Alex

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Oswaldo del Castillo Carranza

Alex


Primera edición, 2005 Segunda edición, 2014 © Oswaldo Del Castillo Carranza Derechos Reservados isbn: 970-93933-0-8 Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada o trasmitida de manera alguna, ni por ningún medio sin permiso previo del escritor. Impreso en Culiacán, Sinaloa, México. Made in México


A la memoria de Alejandrina Haza de Tarriba, Roberto Tarriba Rojo, de sus hijos Roberto y Guillermo Tarriba Haza



Agradecimientos

P

rimeramente a Dios por permitirnos hacer un recuento de tantos méritos en una persona como Alejandrina Haza de Tarriba, llamada cariñosamente Alex por todos los que la conocimos; cuya presencia se encuentra con nosotros en espíritu, otorgándole a nuestra vida un significado tangible. Hay demasiadas personas a quienes tendré que agradecer por la realización de este libro. El testimonio sobre la vida de Alex, que nos dan los personajes, adereza las experiencias que vivieron con ella; a Leticia de Clouthier, Claudia Gastélum de Habermann, Bertha de De la Vega, Luisa Urrecha, Irene Torróntegui Félix, Macario Camacho Robles, Gustavo Parias, José Manuel Peraza Castellanos, Laura Zazueta de Peraza, Irasema Calderón de Cueto, Martha Guel, Socorro Haas y Lupita Amézquita Tarriba. Sus comentarios, anécdotas e historias hablaron de Alex y la describieron, tal cual fue. Otro valioso colaborador que estuvo siempre presente, alimentando la fe para lograr este libro, fue Roberto Tarriba Rojo, quien nunca dejó de reconocer que Alex fue un ser iluminado, único y que daba la vida por los 9


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demás. A Guillermo su hijo, quien la obligó a revelar dentro de ella a la persona que diera certeza a un proyecto que pocos tuvieron la capacidad de descubrir, hasta que ella misma dio con su ejemplo, la muestra de un trabajo que requiere fuerza, coraje y mucho amor, lo que a ella siempre le sobró. De la columna de “Reflexiones” extrajimos su pensamiento objetivo, libre y contundente. De las notas que nos facilitaron, dimos cuenta de los versos, poesías y letras de canciones con las que amenizaba las tertulias que hiciera nuestra protagonista. Deseo agradecer a la licenciada Yolanda Guadalupe del Castillo Torróntegui por su valiosa participación en la transcripción de las entrevistas. Al estudiante de quinto año de la Licenciatura en Administración de Empresas, Luís Antonio Espinoza Ojeda por su colaboración en la búsqueda de materiales para llevar a feliz término esta obra. A la División de Investigación de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Sinaloa por el apoyo otorgado bajo el programa de Vinculación con el Sector Productivo.

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Prólogo

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lejandrina Haza Rivas, mejor conocida por sus amigos como Alex, fue una mujer que influyó en la vida de muchos culiacanenses. Oriunda de Nogales, Sonora, llegó a Culiacán como un regalo que cae del cielo. “Reflexiones” fue la columna de un periódico de la localidad que cobijó su pensamiento y la alentó a objetivarlo; le permitió plasmar sus sueños, lucha, preocupaciones y logros. Acostumbrada a sentir en su alma la inquietante y permanente búsqueda de una vida alejada de lo superfluo, se encaminó por el sendero angosto y sufrido hacia caminos más significativos. La constante necesidad de alcanzar condiciones apropiadas para Guillermo, su hijo menor, la hizo armarse en cuerpo y alma, para una batalla cruenta y dolorosa, forjando en ella su espíritu de lucha. Con garbo y honestidad, Alex caminó por ese sendero poco transitable. 11


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Quienes la recuerdan lo hacen con admiración y respeto, queriendo resguardarla en su memoria para mantenerla incólume de ataques mordaces por aquellos a quienes molestó con su sinceridad y a los que nunca dejó de exigirles los cambios hacia mejores condiciones de vida. En la columna “Reflexiones”, que escribiera por poco más de siete años, quedó plasmado el pensamiento propio y enérgico de una mujer única que anima y persuade a las de su género a salir de la oscuridad; donde muchas de ellas se encuentran todavía, enfrentando con ahínco su pasado y su presente. No conformándose, sino más bien, adentrándose en búsqueda de mejores condiciones para vivir. Presentamos parte de su vida, sin pretender, de esta manera, hemos cumplido con ella; las páginas de este libro son insuficientes para reconocer su labor altruista en beneficio de mucha gente. Después de casi 26 años de ausencia, su recuerdo se hace más tangible, hoy se dibuja diferente. Hemos querido hacer manifiesto lo que por mucho tiempo tan sólo deseamos: colocarla en el justo lugar que le corresponde, eso lo hará usted, querido lector o lectora, recorriendo sus ensayos, sus versos, poemas y música celestial. Este proyecto nace de la inquietud de quien escribe estas líneas, por el hecho de que al conocerla a través de sus escritos y de quienes la conocieron, no pudimos evadirnos, ni mucho menos ocultarnos de lo profundo de su pensamiento. No pretendo otorgar falsos reconocimientos a nadie sin que se lo merezcan, ni tampoco deseo caer en apologías 12


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inmerecidas. La familia Tarriba Haza es una muestra, como muchas quizรกs, que merezcan elogiarse; pero ya alguien se encargarรก de los demรกs, por hoy nos encargamos nosotros. Oswaldo del Castillo Carranza

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Introducción

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lex,1 madre de Roberto,2 Ernesto, Emma Beatriz, Iván, María Alejandrina, Oscar Arturo y Guillermo,3 todos hijos de don Roberto Tarriba Rojo;4 fue una mujer incansable en su lucha permanente contra la corrupción, la ignorancia, el maltrato a menores y la injusticia. Bondadosa por naturaleza, Alejandrina Haza Rivas, no pudo evadirse de las necesidades de los demás. Su sensibilidad y amor la hizo ganarse el respeto de una sociedad que carecía del conocimiento

1  Nace en la ciudad de Nogales, Sonora el día 29 de noviembre de 1933. 2  Roberto Tarriba Haza muere en la ciudad de Culiacán, Sinaloa el 21 de abril de 2004. 3  Guillermo falleció en un accidente automovilístico el día 17 de enero de 1981. 4 Don Roberto Tarriba Rojo nació en 1927, en Bacubirito, Sinaloa, muere en la ciudad de Culiacán, Sinaloa el 5 de abril de 2013 a la edad de 85 años. 15


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de cómo tratar a un hijo con problemas físicos.5 Fue una madre que luchó por todos los niños sinaloenses; principalmente, por Guillermo, el menor de sus hijos, quien le diera una de las batallas más cruenta que nadie pudiera imaginarse. Su gran preocupación era la injusticia y la pobreza... nos comenta don Roberto. Al leer su columna “Reflexiones”, la recordamos fortaleciendo a millares de hombres y mujeres que sufrían la escasez, la insensibilidad y el abuso de las autoridades. Para ella no existía el después, ya que ello significaba tener que esperar. Aprovechaba cada momento como si supiera que su tiempo estaba medido. Su vida nos dejó innumerables recuerdos y para quienes la amaron, la añoranza es permanente. Prevenir, significaba evitar que un niño naciera con alguna deficiencia que obligara a sus padres tener que someterse a rutinas pesadas y sufridas. Este material fue elaborado con la ayuda de los amigos más íntimos, las que la rodearon hasta el final; amigos que sintieron la influencia y el poder de una mujer que nunca se venció en la búsqueda por encontrar las mejores condiciones para los niños con defectos al nacimiento, entre ellos para su hijo, el núcleo de su fuerza vital transformadora. Se consideró también los documentos de la columna “Reflexiones” y otras fuentes 5  Alejandrina Haza Rivas de Tarriba, conocida como Alex, falleció el 14 de febrero de 1987. 16


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necesarias. Los comentarios de quienes rodearon su vida, los documentos escritos, objetivando sus poes铆as y canciones, deseando siempre que su pensamiento siga presente en cada acci贸n de cualquier madre o familia que busque remediar su problema, sea cual fuere. Hablar de Alex es un privilegio que pocos tenemos.

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CAPÍTULO 1

Mi vida

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i Alex empezara esta línea seguro estoy que comenzaría así. Mi vida es como la de cualquier otro, la diferencia es que la mía depende de la tuya. Vivir sin entregarse y darse a los demás, no sería suficiente; pues, sólo lo es cuando uno ve al fruto dar sus frutos. Alex que no confiaba en que tendría más tiempo para cumplir sus propósitos, se entregaba sin descanso a las causas más nobles del ser humano. Lo que sigue serán los testimonios de personas que estuvieron muy ligadas a ella en los momentos más difíciles y alegres de su vida. Testigos de una vida ejemplar que se apartara como un asceta dedicada a servir a los demás, profundo su pensamiento y sencillo su actuar; un ser único. Como un tributo a su memoria, su columna “Reflexiones”, planteará una forma distinta de interesarse por los demás, una nueva forma de vivir y de pensar. Estimado lector o lectora no nos culpen de los efectos 19


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que sufra usted después de leer este libro. Le aseguramos que recompensaremos con creces su esfuerzo al culminar esta lectura. 1979 Año internacional del Niño Mamá no quiero turbarte, pero ¿quién es responsable de las carencias que paso? Ahora vas a contestarme, no quiero más que me engañes. ¿No alcanza acaso el dinero, o la ignorancia es culpable de que no pueda tener, para seguir adelante lo que en otras partes tienen? Parece mucho pedir, faltando tanto a mi hermano que por años se ha quedado con sueños no realizados. Pero no creo sea posible que tanto no alcance a darnos lo que más necesitamos. Olvidaré que perdí mi tiempo de habilitarme y sólo te pido Fe de que pueda superarme. ¡Madre, tú que tienes voz no calles más mis mensajes! Oí del año del Niño... ¡ya no quiero más regalos! Sólo quiero mis derechos como cualquier ser humano (Alex Haza, “Reflexiones”, Periódico Noroeste, viernes, 12 de enero de 1979). Estos reclamos incesantes fueron los de una mujer que nunca vio el cansancio en su cuerpo ni en su mente, sus ojos jamás se cegaron ante la necesidad de otros. 20


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Comenta don Roberto que en una ocasión tenían que construir una casa para ellos. ...Se fue a los barrios para buscar a la gente más necesitada; encontró carpinteros y albañiles, también a un arquitecto que no tenía trabajo; se llevó a toda la gente que creyó que le podía servir para hacer la casa. El día de la Santa Cruz, día en que se festeja a los de la construcción, les hizo una comida, pero cuando subió a la segunda planta para comer con ellos, se cayó y quebró un brazo. Era tan valiente que no hizo gesto alguno de dolor, aún vendada andaba manejando... a los siete meses murió. Le gustaba estar en los sanatorios ayudando... La valentía puede considerarse como un valor cuando las personas enfrentan la vida sin reclamo. Sucede que Alex luchaba; principalmente, por no dejarse llevar con sentimentalismos, se enfrentaba a sí misma tratando de cambiar permanentemente. Enero No quiero llevar conmigo ni un pensamiento atrasado, ni quiero guardar rencores ni empezar esperanzado. 21


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Quiero devolverle a todos, promesas que me hayan dado y no quiero prometerme romper con aquellas cosas que el tiempo no haya logrado. Quiero ver llegar el tiempo y ante él nunca acobardarme, quisiera romper los lazos que me ligan a la carne para poder distinguirlo y del limpio amor gozarme (Alex Haza, “Reflexiones”, Periódico Noroeste, sábado, 13 de enero de 1979). Limpiar el alma como ella acostumbraba hacerlo, imponía de una disciplina que pocos podían entender. El cuidado de Guillermo la llevó a concebir la vida en una forma distinta; se percató de las ausencias del ser y por supuesto de las debilidades que vulneran lo humano: el amor de sus hijos. El menor fue el bastión de don Roberto y Alex, así como de los demás miembros de la familia. Fue el núcleo de un mundo que hizo caminar su mundo: A causa del daño cerebral que padecía lo llevamos a Miami para que le realizaran una operación muy delicada en su cerebro; Alex esperaba con ilusión que saliera bien. Los 16 años que vivió lo disfruté... extraño mucho a Guillermo, siempre me esperaba para decirme o enseñarme, lo que creía él. Se sentaba a mi lado a comer, y yo lo ayudaba porque no podía llevarse el taco a la boca; estábamos 22


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pendientes de que no se diera cuenta ella, pues, no le gustaba que lo ayudara, era muy exigente con él en ese sentido. Lo que a ella la hizo sufrir más, fue cuando comenzó a preguntarse qué pasaría con Guillermo si llegáramos a morir, era una obsesión. Vivíamos en una casa muy grande cuando empezó a hacer la del rancho que estaba en las huertas, éste era precioso. Una de sus más grandes ilusiones era hacer una vivienda para niños minusválidos. Le pedí que no sufriera tanto, a Guillermo lo querían mucho sus hermanos y toda la gente; le dije que le íbamos a dejar dinero, pero me contestó que ese era problema de los dos, no de nuestros hijos ni de mis hermanos, le desesperaba saber cómo le íbamos a hacer. Probablemente, lo acontecido a Guillermo, centró a la familia a ver las cosas de un ángulo distinto. Podemos inferir que la fortaleza de Alex y de su familia venía de la condición de Guillermo. Adentrarse en la meditación conlleva a un estado de ánimo que, necesariamente, te obliga a ser diferente de lo que eres; ya sea mejorando tu propia situación en forma inmediata o haciendo los planes de un cambio de vida más planeada a mediano plazo. A ella le gustaba hacer sentir a Guillermo que podía valerse por sí mismo; hacía hasta lo imposible para que algún día se hiciera independiente. Algún temor 23


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existía en ella, pues, era fácil detectar su vulnerabilidad pensando quizás, que si faltase ella o Roberto, las cosas pudieran no ser las mejores para su hijo. Gracias Alba Después de la impresión, de ver mi nombre en el encabezado de mi primer escrito, no pude detener la entusiasta vanidad a que el impulso me empujó. Pero inmediatamente de la reacción humana, sentí la necesidad de darle gracias a Dios, por mi atrevimiento y por esa cantidad de situaciones que me ha permitido en la vida, para conocer un poco de lo que yo misma soy. Después, pensé con la fuerza que mi padre ha influido en todos los actos en que he necesitado un poco de valor. En la satisfacción de mi madre que me había alentado a esta nueva aventura. Y en todos aquellos que me quieren y quiero... No pude menos que ponerme a meditar, sobre esta tierra, que había adoptado mi padre como suya. Y que yo con mi espíritu de crítica no había podido ver, más que el atraso y limitaciones del pueblo chico, y el ruidoso tráfico y la enorme apatía de ciudad grande. En ese instante, recapacité de mi ingratitud; recordando a mi tierra, esa que me permite 24


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abandonar el pensamiento en el verde de sus álamos, a la que acunando el río, tanto ha servido de alivio. Aquella que tarde a tarde, va a juntarse con el sol, para mostrarnos que todos los días hay un horizonte diferente, nuevo, que mantiene a nuestros hombres en constante lucha. Por ella que es fácil dejar y difícil de olvidar, quiero aprender a hacer justicia (Alex Haza, “Reflexiones”, Periódico Noroeste, sábado, 13 de enero de 1979). Así fueron los escritos de Alex Haza, en todos ellos se transparentaba la lucha permanente por cambiar las condiciones de un pueblo que gritaba justicia, pero en esos mismos escritos puede observarse la insatisfacción por permanecer igual en su propia persona; por ello, siempre hubo un reclamo a sí misma. Su columna fue su trinchera, su muralla, su atalaya donde podía llevar a cabo su batalla, su lucha. Insensibilidad Acabo de leer el problema de las madres con hijos desaparecidos que siguen luchando ante las autoridades, quizá solamente por conocer la verdad. Y me dio mucha tristeza recordar, las veces que pasé frente a donde ellas se encontraban. Y las vi 25


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con frialdad, solamente como un problema más. Y a la reacción del gobierno como lógica, a la que nos hemos ido acostumbrando desde siempre. ¡nos hemos quedado insensibles! Nada nos mueve, no nos hacemos solidarios de ningún problema, las injusticias son sólo una insignificante omisión de la justicia. En cuestión de sufrimiento, todo pertenece al vecino, nada es nuestro. La conciencia la callamos con unos cuantos: ¡Pobrecitos! ¡El egoísmo espiritual vence! No nos deja cambiar sus problemas en nuestros. Nos hicimos fríos, calculadores, no importa el nivel social o cultural. No existe más problemas que el mío. Disculpamos al pobre diciendo: ha visto tanto que ya está acostumbrado. Y al que tiene: Porque... pues... no los conoce. La razón que quiero encontrar, de que seamos así, es que, a cualquier nivel, hemos sufrido un problema, y hemos tenido que luchar y resolverlo, cada quien con nuestras propias fuerzas. Lo mismo me refiero a una persona, grupo, ideal o causa. 26


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El resultado: que cada uno que se sintió solo, ante una penosa situación, va pasando a ingresar a ese inmenso ejército de egoístas, invencibles del cual no se deserta con facilidad. Lo digo con pleno conocimiento de causa. Les citaré dos dichos populares, que encierran en pocas palabras lo que les he tratado de decir. “La burra no era arisca, la hicieron”. “Cuando veas a tu vecino rasurar, pon tu barba a remojar” (Alex Haza, “Reflexiones”, Periódico Noroeste, domingo, 21 de enero de 1979). Simple y llanamente Alex plasmaba su pensamiento como lo concebía, exigiéndose más en cada reflexión que hacía. La buena o mala crianza de los hijos se les atribuye, principalmente, a las madres, a ellas son a quienes regularmente se les culpa de que los hijos sean de un modo conveniente o inconveniente. Hemos dicho que sí queremos explicar el presente no basta con conocer el ahora, habrá que regresar en el tiempo y ver cómo fue el pasado. Para Alex no existían las fronteras, lo mismo era aquí en Culiacán, en la ciudad de México o en los Estados Unidos; aprovechaba los momentos y oportunidades; pues, debido a la necesidad de tratar a Guillermo tuvieron que renunciar, por un tiempo, al terruño: don Roberto nos comenta

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Me fui a vivir a Estados Unidos, también estuve cinco o seis años en la ciudad de México. El negocio lo manejaba por teléfono; en ese tiempo hice una granja porcina y una huerta de 100 hectáreas de aguacate y mango; pero me falló la variedad, tuve que adaptar la huerta. Los árboles estaban preciosos, me sirvieron para pedir prestado dinero, aunque eran variedades que no iban para esta región y clima; la granja de aquí la cerré hace tres o cuatro años. Duré 26 años con ella, pero nunca tuve un encargado: a nadie le gustan los puercos. Ahí dejamos ir un buen negocio.... La confianza de este hombre, para que las cosas salieran bien, fue lo que hizo que permanecieran algún tiempo buscando las soluciones que exigía el caso de su hijo. La pareja tenía una fuerte dosis de amor a su país, por eso nunca renunciaron a la tierra que los vio nacer. ¿Malinchismo? No sabemos reconocer nuestros derechos, ni cumplir con los deberes que tenemos y queremos que otros los tengan para nosotros. Se habla de que no se respeta nuestra dignidad. La dignidad nadie la da, ni se adquiere en ningu28


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na parte. Es parte de cada individuo, el cual ya sabemos, forma parte de una sociedad y ésta de una nación, a nadie se puede hacer responsable de lo que hagas con ella. Todo lo que tenemos es nuestro; creado y fortalecido por nosotros ya sea la ignorancia, indignidad, miseria, mugre, corrupción, etc. Y si hay un responsable en alguna parte de nuestras acciones, son nuestras mexicanas autoridades, que teniéndonos en sus manos con poder ilimitado, no nos obligan a mejorar esta vergonzosa posición. Mientras sigamos delegando todo tipo de responsabilidades, sin el sentido de responsabilidad que esto requiere, seguiremos como estamos. ¿Es posible que pensemos qué alguien nos quiere quitar las costumbres? Se puede entender por esto, ¿qué nos las quieran cambiar por mejores? Pero creo que a nadie le sobra tiempo para ello. ¿Y por peores? Si al pensar en buenas costumbres, se refieren a la familia, podríamos decir, que los principios morales y de unión de ésta no cambiarán porque deje de caer sobre los padres todo el peso de la carga económica, que una familia representa. Nuestra cultura pertenece a un pasado que ya está en la historia, imposible de borrar. 29


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¿Y de nuestros recursos naturales? ...Aquí sí estamos en manos de nuestros gobernantes, pero por dignidad no digamos que en las de otros (Alex Haza, “Reflexiones”, Periódico Noroeste, viernes, 02 de marzo de 1979). Eternamente atenta a los acontecimientos sociales y a los sucesos que en el estado ocurrían, con la mano en alto como queriendo decir: ¡Paren esto! ¿No se dan cuenta de lo que está sucediendo? Así fue Alejandrina, mujer amada por su familia y querida por la sociedad sinaloense. La columna “Reflexiones” estuvo por años cimbrando las mentes de los culiacanenses para forjar la conciencia y despertarla ante el evidente letargo social; mismo que no evitaba que el aparato gubernamental hiciera de las suyas. Alejandrina tomaba de las noticias de primera plana su comentario y con la cara en alto y sin máscara alguna, decía lo pertinente para sí misma. Sin ocultar su enfado ni su coraje, Alex buscó siempre la dignidad que hace del ciudadano un ser responsable de lo que haga o deje de hacer. De oración y creencias firmes, su fe inquebrantable y su estoicismo hacían de ella una mujer de valía. Oración Señor, que el enviado que mandaste, traiga en su palabra la semilla de la justicia social que tanto necesitamos. Y que la tierra de tu iglesia ya se 30


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encuentre preparada para que pueda germinar. Que su visita deje la franca libertad que perdure, para nuestros gobernantes, y dé su patria, los Derechos a tus representantes. No permitas Señor, que quede tan sólo, como el más majestuoso y comentado acontecimiento de los mexicanos (Alex Haza, “Reflexiones”, Periódico Noroeste, sábado, 27 de enero de 1979). Sin el cobijo de su fe, Alex nunca caminó, no dejaba de ayudar a las personas que necesitaran de ella. —Le pregunto a don Roberto: ¿Dónde la conoció? Aquí en Culiacán; era lo más lindo de gente que te puedas imaginar, pero era una preocupación vivir con ella porque era la persona más caritativa que haya conocido en mi vida. Un día me dijo: —No puedo dormir, te voy a decir por qué, pero no quiero que te enojes, me he estado acordando de la doña (así le decía a una señora muy pobre que tenía muchos hijos, y una de sus hijas trabajaba con nosotros), necesita quien la inyecte, y quién lo va a hacer a las tres de la mañana si no somos nosotros, ¿vamos?—. Y ahí vamos al monte para inyectar a la señora. Me acuerdo que en las Navidades, se llevaba tres o cuatro pasteles y los iba a repartir con la gente humilde, para qué te platico los deta31


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lles, no le gustaba que lo supiera, realizaba sus ayudas con mucha discreción a veces me daba cuenta, a veces no. Si pasaba por la calle y veía a un niño torcido, compraba una silla de ruedas, que eran caras, y se la regalaba. Cuando murió, la pobre no tenía ni un centavo. Fue una persona muy querida. Quiero que sepas que hay dos o tres escuelas que llevan su nombre, Alex de Tarriba, aunque siempre se firmó con el apellido de su papá. Un día Luisa Urrecha me invitó a la inauguración del edificio nuevo del pan, a éste también le pusieron su nombre. Cuando llegué, Luisa me dijo: —Mire Roberto, venga para que vea a la mera, mera de aquí—. Entré al salón grande y descubrí tres retratos, uno de Gómez Morín, otro de Maquío y entre los dos, el de Alex. Ahí lo tienen. Vieras Oswaldo lo que la respetaban y la querían. ¡Era de infantería..! Este último término, “Era de infantería”, me dejó un buen sabor de boca. Quienes hayan tenido la oportunidad de conocer a Alex, nos darán la razón.

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Capítulo 2

La rehabilitación en Sinaloa

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lex luchó incansablemente para que en Culiacán existiera un centro de rehabilitación para niños con diversos problemas como psicomotores, de audición, lenguaje, ceguera y faltos de una adecuada rehabilitación física. En su movimiento social el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (cree) fue uno de esos centros de rehabilitación que impulsó tenazmente; posteriormente, el Centro de Educación Especial del dif Culiacán, para atender a niños con capacidades diversas. Casino de Culiacán El paseo por el Malecón, despierta en algunos de nosotros sentimientos de nostalgia, resultado de esa mezcla del pasado y el presente. Como es ir cambiando el canto de un grillo al ruido de un auto, los tibios hogares por los fríos despachos. En todo hay un cambio digno de añorarse, sólo la naturaleza queda con su encanto. 33


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Pero el sentimiento que me hace más quebrarme, es el de detenerme frente al Casino para contemplarle. Yo sé que a él me ligan vinculos de sangre y quizás eso haga más tristeza darme, viendo abandonado algo que al formarse, no debió llevar un fin semejante. Y hoy por la mañana, que pude enterarme, que vuelve a la vida, con fines tales, que aparte de vida, razón han de darle, siento que fue un Alguien que estuvo esperando que se presentara algo así de humano, para que el futuro no vuelva a olvidarle. casino de culiacán: Quien te escogió para la “Cena del Recuerdo” es el Club Rotarío Oriente, y el beneficio será para la rehabilitación del niño. Esa causa noble que va a rescatarse, es la que te pide salgas a ayudarle, y aquel que te quiso venga a tu llamado y lleve la ayuda a tanto olvidado (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, Martes, 13 de febrero de 1979).

Las cualidades de Alex en el manejo del lenguaje y de la escritura en forma de prosa, nos habla de la gran sensibilidad y de su enemistad por la injusticia. De igual forma, nos remonta al establecimiento de las causas defendibles dejando en el tintero su lucha permanente. Al forjar las mentes de sus hijos con la rudeza de su lucha, pretendía dejar huella en ellos de sus propios ideales, así los mantendría siempre alertas y frescos para continuar la reyerta que dejara ella. Así fue Alejandrina Haza de Tarriba. 34


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Careta Al engendrarme pusieron en carnaval la careta, y estando ésta tan bien hecha fueron pasando los años sin que yo me diera cuenta lo que ocultaba tras ella. Tanto mirarme al espejo me acostumbré a su figura y quizá ahí confundiera pasiones entre ternuras. Con la risa, el sufrimiento de maravilla guardaste, y a veces también con llanto, felicidad disfrazaste. Fueron contadas las veces que por más que te esforzaste, no ocultaste la tristeza ni el dolor que soportaste, más con fingidas sonrisas mucho lo disimulaste. Y hoy de repente la veo, rodar ante mí deshecha, dejando en unos momentos mi real cara descubierta, comprendiendo hasta ahora, que a cada uno la vida con sarcasmo e ironía, confundiéndonos a todos nos puso justo al nacer una distinta careta. Dejo mi faz sin careta, dejo mi cuerpo sin alma, todo aquél que en mi se apoye siga sólo hacia adelante, que con mi careta aún puesta, se hizo valiente el cobarde, consiguió reír el que llora y a querer sin importarle de los prejuicios del mundo, ni el precio que hay que pagarle. Mas hoy desnudo me encuentro y no consigo ubicarme, si en el lugar que me ponen los que ven sólo lo horrendo de mi faz descaretada, o en el lugar que yo siento, sin tener que ver mi cara, que cimientan sufrimientos, desvelos, partes del alma y el cansancio de llevar ésta cubierta, tapada. La incomprensión yo comprendo, y prefiero no juzgar, porque al llevar la careta, un mal juicio puedo 35


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dar, por no saber si tras ella más buenos o mal serán, y no saben si comienzan o ya quieren terminar con lo que es ley de la vida o a ésta, su forma mirar (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, Miércoles, 28 de febrero de 1979).

La expresión que dejara en sus “Reflexiones”, son muestra de la enorme carga ideológica que la mantenía alerta de los acontecimientos que la orillaban a estar en permanente batalla. La profesora Irene Torróntegui Félix, nos habla de quien impulsara la educación especial en el estado de Sinaloa: A la señora Alex, porque así la llamábamos, la conocí cuando me fui a estudiar Educación Especial a la ciudad de México. Ella llevó a su hijo para que lo atendieran, porque en Culiacán no había ninguna escuela de educación especial.

Fue por los años 70’s cuando Alex, por necesidad, tuvo que estar viviendo en la ciudad de México, atendiendo a Guillermo, pues, en su terruño no existían todavía los especialistas que pudieran tratarlo. Desde ese momento, tuvo la visión y la necesidad de luchar por una institución que pudiera atender a niños con alguna clase de insuficiencia física o mental. La educación especial en Sinaloa empieza, precisamente, mediante su esfuerzo por atender profesionalmente a su hijo. Continúa diciendo la profesora Irene Torróntegui: 36


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En 1972 entré a estudiar en el Instituto Mexicano de Audición y Lenguaje, ahí estaba Guillermo, tenía más o menos siete u ocho años; no sé si Alex tenía ya tiempo viviendo en la ciudad de México. Fue al siguiente año cuando tuve más convivencia con ellos. En el 74, entró a estudiar una sobrina de ella. En el instituto dábamos atención a niños como Guillermo, él tenía parálisis cerebral; además, de problemas de audición y lenguaje, nosotros lo tuvimos como alumno.

La misma necesidad llevó a Alex a ubicar las instituciones que pudieran auxiliar a Guillermo, pues, siempre tuvo el temor de dejarlo sin la preparación suficiente para valerse por sí mismo. De igual manera, siempre estuvo al tanto de todos los seres que la ocupaban, situación que la obligaba a pedirle a Roberto, que mantuviera los canales abiertos para ofrecer la ayuda correspondiente. En Culiacán la atención a niños con las discapacidades antes mencionadas era incipiente. La profesora Irene retrocede en el tiempo volcando sus recuerdos. Por primera ocasión reflexiona sobre el momento en que conoció a Alex de Haza y en la importancia que tuvo al haber impulsado en el campo de la Educación Especial, a Sinaloa. Continúa diciéndome: Desde que estábamos en México se le veía muy inquieta, fue una señora muy trabajadora y activa. Siempre buscaba opciones para su hijo. 37


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Aunque necesitaba estar allá, nunca quitó el dedo del renglón para regresar a Culiacán, ya que deseaba regresar con su familia, entonces, se dio cuenta de que éramos los primeros maestros preparándonos en el área de educación especial y que regresaríamos a Culiacán, quería saber qué planes teníamos. Como éramos maestros de primaria pensamos en continuar dando clases; una vez que termináramos la especialidad, pero ella nos insistía que nos habíamos preparado como maestros de educación especial, que por qué íbamos a ir a una primaria pudiendo crearse una escuela para nosotros. A fines del 74, regresamos a instalarnos en las escuelas que habíamos dejado. Al siguiente año regresó su sobrina Lupita, fue cuando nos llamó. Realizó una serie de reuniones en su casa y nos dijo: —Bueno, para qué estudiaron tanto; ustedes pueden trabajar en educación especial—. Nosotros no sabíamos con quién tratar, ni podíamos hacer una sola acción para conjuntarla y crear una escuela. Fue ella quien nos empezó a motivar, hacíamos reuniones dos veces a la semana en su casa, y nos decía: —Voy a buscar los medios para que formen una escuela—. Fue a platicar con la esposa del general de la Novena Zona Militar, a esa señora le gustó el proyecto, por lo que hablaron con la señora Aidé, esposa del gobernador Genaro Calderón, recién entrado en el gobierno. Le plantearon la situación y la convencieron. 38


En la parte trasera del dif, tenían una serie de bungalows que utilizaban para la gente que venía de fuera. En uno de ellos formamos La Escuelita de Educación Especial. ¿Por qué escuelita? Porque parecía una casa de muñecas, eran unos saloncitos en los que cabían de seis a ocho niños. En ese entonces, nos apoyaron con un psicólogo y una trabajadora social. La señora Alex empezó a ver cristalizado su sueño. Teniendo a Guillermo en una escuela de nombre prestigiado, lo trajo para que lo atendiéramos nosotras, decía: —A mi no me importa el lugar en donde estén, yo sé que están preparados, ustedes eran las mismas maestras que tenía allá y no me importa, aquí las va a tener aunque las condiciones físicas no sean las idóneas, pero no se desesperen, luego van a tener algo mejor. La Escuelita la inauguramos el 07 de marzo del 1976. Luego empezamos a poner anuncios en el periódico para reclutar niños; en un año las instalaciones fueron insuficientes.

La Escuelita, como la llama cariñosamente la profesora Irene Torróntegui, fue algo más que una casita de muñecas, en ella se gestó lo que hoy es la Escuela de Educación Especial del Estado de Sinaloa, un lugar donde se atienden a los niños con alguna deficiencia, logrando que el dolor de los padres sea menos tormentoso. Los niños en Sinaloa no contaban con esta clase de especialistas que pudieran auxiliarlos, Alex Haza identificó esta situación como una problemática 39


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social. Posteriormente, se fundó la Escuela Normal de Especialización del Estado de Sinaloa (enees), donde se preparan a los profesores en las diferentes especialidades como audición y lenguaje, problemas de aprendizaje, deficiencia mental, ceguera y debilidad visual y trastornos neuromotores. La familia Tarriba Haza nunca imaginó los beneficios que estarían otorgando al programa de tratamiento y rehabilitación de personas que requerían atención especializada. Estuvimos varios años trabajando ahí. El segundo año La Escuelita se convirtió en lo que eran todas las oficinas de la parte del frente del dif. Entonces se convirtió en la Escuela de Educación Especial dif, ya era una escuela hecha para tal propósito: atender a los niños, con sus áreas de observación, sus aulas refrigeradas; cada una con su baño. Era una escuela donde teníamos el lujo de decir que estábamos en mejores condiciones. Los muchachos que estaban estudiando para educadoras o maestros iban a hacer su servicio social con nosotros; pero aquí en Sinaloa no había ninguna formación de maestros, los que estaban, eran los únicos que teníamos. Junto con eso de la escuela, se crearon grupos con problemas de aprendizaje, audición deficiencia mental y trastornos neuromotores en el área educativa. Entonces a la señora Alex se le movió el tapete una vez más, ¿por qué nada más el área educativa? Guillermo 40


necesitaba también de la terapia física y no teníamos terapeutas físicos, entonces ella se los trajo de México, con sus recursos, para que lo atendieran en su casa. Alex le tenía un gimnasio acondicionado. A pesar de ser un niño con parálisis cerebral, tenía sus piernas gruesas por toda la terapia que recibió a lo largo de su vida, pues, nunca dejó de lado ese aspecto. Después, logró que el dif contratará a los terapeutas y a uno que atendía exclusivamente a Guillermo. Debido a que las condiciones que tenía el área de terapia física eran insuficientes, siguió picando piedra en el dif, motivando y llevando gente para que la esposa del gobernador se luciera, porque en ese momento tomó como suyo el proyecto de la Escuela de Educación Especial.

Desde luego, que además de Alex Haza fueron muchos los que colaboraron en ese proyecto; la profesora Irene Torróntegui Félix, el profesor Macario Camacho Robles, Lupita Amézquita Tarriba y muchos otros profesores, doctores especialistas y amigos, que iremos mencionando conforme avancemos. Hemos de ver que la preocupación por la juventud que Alex tenía nunca dejó de ser un asunto que ocupara un segundo plano en sus actividades normales. Ciertamente, ella patentizó su función en la constante y permanente difusión de su pensamiento asistida por sus amigas que de alguna manera eran hermanas del mismo dolor.

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Orientación Vocacional Estamos a escasos tres meses de que una nueva generación de preparatorianos terminen y en sus cabezas estarán dando vueltas las interrogativas que la mayoría han tenido: ¿Qué voy a estudiar? ¿A dónde?¿Con qué? La primera aparentemente es la más sencilla, siempre contestada por un, sobra pero es en la que tenemos que detenernos a pensar con más cuidado, pues es en ello, en lo que vamos a ocupar la mayor parte del tiempo, del que dependerá que la vida se pasé pareciéndonos triste, monótona o alegre y sin sentir. Es también esa elección donde se puede sentar la base para una posible realización. Pero sigue pasando lo que ha pasado en años anteriores: falta difusión de las carreras, que día a día van saliendo, por lo que nuestros preparatorianos van a caer en las mismas carreras tradicionales, la mayoría de las veces sin vocación, por la falta de una apropiada Orientación Vocacional. Quiero platicarles aquí de unas carreras que necesitan de mucha vocación y entrega, pues, su fin es rehabilitar a personas de todas las edades, en los diferentes tipos de problemas, tanto físicos, emocionales e intelectuales. Me estoy refiriendo a Terapia Física, Terapia Ocupacional, Terapia de Lenguaje y profesores de Educación Especial. Hace dos o tres años, al hablar de ésto, era muy difícil poder explicar a fondo que eran estas carreras, pero hoy basta con dirigirse a la Escuela de 42


Educación Especial dif en las calles Juan José Ríos y Donato Guerra para que puedan observar sobre la marcha, qué es cada una de éstas, y ahí obtener respuestas a todas sus preguntas. Todo el preparatoriano que tenga vocación, digamos a la medicina, y no esté en condiciones económicas o de tiempo para seguirla, será un buen candidato para Terapeuta Físico o Terapeuta Ocupacional. Y para Terapia de Lenguaje y Educación Especial, aquellos que les guste la enseñanza; contando también con la dedicación que necesita aquél que no es muy capaz de aprender (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, viernes, 16 de marzo de 1979).

En este escrito ha quedado de manifiesto, la fuerte preocupación por promover un modelo de enseñanza orientado al servicio de la comunidad; sabiendo la necesidad y carencias con las que eran tratados los niños con diversas discapacidades. Los servicios escaseaban, principalmente, los especialistas en educación especial. No olvidemos también que Alex fue un vínculo para miles de personas que necesitaron de ella, ya sea para conseguir algún servicio o para agradecer éste. En la búsqueda de documentos y entrevistas pudimos constatar lo antes dicho.

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Agradecimiento al Seguro Social de Culiacán Cuántas veces hemos sentido un profundo agradecimiento, hacia alguien o algo, y no encontrando nada capaz de demostrarlo, en la medida que lo sentimos, vamos dejando pasar el tiempo y con él, el sentimiento que nos conmovió tanto, se va durmiendo, para quedar en sólo una intención más. La señorita María Zazueta Padilla, me llamó, desesperada y conmovida hasta el llanto, buscando, que por medio de una “Reflexión”, hiciera saber lo agradecida e impresionada que está de la atención Médica, haciendo especial mención del Dr. Díaz Sermeño, y de los cariñosos y humanitarios cuidados que recibió de todos y cada uno de los miembros del instituto mexicano del seguro social de culiacán sinaloa, donde la atendieron en la seria y larga enfermedad, que le dio la oportunidad de conocerlos por más de un mes. Acogí con mucho gusto su petición, primero: por tratarse de una persona muy querida y porque en lo particular, soy una admiradora consciente, del esfuerzo que día a día su personal va haciendo para tratar de superar la institución, que desgraciadamente mucha gente no comprende y sin valorar lo que representa, la rechaza; haciéndole una imagen negativa. No podemos negar que está en manos de personas humanas, expuestas a ser instrumentos con lo que el destino, nos puede hacer víctimas de sus caprichos. Y que las personas que recurrimos a él, vamos 44


buscando la atención a que tenemos derecho, olvidando que hay tratos especiales que los consiguen sólo aquellos que tienen el don de saberlos pedir (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, miércoles, 14 de marzo de 1979).

Es tal la delicadeza de decir las cosas y tan aguda en remarcar los beneficios de las instituciones, que muchos ya han olvidado cómo fue que las adquirimos. Alex fue un instrumento para resolver muchas necesidades de personas que llegaban a ella. Sin más, aceptó el rol que se le diera y con la fuerza para seguir adelante, sabía que las cosas no llegan sin algo de riesgo y que la apuesta estaba dada desde el momento en que existimos. Consciente de que la madera buena es puesta a prueba y qué mejor que el dolor y el sufrimiento para demostrarlo. El Respeto al Derecho Ajeno es la Paz Mágicas palabras que encierran en sí la llave para penetrar al mundo de la armonía con nuestros semejantes. Para respetar los derechos debemos conocerlos y aceptarlos. Pero, que díficil resulta, porque detrás de cada derecho ajeno, está la limitación de uno o más propios. Podría enumerar muchos derechos a los que tenemos acceso, y exponer las limitaciones a que se encuentran sujetos, pero sólo mencionaré aquéllos que están sentimental e íntimamente ligados a nosotros mismos y dejaré en el tintero los “por qué” que no 45


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han permitido a esta frase convertirse en realidad. El libre albedrío, que Dios en su plan divino quiso otorgarnos para escoger el bien o el mal, no es otra cosa, que el amplio y precioso derecho a la libertad. La superación de cada individuo, ya sea moral, intelectual y por qué no decirlo, económico también, viene a ser el derecho individual de realizarse. La felicidad podría formar parte en la lista de derechos, pero por ser ésta el resultado de alcanzarlos, no podemos considerarla como tal. Los derechos de expresión, estar triste, de amar, elegir y tantos que están dando vueltas en nuestra cabeza, voy a dejar de mencionarlos, porque todos se van encerrando en el derecho a la libertad. Pretendiente a los derechos, es todo aquel que se encuentra con las inquietudes de lograr uno o más de éstos. Sólo aquel que pueda tener sentimientos de libertad, aunque no sea libre, será el que esté capacitado para poder respetar los derechos de los demás (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, miércoles, 21 de marzo de 1979).

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Capítulo 3

La libertad

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al como se mencionó en el capítulo anterior la libertad te otorga la capacidad de elegir entre una cosa u otra. En ocasiones no podemos imaginar qué tanta libertad tenemos hasta el preciso momento de desear hacer algo. Alex no era libre para ignorar el dolor de quienes la rodeaban, pero sí para avanzar en darles respuestas que aliviaban el sufrimiento de la impotencia, de la desesperación de todos aquellos que agobiados por no saber qué hacer en los momentos más necesitados de sus hijos. El valor de la libertad jugó en ella un importante papel, pues, al educar a sus hijos con el precepto del libre albedrío lo hizo apostando en la libertad que necesitarían al momento de buscar la independencia de sus padres. Asimismo, la superación personal debe basarse en la inquietante búsqueda del éxito en todas sus modalidades. Claro que lo anterior, no puede alcanzarse si el individuo trastoca la libertad de quienes 47


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se encuentran a su alrededor. El derecho de los demás corta el libertinaje de los otros. El tránsito libre de los individuos que buscan superarse no se reduce a la simple satisfacción de sus necesidades básicas, sino en la permanente búsqueda del reconocimiento personal y la aceptación del yo como unidad bio-psico-social. El Derecho de ser Aceptado Los mexicanos acabamos de dar la impresión al mundo de un pueblo de mucha fe. ¿Pero aceptará Dios esa fe, si no sabemos aceptar sus designios? Quiero ser muy clara y dejar de jugar a la adivinanzas con mis palabras. Me estoy dirigiendo a los padres que tienen un hijo con problema de cualquier tipo y que no han podido aceptarlo, negándoles también con este rechazo el derecho de ser atendidos a tiempo. Ya que nadie está exento, también a los padres que no han tenido por suerte hijos así, quisiera que reflexionaran con nosotros, para que en un momento dado estén preparados para ayudarnos. Perdemos mucho tiempo tratando de entender y buscando la razón para cuando nos resignamos muchas veces es tarde. Tenemos que aceptar la voluntad de Dios con la absoluta seguridad que detrás de todo esto, existe esa razón tan poderosa, para que la humanidad sepa distinguir y valorar, la delicada perfección del ser humano. 48


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Con esto no quiero decir que no se pongan todos los conocimientos de la ciencia y precauciones para tratar de evitarlos. Resulta muy triste oír decir a las personas capacitadas para tratar los diferentes tipos de problemas, que uno de los mayores obstáculos con que tropiezan estos niños para su rehabilitación son sus padres. Hay datos curiosos que quiero comentarles, no me gusta dividir a las personas en clases, pero aquí creo que es preciso. Dentro de la clase humilde, existe la más fácil aceptación a los problemas. ¿Será que su fe en Dios es mayor y su obediencia les hace aceptar su voluntad con más resignación? Mas su ignorancia y carencias no les permiten hacer nada. Están los padres con preparación y responsabilidad pero con situación económica difícil. Estos saben aceptar el problema más realista, y si encuentran a alguien que los oriente e instruya sobre lo que sus hijos necesitan, se entregan a ello dedicando todo el tiempo que les permita su trabajo. Éstos han obtenido muchos adelantos, junto con la satisfacción que da la entrega. Hay la otra clase de padres, esos que han tenido casi todo y que no están acostumbrados al sufrimiento. Éstos, inconscientemente, se revelan contra Dios y no consiguen comprender por qué les pudo pasar eso. No pueden aceptar el problema y en vez de ir pensando en su hijo y lo que deben hacer para ayudarlo, piensan sólo en el sufrimiento que como padres tienen. Ya que logran, después que se ha perdido 49


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tiempo, aceptarlo, empiezan a buscar como es lógico lo mejor y en ese ir y venir por fin encuentran a quien consideren mejor capacitado y que no tenga compromisos sociales ni obligaciones que lo distraigan. A ellos se los entregan por completo. Estos padres van cargando no tanto el peso del problema, sino un sentimiento de culpa que les resulta muy difícil superar. No quiero ser dura en mis “Reflexiones”, sé que en todos los medios hay personas más fuertes que otras y que esta fortaleza es otro privilegio que Dios nos da, y no debemos ensoberbecernos si lo tenemos. Pero también creo, que a veces necesitamos que alguien nos sacuda y nos haga voltear hacia abajo para comparar y hacia arriba sólo para dar gracias a Dios (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, viernes, 23 de marzo de 1979).

Cosa juzgada del pasado, sin embargo, el presente es producto de sus consecuencias, que para bien o mal, nuestra actuación, buena o mala, no hará desaparecer lo que ya fue. Vimos los frutos de Alex como el esfuerzo de toda una vida de trabajo, sin soslayar la responsabilidad que la obligaba a atender a sus hijos, mayormente al más pequeño. Buscamos al psicólogo Macario Camacho Robles1 que compartiera el proyecto con Alex. Nos menciona, a manera de homenaje lo que él recuerda de ella:

1   Fallecido en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, el 05 de junio de 2011. 50


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La conocí en el 69. Tuvo el primer contacto conmigo pero fue simplemente de saludo. Yo tenía, en el grupo, cuatro niños, después fueron siete y luego nueve. Entre estos niños había dos de la familia Tarriba Haza, yo le noté a la señora interés por integrar a Guillermo con nosotros. En 1970, se trajo de México a un médico de rehabilitación, él le sugirió desarrollar un programa académico. Guillermo era un niño muy inteligente, que podía superar su aprendizaje. Entonces va conmigo, me pide que si la puedo ayudar, yo encantado porque Guillermo era un ángel, un niño que llamaba la atención por su carisma y forma de ser. En fin, empecé yendo a su casa, la sorpresa más grande que me llevé es que era una escuela para el niño. Donde usted se parara, se sentara o donde entrara había letreros; los nombres de todas las cosas para que el niño aprendiera una lectura por visualización[...]

Tal virtud era el trabajo de Alex que nunca decayó en su ánimo por seguir atendiendo a su hijo. Hablar de ella, me ha hecho sentir algo que nunca había experimentado: respetar a una persona desde su pasado, por lo actual y fresco que se hace en el presente. Comprendo que debió haber sufrido lo suficiente, para transformar su pensar en acción. Dedicar su tiempo a la permanente búsqueda de algo que diera sentido a su vida y no sólo eso, sino en su verdadero significado. Muchas veces, cuando se transita por ella sin tener fe en Dios, como Alex la tuvo, puede sentirse la carga que 51


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se transporta a cuestas. En su caso, no existía peso alguno, al contrario, la responsabilidad o tormento como queramos llamarle, el cuidar a un hijo con alguna deficiencia, para ella era el acicate que la alentaba a seguir por el sendero que Dios le había marcado. Continúa el profesor Camacho diciéndonos: Un día nos reunió y nos dijo: —Ni saben la novedad que les tengo, vamos a ir con la esposa del general Del Castillo –quien era un personaje fuerte en la milicia–, ya que no podemos por el lado del gobierno. —¿Quién es ese?, le pregunté de una manera chusca como toda la vida. —¡Ah! ¿No sabes? Me dijo, a lo que yo le aclaré. —No, pero sí se quien es el general. —¿Y qué tiene que ver con esto? Le pregunté. —Tú no me digas más, no me sales la oportunidad que quiero brindarles. —¡Ah!, pues ya sabe, hasta el infierno la seguiremos, usted es la doña aquí, le dije. De repente que nos llega con su chofer en un Mónaco, de esos largos que usaban los políticos. Cuando llegamos a la zona residencial militar, nos estaba esperando una excelente señora, la esposa del general. No recuerdo su nombre, pero nos recibió muy bien, sentí que en aquella casa había estado parte de mi vida, por la forma tan humana, solidaria y maravillosa que nos trató. Le pregunté a la señora de Tarriba si era su amiga, pero ni la conocía. Esa señora nos abrió 52


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las puertas a donde quisiéramos ir; incluso, las del gobernador. Al día siguiente, nos presentamos en la casa de gobierno, para esto ya había cambiado de administración el gobierno, en ese entonces el gobernador era el señor Alfonso Genaro Calderón, también estuvimos con su esposa, doña Aidé Barraza de Calderón.

Así de simple, no podemos llamarle a eso aventurarse, sino más bien, sentir la fuerza de un poder superior que la guiaba hacia el destino que deseaba llegar; algo más fuerte que ella misma, un rumbo que sólo la muerte podía truncar, como así fue. Su espíritu quedó en cada línea, que a diario escribía, en su columna “Reflexiones”. Líneas que nos obligan a recordar personas que carecen de la fuerza para enfrentar los cambios de la vida. Líneas que obligan a quienes las leen adoptar su fuerza para traducirla en acción, en lucha y en rebeldía. Rebeldía que libera y desnuda el alma para hacerla más pura. Sentir la presencia de Alex Haza, en mi vida, es adentrarme en una dimensión que requiere de honestidad, pues, el sólo hecho de sentir la fuerza de su pensamiento me ha hecho reflexionar sobre mi existencia. De ahí el peligro de tener a personas como ella, con un poderío capaz de transformar las almas y las mentes de los sujetos que viven en sistemas de sociedades que anulan la iniciativa y adormecen o mitigan la fuerza libertadora del ser. Alex era ese detonante apto para liberar la fuerza contenida por mucho tiempo, era quien mostraba 53


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el camino, sólo era cuestión de seguirla, continúa el profesor Macario: Andaba en el grupo Lupita Amézquita Tarriba, sobrina de la señora, Susana Armienta que era trabajadora social, ya trabajaba para el dif, y así te puedo mencionar como a siete u ocho personas que después de tantas carreras y desvelos con la señora Alex Tarriba, inicían la primera escuela el 08 de marzo de 1976, ya cumplimos 28 años. Sin la señora Alex Tarriba yo creo que hubiéramos llegado a los 80’s.

El apoyo que la gente necesitaba, lo conseguía Alex, quien no descansaba hasta cristalizar su proyecto; ver a Guillermo y a los demás niños recibir la rehabilitación que requerían. Sencillamente hacer lo que se tiene que hacer. Para Alex el tiempo era sólo una variable más, no significaba limitación, disponía de tiempo completo en su actividad. No simulaba, era auténtica, brillante, sin falla, oro sin aleación. Simplemente, promovía lo que sabía que podía cumplir. Le pregunto al profesor Macario: ¿Cómo era Alex? Excelente, un ángel... nunca decayó en su ánimo... una mujer que no he vuelto a encontrar. Porque mira, tenía los medios económicos para haber dejado la responsabilidad de Guillermo a un médico o un enfermero, pero no, todo lo 54


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que concernía a sus hijos, lo hacía ella. Teniendo tantos hijos, nunca vi a alguno que se haya sentido desplazado por Memo; ella siempre estaba pendiente de su familia y la escuela de los niños. Independientemente de esto, los casos ameritan un triple de tiempo, para mí, ella tenía una sutileza bárbara.

Multiplicarse no era, en ella, algo extraño, pues, bien sabido era que no tenía horarios, hacía las cosas conforme se fueran presentando, compartía su tiempo con las personas que la rodeaban y claro con ellas compartía sus pesares. Ambos profesores, Irene Torróntegui Félix y el profesor Macario Camacho Robles coinciden en la siguiente anécdota: La señora Tarriba, jamás se desatendió de nosotros. Era una persona siempre pendiente, llegaba a las ocho como todos y se iba a las doce. Te voy a comentar una anécdota que me llamó la atención. A Memo lo trasladaban en su silla de ruedas, así que ella le pedía al chofer que pusiera el coche a la salida, aquí en la esquina donde está la Procuraduría, para no cargarlo por la calle. Le ayudaba el chofer, José me parece que se llamaba el muchacho, pero en esa ocasión no asistió, así que nosotros le ayudamos a subirlo en la parte de adelante, para su seguridad. Después subí la silla en la parte trasera. Cuando ya se iba, llegó un carro y le pegó en la parte trasera de una manera leve, pero como 55


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todo impacto es escandaloso, el señor se bajó rápido, y vio que Memo movía pies, manos, todo a la vez, el señor se asustó mucho no sabía qué hacer, entonces le dijo: —Señora un médico, parece que el niño... a lo mejor... Ella era una mujer muy equilibrada y ecuánime por lo que le contestó —No señor, no se preocupe, así nació y así se nos va a ir, no le pasa nada.

“Era una mujer muy equilibrada y ecuánime”, estas palabras nos permiten imaginar parte de lo que ella fue. La historia contada por terceros, quienes la conocieron y, principalmente, por las personas que muestran nostalgia y añoranza, nos da la razón para enfatizar sobre las cualidades que resaltan su personalidad. El profesor Macario se pone un tanto triste y nos comenta: La presencia de la señora Alex Haza de Tarriba tuvo una connotación importante a nivel estado, gracias a la educación especial. En ese entonces, llegaron a México, los niños Leyson de Guasave; hijos de la señora Cristina Leyson de Mascareño. La señora Alex empezó a coordinar el servicio de rehabilitación, obviamente, era el que más necesitaba y en donde tenía todos sus ánimos; nosotros no teníamos de celos, para nada, necesitábamos la fuerza y el impulso que ella nos daba. Por ejemplo, la construcción de la escuela era algo difícil, ella siguió pugnando porque la escuela creciera; en ese entonces, en esa área, ya 56


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estaba construido un corredor que daba al dif, ahí estaba la presidencia estatal del mismo. Posteriormente, se amplían las instalaciones, y hacen lo que es el dif, ahora estatal, ella se cambia y todo el personal, intervino para que la escuela se cambiara para allá. Tres años después, en el 79 se cambian las instalaciones, con todo integrado; era algo diferente, disponíamos de más espacio todo lo que representaba la plaza de los bungalows, donde llegaban los niños o jóvenes que venían a competencias de otros municipios del estado, había lugar para el trabajo psicomotriz o neuromotor, era una escuela del dif. Posteriormente, les tocó a otras personas hacer los trámites para la escuela con lo que dio inicio la primera Escuela de Educación Especial de Culiacán; donde estaba el rastro, está el Centro de Higiene Escolar y enseguida está la escuela.

Poco se habla de los precursores o de quiénes fueron visionarios o pioneros, de la educación especial. Sin embargo, es menester nuestro marcar aquí una diferencia, honor a quien honor merece, habrá que reconocer que fue Alex, quien impulsara la Educación Especial en el estado de Sinaloa. Su buen humor y alegría eran contagiosos, quienes hablan de ella refiriéndose a su carácter, siempre inician de esta manera: “Así que a ella...”, igual nos dice el profesor Macario:

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nunca la vi triste, te puedo decir que tuve la oportunidad de conocerla en el ambiente de amistades, una vez fuimos invitados por ella e, incluso, nos regaló los boletos para un baile que hizo en pro de la educación especial, recuerdo que fue en el Country Club. Era muy alegre y amiga de todos.

La expresión del profesor Macario cambia, hace una pausa y notamos en su rostro, una lágrima sin intención de ocultarla; manifiesta su dolor por el recuerdo que lo hace retroceder casi dieciocho años. La vida nos enfrenta a muchos cambios, esto afecta lo que somos. Fue lo que le pasó a Alex. Vivir con lo que la vida te da, a veces no resulta agradable y menos cuando ves una marcada diferencia en lo social, ya sea en lo económico, cultural o en lo físico. Ella marcó para sí esta diferencia, recomponiendo los conceptos que se quedan en el olvido y en su lugar nacen nuevos con connotaciones distintas, más fáciles de llevar. Pues, descubrió que ésto pasaba dentro de la sociedad a la que pertenecía, a saber, que los de su clase eran todos aquellos necesitados de algo y que ella estaba simplemente dispuesta a dárselos. Ego Es muy conocido que todos tenemos dentro el otro yo, el verdadero; más frágil y dependiente de nuestros fortalecimientos para poder soportar, de igual 58


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manera, hallazgos, aplausos, lisonjas, así como el rechazo, incomprensión o crítica; hechos muchas veces sin querer a nuestra persona. A lo primero, aparentemente reaccionamos de manera positiva, sólo porque no aparenta daño alguno. Pero con que facilidad caemos en la soberbia, vanidad; y si nos han hecho creer, que somos inteligentes, diremos: que todo se lo debemos a la generosidad, que Dios ha tenido hacia nosotros. Si nos sentimos amados, lo atribuimos a méritos propios; y no a la capacidad de amar del que nos ama. A lo segundo corresponde a la reacción negativa, de la pequeñez que sea; nuestro ego, aquel muñequito aparentemente fuerte ante el halago se vuelve débil y se derrumba; yendo a caer en la depresión y humillación; aparecen los complejos de inferioridad, que convierten nuestros valores en nada. En cuanto se hace palpable a necesidad de haberlo fortalecido, para evitar el dolor, que produce su ruptura. Para salir, de ese estado, solemos valernos de sentimientos poco aceptables, pero que al volcarlos sobre la persona, que por nuestra debilidad, nos lastimó, nos ayudan para lograr superar la situación creada por la falta de seguridad, que a nuestro ego le hemos dado, por no conocer y aceptar nuestras reales cualidades y defectos. Sólo de nuestra justa valoración, sacaremos el fortalecimiento necesario (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, miércoles, 04 de abril de 1979). 59


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Entender por qué Alex hacía estos exámenes interiores puede no resultar agradable para muchos, pues, el ego juega con dos o tres caras distintas. Ese muñequito como lo llama ella, no es otra cosa que nosotros mismos en manos del ego, que hace de nosotros seres vulnerables que miramos cosas que no son y que convierten nuestros valores en desvalores, haciéndonos errar en las buenas intenciones hacia los demás. Vivir Tenemos muchos temas de que hablar, reflexiones importantes por hacer, grandes responsabilidades, que están esperando a que las cumplamos, pero... ¡Vamos deteniéndonos un poco para vivir!... ¿Qué es vivir? ¿Dejar que la vida pase con su inconsciente prisa y nos arrastre a su capricho? Vivir es detenernos para analizar cada uno de nuestros pensamientos, ahondar en los sentimientos, dejar libremente correr nuestras emociones, para irlas reconociendo; no tratar de evadir el sufrimiento y hacer conciencia de él; y así poder convencernos en la quietud del silencio de que sí estamos viviendo. La vida debe sentirse, la vida debe doler; ha de dejar una huella, en donde se pueda ver que no pasó por nosotros sin saber cómo o por qué. Si no que en ella pensamos y de ello dejamos fe (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, lunes, 23 de abril de 1979).

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Creemos que todo aquel que haya vivido realmente, puede decir lo contrario a lo que expresara en el anterior escrito. La vida es dolor y sufrimiento y bien vale la pena hacer un alto para reflexionar acerca de ello. El análisis al que nos invita, tiene el propósito de hacer una revisión profunda de lo que hemos hecho o dejado de hacer; si nuestro caminar ha dejado huella para que oriente a los que vienen detrás o, simplemente, es tan débil que apenas se percibe confundiendo a los discípulos a tomar otros caminos. La última frase encierra una paradoja para muchos, pues, al llegar al final del camino, habremos de preguntarnos si lo hicimos con la fe que edifica; esa fe que arrastra las vicisitudes y adversidades propias de la vida, a ella fue a la que le apostó. Creemos que cuando llegó al final del camino no hizo otra cosa que dar gracias a Dios por no haber malgastado su vida en lo hueco, lo trivial, lo oneroso, lo superfluo. Rechazó todo lo anterior, convirtiendo su vida en un apostolado al servicio del necesitado. Para Clarisa Gastélum de Habermann los recuerdos la hacen vivir de nuevo, ella nos dice: Soy mochiteca, recuerdo que nos sentábamos en la ventana a platicar, no importaban las inclemencias del clima de Culiacán, lo hacíamos a diario como a las tres, después de la comida. Debimos haber tenido unos trece o catorce años. Cuando estábamos en el colegio nos veíamos en las vacaciones. Alex siempre fue una romántica, quiero pensar que en esa época hablábamos de 61


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príncipes azules y cosas por el estilo, es lo que recuerdo; ahora recuerdo cómo pasábamos todas las horas ahí, muertas de calor, platicando; siempre hubo mucha afinidad entre las dos porque como le digo, pasamos muchos años que no estuvimos juntas, sin embargo, nos reuníamos, parecía que no habían pasado tantos años.

Con risas y manifestaciones de alegría, Clarisa se esfuerza en recordar aquellos momentos en los que compartieron su adolescencia; el hecho de ser romántica habla de una mujer soñadora, que acariciaba la etapa que estaba viviendo. En esa edad no se piensa más que en príncipes azules y en llegar algún día a casarse con el hombre de sus sueños. No era de extrañarse que por aquellos días, los jóvenes se reunieran a disfrutar de la música y de la gran amistad que había entre ellos para una diversión sana. Continúa diciéndonos: Pertenecíamos a un grupo de amigos que se llamaba El Gremio, era un grupo muy bonito, muy sano, por ejemplo decíamos: vamos a hacer baile a las tres de la tarde, llevábamos tocadiscos, una jaba de cocas y se organizaba el baile. A la fecha nos vemos los pocos que quedamos, desafortunadamente, muchos han fallecido. Eramos un grupo muy sano, en esa época era una preciosidad vivir en Culiacán, nos reuníamos en el Malecón viejo y nos sentábamos en las bancas a tocar la guitarra y cantar. Alex siempre fue muy participativa en todo, una mujer profunda 62


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y soñadora, se enamoró perdidamente; no hubo razonamiento alguno que le dijera estás muy joven, simplemente se enamoró y se casó.

Es agradable imaginar aquel tiempo en el que se podía salir al Malecón, disfrutar una tarde con los amigos, tomarse unos refrescos y amenizar la tarde con la música del momento. Clarisa sonríe y muestra su dentadura en una conjunción armónica entre la nostalgia y el recuerdo, mostrando la paz ganada en relación con su propia existencia. Alex se casó entre los 19 y 20 años. No son las edades de ahora, no, definitivamente, ahora nos dan las 20 y las malas, éramos más sencillas, no había tanto conocimiento. Fue de las primeras del grupo que se casó, lo que nos sorprendió es que lo hizo con un muchacho que no pertenecía al grupo y además era más grande, no tratamos de decirle que no se casara y no sé si en su casa se lo dirían, porque a ella no podías darle una negativa, era muy decidida. Se enamoró y dijo me caso, era tan romántica que quiso pasar su luna de miel en La Paz, su esposo radicaba allá, era La Paz con todo y su nombre, pero ella creyó que era muy romántico. Tiempo después, empezó a tener familia, por coincidencia el día que me casé murió su primer hijo, no me dijeron nada para no echarme a perder la fiesta, me extrañó que Alex y Roberto no llegaran a mi boda. 63


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Cuando regresé me dijeron lo que había pasado. Fue una gran mujer que tuvo la gran cualidad de que a todas las cosas adversas que le pasaban, las cosas tristes y negativas, les sabía sacar provecho. Creo que todo eso la fue forjando, porque de antemano era muy profunda. Cuando estábamos más grandes y platicábamos nos metíamos en conflictos más profundos. Tuvo muchas etapas antes de casarse, me acuerdo que quería ser monja.

Decir “profunda” nos da una idea de la clase de persona que era Alex. Podemos ver hasta donde manejaba la discreción con sus amistades, el no decirle a Clarisa de la muerte de su hijo nos habla del respeto que le profesaba. Otro elemento importante en el comentario de Clarisa fue esa forma de sacarle provecho a todo lo que le aconteciera, bueno o malo; simplemente, veía las oportunidades que se le presentaban, y claro, vislumbraba la enseñanza habida en los problemas cotidianos. Su filosofía de vida que estaba construyendo, era para un propósito que nadie estaba en condiciones de adivinar; su futuro cimentaba sus primeras bases, las condiciones se estaban fraguando, de tal manera, que en su más profundo pensamiento, suponemos, que ya adivinaba lo que le tocaba vivir. Las personas que sienten que su vida tiene un sentido espiritual se empiezan a preparar, aún sin saberlo, para esos momentos en los que requerirán de la forta64


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leza que solamente Dios les puede dar. Clarisa divaga y se muestra un poco repetitiva para decimos: Antes de casarse, cuando estaba estudiando, tuvo una etapa en la que quería ser monja, tenía cierto tipo de inquietudes, de servicio. Cuando nació Guillermo, siento que a todos los padres nos marcó profundamente; pero Alex lo convirtió en una cosa preciosa, porque se dedicó a andar en las casas de la gente sacando niños que tuvieran el mismo problema, y dentro de nuestro grupo que ya estábamos casadas. Me acuerdo de un niño que se llamaba Juanito, al principio no la dejaban ni entrar a su casa, así que empezó a hacer tés-canastas para sacar fondos para ayudar a Juanito. Movió cielo, mar y tierra, con una fuerza y una determinación increíble y admirable, para buscar los adelantos que ayudarían a Guillermo, quien fue una bendición, no sólo para ella, sino también para toda la sociedad de Culiacán, fue un niño feliz, nunca sintió que tenía limitaciones, siempre iban con él a todos lados; sus hermanos lo llevaban a los juegos. Cada vez que lo veía estaba sonriente, no sentí nunca que Guillermo fuera una carga para ellos. Sus hermanos, encantados, se lo llevaban. Me acuerdo en una ocasión, cuando Guillermo estaba más grande y que Alex lo traía, que pensé, “dentro de poco no va a poder con él”, pero ella sacaba fuerzas, como le digo se dedicó a trabajar por las otras criaturas que tenían problemas. 65


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Gestionó que fueran las primeras profesionistas que daban terapia de lenguaje y terapia física. Me acuerdo que en el periodo que fue presidente municipal Roberto Tamayo, su esposa Lupita, que era del grupo de nosotras, también le ayudó muchísimo en el dif municipal. Ella iba al dif a entrenar y ayudar a los niños, o sea —me dice— debe de estar familiarizado con Aspredena, que fue lo que ella fundó, siento que germinó cuando nació Guillermo.

Como el buen constructor, al tiempo de edificar una casa, si pones buenos cimientos, es imposible que se derrumbe. Así Alex con sus estados de ánimo siendo propositiva en todo lo que ella hacía, obligaba, sin decir nada, al resto de sus amigas a seguirla sin chistar. Ella sabía de la falta de cultura en la sociedad culiacanense, en la previsión del nacimiento, por ello la Asociación para la Prevención de los Defectos al Nacer mejor conocida como aspredena2 nació sin defectos. Podemos mencionar, que lo anterior configuró una estructura organizacional basada en los valores necesarios para apuntalar una lucha que hasta hoy no ha culminado. Día del Niño En este día en que todos los niños están tan alegres, por los festejos de que son rodeados, volteemos la cara hacia los rincones, donde se encuentran esos ni2  Asociación para la Prevención de los Defectos al Nacimiento. 66


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ños olvidados, que ni el inmenso amor de su madre, es capaz de llevar un poco de alegría a su corazón. Elevemos una plegaría a Aquél, para que les haga comprender sus motivos y razones. Quisiera enseñar a mi hijo lo que aprendí de Tí, Padre, que atrás de tantas bellezas muestras poder sin alarde. Mas por miedo me detengo de no poder explicarle que si hiciste un firmamento para en él poder soñarse. Y un mar por donde las penas se pierden en él recrearse. Y unas flores que al mirarlas se sientan ansias de amarse. Porque el grupo en el poder es muy bondadoso. ¿Cómo podré yo decirle, que él también es tu obra Padre? (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, lunes, 30 de abril de 1997).

Bajo el lema “Salgan todos de donde se encuentren y vean que existe un mundo para tí”, fue prácticamente, la lucha que Alex encabezó. Se ocupaba de los que estaban, de los ausentes, de los olvidados, de los marginados, de los menos afortunados. Pero también, de los que teniéndolo todo, no lo aprovechan, prefieren culpar las circunstancias y ocultarse en sus gruesas corazas. Padres y madres de familia en cuyo seno existe un hijo con defectos al nacer, dolidos por no admitir que fueron consagrados, se culpan y se reclaman unos a otros, en lugar de arroparse con la manta del amor y ayudarse a entender que lo dispuesto obedece a la necesidad de 67


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un cambio, digno de ser ensalzado por los más sufridos de los seres: sus hijos. Clarisa no calla y continúa diciéndonos: Alex movía a su familia de un lado a otro sin pensarlo, lo hacía porque le decían que en tal lado había algo para ayudar, entonces todo ese conocimiento que adquiría lo compartía. Siento que la sociedad entera, debemos mucho a Alex, realmente, no nos hemos dado cuenta de todo lo que hizo, de su valor. Me acuerdo que cuando falleció Guillermo, Roberto y ella tenían pensado hacer una casa para los niños, porque obviamente, la preocupación de los padres es, ¿qué va a pasar con mi hijo el día que yo no esté? Estaba desolada llorando, y ella me consoló, me decía: —No Clarisa, no llores es lo mejor que pudo haberle pasado a Guillermo—. Así era de fuerte, después de la muerte de él, aún tenía una energía, un motor interno que la hacía seguir.

Cabe preguntarnos, ¿de dónde tomaba esa fuerza para consolar a los demás cuando era ella la que necesitaba ser consolada? Así de simple, Alex no tenía nada que llenar dentro de ella, al contrario, todavía podía dar más. La muerte de Guillermo fue un acontecimiento que dolió a todos, principalmente a quienes estaban alrededor de la familia, incluso a personas cuyo vínculo no era tan cercano.

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Capítulo 4

Ser mujer

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a debilidad en los seres humanos se encuentra en los defectos que presumimos cotidianamente. Alex se enfrentó a sí misma y con ello, la mujer convertida en madre, movilizó a una sociedad que se mentenía a la espera de su acción. Hacer apología de este ser no nos hace menos dignos, al contrario, reconocer las vitudes y la fuerza que emanaba de su interior nos permite dar cuenta de su existencia. Cobardía En la vida no se logra ser, más madre o esposa que mujer. Dios al final de la creación, de una costilla del hombre hizo a la mujer y ya después de arrojada del Paraíso fue madre, sin nada más que el instinto, que no le permite llegar más allá de darles la vida, alimentarlos y protegerlos.

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La mujer con su fortaleza, inteligencia, sentidos e intuición con los que fue hecha, es la que ayuda a la madre débil, abnegada y amorosa; cualidades que no bastan para forjar al ser humano que tiene que vivir en continuas luchas. A medida que el hijo crece y se va independizando de la madre, ésta va regresando a su original naturaleza de mujer. Cuando para la madre, ya la fuente de estímulos se va reduciendo; esa renuncia cotidiana, esa capacidad de entrega, esa resignación al sufrimiento, se va convirtiendo en desesperación... Se sienten defraudadas... Fracasadas. De nuevo la mujer, que encuentra por sí sola sus estímulos, viene a ser la que hace a la madre: fuerte, capaz de superar todas las situaciones desesperantes que la maternidad trae consigo (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, miércoles 02 de mayo de 1979).

Este último párrafo encierra la gran verdad de Alejandrina, las continuas luchas por las que tuvo que salir avante, y que no era por virtud, sino por la gracia de Dios quien hizo a la mujer con todos los elementos necesarios para enfrentar, como dice ella, con su fortaleza, inteligencia, sentidos e intuición con los que fue hecha, porque ¿de qué otra fuente podría Alex tomar la fuerza que necesitaba si no era venida de Dios? Sólo un ser como ella, sin deuda que pagar y mucho que cobrar podría dejar este mundo sin recato, sin celo, sin atadura. 70


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Clarisa se pone triste pero inmediatamente retoma el aliento para decirme: Tenía un sentido para contagiar a la gente con su entusiasmo, por lo menos a mí. Después, de que murió mi esposo, a ella la operaron; me acuerdo que me habló por teléfono, entonces me dijo: —Estoy segura de que vas a salir adelante. Imagínate, ella recién operada dándome ánimos. Un día se vino caminando, eran las siete de la mañana, quería platicar... debía tener mucho dolor, pero fue fuerte. Cuando empeoró, la visité casi todas las tardes, ella me decía: —Clarisa, me voy a morir en paz, me voy a morir tranquila, porque he sanado todo lo que tenía que sanar en el corazón, he perdonado, me voy a morir tranquila. Eso me marcó mucho porque la veía sufriendo, sin embargo, estaba en paz. Me dio una gran lección, desde entonces he tratado, de hacer lo mismo, perdonar no es cosa fácil, pero al verla me impactó mucho; realmente creo que ha de haber dicho, ¡misión cumplida!, en todos los sentidos.

Este asunto del perdón tiene un doble beneficio, el primero es que dejas un problema que a la larga te enferma, y segundo, si Dios nos perdonó, ¿quiénes somos nosotros para no hacerlo? Alex sabía que al perdonar a los demás, Dios le otorgaba los beneficios para desarraigarse del mundo y trascender a un plano superior de espiritualidad, saber perdonar no es sólo decirlo de 71


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los labios hacia fuera, sino de corazón adentro, en lo más profundo. Vaciar el baúl de los recuerdos y de los espantos es despachar para siempre toda posibilidad de que pudiera haber un resentimiento; este asunto, de volver a sentir, no estaba en el vocabulario de Alex. Comunicación ¿Qué es lo que nos hace pasar lastimando a las personas; sobre todo, aquellas que tenemos más cerca y más queremos? La falta de conocimientos sobre sus íntimos sentimientos, producto de la ausencia de una sincera comunicación. Resulta sencillo mostrar nuestros defectos, no nos cohibimos al exponer nuestras debilidades físicas por considerarlas quizás dentro del plan humano. Sin embargo, los sentimientos más sencillos del corazón, aquellos que nos hacen vulnerables a los ojos de otros, los guardamos con tal celo, que la imagen clara de nosotros, queda en un misterio; provocando esto, una confusión, que tan sólo por ella, se va desen-­ cadenando una serie de sentimientos hirientes, contrarios a las intenciones. Parece ser que los secretos del alma, con todas sus debilidades, angustias e impotencias, forman nuestra fuerza interior, con la que nos defendemos de posibles ataques. El que confundimos con amor, es el que más nos pone en guardia, para no dejar a la vista nuestras

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sensibilidades. Siendo esto, lo que lo hace que tenga ese valor tan irreal y un tiempo tan pasajero. Desgraciadamente, esto tiene mucho de razón, ya que aquel a quien le descubres, tus secretos, se siente superior a tí, se toma el derecho de jugar con tus sentimientos y en ocasiones hasta los usa para fortalecer su debilitado ego. Son envidiables las personas que tienen el don o inteligencia de hacer que confiemos en ellos las cosas de nuestro interior, sabiendo apreciar y valorar lo que significa esta confianza. Cuando se logra esta entrega y respeto de ella, no hay nada capaz de despertar ni una duda (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, jueves, 10 de mayo de 1979).

Quizás por lo anterior, Alex comunicaba poco sus sentimientos y prefería callar, sabiendo y conociendo la naturaleza humana, no deseaba tentar a las personas con pesares muy de ella; se conformaba por fortalecer el espíritu de quienes la rodeaban. Para confiar los sentimientos profundos a otro, era necesario que el otro pasase por pruebas difíciles, que demostrara que tenía la capacidad de no alterarse por ser depositario de un sentimiento ajeno. Sin embargo, ella no descartaba que hubiese alguien en quien confiar sus secretos o sentimientos más íntimos, haciéndolos acreedores al don, como ella lo señala, de hacernos que confiemos en los demás. Para Clarisa los dones de Alex eran variados, comenta: 73


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Ella nunca se complicó la existencia por las cosas materiales, era desprendida en ese sentido, no le importaban las carencias; obviamente, que las debió de haber sufrido pero era muy humana; por ejemplo, cuando hicieron su primera casa aquí, fue y me dijo: —Me traje a los presos para que me pintaran el closet de mi recámara. Entonces le dije: —Ay Alex que bárbara, obviamente los presos... Pero ese sentimiento de solidaridad con las personas lo tenía ella tan innato que no le importaba que su closet no estuviera bien pintado ni mucho menos; era solidaria con la gente, tenía muchas cualidades, el nombre de Alex le quedó muy chiquito para ser la persona tan grande que fue; sí, creo que Alejandrina hubiera sido un poco más apropiado no Alex, pero así era ella, era escritora, poeta....

Así era Alex, no tenía parangón con nadie, se dibujaba sola, nunca necesitó intermediarios, era directa, original. Dios debió haber quebrado el molde, pues, no he conocido un sustituto que doble a las personas como ella lo hizo. Veamos esta reflexión que hiciera ella de sí misma. Lo Improvisado Muchos como yo misma se preguntarán: ¿Qué es lo que hizo a Alex Haza escribir en el periódico? 74


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Un día sin más ni más, me llamó una persona (mi madrina en este cuento) y me invitó a participar en el periódico, en la sección de “Sociales”. Claro mi sorpresa fue grande, pero como ya me acostumbré que en esta vida todo puede pasar, lo acepté; no sin las preguntas de rigor que pudieran satisfacer mi curiosidad del ¿por qué yo? Las que no tuvieron respuesta pero, no me importaron mucho. Como me encontraba en esos estados de desajuste, después de regresar de vivir, por segunda vez un tiempo fuera de aquí, por cierto problemita que en nuestro Culiacán no encontraba posible ayuda; me cayó de perlas. Le aclaré desde luego, que no sabía escribir, que mi ortografía era pesima, que mi preparación dejaba mucho que desear, que nunca ni siquiera abría las páginas de “Sociales” y con trabajo asistía a ciertos eventos de éstos. A excepción de todo esto, la idea me parecía excitante; y si el periódico se animaba, yo no tenía nada que perder. Y me aventé, no sin en la noche, ya al quedarme sola, sintiera ganas de “rajarme” (si saben de una palabra en castellano que tenga el exacto significado (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, lunes, 29 de mayo de 1979).

Existen personas que aún teniendo temor a emprender proyectos nuevos, esos mismos las obligan a enfrentarlos. Para Alex siendo como era, no hubiera sido fácil explicar lo contrario, en caso, como dice ella, de haberse rajado. Esos momentos de desajuste que comenta, en 75


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otra persona, quizá, la hubieran derrumbado o aniquilado. Pero en ella, esos desajustes eran precisamente, ciertos problemas que ya estaban en el crisol para ser tratados a temperaturas extremas, depurándolos de todo contaminante, dejando únicamente los elementos esenciales que dan pureza al producto. Sentir el reto de escribir una columna en un periódico local, en aquella época y regional hoy, significaba la oportunidad de llevar su mensaje a todos los padres de familia que necesitasen la ayuda profesional para tratar a sus hijos con alguna deficiencia al nacer, pero más importante, era la de poder educar a cuantos llegase estos escritos en la prevención de los defectos al nacimiento; que ahí era donde ella pretendía establecer con mayor énfasis todo su esfuerzo y empeño. aspredena era pues, el organismo en donde el grupo denominado “El Gremio” en un principio sirvió de bastión para entablar una de las batallas más intensas contra la ignorancia de las parejas con ciertas anomalías para la procreación de sus hijos. La vida antes de Guillermo, fue quizás, parte de la naturaleza que todos vivimos pero después de Guillermo fue una necesidad, una condición obligada a dimensionar su realidad alrededor de un descubrimiento, de un mundo que para ella no existía porque no lo veía de esa manera. Las condiciones fueron distintas, tenía que plantearse su vida en términos de plazos y tiempos. Lo reconocible y admirable fue que buscaba mejorar las condiciones en lo concerniente a la deficiencia de 76


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Memo, pero no exclusivamente para él, sino para una comunidad que se encontraba sumida por la falta de diferentes capacidades, fueran económicas, morales, sociales, políticas o psicológicas. Alex no se detuvo a pensar si tenían derecho o no, ella simplemente, vio que hacía falta conocimiento, técnicos, profesionistas, instituciones, herramientas, equipo, dinero, contactos, amigos y un liderazgo que por ese momento no se encontraba en nadie más que en ella. Clarisa apuntaba esas características diciéndonos: Alex no era afecta a las vanalidades de la vida, a lo superfluo, ese tipo de cosas, no le atraían... era idealista, tenaz, luchadora, apasionada, entregada... me llamaba mucho la atención lo que me decía cuando yo le comentaba: —Te vas a ir a vivir a México, ¿y Roberto? Ella me decía: —Es formidable, vivimos como amantes, nos vamos a los toros, nos pachangueamos el fin de semana, está perfecto. Era muy romántica... tenía ocurrencias así... era muy entregada, lo que se proponía lo lograba, era muy humana, no era nada superficial, tenía muchas cualidades, claro que era admirable, aunque para mi era demasiado, mucha pasión, yo me hubiera agotado, pero ella tenía energías para eso, era muy profunda, y eso, me quiero imaginar, que la llevaba a sentir mucho las cosas, francamente, no le envidiaba eso, porque es una carga muy pesada, le rebuscaba a todo. 77


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Bajo esas circunstancias, era claro que pocos le podían seguir el ritmo de trabajo, Alex nunca anduvo con tibieza o era fría o caliente pero tibia no. Tibieza Si hasta hoy he tenido el atrevimiento, de decir lo que siento y para haber tanto criticado, no sé por qué me he callado el entusiasmo y confianza que despiertan: el valor, seguridad y conocimientos que respaldan las palabras con que un candidato hace su campaña. Sé que muchos como yo, los están viendo de reojo, sin animarse a dar su franco apoyo a aquél que es de su agrado, pero no nos animamos, porque hasta ahora todos los anteriores intentos en que nos hemos abierto, han sido, no sólo en vano, sino en algunos casos hasta acarreadores de algún problema. Eso es lo que alguien llama “tibieza” y con la que nunca se llega a la mejor de las metas. Podríamos llamarla también falta de valor civil, pero... ¿Qué no estamos en un país que presume de libre? ¿No tenemos derecho a tener un poco de fe en aquellos que nos la despierten? ¿No valdrá la pena exponer nuestras esperanzas una vez más, en busca de un paso hacia delante? ¿Le vamos a negar a la política la oportunidad de irse reivindicando hasta poder cumplir su verdadero fin? Todos tenemos el deber de luchar por aquellos en que creemos, pero nadie tiene el derecho de entorpecer 78


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con su ausentismo, el esfuerzo que pueda estar haciendo por obtener un poco de claridad (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, viernes, 18 de mayo de 1979).

¿Qué la motivaba escribir como lo hacía? ¿Era acaso su claridad de ver las cosas cotidianas como nadie podía verlas? Creo que veía lo transparente, podía ver donde los demás no. Tenía el “síndrome del microscopio”, metáfora que sirve para explicar que hay muchas cosas del tamaño de la nada que pocas gentes pueden ver en todo. Finalmente, Clarisa termina diciéndonos: La sociedad de Culiacán le debemos mucho a Alex, mucho. Ella fue la percusora de mucho, lo veo ahora con el Teletón, por ejemplo. Desde entonces se abocaba mucho a la prevención, porque yo cuando veo el Teletón me doy cuenta de que tenía mucha razón, ella decía: —Sería mucho más barato si los gobiernos se abocaran a la prevención.”

Pienso que tenía razón, la atención requiere de infraestructura física y del equipo especializado, humano y material; además, del recurso económico, en cambio la prevención son programas permanentes que se dirigen para cambiar la cultura existente en la procreación de la familia.

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Prudencia ¿Qué tanto podemos o debemos participar en tratar de ayudar a resolver los problemas de los demás? Es tanto lo que se puede ayudar y tanto el daño que podemos hacer con una mala intervención, que si no nos sentimos debidamente preparados con la fortaleza de espíritu, convicción de palabra, conocimiento sobre el ser humano, respeto y cariño, es mejor permanecer al margen. La experiencia, no es suficiente, porque no siempre va de la mano de la prudencia; y ésta es otro requisito indispensable que todo individuo necesita, para poder ser ayudado. Solamente, si la ayuda nos es pedida, debemos intentarlo, porque en este gesto ya se deja ver, la confianza que inspiramos; y la persona se sentiría defraudada si no le prestamos siquiera la atención a que su confianza la hace merecedora. Pero... ¿podemos resistir y prescindir del morboso placer que nos proporciona el penetrar en los sufrimientos de los demás? ¿Somos capaces de llegar a sentir los sentimientos ajenos como lo podemos hacer con los nuestros? ¿Y seremos lo suficientemente fuertes para ayudarlos a pensar que tengan que pasar por encima de los nuestros? Si bien nos conociéramos y supiéramos respetar el poder que nos da el conocimiento de otros, descubriríamos la verdadera capacidad de ayudar que podemos tener para con ellos (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, miércoles, 23 de mayo de 1979). 80


5 Mi música, mis poemas y mi sufrimiento

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iempre alegre, contenta y llena de paz. Mujer que ha alcanzado el equilibrio espiritual, y que la acción la mantiene alerta. De pensamiento profundo y dispuesta a cambiar su realidad. Amada y querida por su familia y por quienes la rodeaban. Impuesta al trabajo y al sacrificio, a la lucha, a ir más allá de lo permitido, para ella la música era su oración; sus poemas, la reflexión. La música es un arte que convierte a las personas en seres sensibles, románticos, soñadores, reflexivos. Alex no renunció a este lujo. Su producción fue prolija, siempre al cuidado de los detalles que son propios de una persona que extrema los cuidados en todas las actividades que realiza. Cuántas veces te he llorado sin olvidar tu recuerdo, cuántos años tu retrato fue en mi soledad consuelo. 81


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Cómo veía en tu semblante que comprendías mis anhelos, cómo adiviné una lágrima al mirar las mías corriendo. Nunca un rasgo de reproche, nada de enojo en el ceño, hasta sospecho te agradan las locuras que cometo. Alex Haza

Tratar de adivinar en quién pensaba cuando escribía sería un ejercicio innecesario, pues, una mujer que escribe versos, poesía y letra para música deja a su corazón que se exprese sin la razón. Si el cielo alcanzar pudiera y en el mar vivir supiera, mi tristeza volvería, por tu amor para salvarlo, de las garras del olvido donde he querido dejarte, de los pecados que quieren con su impureza mancharte, del silencio que pusimos en los labios al besarse, del dolor que el cuerpo sufre por no poder alcanzarte. y trocarlos en ternuras para que el amor no acabe Alex Haza 82


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La fuerza aplicada a las palabras se pierde cuando éstas se alejan del sentimiento. Una lucha, una búsqueda, sin poner el corazón en el centro de la acción puede convertirse en mero ego. Alex se distanció de éste último y filtró cada acción de su vida para hacerla sentir parte de sí misma. Luisa Urrecha,1 amiga de Alex nos comenta: La recuerdo desde el colegio, aunque no tuvimos una amistad cercana, si quedó grabada la época en que Echeverría parecía una amenaza para el sector agrícola de Sinaloa y de Sonora, por la lucha de los campesinos para dotaciones de tierras, y de la pequeña propiedad que se sentía amenazada, no gratuitamente, porque efectivamente, estaba siendo golpeada ante esa situación. Al lado de los agricultores que estaban en la Asociación de Agricultores de Culiacán (aarc), de Sinaloa y Sonora, surgió un movimiento de mujeres para opinar también acerca de lo agrícola; porque sentíamos que no sólo serían afectados a los que directamente les iban a quitar las tierras, como eran los empresarios agrícolas, sino que dependía de esa actividad toda la economía de Sinaloa. Bueno, empezamos a hacer reuniones, y luego en una de ellas opinamos que deberíamos publicar un desplegado para dar nuestra opinión, entre ellas 1  Luisa Urrecha Beltrán nació el 23 de abril de 1933, en Escuinapa, Sinaloa. Murió el 30 de julio de 2010 en Culiacán, Sinaloa. Hija de Emilio Urrecha Santurtún y de Herminia Beltrán Castillo. 83


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estaba Alex, nos reunimos al día siguiente para elaborar el desplegado, las que íbamos a firmar, y así poder publicar nuestra opinión, creo que fue en el último año de Echeverría, debe haber sido por el 76. Al empezar a opinar de cómo introducirnos en el tema, nos dijo: —Estuve pensando escribir esto. Era su sentir, el sentir del grupo que había estado manejando las ideas; estaba hasta poético, no recuerdo si era en prosa o en verso, pero nos pareció muy bien plasmado el pensamiento.

Ya habíamos mencionado que Alex no permitía las medias tintas y mucho menos andar rodeando con palabras vanas sus enunciados o sus pensamientos. Iba directo al asunto a tratar, si por alguna razón alguien deseaba hacerle un cambio a su pensamiento, simplemente, no se le permitía. Un poco animada o algo nerviosa Luisa Urrecha continúa diciéndonos: El licenciado Silvino Silva, que en ese entonces era el director del periódico Noroeste, me dijo: — Mira Luisa, he pensado que en el periódico hace falta la voz y la opinión de las amas de casa, te encargo que me busques a una ama de casa que quiera opinar sobre lo que quiera, sobre las noticias que ve en el periódico, sobre lo que siente que está afectando a la comunidad, lo que sea, le vamos a llamar “Reflexiones”. Me acordé del evento este de la lucha de los agricultores. Entonces me acerqué a ella, le co84


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menté lo del director y me preguntó: —¿Qué te hizo pensar en mí?. Le recordé aquel evento en el que ella había hecho la aportación y me había parecido muy buena, que había sabido concretar en un escrito, bastante bien a mi juicio, sobre lo que habíamos expresado en el grupo, le dije que me parecía que podía tener el talento para hacerlo, —¡Ah! pero yo nunca escribo, sí escribo algo de poesía, porque me gusta plasmar por escrito lo que pienso, lo que siento, me dijo. Entonces me enseñó una serie de cuadernos y cosas que tenía escritas. —¿Qué te parece?, le pregunté. —Muy bien, voy a verlos, no te digo que si o que no, pero voy a hacer el intento, y más porque tú te vas a comprometer conmigo a algo, quiero que me revises y me corrijas, porque no me siento así como para aventarme a esa actividad—. Cuando empezó a escribir comentamos sus escritos, cualquier cosilla y modo de expresión me la aceptaba, pero puntos de vista diferentes, jamás, —Óyeme no, ¿es mi punto de vista o es el tuyo?, me dijo en una ocasión. —Es tu punto de vista Alex, está bien, como tú quieras, le contesté. Durante dos o tres meses leí sus escritos, después ella siguió por su cuenta, así fue como surgió lo de “Reflexiones”.

Creo que una de las fortalezas de Alex, fue la defensa de su pensamiento, aún a costa de muchas críticas, supo mantenerse siempre incólume. La columna de “Reflexiones” data de 1979, duró aproximadamente, 85


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siete años. Escribir todas sus reflexiones haría difícil la lectura de este libro pues son tantas que necesitaríamos una segunda parte. Cuando uno se adentra a tratar de conocer una persona, que ya ha dejado el mundo terrenal, solamente con los relatos de las personas que la acompañaron en sus tareas y de los escritos donde ella dejara impreso su pensamiento como parte de su ser, se pueden cometer algunas fallas y estas pudieran ser: imprescisión en fechas, inferencias mal allegadas, apologías desmesuradas, etc., haciéndonos imprecisos al momento de acercarnos a la intimidad del pensamiento de quien debemos dimensionar justamente. Para Alex lo anterior significaría nada, pues finalmente, los hechos demuestran las luchas fallidas o exitosas en su caminar. Conocía perfectamente el terreno donde pisaba e intuía los momentos en que debía de acercarse a tal o cual persona. La plática con Luisa Urrecha se tornaba cada vez más intensa la expresión de su cara denotaba mayor interés en seguir exponiendo: Llegó a comentarme: —Fijáte Luisa lo que ha operado en mí lo de “Reflexiones”, antes vivía en un mundo irreal, sí me daba cuenta de los problemas, pero hasta que me puse a reflexionar lo que impactaba a todos, cualquier acción que se realizara, de gobierno o de los particulares, vi que afectan a muchísima gente. Entonces le dio por ir a las colonias, por tratar de ver a las personas, tomó las cosas con mucha prisa, yo 86


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le pedí que se calmara, que no tratara de “tomarse el mar en un buche de agua” —Y ustedes creen que tienen todos los años del mundo, se requiere rapidez en la acción, me dijo. En fin, se transformó con esa reflexión, su manera de ver su entorno, de ver lo que podría hacer... le preocupaba mucho la orientación de los hijos, su futuro, pero a la vez, era muy respetuosa de sus decisiones les hacía ver las cosas pero no era impositiva, tampoco era muy dada a contar las interioridades de la familia ni nada, pero uno se percata de algunas cuestiones, le preocupaba mucho el futuro de su hijo Guillermo.

Este último párrafo debió marcar la vida de Alex. Debido a que Guillermo llegaba a la mayoría de edad y con ello las consecuencias que acarreaba ésta. Sentía que su destino tenía que ser de acuerdo a lo que él demandaba. El apuro estaba entonces en dejar las instituciones marchando con todo lo necesario para que la rehabilitación de Guillermo no tuviera tropiezos. Con algo de entusiasmo, Luisa prosigue con su charla: Así que nos organizamos en una asociación civil que se llamaba aspredena. Roberto y ella pensaban que podían organizar financieramente algo, para hacer una casa tipo albergue, para personas que no pudieran valerse por sí mismas, porque ella no quería que a ninguno de sus hijos le tocara la carga, pero conforme fuimos trabajando, viendo y reuniendo gente, 87


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papás de chamacos que tenían problemas; se empezó también a cambiar la intención, en lo que más trabajamos fue en la prevención; entonces invitamos a un grupo de médicos, la mayoría del Seguro Social y del Hospital del Niño, los que tuvieran que ver en lo prenatal. Durante dos o tres años se hicieron campañas para la prevención y cuidados de la madre, se hacían cápsulas en televisión y en los periódicos dando orientación, luego se protocolizó el acta. La atención a su hijo enfermo, sin desatender a los otros, fue una acción heroica; desde luego, el apoyo de Roberto fue fundamental para que ella pudiera hacer todo lo que hizo. Llevaba a Guillermo a las escuelas que le decían eran buenas para su hijo, buscando la posibilidad para que se valiese por sí mismo.

Este caminar no fue el de una sola persona, pues, Alex tenía la capacidad de poder arrastrar con ella a todo ser que la rodeara. Así llegó con la doctora Martha Guel, la primera neonatóloga que llegara al Hospital Infantil. Martha nos comenta: Mi relación con la señora Alex, fue algo así como inesperada. Yo tenía poco tiempo de haber llegado y tenía otra forma de ver las cosas que eran habituales aquí. Una sorpresa agradable para mí, fue el día que llegó la señora, preguntando quién estaba a cargo de los recién nacidos que tenían problemas, aquí recibimos puros niños con pro88


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blemas. Ella me esperó hasta que me desocupé, entonces estuvimos platicando, estaba muy interesada en ver qué se podía hacer para que se disminuyera la cantidad de niños que tienen un defecto al nacimiento, en especial los sinaloenses. Me explicó que tuvo un niño con un problema de ictericia que le dañó su sistema nervioso central y que vivió en carne propia el vía crucis que conlleva el tener que manejar a un niño que pudo haber sido completamente normal, y que por este padecimiento de la incompatibilidad al grupo sanguíneo, desencadena una serie de problemas tan importantes que van a trastornar toda la dinámica familiar. Se dio cuenta también, de que para poder hacer el manejo de su chiquito tenía que andar tocando puertas porque no había ninguna preparación o gente especializada, entonces ella tenía que ver tantito de aquí, tantito de allá. Bajo esas circunstancias empezó a darse cuenta de que no era la única, sino que había más personas en las mismas circunstancias, que habían tenido un problema semejante y que andaban peloteando de un lado para otro buscando opciones, buscando oportunidades para que sus hijos salieran adelante. Si mal no recuerdo, empezó a ir al dif, ahí en el voluntariado, para ver qué podía hacer. Trabajó en las técnicas de rehabilitación de los niños con discapacidades y buscó alternativas, dentro de esas alternativas, se contactó con el grupo gem, un grupo de estudios de defectos al nacimiento en México, ahí la orientaron para que buscara 89


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personas que estuvieran interesadas en que esto no sucediera, ahí empezó el motorcito.

El término “motorcito” viene a ser una metáfora que se acomoda perfectamente con el significado de “impulsar” también de “empujar” o si queremos el de “jalar”. Este entendimiento por una palabra no obedece estrictamente por tratar de darle una simple definición, al contrario, Alex era ese motorcito que generaba corriente, además, de marchar aceleradamente; un motorcito que no dejaba de moverse, de esos que necesitan poco combustible y nada de agua, así era Alex. El impulso que trajo a Sinaloa en el campo de la rehabilitación o de la educación especial, mayormente, en la difusión de la prevención de los defectos al nacimiento le otorga a Alex el reconocimiento de ser la fundadora de un movimiento dinámico y necesario que enfrentó a una cultura ajena a este tipo de preocupaciones. Para Martha Guel, Alex fue el eslabón que unió la ciencia con la cultura, desde entonces la atención al niño con defectos al nacimiento cobró un nuevo significado, Alex ya estaba en la recta correcta, sólo faltaba enrolar a los profesionales. Continúa Martha diciéndonos: Porque era un motorcito, vino aquí conmigo y me preguntó ¿qué se podía hacer?, me dijo que tenía planes y que se había fijado la meta de trabajar, no nada más en resolver la discapacidad, porque a veces no se puede, sino hasta cierto punto. Era una mujer adelantada a su época. 90


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A pesar de no ser médico, era una ama de casa que quería ayudar de una manera importante; se dio cuenta de que había una gran cantidad de defectos al nacimiento y que por lo menos un 40% podían prevenirse, quería ayudar a su hijo, pero también a los demás. Sabía que para prevenir se tenía primero que educar a las personas, no nada más a los jóvenes; incluso, hacer conciencia al mismo gremio médico de la importancia que generan. Por eso digo que era adelantada a su época, porque aunque siempre hemos sabido que la prevención es mejor, no siempre se practica; a veces el médico tiende a practicar la curación de la rehabilitación y son pocos los que se dedican o nos dedicamos a practicar la prevención de una manera íntegra, pero antes de la prevención hay otra parte muy importante, y ella dio en el clavo, es la promoción de la salud, si promovemos lo que es la salud para tener al final de cuentas el bienestar bio-psico-social del individuo, entonces las siguientes generaciones van a nacer en mejores condiciones y así sucesivamente. Esa primera vez que platicamos, me expuso que quería ver qué podíamos hacer y que si yo pudiera ayudarla orientándola y demás, entonces me encanté, me encanté de verdad, fue una grata sorpresa porque ella llegó solita, nadie la mando ni mucho menos; me gustó encontrar a una persona así, porque soy del pensamiento que primero tenemos que prevenir, lo curativo es secundario. Encontré alguien que pensaba igual 91


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que yo. Esa fue la primera vez que platicamos, ni siquiera nos sentamos, fue una plática breve de unos 20 minutos; entonces ella se fue, me dijo que iba a regresar, y así lo hizo; me tenía mucha paciencia tengo que reconocerlo, porque mi trabajo aquí, ya ves, es muy estresante, ella se esperaba; me acuerdo muy bien y yo decía, bueno de verdad que esta mujer tiene el deseo ferviente de ayudar; así fue como la fui conociendo en ese ámbito, también la conocí como persona, una gran mujer, luchadora, no se daba por vencida jamás, así viera trabas y trabas y trabas no quitaba el dedo del renglón. Después de esa plática empezamos a reunirnos, pensamos en juntar médicos y otras personas que nos ayudaran a formar un grupo que se dedicara a la prevención de los defectos al nacimiento, que fue cuando se fundó aspredena.

El apoyo recibido por la comunidad médica fue la fuerza que Alex necesitó para catapultar su movimiento y convertirlo en un proyecto estatal. Los trabajos empezaron a formalizarse dentro de la función de los servicios médicos que empezaba con un trabajo incipiente en esos momentos, pero que la gran fuerza de Alex animó al cuerpo de profesionales a no cejar en el proyecto ya iniciado. [...] En los 80’s nos juntamos aquí algunos de los médicos del hospital, ella por su parte reunió a otras personas de la sociedad, no médicos; 92


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para poder platicar de cómo le íbamos a hacer, estuvimos muy en contacto en esa época con el grupo gem, con el Dr. Jurado García, que en paz descanse, con la doctora Alejandra Carnavales, con todo ese grupo para poder consolidar el proyecto y para tener un patrón de cómo estaban funcionando ellos y como podíamos, nosotros, adaptar eso en nuestro estado, porque las circunstancias en el D.F. son muy diferentes a las que íbamos a tener, allá tenían mucho apoyo económico y aquí, eran más bien, las ganas de que esto funcionara. Entonces empezamos a tener reuniones, para ver cómo íbamos a poder transmitirle a toda la sociedad lo importante que era dedicar una parte de nuestra vida a esta tarea; primero por conscientizar a un grupo médico, porque nos iban a ayudar, luego a hacer cápsulas informativas, a dar pláticas, y después volamos hacia la población en general a través de los medios de comunicación, de la televisión, de la radio, del periódico. Íbamos a dar conferencias a grupos de padres, a escuelas, y así. Recuerdo bien que le decía ¡Ay! señora me voy a acordar, y ella me decía: —Estoy allá a tal hora. Me hablaba por teléfono, venía por mí y así andábamos. Ella era el motor de todo este grupo. Todos estábamos entusiasmados, pero como en todo se necesita a alguien que esté como cuchillito de palo, ella era el tesón en carne propia; siempre estaba detrás de nosotros. Después aspredena se fue dando a conocer y fue creciendo, empezamos, hacer incluso, nuestros 93


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congresos anuales en donde invitábamos a gente que venía de fuera; especialistas en genética, en defectos de nacimiento, en perinatología, etc., para que dieran pláticas tanto para el grupo médico como para la sociedad en general; también empezamos a ver que los papás de muchas personas estaban preocupados, pero no sabían a dónde dirigirse; cómo obtener información, así que creamos módulos de información. Pensé que sería bueno tener muchos monitores para que eso funcionara, la señora Alex ya estaba super empapadísima de todo, casi de toda su vida podía contestar cualquier pregunta médica como cualquiera de nosotros; entonces empezamos los monitores, enseñar a otro grupo de voluntarios que con el mismo deseo y ánimo que la señora les infundía porque era muy buena para convencer, tan buena que después de muerta todavía los tiene bien convencidos a todos. Así fue como creamos monitores, transmitiéndoles lo importante de los defectos al nacimiento, queríamos que la población supiera que hay un buen número de defectos que se pueden prevenir al nacer; eso se tenía que enseñar desde la primaria, la secundaria.

El conocimiento sobre los defectos al nacer se convirtió en una necesidad. Alex y el cuerpo médico, conformaron un equipo capaz de llevar a la comunidad ese conocimiento. Ella necesitaba el apoyo médico para resolver, en parte, la problemática que enfrentaba a 94


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diario con Guillermo, pero también para evitar que más niños nacieran con problemas, producto de la ignorancia que muchas parejas tienen antes de procrear familia. La doctora Martha Guel nos comenta: Me acuerdo que el grupo gem hizo unas filminas, se compraron algunas, era una filmina muy sencilla muy bien hecha el único defecto que tenían era que estaban acompañadas de una música clásica, y para el sinaloense no era atractiva; sin embargo, de todas maneras nos fueron de mucha utilidad y se estuvieron transmitiendo en escuelas y grupos de padres. Obviamente, que de ahí se fueron uniendo otras personas al grupo. Después vimos que era muy importante la prevención pero que también había mucha gente que ya estaba embarazada o que ya tenía al chico en problemas y que seguían batallando mucho para ver qué hacían, fue cuando también el grupo GEM adoptó otra modalidad: hacer unos centros chiquitos en donde había un obstetra, un trabajador social y una enfermera. Se daba asesoría durante el embarazo, no se atendía ahí el parto ni mucho menos, pero si se daba toda la asesoría prenatal. Mucha gente cree que el defecto del nacimiento es que nazca el niño todo chueco, que le falte algo, no, el defecto de nacimiento también puede ser la prematurez, el peso bajo, esto es muy frecuente y se puede evitar. Todo este grupo de niños tiene consecuencias que a largo plazo les van a dejar alguna secuela, entonces se empezó a trabajar sobre 95


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este grupo que es el que se puede prevenir más. Estos centros empezaron a funcionar al año. Después fue aquí, eso ya no le tocó a la señora Alex, pero fue parte de la semilla que ella dejó, en realidad el mérito de la señora Alex fue haber tenido, primero el valor de decir, lo voy a hacer llueve, truene o relampaguee; en segundo lugar, que tuvo las agallas de pararse y estar con el gobernador, con las autoridades de salud, con los médicos de la población, con todo mundo a pedir el apoyo, hasta no ver fundada aspredena que es la Asociación para la Prevención de los Defectos al Nacimiento en Sinaloa...

Bien lo dice la doctora Martha Guel, al mencionar la palabra “semilla”, pues, el término no deja a otras interpretaciones que la de entender que fue ella quien originara el movimiento que dio inicio a la formación del aspredena. La señora Alex era tan perseverante que, incluso, me acuerdo que se fue en una de las ocasiones tomando modelos de otros países. Fue a Estados Unidos para ver cómo podía trabajar la asociación. Nos trajo toda la información, hasta le encargué un libro de defectos, eso era muy valioso porque entonces podíamos ver tan bien los modelos de otras ciudades, darnos cuenta qué estaban haciendo para poder funcionar y cómo estaban dando la información a través de lo que ahora ve uno muy fácil, es decir 96


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trípticos, en esa época no era común, porque hacer uno era difícil y costoso, no teníamos los recursos, pero ella buscando aquí, pidiendo acá y demás, encontraba los recursos, así fue como estuvo funcionando.

Podemos imaginar muchas cosas ahora cuando el tiempo ya transcurrió y ya hemos dimensionado lo que Alex en verdad fue. Los testimonios de los médicos, de la educación especial, de padres de familia y colaboradores nos han dado muestras del enorme cariño que mantienen hoy día hacia Alex. Al recordar todos los eventos en los que participaron con ella, no dejan de sentir la añoranza hacia una mujer que dio cuanto tenía para el bienestar de los demás, mayormente, para todos aquellos niños y padres de familia que sufrían la escasez de servicios tan necesarios en aquellos tiempos. Finalmente, la doctora Martha Guel nos dice: Recuerdo que era una mujer excelente, una persona muy fina y muy educada, pero sencilla al mismo tiempo, noble de corazón, siempre interesada por los demás, ella sabía que tenía una meta en la vida, que por algo estaba aquí y esa fue su meta; la señora Alex, siempre estaba dispuesta ayudar a la gente en el ámbito que fuera. Como todo ser humano también sufría, pero era muy valiente y fuerte; me gustaba mucho la vitalidad que tenía, aunque estuviera en las circunstancias más adversas siempre veía el lado bueno a las cosas; incluso, llegó a decir: —A lo 97


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mejor mi hijo tuvo ese problema para que hubiera alguien que quisiera hacer algo por todos los niños como él. Ese pensamiento indica una calidad de persona como ser humano, de excelencia. También contaba con un optimismo excepcional. Le puedo decir que he visto muchos, pero cientos, cerca de millones de niños, de padres que han tenido problemas. La reacción de las personas no siempre es favorable, casi siempre es fatalista, no sé si ella pasó por lo mismo en el momento que tuvo el problema de Guillermo; la conocí en otra etapa, creo que ahí quien le puede decir más es el señor Tarriba. Cuando yo la conocí tenía un optimismo y una fuerza tremenda, con unas ganas inmensas de ayudar al prójimo, a poca gente se la he visto; muchas veces uno dice: sí quiero ayudar, de la boca pueden salir muchas cosas, pero no es tan importante lo que salga de la boca como lo que salga de la acción y ella era una mujer de boca y acción, yo la tenía en un concepto muy alto; a veces iba a su casa o ella iba a la mía, platicábamos mucho de lo que nos interesaba, pero también de nuestras cosas, ella me oía y me tranquilizaba, yo la oía y se tranquilizaba; hicimos muy buena mancuerna, nos entendíamos bastante bien, la llegué a respetar y a querer mucho. Cuando llegué aquí no conocía a nadie, me encantó conocer a una persona de su calidad; son puras cosas buenas las que puedo decirle, no tengo nada malo que decir de ella. Ningún ser humano es perfecto, 98


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pero por lo menos en lo que a mi me tocó conocerla nunca le encontré ningún defecto. Se fijaba metas y no descansaba hasta cumplirlas. —¿Alguna vez la vio decaer? La llegué a ver cansada, pero se levantaba; si la llegué a oír decir: —¡Ay! No hemos conseguido esto, ya toqué aquí y allá. Pero decía vamos a buscarle por otro lado, es decir sí la llegué a ver cansada, pero no derrotada que es distinto, ni siquiera enferma se quejaba o renegaba de la vida, como lo hacen muchas personas. —¿Le tocó despedirla?—. No directamente en el último momento, pero la última vez que la vi estaba muy animada, su problema de salud era muy serio; sin embargo, hasta el último instante estaba entera en sus pensamientos, en sus ideas y en que esto no decayera, a mi me llegó a decir: —El hecho de que yo no esté no quiere decir que aspredena se vaya a acabar, tiene que continuar. Yo le dije que sin nuestro motorcito no podíamos y ella me contestó: —Ya encontrarán otro motorcito. Las personas como ella, trascienden en la historia, no fue un ser común y corriente, dejó esa huella que ha hecho que otros la sigan por siempre.

Trascender significa extenderse más allá de lo que sea razonable. Cuando un pensamiento trasciende 99


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queremos dar a entender que va más allá de una corta temporalidad hacia un destino promisorio. En el transcurso de este trabajo hemos recibido el aprecio hacia Alex en el más amplio sentido de los reconocimientos, por ser una persona que nunca albergó rencores, ni sufrimientos; al menos no los manifestaba. Sus escritos reflejan la inquietante búsqueda de respuestas que aliviaran los muchos dolores de muchas familias que reconociendo o no la problemática, la tenían. Reflexión He tratado de reflexionar, sobre la esperanza de la que los pueblos viven abrazados, en espera de algún cambio. De la que no quisieran perder los que están enamorados del Amor. En la que con recelo pensamos los que tenemos que pasar pendiendo de Ella. Fue nada menos que Sor Juana Inés de la Cruz, la que puso en éste, su poema, las palabras que nunca hubieran encontrado para, poner en su justo lugar a la esperanza Diurna enfermedad de la esperanza, que así entretienes mis cansados años y en el fiel de los bienes y los daños; tienes en equilibrio la balanza; que siempre suspendida, en la tardanza de inclinarse, 100


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no dejan tus engaños que lleguen a excederse en los tamaños la desesperación o la confianza. ¿Quién te ha quitado el nombre de homicida? Pues lo eres más severa, si se advierte que suspendes el alma entretenida; y entre la infausta o la feliz suerte, no lo haces tú por conservar la vida sino por dar más dilatada muerte (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, miércoles, 30 de mayo de 1979).

Así de simple es la esperanza, entre más temprano para iniciar con ella el camino y fortalecer el día, que al finalizar éste renazca por la noche, para el encuentro de ella con los primeros rayos del sol del nuevo día. Alex iniciaba así cada mañana, con la esperanza renacida, haciendo de su vida, cosa nueva con renovada energía. Caminaba siempre en la búsqueda de la verdad y con ella se dormía. Política ¿Qué actitud debemos seguir los padres con los hijos ante la política? ¿Es posible controlar el pesimismo que las palabras revelan, al tratar de trasmitir la necesidad de que vayan preparando en todo lo que como mexicanos tienen el deber de saber, respetar y exigir? ¿Cómo les podríamos explicar que la política es un lugar privilegiado para aquellos que sienten el deseo de servir, sin que dejemos traslucir lo que hasta hoy, para nosotros ha significado? 101


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¿Podríamos enseñarles la realidad sin apasionamientos, ni amarguras que “nuestro sistema” nos pueda haber dejado, sabiendo que la mentira y el engaño no son un buen cimiento? ¿Sabremos reconocer (única manera de ganarnos su confianza) que somos responsables ya por haber participado en forma pasiva o activa, en crear la situación que les estamos dejando? ¿Y tendremos el valor de empujarlos hacia Ella, haciéndoles concebir esperanzas de que con un propósito firme y honrado, conocedores de los problemas: sociales, institucionales, económicos y políticos, podrán ser ellos los que vayan haciendo lo que nosotros no hicimos? (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, viernes, 01 de junio de 1979).

Culpar, ¿a quién? Para Alex fue muy claro asumir la parte que le correspondía por hacer o dejar hacer. Sin embargo, no cejó en la búsqueda de mejores condiciones para todos, ella se oponía a seguir igual, buscaba el cambio, y sabía que llegaría. Promesa Al calor de una emoción o ante una situación determinada. ¿Quién no ha hecho una promesa, con el firme propósito de cumplirla? Pero éstas a veces no se realizan, ya que pasado el momento que nos llevó a hacerla, deja despejarse la mente, para obrar según la razón y la realidad. Unas veces porque están fuera de las posibilidades materiales o son inconvenientes. Y otras porque 102


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sencillamente no se tiene la fuerza o voluntad suficiente para cumplirla. Una promesa cumplida, nos deja principalmente, la satisfacción de haber apoyado lo que nuestras palabras ofrecieron, nos acercará a la persona a quien se la hicimos, dejándole una leal imagen nuestra. Pero toda aquella promesa que no hayamos llevado a cabo, por pequeña que ésta sea, nos hará aparecer con una debilidad que quizás realmente no tengamos; y a aquel a quien le fallamos, perderá la confianza y respeto hacia nosotros; contribuyendo, además, con esto a la creciente pérdida de fe en todo y hacia todos. Es preferible pecar de egoístas, calculadores e insensibles, antes que seguir restándole valor a las promesas (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, lunes, 04 de junio de 1979).

Es verdad que no existen las falsas promesas, pero sí las promesas incumplidas. Y éstas últimas destruyen la imagen que uno va construyendo a través de la vida. Alex conocía, perfectamente, que esto podría sucederles a aquéllos que impunemente hacen promesas sin imaginar las consecuencias al incumplirlas. Tal vez por ello, trató siempre de cumplir lo que prometía, ya sea estar a la hora acordada, una plática comprometida, una conferencia programada, la visita a un enfermo, una ayuda al necesitado, etc. Conocía en carne propia las consecuencias de esas promesas incumplidas. Quizás, por lo anterior, siempre estuvo atenta a cumplir poco a poco con lo que se proponía alcanzar, sabía que había metas 103


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y que debía alcanzarlas, de lo contrario no avanzaría nunca. Hacia una misma meta Al juntarse hace unos días, un grupo de padres con hijos entre uno y cuatro años con Parálisis Cerebral, me tocó, al asistir a sus juntas, ver como iban coordinando esfuerzos, para mejorar el programa que hasta entonces iban llevando cada uno por separado en sus casas. Admiré la constancia y dedicación con que habían estado trabajando y el celo por querer ser ellos, los que continuaran al lado de sus hijos, temerosos quizás, de que no se hicieran las cosas como consideraban que deben ser. Todo esto hizo, que revivieran en mi, recuerdos de situación similares, por las que tuvimos que pasar. Y aunque trato de convencerlos y convencerme, de que hoy ellos, 15 años después, se encuentran en ventaja, por conocer un poco, con más certeza, cuál es el camino a seguir; no dejan de inspirarme angustia y decepción al ver, que no obstante lo que se pueda haber adelantado en estos años en beneficio de estos niños, seguimos aquí en Culiacán, como en muchos Estados de la República, careciendo de lugares, no donde los padres puedan descansar, dejando a sus hijos, para ser atendidos durante el mayor tiempo, que les permita hacer una vida más o menos normal. Sino donde puedan aplicarles todos los adelantos que se han adquirido en los últimos años, sin más límite de tiempo y esfuerzo, que el que la misma 104


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criatura vaya tolerando y aceptando, no olvidando su condición de niño. Sabemos la cantidad de generaciones que se han sacrificado a las sillas de ruedas, en el mejor de los casos; y a la privación del derecho, que como cualquier niño tiene de asistir a una escuela, para poder alcanzar por medio de ésta, las mínimas satisfacciones que Ellos, dentro de sus limitaciones pueden aspirar. Y, sin embargo, todavía no hemos empezado a formar un sólo frente que combata estos problemas, que cada día hacen a más familias víctimas de la angustia. Deberíamos hacer conciencia, que solamente empujando todos hacia una misma meta, lograremos alcanzar más pronto y mejor lo que necesitan (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, lunes, 16 de julio de 1979).

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Capítulo 6

La prevención

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ienso que una de las tantas preocupaciones de Alex era la de lograr que las personas, a las que les llevaba el mensaje de prevención, adquirieran la conciencia necesaria para considerar el conocimiento ofrecido por los especialistas como algo valioso y sustentable en la vida de la pareja que apenas pretendía formar una familia, no se diga de quienes tuviesen un miembro con alguno de los problemas mencionados anteriormente. Era sin duda una mujer que sufría y que amaba. El dolor era parte de ella, como tal, sabía que su situación no iba a mejorar. Socorro Haas, una de las grandes mujeres que la acompañó; siempre la recuerda con gran ternura. Choco como la llaman sus más allegadas amigas reconoce en Alex su gran humanidad. Al preguntarle ¿Cómo fue que la conoció? Nos responde:

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Mira curiosamente mi primer encuentro fue con su mamá, estudiábamos juntas inglés. Luego fue con Guillermo, en México, en el Instituto Mexicano de Audición y Lenguaje; fue muy gracioso porque yo llegué al instituto donde estaba él; vi que estaba solo, sentado de rodillas, le pregunté por qué estaba ahí y me dijo que estaba castigado porque le pegó a un compañerito, luego se quitaba un aparatito y lo apagaba, le pedí que lo encendiera pero no quiso. Mi primer encuentro con Alex fue a través de su madre y de su hijo. Ya estando aquí, me habló un día, ella ya sabía que yo estaba conectada con el Instituto Mexicano de Audición y Lenguaje por uno de mis hijos, entonces me habló porque tenía la idea de formar la Asociación para la Prevención de los Defectos al Nacer, a raíz de ahí nos hicimos muy buenas amigas... Alex es uno de mis personajes inolvidables porque tenía la cualidad de aglutinar a su alrededor a las personas, siempre pensando en el bien del otro... cuando llegué al instituto en México hace 30 años, lo dirigía la señora Paz Berruecos, la psicóloga que estaba ahí, entre otras, Alba Fernández, ellas me preguntaron si era de Culiacán (yo vivía en Acapulco en ese entonces), les dije que sí, y me dijeron que era un lugar privilegiado porque tenían una generación de ocho estudiantes que iban a egresar y a regresar a Culiacán para poder darles ayuda a niños con discapacidad, cosa que no se daba en ningún estado, excepto en San Luis Potosí que tenía una maestra, y aquí en Culiacán 108


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que había una maestra de audición y lenguaje. —¿Por qué había ocho muchachas de Culiacán? Porque Alex, Roberto y el procurador Francisco Rodolfo Álvarez Farber, quien también tenía un hijo con problemas, se propusieron ayudar a todas estas muchachas para que estuvieran en México estudiando con becas, es decir, se fueron al origen del asunto.

Observé como el rostro de Socorro se entusiasmaba al platicar de Alex, el calor que hacía en la sala era mitigado por un ventilador que ella había acercado a nosotros, sin embargo, era insuficiente, el calor era intenso. La mente de Choco se fue al pasado escudriñando en sus recuerdos todas las peripecias por las que habían pasado juntas, luego del silencio ella continúa diciéndome: Como unos 15 días antes de que ella muriera, la fui a ver a su casa y se levantó de la cama, estaba sentada deteniéndose el brazo y nos abrazamos, después de un rato de platicar me dijo: —Tú crees que te estoy dejando aspredena, pero no Choco, no te lo estoy dejando. Se levantó y con un pie sacó una caja llena de papeles, vivía como yo, llena de papeles. —¿Ves esto? Aquí hay puros libros de investigación sobre el cáncer, me estoy muriendo de cáncer, te dejo esto para que tu próxima misión sea investigar por qué en Culiacán está golpeando tanto el cáncer. Tenemos que hacer una investigación 109


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seria para tratar de ir a las causas del por qué. Se estaba muriendo y estaba pensando en los demás, era un ser espléndido muy luminoso. Un día me habló y nos reunimos, no recuerdo si en el Club Río o en el Sinaloa. En esa ocasión, trajo gente del grupo GEM de México; también estaban varias personas de aquí: Roberto, el doctor Carlos López Portillo, el doctor Víctor Pérez Picos, –un grupo heterogéneo–, el doctor Ramón Rivas, me parece que en ese momento también estaba el doctor Marroquín, nos reunimos porque la idea era hacer a aspredena, “Asociación Sinaloense para la Prevención de los Defectos al Nacer”, pero como decía ella, ni dando todo el dinero de la iniciativa privada y todo el dinero del gobierno se podían resolver las discapacidades, por eso decía que debíamos abocamos a prevenirlas, porque hay infinidad de ellas, todo su enfoque estaba asociado como un capítulo extra del grupo gem de México. Cuando nació aspredena, trabajamos mucho, traíamos gente de México y dábamos conferencias en las secundarias y preparatorias. Alex era un motorcito trabajando, siempre pensando en el otro, esa era una de sus cualidades, no nada más pensaba en las necesidades de ella y de su familia. Para que una madre se aboque a sacar adelante a un hijo que tiene alguna discapacidad, toda la familia tiene que poner de su parte, eso no lo sabe más que el que lo ha vivido, como nosotras, curiosamente, todos los que nos unimos a Alex, o la gran mayoría de los que nos 110


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juntamos alrededor de aspredena era porque en nuestra casa habíamos tenido un problema similar, entonces al que le duele, sabe que tiene que hacer algo.

He visto muchos rostros que expresan sufrimiento, amor, pasión, dolor, pero el rostro de Choco era apacible, sereno, tierno, estaba recordando un pasado que la hacía sentirse alegre. Manifestaba su entusiasmo con exaltación desbordante, en ese momento llega su hijo y me lo presenta, para luego continuar diciéndome: Por supuesto que aspredena sin Roberto hace mucho que hubiera terminado, no sé dónde estaría ¡verdad! Él y sus hijos tuvieron que hacer muchos sacrificios, tener que compartir a Alex, pero creo que éstos no fueron en vano. Era un ser espléndido, lleno de energía, lleno de emoción, lleno de sueños, lleno del bien común. Yo le decía: —No sé cómo tienes tiempo para escribir, ¿cómo te das tiempo, aparte de todo lo demás? Pero era parte de todo lo que hacía, mejorar a los demás. Ella era participe del bienestar que les hacía llegar por medio de su columna. ¿Qué te puedo decir?, la quise y la quiero muchísimo, a Roberto lo considero un amigo muy querido, hasta de Felipa, que trabajaba con ella, estaba pendiente, siempre la ayudaba, era una gente que sabía motivar a las otras personas, les imbuía eso; por otro lado, era muy modesta, no se perdía en berenjenales, 111


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¡qué esperanzas!, “al pan, pan y al vino, vino”, lo que se tiene que hacer, se tiene que hacer y lo que es, es y no se perdía en muchas nimiedades en las que tendemos a perdernos muchas veces, por eso tenía la fuerza para poder aglutinar a tantas personas a su alrededor. Trabajamos con la doctora Elsa Femández, el doctor Víctor Pérez Pico, Picha Peraza quien era su compadre nos daba la mano a veces, también con la doctora María Elena Gil Leyva. La doctora Martha Guel, esposa del doctor Mascareño fue la primer neonatóloga que llegó aquí, inmediatamente, Alex se movió para establecer una beca para tener más neonatólogos en Culiacán, porque había que prevenir los defectos en el nacimiento. Todo giraba alrededor de Guillermo... ella decía: —Si una joven ha cursado la primaria y un año más, ya sea de corte y confección, eso sólo hace que disminuyan los defectos al nacer, o sea que es a través del estudio, del conocimiento, del saber que se va haciendo la gente consciente de que hay muchas cosas que se pueden evitar, hicimos campañas muy grandes sobre el rh, sobre el sida, y muchas más... tratábamos de llegar a la gente en grupos, a la gente en lo personal, a los estudiantes.

Una vez terminada la plática con Socorro Haas no pude menos que quedarme en el carro pensando en Alex, preguntándome una y mil veces. ¿Cómo era ella? Me fui con este pensamiento, en realidad desde 112


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que he estado trabajando en esto no he podido alejar de mi mente al maravilloso ser humano que era, siento conocerla y entenderla, me anima y persuade a viajar en mi mente hacia un encuentro en el tiempo con ella. Recuerdo sí, algunas de sus “Reflexiones”, pero como siempre sucede, mis ocupaciones eran otras, creo que la meditación que uno pueda hacer cuando se ve impactado por un personaje como Alex es, ¿qué acaso yo no podré imitarla, ya sea en darme un minuto al prójimo, al enfermo, al necesitado? La advertencia fue hecha al principio, no nos culpen si después de leer este material no siguen siendo los mismos. Advertencia que se tiene que confirmar, pues, apenas estamos a mitad de este material. Reflexión Un problema de parálisis cerebral, que aquí en Culiacán no podía tener ayuda posible, nos llevó a vivir a México, D.F. por cinco años. Fue quizás el remordimiento del poco tiempo y atención que le di, lo que me ha hecho dedicar tantas Reflexiones a mí. casa Como en páginas de un libro, leo en tus rincones las ansias de todos los personajes, que por tus puertas pasaban. Viste nacer mil amores, que pronto se terminaban y otros, que seguirán siempre, grabados dentro del alma. 113


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Las interminables tardes de tristeza presenciaste de todos los secretos y las penas escuchaste. En ti encontrábamos siempre, los que te necesitamos el refugio más seguro cuando un mal tiempo pasamos. Cuántos sueños e ilusiones, dentro de ti se formaron, que con tristes realidades tuvimos que conformarnos. Cuántas promesas no oíste, que jamás se realizaron y a los más fuertes nos viste, uno a uno derrumbarnos. En tus ventanas la vista, fija, muchos angustiados, esperábamos el alba, para dejar sepultados: de las noches, sus sentires, de las huellas del pasado y del temor por todo eso, que algunos nos habían pasado. De los progresos pequeños, que todos íbamos dando, por ser eterna testigo de desvelos sin desmayos; creo serás la única justa, cuando en los juicios andamos, de otorgarnos en silencio, el apoyo que esperamos. Feliz nos viste, que alegres, sin importar las edades, compartíamos la risa, fruto de aquellos instantes, que son la sal de la vida que siempre pueden brindarte, todo aquel que bien comprende, que no todo son pesares. En tus paredes quedaron, notas de aquellos cantares, que nosotros llevaremos, siempre, para recordarte; unas veces entre risas, otras también sollozantes, recogiste los sentires, de corazones amantes. O cerré tu última puerta, y dentro se fueron quedando todas las pequeñas cosas, que la vida va formando. En ti, se termina un libro, otro será empezado y cual ingratitud sería, si de olvidarte tratamos 114


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(Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, miércoles, 1 de agosto de 1979).

Dice por allí un viejo refrán: “Nada se llena más que lo que vacío está”. Yo lo diría de otra manera, “nada se llena cuando con amor no se da”. Alex era eso, se lee en la Biblia “Que nada es más grande que dar la vida por un amigo” y Alex, podemos decir que, dio su vida no sólo por un amigo sino por todos aquellos que la rodearon. Reflexiones El mismo problema de mi Reflexión anterior, nos llevó a vivir a Estados Unidos, en donde, aparte de aceptar la realidad; aprendí: que las casas no son sólo para habitarlas, sino, para vivirlas. Impregnarnos de su sentir y dejarles el nuestro. casa Cobarde hacía ti corrí y en esa cárcel sin rejas fue muy lindo vivir presa, rodeada de protección. Más que cárcel fuiste un parque, en donde yo libertara los sentidos que me hacían sentirme desesperada. 115


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Desencadené mi cuerpo, abrí las puertas a mi alma y el llanto dejé correr y arrastrar lo que deseara. Recordaré que impulsabas a hacer cambios en mi vida y sonriente me mirabas al lograr quedar dormida. Cuantos años no viviste, que el recuerdo reconstruía, cuan asombrada me viste tanta vida que tenía. Mi atrevimiento alentaste, cuando por mi cobardía. Mi mano se resistía a escribir lo que sentía. No trataré más mirarte pues no me pertenecías, fuimos de un mundo distinto, que un rato juntó la vida. Extrañaré tu silencio con quien feliz conversara y dejaré en tus rincones, la mujer no realizada (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, viernes, 03 de agosto de 1979). 116


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Era de esperarse que Alex pudiera dedicarle algunos versos a sus amigos, vecinos, parientes, etc., pero a su casa, nunca. Para algunos hacerlo sería ocioso, mas para ella no. Su virtud no era que pudiera estar en todo, sino el ánimo en que se disponía a hacer las cosas y la alegría al concluirlas. Un ejercicio saludable sería el siguiente: imagínese usted que dispone del día sólo las horas que está despierto(a), eso sería como tener disponibles dieciséis horas. Réstele las horas que dedica a alimentarse, mínimo una hora al día más una de descanso. Ya nos quedarían doce horas. Hacer los ejercicios con Guillermo, darle de comer, bañarlo, atenderlo y llevarlo a la escuela nos daría, aproximadamente, cinco horas, nos restaría siete horas. Ir con los especialistas, programar los cursos, las pláticas, las visitas, ir con los funcionarios y solicitarles todo lo que se necesitaba, serían como cuatro horas, nos restaría tres horas. Ahora bien, lo que ella necesitaba para atenderse, mínimo, hora y media. Nos quedaría una hora y media, las que dedicaba a atender a sus demás hijos, a escribir en la columna de “Reflexiones”, a escribir sus versos, poemas, canciones, los viajes donde ella aprovechaba para ir a consultar hospitales y clínicas que atendieran esos tipos de problemas, ir de visitas con sus amigos, ir de compras, y aparte estar con su marido. ¿Les quedó claro qué hacía Alex con su tiempo? Lo anterior, fue únicamente para dimensionar la vida de Alex, de allí el que algunos de sus amigos se refirieran de ella como motorcito. Metáfora que nos ayuda 117


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a comprender la forma en que realizaba sus actividades. Nos encontramos a la profesora Irasema Calderón de Cueto, ella nos comenta lo siguiente: La conocí primero como mamá de Roberto, su hijo mayor, porque empezamos a salir a los 14 años con un grupo de amigos; tiempo después, Ernesto, su hermano nos fuimos a un intercambio, íbamos a quedar con diferentes familias en Estados Unidos, yo era la única mujer, de ahí nos hicimos muy buenos amigos. Una prima de ellos muy cercana, Lupita Amézquita, era mi compañera en el colegio y del mismo grupito, hasta la fecha somos muy unidas tenemos una gran amistad; así nos conocimos. Yo platicaba mucho con ellos, veía a sus papás y a Guillermo, su hermano chiquito que tenía problemas de parálisis cerebral. Toda la familia era muy unida, a pesar de que a Guillermo se le dificultaban algunas cosas, ellos lo trataban igual, era algo muy positivo. Tiempo después me fui de Culiacán a estudiar para educadora, pero nuestra amistad no se enfrió. Cuando terminé mi carrera y regresé, en el lapso de las vacaciones de julio y agosto, me enteré de que se habían ido a México y que Lupita Amézquita, se encontraba estudiando en la escuela donde estaba el pequeño, eso me interesó, Alex me dijo: —Mira, él está en una escuela para niños con problemas de audición, lenguaje y aprendizaje, está muy padre, es como una especialidad. 118


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—Irasema ¿por qué no te vas conmigo? Ándale. Me entusiasmé tanto que busqué la beca y me fui, ahí fue cuando realmente conocí a Alex y a mi tío Roberto, porque siento que esa gran mujer tuvo siempre el apoyo de ese maravilloso hombre que tenía a su lado, ella nos dio, a mí, a mi amiga y a su sobrina, todo el apoyo, nos dio las ganas, el coraje de seguir adelante, la escuela era una muy difícil para nosotras que veníamos de provincia.

Irasema entusiasmada nos plática las aventuras que tuvo que pasar para irse a la ciudad de México a estudiar la especialidad, misma que serviría para atender ciertas deficiencias que en Culiacán no podían ser atendidas. Las ganas, como dice Irasema, fueron suficientes para integrarse a un proyecto que apenas estaba en construcción y que nadie podía, con excepción de Alex, imaginar cómo terminaría. Toma de nuevo aire y con nuevos bríos Irasema continúa diciéndonos: Había mucho que aprender, mucho que tolerar, muchas cosas diferentes a nuestro lugar de origen, y ella nos ayudó a seguir adelante, a darle ganas. ¿Qué veía en mi tía? Veía a esa mujer que nunca se quedaba con las cosas, me decía: —Podemos, ¿vamos a ver?, tiene que haber otra cosa, tienen que buscarle, vamos a buscarle acá. Buscaba aquí, buscaba allá y, sobre todo, a sus hijos los mantenía unidos para trabajar con su hermano, y lo hacían con unas ganas increíbles, 119


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nunca los vi renegar o de mal humor por ayudar a Guillermo a hacer los ejercicios, no, todos cooperaban, era algo así como que te llamaba a ayudarla, te llamaba a seguir investigando, si no podía en algo me decía: —Tú puedes mijita, tu puedes échale ganas. Siempre tenía ganas de seguir adelante, de ser mejor. A Guillermo le veía muchas ganas de aprender, nunca lo vi triste por no poder hacer lo que hacían otros niños, ni jamás vi que lo compadecieran, el siempre fue igual que todos. Mi tío Roberto siempre nos apoyó en la escuela, no nos era fácil porque era bastante dura, éramos estudiantes y a la vez las maestras, nos exigían muchísimo, pero ahí estábamos al pie del cañón. Alex era como un pilar, yo no tenía en México mas que a mi hermano, con el que vivía, pero gran parte me la llevaba en casa de ellos, porque teníamos que hacer tareas, o su hijo estaba en la misma escuela; entonces, implicaba estar adentro, como que todo estaba muy unido muy englobado, ella siempre nos decía: —No, ustedes pueden. Me acuerdo que nos teníamos que desvelar mucho, que a veces queríamos tirar la toalla porque eran cosas a las que no estábamos acostumbradas hacer, de estar toda la noche estudiando, pero la veíamos con tantas ganas, que te lo transmitía, era una cosa muy padre, aparte era una persona muy bohemia, le gustaba mucho hacer reuniones en su casa con nosotras mismas, se hizo amiga de todas nuestras compañeras, 120


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eran puras personas de Latinoamérica, centroamericanas, latinoamericanas, de todos lados había ahí; entonces, íbamos todas a su casa... aquí traigo algunas fotos de esos tiempos que me encontré, mira aquí está ella sentada con todas, ésta que está a su lado soy yo, aquí estamos en la chorcha.

Esa emoción sentida por Irasema no es ajena al gran cariño que le guarda a la familia Tarriba Haza exteriorizando su afecto y haciéndonos sentir la enorme influencia que Alex podía tener con las personas que la rodearan. Influencia que se traduce en la constante búsqueda de mejores cosas para todos ellos. Sabía que si lograba convencer a Irasema y a sus amigas de estudiar una carrera de Educación Especial como Audición y lenguaje u otras que tuvieran que ver con la recuperación de Guillermo, aseguraba que los niños de Sinaloa serían atendidos de una mejor manera. A eso le apostó y creo que ganó y con ello el propio estado de Sinaloa. Alex no hacía distingo en lo social, económico e incluso, en lo religioso. No le agradaba la ostentación cuando ella se veía rodeada de miseria y pobreza. Era de un talante humilde de corazón. Su espíritu era diáfano, eso hacía que no guardara nada en su interior, lo que tenía que decir, simplemente, lo decía. Irasema algo precipitada por la emoción continúa diciéndonos: Estas fueron las chorchas que hacíamos aquí, y hasta Guillermo estaba en ellas, era parte de 121


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esa comunidad, de esa felicidad, de estar compartiendo, era una persona muy linda. Todos eran iguales para ella, no había ricos, no había pobres, no había... nada, todo era dar, todo era compartir, ella era feliz al compartir su felicidad, era una persona que de repente... ¡Ay! me emociona esa canción, si esa, aparte me ponía un cassette que ella me grababa y me decía, ésta quiero que cantes, yo tocaba guitarra desde que estaba en Guadalajara, pero no cantaba, no me había dado cuenta que podía cantar, que era buena en eso, ella me escogía canciones sudamericanas, peruanas; apréndete esta hija, me decía. Ella era puro sentimiento... esas tertulias eran muy seguido, de ahí nos llevaba al colegio al día siguiente, pero con mucho entusiasmo de seguir estudiando y echarle ganas. Si usted pregunta en México cómo éramos, le dirán que buenas y seguimos siendo buenas para trabajar. Yo siento que ella, y mi tío Roberto, que también estaba involucrado, eran una pareja envidiable, porque se compenetraban el uno al otro, lo que a uno le faltaba el otro lo tenía; nunca los veías discutir, sí tenían sus puntos de vista diferentes pero lo discutían, luego me encantaba porque te involucraban —A ver, ¿tú qué opinas? Otra de las cosas que me encantó de ellos como pareja y como personas, fue que para ellos no había grupo social, son muy humanos, gente buena de gran corazón. En cierta ocasión, me ofrecieron un lugarcito en su casa, porque en la mía no disponía de un lugar apropiado para apoyar a 122


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varios niños que estaba atendiendo. Acepté con mucho gusto su ofrecimiento. Durante mucho tiempo trabajé muy agusto en esa casa ubicada en la Chapultepec.

He dicho en varias ocasiones que las emociones son parte del ser humano o mejor dicho son las que hacen al ser, humano. Algunos, entre ellos yo, luchamos para no mostrar esa característica humana que nos hace vulnerables, cuando debiera ser lo contrario. Necesito mostrarla, porque si lo hago, estaré mostrando lo que debe ser la humanidad. Esa dicotomía se deberá entender mejor en lo futuro. Hay muchas “Alex” en el mundo que necesitan de más personas que puedan mostrar esta parte humana, de lo sensible, emotivo, tierno, amoroso, cálido, enternecedor, etc., pues, cada vez es más necesario que las personas seamos mejores personas, los trabajadores mejores trabajadores, los padres mejores padres; es decir, ser mejor en todo. Irasema muestra su rostro triste escondiendo en él una lágrima, pero esa tristeza se debe a la añoranza por Alex, por aquellos tiempos en que la observaba activa, en la búsqueda y en el encuentro de lo que ella deseaba localizar, continúa: Y ella me dio su espacio, me brindaron su casa, bien lindos, ahí estuve trabajando un tiempo, ¿cuánto tiempo? No sé, pero fue bastante, es algo que les he agradecido siempre. Como le digo era maestra de Guillermo. En México estábamos Lupita y yo, con varias personas de 123


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aquí de Culiacán, serían unas cinco maestras becadas de la Secretaría de Educación Pública, una de ellas está por aquí con él –me dice apuntando una fotografía que sostiene en sus manos–, ella es María Eugenia Álvarez, Irene Torrontegui es otra, ellas salían y nosotras llegábamos. En este grupo, estaba María Antonia Almada, Lupita y otra de Culiacán; creo que éramos María Eugenia y yo. Esas personas también lo conocieron y a mi tía Alex. Irene estuvo como directora de la escuela de educación especial del dif, y en ese tiempo vio también mucho a mi tía Alex porque ella se vino para acá, entonces se fue a la escuela y yo me quedé de directora del DIF cuando ella salió, en esa época el gobernador era Calderón. Como le digo, ahí trabajé mucho con ellos, después la amistad siguió. Estuvimos con ella en aspredena, con un sin fin de actividades; luego empezó con apac, ella fue de las iniciadoras, por eso el centro se llama Alex Haza de Tarriba, fue el 07 de marzo de 1988; pero cuando ella pasó por lo de apac, me fui a Estados Unidos un año, pero la relación con ellos y la amistad siguió con sus hijos, con Emma y Alex; aunque casi no nos vemos últimamente, pero cuando nos reunimos lo hacemos con mucho cariño, los siento muy allegados a mí.

El agradecimiento, el reconocimiento y la entrega, son considerados valores forjadores de personas en seres íntegros. El estoicismo es una de las virtudes en el ser humano que lo hace ser de una sola pieza. Alex 124


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ayudaba a los demás a forjarse de esa manera; en lugar de ser consolada, ella consolaba, esa virtud, envidiable por cierto, hacía de ella algo excepcional. Cuando ocurrió lo de Guillermo, nos comenta Irasema, yo no me encontraba aquí: Estaba en La Paz cuando me avisaron, entonces volé a Culiacán, no alcancé el funeral. Me acuerdo mucho de mi tía Alex, cuando llegué y abrió la puerta, yo me le abracé llorando, y ella me dijo: M’ijita no llores mamita, Guillermo está a gusto, está tranquilo, está sin su discapacidad. Dios sabe por qué él se fue, él está a gusto, ya no está sufriendo, ahora nos toca a nosotros sufrir, nosotros estamos sufriendo por él, pero él... no llores, no llores, porque lo que menos ha de querer es verte llorar; hasta en esos momentos más díficiles mi tía era una persona increíble. Me acuerdo que tenía una gran entereza, siempre nos daba el ejemplo. Poco después, cuando mi tía cayó por su enfermedad, nunca la miré apagada; por eso cuando yo me caigo me digo: “hay que levantarse no vale la pena”, entonces pienso más en ella. Recuerdo una noche bohemia, aquí en Culiacán, donde me invitaron a cantar algo que ella me pidió me aprendiera para otro evento; nunca se me va a olvidar, Roberto su hijo estaba ahí, y le dije: “Por tu mamá”, él se acordó de la canción de cuando estábamos allá en México.

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Realmente, mi tía Alex y mi tío Roberto son un ejemplo a seguir en todos los aspectos, como matrimonio, como personas y profesionistas, ni se diga.

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Capítulo 7

Las tertulias

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ecordar de esa manera a Alex, no es alabar su persona sino reconocer sus virtudes con las que ella se mantuvo en pie. Sabemos que fue alegre, simpática, cordial, complaciente, entre otras muchas virtudes más. Sinónimos que definen de cuerpo entero su persona. Quienes estuvieron con ella en las tertulias que organizaba, saben y recuerdan su fuerza unificadora. Las fiestas que organizaba, creemos, eran un refugio para su espíritu o, más bien, un escenario para hacer el ritual de dar gracias a Dios. Tuvimos un encuentro con el doctor Gustavo Parías, amigo personal de la familia quien viviera con ellos muchos momentos musicales, al respecto, él nos comenta: La conocí por las reuniones que había en “El Gremio” en donde estaba Gustavo Haas, Jorge Séller, las señoras todas ellas, Roberto Tarriba y Alex; desde el principio, nos dimos cuenta que a ella le gustaba la música, y coincidíamos en el 127


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gusto por algunas canciones; una vez me presentó los escritos que tenía, y le dije: —oye esto está muy bonito déjame ver si le puedo hacer algo de música. Jamás lo había hecho, pero me gustaba tanto su poesía que pensé que a lo mejor me salía algo, y fueron saliendo algunas canciones que nos gustaban a nosotros nada más, porque se las cantábamos a otras personas y decían que estaban muy simples y era la verdad; yo no tengo ningún estudio musical, nada más lírico, así fuimos haciendo amistad; ella venía a la casa y nos reuníamos con mi esposa en el ante-comedor a cantar, a platicar, a estudiar algunas letras de la canción, la corregía un poco, y así nos fuimos haciendo muy amigos, una bellísima persona, nos veíamos en Mazatlán cuando había alguna reunión; desde luego, tenemos recuerdos muy bonitos de ella.

Un poco taciturno, el doctor Parías nos platica cómo fue la relación de él con Alex, haciendo énfasis en el ámbito musical; pues, al parecer fue ahí donde ambos coincidieron. He encontrado en los testimonios de las personas que la rodearon, un elemento común; el reconocimiento a su persona por el carácter alegre, bohemio, espontáneo, incitador, transformador, etc. Cada una de esas personas se vinculó con Alex anteponiendo, en parte, sus propias necesidades. Creemos que lo anterior fue debido a que ellas vieron lo que estaba tratando de hacer por los demás. 128


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Sus desvelos, preocupaciones y proyectos fueron coronados por el enorme impulso que Alex imprimió con trabajo y con los resultados que obtuvo. El doctor Gustavo Parías guarda silencio por un momento acotando su pensamiento y restringiéndolo sólo a recuerdos placenteros. Observamos en él, dolor y angustia por ese esfuerzo de recordar, estaba más en su resistencia por viajar hacia el pasado y explorarlo. Cuando alguien muy querido se nos va a otra dimensión algunos tratamos de borrar o derrumbar el puente que nos lleva a ese pasado, para algunos, tormentoso para otros placentero; sin duda en ambos momentos existe el sufrimiento y esas personas lo que menos quieren es sufrir. De repente Gustavo nos dice: Sus poemas, muy profundos algunos, muy bonitos, muy rimados, casi todos bien rimados; a mí sí me gustaba la poesía, desde joven leí mucho de poemas y me gustaba por ese lado; entonces dije: bueno, a ver si se puede hacer algo, y algunas canciones hasta se editaron, alguna vez nos juntamos en México, fuimos a editar todas las canciones y creo que Roberto tiene todo grabado, y se lo pasó a uno de sus hijos que es músico, quién sabe qué habrá hecho con eso. —¿Sentía que la señora Alex estaba inspirada? Claro, simplemente con Guillermo fuí testigo de lo mucho que se sacrificó, hizo todo lo posible por tratar de ayudarlo en el problema que tenía tan serio. Me acuerdo que iba a su casa y estaba con el niño acostado arriba de una pelota grande 129


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haciendo ejercicios. Ella puso todo lo que estuvo de su parte para tratar de solucionar el problema de su hijo al que quiso mucho... cuando la conocí ya tenía a Guillermo, lo conocí desde chico, creo que tendría unos tres o cuatro años, lo vi crecer hasta que falleció, él me conocía también.

Otra peculiaridad que encontramos en este trabajo fue que la personalidad de Guillermo impactó también a quienes lo rodearon. Guillermo vivió su vida rodeado del amor de todos, creemos que no se percató de la maldad del mundo, e incluso, que desestimó las miradas, risas, murmullos, de las personas que por ignorancia a su problemática dirigieron a su persona. Nuestra cultura no ha desterrado esa parte que nos hace señalar al otro, y en lo que respecta al ámbito institucional, no ha remontado hasta el momento el enorme atraso para tratar, adecuadamente, a alguien que sufre de este tipo de deficiencias por ejemplo: dos rampas en cada esquina, no se cuemple con ella, poseemos una tecnología de comunicación inadecuada, servicios públicos inapropiados. En el aspecto laboral no se cuenta con empleos para que ejerzan profesionalmente. Perlas Me decía el otro día el director del periódico: Cuando encuentre una “perla negra” en su camino, hágalo saber, dé nombres, que todos la conozcan. Fue tan sólo necesario quitar la vista de donde ha130


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bitualmente la tenía clavada, para darme cuenta que estamos rodeados de ellas. Una “flor en el desierto” fue lo que me pareció encontrar más que una perla, en la calle Ángel Flores a un costado del cine Reforma; entre el ruido molesto del tráfico, en una destartalada casa; a la Escuela de Música de la Universidad Autónoma de Sinaloa. En ella encontramos unos maestros de música que han entregado y llenado su vida con ella y cientos de manos ansiosas de llenarse de conocimientos para poder transmitir la sensibilidad artística que traen dentro. En la entrada se dejan: edad, ideologías, partidos políticos, diferencias sociales... para dar paso: al estudiante respetuoso, dedicado, consciente de que ahí con tantas carencias materiales, va a encontrar dónde saciar sus inquietudes musicales. Angustia preguntarse: ¿Habrá más lugares como este, que se pierdan en este desierto universitario que creemos conocer? La curiosidad sería justificada, si la sacáramos en busca de más perlas que se deben hallar escondidas en éste, nuestro contrastado Culiacán (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, miércoles, 06 de junio de 1979).

Alex fue enfocada, la observación que hacía del medio era perspicaz no dejaba nada por fuera, podía ver lo invisible para muchos e, incluso, podía percatarse de las oportunidades que se presentaban para arribar a ellas y aprovecharlas. 131


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Teatro Ángela Peralta Hemos visto con bastante desagrado, no sin la correspondiente tristeza, cómo se permitió, que obras que pertenecen a la cultura pasada, no sólo no hayan sido conservadas o modernizadas, sino que se les ha ido desapareciendo. Culiacán todavía lamenta la pérdida de varias de ellas, como el puente Cañedo, Teatro Apolo, Santuario... obras que pudieron haber servido de testimonio de un hermoso pasado. Pero disculpemos a los que lo hicieron y a sus contemporáneos, que no lucharon, por no haber sentido la necesidad de dejar un lazo con el ayer. Mas hoy ya en 1979, cuando se gastan millones en descubrir una piedra antigua; en que el turismo es una fuente de riqueza, donde el turismo gusta combinar el confort, la diversión, bellezas naturales con la cultura; es imposible aceptar, que se diga que un teatro como el Ángela Peralta de Mazatlán “no sirva casi para nada”. Se sabe interesadas que hay personas en conservarlo y promoverlo para museo; que existe mucha historia esperando a ser guardada, para que las generaciones la conozcan, aprecien y puedan recordarla. Hagamos votos porque los mazatlecos luchen por él y por todos los que estén expuestos a dejar de vivir. Recordando que el olvido también es muerte (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, lunes, 18 de junio de 1979).

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Lo dicho, Alex no permitió nunca que esa clase de injusticias, abandonara nuestra historia. Y deja claro que el olvido es muerte. Hemos tratado de hacer un perfil conductual que nos permita inferir acerca de sus valores, donde encontramos muchas acciones que nos definen su actitud hacia la vida; nos damos cuenta que tomaba en las adversidades, la oportunidad de mostrar su capacidad para aprovechar las circunstancias, construyendo el andamiaje que le ayudara a resolver, al menos en parte, la problemática por la que estamos atravesando. ¿Qué parámetros consideramos para resolver nuestros problemas? Alex sin duda conocía su flaqueza y estamos seguros que desconocía sus fortalezas, debido a ello, no esperó ni retardó nunca su acción, su actitud por empezar el nuevo día con la fuerza obligada la hacía aprovechar el tiempo, porque sabía que el tiempo no era eterno, al menos para ella. Tiernas palabras Que tiernas son tus palabras cuánto alivio das con ellas, pues, disipan sufrimientos que al tropezarnos nos dejan. Frases que hablan de pensares y expresan también sentires, que en un rato de valor se escapan para decirme: 133


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Que no voy andando solo que tu cariño me espera, para que sigamos juntos lo que de vida nos queda. Que no importa nos separen sentimientos pasajeros si siempre irán nuestras almas unidas por los recuerdos. Que no voy andando solo que tu cariño me espera, para que sigamos juntos lo que de vida nos queda. Letra: Alex Haza Música: Dr. Gustavo Farías

La música fue para Alex ese equilibrio de lo material con lo espiritual; fue armonía de lo infinito con lo actual. Vibraba en esa proporción de lo material con lo espiritual, era su medio natural, ustedes sabrán mejor que nadie cuándo uno se encuentra en esa armonización, en ese estándar de vida. Cuando ni siquiera era importante para ella el maquillarse porque la hacía ser diferente, falsa, quimérica. Simplemente, vivió su existencia dándose a la vida, inmolándose. Mujer enamorada, como la princesa que sueña con su príncipe, así Alex con Roberto.

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Cuando Guillermo murió, las cosas fueron algo distintas, pero estaba satisfecha por lo que Dios le había dado. Roberto nos menciona: Cuando murió Guillermo se puso flácido, sus facciones y todo él, era precioso, a sus 16 años ya comenzaba a sentir algo distinto, y era muy vivo. ¿Tú te imaginas lo que era ese plebe para ella? Era una bendición, había sido su vida desde que nació, queriéndolo rehabilitar, anduvo por todas partes del mundo con él. Le comenzó a sobar la cabeza y le dijo: —Hijo suertudo, yo sabía que nuestro Señor no te iba a dejar sufrir más, siempre fuiste muy suertudo—. Una lágrima no derramó, con otro hijo que perdimos y que estaba más chiquito, a consecuencia de lo mismo, tampoco lloró. Un día me dijo —Me fui a la iglesia—. Ahí era donde lloraba, no delante de nadie, conmigo sí, cada vez que nos peleábamos se soltaba llorando, pero era especial. Cuando murió su papá, al que adoraba, sólo comentó —Sabía que Dios no te iba a dejar sufrir, ser inválido no lo hubieras soportado—. Y era cierto... era muy alegre. Alex tenía “unos pantalones”, me acuerdo que sufrió mucho con lo que le pasó a Guillermo, pero nunca la oí quejarse. Cuando estaba muy grave, me decía: —Tienes que ver por fulano, por fulana, por ti, por todos—. Me estaba dando órdenes.

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Esas órdenes que, supuestamente, le estaba dando Alex a Roberto no eran tales, sino que ella veía que Roberto podía estar al pendiente de la gente que ella amaba. Continúa diciéndonos: Me dijo —Te estoy hablando de gente que puedes ayudar, tú eres fuerte y yo soy débil—. Y así era, estaba pensando y me estaba dando instrucciones de quien me iba a quedar pendiente.

Así vivió, siempre ocupada por los demás, no deseaba irse dejando los pendientes que le absorbían gran parte de su tiempo y que merecían ser atendidos. Renunció a sí misma, con tal de darles a los demás lo que necesitaran. Roberto me hablaba de su familia cuando tenía oportunidad, lo hacía siempre colocándola en primer plano, él nos dice: Mira si de algo estuve realmente orgulloso, toda mi vida, fue de mi familia; no me atribuí ningún otro éxito, que no lo tenga y como te explicaba, estoy hablando de todos mis hijos, que tenían la misma línea de ser, algunas personas, como Roberto Tamayo, me llegaron a preguntar: —¿Cómo le hiciste para que tus hijos fueran como tú? Porque son a todo dar—. Había uno que ya no está, tu no has visto el retrato de toda la familia junta, era mi tercer hijo, de hecho el segundo se murió también por el problema que teníamos que ya te platiqué, se me murió el segundo y el tercero... era el único diferente a los 136


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demás, mi mujer me decía: —Ernesto es el que va a ser más feliz de tus hijos, porque está buscando en su inquietud, la verdad, la paz—. Era conversador más que todo, muy buen deportista, alegre, guapo; a los 16 años ya jugaba fútbol americano en la liga mayor, le entraba a todo... si se le metía en la cabeza un viaje le buscaba hasta que lo lograba y, finalmente, es el único que no está en el grupo, en su afán de encontrar cosas nuevas... se fue a la India, vivió en Nepal; tenía amigos en todo el mundo, porque se graduó y se fue a Europa; allá se metió a la universidad e hizo una maestría, te habla inglés perfecto, francés, español; pero era diferente a los demás, siempre estaba pegado a su mamá, sus inquietudes, Alex le dedicaba tiempo para ayudarle, le simpatizaba su forma de ser inquieto.

La familia es, sin duda, lo que nos somete a ese afán diario de lucha y sufrimiento, es la familia lo que nos lleva a construir, a planear, mantenerla a buen resguardo de las vicisitudes que pudieran lastimar ese núcleo tan importante de la sociedad. Si la familia se enferma, se enferma todo. Roberto y Alex sabían perfectamente lo que ello significaba, de allí se puede entender por qué la familia trabajaba unida en torno a Guillermo, también por qué sus hijos tomaron las riendas del grupo Tarriba, específicamente, de la Agrícola, entendemos por qué tanto dolor por la muerte de Roberto Tarriba Haza, el hijo mayor de la pareja. La sociedad entera lloró su muerte, otorgándole el H. Ayuntamiento de Culiacán 137


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2002-20041 el premio Coltzin por su desempeño como ciudadano distinguido, por su capacidad humana, su visión emprendedora y por la defensa de los derechos de sus trabajadores. Quienes lloraron su muerte y extrañan su presencia. Oportunidades ¿Cuántas oportunidades nos tendrá deparada la vida; y qué tantas equivocaciones o fracasos nos serán permitidos en ellas? Debe de haber ciertas condiciones de carácter físico o emocional que deteniendo el reloj, deje de contar el tiempo destinado a las oportunidades, pero: ¿Cómo podremos apreciar una oportunidad si pasamos el tiempo tratando de emborucar la vida, para librarnos de la soledad o el aburrimiento? ¿Sería justo considerar como fracaso, al tiempo en que el desaliento nos mantiene fuera de la lucha? ¿Será estimado igual aquello que se realice con entusiasmo nacido espontáneamente, que lo que se haga por el cumplimiento de un obligado deber? ¿Las equivocaciones serán valoradas por la reper1  El 28 de septiembre de 2004, el H. Ayuntamiento de Culiacán hizo entrega, en el Teatro Inés Arredondo de la ciudad, los premios Coltzin, con los que reconocen a ciudadanos distinguidos por su participación y entrega a la ciudadanía por su valor humano, a Roberto Tarriba Haza, que en su ausencia su señor padre Roberto Tarriba Rojo, lo recibiera de manos del Sr. Gobernador Juan S. Millán Lizárraga y del presidente municipal el Lic. Jesús Enrique Hernández Chávez. 138


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cusión que tenga en terceras personas o por lo que íntimamente nos afecten? ¿Existirá en realidad, el firme convencimiento de querer aprovechar una oportunidad o sólo lo vamos repitiendo, buscando que las palabras formen en nosotros un compromiso tal ante los demás, que nos permitan dar marcha atrás? ¿Estaremos dispuestos a sacrificar nuestra aparente tranquilidad, para aprovechar una de ellas? (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, lunes, 09 de julio de 1979).

Cuando uno apenas es pequeño escucha en repetidas ocasiones por los adultos y, en especial, de los padres, que debemos siempre aprovechar las oportunidades que la vida nos brinda, con inteligencia y mucho coraje. Es oportuno agregarle a lo anterior, que si bien la vida nos favorece con oportunidades es menester decir que también nos dispone de amenazas, que de acuerdo con Alex éstas últimas estarán presentes siempre, no así las oportunidades, que de no aprovecharlas se nos irán como un suspiro. Ahora bien, ¿qué tanto estaremos dispuestos a sacrificar nuestra aparente tranquilidad en aras de aprovecharlas? Esta es una pregunta que nos hace a cada uno de nosotros, pues, es bien sabido que el esfuerzo que se hace para lograr lo que queremos es directamente proporcional a la ganancia esperada. Mucho gana el que mucho lucha por lograrlo. En el ámbito en que estuvo trabajando por mucho tiempo fue en el humano, nunca escatimó el esfuerzo 139


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para acercar los beneficios a la gente necesitada de ellos. Hemos estado siempre rodeados de personas inspiradas por la fuerza de Dios y en verdad son pocas veces reconocidas por ese espíritu de servicio, solemos llamarlas de muchas maneras, pero Alex no buscaba ese reconocimiento, ella sabía y creemos que estaba segura, que tenía que cumplir una misión en el mundo que la rodeaba, Dios le había dado la claridad para saberlo y la fuerza para lograrlo. Vecinos Es lamentable lo cerca que se encuentran las ciudades y los distantes que se hallan sus gentes. Lo poco que importan sus progresos o atrasos; y la diferencia de mentalidades y de costumbres. Parecen ser muy pocos los intereses que tenemos en común y muy diferentes los problemas que se nos pueden presentar. ¿Qué no somos todos seres humanos, vulnerables a un sinnúmero de deficiencias? ¿No tendremos alguna idea o conocimiento provechoso, que podamos intercambiar? ¿Acaso no pertenecemos a un mismo sistema político, que nos concierne y perturba? Tenemos que buscar un culpable; y en este caso diremos que es la falta de comunicación la que nos ha mantenido alejados, insensibles e ignorantes de todos los beneficios que podemos adquirir tan sólo

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con traspasar el silencio y la distancia que nos separa del resto, no digamos del país, sino hasta de los vecinos (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, viernes, 08 de junio de 1979).

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Capítulo 8

El gremio

L

os temas que Alex trataba eran variados, tocando los puntos neurálgicos que eran base de discusión social sin dejar alguna ambigüedad cuando los escribía. Era directa para decir las cosas, oportuna, clara, franca. Sinónimos que definen a la persona, a la vez que la comprometían para seguir adelante. Llegamos con Leticia de Clouthier, a su residencia y amablemente nos introdujo a la que fuera la oficina de Manuel Clouthier, uno de los luchadores sociales más recordados en la vida democrática contemporánea de México. Realizábamos el recorrido obligado cuando le sugiero que me hable de Alex, hace un prolongado silencio y con voz baja nos dice: Recuerdo que en la juventud andábamos en un grupito que se llamaba “El Gremio”. Éramos muchachas en ese entonces, mi compadre Roberto no pertenecía a él, aún no lo conocíamos... Alex era muy alegre, bonita, fogosa, fresca. Los que 143


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vivíamos y estudiábamos aquí nos veíamos seguido, a los que estudiaban fuera los veíamos en las vacaciones. Hacíamos reuniones en Navidad, nos juntábamos, en casa de Alma de Zaragoza, en casa de Alex, en algún otro lugar o en algún club. Hacíamos alguna fiesta para sacar fondos para alguna beneficencia y nos divertíamos mucho, es lo que recuerdo de ella de entonces. Cuando nos fuimos casando, algunos se fueron a vivir fuera, otros se quedaron. Ella se casó primero, y recuerdo que se me figuraba que se veía como en la primera comunión, bueno a él yo lo veía mucho más grande no, no sé cuantos años le lleve el compadre no creo que sean muchos pero en ese entonces de los 18 a los 25 se nota...

“El Gremio” fue el club que albergó, primeramente, al círculo de amistades que compartían un mundo impregnado de sueños y proyectos sociales, que en un principio, no se perfilaba como la cuna de los ideales de aspredena o de ninguna orientada a la comunidad específicamente. Si bien es cierto, que “El Gremio” sirvió en un primer momento para la diversión, también lo fue para consolidar la amistad de quienes en él participan. Continúa diciéndonos Leticia: Nos tocó ser vecinos, ya de casados, ellos ya estaban establecidos ahí en la Río Mocorito, y cuando nosotros nos casamos nos fuimos a vivir ahí; estaban enfrente, a tres casas de la de 144


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nosotros, en ese tiempo nos reuníamos algún sábado en casa de fulano o sutana. Las mujeres nos reuníamos en una costura, llevábamos que tejer, otras que coser, que remendar, y cuando tocaba en casa de Alex me ayudaba con un altero así, porque tenía máquina de coser, ya se imaginarán. Lo que me llamaba mucho la atención de ella fue cuando nació Guillermo, su problema fue la preocupación de toda su vida; pero ella en sí, era una mujer con mucha determinación, con mucha fuerza, mucha vitalidad, una energía que causaba admiración...

¿Qué quiere decir la gente cuando dice de alguien que tiene mucha determinación? Regularmente, queremos dar a entender que dependen menos de los demás, que deciden por sí mismas, o como vulgarmente se dice “no necesita bules para nadar”, esos “bules” no son otra cosa que una especie de tablas que te mantienen a flote. Alex se mantenía a sí misma a flote gracias a su carácter, sabía que había tomado su destino por asalto sin permitirle a nadie que decidieran por ella. Vota Así: Son millones de pesos los que se gastan en cada una de las elecciones, para enseñar al pueblo dónde poner una cruz. Y el pueblo hambriento de poner una cruz sobre la tumba de sus problemas, lo hace. 145


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Mas pasa el tiempo del teatro y todo vuelve a quedar en calma; ya nadie se vuelve a preocupar porque la gente aprenda algo más que hacer una simple marca. Conociendo la clase de fuerza que tiene todo lo que se finca en la ignorancia y la calidad y duración que se logra de ello, vuelven a surgir las preguntas: ¿Quiénes son los interesados en mantenernos en esta ignorancia cívica? ¿Qué beneficios obtienes de que no conozcamos nuestros derechos ni obligaciones? ¿Cuánto tiempo le toma a un individuo descubrir por sí mismo lo que se le ha negado conocer? ¿Cómo se les va a juzgar a los que tienen en sus manos la educación de la niñez, por haberles limitado el horizonte de conocimientos y criterios? (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, miércoles, 27 de junio de 1979).

Este tema de las elecciones fue uno de tantos que ella trabajó por mucho tiempo. Hacer que el pueblo adquiriera consciencia social no era un proyecto que podía llevarse a cabo de inmediato, sabía que se tenía que luchar en este renglón y pocos retomaban el tema para llevarlo a una sociedad que buscara en su conjunto algo más permanente que colocar una simple cruz en un papel costosísimo, ya sea en lo económico, cultural y social. Leticia de Clouthier siente el dolor en sus entrañas, asomándose en ella cual espía alguna lágrima que marca su pensamiento al momento de exteriorizarlo, continúa diciéndonos: 146


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Como era mi vecina me iba con ella a echar la platicada a media mañana o algo así, la encontraba con un altero de ropa, la lavadora puesta y con una pala, porque le acababan de terminar su casa o no sé que le habían hecho; después atrás en el patio estaba poniendo árboles, con una pala haciendo el hoyo, le dije: —Oye comadre, no te puedes esperar a que venga el compadre para que él haga eso, que te ayude alguien—. Y me contestó: —No, mientras está la lavadora jalando, no voy a estar sentada, no puedo—. Y ahí estaba haciendo el hoyo para poner el árbol, deveras que como tenía energía y de que manera la canalizaba, porque hay mucho que hacer en una casa donde hay tantos niños, está la cocina, iba y veía por allá, y la pala por acá y la lavadora por allá, a mi me dejaba con el ojo cúbico. En aquel entonces, Ernesto estaba pequeño, debe haber tenido unos cuatro años y se salía de la casa, yo le decía, bueno te voy a llevar y me lo llevaba para la casa, me sentaba ahí enfrente de la puerta a ver a la calle.

Creo que para alcanzar el éxito, se debe saber canalizar la fuerza y la energía hacia la meta propuesta por uno mismo. Alex tenía esa facultad, saber hacia dónde dirigir sus fuerzas, la claridad en alcanzar sus metas bajo un trabajo coordinado y sistematizado; este conocimiento no es privativo de los grandes administradores de empresas comerciales, esta prerrogativa de Alex, creo que fue trasmitida a sus hijos como una forma de ser 147


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extendiendo hacia ellos una cultura de trabajo orientado al objeto. Es claro que esa complementariedad de la que habla Leticia, no es otra cosa que la integración de deberes muy bien definidos de ambos. Como ambas caras de una moneda. ¿Liberación? Qué importante y satisfactorio es saber que se tiene alguien capaz de despertar la ilusión que nos hace regresar a un lugar; y que nos ayude a conservar el encanto que en una mezcla preciosa se necesita, para continuar la lucha. Esa mezcla formada de penas, alegrías, detalles, esperas, caricias, entusiasmo, temores... Es lo que pudiera ser Amor, del cual la Mujer es generadora y que con facilidad lo está olvidando o confundiendo, dejándose llevar por el espejismo de la relación personal o la liberación. La superación personal, no tiene en el fondo de toda mujer, otro propósito, que adquirir más conocimientos y oportunidades, que le ayuden, para conquistar y saber retener lo que quieren. Despertando en él la admiración y el mayor interés de que orgullosos estén a su lado. La liberación es sólo la necesidad de poder reconocer y deslindar el cariño que nos inspira la persona querida de su dependencia económica. El corazón de una Mujer, difícilmente, cambiará la oportunidad de amar por cualquiera otra, aunque nunca llegue a comprender de la manera que es ama148


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da; ya que los sentimientos que componen el amor masculino siendo los mismos que los del femenino, no se presentan en igual orden y proporción (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, viernes, 13 de julio de 1979).

En parte, l a respuesta está en este escrito, esa complementación que debe existir en la pareja se basa, precisamente, en lograr la armonía entre ella y su ser querido, inspirado por el amor; ésta logra sus metas allegándose del conocimiento necesario que la mantendrá libre de dependencias. El gran secreto para alcanzar ese equilibrio es precisamente jugar los roles que les son propios a cada cual. La narrativa tiene un valor fundamental, quien la hace se arropa del sentimiento y del afecto hacia la persona de quien está hablando, retomando los recuerdos más sólidos y patentizando de esa manera su relación con el ser recordado. Así es como se nutre el recuerdo, trayéndolo al presente e inspirándose en él, Leticia un poco triste, pero feliz nos dice: Nosotros podemos meter en cintura a un niño ajeno en ciertas cosas, pero a los nuestros no los podemos convencer, un día me dijo: —Tienes mucha paciencia—. Yo le contesté: —Pues no tengo tanto negocio como tú—. Entonces yo no tenía todavía el ejército trigarante. Ella me impresionaba del trabajo que tenía, hacía de todo, cocía, cocinaba, la hacía de enfermera, 149


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jardinero, y dándole a la lavadora, ¿Cómo puedes hacer tantas cosas al mismo tiempo? Cuando tienes todas las cosas a la mano, es más fácil que cuando tienes que caminar media manzana para ir de una cosa a la otra. Cuando lo de Guillermo, él crecía y Alex lo tenía como preocupación. ¿Qué iba a hacer con Guillermo? ¿Cómo iba a sacarlo adelante? Las decisiones que tomaron fueron muy duras, muy drásticas; se fueron a vivir a California, porque allá les dijeron que había un lugar donde podían ayudarles; después se fueron a vivir a México, porque allá había terapeutas y había como ayudarlo. Cuando se iban a ir a vivir a México, el compadre se iba a quedar aquí e iba a ir como lo hacen los señores que están separados, iba a ir no sé si cada quince días. Una señora le dijo a Alex: —Ya la pensaste, Roberto se va a quedar solo, hay sus riesgos—. Ella le dijo: —Sí, los mismos riesgos que corre él, los corro yo—. Entonces como le digo, en ese proceso se involucró toda la familia, tenían las terapias y ayudaban, creo que por un lado ayudó mucho a la familia, pero por otro lado, tuvo descuidos y demás, como todos los tenemos, pero con un fin, ayudar a Guillermo. Luego supo que en Londres o en Inglaterra, había algo también y fue a ver qué podía hacer allá. Fue una mujer con mucha fuerza de voluntad, y mucho por dar, para que ese niño tuviera algo más, para que cuando ella faltara no fuera un estorbo para nadie, que tuviera lo que ella pudiera avanzar en eso; dejar algo para que él se pudiera bastar por sí mismo. 150


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Ya hemos tratado algunas cuestiones que la hacían una mujer, hasta cierto punto, vulnerable y creo que lo único vulnerable estaba más en su pensamiento que en su capacidad real. Leticia continúa diciéndonos: Luego regresaron aquí, formaron la asociación para los niños con problemas de parálisis cerebral, y ahí puso a trabajar a las mamás de los niños que tenían esos problemas; después, invitó a Sara Ricalde y a la comadre Clarisa de Habermann y Socorro Haas. Tenía una capacidad de darse y de dar, le dio también por la política, no recuerdo si fue después de que murió Guillermo, ahí anduvo en el PAN. Ya cuando mi marido andaba con la bandera aquí y quiso ser candidato a la gobernatura. Alex fue quien lo presentó en el teatro y en el cine de las Quintas, con una comisión estatal. Ella hacía de todo, y quería que las cosas cambiaran, que nadie sufriera. Cuando lo del Seguro Social, me acuerdo que dijo: —Que bueno que va a haber Seguro Social, es muy importante—. Tenía mucha visión para muchas cosas, y cuando veía algo positivo apoyaba, para que funcionara, para que se usara, era muy buena amiga, para mi fue una mujer admirable.

Ser admirable significa que los que están a tú alrededor reconocen en tu persona algunos rasgos distintivos que te hacen único. Irrepetible diríamos, en cuanto a

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esa capacidad de ver más allá y verlo positivamente como Alex lo hacía. Planeación La carencia de esta simple palabrita, es cada día causa de más y mayores contratiempos y pérdidas. Donde pongamos los ojos, ahí lo podemos comprobar: Huertas tiradas o abandonadas, edificios readaptados, negocios quebrados, familias desintegradas, petróleo al garete... todo o casi todo presenta una falta de planeación. La mayoría de las cosas que dizque planeamos, las hacemos sin pensar, menos consultando con las personas que tienen que participar en ese proyecto. Siendo ellas las más indicadas, por tener mayor experiencia y conocimientos sobre lo que se está planeado, para planear las cosas a nuestro ignorante modo. Debemos saber, cuáles son nuestras aptitudes y reconocer nuestras limitaciones, para poner cualquier plan en manos de los más indicados (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, viernes, 17 de agosto de 1979).

La planeación como la previsión, son elementos que nos ayudan a pensar en el porvenir, habida cuenta de la obligación que se tiene para ejercitar nuestras mentes sobre aspectos que pertenecen al futuro. Alex en cierta forma fue sensible para entender la realidad y poderla 152


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proyectar hacia un futuro no muy lejano. Podemos observar una de sus tantas preocupaciones, pues, a saber no contamos con demasiadas reservas en nada, así lo obligado para nosotros es poner en función este aspecto de la planeación. Cabría preguntarnos, ¿en qué consiste tal preocupación por la planeación? Creemos que este asunto se le subordina al interés que tenía por dar respuesta a uno de tantos planteamientos que tenía, pero que en este caso, se liga fuertemente a Guillermo. Tener un claro resguardo para él, no la sometía a ejercitar su duda razonada, al contrario su ocupación, más que su preocupación, fue tener ese lugar para su hijo donde él pudiera hacerse cargo de sí mismo. También podemos observar que los temas que ella abordaba no solamente eran en el plano personal sino institucional, a saber siempre estuvo atenta a que la enseñanza en nuestro país pudiera hacernos más responsables de lo que pasaba en él. El problema de salud de la ciudadanía, fue el centro de su quehacer, siempre atenta a que el ciudadano común despertara del letargo en el que estaba. Aprovechamiento ¿Hasta qué punto los sistemas educativos son un fracaso? ¿Será siempre la deficiencia en la enseñanza, responsable de la falta de aprovechamiento? Aparte de que el niño está expuesto a sistemas atrasados de enseñanza, incomprensión e ineptitud de padres y maestros; se encuentra rodeado de 153


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muchas posibles enfermedades, por falta de ciertas precauciones y por el completo desconocimiento que tanto padres como maestros debieran tener, sobre sus capacidades y limitaciones. Es curioso ver en las escuelas de educación especial, donde los niños tienen severos problemas, cómo se exige periódicamente, tratando de conseguir el mayor rendimiento de cada uno de ellos. Carta del médico general, dando constancia de buena salud, junto con todos los análisis que para esto necesitaron. Comprobante de que tiene todas las vacunas que debe tener. Un estudio audiológico (que indique lo que oye) Otro estudio de su vista. Carta del dentista, aprobando el buen estado de su dentadura. Y las pruebas que muestren su coeficiente intelectual (inteligencia). Unos de éstos, por no decir todos, debieran de ser indispensables en el día que el alumno asista por primera vez a la escuela. Se puede considerar en muchos casos, todo esto, inútil y costoso, pues, aparentemente el niño, no presenta ni un problema, pero pongámonos a recordar todos los casos que conocemos, que si no tuvieron dificultades del primer año, lo tienen en el segundo, tercero o cuarto. Unos empiezan con dificultades para aprender y terminan con serios problemas de conducta, que algunas veces se pudieron haber evitado con la simple adaptación de lentes o una prótesis de oído. En otros casos el desconocimiento 154


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de si su capacidad de aprendizaje es mayor o menor de lo normal, son causas de trastornos parecidos de aprovechamiento y conducta. ¿Cuántos días de clases hace perder un simple dolor de muelas y cómo influye en el estado general del niño? ¿No nos da nada qué pensar, que muchas enfermedades comienzan y coinciden con la época que éste va a la escuela? ¿Quiénes son, a los que más les debe interesar el mayor y mejor aprovechamiento de los niños, basándonos en la importancia, que el conocimiento de su estado físico y mental tiene? Las escuelas por ser las que cuentan con los conocimientos necesarios, son las que deberían de promover este tipo de cosas, pero dadas las condiciones de nuestro pueblo, la burocracia que tanto entorpece y a la que tendríamos que llegar; son por lo pronto obstáculos, que nos hacen hacer conciencia, de que en la condición y momento en que nos encontramos; todo aquel padre, que esté interesado en que su hijo llegue a aprovechar al máximo sus estudios; tendrá que tomar todas las medidas en forma particular. Conocedores de la conveniencia que tiene, para uno que todos tomen las mismas medidas de precaución; los padres pueden, por medio de las juntas de las Asociaciones de Padres de Familia, que todas las escuelas tienen, pugnar, para que todos los padres pongan un interés muy especial en este detalle tan importante, que entorpece el aprovechamiento (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, miércoles, 29 de agosto de 1979). 155


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Efectivamente, el aprovechamiento al que se refería, estaba más en las capacidades del niño que podían descubrirse mediante la adecuada salud física, emocional, espiritual y moral del infante, salud necesaria en nuestro sistema social y tan preconizada por las instituciones educativas en México. Hasta la impresión de este libro, no he visto todavía en nuestro país, con excepción del examen médico al entrar a preparatoria, que se exija un examen completo en todas las áreas de salud del niño y Alex “Pone el dedo en la llaga” al evidenciar la falta de aprovechamiento escolar debido a todo lo que menciona anteriormente. Leticia concluye afirmando lo siguiente: Era muy romántica, le gustaba escribir, versos, cosas de repente que medio cantaba, le hacía al bohemio, y era una mujer con una capacidad muy humana; una capacidad de entrega increíble. Cuando se regresaron a Culiacán se trajo a unos terapeutas para Guillermo, pero luego fue a averiguar, con el secretario de gobierno, si podían mandar dos personas becadas para que fueran a tomar unos cursos de terapia, porque empezó a darse cuenta que había otras personas que tenían el mismo problema.

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Capítulo 9

La gran preocupación

Q

uiero dejar en claro, que en ningún momento me vi obligado por nadie, a llevar a cabo este proyecto, nació tan sólo por el entusiasmo que me contagió el material que leí de Alex; motivándome para una reflexión más allá de la trivialidad, que a veces nos vence impidiendo que profundicemos en nuestro pensamiento para descubrir el verdadero destino para el que Dios nos tiene aquí en la tierra. Decir entonces, que lo superfluo de mi vida es solamente el adorno o la envoltura, y no la esencia con la que debo tratar los asuntos para lograr su trascendencia y extenderlo más allá de una corta temporalidad, o sea, hacia la descendencia familiar como una herencia cultural que separa al hombre común, sin un destino claro, del hombre verdadero con un objetivo bien dimensionado. Un testimonio que se incluye en este relato de vida será el del doctor José Manuel Peraza Castellanos, un hombre que el destino lo obligara a vincularse con la 157


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familia Tarriba Haza y lo hiciera testigo de la vida ejemplar de Alejandrina Haza Rivas. Testigo vivo de una serie de eventos ocurridos por la relación amistosa entre dos familias que compartieron sus caminos. Hoy tiene la oportunidad de hacerse manifiesto mediante esta pequeña conversación. El doctor comienza diciéndonos: A Alex la conocí de niña, creo que somos de la misma edad, pero no estoy seguro. Pertenecimos al mismo club juvenil que se llamó club “El Gremio”, por ahí se lo han de haber mencionado, pero yo la había conocido en Mazatlán, creo que en una época vivió en Mazatlán, y yo pasaba las vacaciones allá. También conocí a Roberto su esposo, pero con menos trato. Pasaron los años y me fui a México en 1951, a estudiar medicina y a especializarme, de 1951 a 1961, durante diez años viví en la capital de la República, en ese lapso probablemente, tuve pocas conversaciones con Alex, encuentros en periodos vacacionales. Cuando vine a trabajar a Culiacán como pedíatra, con el cargo de jefe de pediatría del IMSS fue a mediados de 1961.

Algo que he comentado poco y que es necesario aclarar es que muchos grupos que se forman bajo la figura de “clubes” en nuestra entidad son en realidad agrupaciones que persiguen por lo regular tres propósitos fundamentales: el primero es la diversión, el segundo, para consolidar la amistad (mencionados antes) y un tercer propósito es hacer obras de beneficencia o acti158


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vidades relacionadas para el bien a la comunidad. En este caso “El Gremio”, al parecer, cumplía con estos tres propósitos. Alex, aunque no participaba mucho en el primer propósito o sea el de la diversión, sí se aseguró que el segundo y el tercero fueran bien entendidos, gracias a esa gran oportunidad que se le presentó, supo mover los hilos que la colocarían en una posición privilegiada para poder llevar a quienes lo necesitaran la ayuda correspondiente. El doctor Peraza nos hace un recorrido histórico de cuando él empezó a trabajar en la entidad como médico pedíatra trabajando un poco la especialidad de neonatología, y que en ese tiempo no existía ningún profesional con esos conocimientos, continúa diciéndonos: Cuando se acercó a mí, profesionalmente, fue porque estaba preocupada, se había embarazado de nuevo, los médicos de la época; te estoy hablando de los 60’s, le habían recomendado al matrimonio no tener más hijos, por tener ya suficientes; además, por el antecedente del niño o niña que había muerto en el segundo embarazo de ellos, el problema principal era que Alex tenía un tipo de sangre con RH negativo. En ese momento traía frescos mis conocimientos y mi práctica sobre el manejo de niños, producto de madres con el RH negativo y había hecho algún trabajo relacionado con eso en el hospital de la Raza en México, donde fui residente; y también había tomado cursos de recién nacidos en el 159


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Hospital Infantil; te estoy hablando de hace más de 40 años, en ese tiempo no había especialistas con carrera hospitalaria, yo fui el primero que llegó a la ciudad, sí había buenos pediatras, competentes, pero de carreras cortas, cursos de diez meses, cursos de un año...

Debido, primeramente, a la falta de conocimientos sobre algunos de los problemas que se genera por el RH negativo, fue que se interesó profundamente, en la prevención. Ella había caído en esa parte de la ignorancia o de la incredulidad que se les tiene a los especialistas, que eran pocos en ese tiempo, para evitar embarazarse o como suele decirse “simplemente se la jugó”. También es necesario decirlo, habrá quienes verdaderamente quieran evitarlo, pero hay otros que aún conociendo las consecuencias, las asumen con valor. Creemos que lo anterior se basa en la posible necesidad de algunas mujeres de sentir la maternidad como una necesidad imperiosa, simplemente, porque son mujeres enfrentando así todo lo que se deriva de ese problema. Hasta el momento no he oído a nadie decir que Alex se había arrepentido por haberse embarazado o por haber dado a luz a Guillermo, creemos que gracias a esta clase de mujeres como la ciencia avanza. La historia está llena de mujeres que han proclamado su individualidad remontando sus problemas y exigiéndole a la sociedad la libertad que necesitan para ejercer su profesión. Tales casos como los de Hellen Keller, con el problema de 160


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la sordomudez y Anna Sullivan su maestra, quien la enseñara a trabajar con esa deficiencia. Creemos que Alex acordaría con nosotros la publicación de este material por lo que implica dar a conocer los pormenores de un problema, que en este caso son los defectos al nacimiento, que marcó su vida y ha marcado la vida de miles de familias y que el problema, por diversas causas, no ha disminuido grandemente. Haciendo un esfuerzo por recordar el doctor José Manuel sigue comentándonos: Cursa el embarazo, que sería el octavo, y termina en una intervención cesárea porque la prueba de coombl que le hizo su gineco-obstetra salió positiva, o sea que ya había una reacción al producto, y como estaba a fines del embarazo, el obstetra aceleró la fecha de la cesárea, es decir, se anticipó, no dejó llegar el embarazo al final por la peligrosidad que significa tener una prueba de coombs positiva sobre el cerebro del niño que estaba por nacer, el niño nació en buenas condiciones y aunque no había mayores signos de alarma nada más la prueba; decidimos hacer una exanguíneo-transfusión, llamé a un amigo que ya falleció, el doctor Gildardo Angulo. Ambos la realizamos en el sanatorio Bátiz Ramos que fue en donde más trabajé como neonatólogo, sin ser un neonatólogo de carrera, y con éxito. Le cambíamos la sangre y evolucionó muy bien, no pasó nada, el niño sobrevivió. A los pocos días, creo 161


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que a las dos semanas, desarrolló una neumonía severa, probablemente, por el procedimiento y la falta de defensas, por lo cual tuvimos que hospitalizarlo con oxígeno, no recuerdo si una semana, en la Clínica Infantil de Culiacán que en aquél entonces estaba por la calle Hidalgo, y era el único lugar en donde se podía manejar hospitalariamente mejor a un niño, aunque ya existía un lugar que se llamaba el Hospitalito, el niño salió adelante y perfecto; creció como todos los niños, se desarrolló, ahora es un hombre.

Existen cosas que pudieran tomarse como retos en la vida de un ser como Alex, pero vivir siempre tambaleándose en la cuerda floja sería un tanto como retar al destino. Somos seres humanos que vivimos retando siempre al destino, la condición es salir siempre adelante. Cabría preguntamos ¿Por qué Alex sabiendo que tenía RH negativo insistía en embarazarse? Ya lo comenté anteriormente, simplemente, era su condición de mujer. El doctor Peraza Castellanos sigue platicándonos la experiencia que tuvo con la familia Tarriba Haza, señalando algunos aspectos que fueron en su momento, cruciales en la vida familiar de ellos, hace una pausa para luego continuar diciéndonos: Era una mujer muy inquieta en todos los sentidos. Entonces no había tratamiento para evitar 162


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el embarazo, tenían que abstenerse, no había otra forma, o usar el preservativo que ya existía o el método que sigue las fechas de la ovulación, el cual falla, no había otros métodos, el propósito era no tener más hijos en vista de la peligrosidad por la incompatibilidad RH de los padres, a pesar de todo, el matrimonio se volvió a embarazar, aunque habían tenido muchos hijos, era un matrimonio joven, bueno, amoroso; esas son cosas que no se pueden evitar. Y vuelve a embarazarse, al poco tiempo me dijo: —Fíjate que estoy embarazada de nuevo—. Me quedé preocupado y ellos también, la verdad todo mundo se quedó preocupado, el embarazo transcurrió aparentemente normal pero los resultados de laboratorio fueron más severos, de nuevo el doctor que la atendía anticipó la fecha probable para realizar la cesárea, éste último niño fue Guillermo, nació con anoxia1 cerebral, con un coombs intensamente positivo, con las bilirrubinas altas, que son las que dañan los núcleos grises del cerebro. Las primeras horas después del parto, le hicimos la exanguineo-transfusión, aparentemente, con éxito, el niño sobrevivió, no tuvimos problemas pero ya venía con daño en el cerebro, la doctora lo calificó con 10 o 9, tuvo una alta calificación ¡Ah¡ me dije yo, ya la hicimos, un niño hermoso. Varios meses después, Alex notó que el niño no se podía sentar, sí sostenía la cabeza pero no muy bien, entonces me buscó, me llamó la 1  Falta de oxigenación cerebral al momento de nacer. 163


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atención, pues, el niño se veía bien desarrollado, bien alimentado, sano, sin poderse sentar a una edad en la que ya debía sentarse, y cuando tenía como seis meses, traté de levantarle el ánimo, pero ella ya sospechaba, que el niño tenía alguna forma de parálisis cerebral infantil que es muy común en nuestro medio, es un problema de salud pública, en sus diferentes formas.

¿Qué significó Guillermo para Alex? Simplemente todo. Fue una bendición para la familia Tarriba Haza, para el círculo de amistades y para la comunidad con el mismo problema. Gracias a Guillermo se movilizó a toda una comunidad que ignoraba que la parálisis cerebral podía evitarse siempre y cuando se tomaran las medidas correspondientes. aspredena2 vino gracias a Guillermo y con él, un trabajo que Alex supo desarrollar en todos los ámbitos en que afecta este problema. Sería ocioso de nuestra parte mostrar las estadísticas médicas acerca de esta problemática, lo cierto es que el problema subsiste y quizás se prolongue a comunidades donde el conocimiento todavía no llega. La falta de especialistas orilló al doctor Peraza a tomar una decisión, él nos comenta: Le dije: —Alex para hacerte el diagnóstico definitivo y para tratar a este niño, tienes que ir a México con gente más capacitada, que se dedique a este problema—. En aquel tiempo, había 2  Ver anexo sobre causas que provocan un defecto al nacimiento. 164


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un médico cirujano, neurocirujano maestro del Hospital Infantil jefe de servicio, muy prominente, el doctor Miguel Ramos Munguía, era la estrella de la neurocirugía infantil en México. La mandé con él, era un médico que “no le doraba la píldora” al familiar del paciente, era muy duro para dar el diagnóstico y el pronóstico también. Él confirmó el diagnóstico y la sospecha de Alex.

Cuando las cosas penden de un hilo, parafraseando algo de la filosofía china, el demonio es el miedo interior y ese miedo nos hace algunas veces ser cautos y supersticiosos, de esto último decimos la superstición es en el hombre como los ignorantes a su ignorancia. Y Alex trató siempre de reducir la ignorancia en todos los sentidos. Educación Cívica ¿Cómo aprendemos a querer y “respetar” a nuestra Bandera? ¿Qué es lo que nos hace ponernos de pie y en ocasiones hasta estremecer, al escuchar el Himno Nacional Mexicano? Desgraciadamente, no hay o no puedo recordar otra cosa que cívicamente se me haya inculcado y aún conserve. Sólo sé, que la ausencia de esta educación, es responsable en parte de la indisciplina y apatía del país, para realizar el pequeño “Derecho deber” de votar. Sin que importen las conductas ajenas, responsabilizándonos solamente de las obligaciones propias que como mexicanos tenemos. Siendo 165


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recompensados por el momento, con la satisfacción del deber cumplido y la de haber contribuido con nuestro ejemplo, a la lenta evolución que la juventud debe llevar en sus manos, para lograr una participación más digna y respetable que la que hasta hoy hemos tenido (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, viernes, 22 de junio de 1979).

Así los valores civicos son enseñados en la escuela y respaldados en el seno familiar. Es ahí donde se dice que la educación se adquiere en el hogar y son las conductas que harán de las personas seres más inteligentes. Ahora bien, qué tanto podemos ser inteligentes dejando solamente la parte racional y renunciando a la parte sensible del ser. Cualquier enfermedad por más diagnósticos y pronósticos que tengamos, no nos roban la esperanza de que las cosas cambien o de que la salud llegue cual milagro del ser Divino. La esperanza mantiene al hombre erguido, recto. Siempre buscando solucionar el mal o alejarlo de uno. Sin la fe de que podemos remontar cualquier cosa, nos convertiríamos en cosas animadas por un interés material y quienes se acogen a ese interés no trascienden de este mundo material. El doctor Peraza sigue animándonos diciendo: En ese momento no había mucho quehacer, ni en la ciudad de México, no había buenas escuelas para manejar a un niño con una forma seria de parálisis cerebral, ésta se puede manifestar de muchas formas; simplemente, puede estar un 166


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poco sordo y ya, es un discapacitado auditivo, o puede tener un problema de conducta en la escuela, ser un niño inquieto, que no aprende, un niño que no pone atención, un niño muy travieso, un niño muy destructivo, un niño muy agresivo, es como una forma leve de parálisis cerebral, ahora las formas graves son que el niño no oiga, no entienda, no hable, no camine, no se baste por sí mismo, y Guillermo tenía la forma grave, sin embargo, cuando Alex se dirigía a él, se entendían como si hablaran el mismo idioma, usted veía al niño y tenía una mirada y una sonrisa de inteligencia también. No sé si con algunos de sus hermanos o con Roberto, se entendiera también, pero con ella captaba lo que le decía, yo iba de visita ocasionalmente y me decía: —Mira, ve lo que Guillermo te quiere decir—. Yo le decía: —Tradúceme tú—. Y me traducía lo que el niño me quería decir, por supuesto yo no le entendía, siempre estuvimos esperanzados en eso, tanto la madre como yo, su pediatra general y el de sus hermanos, que esa mirada era de inteligencia. Los niños con parálisis cerebral no son tontos, sus órganos no obedecen las señales del cerebro pero son seres inteligentes, pensantes, que no puede expresar lo que está pensando, eso es lo que le pasaba a Guillermo, entonces Alex siempre tuvo la esperanza de que el niño progresara en eso. El niño no era una cosa, era un ser inteligente que no se podía expresar, no podía caminar, no podía comer por sí solo, no podía vestirse, no podía hablar, hacía algunos ruidos, 167


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no sé si llegó a pronunciar algunas palabras y ya no supe que tanto progresó en el vocabulario, pero él se entendía muy bien con Alex y Roberto, principalmente, con Alex.

Ser testigos de una parte de la vida de un ser como Guillermo, quien impactaba a quienes rodeaba, lo hacen acreedor a un vínculo fuerte que no puede destruirse, al contrario se edifica y reconstruye de lo existente, de lo hecho, sin restar absolutamente nada. Guillermo y Alex se vincularon de esa manera, ellos tenían su propio lenguaje corporal, mímico, verbal, etc., pero existían los códigos construidos por ellos mismos. Guillermo fue un ser celestial y como todo lo venido de arriba es hermoso, así fue él. Alex nunca dejó de indagar por el mundo de los adelantos médicos que tuvieran que ver con lo de Guillermo y aprovechaba cualquier salida para visitar esos centros hospitalarios. José Manuel nos dice al respecto: Primero se fueron a México, y vivieron en la colonia Narvarte, yo estuve en su casa en el año de 1963. Un matrimonio médico muy allegado a ellos, el doctor Oscar Lelevier y su esposa, mi esposa y yo organizamos un viaje a Europa. Yo no conocía y nos alborotamos, fue en el 63, hace 41 años, Alex era de las entusiastas por ir a Europa, el interés que la llevaba era que sabía de centros para el tratamiento de este tipo de niños, y uno estaba en Londres, otro en Ámsterdam, creo 168


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que visitó tres centros, pero del tercero no me acuerdo, estuvimos 40 días en Europa, moviéndonos en una combi que rentamos, la tomamos en Bruselas y anduvimos por los países bajos, pero ya habíamos estado en Londres porque ahí llegamos primero, y Alex había visitado el centro de Londres, se había dado cuenta de los lugares donde tenían información, literatura, y no sé si recogió alguna información en Ámsterdam o en España. Recorrimos la península Ibérica y toda Francia, fue un viaje muy exhaustivo, fuimos a Italia, no sé si ahí vio algo, ella trajo material y capitalizó ese viaje.

En este momento recordamos lo que nos dijo la doctora Martha Guel acerca del material que Alex trajo del extranjero. Siempre procurando la información necesaria para reducir lo que creo: la incertidumbre. Creemos que Alex fue una gran maestra preocupada por resolver las carencias que la gente tenía acerca de los problemas esenciales de los defectos al nacimiento. Gracias Maestro Pasó el día del maestro y se cerró el año escolar sin que haya hecho mención a ellos. Sería difícil recordar a tanto profesor que ha pasado por nuestra vida y la de nuestros hijos, lo que sí es imposible dejar de reconocer, es el esfuerzo que cada uno de ellos debe haber puesto en aquellos a quienes 169


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les confiamos y que en ocasiones tuvieron que tomar el lugar nuestro. No dejarán de existir personas que sus obras escapen a la justicia y se olviden, pero la semilla de la enseñanza siempre irá muy dentro de uno, aunque en ocasiones los frutos sean tantos y tan variados, que no sea fácil precisar quién los sembró. Aunque la enseñanza como la maternidad encuentran estímulos en la práctica misma de sus funciones, no debemos dejar de ver las emociones que les hemos negado en un: GRACIAS MAESTRO, LO RECUERDO CON CARIÑO (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, miércoles, 11 de julio de 1979).

Siempre dispuesta a reconocer los méritos a quienes verdaderamente lo tuvieran, atenta aunque como dice ella no se sabe, finalmente, a quién específicamente se le tenga que agradecer, pero lo que sí es imposible dejar de reconocer, es el esfuerzo que cada uno de ellos debe haber puesto en aquellos a quienes les confiamos y que en ocasiones tuvieron que tomar nuestro lugar. Hay sucesos en la vida que difícilmente se conocen y aquí se tiene la oportunidad de hacer una semblanza de Alex para abarcar variados aspectos de su persona y ver la riqueza del ser humano que fue. Sigue el doctor diciéndonos: Ya con toda la información, Alex trajo a una enfermera de México, pagada por ella, y organizó el grupo de gente, que tenían hijos con el 170


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mismo problema; fue el primer grupo organizado que hubo, y les daba terapias físicas porque aprendió a darlas. Fue formando un grupo de colaboradores para trabajar con ella. Pasaron los años y yo seguía viendo esporádicamente a Guillermo, ya era un niño grande, la verdad me sentía impotente como pediatra, ante la enfermedad de Guillermo, pero seguimos viéndonos, a veces profesionalmente, es natural que ella haya consultado a cuanta gente le podía ayudar. Guillermo creció, se hizo adolescente y que casualidad qué cuando murió en un accidente automovilístico en la carretera de aquí a Mazatlán, iba acompañado de un amigo que era sordomudo y que vivía aquí en mi casa, eran de la misma edad, hijo de una señora que trabajaba con nosotros. Fueron a Mazatlán en automóvil con el chofer, los tres se murieron.

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Capítulo 10

Aspredena

M

uchos podrán imaginar que organizar a todo un contingente de madres con hijos con problemas y a un grupo de doctores especialistas enfocados a la problemática descrita, fuera fácil; sin embargo, habrá que ver el esfuerzo que Alex dedicó a organizar a este conglomerado de personas para arribar a un proyecto de tal magnitud. aspredena es el proyecto que diera luz y sentido a todas esas parejas que deseaban contraer matrimonio y evitar que se convirtieran en familias que sufrieran este malestar. Podemos decir que fue una visionaria que animó a toda una comunidad a dedicarle tiempo y dinero, en beneficio de un futuro que se antojaba incierto pero con la llegada de más especialistas en el ramo, la luz por fin llegó. La muerte de Guillermo, de su amigo y del chofer fue el fin de una aventura que duró poco más de dieciséis años. Nadie imaginó que en esa aventura se encarrilara a cientos de personas, entre ellos a padres, 173


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amigos, familia y médicos para trabajar hombro con hombro buscando llevar el mensaje de la prevención de los defectos al nacimiento. Proyecto que Alex coronó con la agrupación llamada aspredena. Callado el doctor Peraza y haciendo un esfuerzo por continuar con la charla nos comenta: Que curioso, que un niño con secuelas de parálisis cerebral infantil y Samuel un niño sordomudo de nacimiento, hijo de una trabajadora doméstica, se entendieran muy bien. Creo que se valían de cierto lenguaje. Algo que da muestra de la entereza de Alex, fue que estábamos tranquilamente aquí en la casa mi esposa y yo, cuando llegaron Alex y Roberto, y ella nos dijo: —Venimos a dar una mala noticia, el hijo de la señora que trabaja con ustedes y Guillermo, murieron hoy en la mañana—. Inmediatamente, vinieron a dar la noticia, a consolar a la mamá del amigo, siempre nos ha llamado la atención, la señora era buena persona, una buena servidora, vivía aquí en la casa y tenía al muchacho, ella empezó a llorar como un animal herido, así fue como nos dimos cuenta que le habían dado primero la noticia. Alex venía serena a dar la mala noticia, para ese entonces, Guillermo había progresado bastante, él fue el que quiso invitar a su amigo a Mazatlán, tenía señales de que había madurado como persona, no sé que

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tantas cosas había aprendido con la enseñanza que Alex le dio.

Era de esperarse la manifestación de la trabajadora doméstica al recibir la noticia que le dieran la pareja Tarriba Haza, pues, quién al recibir una noticia de tal envergadura la acepta sin chistar en lo absoluto. El llanto de la mamá de Samuel era el dolor que sentía en sus entrañas y lo manifestaba como un último recurso de una despedida no anunciada. En tanto que Alex por su cultura y su entereza consuela a la madre de Samuel que necesitaba en esos momentos de ayuda, en tanto ella era consolada en espíritu y calladamente. Para quienes no conocieron a Alex es menester decirles que la madurez de la que ella hacía gala no era otra cosa que la fe que tenía en Dios sabiendo que Él iba a tomar cartas en el asunto cuando creyera pertinente y eso lo sabía. De ahí que muchos se refieren a ella, como un ser iluminado. Un poco atribulado por la plática el doctor Peraza sigue: Entonces empezaron a llegar a Culiacán, neonatólogos como la doctora Martha Guel, que fue la pionera en esa rama importante de la pediatría que abarca las enfermedades del feto que está en el vientre materno, de todas las que puede sufrir. Hasta los 28 días de edad, es un capítulo especial en la vida del niño que tiene peculiaridades propias, un organismo en desarrollo que está sujeto a muchos imprevistos, falta de oxígeno, exceso de bilirrubina o de otras cosas, 175


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en ese instante llegó gente más capacitada, yo me fui retirando de los problemas serios de la neonatología y le canalicé a la doctora Martha Guel muchos problemas privados.

Hay que reconocer el esfuerzo de muchos especialistas y madres de familias que en aquella época intervinieron para impulsar el programa de aspredena. Reconocimiento que debe enaltecer a la ciudadanía culiacanense, pues, los esfuerzos realizados muestran la enorme voluntad de personas dedicadas a un altruismo contagioso, como lo fue el caso de Alex y de todas las personas que junto con ella formaron un mismo equipo de trabajo. La plática con el doctor José Manuel Peraza resulta muy ilustrativa debido al esclarecimiento médico de la problemática en cuanto a la parálisis cerebral, hace silencio para continuar: Yo describiría a Alex como una bella mujer, era bonita, agradable, de muy buen carácter, simpática, al grado de que íbamos en la combi que rentamos todos amontonados con maletas y todo, si estaba aburrida, se ponía a dar el show para levantarnos el ánimo, para alegrarnos. Daba el show con Roberto, ella inventaba qué hacer, generosa, muy buena madre y luego tuvo la visión para ver que esos problemas estaban siendo mal manejados, no había quien lo hiciera, así que lo empezó a manejar personalmente. Motivada por los problemas que ella tuvo, primero con el segundo hijo que murió, y que no conocí, pero sé, 176


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porque ella me contó que había muerto de hipotiroidismo, calificado el diagnóstico por Gilberto Amézquita, un médico preparado, y luego, con los dos últimos hijos, entonces eso la motivó. Los demás hijos son normales, quizás algunas personas podrán decir que descuidó a los demás por enfocar su fuerza en Guillermo, y también la pueden criticar porque arrastró a Roberto a México, luego a Los Ángeles y creo que también a Miami, no sé en cuántas partes de los Estados Unidos vivieron. Donde había centros de terapia para niños con problemas de parálisis cerebral allí anduvo. En Estados Unidos vivieron una temporada grande, y tenían el negocio aquí. Era inquieta para cambiarse de casa, vivieron aquí a dos cuadras para un lado, después construyó la casa a dos cuadras pero para este otro lado, ella no se detenía en eso, finalmente aspredena se fundó y estuvo haciendo labor mucho tiempo.

Llama fuertemente la atención el carácter juguetón, al decirnos el doctor Peraza de la simpatía de ella, no podemos imaginar otra cosa sino que Alex hacía uso de esa parte infantil. Ese claroscuro de su personalidad era su carta de presentación y creemos que gracias a esa versatilidad podía congeniar con los diversos caracteres de las personas con quien ella tenía que estar trabajando.

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Higiene Por más que me propongo no enfocar mis “Reflexiones” a la crítica, no es posible, por el gran daño que causan, cosas que pueden resultar tan fáciles, para los que están en posición de resolverlas. Sabemos de la cantidad de enfermedades que atacan sin respeto al niño y al adulto, los trastornos de todo tipo, que éstas originan y las limitaciones que hay para remediarlas. Resulta criminal, que reconociendo a la falta de higiene como una de las causas; y sabiendo que tenemos quién debe saber qué hacer para velar por ella, estamos llenos de “bichos”, desde los que no vemos en las aguas purificadas, hasta los que van libremente, contaminando de uno a otro los alimentos que van tocando. Comprendemos, que el clima no ayuda en nada y que también éste afecta a los inspectores encargados, pero, ¿no valdrá la pena hacer un esfuerzo y tener más control? por el bien de tanta gente que en vez de comer para vivir, lo hace para enfermarse. Ahora que las campañas políticas van a darnos un respiro, bien se podría aprovechar e intentar una campaña: PRO LIMPIEZA E HIGIENE (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, viernes, 20 de julio de 1979).

No hemos encontrado un tema que no haya sido tratado en su columna, así encontramos sobre la educación, higiene, política, valores, servicios públicos, servidores públicos, planeación, alcoholismo, tabaquis178


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mo, narcotráfico, agricultura, y muchos más, fueron al menos, tocados por ella. Esos temas son, sin duda, los que más comúnmente se mencionan en los diarios locales del estado. ¡Qué lástima! Florida retiró sus acusaciones en contra del agricultor sinaloense; no sabremos nunca si había razón o no para tales. Un gane en el pleito hubiera sido más satisfactorio y borraría una pequeña impresión de duda que empaña el prestigio de nuestros agricultores. No sé por qué, pero me viene a la mente, la ocasión en que se encontraban todos los agricultores sinaloenses reunidos en la Asociación de Agricultores del Río Culiacán, para “apoyar” a sus hermanos y vecinos sonorenses; y en espera de correr la misma suerte de ser invadidos. Pero nada, aquella vez, también los salvó la CAMPANA (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, lunes, 23 de julio de 1979).

La posición en la que estaba para acercarse a la reflexión era privilegiada, pues, contaba con el apoyo de Roberto, sus amigos y la sociedad en general. Quien no fuera capaz de vivir congruentemente, como lo hacía Alex, no hubiera podido hacer lo que ella hacía. Encontrar a una persona con esas características no era fácil. Cuando el director de la editorial, Silvino Silva le pidiera a Luisa Urrecha que buscara a alguien que se encargara 179


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de esa columna, Luisa tuvo a su mano a la persona adecuada, idónea, perfecta. Para concluir, el doctor Peraza nos habla acerca del carácter de Alex diciéndonos: Alex, era capaz de protagonizar una escena de romance con Roberto nomás para levantarnos a todos el ánimo, yo nunca la miré enojada, siempre de buen carácter, siempre emprendedora, siempre entusiasta para seguir adelante y ver todo lo que había que ver.

Personas como ella endulzan la vida de cualquiera, creemos que quienes tuvieron la fortuna de estar a su lado pueden decirnos más de ella. Quienes lucharon junto a ella nos pudieran contar más acerca de los éxitos o fracasos que tuvieron en el proyecto de vida de aspredena. Quienes compartieron su pensamiento, sus alegrías, sus llantos, aprendieron a consolar a los demás como ella lo hizo con todos los que la rodearon. Alex tuvo una misión y creemos que parte de ella fue, precisamente, hacer del hombre un ser más humano como lo ha hecho manifiesto en variados documentos. “El Agricultor” Tuve en mis manos, la primera revista mensual “EL AGRICULTOR” gente y vida de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán, septiembre de 1969. En ella puede leer el discurso completo, que pronunciara con alarde de valor civil; preparación, facilidad 180


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de palabra, agilidad para improvisar y dominio del idioma: un sinaloense en el Congreso de los Estados Unidos; ante un problema similar, por el que acaban de pasar nuestros agricultores. Los problemas se han seguido suscitando, pero claro hay muchas situaciones sociales, económicas y políticas, que han cambiado de 1922 a 1979. Quisiera poder hacer mención, de muchas de las intenciones y pensamientos del presidente de la Asociación de esa época (1969 ), que en otros artículos de la misma revista se dejan traslucir como fines: Que TODOS los agricultores estuvieran enterados de lo que dentro del organismo sucede. Dar a conocer los adelantos y problema agrícolas. “Humanizar al hombre, para que éste se supere como persona”. Y sobre todo, el que con su participación en la revista o por medio de ella, se fueran conociendo más y mejor los agricultores entre sí, seguramente, para que el momento que tuvieran que elegir representantes, sepan con más certeza quién es quién. También de 1933 a 1979, se puede ver claramente, los diferentes fines que han tomado las personas escogidas para dirigir y defender los intereses de los Agricultores. La revista dejó de existir, no sabría cuándo y con ella muchos buenos propósitos (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, miércoles, 25 de julio de 1979).

Al referirse al problema de los agricultores, hizo manifiesto el enorme trabajo que debe mantenerse siempre 181


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en esa asociación, estar unidos para resolver parte de su problemática no disminuye en nada el orgullo que debe tenerse para defender lo que se cree que es justo. Sus escritos en la columna de “Reflexiones” abarcan siete años, de 1979, año que inicia hasta junio de 1985. En este tiempo dispuso a la comunidad un pensamiento digno de ser considerado como parte de una filosofía que bien pudiera guiarnos en muchos aspectos de nuestra propia vida. Navidad Por el nacimiento de Jesucristo, que es lo que representa la Navidad, deben de ser unos días de paz y alegría espiritual. En los hogares se siente encendido un fuego, en el que se queman los resentimientos y de donde se puede encender de nuevo la llama del amor, que por tantos motivos hemos dejado que se apague. Pero este fuego ya no alcanza a esos a quienes quiero dedicarme anual de reflexión. Vamos no siendo cobardes y brindemos un momento, a todo esos que todos traemos en el pensamiento y hagámosle un lugar como si fueran aún nuestros. Que importa si alguna lágrima turbe la paz del momento,

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si en otras fechas como éstas tantas alegrías nos dieron. (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, miércoles, 24 de diciembre de 1980).

No es posible escribir todos los temas que fueron reflexionados por Alex pero en los que aquí mostramos, en todos ellos, puede observarse la versatilidad de su pensamiento, que orienta, al menos, a tratar diversos puntos de vista. La siguiente reflexión fue escrita unos días después de que Guillermo muriera en ese accidente automovilístico. Se observa su estado atribulado haciendo un esfuerzo por seguir adelante. Carta de la penitenciaría Cuando el entusiasmo y el valor por seguir escribiendo estas reflexiones estaba decayendo, recibí un fuerte estímulo de parte de aquéllos, que como tanto llevamos una culpa, pero por la que ellos no están gozando de libertad y justicia. Debo agradecerles esta sacudida de conciencia, que llegara en uno de esos momentos en que nos dejamos envolver por las comodidades de que cada uno puede disfrutar. Siento gran emoción por la distinción que me han hecho, aunque triste, de haberme elegido para ser portavoz de las arbitrariedades que en la penitenciaría se sufren. Esta carta llega en el momento oportuno, ya que las autoridades han pedido a los medios de comunica183


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ción, les hagan llegar las demandas de aquéllos, a los que no les es posible exponerlas, por estar tan lejos de las personas indicadas, como cerca de la razón. Al transcribir aquí sus propias palabras, voy a omitir únicamente las 10 firmas (también se omiten las quejas). Gracias por dar a la luz el presente escrito y así ayudar a los sufridos reos de este centro penitenciario y que la Comisión de Derechos humanos de Culiacán, tomen cartas en este asunto y también Ud. que en este Instituto la admiramos y respetamos. Gracias, los internos del IRSS Culiacán, Sin. Lunes 4 de Enero/81.

Este escrito nos muestra la capacidad de Alex para relacionarse con todos los que la rodeaban. Podrán imaginarse el contenido de esta carta. Sin embargo, quisimos dejar la fecha para quienes quisieran consultarla. Debido a esta misiva, cumple la promesa de hacerla extensiva a los medios para que tomen cartas en el asunto. I. R. S. S. En mi reflexión del miércoles 28 de enero “Carta de la penitenciaría”, en donde transcribo una carta recibida del IRSS, se invita a los medios masivos de comunicación a que investiguen los atropellos que a la dignidad humana se cometen en esa institución. Los medios de comunicación no sé, si sean los indicados en estos casos, aunque sabemos lo que pueden 184


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lograr cuando se abocan con valentía, profesionalismo, honestidad y justicia, ayudar a esclarecer o despertar conciencia alrededor de una causa determinada; pero creemos, confiados en las palabras que nuestros nuevos gobernantes nos dijeran en su toma de posesión, que ellos son los más indicados para recibir los clamores de justicia que los reos de la penitenciaria del Estado están haciendo. Tenemos confianza, repito, en que las autoridades correspondientes oirán las peticiones de investigar el trato que se da en ese recinto y que tratarán de resolverlo. Desconozco si hay Comisión de Derechos Humanos en Culiacán, pero si la hubiera, quiero decirles, que en la misma carta a que me refiero, hay un llamado para ellos, pidiéndoles que tomen también cartas en este asunto. Quisiera poder hacerles llegar a los que pusieron su confianza en mí, un poquito de la fe que tengo para las personas que van a tener la satisfacción de humanizar estos centros, esperando que recuerden que el tiempo no transcurre igual para los que disfrutamos de libertad, que para los que se encuentran privados de ella (Alex Haza, “Reflexiones”, periódico Noroeste, miércoles, 4 de febrero de 1981).

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Capítulo 11

La gran inspiración

U

n testimonio que no pudimos dejar de lado, fue el de Guadalupe Amézquita Tarriba, sobrina directa de Roberto Tarriba Rojo. Lupita, como es conocida por todos los que la rodean, fue para Alex un eslabón importante en el comienzo de su aventura en la educación especial. Cuando estuvimos con Lupita en su escuela particular donde trabaja los problemas auditivos en niños con esa deficiencia, no pudimos ocultar la alegría de poder participar en este proyecto que tiene en sus manos. La grata sorpresa de mi parte comienza cuando ella se dispone a narramos los encuentros que tuvo con Alex, comenzó diciéndonos: Alex tuvo que ver en mi vida desde mi carrera, mi noviazgo, mi matrimonio, mis hijos. Yo tengo dos hijos con problemas también. Empecé mi carrera de trabajo social aquí en Culiacán, pero me llamó mucho la atención el 187


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área de la educación especial porque veía como le daban clases a Guillermo, ella tenía una maestra en su casa y recuerdo que no me permitían entrar porque podía interrumpir, entonces me dejaban ver por una ventana y me asomaba. Cuando quise estudiar educación especial no había aquí la carrera, por lo que tenía que ir a México, y no me podían mandar por la situación económica que había en mi casa, busqué varias becas y no se pudo, me metí a estudiar trabajo social. Mi mamá pensaba que la carrera de educación especial no era la carrera que yo quería, que era por mi primo Guillermo y que por eso quería estudiar, terminé trabajo social y le dije ya terminé, ahora sí me voy. Para esto mi tía ya estaba en México, y Guillermo tenía como cuatro años más o menos. Mi tía Alex sabía que quería estudiar la carrera de educación especial, le dijo a mi mamá: —Dora, es muy fácil porque se viene aquí conmigo, yo conozco una escuela muy buena, es donde está Guillermo—. A parte le daban terapia física en su casa y como él tenía pérdida auditiva era eso básicamente lo que yo quería estudiar, rehabilitación de lenguaje, no quería terapia física.

Lupita emocionada nos hacía referencia de su intensión por estudiar la carrera de educación especial. No sabemos qué tanto las personas puedan sentir qué carrera estudiar, los padres siempre tratan de escogerle a sus hijos los perfiles que mejor convengan para ellos. 188


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Existen y han existido siempre los padres que tratan de orientar a sus hijos a estudiar tal o cual carrera, debido a las posibilidades de éxito económico que puedan tener en el futuro. Cierto es que muchos padres han orillado a sus hijos a estudiar carreras que no están en el ánimo de ellos, lo cual contribuye de alguna manera al fracaso al momento de querer desempeñarse profesionalmente en una disciplina que no fue de su agrado. Tratando de encontrar los recuerdos que mayormente influyeron en su vida, Lupita abre su baúl tomando aquellos que considera oportunos para reencontrarse con un pasado que no ha dejado en el olvido, continúa diciéndonos: Entonces me fui a México, pero fue mi tía precisamente la que inició todo, ella me consiguió una beca; desgraciadamente, no tengo los nombres, recuerdo algunos de los que me dieron beca el primer año, creo que fue Novedades, Marcos Bátiz, la Cervecería Cuauhtémoc, Manuel “Maquío” Clouthier, una agencia de los Tamayo, no se cuál es la agencia de ellos, y otras dos personas que no recuerdo. El primer año ya estaba todo arreglado, —vente, me dijo, —no te preocupes, ya te conseguí una beca, pero nunca me dijeron realmente quiénes eran, yo creo que estas personas no querían que me enterara. Desgraciadamente fallece mi papá en noviembre, yo me fui en agosto de 1973, la carrera duraba dos años y yo acababa de empezar, entonces me dijeron ahora vente porque tenía tres hermanos que no tenían carrera y mi mamá quería que trabajara 189


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para poder aportar algo a la casa, ahí fue donde me tambalee un poquito, pero mi tía Alex insistió: —Que se venga no te va a costar—. Mi tío Roberto también. Así que regresé, corrió ese año y en mayo del 74 me volvieron a hablar para decirme que tenía que pagar el otro año, porque no estaba cubierto. Recuerdo que me fui dando de gritos con mi tía Alex y me dijo: —Lupita no te vas a ir. Donde estudiaba era uno de los institutos más importantes en la rehabilitación del sordo, problemas de lenguaje, labio paladar hendido, pacientes con afasia (pérdida de la palabra) ahí estudió también Irasema. Mi tía fue a hablar con la directora, yo no sé que hizo, pero me dijo que me habían becado porque tenía muy buen aprovechamiento y veía ella que sí me gustaba la carrera, porque de 24 que éramos quedábamos 11 alumnos.

Qué tenía Alex que podía mantener a las personas motivadas y atentas a lograr sus metas. Lupita sabía que tenía que cobijarse de su manto protector, pues, sabía que con ella estaba segura de cualquier cosa que pudiera ocurrirle. Creemos que las personas que estuvieron cerca de Alex sentían esa seguridad que inspiraba a los demás, que sabían que a su lado, sus problemas, al menos, eran menos fuertes. También creemos que poseía esa parte sensible, que le permitía adivinar las habilidades de las personas, y que podía ejercer en el momento adecuado. Así Lupita, que arribara a un en190


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cuentro con su propio destino, entusiasmada se animó a continuar con la conversación agregando lo siguiente: Me puse de novia allá, yo sentía a Alex como una amiga que me tenía mucha confianza, a la que no tenía que tocarle la puerta de la recámara para decirle que había llegado, ella confiaba en mí porque me conocía, yo salía sin chaperón, antes era muy difícil y me decía: —Lupita no me toques la puerta ya sé que llegaste—. Si me iba a desayunar le hablaba, si me iba a comer le hablaba, si después era a cenar o ir al cine igual, era, como si estuviera en mi casa, tuvimos una relación de mucha amistad, más que sentirla mi tía era una amiga muy querida, y así tuvo que ver en mi noviazgo también porque tenía pretendientes y ella prefería al que fue mi esposo.

Alex se había ganado el respeto de Lupita pero más aún, su amistad. Considero que la relación entre ambas mujeres implicaba honestidad y confianza, valores imprescindibles a los que se tenían que acoger para que la amistad fuera duradera y sincera. Lupita nunca se imaginó que la vida pudiera jugarle algo parecido a lo de su tía Alex, pensamos que el destino está marcado para cada uno de nosotros y hay veces que conviene pensarlo de esa manera, creemos que es por salud mental, pues, bien se llegó el momento en que Lupita contrajera nupcias y llegara lo que tenía que llegar, continúa diciéndonos: 191


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Cuando tuve a mis hijos, tuve un problema. Ella me ayudó, me decía: —No te enojes nunca, pide lo que necesites, si te enojas toda la vida, va a haber alguien que no te entienda, porque cuando tenemos un hijo con problemas, no toda la gente te entiende, te voy a entender yo, te va a entender el que tiene el hijo, no te enojes, porque el que se enoja pierde—. Todo eso me ayudó.

Ciertamente, que la paciencia en el cuidado de los hijos no es una virtud que llega de la nada, habrá que luchar muchas batallas y muchas de ellas se perderán pero otras no. Lupita entró en el mundo en el que Alex ya era una experta y fácilmente, podía ayudarla a responder, en parte, a ciertas dificultades que Lupita empezaba a tener. Cuando una mujer es práctica y realista se dice que es de carácter duro, fuerte. Claro que Alex tenía ciertas dificultades que se le presentaban en la vida, algunas podían resolverse pero otras no, cuando era esto último y ella encaraba esa realidad, sobraban las personas que livianamente la podían tildar de insensible, fuerte, inhumana, despiadada, etc., simplemente, porque no le doraba la píldora a nadie y decía las cosas que a la gente no le agradaba escuchar. Lupita llama nuevamente, a esos recuerdos, respira profundo y continúa diciéndonos: Recuerdo mucho la fortaleza que tenía cuando Guillermo murió, ella me dijo: —Lupita, muchas mamás que tienen hijos con problemas quisie192


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ran estar en mi lugar—. Recuerdo que el chofer estaba tendido y la viuda con un niño chiquito. Alex entraba y salía, vestía en mezclilla y una camiseta blanca con tenis, vestía muy sport, yo creí que la iba a encontrar dando de gritos, pero no, ella me dijo: —Mi cuadro no me asusta, me duele, aquella que está allá sentada con el niño ¿Qué va a hacer? Si quedó viuda—. Yo me dije, Dios mío de mi vida, anduvo arreglando durante todo el velorio, los papeles para que los enterraran juntos, porque los enterraron juntos a los dos. Guillermo, tenía 16 años, ya le gustaban las muchachas, se daba cuenta, entonces empezaba a sufrir mucho, y Alex me dijo: —Dios me quiso mucho. Hicimos una visita a la casa de ella, creo que fue como a la semana, y mi tía se puso a platicarles a los niños, porque los compañeros de Guillermo tenían pérdida auditiva y él era el único que tenía parálisis cerebral. También les dijo que habían tenido el accidente porque se habían ido el sábado a las diez de la mañana y estaba lloviendo, que fue una irresponsabilidad del chofer porque manejaba muy recio, que en una curva chocaron con un trailer y se mataron; les dijo que eso estuvo mal y que ellos debían ser siempre responsables, que vieran lo que le pasó a Guillermo; les dijo finalmente, estábamos Irene, yo y todo mundo, no lloramos más bien estábamos espantados, al ver la fortaleza que tenía, sí se le acababa de morir Guillermo. Ella no se rendía. 193


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Ninguna madre desea la muerte de un hijo, eso lo sabemos. ¿Qué había en la mente de Alex en esos momentos? ¿Había resuelto su problema? No, simplemente fue una mujer de oración y resuelta a aceptar la voluntad del Creador. Era sencilla, fácil de dejarse guiar por Dios. Muchos detalles pueden narrarse de Alex, todos ellos nos dejarán un buen sabor de boca, pues, cada uno de ellos tiene su enseñanza, mira me dijo, y empezó a narrar de nuevo: Me metió a tomar un curso en apac de seis meses, yo estudiaba de ocho de la mañana a ocho de la noche, comía en la escuela, nos daban una hora. Me metió a un curso sabatino que eran los días que yo tenía para estudiar en apac, iba de ocho a dos de la tarde seis meses porque tenía que aprender; después le puso una maestra de articulación a Guillermo, para sacar los sonidos correctamente, vamos, me dijo, para que veas como lo hace. Aprendí técnicas que no hacía en los demás, porque era una parálisis cerebral muy severa, tenía que utilizar esta guía (nos muestra un aparato metálico) pero a mi nunca me los enseñaron en la escuela, entonces ahí me tenía, y me decía, fíjate bien, apunta; me daba un cuaderno y ahí estaba apunte y apunte; tuvo mucho que ver aquello que estuve apuntando cosas porque son demasiadas. Si me pasaba algo en mi matrimonio o lo que sea, yo iba y hablaba con ella, no seas tonta, me decía haz esto y lo otro. En México me pasaron anécdotas muy 194


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bonitas porque empecé a salir con mi novio, me decía ¿A dónde vas? Me va a llevar a cenar a La Mansión, ¿Sabes tomar? No. Pues, aprende a tomar al menos una copita, porque no vas a ir a un lugar a decir que no sabes tomar. Una vez me acuerdo que salí con mi novio y me dijo, no llevas bolsa. ¡Ay! le digo, Juan va conmigo. M’ija llévese su bolsa, no la vayan a dejar por ahí, llegué sola y a pie a mi casa. Llegué y mi tío Roberto me dijo, quiubo qué pasó. Nada le dije, hubo algunos problemas.

La vida es un proceso en el que se aprende a estar en un mundo de intercambios a veces buenos, a veces no tan buenos, pero tenemos que estar conscientes de las dificultades que trae consigo el vivir; creemos que no hemos hecho consciencia de lo que es la vida y hemos hecho un problema más el asunto de la muerte, ambas circunstancias eran desconocidas en un principio pero al estar en el mundo hemos ido aprendiendo a mal vivir puesto que con tantos años de vida no hemos logrado dimensionar la muerte como un proceso natural. Es irremediable el hecho de que tenemos que partir de aquí. Lupita nos define el panorama de una persona que tenía claro el asunto de la muerte. Alex sabía que tenía que cumplir con el plazo que Dios nos dá, en tal virtud hacía un esfuerzo para que quienes la rodeaban, entendieran que esa condición estaba por concluir. Lupita trata un punto muy íntimo y creemos que Alex no 195


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tendrá reparo de ninguna clase para mostrar, en parte, lo que ella fue. Continúa diciéndonos: Siempre estaba alegre, nunca la vi triste ni nada, otra de las cosas que entendí, fue la dinámica que hoy existe en la familia de mi tío, ella los hizo muy independientes, para que cada quien hiciera su vida, que no se hicieran cargo de Guillermo porque ella decía que había sido responsabilidad de ella. En uno de los escritos, no recuerdo exactamente, pero se refiere a la irresponsabilidad que ella tuvo por haberse embarazado si sabía que iba a tener problemas, ella me decía: —Lavaba en el lavadero y lloraba y lloraba porque sabía que iba a tener problemas—. No los involucró en la dinámica familiar, es que es mío, es que yo fui la irresponsable, se repetía. Al parecer ella se sentía culpable; aunque con certeza no lo sé, nunca me lo dijo pero ellos no se hacían cargo, si Guillermo quería ir al baño, si quería comer, mi tía siempre tenía quien le ayudara, y en una ocasión que se fue de viaje, me dijo: —Lupita júntalos y háblales, diles que me ayuden—. Unos eran más acomedidos que otros y me dio mucho trabajo porque tenía que ir en la tarde a la escuela y cualquier pretexto era bueno para no estar ahí. A Oscar lo metí, estaba jugando béisbol, a Emma que estaba viendo una novela la bajé de arriba, y todos indiferentes, les dije: —Tienen que ayudarme con él, y también ayudarle a su mamá. Es su hermano—. Pero ya era muy tarde. Se hicieron muy independientes. 196


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Para mi Alex fue una gente muy especial, no podría encajonarla en algo, era muy valiente y al mismo tiempo muy dura. Cuando mi papá murió de embolia fulminante, se enfermó a las nueve de la mañana y se murió a las cuatro de la tarde sin tener nada, a ella le tocó llevarme al aeropuerto, yo iba diciendo ¡Ay! tía que esté bien, y que esté bien, que no le pase nada, entonces me dijo: —Lo más probable es que tu papá quede en silla de ruedas—. Yo tenía pacientes allá en el instituto que no hablaban, que habían tenido afasia, problemas, trombosis, lo que les ocasionaba se quedaran sin lenguaje, parapléjicos o sea, mal, por lo que me dijo: —Es lo más probable, porque la embolia que le dio a tu padre es grave, lo mejor es que se muera, o ¿lo quieres ver en una silla de ruedas?—. Yo le dije: —Tía, pero es mi papá—. Me miró con ternura y me dijo: —Si míjita, pero piensa en él no pienses en tí, si ya Dios quiso que esto le pasara no seas egoísta, si va a quedar muy mal es mejor que Dios se lo lleve—. Ya había muerto, cuando me estaba diciendo eso, murió rápido, a las cuatro de la tarde, ya eran las siete de la noche cuando ella me llevó al aeropuerto, pero yo no sabía, ni tampoco mi tía. Eso que me dijo nadie se anima a decírtelo, era muy real, creo que me hice también así. Me acuerdo cuando estaba ya en cama con su cáncer, ya no salía. Mi tío Roberto y creo que lván y Oscar, el Roberto, no me acuerdo, pero le hablaron y le dijeron: —Mamá vamos a salir ahorita en la avioneta, cuídate—. Ella les dijo: 197


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—Ya estoy muy bien cuidada, Dios me cuida, más no puede hacer, cuídense ustedes.

No deseo caer en redundancias innecesarias, la verdad hay tanto que decir de Alex, que nos quedamos cortos con el reducido material que introdujimos aquí. La semblanza que hemos hecho de ella, esperamos, sirva para presentarles a ustedes apenas una muestra de su vida y cómo lo hizo. Decirles que existen personas con estas virtudes y que quizás estamos rodeados de ellas, y que sólo esperan un momento oportuno para poner en marcha toda su capacidad. Las personas que se manifestaron en este libro lo hicieron con agrado y mucho placer; sabían perfectamente que se podían tocar algunos temas en que se vieran involucrados sentimentalmente y que parte de su privacidad saliera al dominio público, pero ellos me hicieron sentir que si nunca temió hacer lo que se tenía que hacer para el bien de la sociedad, ellos tampoco temerían de las consecuencias de este material. En verdad no existe riesgo alguno más que dar a conocer los sentimientos que todos los seres humanos tenemos y que en muchas ocasiones nos sentimos avergonzados por expresarlos, pero aquí eso no vale, porque sus lágrimas derramadas en vida, sirvieron para purificar a muchas almas que sufrían por el alejamiento de muchos de sus seres amados. En esta rendición de cuentas, el saldo es a favor. Creemos que no podremos pagarle lo que hizo por nosotros, su pensamiento ha quedado para quien 198


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desea imitar su rectitud, lucha social, humildad, y muchos otros valores que ella ha dejado como una herencia humana para hacernos mejores personas. Para Roberto Tarriba Rojo y para sus hijos debió haber sido difícil estar con una persona que se entregara a los demás sin condición, pero a la vez placentero al saber que tuvieron muy cerca a un ser iluminado que vela y velará siempre por sus familias, amigos, vecinos, por Sinaloa. Desde mi punto de vista, debo decirles que en cada línea, frase, enunciado, reflexión o testimonio, que tuve a bien escribir, fueron, en el tiempo que duró su conformación, un motivo extra que me hiciera levantarme de buen humor, para reunirme con mis amigos del café con agrado y dispuesto a escucharles con más ánimo, de enfrentarme a la vida y a sus problemas con una condición distinta, más receptivo y sensible al acontecer cotidiano, en dos palabras, más feliz. No puedo terminar este libro sin mencionar a Guillermo, el núcleo de todo lo que Alex fue, el acicate que influyera en ella, el profundo amor por los demás, saberse dispuesta para permitirse una entrega completa sin reservas. Guillermo es pues, el protagonista silencioso de todo lo que este material tiene, es fuente de amor, concentrando la fuerza, para luego dispersarse en el infinito mundo de quienes estuvieron como él, ese mundo que Dios no nos permite conocer, pues, solamente a los corazones puros les da esa oportunidad, y Alex se adentró en ese mundo y el de muchos otros como él. 199


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Como se plasma en una de las tantas líneas: sigo deseando en mis sueños un encuentro con Alex para traerles a ustedes, nuevamente, un mensaje de amor, de esperanza, de consuelo. Y no deseo otra cosa que una verdadera comunión con un ser que me llena de cosas buenas para entregarlas, como entrega inmediata, a todos los que deseosos están de saber que hay un Dios amoroso que espera por nosotros.

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Anexos

Aspredena ¿Te has imaginado

cómo será

tu bebé?

U

no de cada cuatro niños que nacen en México, presenta algún defecto al nacimiento que le impide crecer y desarrollarse normalmente, tal como prematurez, bajo peso, parálisis cerebral, espina bífida, retraso mental síndrome de down, labio leporino y/o paladar hendido y sordomudez; representan un riesgo familiar y social y su tratamiento es costoso, difícil y no siempre exitoso. Aproximadamente uno de cada nueve recién nacidos sufren hipoxia o asfixia al nacer: uno de cada 12 nace con bajo peso y uno de cada cuatro es prematuro, son generalmente, niños que crecen siendo débiles y más propensos a adquirir enfermeddes e infecciones; además, de ser una de las principales causas de muerte en recién nacidos y niños en el mundo. 201


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ANTES DEL EMBARAZO Se recomienda a las parejas que tengan en cuenta qué atenciones y cuidados podrán ofrecer a sus hijos en lo económico, en lo afectivo, en atención médico y en educación. Es importante que acudas con tu pareja al médico para que se realicen una evaluación que determine el programa que deben seguir para lograr el estado físico ideal antes de concebir. Tú y tu pareja deben investigar si en sus familias se han presentado malformaciones, defectos al nacimiento o enfermedades y acudir al médico genetista para determinar si éstos son hereditarios. Debes saber si tu tipo de sangre es compatible con la de tu pareja, ya que si eres RH negativo y él RH positivo y tu bebé hereda el RH positivo, puede haber problemas para tu bebé o en embarazos posteriores. No debes embarazarte antes de los 20 o después de los 35 años, pues aumentan los riesgos tanto para ti como para tu bebé; además, los hijos de padres adolescentes suelen ser descuidados. El ser pariente de tu pareja y querer tener familia no es conveniente, ya que pueden tener hijos con defectos al crecer las probabilidades de que hereden sus mismos genes alterados.

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A L E X

Debes considerar un periodo de no menos de dos años, ni más de seis entre cada embarazo, para que el cuerpo se recupere uno de cada 12 nace con bajo peso y uno de cada 4 es prematuro, son generalmente niños que crecen siendo débiles y más propensos a adquirir enfermedades e infecciones, además de ser una de las principales causas de muerte en recién nacidos y niños en el mundo. ASPREDENA, la Asociación para la Prevención de Defectos al Nacimiento tiene como objetivo dar a conocer a las parejas las recomendaciones que deben seguir para lograr tener bebés sanos y con esto ayudar o reducir la incidencia de estos problemas en nuestra población.

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DURANTE EL EMBARAZO Tu médico debe determinar si la ocupación que desempeñas es peligrosa para tu embarazo, ya sea por el esfuerzo físico, los niveles de estrés o el riesgo de contagios e infecciones. Procura mantenerte tranquila, ya que la angustia y el estrés pueden afectar a tu bebé; se te recomienda realizar ejercicios suaves, de relajamiento y acudir a los cursos psicoprofilácticos. • Debes realizarte chequeos una vez al mes y si presentas amenaza de aborto, dolor de cabeza o zumbido de oídos, debes acudir a tu médico para ver si requieres de cuidados especiales. • Es importante que informes a tu médico si has tenido abortos, eclampsia y/o preclampsia, cirugías ginecológicas, partos difíciles, cesáreas, placenta previa, niños nacidos muertos o con alguna malformación. • Te debes realizar un ultrasonido cada mes o mínimo dos veces durante el embarazo, al cuarto y séptimo mes, con el fin de vigilar el desarrollo y asegurar el bienestar del bebé. • Algunos defectos al nacimiento se pueden detectar a través de estudios especiales como la amniocentesis, la cual se recomienda en algunos casos y durante el segundo trimestre del embarazo. 204


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• Debes llevar una alimentación balanceada, a base de vitaminas, proteínas y minerales que se encuentran en alimentos como la leche, carne, huevos, soya, frutas, verduras y cereales. • Debes checar tu presión arterial, acudir al médico, prevenir las convulsiones, reposar, tomar sólo los medicamentos indicados, llevar una alimentación balanceada y disminuir el consumo de sal. • Evita el consumo de alimentos enlatados, embutidos, patés, refrescos, dulces, chocolates, té negro y café. Debes tomar mucha agua así como también complejos vitamínicos a base de hierro y ácido fólico. • Debes evitar el cigarro y el alcohol, llevar un control médico estricto y seguimiento por ultrasonido y en caso de adicción se te recomienda asistir a centros de rehabilitación como “Alcohólicos Anónimos. • Evita el contacto con sustancias tóxicas como insecticidas, plaguicidas, tíner, aguarrás o el uso de productos no biodegradables como algunos jabones, evita ingerir refrescos dietéticos y alimentos con conservadores. • Debes evitar el uso de drogas, enervantes o alucinógenos como la marihuana, heroína, cocaína e inhalantes, ya que son causa casi segura de malformaciones en tu bebé. • Debes asegurarte de que no estás embarazada al momento de tomarte una radiografía o recibir radiaciones y evitar hacerlo principalmente en los cuatro primeros meses del embarazo.

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• La diabetes se puede heredar a tu bebé, por lo que se te recomienda llevar uno dieta baja en grasas y carbohidratos y acudir al médico para el control de la enfermedad. • La epilepsia puede causar hipoxia en la madre y por consecuencia en el bebé: los medicamentos que se utilizan para frotarlo pueden producir malformaciones en el bebé por lo que éstos deben ser recetados y controlados solamente por tu médico. • Nunca tomes medicamentos sin control o receto médico, principalmente en los tres primeros meses del embarazo, aunque estos sean para problemas simples como dolores de cabeza o gripa. • Si tienes problemas de tiroides debes tratarte con tu médico: no te expongas a radiaciones ni ingieras productos con yodo y se recomienda que el bebé recién nacido le realicen un estudio de tiroides. • Se te recomienda alejarte de niños o personas con infecciones o enfermedades eruptivas de la piel como rubeóla, Sarampión o varicela, ya que son altamente contagiosas y peligrosas para el bebé. • Las infecciones urinarias se presentan muy comúnmente por lo que se te recomienda ingerir abundantes líquidos, reposo, tomar los medicamentos indicados y realizarte cada mes, un examen general de orina.

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A L E X

• La hepatitis se adquiere por vía sexual, condiciones sanitarias deficientes, uso de drogas, trabajar en bancos de sangre, laboratorios; las consecuencias a tu bebé pueden ser prematurez, muerte o nacer infectado. • Para enfermedades del corazón se te recomienda reposo, menor consumo de sal, control con tu médico cardiólogo, dietista y ginecobstetra, así como evitar infecciones, anemias y realizarte estudios de usltrasonido. • Si tienes fiebre tifoidea se te recomienda cuidar la higiene de los alimentos, guardar reposo en cama, llevar una dieta balanceada y tomar los medicamentos estrictamente recetados por tu médico. • La Toxoplasmosisi (enfermedad del gato) se trasmite por medio del excremento de perros, gatos u otros animales, por comer carne mal cocida o cruda, por falta de higiene y por transmisión congénita. • Debes alejarte y evitar el contacto con personas que padezcan leucemia o tengan transplantes de órganos, ya que pueden contagiarte de una enfermedad llamada Citomegalovirus. • Para evitar una enfermedad llamada brucelósis, se te recomienda mejorar tus hábitos de higiene, consumir sólo productos lácteos pasteurizados, usar guantes al trabajar con tejidos animales y vacunar a los bovinos.

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• El herpes es una enfermedad de trasmisión sexual y el contagio se puede dar por el contacto directo con tus secreciones como también por el cordón umbilical; su tratamiento es con me­dicamentos recetados por tu médico. • La clamidia es una enfermedad venérea, la debes tratar con medicamentos recetados por tu médico y como en todos las enfermedades de transmisión sexual, es necesario que el tratamiento lo lleve también tu pareja. • Tu aumento de peso debe ser entre un kilo y kilo y medio por mes; Subir más o menos kilos aumenta los riesgos tanto para tí como para tu bebé pudiendo ocasionar asfixia al nacer o desnutrición.

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DURANTE EL PARTO Vigila la frecuencia e intensidad de los movimientos de tu bebé: si notas algún cambio, acude a tu médico, ya que esto puede indicar disminución de líquido amniótico, circular del cordón al cuello o falta de oxígeno. • Si presentas contracciones, ruptura de la fuente, sangrados, desecho vaginal, hinchazón de ojos, manos o pies, avisa o tu médico urgentemente y dirígete al hospital más cercano, para evitar el sufrimiento del bebé. • El médico debe considerar si tu bebé viene de pie, nalgas u otra posición anormal o también si trae el cordón enredado al cuello y determinar si es necesario realizar una cesárea. • Si tu embarazo es gemelar necesitas cuidados especiales y probablemente requeriras cesárea para evitar que a alguno de los bebés le falte oxígeno; reposa y acude a consultas con ultrasonido con frecuencia. • Es muy importante que tú y tu pareja lean todo sobre el proceso del embarazo y el parto, pregunten a su médico sobre cualquier duda y mantengan con él una estrecha comunicación y confianza.

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Galería fotográfica



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Alex Haza de 2 o 3 a単os.

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La feliz pareja durante su etapa de novios (1951).

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Roberto Tarriba Rojo y Alejandrina Haza Rivas enlace religioso (1952).

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Alex Haza y Guillermo en un juego de béisbol (1974).

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Familia Tarriba Haza. De izquierda a derecha: Oscar, Alex con Guillermo, Emma, Roberto con Alex; arriba Roberto y abajo Ivรกn y Ernesto.

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De izquierda a derecha y hacia abajo: Emma, Ivรกn, Roberto, Ernesto, Alex, don Roberto, Alejandrina, Guillermo y Oscar.

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A L E X

Alejandrina Haza Rivas en la convenci贸n del partido Acci贸n Nacional. 219



Bibliografía

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