Aniversario

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Carta de amor E

xplicar porqué se quiere no es sencillo y a veces ni necesario, el amor solo se siente y punto. Esta edición especial por el segundo aniversario de PRIMICIA quisimos dedicártela a ti, nuestra amadísima tierra del estado Bolívar, para decirte -y que todos los sepan- que las mil y un razones que podamos tener para estar eternamente enamorados y agradecidos contigo son insuficientes, pero es necesario recordarlas, para tomar conciencia que debemos ser mejores contigo cada día, cambiando para preservarte de cara a las futuras generaciones. Que si eres hermosa, incondicional, amable y tan generosa que abres siempre tus brazos a todo el que viene son razones excelentes para amarte, pero no suficientes para dejar claro lo que representas para todos los que hemos hecho una vida acá, independientemente de si nos viste nacer o nos recibiste desde lejanas latitudes. Con todos has sido espléndida y nos has dado tanto sin pedir nunca nada a cambio. Eso es definitivamente amor. Además de esas razones evidentes hay muchas más que nos recordaron las decenas de ciudadanos que convocamos para escribir juntos esta carta de amor para ti. Entre los motivos amorosos que nos recordaron todos los que gustosos se sumaron a esta modesta ofrenda están:

que alimentaste nuestros sueños de prosperidad, que nos ayudaste a forjar vidas provechosas, que cobijaste a nuestros hijos en tu seno, que nos regalas cada día tu inconmensurable belleza y siempre nos empujas a ser mejores. Eres nuestro refugio y esperanza y eso no es poca cosa ¡Cómo no amarte! En ninguna otra parte del mundo podremos disfrutar de las caricias que día a día prodigas a nuestros sentidos: el beso tímido, suave, eterno entre el Orinoco y el Caroní, el verdor infinito de nuestra tersa Gran Sabana, los tepuyes que como dedos se alzan para tratar de acariciar el cielo, los atardeceres en Ciudad Bolívar, la brisa fresca de La Llovizna y ni hablar de las noches estrelladas. Tus bellezas divinas se acoplaron perfectamente en una danza con el empuje y el sueño transformador de visionarios que hicieron –y siguen haciendo- de este paraíso terrenal una potencia sobre la que se sostienen tantos sueños, a veces los de toda una nación. Para algunos eres una tierra de la que brotan leche y miel; para otros, como la dulce maestra Isaura Gómez de Ayala, eres “lo más grande de este mundo que Dios nos dio”. Para el infatigable Rafael Mendoza, padre de La Llovizna, eres la prueba de que los ángeles están con nosotros.

Para leyendas vivientes como Carl Herrera eres una parte de su historia. Eres tan generosa y sabia que tú nos escoges, nos haces tuyos, como confiesa María Cecilia Angarita que le pasó a ella. Cuántos vinimos por una estancia corta y echamos aquí las más profundas raíces que sostienen familias frondosas y orgullosas de saberse, sentirse guayanesas. Otro tantos se marcharon, pero no pudieron estar lejos de ti y volvieron como siempre se vuelve al verdadero amor. También los hay que te añoran de lejos y nunca dejarán de hacerlo, esos como Robert Pérez que cada vez que vienen para acá sienten las infaltables mariposas revoleteando en el estómago. Planificada, bendita, emporio, orgullo, desarrollo, modernidad grandeza, esfuerzo, trabajo, armonía, potencial, hogar, privilegio, oportunidad, magia… también son palabras, motivos que se usan frecuentemente para referirnos a ti, nuestra amada tierra de Bolívar. La lista de razones para amarte es tan extensa como el cielo que nos cobija, cada quien tiene las suyas, pero al final de cuentas solo podemos decirte que eres una tierra bendita, no solo nos permites progresar y ser, sino que nos has dado la posibilidad de reconocernos, de reconciliarnos por dentro. Eso es definitivamente amor.

directorio Presidente Yamal Mustafá Director Editorial Robinson Lizano Corrección y Edición Alba Perdomo Redactores Alejandra Balliache Andrehana Ortega Andreína Carrasco Arianna Silva Carla Ochoa

Leonervis Hernández David Bracamonte Fabiana Dos Reis Joely Amundaray Karla Benítez Ainara Fernández Luis Mass Aminta Carrillo Christian Hernández Luis Gabriel Ramírez Mawari Basanta Dubraska Medina

Elita Barroso Gerardo Harewood Natalia Urdaneta Tatiana Santos Zoleimi Fernández Frenny Kelly Granado Lorena T Afanador Luz Marina Carpio Adianez Rueda Andreina Ramírez Jul Solano María Eugenia Salazar

Ciudad Bolívar José Milano Lexis Pichardo Ricardo García Pedro Hernández Pedro Moreno Fotógrafos Puerto Ordaz Alberto San Martín Eliezer López Félix Marcano Lesly Martínez

Miguel Frontado Pablo Ruiz Ricardo Rondón Yohan Velázquez Wilfredo Álvarez Armando Rivas Diseño y Diagramación Lilia D’ Sousa Ismael Martínez Erickson Silva Cristián Ruiz Delfin Gómez


“Aquí hay un poco de mi historia”

Gran oferta de trabajo Tatiana Santos Navarro “Me vine del Zulia a Guayana el 18 de septiembre de 2001. Me monté en un autobús a las 9 de la noche y creía que iba a llegar al otro día a las 8 de la mañana, cuando me di cuenta que no sería así. Vine solo por 15 días a TVGuayana, porque me había llamado Germán Carreño y Robinson Lizano, para presentarme una oferta de trabajo. En esa oportunidad, me vine con el pantalón que vestía y más nada. Luego que escuché lo que me ofrecían llamé para renunciar en el Tecnológico en el

que trabajaba en Maracaibo”, recuerda Angélica Fereira, secretaria general del Colegio Nacional de Periodista (CNP). “En el Zulia nunca ejercí, a pesar de que me había graduado en la mención audiovisual y en Guayana, por primera vez logré unir el periodismo con el deporte para televisión, que eran mis mayores pasiones, además que era la oportunidad de poder entrevistar a mi ídolo; Sam Shepard”. Fereira asegura que solo me iría de Guayana si el principal motivo firme de mi vida que es mi papá me lo pidiera,

Joely Amundarayn “más bien quiero que él se venga. Viví solo 22 años en el Zulia y 13 años tengo en Guayana con la que tengo mucho sentido de pertenencia e identidad.

“La gente de Bolívar es cálida” JS Un libro de poemas tiene su firma. Escritora y enamorada de la vida. Upatense de nacimiento, Maigualida Vera tiene 47 años en tierra bolivarense. Vera expresa con orgullo que la naturaleza, los maravillosos paisajes y la calidez de la gente oriunda del estado

Bolívar no tiene comparación. "Mi sitio favorito es la carretera entre Upata y El Palmar, qué belleza de paisaje, de verdad que provoca verlo", dice Vera. Desde que nació vive en el estado Bolívar, ha compuesto párrafos alusivos a la hermosura de esta tierra y a la sencillez de sus habitantes.

Aunque Carl Herrera solo está en Guayana durante la temporada de la Liga Profesional de Baloncesto, dice que esta tierra lleva algo de su historia, “aquí hay cosas, y sobre todo en esta cancha, la ciudad no la conozco a la perfección, pero esta cancha lleva un poco de mi historia y es una casualidad que yo esté aquí hoy en día y que todo esto esté pasando. Yo creo que hay algo espiritual, coincidencia por la cual yo estoy aquí”. El director técnico de Gigantes de Guayana contó que de la ciudad le gustan sus ríos y la gente, “conmigo han sido muy amables, no solamente por la persona que soy, sino que se siente la calidad humana. Me estoy encariñando cada vez más

con Guayana”, agregó. Herrera contó que de niño jugó varios torneos aquí, “imagínate tanto tiempo, hay algo que está comenzando a pasar y es algo muy bueno, no sé qué es, pero a futuro yo creo que lo vamos a ver”. En cuanto al cariño y la emoción que se transmite en el Gimnasio Hermanas González durante los partidos de Gigantes de Guayana, Herrera señaló: “Ese es el ambiente que queremos”.


“Tengo el Orinoco en mis venas” “Soy oriunda de Mérida, desde el 92 estoy en la región explorando la selva, cuando estaba recién graduada de geógrafa CVG Tecmin me solicitó para trabajar en la zona en el área de estudio de suelos y ecografía”, rememora María Isabel Blanco Quintero, docente agregado de la Unexpo, jefe de Humanidades La docente se siente privilegiada pues conoció a Guayana en pleno esplendor, “tenía que irme a las zonas remotas, lo primero que conocí fue el pie del tepuy Wuaikinimaen, zonas mineras, fue algo inolvidable, una región realmente bella en biodiversidad”. Posteriormente entró a la Unexpo

en el 98, y fue su anclaje para no moverse de aquí, “me he enamorado de esta ciudad porque tiene una atracción en cuanto a la naturaleza”. “Deseo nadar en el río Orinoco, estudié el potencial eco turístico fluvial, y por eso considero que tengo el río Orinoco en mis venas, recorrer el río, conocer sus comunidades ribereñas, sus costumbres, fue algo muy conmovedor. La cuidad como tal es una diversidad de culturas pero cuando tú estás frente al río, sientes la esencia de esta tierra”. Recomienda a la comunidad tener mayor sentido de identidad y pertenencia, “esta zona requiere de más humanización”.

ciudad concebida como un modelo de futuro para el país”. Salta entre recuerdos para describir el crecimiento de esta tierra “su riqueza hidrográfica que dibuja horizontes infinitos, es la única ciudad con este paisaje a su alrededor”. Propone reactivar las esperanzas y volver a forjar una ciudad llena de oportunidades, la Guayana que añora.

“Ahora tenemos hasta tráfico (risas) pero es una ciudad muy tranquila, sin ruido ni las angustias que tienen otras ciudades. Aquí tenemos la base para resurgir”, revela. Para Lourdes de Gago, Ciudad Guayana vivió una “época glamorosa”, y mantiene intacta la esperanza de volverla a ver así.

Dubraska Medina

“Tenemos las bases para resurgir”

La oportunidad de crecer desde cero Joely Amundarain Hace 45 años Lionel Arteaga llegó a Puerto Ordaz, luego de dejar la ciudad capital, ¿la razón? “porque me trajeron, y me quedé porque me gustó”, dijo. “Siempre hay oportunidades de crecer en una ciudad casi desde cero”, agregó. Una de las cosas que Arteaga más disfruta de la ciudad, es la vista que tiene desde San Félix, “es bellísima, Puerto Ordaz se ve bonita desde San Félix. Palúa es bonita y es bonito ver Puerto Ordaz desde San Félix, con los ríos como primer plano que nos atraen y que nos justifican. San Félix como aire es muy limpio, Puerto Ordaz es un poquito más sucio”, comentó. “¿Qué me gusta de la ciudad? El poder crecer con ella, poder estar aquí y tener la oportunidad en alguna forma, de ayudar a moldearla”, indicó. Arteaga habló de la gente guayanesa, y dijo que actualmente hay muchas personas insensibles, “como también hay mucha gente sensible, mucha gente con falta total de guiatura, de visión de futuro, de sociedad y de pertenecer a un conglomerado bien interesante y bien técnico que ha tenido muchas oportunidades de hacer cosas que fueron por primera vez aquí en Venezuela”, finalizó.

Natalia Urdaneta El tiempo no pasa por algunas personas; pareciera que hay seres que tienen el don de dejar huellas imborrables y cargarse de energía con cada buena acción. Luego de décadas cargadas de altruismo, solidaridad y entrega, hay quienes que no se cansan, se sacuden la tierra y continúan su propósito: uno compartido y lleno de bondad. Por más de 20 años, Lourdes de Gago ha sido, presidenta de la Fundación de Amigos del Servicio Pediátrico Menca de Leoni (Fundaserpe), y es considerada como un pilar fundamental en la ciudad. Relata que hace 51 años llegó a Guayana junto a su esposo, Oscar Gago. “Teníamos esperanza, era una

“Eché raíces, soy guayanés” Luz Marina Carpio Juró que nunca viviría aquí y desde aquellas palabras transcurrieron 20 años. La primera vez que Chester Alcalá visitó Ciudad Guayana tenía 13 y el viaje se convirtió en una odisea. Venía de Puerto La Cruz con sus padres a visitar una tía en La Unidad; para verla transitaron caminos de tierra y cruzaron de Ciudad Bolívar a Puerto Ordaz en curiara. De este lado del estado no había nada, estaba desolado. Era 1957 y el edificio administrativo de Sidor apenas estaba en construcción. Tampoco había aeropuerto, apenas un hangar. El trayecto hacia San Félix también era

de tierra. Recuerda que en Castillito tomaban una lanchita que los dejaba en el puerto de Palúa, en El Roble. De allí se dirigían hacia el centro, pero antes de llegar a La Unidad pasaban por un antiguo cementerio que prácticamente nadie recuerda, pues ahora es la Plaza Miranda. Describe el viaje como una aventura que lo llevó al juramento roto en 1993, cuando volvió a la moderna Ciudad Gua-

yana. Regresó convertido en el reverendo Chester Alcalá, capellán de la Policía del Estado Bolívar en la comisaría de Guaiparo, cargo que hasta la fecha desempeña. El reverendo nació en Puerto España y se crió en Estados Unidos. En Venezuela, jamás pensó cambiar los campos petroleros de Puerto La Cruz por una ciu-

dad “en la que no había nada”. El padre Chester, como lo llaman cariñosamente, usa una sotana blanca que resalta su tez canela y el gris tiñe su pelo, pero no la alegría con que relató aquella travesía para llegar a Guayana, su tierra adoptiva. “En mi trabajo comparto con los policías, con sus familias, con los detenidos. Los aconsejo porque sé que cometieron errores que cambiaron sus vidas y las de otros para siempre”, asegura frente a la Virgen del Carmen. También estudia enfermería y realiza sus pasantías rotatorias en el hospital de Guaiparo. Dice que ya forma parte de esta ciudad, incluso ha tenido ofertas para marcharse nuevamente a Estados Unidos y Canadá, por el auge de latinos en estas zonas. Pero no las acepta. “Aquí eché raíces, ya soy guayanés”, afirma con una sonrisa. De la Guayana de otrora extraña “la tranquilidad, porque era una época más inocente. Salíamos a caminar a cualquier hora sin temor alguno” y si algo se traería de aquellos tiempos, sería la tranquilidad: “sé que hay que avanzar, pero rescataría la inocencia de la vieja Guayana... ¡Mi tierra! De la que no me iría jamás”.


Siento amor por esta ciudad” El hombre Gerardo Harewood

“Vivo en Ciudad Guayana por una razón. Siento amor por esta ciudad, que en su momento tuvo la oportunidad de explotar todo el potencial de sus moradores. Aquí podía llegar una persona siendo muy pobre y convertirse en una persona de progreso a niveles agigantados. Ciudad Guayana ha significado esa alternativa no petrolera de Venezuela y también significa la generación de nuevas oportunidades” afirma el dirigente de Primero Justicia y candidato a la Alcaldía de Caroní por la MUD, Wilson Castro. “Aquí la gente llegaba queriendo quedarse a vivir en una ciudad como esta. Tengo mucho amor por esta ciudad, mis hijos son de acá. Lo que he logrado en términos espirituales, económicos, humanos y políticos lo he logrado gracias a Dios en Ciudad Guayana. Estoy muy agradecido con esta ciudad por todo lo que me ha brindado y, sobre todo, muy comprometido para que sea mucho mejor. En término de valores hay que rescatar nuestra identidad. Tenemos pensado

delante de los violines Mawari Basanta Mota

el rescate y la identidad de Guayana, para que sea de mucho mayor provecho para sus habitantes. Estamos comprometidos en rescatar nuestros valores, nuestra identidad, nuestra música que es el calipso. Sabemos que esta es una ciudad de paz, de progreso, estamos muy comprometidos con esta importante ciudad”.

“Nosotros hacemos ciudad”

-He visitado la ciudad, pero disfrutar de la ciudad no he podido o no lo he hecho, no es que no he podido, todo se puede. Pero Guayana es una ciudad súper planificada, es una ciudad estupenda que tiene lugares de recreación que no tiene otras, vale la pena trabajar aquí. Pronio ha recorrido todas las rutas del estado Bolívar para llegar a una conclusión, “esta es una ciudad hermosa, una ciudad que tiene todo. Lo que necesito es que habría que sensibilizarla más, es como que cada quien está metido en lo suyo”.

Desarrollo deportivo notable

Elita Barroso Torres “Yo llegué aquí de Barquisimeto en el 79 y de hecho vine para trabajar con el movimiento cooperativo, una asesoría de una cooperativa de producción de uniformes. Nos quedamos por dos semanas observando cómo venían trabajando, conversando con ellos y conociendo la zona. Y nos pidieron si nos podíamos quedar seis meses más para ayudar a enfocar mejor. Yo tenía mis hijas chiquiticas y yo dije que podría pero tendría que traer a mis dos niñas y me dijeron que podíamos vivir aquí. Arreglamos las cosas en Barquisimeto y vinimos. Después de seis meses decidí quedarme. Me gustó mucho el ambiente en Bella Vista, que es un barrio muy sabroso , relata emocionada Juanita Buchholz, historiadora y profesora de la UCAB Guayana “Yo llegué a conocer a Guayana caminando todas las calles, porque nosotros

Sus primeros pasos los dio en una casa de bahareque en el sector Negro Primero en Ciudad Bolívar. Edgar Pronio recuerda con melancolía la selva que se perfilaba por su ventana, con matas de merey que trepaba con experiencia, los divertidos juegos de paralizao. Evoca la época cuando se dejaban las puertas abiertas de las casas, las visitas a sus amigos y los juegos de pelotica de goma que se daban en la calle. Su talento en la música lo llevó hasta Caracas y tomó la capital como propia, hasta que le propusieron volver a la ciudad para encargarse de la Orquesta Sinfónica de Guayana. Aceptó sin saber el reto que le esperaba en su papel como director. Tiene siete años encargándose de todo, y esto no le ha permitido conocer más la ciudad.

David Bracamonte

tuvimos que levantar un censo de los trabajadores que eran socios de la cooperativa. En eso uno conoció a tanta gente y a tanta buena gente. Me quedo porque yo me siento bien con la gente de mi barrio. Al mudarme a Guayana empecé a interesarme en su historia. Somos nosotros los que hacemos ciudad y nosotros somos los que hicimos la ciudad y creo que muchos de nosotros, los de la generación mayor, es parte de su orgullo, el de estar en Guayana, porque eso lo ayudamos a hacer nosotros. La ciudad es muy nuestra. Yo no me voy, yo estoy contenta aquí”. concluye la historiadora.

Miguel Cambero ha recorrido diferentes plazas en el deporte venezolano, siendo incluso uno de los pilares técnicos de la llamada selección de oro del voleibol obteniendo con ellos muchos éxitos. Ese mismo triunfo que logró en su momento en la selección lo trajo a Guayana hace ya varios años y uno de sus principales motivos fue que “el desarrollo deportivo de Guayana es notable”, en esta ciudad Cambero notó el gran desarrollo sobre todo en estructuras y apoyo deportivo. “El gobernador del estado ha trabajado de verdad por el deporte, y se nota, además que pienso que este estado es

el que cuenta con mayor capacidad de desarrollo de atletas y estoy seguro que se van a lograr grandes éxitos deportivos”, comentó Cambero. El ahora presidente de Idebol, también forma parte de la gerencia de Huracanes de Bolívar, equipo que en dos años ya tiene un campeonato y además un tercer lugar en el sudamericano de clubes que se realizó en Linares, Chile en el 2012.


“Mi nuevo hogar” Andreina Ramírez Maracucho de nacimiento pero bolivarense de corazón. Así es Gastón Maldonado, un personaje respetado y muy querido en este estado en el que encontró su hogar. Maldonado se mudó a Puerto Ordaz en el año 1982 por motivos laborales, y enseguida se enamoró de lo que él llama “el paraíso terrenal”. Su aporte al estado lo ha hecho a través de la gente. Se ha dedicado a ser orientador familiar y terapeuta, además es locutor y productor de “Conociéndonos”, un pro-

Añorando a Sucre Figarella

grama radial que creó hace 14 años y está orientado al crecimiento personal. Pero no es sólo el sentimiento de amor lo que une a Maldonado al estado Bolívar, tres de sus nueve hijos nacieron en esta tierra y su familia también ha decidido quedarse en ella. De los lugares turísticos que ofrece Bolívar los que encantan al locutor son nada más que el espectáculo de la Gran Sabana y, a nivel local, el parque La Llovizna. Maldonado sentencia que Bolívar para él “fue y es mi nuevo hogar, aquí moriré”.

JS

“Como Bolívar no hay dos” AR Ella es oriunda de El Callao pero se mudó a Ciudad Guayana por motivos laborales. Bolívar le ha ofrecido a Yamilet Pinto la oportunidad de crecer a nivel profesional, familiar y personal. Ejerce como locutora de un programa radial y es maestra especializada en la tendencia filosófica conocida como Un

Curso de Milagros. Pinto asegura que “como Bolívar no hay dos, es un lugar único para vivir, estamos cerca de la familia, lugares de esparcimiento y recreación”. Agrega que, después la belleza del estado, lo más importante es que en Bolívar “tenemos todo lo que necesitamos para satisfacer nuestras necesidades primarias, muy a pesar de la escasez”.

Oriundo de El Callao, Tomás Rueda se mudó a Ciudad Bolívar con su familia, luego por migración laboral llegó a Puerto Ordaz. "Tengo 57 años viviendo en el estado Bolívar", responde con orgullo este callaoense. Desde sus inicios en la zona se estableció en Villa Colombia, "cuando todo era zanahoria". Comenta que le gusta mucho ir a su pueblo natal, "se me eriza la piel al pasar el puente". Para Rueda "Ciudad Guayana es un lugar hermoso para vivir. Los mejores tiempos: CVG al mando de Leopoldo Sucre Figarella", afirma. Aunque ama esta tierra,

Rueda no pasa por alto los aspectos negativos que se encuentran: "Me gustaría una ciudad con más seguridad, eliminar las tristes colas para adquirir los alimentos por parte de la población humilde, la explotación por parte del Gobierno a las necesidades de la comunidad", agrega. “Mis padres, mis familiares, mis hijos, mis amigos ganados a través del deporte (fútbol), en todo el estado Bolívar, el calipso, las comparsas de los años 70, la feria de la zapoara en Ciudad Bolívar, el Colegio La Milagrosa y El Paseo Orinoco”, son las cosas que le pasan por la mente al pensar en esta tierra.


Emporio de gente joven y fuerte

“De aquí no me bota nadie” Ainara Fernández Por trabajo Sergio Ceppi llegó a Ciudad Guayana en 1962 desde Caracas, con muchas expectativas por edificar y contribuir en la construcción de una ciudad. “Llegué con 25 años, con la compañía Barsanti que veníamos a hacer el muelle de San Félix que está en La Grúa. En esta época para llegar de la plaza Bolívar a la obra había que agarrar una trocha en una sabana”. Como ingeniero, Ciudad Guayana representaba un reto y una tierra de oportunidades para la edificación, sin embargo, lo que hizo que se quedada en el estado fue que vio a Guayana como “una ciudad de frontera, porque no había nada, y se veía que se iba a construir una ciudad nueva”. Una vez que terminó su trabajo en el muelle, se hizo contratista y comenzó su aporte para el desarrollo de la ciudad. Participó en la construcción de las cuatro represas (Guri, Macagua, Caruachi y Tocoma); ingresando en la primera en la segunda etapa

en 1978; y hace dos años terminó su labor en Tocoma. “Guayana ha sido mi vida. El río Caroní ha sido el hilo conductor de mi vida, porque todas las obras que hice eran alrededor de él. Con la compañía hice muchas obras, trabajé en las cuatro represas, hice la autopista San FélixUpata, la urbanización Los Saltos, la avenida Norte-Sur 10, el movimiento de tierra de parte de Los Olivos, hice los colectores de agua de Los Olivos, los brocales de la avenida Las Américas, participé en la construcción de Alta Vista, e hice la avenida Monseñor Zabaleta”. Cree que Ciudad Guayana pasó de ser una ciudad de fronteras, que había que construirla, en la que cada persona se sentía partícipe de la construcción de la misma, a un espacio desarrollado. “Se llenó de gente que venía de otras partes; y perdió un poquito de la poesía que me atrajo, que era construirla. Pero me quedé porque me gustó la vida de aquí, la quiero mucho, la siento mía (a la ciudad). Siempre dije que si me botan de Guayana por

Andreína Ramírez

la puerta, yo volveré a entrar por la ventana, pero a mí de Guayana no me sacan, pero aquí me quedo”. Destaca que mientras construían la ciudad, sus habitantes se ayudaban unos a los otros y la CVG fue la promotora de la ciudad, porque supo organizar y tenía ganas de ayudar a la gente que estaba trabajando. “Guayana era un reto de hacer una ciudad, esa fue una oportunidad que me dio Dios, a mí me molesta cuando la veo sucia. Si tú quieres a Guayana, la cuidas (…) Todos pusimos nuestro granito de arena y la CVG supo decirnos dónde ponerlo”.

Mandato divino Lilihana Lara Arévalo Acaba de bajarse de un avión que lo trae de Nicaragua y ya está ansioso de volver a la curia guayanesa. Monseñor Mariano Parra llegó a la tierra del calipso, el oro y las industrias en lo que los católicos consideran un mandato divino; y para el resto es una exigencia de Juan Pablo II, quien en 2001 notó en Parra Sandoval las cualidades para dirigir la vacante del arzobispado de esta ciudad. Oriundo de Maracaibo y tras vivir temporadas en Apure y Sucre, a monseñor lo que menos le preocupaba era el calor de estas tierras. Guardaba especial cariño por la urbe donde concelebró durante la primera visita

papal. El lugar elegido fue el terreno donde ahora se aspira erigir la catedral; proyecto que lo mantiene atento y por el que lucha. Las virtudes de los miembros de la diócesis lo hacen confesarse un hombre enamorado de Guayana. “Creo que es una diócesis muy viva, con muchos deseos de trabajar. Si me quitan de Guayana, me pongo mal”, revela entre risas. -¿Será que se enamoró porque comió sapoara? -Nunca he comido sapoara y no tengo ningún interés es hacerlo. Cuando estaba en Apure comí acurito, que dicen que si lo comes, te quedas. En Cumaná era el corocoro. También me fui. ¿Voy a comer para no quedarme? Prefiero dejarlo así.

Cuando el creador del Parque La Llovizna Rafael Mendoza habla de las bondades de Ciudad Guayana hace énfasis en que “es un emporio de gente joven y fuerte que va a ser de este país, un lugar hermoso y grande”. De esta manera expresó que “tenemos una selva dentro de la ciudad (…) estamos ante la presencia de espacios únicos que hay que preservar. El equilibrio entre la naturaleza y el ser humano es clave”. “Todos nuestros parques son una cosa bellísima, cuando te paras allá y miras ese Auyantepui, ese Salto Ángel, dices: los ángeles están con nosotros”. También comentó que “los parques están llenos de seres mágicos, de los duendes, de las cosas más increíbles, cuidándonos como humanos

muy especiales”. Desde la perspectiva de Mendoza en la naturaleza de la ciudad “hay tanto que ver, recoger y decir para entender lo grande que somos y por qué el creador nos puso en la tierra a nosotros, con la intención de manejar todo el planeta y las especies a su imagen y semejanza”. Para finalizar realizó una reflexión: “Vivimos en un solo conflicto, todo es un problema… pero vamos a hacer la paz, vamos a trabajar por ella, para todos porque vivimos en un país increíblemente bello”.


“No me gustaba pero aprendí a quererla” Arianna Silva De ascendencia holandesa, Wijs Lingstuyl, chef caraqueño de 27 años llegó a Ciudad Guayana hace seis años y por ahora no planea ir a ninguna otra parte. “Muchos caraqueños empiezan a decir que Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra,

es difícil despegarse de la ciudad por todas las actividades culturales, teatrales, una diversidad de actividades. Pero cuando tienes sueños, tienes metas de crecimiento para el desarro-

Todo orgullo Fabiana Dos Reis Nacido en Tumeremo, criado en Ciudad Bolívar y asentado en Ciudad Guayana, el máximo anotador del fútbol venezolano, Juan García, se siente orgulloso de todo lo que implica el estado Bolívar. No sólo es por sus paisajes, “Juancho” está muy arraigado a su tierra y le gusta absolutamente todo. “Estoy orgulloso de nuestra gente, de nuestros minerales, del fútbol, del calipso, de nuestros parques y por supuesto de mi Tumeremo”, soltó el experimentado jugador. Aunque su carrera lo ha llevado a vivir en múltiples ciudades del país, para él no hay nada como su natal Tumeremo o donde reside en Ciudad Guayana. “Nuestra ciudad está rodeada de dos bellezas de ríos que son el Orinoco y el Caroní”, recordó. Una de las cosas que más

El comisario Lezama se queda aquí LMC

echa de menos cuando está fuera del estado por compromisos profesionales es la casita de barro en la que se crio en Tumeremo, cada vez que puede la visita, porque para él representa un sentimiento muy especial. “Otra de las cosas que más he extrañado es jugar en el Cachamay, en ese estadio he estado más de la mitad de mi carrera”, enfatizó García.

Armonía entre naturaleza y metrópoli

Lo primero que recuerda José Gregorio Lezama de su llegada a Ciudad Guayana es el único puente que unía a Puerto Ordaz y San Félix: el Caroní. “¡Ahora hay tres! Tenemos represas, más industrias, comercios... Antes era el centro de San Félix y El Trébol, el Pin donde jugábamos bowling. La ciudad cambió”. Lezama es comisario del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) desde hace 22 años, cuando era la antigua Disip. Pertenece a la primera promoción de Patrulleros de Caroní y sus profesiones de abogado, licenciado en Educación y maestría en Dirección

Estratégica, las ejerce bajo el cargo de comisario jefe del Comando Especial Antisecuestro del Estado Bolívar. Es de Caracas y lo recomendó el gobernador Francisco Rangel Gómez para que prestara apoyo a la gestión en materia de seguridad, también fue reconocido ampliamente por el general Julio César Fuentes Manzulli, de-

Macagua, ubicada en plena ciudad, y obviamente las caídas de agua en La Llovizna y el Cachamay", expresa este profesional de la comunicación. En sus palabras hace mención al “Casco Histórico de Ciudad Bolívar, la Gran Sabana con su imponente Salto Ángel y el encantador anecdotario de El Callao con su oro, el carnaval y el calipso".

bido a su entrega y capacidad en el área. “Se trataba de apoyo, quizás era cuestión de tiempo, pero me quedé. Tengo a mi esposa y mis hijos. He vivido en San Félix y en Puerto Ordaz, veo el crecimiento de la ciudad, veo los cambios. Pero definitivamente estoy quedado: soy guayanés”, resalta con firme voz.

“Todavía es la clave del desarrollo nacional” Christian Hernández

JS Aunque sólo tiene 9 años en el estado Bolívar, Ángel Pirela se considera parte de esta tierra. De origen maracucho, este periodista siente un profundo amor por este estado. "De Ciudad Guayana me gusta la sorprendente armonía existente entre la naturaleza rutilante y la planificada urbe. Disfruto, junto a mi familia, los paisajes impactantes, tales como, la fusión del Orinoco y el Caroní, la magnificencia de la represa Antonio José de Sucre en

llo de una empresa, Puerto Ordaz tiene mucho todavía, muchísima tela que cortar”. Recuerda que hace seis años no estaban ningunos de los grandes edi-

ficios en Alta Vista, sólo en el centro Orinokia. “Si en ese tiempo la ciudad cambió de ese modo, dentro de 1015 años podría tener muchísimo potencial”. A Lingstuyn le “fascina vivir acá, al principio no me gustó mucho, por el clima, no conocía a nadie, pero ¿sabes qué es lo mágico de Puerto Ordaz?, que todas las personas que se movieron de otras partes del país vinieron acá a trabajar, y la ciudad creció con ese sentimiento”. Considera que “a pesar de que la ciudad no está al 100% como hace seis años, la ciudad está prendida de esa sensación de crecimiento, de que vamos a trabajar, a echarle pierna, y aquí el que se lo propone hace plata”. Este caraqueño no se queja, profesional y académicamente le ha ido bien en Ciudad Guayana. “En general el guayanés es una persona trabajadora, carismática, un poco difícil en muchos aspectos, pero ahora que tengo dos hijas guayanesas, mi punto de vista cambió por completo”.

Cuando el cineasta Juan Vicente Núñez habla de Ciudad Guayana no puede dejar de mencionar las muestras de apoyo que ha recibido la industria cinematográfica criolla por parte de su gente. Al realizador audiovisual no le cuesta afirmar que “los guayaneses apoyan más que nadie en Venezuela al cine nacional, en cuanto a la asistencia del público”. Este entusiasmo del guayanés por las películas venezolanas ha permitido a muchos directores y cineastas prolongar la estadía de sus obras en las pantallas de cine. Pero Juan Vicente Núñez piensa que Ciudad Guayana puede aportar mucho más al cine nacional. Según su percepción, en

Guayana existen “contrastes de luz” y paisajes, como “la vista desde el Parque La Navidad” que son ideales para producir filmes, lo que convertiría a la ciudad en la loca-

ción perfecta. Y precisamente lo que más le gusta al director sobre Puerto Ordaz es su “organizada distribución de las diferentes partes de la ciudad, el hecho de que está alrededor del Parque La Llovizna, el Cachamay y entre los ríos Orinoco y Caroní”, convirtiéndola en el sueño de todo productor audiovisual. Juan Vicente Núñez llegó a la zona en 1971 siendo apenas un niño. Es egresado del Colegio Loyola-Gumilla y tiene una larga carrera en el área audiovisual, que incluye estudios en la ciudad de Los Ángeles, California. Sin embargo, el realizador se dedica al fortalecimiento de la industria cinematográfica regional, porque para él “Guayana todavía es la clave del desarrollo nacional”.


“Mis raíces están en Guayana” David Bracamonte Daniel Mora

“Lo que me queda, lo viviré aquí” Lilihana Lara Arévalo Detrás de Carola Pinto se juntan los aromas de empanadas, pastelitos, salsas y jugos que vende en Lonchería Monyca, el local que levantó junto a su esposo hace unos cuantos años. Natural de Bucaramanga, Colombia; Carola se vino a Guayana cuando huía de la inseguridad que llenaba las páginas rojas de su país; una guerrilla activa que la hizo temer por el futuro de

sus hijos. No sorprende entonces que lo que más recuerde de esa Guayana de los 80 sea la tranquilidad. “Nos dimos cuenta que podíamos conseguir algo. Siempre fuimos trabajadores y aquí había mucho”, dice con los ojos brillantes al tiempo que rememora una ciudad con pocas vías de transporte y con un aparato industrial en pañales, pero cargado de promesas y sueños. Hoy está tan acostum-

brada a Guayana que la pasa mal en su tierra natal. “No quiero nada con el frío”, dice entre risas. Se siente tan guayanesa que habla emocionada de Leopoldo Sucre Figarella y se aventura a una realidad alterna, con una ciudad aún más desarrollada de estar él presente. “A Guayana le hace falta crecer todavía. Dios quiera que si yo no la veo crecer, lo hagan mis nietos. Ya tengo sesenta años. Lo que me queda, lo viviré aquí”.

Carlos Hernández fue referencia fija del béisbol guayanés en la Lvbp y las Grandes Ligas por mucho tiempo, y siempre tiene presente a su ciudad. “Nací en esta bellísima ciudad, es donde conocí a mis mejores amigos y mi mejor coach de béisbol, al cual le debo tanto por inyectarme ese deporte que llamamos El Rey de los deportes en Venezuela”, este mánager es Mario González. “Me crie en mi bonita y extrañada UD-104 en San Félix, donde di mis primeros pasos, ahí yo jugué con pelotas de teipe , gomita y todo lo que se pareciera a una pelota, estoy orgulloso de tener unos padres y hermanos que me apoyaron y me cuidaron tanto para seguir en mis buenos pasos con el béisbol”, comentó. Algo que dejó claro Hernández es que, “nunca se me olvidará de dónde vengo, mi adorada y extrañada Ciudad Guayana. Tengo 28 años viviendo en este gran país (Estados Unidos) que me dio la

oportunidad de hacer mi sueño realidad, ser un pelotero de la gran carpa por varios años, pero lo triste para una persona como yo de muchos sentimientos es que cuando sueño con mi pueblo, mis queridos amigos y familiares y me despierto y no están allí conmigo, me da una tristeza tan grande que hasta me pongo a llorar. Mis raíces están en Guayana y por eso la quiero, adoro y extraño mi linda Ciudad Guayana...”, sentenció.


Yohan Velásquez

Sinónimo de modernidad

“De mi ciudad me gusta todo”

Karla Benítez

LMC

Para Francisco Salazar, periodista y presidente de CVG Fundeporte, Ciudad Guayana es sinónimo de modernidad, “es una ciudad amplia, espaciosa, con todos sus servicios”, por un lado. Mientras que, por el otro la cataloga única por, “la naturaleza misma que la rodea. Podemos contar con paisajes, ríos, selva, lagos en un mismo lugar”. Recordó que es oriundo de Margarita, pero se trasladó a la ciudad en el año 1957 porque sus padres vinieron a trabajar; es por ello que desde 56 años adoptó esta urbe como suya. Tanto así que anualmente realiza recorridos por los ríos para llevar ayuda a los más necesitados habitantes que se encuentran en sus riberas, además encabeza la fundación que organiza los Juegos

Carlos Alfredo González tiene bajo su mando 60 policías del estado Bolívar (PEB). Es el coordinador de la comisaría de Francisca Duarte desde hace tres años, a los que suma otros 20 al servicio de PEB. Es oriundo de La Sabanita, en Ciudad Bolívar. Aunque allá están sus afectos, su vida la hizo aquí: en Guayana. “De mi ciudad me gusta todo. Jamás la dejaría, aquí está mi trabajo, lo que me gusta. Está mi familia, aunque también tengo en Ciudad Bolívar, pero eso es cerquita”, cuenta mientras deja a un lado su cafecito de la tarde. Enfatiza que de Guayana hay que mantener lo bueno y cambiar lo malo. En eso orienta a sus muchachos de la policía; les recuerda que a pesar de continuar las mismas di-

Deportivos Interempresas de Guayana, uno de los símbolos del deporte laboral del estado y el país. También destacó que Guayana es agradable en todos sus aspectos, sin embargo como la mayoría de sus habitantes pide un poco más de seguridad en sus calles y avenidas.

“Lo más grande de este mundo"

Amor por La Llovizna JS

Julmilis Solano Una historia llena de enseñanzas compartidas, así es la vida de Isaura Gómez de Ayala, la maestra de Upata, quien expresa que lleva esta tierra en lo más profundo de su ser. 93 años es su edad y también es el tiempo que tiene en el estado Bolívar. Desde niña se esforzó por enseñar a los más pequeños. Sin recursos, pero con muchas ganas daba clases debajo de una mata de mango. Ella es patrimonio cultural de Upata. "La gente de Upata es buena, es cordial y amis-

rectrices, para ser policía profesionales hay más filtros y eso es lo que quiere la gente, policías de calidad. “Es nuestro aporte para Guayana. Una tierra con industrias importantes y paisajes bellos. Soy nativo de Bolívar y quiero bastante a todo mi estado”, sentencia.

tosa, no tiene maldad", afirma la maestra. Al hablar del estado Bolívar no puede dejar de mencionar "la cordialidad de sus habitantes, su generosidad y la inmensidad de sus paisajes, destacando la Gran Sabana, el Orinoco y sus ciudades principales, además de sus tribus indígenas". Una pregunta fácil, pero

que cala en el subconsciente de esta maestra es: ¿Qué es lo primero que le viene a la mente cuando le mencionan al estado Bolívar? "Es mi tierra, lo más grande de este mundo que Dios nos dio. Es la patria, la patria que florece. No quiero salir del estado Bolívar", respondió en forma poética este baluarte upatense.

Nehemí Luna es una locutora con trayectoria en el estado Bolívar, su trabajo es reconocido por el público de esta zona. Cuenta que sus abuelos paternos y maternos vinieron a este territorio atraídos por las oportunidades de entradas económicas que la región ofrecía. “Hace 14 años vine para quedarme". "El orden y la planificación de la ciudad, la limpieza, las matas de mango, las avenidas anchas, nunca he visto un asfalto tan perfecto como el que había en Puerto Ordaz en los 80", son algunas de las características que extrañaba Nehemi cuando estaba fuera

de Venezuela. “Siempre hablo con orgullo y enamoramiento de La Llovizna, es un espacio maravilloso lleno de belleza y buena energía", afirma. “Lo primero que me viene a la mente al pensar en Ciudad Guayana es mi familia, amigos, aquí he hecho y sigo haciendo un nombre, es la tierra en la que nació mi hija. Guayana es parte de mi infancia y de mi crecimiento".



“Me quedo con sus parques y el CTE”

“Somos hijos de la tierra del hierro” MES Desde Zulia, la tierra amada por el Sol se vino en 1987 Nurys Pinto. La decisión no fue suya, a su padre le ofrecieron un trabajo que no pudo rechazar, por eso ella y su familia dejaron su querida Maracaibo y se aventuraron a lo desconocido. Ella recuerda que la ciudad era muy hermosa y noble, en esa época “tenía muchas oportunidades para los que somos foráneos, y desde ese momento esta ciudad nos albergó como unos hijos más de lo que es la tierra del hierro. Le estoy muy agradecida, a mis hermanos, a mi mamá, mi papá y

a mí nos brindó calidez y oportunidades”. En sus primeros días aquí se percató que “la ciudad carecía de amor por los propios guayaneses y como es característica de los zulianos, el nacionalismo y el amor a la idiosincrasia, para mí fue fácil devolverle a la ciudad el amor que me daba y hoy en día es mi tierra también”. “A veces los guayaneses toman por sentado la ciudad, yo quisiera que se dieran cuenta de la suerte que tienen de haber nacido en esta tierra tan bendecida”. “Decir lo que más me gusta de esta ciudad sería muy corto, pero lo que más admiro es que tiene un pul-

AR

món vegetal dentro de un emporio industrial”. “Es que tener una ciudad que conjugue la parte natural con la industrial, creo que es única en el mundo, Ciudad Guayana tiene todos los escenarios y puedes hacer lo que quieras”.

Luis José Vallenilla Pacheco contaba solo con cinco años de edad cuando su familia decidió dejar Caracas, su ciudad natal, para trasladarse al estado Bolívar y construir aquí su nuevo hogar. Esta ciudad lo vería crecer y en sus calles se convertiría en el jugador que hoy es. Vallenilla es futbolista de profesión, tiene la posición de defensa en el equipo bandera del estado Bolívar, Mineros de Guayana. Conociendo las preferencias de Vallenilla Pacheco no es de extrañarse que sus lu-

gares preferidos de este territorio sean el imponente Centro Total de Entretenimiento Cachamay y los parques de espacios Puerto Ordaz, donde él pasa entrenándose la mayor parte del día. Este caraqueño asegura que se queda en el estado Bolívar “porque es una ciudad muy organizada” y que además, promete seguir creciendo. En una palabra Vallenilla describe a Bolívar como un estado de “progreso” y aquí se quedará porque aunque no es su tierra, sí es la de su primogénito y es en estas fronteras donde espera verlo crecer.

Por su gran pulmón MES Ciudad Guayana cuenta con recursos naturales únicos, así lo aseguró Alejandra Tello, quien llegó a Venezuela en la década de los setenta del siglo pasado, cuando sus padres salieron de Chile buscando comenzar de nuevo. “A pesar de los años todavía se puede ver la planificación de la ciudad es por eso que no se hacen colas,

por otro lado a Guayana todavía le falta crecer, sigue siendo una ciudad muy joven y pequeña”. Para ella la ciudad cuenta con un “plus”, su propio “pulmón”, La Llovizna, un sitio en el que puedes desconectarte del ajetreo cotidiano y relajarte, para disfrutar de lo natural. Un lugar en el que los guayaneses se reúnen para ejercitarse y distraerse de la cotidianidad.

“La zona de la escultura” AR

“Aquí logramos desarrollar nuestros negocios” AR “Cuando llegué a Guayana me enamoré de ella por su urbanismo, sus calles limpias y ordenadas así como por sus industrias”, señaló Haydee Luna, nacida en Perú, pero residente en la zona desde hace más de 20 años. Luna y su esposo se dedicaron al comercio en San Félix desde que llegaron al país, por lo que apunta sus metas logradas: “Aquí logramos desarrollar nuestros negocios dedicándonos a lo que nos gusta”.

Solo un sentimiento le bastó a Alexis Sequini para quedarse prendado con el estado Bolívar, y su gente, “me enamoré del río y de una guayanesa”, confiesa el artista plástico. Sequini llegó a Ciudad Bolívar en la década de los 70 para trabajar en una de sus pasiones, la fotografía, y para dar clases de pintura en Ciudad Bolívar en el Taller de Arte “Mamá Machado Guevara” y manifiesta que en aquel entonces pensó “el Sur, me gusta la idea”. Hace 14 años que hizo de Guayana su hogar y aquí piensa quedarse, enamorándose cada día más del estado que él hizo suyo. Sequini se trasladó desde la capital del estado a Gua-

yana y encontró que esta es “la zona de la escultura” y además, descubrió una nueva inspiración para sus obras, el agua. La Gran Sabana, su paz, los espacios, los colores, representan el espacio predilecto del artista en esta tierra. La mixtura entre lo que ha hecho la mano del hombre en el estado y las bondades naturales que tiene hacen que Sequini lo describa en una palabra como “exuberante”.


“La ciudad de las oportunidades”

Nuevos horizontes

AB

MES

María Bonalde nació en Maracay, estado Aragua, y abandonó su tierra hace 12 años para comenzar una nueva vida en Ciudad Guayana. “Mi mamá es oriunda de Upata, se fue muy joven de aquí, hizo su vida en Aragua y otra vez nos vinimos”. La razón para regresar fue por el espacio, considera que en comparación con el centro del país vivían como “sardina en lata, mucha gente y poco espacio”. “Vivíamos alquilado y sin oportunidad de conseguir una vivienda por el poco espacio, por eso estudiamos venirnos y a los dos años conseguimos un terreno donde vivir. Sabemos que la ciudad es cara en comparación con el centro del país, pero es importante destacar que hay más fuentes de trabajo. No hay tanta demanda como allá y cuando vienes del centro y sabes hacer tantas cosas se puede sacar provecho”. Lo que más le gusta de Ciudad Guayana es la gente, a su parecer el guayanés es más “efusivo”, en cambio en el centro son más “combativos”, “aquí hay una mezcla muy bonita, la gente además de reclamar su derecho también es solidaria, hay más hermandad entre vecinos”.

Maira Torrealba es una ingeniero industrial, procedente del estado Lara, que se vino a Guayana hace once años buscando nuevos horizontes. Uno de los motivos que la llevó a tomar sus maletas y explorar otros rumbos fue el poco trabajo disponible en su Barquisimeto natal. En estos años Maira asegura que una de las cosas que la enamoró de Guayana es que sigue siendo una “ciudad tranquila, no hay tráfico y todavía se puede vivir”.

“Crecí con los privilegios de esta tierra” MES

Para ella Guayana se resume en un nombre: La Llovizna, “un lugar para relajarse, distraerse, hacer

ejercicios pero sobre todo para recargar energías de lo agobiante que puede ser la vida”.

“Guayana: una ciudad joven” MES La población de Guayana tiene orígenes diversos, ingenieros, periodistas, médicos, todos vieron buscando una nueva vida, una especie de sueño venezolano y Maritza Godoy, médico anestesiólogo no es la excepción. En los años noventa llegó a Puerto Ordaz por un nuevo empleo, aquí se casó y formó su familia.

Sus hijos son guayaneses y esa es una de las razones por la que no regresa a su natal Mérida. Para ella Guayana aún es sinónimo de tranquilidad, de juventud. “Cuando me iba a venir lo que más que gustó era que Guayana era una ciudad joven, se veía muy planificada y bonita, me gustó la forma como estaba distribuida”.

Despedida melancólica AC Roberto León, peruano de nacimiento pero nacionalizado venezolano, llegó a Venezuela en 1979 y a Ciudad Guayana hace 15 años, cuando la región prometía una gran estabilidad económica. “La cosa estaba buena, había movimiento de dinero, había crecimiento en Guayana más que en otros estados de Venezuela”. Fue esta una de las principales razones que lo atrajo y que luego lo hizo querer a esta tierra tanto como a su país natal. El clima, la amplitud de los espacios y el orden son características que destaca de la ciudad. “No es como Caracas, llena de cerros”. En Guayana León inició su labor en el

campo de la economía informal y creó una familia. Hoy tiene un sabor agridulce que lo hace regresar a su patria. “Antes había estabilidad de moneda, de precios, estabilidad de vida, ahora nadie está seguro, estamos viviendo sin

ley”. Le duele decirlo, pero la situación económica de Venezuela lo obligó a comprar sus pasajes y en agosto retorna a Perú aun amando a esta ciudad, donde además de los buenos recuerdos también quedan sus hijos.

Raquel Indriago es muchas cosas: manualista, conductora de un programa televisivo, abogada, pequeña empresaria pero por sobre todas las cosas es una orgullosa guayanesa. Pertenece a la generación que nació en Guayana, creció disfrutando de los “privilegios de esta tierra” y agradecida por lo afortunada de es vivir en una región tan rica. Esta mujer trabajadora asegura que se siente maravillada por los hermosos paisajes que rodean la ciudad y que son únicos en el país. Expresa que le gusta Guayana porque considera que “somos los venezolanos más privilegiados del país, tenemos a patita de mingo jajajaja como dicen coloquialmente, todas esas hermosuras naturales, como lo son el Salto La Llovizna y el parque Cachamay”. Pero nada se puede comparar o nada se asemeja a esa inmensidad de ríos como lo son el Orinoco y el Caroní atravesando la ciudad porque sencillamente “eso no tiene precio, ninguna otra ciudad de Venezuela cuenta con eso”.


“Me siento guayanesa” “Un paraíso bañado por la gracia de Dios”

Alejandra Balliache

Procedente de Guárico, Geinis Condales llegó a Ciudad Guayana hace 20 años cuando era apenas una joven recién graduada. En aquella región llanera se comentaba lo pujante de la zona del hierro debido a las Empresas Básicas: “Mejor sueldo, mejor clase de vida, eso es lo que uno busca”. Al pisar territorio Guayanés se sorprendió por su belleza planificada.

Su primera residencia fue en el centro de Puerto Ordaz a principios de los 90, y trabajó en cafetines, pues era el área de alimentos donde le gustaba laborar. Le llamó la atención la tranquilidad que se respira en Guayana y decidió establecerse. Fue aquí donde se casó y tuvo a sus hijas. “Me siento guayanesa, mis hijas y mi esposo son guayaneses y me siento de aquí, no quiero regresar”.

AR

Llegó de casualidad y se quedó para siempre AB “Estoy aquí de carambola. Yo nací en Lima. Cuando terminé mis estudios iba a España a estudiar Veterinaria, pero como tenía un hermano en Upata, me vine a Venezuela a estudiar en la UCV de Maracay, en la época de Betancourt; pero con las huelgas y la guerrilla me tuve que ir del país cuando estaba en segundo año”, expresa el veterinario Miguel Pasco. Mucho tiempo después regresó porque su hermano lo llamó. La idea de vivir en Upata no le llamaba la atención, pero Ciudad Guayana -a finales de los

60- estaba naciendo y no existía una clínica veterinaria, se le ocurrió entonces establecer la primera y alquiló la casa en la urbanización Orinoco donde aún ofrece sus servicios. “Había mucho movimiento en esa época, estaba naciendo Guri, Sidor, había muchos alemanes, americanos”. Con la clínica le fue muy bien, 40 años han transcurrido desde ese entonces, lapso en que nació una generación que le seguiría los pasos como veterinarios. “Para mí la mejor ciudad de Venezuela en esa época fue Ciudad Guayana. Era donde mejor se vivía. Para acá me vine y aquí me quedé”.

El párroco de la Iglesia Nuestra Sra. De Coromoto, el padre Miguel Ángel García, expresó el motivo por el que ama esta zona: “Sin lugar a dudas, Ciudad Guayana es una tierra bendecida por Dios, lo que más me gusta aparte de su ubicación geográfica, sus ríos, parques y paisajes, es su gente, luchadora y progresista con visión de futuro”. Para García las bellezas naturales de Guayana son parte importante de la región pero enfocó su opinión en los habitantes. Desde su punto de vista las personas que viven en esta ciudad son capaces de “superar dificultades, son

abiertos a compartir y convivir con todos”, lo que le parece una gran cualidad. También hizo referencia a aquellos que “han sembrado, que han otorgado aportes en el área de la cultura y tradiciones de diferente regiones del país así como de otras nacionalidades”, tomando en cuenta que por ser una ciudad planificada fueron muchos los que llegaron de otros lugares hace varias décadas. Antes de cerrar sus ideas el párroco destacó que los ciudadanos son los que han hecho “de esta tierra su hogar y su mundo, un paraíso bañado por la gracia de Dios”.

Orgulloso de esta tierra Andreína Carrasco “En 1969 llegué a esta tierra de gracia”, dice orgulloso el destacado pitcher del softbol del estado Bolívar Salvador Sánchez, mejor conocido como “Pata e Clavo”. Vino por una oferta de trabajo en Edelca, pero sus habilidades para el deporte lo hicieron quedarse y asentarse en Ciudad Guayana. “Esta es una ciudad muy bonita, una ciudad de progreso”. Nació en Chiguana, un pueblo del estado Sucre, pero hizo su vida aquí. “Me siento un guayanés más, mis hijos son guayaneses y entonces pa' donde va uno con esta pata hinchaa' ”. Por su mente ha pasado la idea de dejar la ciudad debido a la delincuencia. “La inseguridad es lo que nos está matando, si aquí la inseguridad no fuera tan la-

tente como está ahorita, esta fuera una ciudad feliz”. Sin embargo, Guayana conquistó su corazón. “Esta es una ciudad planificada, nunca ha perdido su encanto y me siento orgulloso de vivir aquí en Puerto Ordaz. Mucha gente que viene de afuera quisiera residenciarse, todo el que llega le gusta la ciudad, no he visto a una persona que me diga que no le gusta, al contrario”.

“Guayana tiene de todo” AB Yordanny Izzo está contento con su ciudad: “En Guayana nosotros lo tenemos todo: agua, luz; somos el centro piloto de Venezuela y más en Caroní donde tenemos todo. Es una ciudad donde vivimos tranquilos, no es como en Caracas que todo es un desespero, allá la gente anda como eléctrica, aquí no. Guayana yo no la cambiaría por nada (...) Ciudad Guayana no es lo que era antes, es una ciudad más activa, el único problema grave es que hay demasiado vehícu-

los y las vías nos quedaron chiquitas. Las redomas quedaron pequeñas. Pero comparada con otras ciudades es limpia y hay más libertad”.


Guayana: Lugar de auge Andrehana Ortega

Una paz insustituible AB Oriana Tuset es una joven guayanesa de 23 años, recién graduada que decidió quedarse en su tierra natal. Dice que esta “es una ciudad nueva, joven, comparada con Caracas, Puerto La Cruz, que son bastantes congestionadas, aquí todavía se puede transitar y no se vive con tanto estrés. Es grande, tiene diversidad de distracciones: parques, centros comerciales (...) Prefiero quedarme aquí porque es el lugar donde nací y me desenvuelvo, y todavía puedo disfrutar de la paz, en comparación con Caracas, de llevar una vida más suave”.

“Nací en Ciudad Guayana. No me voy de aquí porque esta es una de las ciudades con más auge, con gran empuje, con personas que trabajan día a día para hacer de esta ciudad la mejor de Venezuela, donde se puede trabajar y tener un emporio industrial”, señala María Mentor, coordinadora del Hemocentro Guayana. Indica que “muy a pesar de lo que puedan decir, los guayaneses somos personas abiertas que recibimos con los brazos abiertos a todos aque-

llos que nos han llenado la ciudad de otras personas que trabajan y quieren a Guayana”. Mentor asegura que “aun teniendo la oportunidad de haberme ido a otros estados, me quedé aquí por nací aquí y estoy dando lo mejor de mí como profesional para mi comunidad. Ciudad Guayana ha crecido desde el punto de vista arquitectónico, y se han visto grandes cambios en comparación con otros estados que son de mayor importancia. Reconoce que “la receptividad que se tiene en Guayana para emprender cualquier actividad, también hace que sea

AC

mi pequeño tesoro, por ejemplo, aquí el deporte tiene mucho auge, como el básquet y el voleibol que en los últimos años se ha convertido con el centro de atracción y con una fanaticada que en cualquiera otra parte la han de envidiar”.

"Me dieron un pedacito de tierra pa' vivir" AC Juana Reyes y su esposo se mudaron de Chile directamente a Puerto Ordaz por una oportunidad de trabajo en la Siderúrgica del Orinoco “Alfredo Maneiro” (Sidor). “Tenía 40 años, ahora tengo 70 o sea que 30 años los he vivido aquí y no me voy, aquí me dieron un

De Carúpano Carmen López se trasladó a Ciudad Guayana buscando una vida mejor y la encontró. “Me vine para acá por el progreso, porque sabes que aquí hay fuentes de trabajo y entonces uno se viene aventurado. Acá vivía mi hermana, viví con ella un tiempo hasta que hice mi vida formal, me casé y eso. Mi esposo trabajaba en una pequeña empresa y bueno yo monté mi negocio”. El cambio le gustó. Dice que es una ciudad moderna y bonita, con sitios naturales para la recreación como los parques Cachamay y La Llovizna. “Ya me acostumbré aquí, creo que esta es mi tierra”.

pedacito de tierra pa' vivir. Aquí voy a dejar los huesos porque ya no vuelvo pa' Chile por la situación como está y ¿pa' vender todo? ¡No hombre! ¡Cómo cuesta un mundo hacer todo esto! Esta ciudad es la que a mí me gusta, he ido a otras pero ninguna es bonita como esta. Me gusta la naturaleza, los paisajes y los ríos”.

Diseñada como una ciudad moderna

“14 años de cambios”

AS

AON “Luego de vivir 30 años en Caracas me presentaron un proyecto para trabajar hacia el sur, en la parte de ingeniería para las Empresas Básicas del Estado y cuando llegué a esta ciudad un 2 de febrero de 1999, decidí construir mi casa y que me iba casar y echar las bases. Anteriormente había venido a hacer pasantías y ya la ciudad me había gustado”, relata Henry Henriquez, director regional de la Dirección de Prevención del Delito. “En la actualidad me encuentro formando en valores a la juventud que se está educando en Guayana, soy fiel creyente que a los jóvenes de esta ciudad hay que darles herramientas para que hagan de esta ciudad algo mejor, es por esta razón que jamás pensaría en irme de esta ciudad, imagínate que San Félix y

Atraída por el progreso

Puerto Ordaz en los 14 años que tengo acá han cambiado mucho, ya no son las mismas, hemos crecido en edificios, en supermercados, centros comerciales y se está haciendo una vida social”. “Absolutamente todo está concentrado en Ciudad Guayana, sin embargo, soy partidario de que no se puede olvidar nuestra esencia, nuestras raíces en el casco histórico de Ciudad Bolívar y la historia de Upata, en fin de todos esos poblados del sur que han alimentado la esencia de Ciudad Guayana”.

Israel Carpio vive en Ciudad Guayana desde el año 1958 y ha visto crecer esta urbe. “En ese momento no había nada, solo el campo de la Ferrominera, llegué muchacho, vivía con mi hermana y mi cuñado que trabajaba en lo que era la Orinoco Minning Company”. Recuerda que estudió hasta 6to grado en una escuela de Ferrominera, la Diego de Ordaz, después cursó bachillerato, pero trabajaba y estudiaba y se decidió por lo primero, por lo que cursó hasta 3er año de bachillerato. Afirma que Puerto Ordaz fue diseñada como una ciudad moderna, que tenía todas las comodidades. “En estos días de lluvia que se ven esos pozos de agua por la redoma Chilemex, se ve que no sucede lo de antes, en la Cuarta República se preocupaban por la limpieza de la ciudad, era la tacita de oro de América, es considerada la mejor planifi-

cada de América Latina, con todas sus comodidades”. Le gusta Ciudad Guayana, su gente que “tiene muchas condiciones humanas, son muy receptivos con los turistas, con la gente que viene, son ese tipo de cosas indispensables para una ciudad como esta”.


Por un fin de semana y se quedó 23 años

“Aquí levanté a mis 16 hijos”

AC

AON “Mi vida la he vivido acá en Ciudad Guayana, aquí levanté a mis 16 hijos a punta de trabajo. Me trajeron de un año para acá. Cuando estaba en vigencia el gobierno de Marcos Pérez Jiménez mi papá tuvo que mudarse de Monagas porque la cosa no estaba muy buena”, relata

Carmen Fernández, líder vecinal de La Grúa. “En esta ciudad se muere de hambre el que es flojo. El que quiere trabajar en San Félix y Puerto Ordaz lo consigue todo. Yo hago ventas de

dulces, panes, cachapas y de eso he vivido y gracias a Dios no me ha ido mal y con esfuerzo a pesar de lo cara que puede ser esta ciudad hay oportunidades para trabajar”

“Vine por un fin de semana y el fin de semana se me ha hecho largo, ya tengo 23 años”, expresa sonriente Juan Rondón. Tenía 21 años para esa época, trabajaba en Caracas y vino a pasar unas vacaciones con la familia. “Me fue gustando la ciudad por lo tranquila, lo limpia, lo bonita que era antes y las oportunidades que fueron ofreciendo. Ahorita, a 23 años que tengo en la ciudad esas ilusiones como que han ido decayendo un poco pero no importa seguimos construyendo ciudad, como se dice, y tratando de ser mejores (...) Aquí conocí a mi esposa y tengo tres hijos, logré lo que nunca había hecho en mi ciudad natal (Caracas)”.

He visto crecer a San Félix” “Irme no está, ni AON

Orgullosa de enseñar las bellezas AS De padres portugueses, esta caraqueña llegó a Puerto Ordaz hace casi 30 años. “Me trajeron”, dice entre risas la comerciante María Macedo. Recuerda que a ella y a su esposo les salió trabajo en Ciudad Guayana y “nos vinimos”. Ya Macedo había venido a visitar a unos familiares y “me gustó, sentí que era limpia y bonita. Aunque ya no es lo mismo en cuanto a la seguridad y la limpieza, antes todo estaba limpiecito”.

Manifiesta que no quisiera irse a vivir a Caracas, pues considera que Puerto Ordaz es más seguro y tranquilo, además “todo el estado Bolívar es muy bonito y aquí tengo mi negocio. No me iría de aquí a otro estado de Venezuela”. Cuando su familia viene a visitarla siempre los lleva a los parques de Ciudad Guayana. “Me siento orgullosa de enseñarles las bellezas que hay, siempre que viene alguno vamos al Cachamay, La Llovizna, Los Castillos”.

Alberto Díaz, líder comunitario de La Grúa asegura: “He visto crecer a San Félix, he evidenciado cómo esta ciudad ha crecido y se ha adaptado a los tiempos modernos. No me voy de Guayana porque mantengo la esperanza y sé que esta es una ciudad que se merece que los que hoy ya somos viejos, formemos a las nuevas generaciones de esta ciudad, para que sientan arraigo y amor por este pedacito de tierra”.

estará en mi planes” AON “Me vine del Perú contratado por algunas empresas de la zona, en cuanto llegué decidí quedarme porque me gustó, porque más allá de que había una fuente de trabajo, la gente tenía la misma idiosincrasia que se tiene en el Perú. Ciudad Guayana es un lugar donde se puede trabajar en lo que tú quieras, yo llegué para trabajar en una compañía, sin embargo, como no me gustó porque explotaban a la gente, decidí emprender otros trabajos por mi cuenta”, explica José Rosas. “Yo vendía franelas, después empanadas, refrescos en una cava que solicité cuando existía la embotelladora Caroní en aquellos tiempos y desde ese tiempo estoy aquí en La Grúa, en pleno corazón de la vida del comercio y aquí es donde

voy a morir, porque irme de Guayana no está, ni estará en mis planes, pues en el pasado quedó la opción de regresarme al Perú, mi vida ya está hecha acá”.



Una ciudad incomparable

El mejor lugar para vivir

AC Oriundo de una familia italiana, pero venezolano de nacimiento, Italo La Vecchia llegó a Puerto Ordaz a la edad de siete años. “Me crié aquí y no cambio a Puerto Ordaz por ninguna otra ciudad porque me gusta más aquí (...) Como arquitecto sé cómo es esta

LH A Mónica Moya le gusta todo de Guayana. Para ella no hay lugar más bonito que esta ciudad planificada. Moya dice que este sitio para vivir se distingue de otras por su variedad en las vías de acceso, la unión de los ríos, las oportunidades de trabajo y su gente. “Los guayaneses son los más amables, los orientales tienen mala cara y son odiosos, lo único que tienen ellos y nosotros no, son las playas”. Comenta que tiene familia de Caracas que vacaciona en Ciudad Guayana para desestresarse porque no encuentran colas como allá. No obstante, cree que a la ciudad le falta un toque de iluminación en las barriadas y principales avenidas, haciendo sugerencia de que hay lugares transitados que son peligrosos de noche por lo oscuro. “Esta es una ciudad muy bella como para descuidarla”.

LH “A mí me encanta Ciudad Guayana”, afirma Katy Yánez, quien nació en el estado Sucre pero tiene 35 años viviendo al norte del estado Bolívar. Asegura que visita otras ciudades y no se siente igual, e incluso intentó

vivir un año en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui y no pudo. Para ella Ciudad Guayana tiene lugares que no se encuentran en otros sitios del país como los parques La Llovizna en San Félix y el Cachamay en Puerto Ordaz.

AS

Vino buscando trabajo y se quedó Una trabajadora de salud en el Centro Comercial Icabarú se dedica diariamente a medir la tensión en la planta baja a quienes dudan de sus niveles. María Aray, nació en El Tigre, estado Anzoátegui y tiene 52 años viviendo en Ciudad Guayana, poblado al que se vino a conseguir

“Me gustó desde que llegué” Con lentes, gorra y cara seria, este hombre de 75 años, recuerda que llegó de Caracas a Puerto Ordaz en 1978. Eulalio Ruiz en los años 50 fue un destacado luchador, participó en importantes campeonatos de lucha libre a nivel nacional e internacional. También fue escolta del presidente Rómulo Betancourt.

“Vine a conocer y me fascinó la ciudad”

“Intenté mudarme y no pude”

LH

AS

ciudad y no existe otra en Venezuela tan planificada como esta. No obstante, en estos últimos años Regulación Urbana de la Alcaldía no ha sabido responder a las nuevas exigencias de la ciudad porque han permitido invasiones en las grandes avenidas de la ciudad y se ha perdido la noción de urbanismo”.

Recuerda que Ciudad Guayana le gustó desde que llegó, trabajó en Bauxilum, Guri y otras empresas, pero “lo que no me gustó fue la política, los sindicatos, ganaba un gobierno y cambiaban todo el personal”. “La ciudad es maravillosa, tengo mi señora y mis hijos aquí”. Considera que “Ciudad Guayana tuvo una oportunidad de avance pero el mal gobierno de 14 años la ha echado para atrás”.

trabajo. Por esta misma razón se enamoró del lugar, “aquí se consigue más movimiento de trabajo, de oportunidades para las personas, porque del resto el costo de vida es alto en todas partes”. Para ella la variedad de sitios que se pueden visitar, diferencian al macizo guayanés de otras tierras.

Rosi Mera, peruana de 38 años, apenas cumplió la mayoría de edad viajó para Ciudad Guayana de vacaciones. “Vine a conocer y me fascinó la ciudad, todo me gustó”, reconoce con una sonrisa en la cara, que es difícil que se le borre. Actualmente está casada y tiene dos hijas, que son guayanesas. “No me iría de Puerto Ordaz. Tengo familia en Brasil y Perú, los visitamos nada más”. Mera es técnico superior en Relaciones Industriales, actualmente trabaja como cajera en un café de la ciudad. Afirma que no quisiera regresar a Perú, pues le gusta Ciudad Guayana.



“Fluyen leche y miel” CH La historia de Blanca Solórzano es como la de cualquier inmigrante que busca un futuro mejor. Llegó en 1977 a Venezuela proveniente de Ecuador. Actualmente se dedica a tiempo completo al evangelio, con lo cual contribuye de manera directa con la sociedad guayanesa. Tiene una vida estable junto a su hijo y nieto, vendiendo libros cristianos. Sin embargo, sus primeros años en Venezuela fueron cuesta arriba. “Llegué a Puerto Ordaz porque me invitaron a vender libros aquí. Yo trabajaba en

Caracas para unos españoles y me propusieron vender libros para las Empresas Básicas en 1986. Me quedé en el Hotel Embajador unos días y jamás imaginé que me quedaría viviendo toda la vida en Ciudad Guayana”, recordó la ecuatoriana sobre su llegada a la ciudad. En esta tierra conoció a su

compañero de vida, quien trabajaba en ese entonces como cobrador de la empresa para la cual vendía los libros. El amor la obligó a quedarse. “He conocido la mayoría de las ciudades vendiendo libros y puedo decir que Guayana es la ciudad mejor planificada. El que vive aquí

sabe que es la mejor ciudad. Me gusta la tranquilidad que hay, aunque todas las cosas son caras. Ya tengo 24 años en Puerto Ordaz, de los 37 que vivo en Venezuela”. Blanca Solórzano no duda en afirmar que “en Ciudad Guayana está la mayor riqueza de Venezuela. Fuera del petróleo, es el mayor emporio del país” y está convencida de que “es una ciudad que no ha despertado, pero cuando lo haga podría convertirse en la capital del país”. Solórzano finaliza la entrevista estableciendo una analogía entre esta tierra y las escrituras sagradas: “Esta es la tierra en donde fluye leche y miel, así son las tierras que tiene muchísimas cosas que dar como esta. Este estado tiene todas las riquezas: agua, oro, piedras preciosas. Lo que pasa es que los gobernantes de nuestra nación aún no han aprendido a valorarla”.

“Fuente de todas las riquezas naturales” CH

“Guayana es extraordinaria”

“Esta es una tierra bendita”

CH

GRB

Para Roger Saliba Alam, un joven deportista descendiente de libaneses, Ciudad Guayana representa “un conglomerado de opciones que difícilmente se pueden presentar en alguna otra parte del mundo”. Saliba representó a la ciudad en el reality show de competencias The Amazing Race y conduce la sección deportiva del programa Onda de Reyes que se escucha a través de la señal de Onda 97.3 FM. Por lo tanto, para este fanático de los deportes extremos Ciudad Guayana es sinónimo de naturaleza y una gran variedad de actividades deportivas que difícilmente pueden coexistir en una sola ciudad. “Lo que más me gusta de la ciudad es saber que Gua-

José Alberto Medina reconoce que “esta es una tierra bendita, abierta de oportunidades de evolución material y espiritual. Me gusta su exhuberancia, sus contrastes, la avasallante belleza de sus parajes que están en armonía con todo lo noble del ser humano. Esa palpitante grandiosidad natural es lo que más me agrada”. “Quisiera muchas cosas, una metrópoli humanamente imbricada con su ambiente y con conciencia y disfrute de sus espacios urbanos y naturales. Una ciudad que disfrute y tenga instalaciones para el arte, para la cultura en todas sus manifestaciones”. “Me gustaría una ciudad que vuelva a la planificación, una ciudad donde no

yana me puede complacer en casi cualquier capricho que se me ocurra. No tener que trasladarme a sitios lejanos para satisfacer mi curiosidad o mis anhelos deportivos. Guayana es extraordinaria”.

haya buhoneros sino miles y miles de micro, pequeñas y medianas empresas privadas que generen un elevado nivel de vida para todos los habitantes. Una ciudad con educación de primer orden y libre de delincuencia”.

Alessandro Marchioro pertenece a la generación de jóvenes que nació en Puerto Ordaz, pero sus antepasados pertenecen a otras latitudes. El estudiante de Derecho cuenta cómo su abuelo proveniente de Italia llegó a Ciudad Guayana en 1968, para trabajar como asistente de ingeniero en la construcción de la Orinoco Mining Company (actual Ferrominera). Marchioro divide su tiempo entre los estudios universitarios y la participación en diversas organizaciones altruistas que hacen vida en la ciudad, como Eco Bonsái Guayana y Fundaproba, organización dedicada a la protección animal. Para este defensor de la naturaleza, “lo más positivo que tiene la ciudad son sus parques naturales, un atractivo turístico que no tiene nada que envidiarle a otros lugares del mundo”. Y como muchos guayaneses está convencido de que la ciudad es la “fuente de todas las riquezas naturales del sur del país”.



“Cristal que se esculpe con esfuerzo” NUR Con sangre andina en sus venas, esta tierra caliente la vio nacer y se considera una “guayandina”. Entre giros del destino Liliana Sánchez salió y volvió a la ciudad en varias Considera a ocasiones. Guayana como un cristal en bruto que día a día se va esculpiendo con el esfuerzo de su gente. Asevera que es rica en todo (cultura, urbanismo, sociedad, política,

deporte,) un campo en el que todos aportan un granito de arena para hacerla ejemplo para el país. Puerta de entrada a turistas, sudor de sus trabajadores, ejemplo de progreso y cuna de hombres y mujeres luchadores, ricos de espíritu y con grandes visiones de progreso y logros. “Cuánto te quiero y respeto mi querida Guayana, donde vaya siempre estaré orgullosísima de mi tierra”, expresa.

Paisajes que

“Su mágica energía impulsa a crear” NUR “Yo realmente no escogí a Guayana, Guayana me escogió a mí. La acepté y me quedé, forjando mi vida a muchos kilómetros de lo que fue mi hogar. Me gusta porque aquí hay mucho por hacer, y su mágica energía impulsa a crear. En esta ciudad se puede hacer siesta a mediodía y luego salir a

enganchan NUR

trabajar, es algo que no se puede hacer en otras grandes ciudades”. Para María Cecilia Angarita, maestra de canto coral, Guayana brinda “un espacio maravilloso para vivir, convivir y crear en un medio de la naturaleza y con calidad de vida a pesar de los desaciertos políticos que ha tenido que soportar”.

Ciudad bendita NUR “Soy de Caripito y para nadie es un secreto lo agradecido que estoy de vivir aquí”, confiesa el director laboral principal de Sidor, José Tatá. Relata que Guayana es una ciudad bendecida, y que desde las empresas, innumerables trabajadores dejan Sidor construyendo el camino para las generaciones futuras. Asevera

que no solo es la producción de recursos sino la conciencia integral lo que distingue a los habitantes de esta ciudad, considerada por muchos como la puerta a la integración sudamericana. “Debemos seguir luchando por ella, a veces no entendemos su valor por lo cotidiano”, menciona. Para Tatá Ciudad Guayana demanda identidad y compromiso.

Resalta las bondades económicas y naturales de una urbe que continúa creciendo. “Es muy bonita, planificada y organizada. Estos son unos de los atractivos que nos invitan a establecer raíces acá”, explicó el subgerente de Pdval en el estado Bolívar, Javier Oropeza. A pesar de haber nacido en Upata, para Oropeza Guayana es su hogar. “La veo con mucho potencial y grandes proyectos que se van a desarrollar y que irán en pro del bienestar de la nación y de toda una población que lo merece”, dijo. Describe a Guayana como la sinergia entre la estructura y vastos paisajes, el ejemplo de la acción de CVG como ente rector y planificador de políticas. “Tiene paisajes que enganchan y de los que cuesta despegarse”, resaltó.


“Una urbe de primer mundo”

“Soy un guayanés reencauchado”

NUR

“Esta es una zona pujante, de mucho futuro y progreso, aquí hay oportunidades de empleo para cualquier especialidad, que en otras regiones son más pocas, por no haber industrias, por no haber minerales, por no haber recursos naturales, dijo el presidente de la Central Bolivariana de Trabajadores de la Ciudad, del Campo y la Pesca, Antonio Rivas. “Guayana ofrece futuro a cualquier hombre o mujer en un ambiente muy bueno y con un clima excelente que te da la bienvenida. Me vine de Margarita y llegué en agosto del año 80 a estudiar medicina en Bolívar pero me ofrecieron empleo en las empresas de Guayana y me

Aún con sus problemas la define como una ciudad moderna, enrumbada hacia el progreso, planificada sin los problemas de las grandes ciudades en Venezuela. Esta urbe de primer mundo imantó a centenares de personas que se trasladaron al Suroriente del país en busca de un empleo o una oportunidad de inversión. “A pesar de estar enclavada en una región bastante apartada, ofrecía los rasgos de las grandes ciudades del continente”, relata el economista José Ricardo Salazar. Propone estimular a las generaciones futuras a que tengan un sentido de pertenencia y dirijan un cambio que impulse transformaciones importantes, comen-

ZF

zando con la fuerza de las Empresas Básicas y otras actividades económicas, pasando por el tema de los servicios públicos. “Nuestras familias fueron levantadas con el esfuerzo profesional, técnico y empresarial de personas que creyeron en ella y tenían oportunidades. Aquí no hay ricos de cuna, sino el trabajo el que labró la ciudad”, reflexiona.

Condiciones idóneas para formarse Zoleimi Fernández “Aquí las oportunidades son distintas a las que hay en el resto del país porque hay potenciales para salir adelante. Guayana es una tierra bendecida, con las condiciones idóneas para formarse. Llegué de Anzoátegui hace 25 años con muchas ganas de surgir y así fue, aquí me casé y formé mi hogar, contó el secretario de Organización de Sutracarbonorca, Ramón Espino. “Aunque ahora la realidad es otra con respecto a las Empresas Básicas, consecuencia de no atenderlas, pero las posibilidades en Guayana indudablemente que son distintas”.

vine para acá. Aquí me casé, tengo mis hijos y por eso tengo mucho que agradecerle a esta tierra. Soy un guayanés reencauchado·. Lo que más resaltó de la

ciudad son sus bellezas naturales como el parque La Llovizna y Cachamay, además de la calidad humana de la gente, “eso fue lo que más me impresionó cuando llegué”.

Tierra de trabajadores y emprendedores ZF “Me vine muy pequeño con mi padre y mi madre porque ellos necesitaban una alternativa laboral y a mi papá lo contrataron en Sidor”, aseguró el presidente de Sintralcasa, Alexander Arcia. “Guayana es una ciudad hermosa y lo que más me gusta es su gente porque son trabajadores, emprendedores y echados para adelante. Aparte de eso, Guayana ofrece la mejor alternativa laboral de Venezuela. A pesar de la situación en que están las empresas estamos esperanzados en reimpulsarlas para que estén como cuando comenzamos a trabajar en ellas”. Advierte que “ahorita hay una fuga importante de talento, pero si cada uno de los guayaneses nos proponemos rescatar nuestra tierra, nuestras escuelas e instituciones y universida-

des, eso le daría un impulso poderoso a la generación de relevo para que sigan luchando en un ambiente agradable”. “Me apasiono por la construcción de las centrales hidroeléctricas porque

comencé a trabajar en Macagua, desde eso ha pasado mucho, la modernización de Guri, la construcción de Tocoma, aquí en Guayana hay proyectos que pueden dar opciones para seguir avanzando”, concluyó.




Una tierra sólida

Generadora de cambios Luis Mass “Tengo tres hijos, Diego (12), Santiago (10) y Bárbara (7), estudio quinto semestre de Comunicación Social, soy esposa, hija y amiga; como toda guayanesa, soy ejemplo de una mujer luchadora. Nací en el Hospital Uyapar, ya hace... bueno, no sería una “verdadera” mujer si no conservo el misterio de la edad (risas). Nunca me iría de Ciudad Guayana porque aquí he podido crecer espi-

ritual e intelectualmente” relata CatherinGoudet. “Soy feliz de ser parte de este proyecto de ciudad que, estoy segura, se convertirá en una referencia mundial; yo quiero ser parte de eso. Aquí tenemos tesoros verdes que no tienen nada que envidiarle a Nueva York y el acero de las Empresas Básicas; tenemos la tranquilidad que da ser parte de una ciudad planificada que tiene mucho que dar”. “Quiero que yo y mis hijos

ZF

seamos el cambio que tanto necesita Ciudad Guayana, edificar, y no me refiero a obras, al ciudadano”.

“Ciudad Guayana es muy joven. Mi familia, a pesar de no ser de acá, vio crecer a esta importante urbe y fue testigo de su desarrollo. Nos enamoramos de esta ciudad desde el primer momento. Realmente Guayana ha sido muy bien planificada y eso fue una de las cosas que nos enamoró de esta tierra. Tengo más de 50 años viviendo acá. Guayana es una ciudad que ha llenado las expectativas de todas las personas que nos visitan, muchas de ellas han decidido hacer de esta su nuevo hogar. También po-

sarrollo del país. El avance en la educación y el querer a esta región son requisitos para que la gente siga apostando a una mejor Guayana”.

El “evangelizador” de las redes sociales

Amor a primera vista Gerardo Harewood

Para el trabajador de Sidor, César Soto, Ciudad Guayana tiene sitios turísticos muy importantes como el parque Cachamay, La Llovizna y también las represas. “Esta es una tierra sólida, un macizo donde estamos resguardados, contamos con el parque industrial. Guayana es una ciudad que aporta mucho a la economía y el de-

LM

demos recalcar que la naturaleza que nos brinda es impresionante, tenemos importantes paisajes que no se ven en ninguna otra parte de Venezuela. Además, una de las cosas que nos caracteriza es que la población en su mayoría es gente foránea, es decir, de otros países y otros estados que emigraron a Guayana porque sabían que era –y sigue siendo- una zona de muchas oportunidades. Esa mezcla ha permitido a Ciudad Guayana la proliferación de muchas culturas y eso es una de las cosas maravillosas que tenemos”, relata el dirigente político Dick Souki.

Rubén Bolívar tiene 44 años, en los que ha sido constructor y partícipe del desarrollo de la ciudad. “Soy locutor de Onda 97.3 f.m. y “evangelizador” de las redes sociales (risas). Creo firmemente que esta región tiene muchos más atractivos que las Empresas Básicas. Aquí hay todo un movimiento cultural importante que merece ser resaltado, cantidad de investigaciones científicas y tecnológicas; existen los espacios, solo hay que saber qué y cómo construir en ellos”. Cree que el ciudadano guayanés, o al menos así se lo enseñó su papá el locutor pionero Rubén Bolívar Arias,

acoge a los extranjeros y los integra al trabajo. “Esta es una ciudad muy hospitalaria”.

“Todo se lo debo a Guayana” ZF El secretario general de Sintraferrominera, Rubén González, aseveró “yo llegué a Guayana en el 78, ya tengo casi 36 años aquí y realmente es como mi segundo estado, porque aquí me casé y nacieron mis hijos”. “Soy de Barcelona, vine en la búsqueda de trabajo y esta her-

mosa ciudad me acogió, ya tengo 29 años en Ferrominera, trabajé en Sidor, en los muelles de Alcasa, en Edelca y en varias empresas. Todo lo que tengo se lo debo a Dios y a Guayana. Esta tierra es de futuro, pujante de riqueza pero tienen que saberla administrar, los gobernantes tienen que invertir esas riquezas en el desarrollo de la región”.

Oportunidades de formación ZF “Vengo de una familia muy humilde, mis padres son campesinos que se establecieron aquí hace más de 40 años”, rememoró el secretario de Trabajo y Reclamo de Sutracarbonorca, Robert Pinto. “Las oportunidades que tuvimos mis hermanos y yo de formarnos aquí en Guayana

fueron muchas, hemos tenido un desarrollo en lo personal, económico y con nuestras familias”. “De Guayana me gusta todo, la planificación urbanística de aquí era muy buena. Yo le agradezco a Guayana el desarrollo de mi familia, la posibilidad que han tenido mis hijos y las que tuve yo para cumplir parte de mis sueños”.




“Tenemos que defenderla” EBT “Hace 39, casi 40 años, esta región a la cual yo amo le abrió las puertas a mi madre. Venía esa negra hermosísima (desde Puerto Cabello) con seis muchachos, donde yo era el segundo”, cuenta el secretario general de Sintralcasa, Henry Arias. “Estoy obligado y comprometido a defender a Guayana, a defender a la gente, porque hoy soy un guayanés más. Porque hoy este estado que le abrió sus brazos a mi madre con sus muchachos, necesita que lo defendamos para que pueda darle a más venezolanos, a más guayaneses pueden tener la satisfacción de que Guayana pueda darle esas oportunidades”.

Tablas con sonido guayanés El amor por Guayana lo tiene grabado desde pequeño. Federico Espina, director de grupos teatrales y artista integral nació en El Tigre, estado Anzoátegui pero en 1965 visitó por primera vez Bolívar. -De chamo me fugué en una barca que traía gente desde Barrancas del Orinoco hasta el Puerto de Tablas, fue allí cuando vi a Guayana por primera vez y apenas tenía 9 años. Le impresionó el viaje por

“Guayana es la tierra de Dios

De Brasil a Guayana DM “Yo tengo 21 años en Guayana y estoy orgullosa de vivir aquí, me gusta muchísimo esta región, es una zona con muchos recursos de bellezas naturales. Desde que llegué me enamoré de esa ciudad, sus paisajes, avenidas y estructura me han dado mucho placer de vida” rememora la dermatóloga Ana Paula Vitti. Relata que ha atendido

Como ninguna otra

aproximadamente 29 mil pacientes y “aquí es mi lugar, yo estoy para atender a ellos. Recomiendo a las personas vivir más de frente para los ríos, tenemos que aprovechar más este recurso natural que tenemos. Por eso insto a que amen más a su ciudad, yo conozco muchos extranjeros que vinieron y han pasado su vida aquí y no quieren regresar para su ciudad de origen, como yo“.

DM

Orgullo gocho en Guayana LLA

EBT “Yo soy de acá, a pesar de que no nací aquí, llegué de un año a Guayana. Mi padre vio como futuro, como progreso de país que en Guayana estaba eso. Vemos que es un estado donde hay muchos recursos, muchas riquezas que se pueden administrar y que se pueden desarrollar para dejarle calidad de vida al país. Yo me he quedado y me sigo quedando porque es una ciudad como no hay en Venezuela y es la segunda ciudad en Latinoamérica que está planificada. Es una ciudad que tiene posibilidad de reformar o reestructurar porque aquí tenemos todo y aquí creo que podemos generarle a la población calidad de seguridad, se-

el río Orinoco, quedó fascinado con el río Caroní. -Eso me dejó loco, un río metido entre la ciudad. Guayana estaba incipiente, recuerdo que los carros llegaban hasta Castillito y desde allí se cruzaba en una chalana, era maravilloso. Amante del agua, no se agotó en ver la fuerza de la naturaleza y fue él quien le insistió a su familia en mudarse. -Terminamos viviendo aquí, mi padre fue el maestro constructor de la Escuela Manuel Piar…Cuando me mudé empezó de inmediato una relación bonita con la ciudad.

MBM

guridad y fuentes de trabajo, pero que generen unos ingresos aceptables a la realidad”, afirma Juan Gómez, secretario general de Sunep CVG .

Julio González irradia la amabilidad del andino, aunque Guayana es su segunda casa. Llegó a estas tierras cuando las industrias estaban en pleno apogeo, “cuando Sidor llamaba a los profesionales por el periódico, ¡imagínate!”. Vino con su esposa, su hija mayor y otro pequeño a punto de nacer. Visualizaba estar aquí durante algunos años, aunque la vida le mostró que en esta tierra germinaba la semilla del progreso. “Me gustó que era una ciudad que prometía mucho. La seguridad era impecable. Era un lugar prometedor”, recuerda. El compromiso con Sidor finalizó cuando decidió tener su negocio propio. Abrió una panadería an-

dina en Alta Vista que lo llena de satisfacciones a diario. Así encontró a una hermana perdida, producto de la picardía de su padre. El negocio tiene una fuerte base familiar y ahora es Guayana el lugar donde se concentra la mayoría de los González. Para Julio Guayana huele a pan e industrias; dos vertientes diferentísimas que tanto placer le han dado.

Reinaldo Antonio Alcalá Lobo, Presidente del Club Ítalo, asegura que toda su vida ha estado atado a esta región, “solo me desconecté cuando estudié que me mudé por un tiempo a Caracas”. “Guayana es un regalo que nos dio la naturaleza, aquí tenemos de todo. Recursos minerales, paisaje, mujeres hermosas, ríos, vegetación, y pare de contar. Yo pido un poco más de amor por la ciudad, por lo nuestros, ciudad y preservar todos los recursos que hay en la zona”.


“Me quedo aquí en Guayana”

“Conseguí a Dios en Guayana” EBT El secretario de Finanzas de Sutiss, José Acarigua Rodriguez relata su experiencia con Guayana: “Vine hace 23 años desde el estado Portuguesa, de Acarigua, y llegué aquí y le dije a mi familia en Acarigua que yo venía a buscar a Dios por los rincones de Guayana, porque allá estaba desempleado, no me dejaban entrar en ninguna empresa y no me dejaban posibilidad de empleo en ninguna parte. En ese tiempo falleció

mi mamá y otro familiar y decidí venirme para Guayana. Creo que lo he conseguido (a Dios) desde el punto de vista del recibimiento cordial, fraterno que me dio la gente aquí en Guayana, en aquel tiempo trabajadores siderúrgicos, compañeros de trabajo. Tengo una esposa, un nieto y tres hijos. O sea, conseguí a Dios en los rincones de Guayana. Creo que Guayana, así como a mí, ha cobijado a un montón de gente que ha venido del extranjero y de otros estados de Venezuela. Y esta re-

EBT

gión nos duele y por eso nos la vivimos planteando que hay que recuperar a las Empresas Básicas como sea, lo que nos queda es eso”.

Humilde, tenaz e inspirador. Estas tres palabras definen al creador de cine en Guayana, Ramiro Mendoza. Nació en San Félix y desde allí mantiene el movimiento cinematográfico de la ciudad, con poco presupuesto pero con muchas ganas. No hay nada que este guayanés lo haga doblegar. -Yo he tenido la posibilidad de vivir en otras partes de Venezuela y siempre digo que Guayana no la cambio y no lo digo por mero regionalismo, porque Guayana tiene algo má-

gico. Estudió en Puerto Cabello y sus compañeros de clases le contaban que en esta tierra había “pura gente con guayuco que tiran flechas”. -Pero cuando vienen acá se llevan otro concepto de la ciudad. Yo nací en San Félix y toda mi vida he vivido allí. Guayana no solo tiene los parques, tiene muchas zonas que transmiten lo que es la ciudad, la energía la fuerza y la pasión del guayanés. Es en San Félix donde está su sitio mágico, ese lugar que lo regresa a su niñez.

comerciante Mariangel Loreto.

“A Guayana no la cambio por otra parte”

Un amante del cine en Guayana MBM

“Me gusta todo de Guayana. Su gente me parece, como guayanesa, excelente. Me quedó aquí en Guayana, porque de verdad soy guayanesa. Me gustaría que en un futuro sus empresas fluyan y crezcan porque es lo que le da vida a esta ciudad y porque de esas empresas nos sostenemos muchas personas, más que todo la economía informal”, dice la

LLA

-De muchacho recorrí muchas partes de la ciudad, pero mi sitio es el malecón de San Félix es hermoso. Te paras allí y puedes ver las aguas del Orinoco y es una belleza.

Heydi Herrera es de esas mujeres (de la mayoría) que temen a las cámaras. No tiene nada que ver con la timidez, sino que no se siente lo suficientemente presentable para salir en una foto. Basta que mire a los lados para que vea a su “competencia” guayanesa, un montón de chicas de punta en blanco que la hacen sentir un tanto disminuida. Es parte de esa Guayana que tanto le gusta y que no deja por nada. Vivió un tiempo en Caracas y no se habituó al ritmo de vida acelerado. “Aquí todo es más tranquilo. Tengo dos hijos y los quiero ver crecer acá”. A quien duda venir a la ciudad, Heydi les dice que lo haga

con los ojos cerrados. Una vez acá, se enamorará de la majestuosidad de los parques, los paisajes y la gente.

“Es una tierra bonita” LLA Adriana Bastardo se aferra al brazo de su hermano menor para responder la entrevista. Es tímida, demasiado, pero cuando sabe que se busca resaltar los valores de Guayana, no lo duda ni por un segundo. “Esta es una tierra bonita y me encanta estar aquí”, dice. Se ve aquí hasta el final de sus días, porque mudarse no es una

opción. “La gente dice que este es un pueblo y están mal. Hay lugares donde visitar, cosas qué hacer”, comenta.

Quizás lo que más le enamore es el apego a la familia y sus amigos. “A mis amigos no los dejo por nada”, completa.

“Crecí como empresario” DM “Tengo 34 años en Ciudad Guayana, soy oriundo de Uruguay y vine a Guayana a trabajar en una empresa de publicidad por poco tiempo. Me quedé instantáneamente, y eso que no comí pescado, ni nada de sapoara. Guayana es hermosa, muy bonita, re-

quería muchas cualidades de una ciudad cosmopolita. Además, ha sido la zona que me ha visto crecer como empresario y yo estoy muy agradecido por eso. Me gustaría que las personas quieran su ciudad como la quiero yo”, afirma el empresario Pedro Ernesto Colma.


Bellezas naturales y trabajo

“Deseo que Guayana se recupere”

LH

“Me quedé en Guayana porque cuando llegué en los 70, había muchas oportunidades de estudio y de trabajo, así que las aproveché y pude hacer una vida profesional aquí. En esta ciudad nacieron mis dos hijos y por eso le tengo un gran cariño”. “Lo que más me gusta de Ciudad Guayana son sus parques. Es algo que no tienen

GRB

“A Ciudad Guayana le hace falta que los entes gubernamentales estén pendiente de ella, hay una gran diferencia entre la terminal de San Félix y la de Puerto Ordaz y es la delincuencia”, aseguró Neidelin Pérez. Sin embargo, destacó las bellezas naturales y las oportunidades de trabajo que hay en Guayana, las cuales no se repiten en otras ciudades de Venezuela.

muchas ciudades de Venezuela y me gusta visitarlos cada vez que puedo”. “A Guayana le deseo dos cosas: que siga creciendo y que se recupere de la mala situación por la que está pasando. Espero que pronto sus empresas comiencen a producir como lo hacían antes, para que la ciudad mejore económicamente”, contó Regina Guzmán.

“Aquí me desarrollé profesionalmente” GRB

“Aquí todo se vende” LH La naturaleza, la fauna, los paisajes y las oportunidades de trabajo hacen de Guayana un lugar cómodo para vivir según Dioseidis Salazar. Señala que en otras ciudades del país no es tan fácil mantenerse económicamente, “aquí hasta el mango con adobo lo vendes, eso lo prohíben en otras partes, en Maturín no ves eso”, expresó.

“Multicultural y próspera”

“Necesitamos un parque temático”

NUR La locutora Tita de Moncada asegura que le encanta Ciudad Guayana porque “es una ciudad emprendedora, de retos, pionera y de trabajo. Esta tierra maravillosa fue fundada por hombres y mujeres que apostaron por la superación y el progreso, visionarios en aquel momento, sin miedos y llenos de esperanza. Guayana nació multicultural y próspera, y su paisaje natural nos arropa con su be-

“Me quedé en Guayana porque vi que tenía bastantes expectativas para desarrollarme profesionalmente y de hecho así fue. Conocí a mi esposo y me casé. Me ofrecieron para irme a Caracas pero me quedé porque me gustó el tipo de ciudad”. “Lo que más me gusta en cuanto a la infraestructura es la amplitud de las avenidas, la naturaleza, el Parque La Llovizna”. “Desearía para Ciudad Guayana que se retome aquello de la ciudad planificada. Que se construyeran nuevas vías. Que tengamos seguridad y tranquilidad al caminar por las calles”, narró Yandira Naveda.

GBR

lleza. Es una ciudad que lo tiene todo para que nos sintamos realmente ciudadanos”.

“Me quedé en Guayana por las oportunidades, el empuje y sus dos ríos. Porque aquí tengo mis afectos y le vi una perspectiva inmensa al desarrollo. Pensaba que yo podía ser una de esas personas que podía colaborar con el desarrollo en los años 60”. “Me gustaría que la ciudad tuviera un ente que se encargara de brindar entre-

tenimiento y recreación para los niños y para los jóvenes. Un parque temático que permitiera convertirnos en un centro de atracción para Venezuela y complemente las posibilidades del turismo que nosotros tenemos”. “En este aniversario de PRIMICIA quiero aprovechar para enviar felicitaciones a todos los trabajadores. Este diario es el fruto de un gran esfuerzo hecho por un hombre joven que ha confiado

en la región y ha constituido empresas para generar empleo”, relató Fernando Delgado.


De Santiago a Guayana

Maravilloso privilegio Mawari Basanta Mota Miguel Siso toca el cuatro como si estuviera construyendo con cada nota un pedazo de Guayana. No es una afirmación abrumadora. Se nota en los matices de humildad en su voz, en las ganas que tiene de regresar al Conservatorio de Música en San Félix, su casa, su primera escuela. Vive en Caracas, pero esto no ha empañado su pasado. Con un disco editado por la “Siembra del Cuatro” a finales del 2012, se convirtió –al lado del maestro Cheo Hurtado- en uno de los exponentes más genuinos de la música en el estado. -Aquí está mi familia y a su

Leonervis Hernández

lado disfruto muchísimo. Aquí nací, me formé y aquí estuvo mi formación, cada vez que pisas este suelo te identificas con una manera de vivir…En Guayana tenemos muchísimas bellezas naturales de las cuales yo presumo, cuando vienen mis amigos para acá. Siso llama a Guayana una

“tierra poco explorada” pero con un futuro que atraerá la atención de otras regiones. -No podemos amar las cosas que no conocemos y aquí tenemos de todo, riquezas naturales, el calor de la gente, música, tenemos de todo. Una tierra maravillosa privilegiada de riquezas.

“Mariposas en el estómago” David Bracamonte Aunque tiene muchos años viviendo en Barquisimeto, ciudad donde hace vida como pelotero con Cardenales de Lara desde hace 25 años, el guayanés Robert Pérez admite que cuando se monta en el avión para venir a visitar a sus familiares siente “mariposas en el estómago”. Pérez tiene familia en Vista al Sol, popular barriada de San Félix donde dice que lo tratan “excelente, cada vez que voy el trato de todos los amigos y vecinos, más mi familia es muy bueno. De verdad que siento mucha

felicidad cuando piso Guayana”. La Ceiba ha visto a Pérez en varias ocasiones, “sí vale, he estado ahí como pelotero en varias ocasiones y es tremendo estadio, es un gran campo para el béisbol y ojala algún día se pueda tener un equipo profesional ahí”, comentó La Pared Negra, quien en una oportunidad dijo a PRIMICIA que quien quita y algún día termina siendo mánager aquí en Guayana, lugar que lo vio nacer. Pérez también ha visitado otras plazas deportivas de la ciudad como el Hermanas González “claro Guayana tiene muchos lugares donde

se puede hacer deporte de calidad, es por eso que creo que sí pueden ser sede de los Panamericanos 2019, eso de verdad que ayudaría mucho más al deporte en la ciudad”.

Desarrollo urbanístico Tatiana Santos Navarro Gaetano D'Elia, presidente de la Fundación Cachamay, nació en Caracas y lleguó a Guayana con apenas cinco años. “Me gusta vivir en esta parte del país y sobre todo después que comí la sapoara y no me quedó otro remedio”. Vio como creció Ciudad Guayana: “Puerto Ordaz era muy pequeña cuando yo llegué, apenas había el Centro Cívico y algunas casas, la mayoría eran barracas de los trabajadores de lo que era Orinoco Mining Company y algunos edificios que llamaban construcciones de una planta hasta que tuvieron platabandas. San Félix era la ciudad casi como está ahora y donde se pasaba con chalana”.

“Anteriormente al final de la avenida las Américas había un paso de chalanas, después se le incorporaron en ese lugar las lanchas, y posteriormente el muelle improvisado se mudó saliendo del Cachamay por donde

está el Club Náutico, hasta que construyeron el puente que comunica Puerto Ordaz con San Félix. En Guayana también hay mujeres muy bellas y a nosotros los hombres nos gusta estar en esos lugares”.

Cuando María Isabel Campos se mudó a Ciudad Guayana desde su natal Chile en el año 1979, lo hizo a la urbe mejor planificada de Venezuela y administrada por el “zar” Leopoldo Sucre Figarella. Según cuenta, lo que comenzó como una pequeña población la fue enganchando mientras la veía crecer. Recuerda que anteriormente, cuando volaba en un avión, solo veía las Empresas Básicas con una carretera vieja y un camino de flores. Lo que ahora es Core 8 antes era una selva, el único elevado era el de “Las Morochas”, la avenida Atlántico no existía y a Ciudad Bolívar se viajaba por la carretera vieja. Campos señala que en la visita del Papa Juan Pablo II, colocaron los primeros semáforos, las aceras y brocales, lo cual trajo choques fatales, dentro de ellos no olvida uno frente al aeropuerto Manuel Carlos Piar en el que falleció una mujer embarazada. Aunque vivió en Caracas, no puede comparar la tranquilidad de Guayana con la gran metrópolis, “esto es una tacita de leche”, sostuvo.

Sus hijos estudiaron aquí en las instituciones educativas pioneras de aquel tiempo, Loyola y Nazaret. “Cuando uno se muda de país uno se preocupa por la educación de sus hijos, es lo primero”, mencionó. Aunque todo en la vida cambia, asegura que mientras más viaja más quiere regresar a Ciudad Guayana, pese a que ha tenido la oportunidad de conocer varias ciudades de Europa. “Sentir cuando aterriza el avión llega a formar parte de tu vida”.

Guayana biodiversa Carla Ochoa El investigador científico Hernán Castellanos se enamoró de las tierras guayanesas. Aquí ha hecho decenas de investigaciones que arropan la majestuosidad de los ambientes naturales que posee la región. Él cree que hay tantos recursos, que todos se deben aprovechar. “Me gusta Guayana por los bosques que tiene. Son unos bosques espectaculares. Yo me conozco toda Guayana. He estado en la cabecera del Orinoco, en Las Parimas. He recorrido casi todo el Orinoco: Desde debajo de Peñascal, que está en el Alto Orinoco, hasta Puerto Ayacucho y, desde el Delta Amacuro hasta más allá de Ciudad Bolívar”. Entre viajes por lo natural, este investigador se ha paseado en la región. “El Orinoco es majestuoso, Guayana es única, además nosotros, Venezuela y Guayana tiene un privilegio enorme que no lo tienen los otros países, que son los tepuyes”. “Si tú vas para Guyana, hay contaditos con los dedos de la mano. Si te vas para Brasil, el único tepuy

que tiene es el Cerro de las Neblinas, el Roraima le pertenece también un pedacito y a Guyana, nuestro esequibo perdido. Pero no hay tepuyes como los tenemos nosotros. Eso es único y nosotros no lo conservamos”. Castellanos tiene 24 años viviendo en Ciudad Guayana, él es de Caracas. Desde el año 1975 empezó a estudiar en el área de ecología parte que le encanta de Guayana.


Es necesario rescatar la organización en Guayana CO "Vivo en Ciudad Guayana desde hace 43 años. Crecí aquí. Me gusta la parte natural. A mí me encanta una ciudad que esté rodeada de ríos, de naturaleza, para mí eso es muy importante y en una ciudad yo escojo eso", son algunas de las razones que manifiesta Aura Balbi, profesora de la Uneg, por las que decidió permanecer en Guayana. Cuando dejó por hecho que Guayana sería su casa, ella estaba segura de que es una ciudad ejemplo del país, "organizada, ordenada, con las calles limpias", agrega la profesora. Balbi lamenta que "las

“En Guayana hay historia”

cosas han ido cambiando, pero yo creo que tenemos que participar más, involucrarnos para ser esa ciudad recordada. Rescatar esas maravillas que teníamos y que yo viví de adolescente". Balbi hubiese considerado no quedarse en Guayana, porque, por ejemplo, hay ausencia de espacios y actividades culturales. "Hubo una época en que sí estaban programaciones permanentes en la Sala de Arte Sidor, incluso en los teatros de las empresas. Sin embargo, en estos últimos años eso ha decaído, pero no me iría, sino que más bien me anima a comprometernos más con Guayana”.

LLA

Una muestra de la grandeza de Dios CO María Nuria De Césaris es visionaria de una Ciudad Guayana planificada, llevada con la sutileza y creación que se logra con la arquitectura y el urbanismo. "Inicialmente cuando yo llegué a Guayana era una nueva ciudad, como urbanista, eso me atrapó", María Nuria, vio que se podía comenzar muchas cosas. "Yo creo que es una mezcla de naturaleza, una naturaleza espectacular, con una energía enorme de trabajo humano. Esta ciudad

es una muestra de la grandeza de Dios y de la grandeza nuestra. Guayana es una belleza", así llena de calificativos de hermosura a este pedazo de tierra Venezolana. "Definitivamente es una nueva ciudad, o sea, está todo por hacer. Eso es lo que me encanta. Hay mucho por concluir. Yo me vine cuando Guayana tenía 17 años, y ahora, que la ciudad tiene 52, realmente sigue teniendo mucho por hacer. ¡Seguiré aquí, viviendo en Guayana!”, exclama con orgullo.

Tiene 56 años y sigue siendo un soñador; uno que piensa en una Guayana bonita, uno que está decidido a colaborar para que eso ocurra. Euclides Quijada se confiesa “adoptado” por este lugar. Es caraqueño y vino a Guayana hace 19 años para cambiar paradigmas comunicacionales. Se dedicó a la televisión, empeñado en mostrar otra cara de la gente de esta ciudad. “Vine con esa intención y todavía estoy con eso, buscando cuentos que contar”, dice. No duda que los consiga porque asevera que Guayana está plagada de historias. “Lo mejor de aquí es la gente y que esto todavía está virgen para emprender”. La delincuencia lo ha obligado a pensar en dejar estas fronteras por otro país, pero de quedarse en Venezuela, es Guayana el lugar donde quiere estar. “De aquí no me sacan. Hay gente buena todavía”.


“Tengo poco tiempo, pero ya me gusta” Frenny Kelly Granado Fue inesperada su visita, pero ya que está aquí, no le ha tocado otra opción que enamorarse de las bellezas naturales de Ciudad Guayana. “Hay paisajes hermosos, esta tierra tiene como explotar el turismo”, dijo el nuevo jefe del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), Danilo Araque. Con quince días en las tierras guayanesas sólo ha conocido paisajes de La Llovizna, algunas islas del Caroní y el Municipio Heres. “Es completamente distinto Ciudad Bolívar y Guayana, pero la gente sigue siendo igual”. Araque, fue nombrado nuevo director del Cicpc

Contraste entre naturaleza e industria

hace un par de semanas, pero antes no había tenido la oportunidad de visitar el oriente del país. Dijo que haber iniciado este reto, le ha permitido conocer una de las zonas más bellas de Venezuela. Poco ha podido conocer el funcionario de las bondades del estado Bolívar, pero ha notado la amabilidad de las personas como uno de las ventajas que tiene esta tierra. “Todo depende de donde te metas”, mencionó. Aseguró que ya le gusta Ciudad Guayana y que, tal vez, se quede en ella por muchos años. Aunque extraña el clima de Caracas, dijo que fácilmente puede adaptarse a la hospitalidad de esta entidad.

Calma que enamora MES Luz de Cuellar es una repostera que se vino en 1979 desde Colombia junto a su esposo Harold. Él trabajaba en el Hotel Intercontinental de Cali y lo transfirieron a esta remota ciudad de Venezuela. Cuando llegó le gustó la amabilidad del pueblo guayanés, la tranquilidad que se sentía en las calles de la joven ciudad. La ciudad del Hierro la enamoró con sus paisajes, con sus parques Cachamay y la Llovizna, con la majestuosidad de dos ríos que se tocan pero nunca se mezclan.

“Una tierra con historia” NUR

NUR “Ciudad Guayana es muy particular porque está entre un pequeño y exclusivo grupo de ciudades planificadas del mundo. Hace 61 años se construyó Puerto Ordaz y posteriormente fue unida con San Félix, creando una ciudad joven e interesante para todo el país. Esta juventud demanda muchas cosas por hacer, sumando innumerables oportunidades”, afirma el arquitecto y expresidente de Fedecámaras Bolívar, Guido Fratini. “Me gusta porque combina interesantes contrastes como la naturaleza con lo industrial, además que por su ubicación geográfica y abundantes recursos la convierten en la alternativa no petrolera de Venezuela”, concluye.

Para la economista y diputada a la Asamblea Nacional Yumelis Viloria Ciudad Guayana imantó a pobladores de diversos estados que arribaron a la ciudad buscando mejores condiciones de vida, atraídos por el boom de un sector industrial en período de crecimiento. “Me gusta la diversidad cultural que tenemos, y la confluencia de los dos ríos más importantes del país que nos hacen soñar y transportarnos a un mundo mágico”, confiesa. Describe a la región como una zona con todo lo necesario para desarrollarse, diversificar sus actividades económicas y ser la punta de lanza en la generación de empleos sustentables que mejoren la

calidad de vida de los guayacitanos y el país en general”. Espera que Ciudad Guayana haga honor a su gente y a la cantidad de recursos en el subsuelo al convertirse en una potencia socioeconómica de exportación. “Para mí esta ciudad cuenta su historia mientras nos invita a cuidar nuestro medio ambiente y territorio”, concreta.


El hombre de los colores MBM

“Te olvidas del mundo que te rodea”

Desde su paleta de colores salen los personajes más famosos de Hollywood pero también unos indígenas de la región. El artista plástico Alexis Moreno, no se cansa de pintar con los colores más eléctricos que están a su alcance, los primeros planos de hombres y mujeres que han hecho historia en el arte. Moreno tampoco deja de ser agradecido con Guayana. -La gente es lo mejor. Dios fue bastante generoso con Guayana, desde el punto de vista que lo veas. Primero la ubicación geográfica, estamos rodeados de tantas bellezas naturales que es un arte divino y eso te hace ir más allá, más creatividad y más pasión… Guayana tiene todas las condiciones perfectas. Moreno se une a la lista de personas que tienen a La Llovizna como uno de los lugares más emblemáticos. -Cuando me toca pasar por la cascada siento que uno pasa por una máquina del tiempo, como que te transportas. Cuando pasas por ese espacio y siente el rocío de la cascada, uno se identifica completamente con Guayana.

MBM Lo único que ata a Marilu Gil a su pueblo en Río Caribe en el estado Sucre es la fecha de su nacimiento. Después de eso emigró a Guayana para convertirse en bailarina y lo primero que le gustó fue su gente. -De alguna u otra forma, independientemente de la situación que se esté viviendo la gente aquí nunca pierde el estado anímico, el entusiasmo, es algo que lo caracteriza en comparación con otros estados, siempre. Gil es ejemplo de ello. Es directora de los Niños Cantores de Nuevo Mundo, un grupo de baile y voz que agrupa a niños de los sectores más desprotegidos de San Félix. Por mucho tiempo tuvo que dar clases en el patio de recreo de una escuela pública, en condiciones que rozaban el milagro. Jamás dejó de borrar el entusiasmo y las ganas de seguir. Después de años de buscar una sede, la encontró en los espacios del Club Náutico Caroní, “a nosotros no nos detiene nada, nunca nos damos por vencidos”. -En Guayana hay dos sitios mágicos, pero en Guayana con el que más me identifico es La Llovizna. Allí te reencuentras con lo que tú necesitas en el momento, desde que llegas te olvidas del mundo que te rodea. Es algo mágico.

“Como la ciudad natal no hay” CO Isbelia Oreyana es amante de su ciudad natal. “Porque aquí nací y aquí tengo la mayoría de mis familiares”. “Me encanta mi ciudad natal porque es la única planificada de Venezuela. Por sus parques, sus ríos y los bellos atardeceres que se ven desde cualquier ángulo de la ciudad. En lo guayanés se encuentra un poquito de

“No me siento extranjero” DM El empresario Pascual Ferese nació en Italia hace 65 años y lleva 56 años en Venezuela: “Llegué a Guayana por cuestiones de trabajo, Artica me contrató, y fue muy curioso porque estaba empezando de cero cuando estas tierras me adoptaron. Nosotros los Italianos, hablo en nombre de toda la colonia, estamos agradecidos por esa compenetración tan fuerte que tenemos con

los venezolanos y lo digo con mucha honestidad”. Ferese afirma que el venezolano es “tan buena gente, que hacen que los demás se integren y forman una comunidad muy bonita”. “Soy dedicado al ramo de la electrónica, trato de hacer las cosas bien, esa es la satisfacción que me queda. Tengo una hija guayanesa, me siento feliz de estar en Guayana, no me voy de esta zona por nada del mundo”.

cada tradición de Venezuela. Soy hija de margariteño con monaguense y me casé con un andino, así que mis hijos tienen un poco de cada región”. Isbelia ha trabajado arduamente para la restauración de las familias guayanesas. Ella es partícipe de que los valores deben permanecer en cada una de ellas. Cree que jamás partirá de su ciudad, porque fue donde nació.


Ciudad de oportunidades LM

“Era muy planificada”

“Llegué hace unos nueve años a la ciudad, vengo de Colombia. La ciudad me ha dado muchas oportunidades para estudiar y trabajar. Y aunque no tiene todos los espacios bohemios que me gustaría, su gente, mi gente, es amable” afirma Sarah Quintero. “Ciudad Guayana es de gente trabajadora, aquí he conocido tanta gente... gente que se identifica con el deporte y otros con el arte. Me encantan los espacios verdes que ofrece la ciudad, el parque La Llovizna es perfecto para tomar fotografías. En verdad creo que esta ciudad te da la oportunidad para desarrollarte; para crecer”.

Epicentro del desarrollo

AS Es de origen portugués, específicamente de la Isla de Madeira. Tiene 50 años, de los cuales lleva tres décadas viviendo en Ciudad Guayana. “Vine a visitar a unos familiares, me agradó la ciudad, era muy planificada, tenía las mejores cualidades, limpieza, estabilidad y seguridad, que con el tiempo se han ido perdiendo”, recuerda. Cuenta que posteriormente se casó y se estableció en Puerto Ordaz, “mis hijos son guayaneses”. Guillermo Goncalves asegura que “no me iría de Puerto Ordaz para nada, dentro de todo es el mejor estado donde uno puede tener un poquito de tranquilidad”.

Privilegio de crecer

GH Orlando Guzmán, presidente del Mersuv afirma que : “Ciudad Guayana ha sido el epicentro del desarrollo industrial. También ha sido la fuente de progreso para muchas personas. Es una ciudad bastante estratégica, más ahora que se ha convertido en la puerta de entrada de Venezuela al Mercosur, situación que nos llena de infinito orgullo. Esta es una ciudad maravillosa donde convergen dos importantes ríos como el Orinoco y el Caroní, además

“Es un orgullo vivir acá”

LM EBT “Soy de Tumeremo, pero aquí, en Ciudad Guayana, tengo 50 años. Creo que esta región es privilegiada, se nos han dado muchas oportunidades para crecer y desarrollarnos. Me atrevo a decir que esta es la ciudad con las mejores oportunidades del país para generar progreso, sin embargo, hay que darle más oportunidades a la gente preparada y dejar de lado las improvisaciones. Aquí en Ciudad Guayana la gente es “echada pa' lante”, hay cultura de trabajo, de compromiso y de identidad ciudadana”, afirma Nirvia Hennig.

“Yo soy guayanés de pura cepa. Es una zona emblemática de la democracia venezolana. Guayana es la única ciudad de Venezuela que fue planificada. Esta ciudad fue hecha por la IV República, tomando en consideración un esquema de desarrollo industrial que hicieron los fundadores de la democracia y donde Puerto Ordaz vendría a ser el eje de ese desarrollo industrial. Por esas razones es un orgullo vivir en Puerto Ordaz”, afirma Diego Castro, secretario de Organización de la seccional de empleados de Sintralcasa.

de contar con maravillosos paisajes naturales que gustan no solo a propios sino a turistas. Esta es una ciudad hermosa, con muchos recursos qué explotar, con una diversidad cultural impresionante. Guayana es una ciudad que pudiera tener mucho más, solo hace falta el empeño y el trabajo de todos. La potencialidad turística que tenemos es maravillosa. He tenido la oportunidad de viajar a muchos lugares, pero definitivamente no cambio a mi Ciudad Guayana por ninguna otra”.


Favortismo por La Llovizna DB Daniel Macuare tiene varios años de experiencia en el baloncesto venezolano, pero el guayanés dice que en esta ciudad hay cosas que no se cambian por nada. “Sobre todo los paisajes, los parques que son tan hermosos. Cuando uno está fuera se da cuenta de muchas cosas buenas que hay aquí, la gente y la comida de casa son cosas que no cambio por nada”, comentó el guayanés. Y para decir que es lo que

le gusta más pensó un rato, según él porque son muchas, “el calor de la ciudad también es especial”, entre otras cosas Macuare comentó que el parque La Llovizna es “uno de mis lugares favoritos, siempre voy para allá y de verdad que me llena mucho estar ahí”. Para él “el trato de la gente siempre me hace querer regresar aquí a mi casa. La comida también es algo que nunca puedo dejar de pensar cuando estoy fuera, mi familia está aquí y la comida de mi madre no la consigo en ningún lado”.

“Promociono a Bolívar para donde voy” Joely Amundarayn Cuando Yasmina Torres habló sobre lo que más le gusta de Guayana, de inmediato dijo que sus paisajes naturales son un “atractivo impresionante”. Torres es del estado Zulia, y siempre venía de visita a Guayana porque su hermana estudiaba aquí, hasta que se casó con un bolivarense y se quedó.

“Aunque soy una maracucha orgullosa, también estoy orgullosa de este estado, aunque le falta un poquito de sentimiento para que pueda surgir un poco más”, dijo la presidenta de la Asociación de Deportes Acuáticos del estado Bolívar. “Yo promociono al estado Bolívar para donde voy, para todos los eventos que he asistido llevo chapas,

mapas y volantines, con todo esto de la sede para los Juegos Panamericanos, creo que eso es lo que necesita Bolívar para que resurja”, agregó Torres. Aparte de la naturaleza guayanesa, Torres admira mucho el casco histórico de Ciudad Bolívar, “toda su arquitectura es una belleza, aunque me da dolor ver el abandono en el que está”, dijo esta arquitecta.

Tierra de oportunidades TSN “Llegue a Puerto Ordaz en el 2001, como tesista de Comunicación Social de la segunda promoción de la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA). Venía en busca de oportunidades de empleo y Guayana me abrió las puertas. En ese tiempo fui acogida por la familia de mi amiga Eliana Guarisma. Trabajé en un periódico de la zona, donde arranqué en la fuente de educación, aunque luego pasé por todas las fuentes, incluyendo deportes” relata Jenny Araque, periodista y gerente de Medios y Articulación de Ma-

deras del Orinoco. Trabajé en ese medio hasta el 2004 cuando se me presentó la oportunidad de sumarme a la fuerza laboral de CVG Proforca, hoy Maderas del Orinoco. Aquí en Guayana me he desarrollado como profesional y en el ámbito familiar, conocí a mi esposo y en esta tierra también nació mi hijo, Eduardo José, que actualmente tiene 7 años. Me enamoré de Puerto Ordaz, porque fue una ciudad que me brindó oportunidades, que es joven y tiene muchas fuerzas para ser la primera ciudad del país.

“Las personas aquí son especiales” DB “Jugar con el equipo de casa es especial”, dijo el jugador de Gigantes de Guayana, Elvis Báez, quien está contento de estar en su ciudad y poder disfrutar de todo lo que aquí se da. “Todos los paisajes naturales, y las cosas que aprendí sobre mi ciudad son especiales. La naturaleza, los parques todo aquí tiene un toque especial, mis padres me criaron aquí y estoy muy agradecido por eso, y de verdad que me siento muy orgulloso de que ahora juego para el equipo de aquí”, comentó. Báez ha tenido experiencia en varios lugares de Venezuela en su carrera como profesional, además estuvo en Estados Unidos donde estudió bachillerato y en la Universidad pocos años, tras toda esa experiencia Báez dice que algo que no cambia de Guayana es “el calor de la ciudad y de la gente. Cuando uno está fuera hace falta ese calor, de verdad que aquí las personas son especiales”, culminó el piloto. Hasta ahora Báez sigue demostrando talento con el equipo local, y el propio técnico Carl Herrera comentó que el guayanés apunta para ser el piloto titular del equipo en un futuro muy cercano.


Una ciudad para surgir CO Como neumonóloga Delia Flores se ha destacado. Tiene todos los conocimientos científicos en su saber. Guayana es una ciudad que tenía todas las posibilidades y brindaba opciones para que toda la gente que quisiera venir, pudiera surgir aquí. Está llena de gente amigable, próspera, con industrias, con posibilidades de crecer económicamente, de que sus hijos se preparen en las varias universi-

dades que hay en Guayana. Es un ciudad donde se congregan personas de muchas partes y aso permite hacer conexiones para todo. Delia lamenta que Guayana ha sido víctima del proceso que vive el país, de los cambios que ha tenido. “Así que todas las posibilidades que ha tenido mucha gente ha mermado”. La doctora tiene muchos años viviendo en Ciudad Guayana y ella asegura que muere “como los indios, ¡con las botas puestas!”

Guayana nació de la minería CO

“Estoy orgulloso de mi ciudad” KB “Es la mejor ciudad de Venezuela”, así cataloga a Guayana Del Valle Rojas, entrenador de fútbol y presidente del Instituto Municipal de Deportes de Caroní (Imdecaroní). Señaló que cuando llegó del estado Sucre a la edad de 10 años era, “la ciudad del progreso, donde teníamos trabajo y estudios”. Dijo que esta característica se ha perdido, “se ha quedado un poco atrasada. Pero tiene riquezas, lugares para estudiar y trabajar como las Empresas Básicas.

“Yo me vine porque, casualmente fue el destino quien me trajo. Aquí vino toda la familia a trabajar, con sus hijos por docenas. Yo me tuve que ir a estudiar en otros estados, después de diez años retorné a mi terruño. Cuando llegué aquí todo estaba cambiado, desarrollado. No sabía dónde estaba. Lógicamente y uno se queda en Guayana, es algo especial y estaré aquí hasta que me llamen de allá arriba. Yo soy un protestatario. Hay que rescatar la esencia de esta ciudad. Mucha gente no es de aquí, pero todos tenemos que luchar por donde vivimos. Es la lucha de todos la que hará que la ciudad mejore”, cuenta Jacobo Morales, presidente de Fundavial.

Ojalá vuelva eso. He hecho mi vida aquí, mi familia y mi trabajo. Me siento un guayanés más, estoy orgulloso de mi ciudad”. Rojas indicó que espera que Guayana vuelva a ser la ciudad que era antes con seguridad, “uno podía andar por la calle tranquilo”, pero a pesar de las dificultades, “tiene bellezas naturales que ninguna otra tiene”, eso la hace única para vivir y disfrutarla. Está seguro que ésta puede mejorar y dar mucho más de lo que ya lo ha hecho siguiendo la planificación con la que fue creada.

Buscando crecimiento profesional

Mejor calidad de vida

TSN

TSN

Wiljerl Mata, dirigente político, nació y creció en Caracas y se vino a Guayana en busca de alcanzar ese sueño de trabajar en una Empresa Básica. “Desde que llegue quedé cautivado con sus bellezas naturales como la Gran Sabana, el salto La Llovizna y el Parque Cachamay. Ahora estoy casado y tengo a mi familia aquí. No me iría de estas tierras que me han dado muchas cosas buenas”.

“Soy de Tucupita, estado Delta Amacuro. Mi hermana mayor me trajo a Guayana junto a sus tres hijos. Ella quería salir de ese pueblo para buscar mejor calidad de vida. Desde entonces nos residenciamos en una pequeña casa en San Félix. Crecí y forme mi familia aquí: tengo tres hijos y una linda esposa. No me iría de aquí” afirma Simón Moreno, vendedor. “De Guayana me gusta su gente, sus bellezas naturales, las empresas y sobre todo que es una ciudad joven con un empuje de crecimiento”.


Sazonar a Guayana Aminta Carrillo Muñoz John Allen es chef, nacido en Caracas pero vivió gran parte de su vida en Suiza y de allá se vino directamente para el estado Bolívar. Aunque su familia vive en Suiza, incluyendo a sus hijos, Allen se queda en Guayana porque aquí es donde están sus verdaderos amigos. El reconocido chef sufrió una neumonía que se complicó con un paro cardíaco que luego se extendió a todos los órganos. Necesitó de la colaboración de toda la ciudad y esta le tendió la mano impidiendo que muriera. “Ya yo estaba listo y gracias al apoyo de la gente estoy aquí muy agradecido, en las malas es donde uno ve quienes son los verdaderos amigos”.

Allen tiene más de 20 años en el mundo gastronómico como profesional. Gran parte de su vida y su deseo es que cada vez existan más espacios en Ciudad Guayana para comer deliciosa comida, en un ambiente agradable a precios justos. Llegó primero a El Manteco con el proyecto de la Saranda Resort, posteriormente vino a Ciudad Guayana e inició los planes de los restaurantes Azahar y Malinas, ahora está próximo a abrir un spa. Sus conocimientos culinarios los obtuvo mientras estuvo en Europa recorriendo los diferentes lugares famosos por su gastronomía: Italia, España, Alemania y Suiza lugar donde realizó sus prácticas de cocina y encontró la experiencia que hoy utiliza para aplicarla en esta urbe a la que tanto quiere brindar su sazón.

“Ya me siento guayanesa” KB Pluvia Núñez, gerente general de CVG Fundeporte, es oriunda del estado Sucre y tiene 21 años viviendo en Guayana, ciudad a la que considera es muy linda, “tiene todo. Yo como carupanera estaba estudiando deporte y pensé que esta era una plaza para desarrollar esa actividad, que de hecho lo es”.

Contó que se quedó en la ciudad porque encontró trabajo al salir de Pedagógico de Maturín, “entré a Fundeporte por mera casualidad, vine a visitar a una hermana que desde hace tiempo vivía aquí y me encontré con este trabajo, me encantó y aquí estoy todavía trabajando, después de 21 años”. Núñez afirmó, “ya me siento guayanesa y no me he comido la cabeza de la sa-

poara. Guayana ha sido para mí una fuente de mucha enseñanza tanto en el aspecto profesional como de la ciudad como tal”. Señaló que Guayana tiene muchas cosas atractivas, “pero pediría un poco más de seguridad, porque para visitar los sitios naturales en el día no hay problema, pero en la noche no hay muchos que visitar que no sea una discoteca”.

El aporte de Charlotte Jurisch ACM Llegó a Puerto Ordaz en el año 1979. Un trabajo por seis meses en la Siderúrgica del Orinoco sería la excusa para que Charlotte Jurisch no volviera a su natal Alemania. Lo que más le llamó la atención de esta ciudad es que estaba bien planificada, futurista, limpia, espaciosa y con mucho potencial. Ciudad Guayana nace por la necesidad de unir San Félix y Puerto Ordaz y crear integración entre dos espacios cercanos, solo separados por el río. Hace unos años la ciudad se ha ido deteriorando, destaca Jurisch, pero cree que el potencial está en su gente y que

en algún momento despertara para rescatar Ciudad y que esta muestre su mejor cara y vuelva a ser la alternativa no petrolera del país. Trabajó por muchos años en la Universidad Católica Andrés Bello y actualmente se dedica a atender el Fundo Yarimá, a cuidar de sus animales -todos rescatados- a ofrecer servicios de guardería canina y cementerio de mascotas labor que no hace para enriquecerse sino para ofrecer su aporte a la región. A Jurisch, en muchas ocasiones, su familia le ha sugerido regresar a su país natal pero ella responde que “cuando un árbol echa raíces y son buenas raíces ya no se puede trasplantar”.

Zandra Patricia baila la urbe ACM Caraqueña de nacimiento pero “guayanesa de corazón”, así es Zandra Patricia Rodríguez, una bailarina de ballet clásico con los fundamentos de la escuela Rusa. Llegó a Ciudad Guayana en el 2006 y se quedó porque “esta es la ciudad de las oportunidades”. Su pasión es también su trabajo y vio que en la zona había una necesidad importante de querer aprender sobre el ballet clásico y a muchas jóvenes le llamaba la atención por lo que decidió echar raíces y abrir la academia que lleva su nombre. “Las niñas estaban deseosas de aprender y yo de transferir todos esos conocimientos.” Lo que más le gusta de la ciudad es su planificación, sus espacios, que es agradable pero considera que se ha deteriorado con el paso del tiempo. Rodríguez cree que si se sientan unas buenas bases y se construye con esfuerzo Ciudad Guayana puede ser una urbe modelo. Rodríguez Dávila destaca que los artistas aún necesitan espacios apropiados para mostrar su talento, especialmente teatros.


Pedro Hernández

Tumeremo: Puerta al desarrollo Pedro Hernández El comerciante y luchador social Oscar Mota resaltó a la región guayanesa como un reservorio de inmensas riquezas, haciendo mayor hincapié en el municipio Sifontes y su capital Tumeremo. “Tengo 30 años en Tumeremo, en aquel momento era distinto pero ha tenido un crecimiento acelerado, el

cual esperamos que con la entrada al Mercosur se dé una mayor diversidad económica, porque hasta ahora Tumeremo ha dependido en gran manera es de la minería”; señaló. Mota hizo énfasis en la necesidad de lograr ensamblar un proyecto de ciudad. “Los ojos del mundo están puestos en Tumeremo con todas las actividades económicas que se realizan aquí. Tume-

remo es la puerta de entrada al estado Bolívar y de Venezuela, no solo gracias a su ubicación geográfica sino también a su potencial”; destacó. Por último el vocero de la cámara de comercio de Sifontes expresó su felicitación al Diario Primicia en su aniversario. “Felicitamos al Diario Primicia y damos gracias por el apoyo que ha tenido con las poblaciones del sur”.

“Hemos sido privilegiados por Dios”

Guillén elije quedarse ACM

Pedro Hernández

El locutor Carlos Guillén nació y creció en Ciudad Guayana cuando el centro de la ciudad estaba en el Centro Cívico, el cine Altamira, no habían centros comerciales pero creció en la tranquilidad de una ciudad pequeña y bien planificada. “He tenido la oportunidad de irme de Guayana miles de veces pero siempre elijo quedarme”. Todo su familia está aquí y es por eso que no cambia Guayana por nada. Carlos Guillén ha sabido aprovechar los espacios de Ciudad Guayana para convertirse en una de las personas más importantes de la ciudad, es locutor, empresario y quiere seguir trabajando en lo que le gusta por muchos años más y aportar su granito de arena para ver la ciudad crecer.

El excampeón nacional de boxeo y concejal Ponciano Sánchez resaltó las bondades de la región Guayana como polo de desarrollo pero también de riqueza cultural; recordando que son pocas las regiones que se pueden jactar de tener un desarrollo empresarial acorde con un majestuoso entorno natural. “Hemos sido privilegiados por Dios; asimismo en El Callao que es una referencia regional que luego de su autonomía ha conseguido avances poco a poco”, señaló. Al referirse a la región dijo “Guayana es una referencia nacional, un polo turístico que cuenta con buenas vías de comunicación para disfrutar la Gran Sabana así como las manifestaciones culturales y deportivas en municipios como El Callao. Pero para todo esto es necesaria la unión de todos los guayaneses dejando a un lado la política, porque hay mu-

chas divisiones que afectan el progreso de Guayana, el cual se ha visto obstaculizado por enfrentamientos estériles”.

Sentido de pertenencia PH Guayana es una tierra de encuentros y no solo por los ríos Caroní y Orinoco sino por la gran cantidad de personas nacidas en otras regiones que han visto en Guayana su casa, tal es el caso de la licenciada Ángeles Castro, proveniente de Zaraza, estado Guárico.

“Tengo 22 años en esta tierra y el mismo tiempo ejerciendo mi profesión en esta zona que me gustó mucho apenas llegué, entre sus lugares definitivamente la Gran Sabana es el que más me ha gustado”; señaló. “Con solo pasar el Puente Angostura en aquellos años, se entraba a otra dimensión

desde Ciudad Bolívar para acá”; dijo Castro quien hizo analogía con las sensaciones que sienten los maracuchos al pasar el puente sobre el lago de Maracaibo. “Cuando llegué por primera vez, lo primero que vi fue el majestuoso puente Angostura pero con anécdotas porque tuve que pasar el río en lancha

Turismo cultural como alternativa PH A juicio de Ismael Lezama, Guayana es una maravilla de Dios donde convergen los recursos naturales con el fortalecimiento de la belleza creando la industria sin chimenea como lo es el turismo; “aquí es donde el recurso humano con su tradición etnomusicológica se ve representado en acciones como el Calipso de El Callao”. Explicó Lezama que Gua-

yana va convirtiendo el turismo cultural en una alternativa ascendente basándose en el calipso de El Callao. “Debemos fomentar algo que pueda fortalecer el turismo regional a través del turismo municipal (en cada uno de los municipios). Debemos amar a Guayana para darle ese desarrollo turístico a través del contexto cultural que promueva un turismo ecológico natural y el turismo cultural patrimonial”; señaló.

por un desperfecto en el puente durante esos días. Lo que sí le recomiendo a los guayaneses es tener un mayor sentido de pertenencia, amar más las cosas. Hay que cuidar nuestros ríos y tener más cuidado con el medio ambiente porque Guayana definitivamente es hermosa, rica y esplendorosa”.


Pedro Moreno

Ballet a lo Merayo ACM

“Primer estado del país”

La española Ana María Merayo tiene casi 27 años viviendo en Ciudad Guayana. Abrió la academia de baile Piruetas en su propia casa y es allí donde enseña a las niñas la belleza de esta danza que se enfoca en la elasticidad y los movimientos limpios y estilizados del cuerpo. Vivió en Mérida un tiempo y luego Guayana le abrió sus puertas cuando llegó con su esposo por trabajo. Puerto Ordaz sería su puerto definitivo. Los paisajes y los espacios fueron el principal atractivo que enamoró a Merayo y que todavía hoy la mantienen aquí.

Pedro Moreno Nacido en Siria con más de 22 años en Venezuela y 8 años como comerciante en el municipio Piar, a sus 45 años de edad, Nabil Dakdov está agradecido con esta tierra que lo vio crecer como un empresario de la ciudad. “Este es el mejor estado de Venezuela, primero por ser el más grande en potencial, riquezas, maravillas y fortalezas, en su gente es amable, cariñosa y con una gran espíritu de nobleza y trabajo. Uno de los mejores aportes que le daría a Guayana sería una plan de seguridad que le garantice a las familias un mejor vivir, reformas en materia de servicios públicos para que pase a ser una carta de presentación para todos los extranjeros que visitan esta amada tierra” señaló.

Pedro Moreno

Gente amable y hospitalaria PM Con 38 años de edad, Yuri Espósito, licenciado en educación integral, agradece a Dios y a la vida haber nacido en Guayana. “Guayana es una oportunidad de oro, maravillosa para conocer lo grandioso que es este país. Esta es una tierra pujante, constante con mucha fortaleza y sobre todo como mucha calidad humana, para mí

esta zona en un paraíso terrenal, aquí hay de todo, diversidad en la flora, la fauna y queremos de una u otra forma que nuestro estado mejore en esos aspectos a través del turismo, la conservación de los espacios y más allá de eso la preservación de todos los lugares naturales, de nuestras calles, de nuestra gente que siempre se ha caracterizado por ser amable, agradable y sobre todo muy hospitalaria” acotó.

Pedro Hernández

“Un pueblo sin memoria es como un árbol sin raíces” PH La señora Juana López, quien es reconocida a nivel regional, nacional e internacional señaló que Guayana es una de las regiones con el mayor potencial turístico en la nación, razón por la cual invitó a propios y extraños a conocerla y amarla, mencionando que “un pueblo

sin memoria es como un árbol sin raíces”. “Somos ricos por naturaleza, Dios nos ha dado una gran bendición. Los guayaneses debemos conocer más nuestro estado, la gran mayoría quizás no lo conoce. Aquí en los pueblos del sur existe una diversidad de folclor y cultura que la mayoría de los guayaneses desconoce aún”.

López es precursora de tradiciones como “La llegada de los Reyes Magos”, “El baile de la burriquita”, “Los caballitos de San Juan”; entre otros. “Los guayaneses debemos reimpulsar nuestras tradiciones, nos han invadido los comercios chinos con sus juguetes y nuestros niños han descuidado lo nuestro”; finalizó.


Carlos Andrés Monsalve

A Guayana por trabajo Ainara Fernández

Suelo productivo Carlos Andrés Monsalve Eladio Martínez ha pasado el mayor tiempo entre su finca y la ciudad y reside en la calle Unión. “Yo nací aquí donde he dejado toda mi vida, lo que más me gusta de esta tierra es su gente, solidaridad, me encanta el ambiente, la fertilidad de la tierra. Yo siempre he querido lo mejor para ella y deseo que tenga producción, educación y salud. Mi mayor regalo para Guayana son mis 8 hijos que trabajan bastante y mi vida”, relata.

“La política hace daño” CAM Por más de 30 años estuvo en las aulas. Está próximo a cumplir 55 años, nació en San Félix y fue criado en Upata. “Quien no sienta cariño por el pueblo donde nació, no se puede llamar parroquiano, es el lugar donde te aman, te dan todo ese amor, nos criamos, estudiamos, donde nos hemos formado como hombre, padre, esposo, hijo y educador. Se debe estar agradecido. Lo que más me gusta es su belleza natural que lamentablemente la está destruyendo. Mi deseo para Guayana es desligarla de tanta política que tanto daño le hace”, alega Luis Jiménez. Carlos Andrés Monsalve

La decisión de Luisa Pernalete, coordinadora del Centro de Formación Padre Joaquín de Fe y Alegría, no fue propia. Por el trabajo en la escuela, la enviaron desde Maracaibo al estado Bolívar para que asumierá la coordinación regional. En una primera instancia se quedaría tres años en la zona, luego le renovaron el cargo y al final sumó 11 años recorriendo todo el estado Bolívar con los planteles de Fe y Alegría. Pese a terminar su labor en la coordinación regional, lleva 14 en la zona. “El estado Bolívar lo conocí muy bien porque con las escuelas de Fe y Alegría pude llegar a 12 comunidades indígenas. Fui a una zona hermosa como el Alto Caura hasta Morichalito, que son lugares que poca gente conoce”. Pernalete resalta la diversidad natural y cultural de la entidad. “La diversidad es un valor. Este es un estado muy poco aprovechado para el turismo ecológico, cosa que se puede hacer, pero no que acabe con las etnias”. Esta zuliana le tiene mucho cariño a Ciudad Guayana y al estado Bolívar, por lo que sugiere crear una empresa social para pasear a la gente por el río Orinoco, que tenga tarifas sociales para que todos pudieran disfrutarlo. “Imagina, tomar una embarcación en Ciudad Bolívar y llegar a Guayana por el río, con esas vistas hermosas y los atardeceres de acá”. Cree que en la entidad hay potencialidades turísticas poco explotadas, y coloca el ejemplo de Caroní y el Orinoco. Pese a esto, valora a la gente afable; “pudieran ser mucho más amigables, pero imagino este estado como el sitio de

descanso para los venezolanos”. Además cree que las cosas buenas deben mantenerse. “Aquí hay una cosa mágica con el movimiento de corales, esos encuentros pueden ser más aprovechados, y añoramos aquellos espectáculos culturales los últimos viernes de cada mes en La Llovizna”, dice. Pernalete afirma que seguirá su trabajo de educación para la paz en Ciudad Guayana, pues cree que pude ser el motor del país. “Le agarré cariño a esta ciudad (....) Me siento gua-

Inspira quererla PM Próximo a cumplir 66 años de edad, Félix Castillo, artista plástico de la ciudad y profesor jubilado, nació en Ciudad Bolívar. “Mi segundo nacimiento es en la Villa del Yocoima, la tierra que me brindó desde muy joven la dicha de crecer como profesional de la arte y la pintura, para esta época dedico mis obras a mi querida Guayana porque me inspira a quererla, cuidarla y amarla cada día más. Les pido a todos los habitantes de

nuestra Upata y especialmente a la juventud que cuiden y valoren lo que la naturaleza cada día nos regala, al amanecer, cada despertar está lleno de oportunidades para seguir creciendo”. “También colaborar con los muchachos a que aprendan a querer a su tierra a toda Guayana. Yo cuando estaba muchacho lo que me gustaban eran sus calles, recuerdo aquellos años donde actualmente funciona la alcaldía vendían leña, venta de cambures “, refiere.

yasitana. Este estado tiene una gastronomía extraordinaria que tendría que ser aprovechada, en el buen sentido de la palabra”. La zuliana ve hermoso en Malecón de San Félix, la estructura de la Alcaldía, el Centro Histórico de Ciudad Bolívar, pero cree que deben ser más cuidados, iluminados y resguardados. “La propia Ciudad Guayana ha sido un poco maltratada en los últimos años, pudieran habilitarse otras caminerías. Veo las islas del Paseo Caroní y allí con algo de iluminación y seguridad podrían convertirse

en espacios de esparcimiento. También hacerlos hacia los sectores populares, por ejemplo en el cerro El Gallo. San Félix requiere de más lugares de esparcimiento y recreación, eso bajaría la violencia de esos lugares, y los parques puedan ser autosostenibles”. Pernalete afirma que “la paz requerirá de mí por mucho tiempo más (...) Ciudad Guayana tiene cosas muy interesantes para promover este trabajo con las madres promotoras de paz, y pudiera ser la base de este trabajo”.

Pedro Moreno


“Guayana es la tierra del futuro”

Armando Rivas

LP Desde su punto de vista como empresario Roman Aziz ve a Guayana como “una tierra que se proyecta al futuro”. Indicó que Venezuela está abocada hacia el sur del país, y por tal motivo hace que Guayana sea una tierra productiva y con potencial. “Primero por la extensión de terrenos vírgenes que tiene y, segundo por la entrada de Venezuela al Mercosur”, afirmó que con esto Guayana será el protagonista principal del país. “Venezuela se va a convertir en un país exportador”, aseguró Aziz. Mencionó que esto va a impulsar el aparato productivo de Guayana y todo el país.

Armando Rivas

Tierra privilegiada CAM Estuvo 15 años fuera de la ciudad pero regresó más enamorado. “Sin duda alguna Guayana tiene un encanto natural, dándole connotación internacional, esta tierra ha sido privilegiada por su belleza. Lo que cambiaría de esta tierra es la inseguridad, este es un aspecto muy negativo y los entes nacionales deberían afrontar la seguridad con mayor interés, mientras más atención, de seguro más grandes y conocido seremos”, señala Ramón Torrelles. Carlos Andrés Monsalve

“Guayana es un pedacito del cielo” LP “La región Guayana tiene un rincón de cada parte de Venezuela y del mundo”, confesó Marisol García, secretaria de Cultura de la Gobernación del Estado Bolívar. García indicó que la tierra guayanesa tiene un potencial “hermoso y natural, lleno de vida”. Afirmó que a diferencia de otros lugares, Guayana

está llena de mitos, cuentos, leyendas, que según García la hace única e inigualable, y por ese simple hecho marca la diferencia. “Es una de las tierras más hermosas y visitadas por su potencial turístico”, recalcó la secretaria de Cultura. Apuntó que Ciudad Bolívar es una tierra llena de bendiciones y con un atractivo histórico “espectacular”, por tal motivo

afirmó que luchan para que la ciudad sea declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Aunado a esto, mencionó que están a la espera de la decisión de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa). “Los Panamericanos serán el motivo principal para la transformación sociocultural, económica, e industrial de esta ciudad amada”.

“Gracias a Upata” PM Miguel Rojas, actual presidente de la Cámara de Comercio, nacido en el estado Anzoátegui, a sus 14 años de edad decide mudarse a Ciudad Guayana donde cursó estudios y comenzó a trabajar en la empresa Sidor, años más tarde funda una compañía llamada “Manu metal” lo que le permite incursionar en el mundo del comercio, luego en 1986 emigra a la ciudad de Upata, donde se casa y forma su familia. A sus 61 años se siente agradecido con esta tierra amada. “Le doy las gracias a Upata, a la Cámara de Comercio por facilitarme la oportunidad de crecer en esta tierra tan maravillosa y bendecida por la mano de Dios, con todo el cariño y amor quiero que mi pueblo crezca porque me siento upatense de corazón porque aquí tengo a mi gente, amigos que han compartido conmigo por muchos años”, señala. “Exhorto a todos los nativos de la zona para que cada día se esfuercen por mejorar las condiciones de vida, amando y queriendo los recursos naturales que esta tierra nos regala”. “Deseo que mi pueblo se convierta en una zona turística ya que contamos con las más grandes reservas de minerales en todo el mundo, también la construcción de universidades para que nuestros estudiantes no tengan que irse a otros estados a cursar estudios superiores, ya tenemos espacios de terreno y lo más importante que es la calidad humana”, agrega Rojas. Pedro Moreno


Carlos Andrés Monsalve

“Estoy apegado a esta tierra” CAM Luis Reyes nació en Caracas y pasó los primeros años de su vida entre esta ciudad y Maracay, siempre con el tema cultural. Tiene 38 años en Guayana y aunque reconoce que los primeros años no logró adaptarse al cambio, siempre iba y venía. Pronto cumplirá 59. “Ahora es todo lo contrario, no me quiero ir, he vivido más en Guayana que en la tierra donde nací. Dentro de poco serán 40 años apegado a esta tierra. Yo vine desde Maracay con una semilla sobre el teatro y aquí lo he ido desarrollando con personas que ahora ya no están”, menciona.

Recuerda que al viajar por primera vez a Guayana tenía expectativas de ver el hierro y oro rodar por las calles, descubrió una vez adaptado que Bolívar no tenía la promoción que debía en el centro del país. “Más rica por el oro y el hierro, esta tierra tienen más en cultura, su ambiente, gentilicio y para mi persona fue la cultura indígena”, refleja. Lo mejor de esta tierra para Reyes es su gente, dice que le regaló su vida y no le cambiaría nada, todo lo contrario trabaja en aprovechar al máximo las fortalezas que tiene sobre todo en las áreas culturales de cada municipio sobre todo las indígenas donde existe un alto potencial.

Armando Rivas

Lorena T Afanador

"Tierra de oro, hierro y mujer" LP La presidenta del Consejo Legislativo del Estado Bolívar, Zulay Betancourt, señaló que Guayana reúne todas las condiciones para nunca decir adiós. Nació en Ciudad Bolívar, “la ciudad más bella y hermosa de Venezuela”. Destacó que la belleza natural habla por sí sola, y que el estado Bolívar está repleto de recursos que ningún otro país tiene.

"Me siento una mujer guayanesa, llena de todas las riquezas que me ofrece mi estado", enfatizó la presidenta del Cleb. Indicó que Ciudad Bolívar significa “vida, fauna, y flora”. Rememoró que Simón Bolívar dejó su apellido en el estado más rico y fructífero de Venezuela. Insistió que lo único que le falta a Guayana es "un poquito de cariño" por parte de los ciudadanos.

Miguel Frontado

Guayana gratificante LTA “La ciudad es una cosa que me llena” afirma con decisión Oscar Quijada mientras detalla con fascinación su experiencia en Ciudad Guayana. Como empresario ha hecho su carrera en Puerto Ordaz. Nació en Cumaná en 1963, pero sus padres no titubearon en traerlo hasta la calidez cincelada por el Orinoco y el Caroní cuando la llamada “primera colada” de Sidor congregó a cientos de familias jóvenes y trabajadoras. Ahora, escoltado por las letras que confluyen en una de las librerías que gerencia, Quijada se muestra cautivado por Guayana, por su vegetación exuberante y su gente, elementos que se han convertido en un motivo para regresar, de cada viaje realizado fuera del macizo, más seguro de que su “centro energético” es esta ciudad con sus regalos cotidianos. Cada episodio vivido en Guayana

“Nadie quiere lo que no conoce” Uno a uno los libros se apilan en la casa de Milagros Figueroa y así, como los innumerables documentos de historia que resguarda, una a una las pasiones por Guayana se reúnen en el pecho de esta investigadora cultural, que fue cautivada por la tierra guayanesa en 1966, cuando la planificación y el auge industrial hacían vibrar las fibras de quien pisara el macizo. “¿Quién no quería vivir en una ciudad planificada?” recuerda aún con emoción la jovial Milagros que, a pesar de tener su origen en el municipio Roscio, siente suya a Guayana y se considera una ciudadana de “pura sepa”. El centro cívico y sus hermosas pinturas vuelven a la memoria de Milagros con vívida intensidad, mientras un fugaz recorrido desde los primeros pasos de la cuna del hierro le dibujan una sonrisa en el rostro, una sonrisa que acompaña las certezas del sentir que se arraigó entre los dos ríos que custodian la ciudad. Aquí las riquezas no se reducen a minerales y producción hidroeléctrica. La historia y cultura del terruño han sido, durante años, la mayor preocupación de esta investigadora cautivada por los colores de Guayana, por ese maravilloso viaje a orígenes poco explorados que, según Figueroa, todavía esperan plumas ávidas que los reseñen con detalle. “Nadie quiere lo que no conoce”, repite Milagros convencida de que las raíces de Guayana deben ser difundidas “ahora más que nunca” para así lograr el verdadero desarrollo de una ciudad cuyo potencial continúa latente y que únicamente alcanzará su esplendor en manos de ciudadanos apasionados por este gigante de aluminio y oro. Miguel Frontado

ha sido gratificante, asegura el empresario, desde las oportunidades para invertir, hasta la capacidad de haber criado a sus dos hijas en un ambiente que considera ideal, lleno de valores. Para este confeso pretendiente de la bella Guayana, los proyectos em-

prendidos están orientados a retribuir las bondades que esta tierra le ha dado. Así, portando no más que la pertenencia enraizada en el pecho y las ganas de trabajar por un futuro provechoso, Oscar Quijada no duda en decir con orgullo “esta es mi ciudad”.


Bolívar: Mar de potencialidades Armando Rivas

RG Para la diputada ante el Consejo Legislativo del Estado Bolívar Miriam Reyes, Bolívar es un mar de potencialidades por explotar y eso convierte al estado en uno de los más importantes del país por su desarrollo económico y social. Reyes resalta que “para donde miremos tenemos grandes potencialidades, sobre todo en su gente” que entiende la importancia del trabajo en comunidad para desarrollar un estado más próspero y socialista. En el ámbito económico, resume que durante la gestión de Francisco Rangel Gómez, el gobernador del estado ha demostrado que se puede ser la alternativa económica no petrolera que sustente al país entero

Carlos Andrés Monsalve

El Palmar: El pueblo más hermoso Ricardo García Energía e historia alimentan el alma del diputado cada vez que pasea por las calles de Ciudad Bolívar y explica que por eso, seguirá luchando por que la ciudad sea un lugar “vivible” Para el diputado de la Asamblea Nacional por el estado Bolívar, Alejandro Valdez, uno de los orgullos más grandes es ser de la localidad de El Palmar en el municipio Padre Chien del estado Bolívar. Para Valdéz, Bolívar representa energía que se traduce en río, tierra, gente e historia.

Menciona principalmente a la capital, Ciudad Bolívar, por ser una de las localidades más ricas en lo que a desarrollo histórico se refiere. “Yo amo la historia y me desenvuelvo en una ciudad histórica como Ciudad Bolívar que personifica el nacimiento de la patria grande y eso me alimenta como persona”, acota Valdez seguido de sugerir que la ciudad tiene elementos importantes que inciden en que “es hora de que haya una transformación positiva y se termine de convertir en una ciudad universitaria y vivible” Armando Rivas

en un futuro próximo gracias a la gran variedad de “los mejores” recursos na-

turales acompañado de la presencia de los dos ríos más importantes del país.

“Hay que echar pa'lante a la ciudad” CAM “Yo le debo a Upata todo mi conocimiento, lo que soy como persona. Nosotros sus hijos debemos echar adelante esta ciudad, o dejar que

decaiga y comenzar a trabajar en el bienestar social. También colaborar con los muchachos a que aprendan a querer a su tierra a toda Guayana”, refiere Jesús Rivas.

Carlos Andrés Monsalve

“Es muy rica” CAM Pedro Batistini Castro, exgobernador designado del estado Bolívar en 1964, durante el gobierno de Raúl Leoni, recuerda que su familia llegó a la región Guayana en el año de 1870, de origen corso y proveniente de Italia. Tiene 88 años y afirma estar retirado de la política por su edad, pero no pierde la oportunidad de visitar la casa de partido de Acción Democrática. “Esta zona es muy rica, a pesar de la situación económica del país, el sur de la entidad se salva por el oro. Aquí en Upata también por ser una región enteramente ganadera. Guayana siempre ha sido una región de mucho

porvenir, tenemos el problema de las empresas del estado creadas como sustitutas a la dependencia del petróleo y el día que estén operando bien, ningún otro estado tendrá las riquezas y progreso que tendrá Guayana”, sostiene. Cuestionó las políticas madereras de la región considerando que han quitado un gran potencial a Bolívar. “Lo primero que le regalaría a Guayana sería un buen gobernante, segundo que se reparta el presupuesto como manda la ley por municipio y la salvación de las empresas del estado, porque cuando estas empiecen a producir les aseguro que esta tierra marchará sobre el progreso y desarrollo”, advierte.


“Uno cree que ha llegado al paraíso” José Milano Giusti Sin ser de Guayana hay quienes llegan a la zona y se enamoran de ella. Edgar Mata, director regional del CNE, considera que la zona atrapa por la naturaleza y el contraste del verde en los diferentes paisajes. “No me fastidio en las carreteras, (…) por los colores, porque todo tiene un atractivo”, confiesa. Comenta que este es un estado lleno de potencialidades, como la producción de energía, la minería, Empresas Básicas y sus pobladores. “La gente es cálida, tranquila, apacible”, asegura. Manifiesta que al llegar a la zona se sintió muy có-

Armando Rivas

modo. “Uno cree que ha llegado al paraíso cuando trata a los guayaneses”. Considera que se debe potenciar el turismo y generar ofertas accesibles para que el grueso de la población lo disfrute. Destaca que aquí se produce casi toda la energía eléctrica del país gracias a la naturaleza y las grandes corrientes de agua. Apunta que en Guayana es necesario cuidar lo que tenemos y tomar conciencia para proteger el medio ambiente. Llama la atención de quienes gobiernan la región para que se coloquen a la altura de lo que aspiran los guayaneses.

“Las mujeres son un atractivo” “Al sur del Orinoco somos privilegiados”

JMG

Las mujeres también son consideradas un atractivo para los guayaneses y una razón para permanecer en la zona. Ese es el caso de Pedro Cermeño, quien tiene 54 años casado con una guayanesa. Destaca que puede conocer y visitar otros estados del país, pero prefiere quedarse en Bolívar y disfruta mucho regresar a la capital del estado, lugar donde nació. Indica que está “acostumbrado y aclimatado” al estado, por lo que se le ha “pasado el tiempo” y se siente cómodo viviendo en Guayana. Para Cermeño, la comida es otra de las razones por las que se destaca Gua-

RGM

yana, resaltando la sapoara. El espacio disponible es otro aspecto subrayado por

Cermeño, quien destaca las múltiples posibilidades de crecimiento de la región.

“Centros comerciales son un atractivo” JMG Fedra Rondón, estudiante universitaria, destaca de Guayana los centros comerciales y espacios de recreación y esparcimiento como el Museo Soto en el municipio Heres. “El guayanés es cálido y amigable”, por lo que en sus 4 años viviendo en la zona siempre se ha sentido cómoda y feliz por quienes la rodean. Comenta que las ciudades de Guayana son jóvenes, por los que les hace falta algo de “inversión en turismo, que permita atraer a mayor cantidad de personas”. Destaca que muchos se van en busca de oportunidades pero considera que creando mejores ofertas de trabajo se soluciona dicho problema.

Clima, temperatura y belleza definen a Guayana según las palabras de la joven directora de Protección Civil de la región, Andrehina Díaz. Englobando todos los estados de la región Guayana (Delta Amacuro, Bolívar y Amazonas), Díaz reflexiona sobre las maravillas naturales que la parte sur del país tiene que ofrecer a todos sus habitantes, sobre todo el calificativo de “pulmón mundial” por la gran cantidad de vegetación que alberga el sur del río Orinoco. Protección Civil es un órgano de seguridad que se mantiene atento de lo que la naturaleza puede ocasionar a los seres huma-

nos, por lo cual desde sus instalaciones se tiene perenne monitoreo de los estados climáticos y pluviales que inciden en la zona. Con estas estadísticas en mano, la directora puede decir con seguridad que la región tiene un clima privilegiado entre las demás “donde podemos tener temporadas muy lluviosas que nos pueden llevar a tener temperaturas amigables para las personas”. La palabra “Canaima” es uno de los términos que se defienden por si solos como argumento en la conversación con la directora, no solo por su belleza natural, que regocija a los lugareños, sino por la potencialidad turística que representa para el estado y el país. Armando Rivas


“Ser guayanés es un estado de ánimo” Magia milenaria Armando Rivas

JMG

“Ser guayanés es un estado de ánimo, una forma de ver la vida muy cercana al medio ambiente y la naturaleza”, asegura Marlon Acosta Guerra, director del Museo de Arte Moderno Jesús Soto. Para él, estamos en una de las regiones de mayor riqueza humana, histórica y cultural que tiene Venezuela y el mundo. Resalta la diversidad y multiculturalidad que existe en Guayana, comparable con pocas zonas de la tierra. Considera que el calipso es una muestra de ello, porque dicho ritmo se puede escuchar y cantar con total normalidad en diferentes idiomas, producto de la mezcla que se produce en la región. Enfatiza que Guayana es la

tierra donde confluyen los pueblos, que se formó con gente de todas las regiones de Venezuela, sobre todo del oriente del país, que se complementó con los extranjeros que vinieron a dar sus aportes y conocimientos. Acosta considera que “es un amplísimo honor decir que soy de Guayana”.

Se siente privilegiado por nacer en San Félix, la tierra donde confluyen los ríos Caroní y Orinoco. Resalta las características topográficas de la región, “que amplían el horizonte” y como estas han sido internalizadas por los ciudadanos, dándole a los guayaneses una noción del espacio muy particular:

“Todo lo ponemos grande y lo exageramos”. “El que diga que los zulianos son regionalistas es porque no conoce a un guayanés, que todo lo justifica y lo va llevando a concluir que esta región es la mejor del mundo”, sentencia. Explica que gracias a las potencialidades de Guayana, esta es una de las zonas que genera un mayor aporte socio productivo a la nación. Acosta también se toma un tiempo para considerar la relación de la región Guayana con sus vecinos territoriales y la forma en la que estos han influido en las características de quienes habitan la zona. Puntualiza que la zona también comparte frontera, creencia, costumbres y algunas tradiciones con Brasil, otro de sus vecinos.

Feliz por vivir a orillas del Orinoco JMG Para Arnaldo Sánchez, zapatero de la capital del estado, Guayana es una región maravillosa, resaltando la capital del estado por las belle-

zas naturales que la rodean. Destaca que los guayaneses contamos con dos ríos de mucha importancia y manifiesta su preferencia por el Orinoco. Indica que se siente feliz

Armando Rivas

Tierra de maravillas naturales JMG “Calipso, indígena, Gran Sabana, Salto Ángel, río, sabanas” son algunas de las atracciones y particularidades que definen y dan atractivo a la región Guayana para Álvaro Fernández, presidente del Instituto Autónomo Indígena del estado Bolívar y diputado suplente del Cleb. Fernández asegura que los turistas del extranjero consiguen en esta región todo lo que está desapareciendo en sus países, como las monta-

ñas, ríos y demás espacios verdes que adornan esta tierra. Considera que la región ha sido bendecida por Dios que la llenó de maravillas. El diputado suplente del Cleb considera que los guayaneses son personas que sienten orgullo de vivir en esta zona y están “felices y contentos” por permanecer aquí. Para Fernández, el guayanés es otra de las riquezas de esta región, porque en la zona se puede presumir de contar con gente que cree en el com-

por vivir a las orillas del río padre. Considera que Ciudad Bolívar necesita mejorar en muchos aspectos para brindar mayor calidad de vida y atractivo para los turistas.

JMG El diputado de la Asamblea Nacional por el estado Bolívar, Tito Oviedo, resalta de Guayana a la capital del estado Bolívar, Ciudad Bolívar, por su historia, su gente y lo que significa en su vida. Considera que la otrora Angostura del Orinoco cuenta con “una magia milenaria” que recibe parte de su esplendor del “río padre”. Apunta que los bolivarenses son “gente muy noble, (…) que ama la poesía, el teatro”. Reconoce que hay muchos problemas por resolver y muchos aspectos que mejorar en Ciudad Bolívar, donde “lamentablemente no hemos tenido municipalidades que ayuden”. Sin embargo Oviedo se muestra convencido de que algunos cambios serían claves para que esta ciudad sea mucho más amigable. Señala que -“entre muchas cosas”- se necesita un mejor sistema de transporte público y la implementación de este debe ser una prioridad del próximo burgomaestre del municipio Heres, que de acuerdo a Oviedo será un revolucionario. Explica que “nunca” se irá de la capital del estado por diversas razones: su malecón, el Casco Histórico. “Aquí me enamoré, aquí estudié”, resalta. Además el diputado considera que está en la ciudad indicada para criar a sus hijos. Armando Rivas

pañerismo y en brindar una mano. Toma como ejemplo su historia, pues naciendo en Gran Sabana, su vida lo ha colocado a ocho horas de distancia de su zona natal y “jamás

me he sentido solo”, gracias a la gente que lo rodea. Enfatiza que para mejorar, debemos cuidar y preservar la naturaleza, por ser una gran bendición que recibimos del creador.



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