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Autopsia indica que el feto falleció en el vientre de su madre
En la inspección también se comprobó que presentaba varias malformaciones.
Un terrible escenario se vivió el viernes en la ciudad de Itá cuando se produjo el hallazgo del cuerpo sin vida de un bebé, que nació en el baño de una vivienda de la compañía Hugua Ñarõ. Ayer sábado se practicó la autopsia al pequeño fallecido y se descubrió que murió en el vientre materno; además, presentaba varias malformaciones.
La Fiscalía fue hasta la vivienda donde encontraron el cuerpo y ordenaron que se le practique una autopsia para determinar las causas de la muerte. “Podemos decir que se trata de una muerte fetal intrauterina; es decir, que el feto no llegó a nacer con vida. No hay signos de que haya respirado al nacer”, detalló el médico forense Pablo Lemir en C9N.
Aseguró que el bebé presentaba varias malformaciones por la falta de vitaminas y evidencia que la paciente no recibió ningún control prenatal.
“Tenía específicamente lo que se conoce como pie bot y también tenía paladar hendido, que demuestra que hubo una deficiencia de ácido fólico, que es una vitamina que debe tomar la mujer incluso antes de embarazarse”, apuntó.
Lemir resaltó que no se puede descartar de que haya practicado un aborto durante el proceso de gestación. “El rasgo traumático que sí encontramos es un desgarro del cordón umbilical, que posiblemente se haya producido durante el trabajo de aborto. No existe la muerte de una criatura recién nacida; por lo tanto, no hay un homicidio en sí, pero no se puede descartar un aborto”, refirió.
Durante el procedimiento extrajeron muestra de sangre para realizar pruebas de toxicología y se espera una segunda parte de la autopsia. “No puedo dar una causa directa de muerte y por ahora se descarta un hecho de homicidio. Se deben esperar los resultados de patología y toxicológicos”, ratificó.
Parque Carlos Antonio L Pez
Intentó robar a guardia
Una mujer en total estado etílico intentó asaltar a un agente de seguridad de la Municipalidad de Asunción que se encontraba custodiando el parque Carlos Antonio López durante la madrugada de ayer sábado. El hombre logró escapar y alertar a los efectivos policiales que estaban en la zona, que minutos después lograron capturar a la joven.
Según el reporte policial, esta persona que aparentemente estaba bajo los efectos del alcohol o alguna droga llegó hasta la caseta municipal y con un arma blanca intimidó al agente Roberto Brizuela para que entregue su dinero y aparato celular, pero la víctima se negó a dar sus pertenencias y la empujó logrando escapar para pedir ayuda a los efectivos. Tras su huida, fue directo donde se encontraban los policías que siempre están custodiando en la zona de la plaza capitalina, les comentó lo que ocurrió. De inmediato realizaron un rastrillaje en la plaza y lograron detener a la mujer que no portaba documentos y no pudo ser identificada, pero aparentemente hace una semana salió del penal de mujeres Casa del Buen Pastor.
La Fiscalía se presentó en la vivienda donde encontraron el cuerpo y ordenó que se le practique una autopsia para determinar las causas de la muerte.
Evelyn conducía su automóvil con prisa sobre calles y avenidas de la ciudad de Fernando de la Mora, esa tarde del 2 de agosto del año 2011 tenía una última preocupación y fue llegar a tiempo a recoger a su hija y sobrino de la escuela, su reloj marcaban las 17:00 y llevaba cierto retraso.
Solo falta un cuarto de hora para que sonara la campanada de salida y odiaba ver ese rostro en los niños, una mezcla de rabia, angustia y tristeza por no verla estacionada al cruzar la puerta de la institución.
Espejo lateral y retrovisor, los miraba incesante, señalero, freno, embrague, primera y acelerador, pisada y acción. Era mecánico el desplazamiento y lo iba repitiendo en la cabeza para distraerse del nerviosismo que le causaba llegar a destiempo. El trabajo en el taller le consumía mucho en el día, y ella ahora estaba a cargo. Debía ser responsable porque él espera eso de ella, la mejora en los negocios, más que el pasado.
El pasado, por cierto, eso también le consumía quebranto, pero no quería darle cabida en medio de sus dilemas, y más aún en ese instante donde su concentración debía estar en coordinación con sus movimientos al volante, para conducir en las calles alternativas a la ruta principal.
Finalmente llegó. Suspiró aliviada. Le ganó la carrera al tiempo, y no todos podrían mofarse de tal acto de valentía, imaginó. Las puertas de la escuela comenzaban a rechinar en su apertura para dar paso a un bullicio aún mayor, aquel de algarabía, cuchicheos y gritos de ¡mamá, mamá! Que se escuchaban desde lejos e intensificaban a medida que lograba agudizar su audición al identificar aquella melodiosa voz de su pequeña. La niña de sus ojos, la motivación de su día a día. Solo por ella encontraba ese último impulso que se nece-