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Viviendo por fe

EMILIO DANIEL AGÜERO ESGAIB

Pastor Principal de la Iglesia

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Hebreos 10:38 dice: “Pero el Justo vivirá por la fe y si retrocediera no agradará a mi alma”. ¿En que está fundamentada tu vida? ¿en tus sueños, en tu dinero, en tu sabiduría, en tu salud o en Dios?

Ten cuidado en dónde fundamentas tu vida. Ten cuidado que ese fundamento sea sólido. Si tu razón de vivir es falible tarde o temprano te sentirás vacío y frustrado.

Vivir por la fe es vivir confiando en Dios, depender de Él todos los días y tener conciencia de que sin Él no podremos vivir.

Esto es totalmente opuesto a lo que propone el mundo. El

A su vez, la agente fiscal interviniente Sophia Galeano manifestó que una de las hipótesis que maneja la Fiscalía es que el comerciante “estaba en ese momento de desesperación o de una excitación emotiva”.

“Esa excitación emotiva tiene que ver en el momento en que se produce el hecho. Debemos tener en cuenta que entraron al lugar dos personas armadas, entonces el propietario decide salir al paso armado”, sostuvo en declaraciones a la 1080 AM.

Dijo que se tiene que realizar un análisis del arma que se encontró dentro del salón y del comerciante. “El propietario manifiesta que hace un disparo intimidatorio afuera. Manifiesta que el sujeto le vuelve a apuntar y la persona con la moto como que le va a atropellar, entonces él dis- para pensando como que era disparo al aire”, mencionó.

La fiscal dio su interpretación sobre la figura de la defensa propia, invocada por la víctima del robo. “En el momento de la defensa propia uno tiene que estar en peligro. Nosotros en el video no notamos que el conductor de la moto haya apuntado, por ejemplo”, indicó.

Finalmente, Galeano con- firmó que mañana, a las 14:00, se realizará la reconstrucción de los hechos. Esto, tras la declaración indagatoria tomada este viernes a la persona que efectuó el disparo en contra del motoasaltante. mundo propone la autosuficiencia, el disfrute sin límites, la dependencia emocional de los recursos naturales y de la sabiduría humana.

Pero si tu confianza descansa en las cosas, nuestra juventud, la salud o logros personales, en las personas o en nosotros mismos, tarde o temprano eso caerá. Estas cosas en sí mismas no son malas y nos ayudan a lograr muchas cosas, pero, si alguna vez nos faltan, ¿qué haremos? De hecho, nada de todo lo citado nos librará de la decepción ni de la frustración, y al final, tampoco de la misma muerte física y del juicio de nuestras almas.

¿Qué es lo que te mantendrá firme en toda esta vida y en el más allá? Solo Dios.

Miremos a Job, él tenía todo lo que un ser humano podría anhelar: una familia numerosa, bienes materiales en gran cantidad, inteligencia, audacia, poder, buen nombre, salud física y bienestar humano, pero todo eso en un solo día cayó. En un solo día lo perdió todo. Pero, ¿qué le sostuvo? Su fe en Dios.

Debes creer en Dios con todas tus fuerzas. La frase: “el justo por la fe vivirá” aparece en otras tres partes: Romanos 1:17, Gálatas 3:11 y Habacut 2:4.

En Habacut se nos muestra de manera clara la diferencia y un contraste de cómo vive el mundo y cómo debe vivir el creyente en Dios. Dice el 2:4: “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; más el justo por su fe vivirá”. El impío vive sobre su propia fuerza, no descansa en Dios, esto lo hace orgulloso y rebelde, ¡pero el justo vive todos los días de su vida por fe!

La fe te sostiene aunque no veas un piso bajo tus pies; la fe te sostiene en los momentos más oscuros de tu vida, cuando tu visión se apaga; la fe te sostiene cuando ya nadie ni nada puede hacerlo; la fe estará a tu lado cuando ya no tengas más fuerzas; te mantendrás firme por la fe. Pases lo que pases, no abandones tu fe, deja que ella moldee tu carácter y que dependas de Dios. Todos los días de nuestras vidas vivimos por fe.

En Hebreos 11 vemos muchos hombres y mujeres que vivían por su fe. Abraham fue el primero. La Biblia lo llama el “padre de la fe”. Dejó todo aquello en lo cual el impío se fundamenta: familia, contactos, poder, dinero, seguridad, y por fe salió al desierto a buscar conquistar la pro - mesa que Dios le dio.

La fe te sostiene aunque no veas un piso bajo tus pies; la fe te sostiene en los momentos más oscuros de tu vida, cuando tu visión se apaga; la fe te sostiene cuando ya nadie ni nada puede hacerlo; la fe estará a tu lado cuando ya no tengas más fuerzas; te mantendrás firme por la fe.

Pablo entendió esto y, desde su momento más difícil, en la cárcel, golpeado, difamado, apresado y sin recursos dijo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil 4:13), y dijo más: “Mi Dios, pues, suplirá TODO LO QUE TE FALTA en sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (19). ¡Tu fe en Dios es tu mayor capital!

Tal vez te sientas como Abraham, que tiene que dar pasos a lo desconocido, a lo incierto, pero ten fe en Dios que él te va a prosperar.

Noé fue otro hombre de fe. Él decidió construir un arca para salvarse a sí mismo y a su familia, fue blanco de burlas y, aunque predicó, nadie nunca le creyó. Fue tal vez el evangelista más “fracasado” de la historia. Él vivió en medio de una sociedad impía y corrupta como en la que vivimos hoy, pero él decidió confiar en Dios y en su Palabra.

No importa que el mundo se te oponga, que nadie te escuche o admire, que te pongan a un costado, vale la pena serle fiel a Dios y su Palabra. Al final, todo habrá valido la pena.

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