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El carnaval si va: cajamarquinos se unen y ratifican organización de fiesta tradicional
Columnista invitado
La funambulista Dina Boluarte
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VAMOS A DEMOSTRAR QUE SOMOS CAPACES DE CONVIVIR EN PAZ Y REACTIVAR NUESTRA ECONOMÍA, AFIRMÓ ALCALDE JOAQUÍN RAMÍREZ
El alcalde de Cajamarca, Joaquín Ramírez Gamarra, descartó que se suspende la organización del tradicional carnaval como se ha propalado en los últimos días a través de las redes sociales. “Los cajamarquinos vamos a demostrarle al país que a pesar de la crisis política y social, somos capaces de convivir en paz y reactivar nuestra economía”, acotó. En reunión con los representantes de los gremios turísticos: Asociación de Hoteles Restaurantes y Afines (Ahora), Asociación de Guías Oficiales de Turismo (Agotur), Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur), agencias de viaje, dirigentes de las juntas vecinales y centros poblados de Cajamarca, Cámara de Comercio, asociación de comerciantes, entre otras organizaciones sociales, respaldaron la organización de la fiesta popular.
“Como sociedad organizada reafirmamos que el carnaval sigue adelante. Venimos trabajando hace más de tres meses en la organización, desarrollando las actividades semana a semana. No desconocemos el problema político y social que vive el país, no es la primera vez que pasamos una crisis política, pero de ninguna manera suspenderemos las actividades”, reiteró. Ramírez comentó que Cajamarca no puede dejar pasar la gran oportunidad de reactivar su economía con más de 40,000 turistas que se prevé arribarán para el carnaval del reencuentro. “Tenemos todo preparado para recibir a los turistas y seguimos pensando en que la economía tiene que reactivarse”.
El alcalde instó a la población a convivir sin confrontación entre vecinos, entre provincianos, entre peruanos. “Basta de confrontación que nos afecta a todos y nos tiene más pobres. Hoy, vamos a hacer un alto a esto que llamamos desgracia social, no queremos más conflictos sociales. Nosotros hemos pasado por esa situación que nos ha traído más atraso y más pobreza”.
“Suspender el carnaval significa pérdidas por más de 60 millones de soles. Venimos de una recesión económica por la pandemia del covid-19 y no vamos a permitir que políticos incendiarios quieran aprovechar el carnaval para frenar la organización”, sostuvo el burgomaestre, al invocar a la provincia, al pueblo de Cajamarca, a no dejarse llevar por informaciones inexactas que pretenden desestabilizar la fiesta. Reactivación económica
El burgomaestre de Cajamarca incidió que la reactivación económica es la bandera de su gestión y afirmó que viene trabajando en esa dirección, ejecutando obras en beneficio de la población. “Hoy nos toca celebrar el carnaval que es una vez al año, una actividad propia que nadie nos va a quitar”.
En otro momento, contó que se reunió con el gobernador regional, Roger Guevara, y le aseguró que apoyará la colorida fiesta popular. “También hemos coordinado con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) y PromPerú, y se han comprometido apoyar el evento”.
“El carnaval del reencuentro es de todos y juntos vamos a sacar la fiesta adelante. Está en nuestras manos hacer una fiesta exitosa”, aseveró.
60,000 puestos de trabajo
Realizar el carnaval significa generar
60,000 puestos de trabajo de manera directa e indirecta, afirmó José Rojas Villar, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines (Ahora), al precisar que el evento repercute en la economía y en el sector turismo.
En los últimos días se ha propalado información de querer truncar el carnaval. “El sector turismo está con cero por ciento de ocupabilidad desde diciembre, y suspender el carnaval significa que un 70% de empresas de este sector van a quebrar; además, se perderán 60,000 empleos directos e indirectos, trabajadores que tienen familias”, acotó.
El empresario recordó que la pandemia golpeó fuertemente a su sector y necesitan reactivarse. “Estamos en una gran recesión, con daños económicos fuertes.
La cadena de valor no solo mira a las empresas, la cadena valor lo conformamos todos, porque cuando hay turismo en una ciudad, todos trabajamos, todos ganamos”.
Respecto al panorama nacional, dijo: “no somos indiferentes a lo que viene sucediendo en el país, pero nosotros no vivimos de la política, vivimos de nuestro trabajo. Deseamos la paz y pido a la población sacar adelante este gran evento del carnaval porque es una fiesta del pueblo”.
Centros poblados Willy Ispilco Chilón, representante de 18 centros poblados de Cajamarca, afirmó que el carnaval beneficia a miles los campesinos con ingresos económicos.
“Tenemos que aprovechar al máximo esta fiesta que se celebra una vez al año. Cajamarca espera reactivar su economía y los centros poblados apoyamos firmemente la organización del carnaval”.
El dirigente expresó su solidaridad con los protestantes; no obstante, indicó que el carnaval es la fiesta más importante de Cajamarca. “Llamamos a nuestros hermanos a la calma. El Perú vive una crisis política; sin embargo, Cajamarca está organizando la fiesta más importante y vamos apoyar las actividades porque los centros poblados también recibimos turistas, también recibimos ingresos por esta actividad”, afirmó.
(Andina)
¡Le salió el cobre a Dina Boluarte! Atrás quedó aquel relumbrón democrático y buenista con el que ella pretendió engatusar a los peruanos, tras la renuncia de “mi amigo, Pedro Castillo”, como calificase al corrupto, golpista e instigador de una sublevación pagada que ensangrienta al país. Castillo sigue recluido en un penal, por violar la Constitución. Además, por la decenas de carpetas que tiene abiertas en su contra por la Fiscalía de la Nación, evidenciando todo un cúmulo de hechos de corrupción cometidos en apenas año y medio como mandatario. Lo escribimos al día subsiguiente que juró Boluarte: “¡Desconfiamos de Dina!”. Los antecedentes que arrastra de la campaña electoral y durante los dieciocho meses que estuvo al servicio de Castillo y de Cerrón, son prueba suficiente de su identificación con los objetivos y aspiraciones del régimen al que representó como (única) vicepresidente de la República y, además, ministra de Estado. El oropel con que se vistió Boluarte para confundir a la sociedad se desvaneció del todo la noche del domingo cuando, abruptamente, apareciese en televisión para arengar al Congreso, exigiéndole que adelante las elecciones y se vuelva cómplice de ella coaccionando al siguiente poder Legislativo -algo que, de por sí, resulta inconstitucional- para que su comisión de Constitución apruebe una nueva Carta Magna hecha a imagen y semejanza de la que piden los cerrones, bellidos, bermejos, castillos y demás incitadores de esta violenta rebelión, que sigue destruyendo el Estado peruano y enlutando a decenas de fa- milias. En menos de dos meses de gestión, a Dina Boluarte ya se le está viendo el fustán dándole el gusto a su alma mater, la izquierda. De paso, seguir engañando al país con ese tonito magnánimo, tras el cual inútilmente suele refugiarse, para dar la impresión de rechazo a su predecesor en palacio de gobierno. ¡Anoche este tinglado se le desvaneció! Y ahora el Perú enfrenta otra coyuntura, todavía más grave que la de la semana pasada, provocada por la actual mandataria. Porque esta movidita de Boluarte implica un cambio de táctica verdaderamente diabólico. En perspectiva, durante sus casi sesenta días de gobierno ella ha fungido ser aliada de las bancadas democráticas legislativas, de las que se ha alejado abruptamente la noche del domingo, colocándose como antagonista al cuestionarlas para que se sometan a sus gustos. Lo que atenta contra la visión de la oposición. En simultáneo, Boluarte se ha sumado a los reclamos de las izquierdas, identificándose con sus dos banderas: el adelanto de las elecciones a octubre de este año y asimismo, “la reforma total de la Constitución de 1993”. Sus palabras textuales fueron: “No habría más pretextos (…) proponemos que el proceso de reforma total –de la Constitucióntenga su brazo legal en la Ley 27600, que dice que el Congreso proponga un proyecto de reforma total de la Constitución, tomando en cuenta la Constitución histórica del Perú y tras su aprobación sea sometida a referéndum, para que el pueblo decida si la reforma total se aprueba o no”. Saquen sus conclusiones, amables lectores.