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créditos Proyecto de Cátedra para la materia Diseño Digital III - UFG Segundo Parcial – Diagramación de Libro de Cuentos Docente: Vanessa Michelle Vargas
Autor / Autores El leñador honrado – William Bennett El Carrete Mágico – Anónimo Las Ranitas – Cristina Rodríguez Lomba La Nuez de oro – Rodríguez Almodóvar, Antonio
Extraídos de: https://www.mundoprimaria.com y https://www.chiquipedia.com Diseño, Diagramación e Ilustraciones: Diego Ricardo Aguilar Alejo
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DEDICATORIA El Salvador es un país que necesita más seres humanos como ustedes, su trabajo como Organización no Gubernamental en pro de los niños y jóvenes en situaciones vulnerables es admirable.
Dedico mi proyecto de Cátedra, realizado con mucho cariño y profesionalismo a todos los coordinadores, formadores, Mamás SOS y principalmente a los niños que viven en estos hogares. ¡Nunca se den por vencidos, nunca dejen de soñar!
Espero que les guste este libro, que con mucho esfuerzo he diseñado para ustedes y que sigan adelante y logren cumplir todas sus metas. F.Diego Aguilar
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créditos dedicatoria EL LEÑADOR HONRADO EL CARRETE MÁGICO LAS RANITAS LA NUEZ DE ORO bibliografía
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EL LEÑADOR HONRADO rase una vez, un leñador humilde y bueno, que después de trabajar todo el día en el campo, regresaba a casa a reunirse con los suyos. Por el camino, se dispuso a cruzar un puente pequeño, cuando de repente, se cayó su hacha en el río. “¿Cómo haré ahora para trabajar y poder dar de comer a mis hijos?” exclamaba angustiado y preocupado el leñador. Entonces, ante los ojos del pobre hambre apareció desde el fondo del río una ninfa hermosa y centelleante. “No te lamentes buen hombre.
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Traeré devuelta tu hacha en este instante” le dijo la criatura mágica al leñador, y se sumergió rápidamente en las aguas del río. Poco después, la ninfa reapareció con un hacha de oro para mostrarle al leñador, pero este contestó que esa no era su hacha. Nuevamente, la ninfa se sumergió en el río y trajo un hacha de plata entre sus manos. “No. Esa tampoco es mi hacha” dijo el leñador con voz penosa. Al tercer intento de la ninfa, apareció con un hacha de hierro. “¡Esa sí es mi hacha! Muchas gracias” gritó el leñador con profunda alegría. Pero la ninfa quiso premiarlo por no haber dicho mentiras, y le dijo “Te regalaré además las dos hachas de oro y de plata por haber sido tan honrado”. Ya ven amiguitos, siempre es bueno decir la verdad, pues en este mundo solo ganan los honestos y humildes de corazón.
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EL CARRETE MÁGICO abía una vez un pequeño príncipe, inquieto y travieso, que no le gustaba estudiar. Cuando sus padres le reprendían, se lamentaba diciendo: “¡Qué ganas de ser grande para hacer todo lo que quiera!”. Un buen día, mientras se encontraba en su cuarto, descubrió junto a la ventana una bobina con hilos de oro. Ante la mirada sorprendida del principito, la bobina le habló con voz melodiosa: “Querido príncipe: He escuchado tus deseos de crecer pronto y te daré una oportunidad. A medida que desenrolles mis hilos, podrás avanzar por los días de tu vida. Pero ten cuidado, pues el hilo que se suelta no regresa, y el tiempo pasado no podrá ser recuperado jamás”.
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Sin poder resistir su curiosidad, el pequeño príncipe tiró del hilo y al instante, quedó convertido en un joven gallardo y robusto. Con gran entusiasmo, volvió a tirar del hilo mágico y se descubrió con la corona de su padre. “¡Soy rey!”, “¡Soy rey!”, exclamaba con gran alegría. “Por favor, carrete mágico, quiero saber cómo lucirán mis hijos y mi señora reina”, exclamó impaciente mientras estiraba nuevamente el hilo. Entonces, se apareció una mujer hermosa de largos cabellos junto a él, y tres chiquilines hermosos y gordos. La curiosidad del rey se hacía incontenible por saber cómo serían sus hijos de grande, así que tiró un
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tramo largo de aquel hilo, y otro más, y otro. De repente, notó que sus manos estaban pálidas y débiles, y en el reflejo del espejo descubrió un viejo consumido y seco. El príncipe, al ver que había desenrollado todo el hilo, quiso devolverlo nuevamente a su lugar, pero tal como le habían advertido, era completamente imposible. ¡Había consumido toda su vida! La bobina mágica, al verlo tan afligido exclamó: “¿Qué has hecho, criatura infeliz? En vez de vivir los momentos hermosos de tu vida, decidiste pasarlos por alto. Has malgastado el tiempo inútilmente y ya no hay nada que puedas hacer, salvo pagar por tu insolencia”. Y así quedó el anciano rey, que sólo pudo disfrutar de una corta vejez hasta que murió de tristeza en su alcoba, por haber desperdiciado toda su vida, sin vivirla como debe ser.
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LAS RANITAS na mañana húmeda y soleada, un grupo de verdes y dicharacheras ranitas salió al bosque a dar un paseo. Eran cinco ranas muy amigas que, como siempre que se juntaban, iban croando y dando brincos para divertirse. Desafortunadamente, lo que prometía ser una alegre jornada se truncó cuando dos de ellas calcularon mal el salto y cayeron a un tenebroso pozo. Las otras tres corrieron a asomarse al borde del agujero y se miraron compungidas. La más grande exclamó horrorizada: – ¡Oh, no! ¡Nuestras amigas están perdidas, no tienen salvación! Negando con la cabeza empezó a gritarles: – ¡Os habéis caído en un pozo muy hondo! ¡No podemos ayudaros y no
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intentéis salir porque es imposible! Las dos ranitas miraron hacia arriba desesperadas ¡Querían salir de ese oscuro túnel vertical a toda costa! Empezaron a saltar sin descanso probando de todas las maneras posibles, pero la distancia hacia la luz era demasiado grande y ellas demasiado pequeñitas. Otra de las ranas que las observaba desde la boca del pozo, en vez de animarlas, se unió a su compañera. – ¡Es inútil que malgastéis vuestras fuerzas! ¡Este pozo es tremendamente profundo!
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Las pobres ranitas continuaron intentándolo pero o no llegaban o se daban de bruces contra las resbaladizas paredes cubiertas de musgo. La tercera rana también insistió: – ¡Dejadlo ya! ¡Dejad de saltar! ¿No veis que vais a haceros daño? Las tres hacían aspavientos con las patas y chillaban todo lo que podían para convencerlas de fracasarían en el intento. Finalmente, una de las dos ranitas del pozo se convenció de que tenían razón y decidió rendirse; caminó unos pasos, se acurrucó en una esquina y se abandonó a su suerte. La otra, en cambio, continuó luchando como una jabata por salir a la superficie. Estaba sudorosa y agotada pero ni de broma pensaba resignarse. En vez de eso, paró unos segundos para recobrar fuerzas y concentrarse en su objetivo.
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Cuando se sintió preparada, aspiró todo el aire que pudo, cogió carrerilla y se impulsó como si fuera una saltadora olímpica. El brinco fue tan rápido y exacto, que lo consiguió ¡Cayó sobre la hierba sana y salva! Una vez afuera su corazón seguía latiendo a mil por hora y casi no podía respirar a causa del tremendo esfuerzo que había hecho. Sus amigas le abanicaron con unas hojas y poco a poco se fue relajando hasta que recuperó la tranquilidad y se acostumbró a la cegadora luz del sol. Cuando vieron que ya podía hablar, una de las tres ranas le dijo: – ¡Es increíble que hayas podido salir a pesar de que os gritábamos que era una misión imposible! Ella, muy asombrada, le contestó: – ¿Estabais diciendo que no lo intentáramos?
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– ¡Sí, claro! Nos parecía que jamás lo conseguiríais y queríamos evitaros el mal trago de fracasar. La rana suspiró. – ¡Uf! ¡Pues menos mal que como estoy un poco sorda no entendía nada! Todo lo contrario ¡Os veía agitar las manos y pensaba que nos estabais animando a seguir! Gracias a su sordera la rana no escuchó las palabras de desaliento y luchó sin descanso por salvar su vida hasta que lo logró.
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La otra ranita, que sí se había rendido, vio el triunfo de su amiga y volvió a recuperar la confianza en sí misma. Se puso en pie, se armó de coraje y también aspiró una gran bocanada de aire; después, con una potencia más propia de un puma, se propulsó dando un salto espectacular que remató con una doble voltereta. Sus cuatro amigas la vieron salir del pozo como un cohete y se quedaron pasmadas cuando cayó a sus pies. La reanimaron igual que a su compañera y cuando se encontró bien, se marcharon a sus casas croando y dando brincos como siempre. Moraleja: Muchas veces dejamos de creer en nosotros mismos, dejamos de creer que somos capaces de hacer cosas, porque los demás nos desaniman. Confía siempre en tus capacidades y lucha por tus sueños. Casi nada es imposible si pones en ello todo tu corazón.
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LA NUEZ DE ORO abía una vez una niña de nombre María, que tenía los cabellos negros como la noche. La hermosa María gustaba de pasear por el bosque y conversar con los animales. Cierto día, encontró en el suelo una nuez de oro. “Un momento, niñata. Devuélveme esa nuez, pues me pertenece a mí y nadie más”. Al buscar el lugar de dónde provenía la voz, la niña descubrió un pequeño duende que agitaba sus brazos desde las ramas de un árbol. El duendecillo vestía de gorro verde y zapatillas carmelitas y puntiagudas. Sus ojos verdes y grandes miraban a la niña fijamente mientras repetía una y otra vez: “Venga, te he dicho que me regreses esa nuez de oro que es mía, niña”. “Te la daré si me contestas cuántos pliegues tiene esta nuez en su piel.
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Si fallas, la venderé y ayudaré a los niños pobres que no tienen nada que comer”, contestó la valiente niña enfrentando la mirada del duende. “Mil y un pliegues” contestó la criatura mágica frotándose las manos. La pequeña María, no tuvo entonces más remedio que contar los pliegues en la nuez, y efectivamente, el duende no se había equivocado. Mil y una arrugas exactas, tenía aquella nuez de oro. Con lágrimas en los ojos, María la entregó al duendecillo, quien al verla tan afligida, ablandó su corazón y le dijo: “Quédatela, noble muchacha, porque no hay nada tan hermoso como ayudar a los demás”.
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Y así fue como María pudo regresar a casa con la nuez de oro, alimentar a los pobres de la ciudad y proveerles de abrigos para protegerse del crudo invierno. Desde entonces, todos comenzaron a llamarle tiernamente “Nuez de Oro”, pues los niños bondadosos siempre ganan el favor y el cariño de las personas.
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BIBLIOGRAFÍA el leñador honrado https://www.chiquipedia.com/cuentos-infantiles-cortos/cuentos-conmoraleja/el-lenador-honrado/
EL CARRETE MÁGICO https://www.chiquipedia.com/cuentos-infantiles-cortos/cuentos-conmoraleja/el-carrete-magico/
LAS RANITAS https://www.mundoprimaria.com/fabulas-para-ninos/las-ranitas
LA NUEZ DE ORO https://www.chiquipedia.com/cuentos-infantiles-cortos/cuentos-conmoraleja/la-nuez-de-oro/
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NOMBRE DE LA IMPRENTA: MAQUILA 320 EL SALVADOR MUNICIPIO: SAN SALVADOR MARZO 2019
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