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CON

Diario del Huila F U N D A C I Ó N TIERRA PROMISIÓN www.diariodelhuila.com Neiva, febrero 19 de 2012 Edición Nro. 388

MARCO TULIO AGUILERA A DOS VOCES


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Divulgación Cultural

Neiva, Febrero 19 de 2012

CUENTOS PARA NIÑOS

HISTORIAS ENCANTADAS, es una bella muestra de cuentos para niños, que nos sirve para educar a partir de historias maravillosas e inolvidables. La lectura de estos cuentos es fundamental en la formación de los infantes, a los que desde temprano debemos crearles hábitos de lectura, por lo mismo, es necesario esmerarnos en crear un ambiente sano, donde la lectura se convierta en goce y divertimento de los niños.

El Muñeco de Nieve La Bobina Maravillosa Erase un principito que no quería estudiar. Cierta noche, después de haber recibido una buena regañina por su pereza, suspiro tristemente, diciendo: ¡Ay! ¿Cuándo seré mayor para hacer lo que me apetezca? Y he aquí que, a la mañana siguiente, descubrió sobre su cama una bobina de hilo de oro de la que salió una débil voz: Trátame con cuidado, príncipe. Este hilo representa la sucesión de tus días. Conforme vayan pasando, el hilo se ira soltando. No ignoro que deseas crecer pronto... Pues bien, te concedo el don de desenrollar el hilo a tu antojo, pero todo aquello que hayas desenrollado no podrás ovillarlo de nuevo, pues los días pasados no vuelven. El príncipe, para cerciorarse, tiro con ímpetu del hilo y se encontró convertido en un apuesto príncipe. Tiro un poco mas y se vio llevando la corona de su padre. ¡Era rey! Con un nuevo tironcito, inquirió: Dime bobina ¿Cómo serán mi esposa y mis hijos? En el mismo instante, una bellísima joven, y cuatro niños rubios surgieron a su lado. Sin pararse a pensar, su curiosidad se iba

apoderando de él y siguió soltando mas hilo para saber como serian sus hijos de mayores. De pronto se miro al espejo y vio la imagen de un anciano decrépito, de escasos cabellos nevados. Se asusto de sí mismo y del poco hilo que quedaba en la bobina. ¡Los instantes de su vida estaban contados! Desesperadamente, intento enrollar el hilo en el carrete, pero sin lograrlo. Entonces la débil vocecilla que ya conocía, hablo así: Has desperdiciado tontamente tu existencia. Ahora ya sabes que los días perdidos no pueden recuperarse. Has sido un perezoso al pretender pasar por la vida sin molestarte en hacer el trabajo de todos los días. Sufre, pues tu castigo. El rey, tras un grito de pánico, cayó muerto: había consumido la existencia sin hacer nada de provecho.

Una producción de la Fundación Tierra de Promisión GUILLERMO PLAZAS ALCID Director Ejecutivo Coordinador: FÉLIX RAMIRO LOZADA FLÓREZ

Circula con DIARIO DEL HUILA

Toda colaboración se acepta y publica a título gratuito. E-mail: facetas@diariodelhuila.com

Había dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recién formada. La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas hábiles, se entrego ala tarea de moldearla. Hare un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo. Le salió un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca. La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su inseparable compañero durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba... Pero pronto los días empezaron a ser más largos y los rayos de sol más cálidos... El muñeco se fundió sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un botón rojo. La niña lloro con desconsuelo. Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus lágrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran lección: ahora ya sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas.

El Cedro Vanidoso Erase una vez un cedro satisfecho de su hermosura. Plantado en mitad del jardín, superaba en altura a todos los demás arboles. Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que parecía un gigantesco candelabro. Si con lo hermoso que soy diera además fruto, se dijo, ningún árbol del mundo podría compararse conmigo. Y decidió observar a los otros arboles y hacer lo mismo con ellos. Por fin, en lo alto de su erguida copa, apunto un

bellísimo fruto. Tendré que alimentarlo bien para que crezca mucho, se dijo. Tanto y tanto creció aquel fruto, que se hizo demasiado grande. La copa del cedro, no pudiendo sostenerlo, se fue doblando; y cuando el fruto maduro, la copa, que era el orgullo y la gloria del árbol, empezó a tambalearse hasta que se troncho pesadamente. ¡A cuantos hombres, como el cedro, su demasiada ambición les arruina! Pasa Pág 3


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La Gata Encantada

Erase un príncipe muy admirado en su reino. Todas las jóvenes casaderas deseaban tenerle por esposo. Pero el no se fijaba en ninguna y pasaba su tiempo jugando con Zapaquilda, una preciosa gatita, junto a las llamas del hogar. Un día, dijo en voz alta: Eres tan cariñosa y adorable que, si fueras mujer, me casaría contigo. En el mismo instante apareció en la estancia el Hada de los Imposibles, que dijo: Príncipe tus deseos se han cumplido. El joven, deslumbrado, descubrió junto a el a Zapaquilda, convertida en una bellísima muchacha. Al día siguiente se celebraban las bodas y todos los nobles y pobres del reino que acudieron al banquete se extasiaron ante la hermosa y dulce novia. Pero, de pronto, vieron a la joven lanzarse sobre un ratoncillo que zigzagueaba por el salón y zampárselo en cuanto lo hubo atrapado. El príncipe empezó entonces a llamar al Hada de los Imposibles para que convirtiera a su esposa en la gatita que había sido. Pero el Hada no acudió, y nadie nos ha contado si tuvo que pasarse la vida contemplando como su esposa daba cuenta de todos los ratones de palacio La Sepultura del Lobo Hubo una vez un lobo muy rico pero muy avaro. Nunca dio ni un poco de lo mucho que le sobraba. Sintiéndose viejo, empezó a pensar en su propia vida, sentado a la puerta de su casa. ¿Podrías prestarme cuatro medidas de trigo, vecino? Le pregunto el burrito. Te daré; ocho, si prometes velar por mi sepulcro en las tres noches siguientes a mi entierro. Murió el lobo pocos días después y el burrito fue a velar en su sepultura. Durante la tercera noche se le unió el pato que no tenia casa. Y juntos estaban cuando, en medio de una espantosa ráfaga de viento, llego el aguilucho que les dijo: Si me dejáis apoderarme del lobo os daré una bolsa de oro. Será suficiente si llenas una de mis botas. Dijo el pato que era muy astuto. El aguilucho se marcho para regresar en seguida con un gran saco de oro, que empezó a volcar sobre la bota que el sagaz pato había colocado sobre una fosa. Como no tenía suela y la fosa estaba vacía no acababa de llenarse. El aguilucho decidió ir entonces en busca de todo el oro del mundo. Y cuando intentaba cruzar un precipicio con cien bolsas colgando de su pico, fue a estrellarse sin remedio. Amigo burrito, ya somos ricos. Dijo el pato. La maldad del Aguilucho nos ha beneficiado. Y todos los pobres de la ciudad. Dijo el borrico, por que con ellos repartiremos el oro.

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Titulo de caricatura

3 PETER

El Papel y La Tinta Estaba una hoja de papel sobre una mesa, junto a otras hojas iguales a ella, cuando una pluma, bañada en negrísima tinta, la mancho llenándola de palabras. ¿No podrías haberme ahorrado esta humillación? Dijo enojada la hoja de papel a la tinta. Tu negro infernal me ha arruinado para siempre. No te he ensuciado. Repuso la tinta. Te he vestido de palabras. Desde ahora

ya no eres una hoja de papel, sino un mensaje. Custodias el pensamiento del hombre. Te has convertido en algo precioso. En efecto, ordenando el despacho, alguien vio aquellas hojas esparcidas y las junto para arrojarlas al fuego. Pero reparo en la hoja "sucia" de tinta y la devolvió a su lugar porque llevaba, bien visible, el mensaje de la palabra. Luego, arrojo las demás al fuego.

El Nuevo Amigo Erase un crudo día de invierno. Caía la nieve, soplaba el viento y Belinda jugaba con unos enanitos en el bosque. De pronto se escucho un largo aullido. ¿Que es eso? Pregunto la niña. Es el lobo hambriento. No debes salir porque te devoraría le explico el enano sabio. AL día siguiente volvió a escucharse el aullido del lobo y Belinda , apenada, pensó que todos eran injustos con la fiera. En un descuido de los enanos, salió, de la casita y dejo sobre la nieve un cesto de comida. Al día siguiente ceso de nevar y se

calmo el viento. Salió la muchacha a dar un paseo y vio acercarse a un cordero blanco, precioso. ¡Hola, hola! Dijo la niña. ¿Quieres venir conmigo? Entonces el cordero salto sobre Belinda y el lobo, oculto se lanzo sobre el, alcanzándole una dentellada. La astuta y maligna madrastra, perdió la piel del animal con que se había disfrazado y escapo lanzando espantosos gritos de dolor y miedo. Solo entonces el lobo se volvió al monte y Belinda sintió su corazón estremecido, de gozo, más que por haberse salvado, por haber ganado un amigo.


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Valores N

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Marco Tulio Aguilera A DOS VOCES

Por FÉLIX RAMIRO LOZADA FLÓREZ

Marco Tulio Aguilera con PITOL

El escritor colombiano Marco Tulio Aguilera Garramuño, residente en México, ganador de la Primera Bienal Nacional de Novela José Eustasio Rivera, con sus palabras, en las dos entrevistas que entregamos a los lectores de Facetas, deja ver un hombre afable, que revela con prontitud y agilidad su perfil de escritor. Sin duda, es el rasgo de un hombre de una basta producción literaria, arriesgado en la crítica, seguramente llevado por su temperamento y por su permanente intención de conectar los personajes de sus obras, con la idiosincrasia de los pueblos de América. 1.- ¿Cómo y cuándo fue su encuentro con la literatura? Mi primer trabajo con tintes literarios fue un ensayo sobre Beethoven, escrito cuando yo tenía 15 años y estudiaba en el Liceo Unesco en San Isidro de El General, Costa Rica. Gracias a un premio que recibí por él fui invitado a asistir a la función de la Quinta Sinfonía en el Teatro Nacional en San José. Mi segundo experimento literario fue un cuento breve que se llamaba “El sabio ignorante”. Fue publicado en el Magazín Dominical de El Espectador. Mi tercer trabajo fue un cuento llamado “El negro que inventó la música”, que fue finalista en el Concurso La Felguera España. Fue escrito cuando estudiaba Filosofía en la Universidad del Valle y recuerdo que lo escribí debido a que fracasé en una carrera de 5000 metros planos en los Juegos Universitarios de Colombia. 2.- Llevar tanto tiempo fuera del país lo ha alejado de su literatura, de su gente? ¿En estos momentos qué opinión le merece la narrativa colombiana? ¿Tiene algún tipo de relación con los escritores colombianos? No me he alejado ni de Colombia ni de sus escritores. Voy a Colombia cada vez que me invitan a ferias del libro, a ser jurado de concursos de cuentos o a dictar conferencias en universidades. He estado en Neiva, Tunja, Bogotá, Medellín, Cali y otras ciudades. Me he mantenido en contacto con varios amigos escritores: Gustavo Álvarez Gardeazábal, Isaías Peña, Fabio Martínez, Fabio Jurado. He escrito y promovido a muchos escritores colombianos en México: William Ospina, Santiago Gamboa, Tomás González, Harold Alvarado, Daniel Ferreira, Tomás González. En general mantengo un interés constante por lo que se escribe en Colombia. Terminé una antología del cuento colombiano a la que le estoy buscando editor.

3.- Cree que los escritores colombianos han superado el fantasma de Gabriel García Márquez? Ya García Márquez no es un fantasma para los colombianos sino un ejemplo y un acicate. Cada dos o tres años se promueve a un escritor y se le cuelga la etiqueta de “sucesor de García Márquez”. Yo fui uno de los primeros que sufrieron esa dinámica, que poco a poco se ha vuelto más que propaganda, un lastre. Actualmente hay una gran vitalidad en la literatura colombiana, muchas variantes, muchos estilos y hay más de media docena de nombres muy respetados en Europa y otros países. 4.- Haber vivido en Costa Rica, México y visitar muchos países, le permite tener una amplia visión de la literatura latinoamericana ¿Qué piensa de ésta? ¿Cómo ve a los escritores colombianos post García Márquez? En general estoy bastante informado sobre lo que se escribe en Latinoamérica. Vivo en la ciudad de Xalapa, donde tenemos una de las ferias del libro más importantes de estos países y donde se ha comenzado a organizar el Hay Festival. Varios escritores importantes nos han visitado, entre ellos, algunos colombianos: Santiago Gamboa, Daniel Ferreira, Mario Mendoza, Darío Jaramillo. Entre los más interesantes escritores colombianos que conozco mencionaría a William Ospina, sobre quien he publicado varios artículos, y el más prometedor de los jóvenes, Daniel Ferreira. A nivel internacional varios escritores colombianos han ganado premios importantes, aunque no siempre los premios correspondan a obras de alta calidad. Los dos premios Alfaguara, el de Restrepo y el de Vázquez, me parecen bastante pobres. Mario Mendoza ganó el Biblioteca Breve; Evelio Rosero el Tusquets, pero no he leído sino un capítulo, que me pareció interesante. Hay dos premios Juan Rulfo de Cuento en Colombia y varios latinoamericanos de Cuento de Puebla. La novela Necrópolis de Santiago Gamboa, que recibió el Premio Norma, me gustó mucho. Daniel Ferreira, un joven santandereano ganó dos premios internacionales el mismo año. Su novela La balada de los bandoleros baladíes es estremecedora. 5.- ¿Se puede afirmar que su novela Historia de todas las cosas, es una serie de anécdotas, visiones e interpretaciones acerca de la vida cotidiana colombiana e incluso de Costa Rica donde vivió por muchos años? ¿Qué nos puede decir sobre el particular? ¿Qué lo llevó a reescribirla? Evidentemente hay una visión personal de Latinoamérica en la que se mezclan mis recuerdos de Costa Rica y Colombia. La primera edición fue publicada en Ediciones La Flor de Buenos Aires. El editor, Daniel Divinsky, en la contraportada del libro se atrevió a decir que le gustaba más que Cien años de soledad. Eso desencadenó dos tipos de reacciones: una gran respuesta crítica positiva de parte de muchos comentaristas en varias partes del mundo y una denigración por parte de algunos, más bien pocos, que la consideraron tan cercana en algunos aspectos a la novela de García Márquez que les parecía un plagio. Yo reaccioné contra esto y decidí olvidar la novela por muchos años, durante los cuales me dediqué a escribir, a escribir otros libros. Varios de ellos han sido premiados en México. Creo ser el único escritor extranjero que ha ganado dos de los grandes premios literarios mexicanos: los de Bellas Artes, de Cuento y de Literatura Infantil. Hace varios años me encontré con García Márquez en Xalapa y él me preguntó que qué había pasado con “La novela de todas las cosas” (así la recuerda). Le dije que ya no me gustaba esa novela. Él me respondió que mi rechazo era absurdo y dijo: “Es lo mejor que has escrito y quizás lo mejor que escribirás en tu vida”. En el intervalo entre la publicación inicial de Breve historia de todas las cosas y el encuentro con García Márquez, yo había escrito varios libros: Cuentos para después de hacer amor, Mujeres amadas, El amor y la muerte, que fue finalista en Alfaguara. Varios años después del encuentro con Gabo volví a leer la novela Breve historia de todas las cosas, me gustó mucho, de modo que decidí rescribirla. Ahora se llama simplemente Historia de todas las cosas. Le cambié el nombre por dos razones: una, porque ya no es breve: tiene 515 páginas; y dos, porque un filósofo y best seller norteamericano, Ken Wilber,


Nacionales

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Marco Tulio Aguilera se apropió de mi título y no hallé sustento legal para hacer que me lo devolviera. 6.- Usted escribió Historia de todas las cosas en dos tiempos, es decir, en dos épocas distintas de su vida y en lugares diferentes, vale decir, la primera versión se publica a sus 23 años y la segunda la reescribió 36 años después. ¿Cuál es la diferencia entre una y otra versión? ¿Notó deficiencias, afán o inmadurez que lo llevaron a realizar correctivos o, considera que habían quedado asuntos importantes por fuera de la novela? Es cierto: la segunda edición es una rescritura de la primera, y fue publicada en Plaza y Janés, en una edición de 25.000 ejemplares. Eran los tiempos felices en que Plaza y Janés era una editorial literaria de alta calidad. Tras la publicación me olvidé de esa novela. No sabría decir qué diferencia hay entre la primera, la segunda y la tercera versión. Quizás un estilo menos caótico e irresponsable. Hay nuevas escenas: ya no es una novela que busque sus fuentes solamente en Costa Rica, sino en Colombia, México y otros países. Hay además una fundamentación filosófica más sólida y una estructura menos desvertebrada. 7.- Hay un esfuerzo confeso de promover Historias de todas las cosas en las redes sociales. ¿A qué se debe? ¿La considera su gran novela o, piensa que el público y los críticos no la han valorado suficientemente? No hago un esfuerzo por promover sólo esa novela sino todo lo que escribo. A partir de mi descubrimiento de las redes sociales, los blogs, los correos electrónicos, twitter, facebook, linkedin, google+ me he dado cuenta que ahora tengo en mis manos mecanismos para hacer llegar información sobre mis libros a lectores de todo el mundo. Ya no dependo de consorcios publicitarios ni de mafias o grupos, sino de mi propia iniciativa. Yo no creo que el escritor deba ser un personaje secreto, escondido, aunque respete a quienes quieran permanecer en la sombra. Mi personalidad es mediática y estereofónica, como dice mi amigo el escritor uruguayo Héctor D’Alessandro. No me cuido de caerle bien a la gente: digo lo que pienso, escribo lo que quiero, no me vendo a nadie sino a mi propia conciencia. Quien maneja las redes sociales crea canales paralelos para hacer llegar su trabajo al público: ya no depende de los poderes mediáticos y literarios: El Tiempo, El Espectador, Alfaguara, pueden ignorarme, soslayarme o ningunearme, pero yo gracias a internet puedo hacer llegar mis mensajes. Internet es el nuevo poder que puede competir con los poderes establecidos. Hoy los escritores pueden funcionar con nuevas reglas. Pueden batallar contra los imperios mediáticos. Quien maneja los hilos secretos de la red ya no necesita rendir pleitesía a nadie. Aunque, naturalmente, hay peligros. 8.- Qué nos puede decir de la dedicatoria: “Para Gabriel García Márquez, a quien pienso matar…literariamente”, a lo que García Márquez, responde con esta frase: “Para Marco Tulio, de la competencia”. Lo que puedo decir es que las dedicatorias son literales. García Márquez tiene todos mis libros dedicados; yo sólo tengo uno dedicado por él. Ya he contado lo que me dijo Fabio Jurado, que visitó el estudio de Gabo en México: que nuestro Nobel tiene todos mis libros dedicados en un estante separado de los demás, al lado de los de Mutis. García Márquez

siempre se ha expresado muy bien de lo que escribo, pero en privado. Se cuida muy bien de promover a los escritores colombianos porque dice que se enferman y no vuelven a escribir nada bueno. 9.- Usted ganó la primera Bienal Nacional de Novela José Eustasio Rivera, en 1988 con Venturas y desventuras de un Frenáptero, obra que publicó con el título de Los Placeres perdidos. ¿Qué lo llevó al cambio de nombre de la obra? Me pareció que el título inicial era demasiado abstracto. El segundo título se refiere a los placeres de la imaginación. 10. Como ganador de la Bienal Nacional de novela José Eustasio Rivera, tuvo la oportunidad de visitar la ciudad de Neiva para la premiación. Existe la posibilidad de volver a la ciudad? ¿Qué representa para usted la Bienal de Novela, especialmente ahora que se internacionaliza? Tengo la certeza que este año visitaré Neiva, no puedo decir la fecha ni las circunstancias. El Premio José Eustasio Rivera premio representa la persistencia de una vocación cultural de un grupo de intelectuales, particularmente del doctor Plazas Alcid, de Isaías Peña, Benhur Sánchez y otros que han estado al frente del proyecto durante más de una década. Al internacionalizarse y elevar el monto del premio, se sitúa a Neiva en el mapa de la literatura latinoamericana. La lista de los premiados en la que me honro de estar en primer lugar por haber sido el primer ganador es ya parte de la historia de la literatura colombiana: el premio sirvió de punto de partida a escritores que poco a poco han integrado una nómina de lujo. 11.- En su libro Cuentos para después de hacer el amor, hay personajes de gran vitalidad, con un lenguaje fresco y ágil que corresponden al desenfado, al erotismo y a las relaciones tormentosas que caracterizan su obra. ¿Qué nos puede decir sobre el particular? ¿Se identifica de alguna manera con los personajes de sus libros o, ellos son parte de investigaciones y observaciones del comportamiento humano? A propósito: ¿Considera

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que este varía y es según la condición social del individuo? Ese libro es parte de un proyecto mayor, constituido por tres volúmenes de cuentos. A él se agregan Cuentos para antes de hacer el amor y El imperio de las mujeres. Los tres exploran de manera muy directa, muy realista y sin tapujos las sutilezas, esplendores y escabrosidades de las relaciones entre hombres y mujeres. El primer volumen lleva 14 ediciones, el segundo cinco, el tercero una. El imperio de las mujeres está inédito en Colombia. Hombres y mujeres se comportan de manera semejante en todo el mundo. Por ello mis cuentos no buscan destacar nacionalidades sino que atañen al género humano en general. En estos libros están las vidas y las aventuras que no pude vivir pero que sí pude imaginar. 12.- En su obra hay una especie de interacción entre ficción y realidad. ¿Lo hace de manera deliberada? ¿Lleva a cabo un proceso investigativo o, es simplemente su capacidad de observación lo que le permite desarrollar su trabajo literario? Todo lo que yo escribo es resultado de un proceso muy minucioso no sólo de escritura de una historia sino de investigación. Generalmente no suelto un cuento si no lo he tenido en mis manos cinco años. Mis novelas en general me ocupan más de cinco años. La anterior entrevista fue hecha por medio de correos electrónicos. Ha sido complementada con la información que el autor ofrece al mundo por medio de sus tres blogs: Ácrata frenáptero, Misterkolombias y Mongolia Central. Éstos son verdaderas enciclopedias en las que se reúnen noticias y comentarios críticos sobre sus libros, reflexiones de Marco Tulio sobre literatura colombiana y otros temas, un diario personal, fotografías de los eventos a los que asiste en varias partes del mundo y de los torneos de natación y básquet en los que participa. En la actualidad, Marco Tulio Aguilera es campeón máster de natación del Estado de Veracruz y en el Torneo de San Felipe Huayotilpan en Puebla. Para este año anuncia la edición 14 de Cuentos para después de hacer el amor y la novena de El pollo que no quiso ser gallo, libro de cuentos infantiles premiado por Bellas Artes en México que ha vendido 50 000. Marco Tulio también ha anunciado que ya tiene lista su próxima novela El sentido de la melancolía. Y mientras espera lo anterior, su novela Historia de todas las cosas ha cosechado abundantes y encomiásticos artículos en Barcelona, Berlín, México y Estados Unidos. La revista Newsweek en español destacó en portada esta novela como “La nueva gran novela latinoamericana”. La revista Otrolunes, que se edita en Berlín, ha considerado que esta obra será considerada muy pronto un clásico, al lado de las grandes obras de literatura en lengua castellana.

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Valores Nacionales

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POR: PABLO GIORDANO[i]

Cuando el escritor colombiano Marco Tulio Aguilera Garramuño vio publicada su primera novela Breve historia de todas las cosas en Buenos Aires tenía 24 años de edad. Hubo diversas reacciones críticas, algunas excesivamente elogiosas y otras, pocas, colocándolo a la sombra de García Márquez. Seymour Menton escribió que su primera obra era lo más cercano a Cien años de soledad que se había producido en Colombia, Raymod Williams afirmó que Marco Tulio no necesitaba del boom ni de García Márquez, pues era un escritor que podía hacer su propio boom él solo, el crítico uruguayo Jorge Ruffinelli vaticinó que andando el tiempo Garramuño sería uno de los grandes de la literatura española, el mexicano Edmundo Valadés consideró que Breve historia de todas las cosas podría repetir el fenómeno de la obra mayor de García Márquez. Más de 30 años después de la primera publicación, Garramuño ha corregido y aumentado su primera novela y además le ha cambiado el título: ahora se llama Historia de todas las cosas y sus editores (Educación y Cultura de México y Trama Editorial de Madrid) apuestan por que el autor, ya maduro, ha cumplido su objetivo, de poner en circulación una novela de la calidad literaria de Cien años de soledad. Más de 30 años después de su primer publicación Garramuño ha visto editadas casi 30 títulos, que han recibido buena acogida crítica y de lectores de Latinoamérica. 1. El escritor MT Aguilera Garramuño es muy conocido en América Latina pero en España no tanto, pese a que fue finalista en el premio Alfaguara de novela del año 2000 con la obra El amor y la muerte. ¿A qué cree usted que se debe esa falta de diálogo literario entre los dos continentes? Hay que aclarar que fui finalista del Premio Alfaguara pero eso no se difundió. Fui llamado a la oficina de Marisol Schutlz, directora de Alfaguara en México. Ella me dijo que el Premio estaba entre la novela de un escritor mexicano y mi novela El amor y la muerte. Marisol me preguntó si yo estaba listo para asumir un premio del tamaño del Alfaguara, con todo lo que ello implicaba de viajes y compromisos. Le dije que naturalmente estaba listo y que desde que comencé a escribir había estado listo para todo lo que la profesión implicara. Ella me dijo que ganara o no, de todos modos la Editorial iba a publicar todas mis obras, una por una, hasta completar el catálogo completo de mis libros. No sucedió ni lo uno ni lo otro. El premio le fue concedido a La piel del cielo, de Elena Poniatowska. Mi novela fue publicada en edición limitada en Colombia y luego México no quiso reeditarla. La obra recibió crítica entusiasta y abundante en muchos países. Y eso fue todo. Luego publicaron Cuentos para después de hacer el amor en Suma de Letras México y España y El pollo que no quiso ser gallo en Alfaguara infantil. La promesa de publicar mis otros libros no se cumplió. 2. Como escritor de largo recorrido ¿Cómo se define usted? Soy una persona extremadamente disciplinada, tanto en mi trabajo como escritor, como en mi labor como lector de la Editorial de la Universidad Veracruzana y en actividades deportivas. Fui fondista en mis años universitarios en Colombia, basquetbolista en Estados Unidos y México y actualmente soy nadador de categoría máster. Participo en competencias con frecuencia y lo mínimo que he alcanzado a nivel de competencias amateur son dos medallas de plata y lo máximo seis medallas de plata y una de bronce. Mis libros los trabajo por muchos años y son el fruto de largas investigaciones y de muchas escrituras, reescrituras y correcciones. Si he de definirme debo decir que soy una persona que cumple sus objetivos con una terquedad casi invulnerable. 3. ¿Cuáles son sus motivaciones literarias y en qué fuentes ha bebido? Cuando publiqué mi primera novela algunos críticos y lectores dijeron que yo era un imitador de García Márquez. Muchos otros lectores, entre ellos el mismo García Márquez negaron esto. Se me encasilló como uno de los fundadores del post boom. Creo que con el resto de mis obras, que suman casi 30 libros, he demostrado tener mi propio mundo. He tenido algunas obras que podrían calificarse como “éxitos”: por ejemplo Cuentos para después de hacer el amor, que ya lleva 14 ediciones y El pollo que no quiso ser gallo, que ya se acerca a los 40.000 ejemplares vendidos en Latinoamérica. Hay quienes me atribuyen cercanía a Henry Miller, Rabelais, Rubén Fonseca, Cabrera Infante, lo que no me molesta en lo más mínimo. 4. ¿Es el narrador un mentiroso compulsivo? ¿Cuál es su relación con la sinceridad y la mentira? El narrador es un mentiroso que descubre o busca verdades. Para mí el buen escritor es el que dice lo que nadie se atreve a decir o el que descubre lo que nadie hasta ahora ha descubierto. Como persona pública practico una sinceridad a veces insultante; como critico literario no me permito nunca adular buscando mi propio interés. Tengo una costumbre que a veces puede parecer chocante: defenestrar crítica y analíticamente los libros que son lanzados como si fueran obras maestras y que en realidad son fantoches publicitarios. Lo he hecho varias veces con libros que reciben grandes premios literarios. 5. Dentro de su trayectoria como escritor encontramos una cantidad importante de publicaciones en el ámbito del cuento y la narrativa ¿En cuál de esos géneros se siente más cómodo y por qué? Cuentos y novelas son territorios en los que me siento a gusto. Creo haberle atinado en algunas obras a la escritura de buenos cuentos y de novelas bastante legibles.

Algunas han tenido ediciones limitadas y poca repercusión. Esto lo atribuyo a que yo me dedico básicamente a escribir, y cuando publico un libro, me olvido de él y me dedico a pensar en lo que ha de venir. Tres veces fui representado por Carmen Balcells y en las tres terminamos distanciándonos, más por mi culpa que por la de su agencia. Cuando ellos estaban negociando yo quería meter la cuchara, y eso no lo acepta la agencia. Después tuve otro representante colombiano que terminó estafándome. Entonces tomé la decisión de rascarme mis propias pulgas. El hecho de que yo viva en la periferia y no en una gran ciudad, ha favorecido que yo no tenga mucha exposición… lo que me parece muy bien, pues para un megalómano como yo lo mejor es que lo ignoren. Vivo en Xalapa, una ciudad de la provincia mexicana, y aquí he encontrado buen acomodo: llevo una vida tranquila, sin mucho traqueteo, sin demasiados viajes a ferias, conferencias, congresos y ello ha favorecido mi trabajo literario. Si viviera en Barcelona o el Distrito Federal en México, posiblemente me habría dedicado a la farándula literaria, a la figuración y habría terminado escribiendo la habitual basura de los adictos a la figuración. 6. Alguna vez se dijo de usted que sería el sucesor de García Márquez. ¿Esa aseveración ha marcado, de alguna manera, sus ambiciones literarias? Sin duda García Márquez me marcó. Mi primera novela, Breve historia de todas las cosas tiene una relación directa con Cien años de soledad, no sólo por el manejo de técnicas literarias semejantes sino porque pinta un pueblo muy particular, muy imaginativo, que podría recordar a Macondo. Este hecho hizo que el primer editor de esta novela, Daniel Divinsky, de Ediciones La Flor, de Buenos Aires, afirmara que a él le gustaba más mi novela que Cien años de soledad. García Márquez la leyó en tiempo récord y me llamó para felicitarme. Y muchas veces, en privado, ha hecho excelentes comentarios sobre ella. Pero me dijo, como le ha dicho a muchos otros autores: “Nunca voy a hablar públicamente bien de tu novela porque eso te perjudicaría. Una vez hablé bien de une escritor y ya nunca volvió a escribir nada bueno”. Lo que yo le respondí en esa oportunidad a Gabo fue: “Puedes hablar bien de mí, puesto que yo tengo tan alta opinión de mi trabajo, que nada me puede hacer creer que soy más grande de lo que creo ser”. 7. Usted es colombiano de nacimiento pero reside en México desde hace más de treinta años. ¿La experiencia de la migración ha marcado de algún modo su obra y su relación con la realidad? Vivo en México hace más de 30 años pero sigo siendo colombiano no sé si por romanticismo, por terquedad, nostalgia, pereza de hacer trámites o por llevarle la contraria a la corriente que tiende a denigrar de la nacionalidad colombiana. Tal vez si viviera en Colombia mis temáticas habrían cambiado pero no mi espíritu ni mi empecinamiento. Pero éstas son elucubraciones ociosas. Como sólo tenemos acceso a una dimensión espaciotemporal, puedo hablar de lo que he vivido, no de lo que podría haber vivido. 8.¿Cómo ve la situación actual de la literatura en América Latina y cuáles cree usted que son las señas de identidad de sus escritores? Hay una tendencia a negar los orígenes entre los escritores latinoamericanos que han alcanzado una buena difusión en Europa. Muchos de ellos quieren escribir como europeos, quieren ser universales a costa de olvidarse de sus fuentes. A eso se ha llamado “negar las raíces”, usando un término bastante maniqueo. Opino que el problema no es que nieguen sus orígenes, sino que comienzan a plegarse a las exigencias de un mercado que les exige una especie de estandarización. Es claro que a pesar de esto Latinoamérica sigue siendo un surtidor prácticamente inagotable de buena literatura, que de alguna forma opaca lo que se hace en España. Fuera de Reverte y algunos best sellers españoles casi nada llega a las librerías de Latinoamérica, mientras que en España siguen campeando unos buenos nombres. Entiendo que España esté ofendida por el hecho de que casi todos los grandes premios se los lleven los escritores latinoamericanos… Pero es un hecho: la buena literatura se sigue produciendo en Colombia, Argentina, México, Perú. 9. Y para terminar, usted ha ganado un número considerable de concursos literarios. ¿Ayudan estos eventos a depurar la calidad creativa o son, al contrario, nuevas formas de mercantilizar la literatura? Los premios me han ayudado a saltar trancas, a publicar en grandes editoriales sin hacer antesalas, a construir una buena casa para mi familia, me han dado desahogo pero no fortuna, me han permitido hacer viajes y me han dado reconocimiento en varios países. En general los premios que ayudan a elevar la calidad de la literatura son los pequeños premios. Hasta el momento no he recibido ningún premio verdaderamente grande. He sido finalista en Alfaguara y Planeta México. Por otra parte es bien sabido que los grandes premios están casi todos viciados. ¿Quién entiende que se le dé un Planeta a Camilo José Cela, un Alfaguara a Vargas Llosa o a Savater? La mercantilización es la que domina. Me encantaría que a los miembros de los jurados de esos grandes premios se les hiciera un examen a ver si de verdad leyeron diez de los 500 o más libros de concurso. Los premios los terminan dando los editores y los grandes nombres son sólo pantallas. Marco Tulio Aguilera Garramuño, en quien hay una mezcolanza de razas bastante interesante (sus antepasados fueron vascos, judíos, italianos, chibchas y hasta holandeses) es un autor que levanta polémica a donde quiera que vaya. Estará en Madrid y Barcelona durante los meses de septiembre y octubre y se presentará en la Librería de Trama Editorial, en la Biblioteca Bóbila de L’Hospitalet de Llobregat y en El Portal del Ángel de El Corte Inglés, lugares en los que hablará sobre El libro de la vida, una pentalogía del tamaño de (En busca del tiempo perdido, de la cual tiene publicados los cuatro primeros libros Mujeres amadas, Las noches de Ventura, La pequeña maestra de violín y La hermosa vida). También presentará en Madrid y Barcelona su novela Historia de todas las cosas, voluminosa novela que “si no está a la altura de Cien años de soledad, por lo menos es más divertida” según palabras del autor, a quien no siempre le ha divertido la comparación que se le hace con García Márquez. Las Varillas, Argentina, diciembre de 2011. [i] Escritor argentino, autor de la novela , Chozas, productor Televisión de Córdoba, director de Radio Las Varillas.


Poesía

Abril Abril bajaba al pueblo con las lluvias, un silencio cantado, en agua turbia. Abril era un paisaje de lomas con caminos, la tarde por las calles entre casitas viejas, pajizas; el tiempo en campanadas. Con mi chaqueta al hombro iba silbando a veces tal vez mi aburrimiento. Lucila ya tenía la altura de las rosas. Se vestía el aire de un deseo. Algo le dije entonces. Algo que acaso olvidé callando desde un beso. Después le dio porque era amor y me quería. Todo fue pareciéndose a los dos, las palabras y el tono de la voz y mi dolor y su alegría. Eso pasó y quizá no habremos de encontrarnos ni en recuerdos. Del pueblo se fue ella, del pueblo yo me vine, me cuentan que ha cambiado, no sé de los amigos y no ha vuelto a ser abril sino en el tiempo. Luis Ernesto Luna

Amigo Amigo: yo fabrico castillos luminosos que arranco a la cantera de la imaginación. Voy ebrio por paisajes en que la luz me ciega, mi empresa está en mis sueños y en mi alucinación. Yo me sumerjo, amigo, también en tenebrosos abismos que conocen mi transfiguración. Misterios insondables mi divagar me entrega y soy augur y orate de toda creación. A veces vivo en bello país de maravilla donde se mueve un mundo en furia de colores. A veces tengo un alma, por lo demás sencilla, que confunde en mis propios los ajenos dolores. He odiado a veces tanto cuanto es pensar y ser que he destruido el mundo para volverlo a hacer. Víctor Cortés Vargas

Neiva, Neiva, Febrero Febrero1919 de de 2012 20112

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Estos 400 años de fundación de la ciudad de Neiva, sirven para hacer reconocimiento a nuestros escritores, personas que desarrollan su labor en silencio. Ellos con idearios y palabras transitan por el mundo, quizás por estar conscientes y seguros de su oficio, en razón a que escribir es señal de que falta decir algo a un público cautivo, al que se pretende llegar, atrapar y hasta tener cierto grado de complicidad. Facetas continúa en la tarea de mostrar el brillante legado recibido de nuestros escritores reflejado en poemas donde vemos hechos y situaciones del momento histórico vivido. Prueba de ello, son los trabajos que entregamos hoy.

Monólogo

En la noche llegan las hojas del verano que dibujó su rostro. Ya secas, en un rumor de círculos, evocan la ausencia de la primavera y la ternura de los nidos, donde el ave era nota mensajera de amor. Bajo el vaivén nocturno mi pensamiento, en monólogo cabisbajo, se estremece. En susurros de sombras se despiden las hojas. El tiempo va cerrando mi distancia desde la eternidad.

Misterio

Estabas a mis ojos prohibida como el estambre de una flor sellada, pero como él, venías encerrada en la inédita rosa de mi vida. Pasó el tiempo fugaz. Tú la escondida, encendiste en mi rostro tu mirada, y, no sé cómo, sin decirnos nada, te besé... y me besaste sin medida. Profundo arcano que a la mente excede! cosas del corazón, que tanto puede, bajo el azul de su amoroso imperio! Y hoy que te miro entre mis propios brazos, me pregunto y no se que extraños lazos nos pudieron unir con tal misterio! Rubén Morales

N o sé

No sé si sueño aquí, cerca o lejano, si vivo o soy la imagen de ese sueño, si es vano el heroísmo de mi empeño en buscar los secretos del Arcano. Si mi pena es partida o compartida con una flor de corazón herido, si en mi lucha conjugase otra herida o todo es soledad de mi gemido. Si soy la noche de un fantasma ausente, si tienen fin o seguirán mis sueños, si mi ayer de locura es permanente. Si la mitad de mi alma eleva llanto de un pecador lascivo en sus empeños o en la otra mitad espera un santo. Armando Cerón Castillo


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Neiva, Neiva, Febrero Febrero1919 dede2012 2012

Actualidad NEIVA 400 AÑOS 1612 – 2012

Feliz Cumpleaños Por FÉLIX RAMIRO LOZADA FLÓREZ En esta ocasión hablamos de las esperanzas, ilusiones y desilusiones del pueblo huilense. Los españoles, según documentos de cronistas llegaron a este territorio por dos frentes: La primera comitiva viene encabezada por el Capitán Gonzalo Jiménez de Quesada quien llega en 1537, ilusionado por la leyenda de El Dorado. La segunda misión la encabeza Sebastián de Belalcázar, quien según autos llega a fines de 1538. Desde la aventura de Jiménez de Quesada a la fecha han transcurrido 475 años. De eso, celebramos 400 de fundación de la ciudad de Neiva, durante los cuales hemos pasado por momentos extremadamente difíciles, especialmente cuando se da la aniquilación de los indígenas Pijaos, Andaquies, Yalcones, Tamas y Paeces a manos del invasor que decide sobre la vida de nuestros antepasados de forma sanguinaria. De manera que esta región, entonces, pobre y desconocida, fue escenario del sueño alucinante de Jiménez de Quesada, quien, engañado por los indígenas cundiboyacenses, emprende el viaje que lo condujo a través de cordilleras y montañas a su encuentro con el Valle del río Magdalena. En la travesía da con el desierto de la Tatacoa, donde muere la mitad de sus hombres y caballos, por lo que exclamó ¡Valle de las Tristuras! El origen del viaje a estas tierras está en la leyenda de El Dorado, la que según el escritor e historiador Arturo Uslar Prietti, “nació después de la conquista, al difundirse de manera confusa probablemente en una conversación del conquistador Sebastián de Belalcázar, viniendo de la altiplanicie de Quito hacia el norte, en busca de la meseta de Bogotá, y se convirtió pronto, por gracia de lo que iba añadiendo cada quien, poniendo de su apetito sobre la escasa noticia que recibía, en la idea de un reino, de una ciudad, donde habían las más abundantes riquezas del mundo, con ídolos inmensos de oro macizo, calles empedradas de oro, donde entre torres y muros de oro los niños jugaban con metales preciosos y pedrerías y donde, para remate de todo aquello, el rey, todas las mañanas, se cubría con una recina olorosa, y sobre ella, en lugar de traje, le espolvoreaban polvo de oro, de modo que aparecían a la luz del sol y ante los ojos de sus vasallos como una estatua viva de oro…”

La historia de la aventura de Jiménez de Quesada en estos lares es corroborada por el capitán Juan de San Martín, quien afirma: “A la octava pregunta dijo que sabe y es verdad que el dicho señor teniente (Jiménez de Quesada) entró en dicha Provincia de Neiva a fin del año treinta y siete y aquí no se tuvo nueva del dicho Belalcázar hasta fin del año treinta y ocho, y por eso no entró ninguno que el dicho señor que pasó un año en este tiempo…” Desde la colonización estas tierras han sido destinadas a la cría de ganado, agricultura, curtiembres, exploración minera a excepción de las vegas, pero como una ironía, hace relativamente poco el petróleo, el mármol, la tecnificación agrícola, un poco la industrialización y otras actividades han señalado nuevos rumbos y mejores condiciones de vida, especialmente con la aper tura de colegios, universidades, facilitan y dan paso al desarrollo.

Si al principio fue la sombra, la nada, ahora hay sorpresivas corrientes de aires frescos que nos permiten recibir la vida de manera positiva, a pesar de la carga cotidiana que alcanza cada atardecer. Claro, en estos días se habla de todo. Algunos, de manera dislocada, otros con imprecisión desenfrenada, sin considerar si quiera lo que nos pueda quedar de esta celebración, en la que se trata de borrar a los demás de manera inaudita, al realizar desesperadas mezclas de recetarios y aventuras de aluviónicos planteamientos, para terminar por desconocer a los hombres que están vivos y libres en la memoria. ¿Es posible siquiera pretender borrar la historia? ¿Es demasiado incomodo para los huilenses de hoy, reconocer y compaginar el pasado, vivo de Waldina Dávila Ponce de León, José María Rojas, Benito Salas, Reynaldo Matiz, Ramón Manrique, David Rivera, Gustavo Andrade, Misael Pastrana, Reynaldo Polanía, Guillermo Plazas para reducirlo tímidamente a José Eustasio Rivera?. Parece que en estos 400 años, la historia tal como la conocemos está desechada, a la vez, vemos otras versiones parciales, unilaterales, con gran despliegue sobre quienes han dirigido o dirigen la administración. Estos 400 años, deben ser vir para iniciar caminos que conduzcan al desarrollo, a un crecimiento económico y social importante, con un sistema de seguridad social fuerte, una planificación seria y responsable que permita garantizar la educación, el patrimonio cultural, la vivienda, y los servicios de salud a los menos favorecidos.


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