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El amor está ahí, en todos lados
DESDE MI MUNDO CARLOS MARIANO NIN Columnista
Ayer cuando iba a trabajar me quedé a cargar combustible en una estación de servicio. En uno de los bancos del local había sentado un joven con una lata de cerveza y un oso de peluche. Su mirada triste y perdida me llamó la atención.
Los 14 de febrero no siempre tienen finales felices, pensé. “Solo hay un remedio para el amor: amar más”, Henry David Thoreau.
No es un día cualquiera, y sí lo es. Depende siempre de la perspectiva. Como todo, creo que el amor es una opción. La felicidad también lo es. En un mundo que nos vende la imagen del amor ideal, estar solo un 14 de febrero es una tragedia para muchos.
Pero en verdad no lo es. Conozco mucha gente que se siente sola aún estando rodeada de otra mucha gente. Si abriésemos los ojos nos daríamos cuenta de que estar vivos es de por sí un milagro. Un acto de amor. El abrazo de la abuela. El consejo de mamá, las charlas con el viejo…
Un amanecer, una mirada cualquiera, la posibilidad de tener a nuestros padres y la magia de una sonrisa. Todo cuenta. Hasta los recuerdos lindos. “El amor no mira con los ojos, sino con el alma”, William Shakespeare.
Al final no es la mujer, ni el hombre ideal. Es lo que llevamos dentro. “La medida del amor es amar sin medida”, San Agustín.
Por eso hoy vale todo. A los padres enamorados de sus hijos. A los hijos enamorados de sus padres. A los abuelos que aman a sus nietos y a los nietos que viven por ellos. A la tía solterona que nos ama y a la familia feliz del vecino. A las enfermeras y los rescatistas.
A los que aman a esa estrella que nos dejó una historia y a quienes sueñan con un mundo mejor. Y quienes se les terminó la paciencia…
“Hoy es un nuevo día. Incluso si te equivocaste ayer, lo puedes hacer bien hoy”, Dwight Howard.
También a los maestros. A los médicos y los psicólogos. A todos quienes puedan regalar una sonrisa, ¡feliz día! El amor está ahí... en todos lados.