil y casi milagrosa. Aunque para muchos más que una amenaza, conforman el mejor escenario posible para liberar adrenalina y gozar de momentos únicos sobre la arena. El ski en arena es uno de los deportes más practicados en Huacachina. Los paseos en buggies, son imperdibles en el oasis peruano. Arañan la duna, trepan e incluso parecen volar a través de saltos imposibles que ponen a prueba sus vistosos amortiguadores. La velocidad que adquieren es a base de pura potencia, salvando cualquier escollo por muy empinado u ondulado que parezca. El sandboard es otro de los deportes que se puede practicar en las dunas de Huacachina. Deslizándose por las dunas en tablas de surf, los turistas consiguen diversión y adrenalina única. La laguna de Huacachina es uno de los pocos oasis naturales que existen en Perú.
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LAGO PUELO
Verano en la Patagonia Argentina Exploramos el Parque Nacional Lago Puelo…su geografía, recursos naturales, caminos para hacer, alojamiento, gastronomía y todo lo que este rincón de la provincia de Chubut tiene para ofrecer en la temporada estival. Creada en 1937 como anexo al Parque Nacional Los Alerces, la reserva Lago Puelo tardó poco más de 30 años para convertirse en un área protegida independiente. Con 27.674 hectáreas, se sitúa sobre el extremo noroeste de la provincia de Chubut y limita con el vecino país de Chile. Un destino de verano imperdible para la práctica de actividades de aventura en plena naturaleza como pesca deportiva, trekking y cabalgatas. Entre los faldeos del cerro Currumahuida, el Parque Nacional Lago Pueblo se distingue de sus pares por estar en una zona de transición que lo llevó a ser reconocido como "laboratorio genético". Un área que protege tanto los bosques y estepa patagónicos, así como los altos Andes. Una zona que resguarda la cuenca del río homónimo y la flora valdiviana que ingresa desde suelo extranjero. De particulares características, el Parque Nacional Lago Puelo es el más pequeño y bajo de la Patagonia. Y si bien posee un clima frío de lluvias y nevadas en invierno, cada temporada estival se convierte en uno de los irresistibles de la región norte de Chubut por su microclima. En el área, el visitante encuentra desde playas de arena con aguas cálidas, hasta zonas de acampe a muy bajo costo.
Geografía mágica Los cerros Tres Picos y Vanguardia son los que dan contención a uno de los protagonistas del parque nacional, el lago Puelo, del cual el parque sacó su denominación. La particularidad de este espejo -que desagua en el Pacífico- es la tonalidad de sus aguas turquesa por el sedimento glaciario que reciben. Por el variado ecosistema que la reserva Lago Puelo alberga, el visitante aprecia ejemplares únicos de vegetación que mutan al pasar de una zona a otra. De hecho, algunas de las investigaciones que se
hicieron en el lugar dieron -en 1999con un espécimen de anfibio nunca visto en otras partes del mundo. Además, en los alrededores del lago, habitan especies animales en peligro de extinción como el pudú y el huemul. La baja altura de este valle -que apenas supera los 200 metros de altura sobre el nivel del mar en un 30 por ciento del territorio- provoca una alta incidencia sobre la biodiversidad.
Recursos naturales En esta región de la provincia de Chubut habitaron hace miles de años grupos de cazadores y recolectores que se alimentaban de guanacos y huevos de ñandú durante la primavera. El dato queda de manifiesto ante el visitante en los senderos de trekking, donde se aprecian representaciones de arte rupestre. En el límite este del Parque Nacional Lago Puelo habitan también comunidades mapuches, descendientes de los primeros pobladores de estas tierras patagónicas. Y en la zona sur residen productores con permisos especiales para los cultivos. En cuanto a las especies vegetales de la selva valdiviana, el viajero encontrará avellanos, tiques y ulmos. Se suma la flora autóctona del bosque andino como el ciprés, el coihue, la lenga, el radal y el arrayán. Una de las más comunes es la rosa mosqueta y, entre las originales, aparece la pitra. Entre los animales propios de la región chubutense se aprecian zorros colorados, pumas, hualas, bandurrias y el zorzal patagónico, entre otros. En el lago, existen peces nativos como la perca, la peladilla y el puyén grande, y otros exóticos como la trucha arco iris y trucha marrón.
Paseos en el parque A orillas del lago Puelo existen dos campamentos, uno organizado
Vista general del lago.
con todos los servicios y otro agreste. Es allí, donde permanece abierta durante el verano un área de recreación denominada "La Playita", con aguas bajas que alcanzan temperaturas agradables para los que gustan de un chapuzón. También se ofrecen paseos lacustres, cabalgatas y salidas de pesca. Los protagonistas dentro del Parque Nacional Lago Puelo son los senderos de trekking. Algunos de ellos son de baja dificultad y duran unas pocas horas, y otros están destinados a grupos de expedicionarios que buscan travesías más complejas y de mayor tiempo. En el primer grupo de caminos, se encuentra Pitranto Grande, un circuito que atraviesa un bosque de pitras y arrayanes centenarios; el sendero de Interpretación Bosque de las Sombras, con poco más de 400 metros mediante una pasarela con estaciones explicativas; y, el ascenso al Mirador del Lago, hasta un punto panorámico que alcanza los 150 metros sobre el nivel del agua. En el segundo grupo, uno de los más visitados es el sendero a Los Hitos -en el límite entre Argentina y Chile- que requiere ocho horas de caminata ida y vuelta, con posibilidad de acampe. De similares características es el ascenso al cerro Currumahuida y el circuito que arranca en el río Turbio por el Cordón Derrumbe. Por último, está el acceso a la laguna Huemul, ubicada fuera del Parque.
con destacada infraestructura gastronómica y hotelera. También en los alrededores se visitan destinos turísticos entre valles, montañas y lagos. La ciudad de El Bolsón, se encuentra a 19 kilómetros del área protegida, pero sobre el margen sur de la provincia de Río Negro. Más conocida como el "refugio de los artesanos", ofrece exquisitas cervezas artesanales y caminatas por el cerro Piltriquitrón, donde hay esculturas realizadas sobre troncos quemados.
En la mítica RN 40 se erige Bariloche, protagonista de uno de los centros de esquí más importantes de Latinoamérica, a orillas del lago Nahuel Huapi. Un destino con áreas protegidas y con una importante movida nocturna para los más jóvenes. Se suman localidades agrícolas como Cholila, El Hoyo y Epuyén, que forman parte de la Comarca Andina del Paralelo 42 que integra Lago Puelo. Otro de los imperdibles es Esquel y el Parque Nacional Los Alerces.
Existe variedad de alojamientos y precios para sus visitantes.
Bonus track
Existe variedad de alojamientos y precios para sus visitantes.
La localidad más cercana al Parque Nacional Lago Puelo es la que lleva este mismo nombre,
El Bosque de las Sombras ofrece magníficos ejemplares de especie vegetal.
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CRÓNICAS DESDE SUDAMÉRICA
Isla Santay al natural Por Natalia Bainotti. Me gustan las ciudades que además ser ciudad, son naturaleza. Que tienen montañas para subir, ríos para cruzar, lagos para sentarse a sus orillas, bosques para caminar, playas en las que leer. Y por qué no, islas por las cuales pedalear. Guayaquil es así: entre otras cosas, tiene ocho islas, de las cuales las más conocidas (y, por ende, turísticas) son sólo dos: la Isla Puná y la Isla Santay. La primera es la más grande del Golfo de Guayaquil, con más de 50 km de largo y 26 de ancho, y los turistas llegan navegando desde Guayaquil (ubicada a 61 km de distancia) o desde Posorja, una parroquia rural ubicada al suroeste de la ciudad. Por su parte, la Isla Santay forma parte del Humedal que sirve como límite natural entre Guayaquil y Durán. En 2000 fue declarada humedal de importancia internacional Ramsar, en 2003 la organización BirdLife International declaró a Santay como una de las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves en el Ecuador, en el 2010 se incorporó al Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador y en 2014 se construyeron dos puentes (uno que la une a Guayaquil y otro que la une a Durán) para promover el turismo en la zona. A raíz de los 16 km de sendero que recorren la isla, centenares de personas la visitan a pie y en bici, y aprovechan para conocer
sobre la delicada situación del ecosistema. No sé qué número de visitante me habrá correspondido a mí y a los cuatro amigos con los que fui, pero el primer visitante ilustre fue el libertador Simón Bolívar, quien hace 185 años pisó por primera vez la isla. Llegamos un lunes en la mañana en bicicleta, y una vez que se cruza el puente, el camino se transforma en un sendero de madera elevado un metro sobre la superficie, dividido (y bien señalizado) entre peatones y ciclistas. Durante la pedaleada se siente ese sopor característico de los lugares húmedos; el manglar se cierne sobre el camino y las plantas lo son todo alrededor. Dejamos las bicis donde corresponde y empezamos a caminar. Unos metros adelante nuestro está la Comuna San Jacinto de Santay, 56 casas de madera construidas por el Gobierno para los habitantes de la Comuna, cada una con su panel solar. En el pasado, los habitantes de Santay vivían en pequeñas casas de caña, no había un camino trazado de madera y para visitarlos se debía llevar botas porque el suelo es de lodo. Los hombres eran los únicos que trabajaban, saliendo de una madrugada a la otra para pescar, y a la vuelta ir al Mercado Caraguay (ubicado en Guayaquil, abre las 24 horas y abastece de pescados y mariscos a toda la ciu-
En la ecoaldea viven 56 familias.
dad) para vender todo lo recolectado. La construcción del puente permitió que las mujeres también comiencen a trabajar, sacando pequeños restaurantes para atender a los turistas con aguas, jugos y comidas al paso. Cruzamos la ecoaldea y pasamos por el centro de interpretación, clave para conocer la realidad del lugar y entender que a veces eso que es tan lindo a simple vista, no es beneficioso (ni siquiera neutral) para el lugar: las palmeras traídas a Ecuador hace siglos atrás, las tilapias
Las palmeras son una de las especies que amenazan a la flora nativa.
provenientes originalmente de África, la planta flotante Jacinto del agua, o los caracoles manzanas, son todas especies invasoras que amenazan la flora y fauna nativa, despojándola de espacio, luz y comida. De ahí seguimos al sector de los cocodrilos, una especie carnívora en peligro de extinción por la cacería y la expansión urbana. En Santay existen once cocodrilos hembras cuyas medidas oscilan entre 1,60 a 2 metros de largo, sin embargo pueden llegar a los 6 m. Tony "El Garañón" es el único macho y se encuentra apartado de las demás porque todavía debe adaptarse al nuevo entorno. Mide más de tres metros, y llegó hace siete meses desde la provincia de Esmeraldas con uno de sus ojos lastimado, afirman los guardaparques. Los cocodrilos, sin embargo, no
son los únicos animales que hay en la isla: en las 2.167 hectáreas conviven 12 especies de reptiles, dos de anfibios, 128 de aves, 25 de mamíferos. Además, crecen cinco especies de mangle (árboles o arbustos leñosos en los manglares) y 69 de plantas propias del bosque seco inundable, lo que hace que el humedal posea importantes rasgos ecológicos y biológicos. Mientras caminamos de vuelta a buscar nuestras bicis, veo mi mariposa favorita, la Morpho (conocida también como Hada del Bosque): tiene grandes alas azules y negras, y parece que desaparece cada vez que las cierra. Aunque se puede pasar la noche en la Isla, alojándose en alguna de las casas de madera de la ecoaldea, nosotros seguimos camino: todavía teníamos mucho Guayaquil natural por pedalear.
Uno de los cocodrilos hembras que viven en la Isla.