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Mujeres se movilizaron en su día internacional

tamente contra un ciudadano que fue a realizar reclamos, pero recibió de uno de ellos el rociado de una sustancia por el rostro, una especie de “gas pimienta”. La denuncia fue hecha por la cuenta de “Víctor Dengean” con un video divulgado masivamente. “Fue un abuso de autoridad, eso de ser rociado por la cara está prohibido dentro de una institución y la Fiscalía debió haber actuado de oficio e investigar el caso, no debe quedar solo con un sumario o sacarles del puesto. El que hizo el rociado cometió una agresión dentro del cuartel y eso es un hecho penal”, refirió el abogado Nicolás Russo.

Una multitud de mujeres se congregó ayer miércoles en la plaza Uruguaya a fin de exigir la reivindicación de sus derechos en el Día Internacional de la Mujer.

Las manifestantes de diferentes sectores exhibieron pancartas con inscripciones de repudio a los hechos de violencia contra la mujer, los casos de feminicidio y contra el “machismo que discrimina, viola, golpea y mata”, entre otras consignas.

Ayer, como cada 8 de marzo en el Día Internacional de la Mujer (8M), varias organizaciones promovieron diversas actividades para reclamar el incumplimiento de los derechos de las mujeres. Teniendo en cuenta que se aproximan las elecciones generales, el manifiesto de este año es especialmente político y dirigido a las futuras autoridades de nuestro país.

Celebrar el logro de las mujeres, sensibilizar sobre la discriminación y tomar medidas para impulsar la igualdad de género son los principales propósitos del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora todos los 8 de marzo, una fecha marcada en el calendario para levantar la voz y luchar por los derechos que todavía están en deuda.

“Si no escuchan a Moisés y a los profetas, aunque resucite uno de los muertos, no se convencerán” Lc. 16,31

En el texto de hoy vemos el episodio de Lázaro y el rico. Este último no supo vivir la propuesta de amor y solidaridad con el prójimo. Él, en medio de los sufrimientos que pasaba en el infierno, pide que a sus familiares alguien sea enviado para que crean que existe una vida después de la muerte y la respuesta a su solicitud es negativa. Y es que para quien tiene el corazón cerrado, no existen “evidencias” que le hagan cambiar. Escuchar esta narración nos debe llevar a pensar en cuánto realmente creemos… y, sobre todo, en cuánto ponemos en práctica lo que decimos creer. Estemos atentos para no caer en la equivocación de Lázaro: distraernos con los bienes pasajeros y/o solo pensar en nosotros. Cultivemos un corazón solidario y fraterno, pues todos estamos en camino hacia nuestra verdadera casa: el cielo. Paz y bien.

Hno. Mariosvaldo Florentino, capuchino.

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