FREUDY EL CÁNCER DE BOCA PATOBIOGRAFÍA Juan José Grau de Castro
Universidad de Barcelona. Servicio de Oncología Médica. Hospital Clínic de Barcelona
ÍNDICE LOS ORÍGENES DE FREUD ................................................................................................................................................................... 3 ESTUDIANTE DE MEDICINA ............................................................................................................................................................... 3 CARRERA MÉDICA ..................................................................................................................................................................................... 4 VIDA PRIVADA ............................................................................................................................................................................................... 5 FAMA Y SUFRIMIENTO ............................................................................................................................................................................. 6 LONDRES: EL FIN ......................................................................................................................................................................................... 7 HISTORIA CLÍNICA ..................................................................................................................................................................................... 9 ANÁLISIS ONCOLÓGICO .................................................................................................................................................................. 12 REPERCUSIÓN DEL CÁNCER EN LA OBRA CIENTÍFICA ........................................................................................... 14 BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................................................................................................. 16
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Freud y el cáncer de boca
Resulta curioso que en el momento de contraer segundas nupcias, el padre de Freud ya era abuelo, por tanto el joven Sigmund ya fue tío al nacer, siendo esta una de las muchas paradojas que su inteligencia infantil tuvo que superar. Casada su madre antes de los veinte años, al año siguiente dará a luz a Sigmund, el primogénito. Llegaría a tener un total de cinco hijas y dos hijos más.
Los orígenes de Freud Sigmund Freud nació el 6 de Mayo de 1856 en la calle Schlossergasse n.º 117, en Freiberg, Moravia y murió el 23 de Septiembre de 1939 en Maresfield Gardens, Londres. Su padre, Jakob Freud, nacido en Tysmenitz, Galitzia, fue comerciante, dedicándose especialmente a la venta de lana. Se casó dos veces. De su primer matrimonio a los diecisiete años tuvo dos hijos: Emmanuel, nacido en 1832 y Philippen 1836. En julio de 1855, a la edad de cuarenta años y tres años después del fallecimiento de su primera mujer, contrajo nupcias en Viena con Amalia Nathanson. La vida de ésta fue aún más dilatada que la de su esposo pues vivió hasta los noventa y cinco años, por tanto el joven Freud estaba destinado a tener una larga vida.
Las dificultades económicas del negocio de lanas de su padre obligarán a la familia a trasladarse a Viena en 1860. En esta ciudad, Sigismund (como oficialmente se le bautizó) cursó sus estudios de enseñanza media que terminó a los diecisiete años.
Estudiante de medicina Tras finalizar el colegio Freud debe enfrentarse al gran dilema como es el de la elección de
Familia de Sigmund Freud –3–
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carrera. Decide entrar en la Universidad para estudiar Medicina. Parece ser que no demostraba vocación alguna para el ejercicio de la práctica médica pero si le interesa sobre todo la Filosofía. Sus estudios le llevarán a la investigación biológica.
Brücke, por quien Freud, tuvo siempre una ferviente admiración, desarrolló las dotes de Freud como riguroso investigador.
Ingresa en 1876 como ayudante de investigación en el laboratorio de fisiología de Ernst Brücke. Brücke, por quien Freud, tuvo siempre una ferviente admiración, desarrolló las dotes de Freud como riguroso investigador. En el laboratorio de su colega Brücke, llevó a cabo una serie de experimentos sobre el sistema nervioso que le llevaron al umbral del descubrimiento de las neuronas. En 1878 Freud decide cambiar su nombre, Sigismund por Sigmund. Es en ese mismo momento cuando empieza la profunda amistad con Breuer que perdurará hasta 1894. La colaboración de ambos en el estudio de la histeria llevó al descubrimiento del método psicoanalítico y de la existencia del inconsciente.
Carrera médica En el año 1882 conoció a Martha Bernays, la cual fue su esposa y al mismo tiempo entró como interno en el Hospital General deViena ejerciendo en la sala de Psiquiatría bajo las órdenes del profesor Meynert. Freud empieza a ensayar las propiedades analgésicas de la cocaína dentro de sus estudios de neurología. Sin embargo, el resultado de los experimentos que realiza, muestran que el verdadero valor de este tóxico está en sus efectos anestésicos. Algún tiempo más tarde sería descubierta por Köller ese mismo año (1884) la anestesia local.
CONSCIENTE
YO
SUPERYO
INCONSCIENTE
ELLO El psiquismo humano según la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud
Representación de la memoria inconsciente y de la conciencia.Esta última representa solo la punta de un iceberg de toda nuestra memoria –4–
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En 1885 fue nombrado Privatdozent (profesor auxiliar) obteniendo una beca para estudiar con Charcot, famoso médico francés y director del asilo de la Salpetrière en París. Los nuevos métodos de Charcot para el análisis y la curación de la histeria mediante el hipnotismo y la sugestión, causaron gran impresión a Freud. A los treinta años abrió su consultorio en Viena como médico particular y durante el mes de Septiembre de ese mismo año contrajo matrimonio con Martha.
A los treinta años abrió su consultorio en Viena como médico particular y durante el mes de Septiembre de ese mismo año contrajo matrimonio con Martha.
Sigmund Freud hacia 1906
Vida privada En 1887 ve nacer a su primera hija Matilde y en 1889 su hijo Jean-Martin. Posteriormente vendría al mundo Oliver, Ernst en 1892, Sofía en 1893 y su hija menor Ana nacería en 1895 siendo un total de seis hijos. Un año después morirá su padre, Jakob Freud. En 1902 es nombrado profesor extraordinario de universidad. En 1919 fallece su hija Sofía y ese mismo año asistirá al “VI Congreso Internacional de Psicoanálisis” (La Haya). En 1923 tendrá lugar la primera de las treinta y tres intervenciones del cáncer que sufrió Sigmund Freud hasta su muerte en 1939.
En 1895 se publican sus Estudios sobre la Histeria, fruto de la colaboración entre Breuer y él. En esta obra, Breuer describe el famoso caso de historia de Ana O. (Berta Pappenheim), la cual comienza a tratar en 1880 y cuya terapia fue el precedente inmediato del psicoanálisis. En octubre de ese mismo año, Freud acaba la redacción de Proyecto de una Psicología que no llegó a publicar en vida y que apareció en 1950. Freud desconfiaba de las versiones dadas por sus enfermas las cuales atribuían la causa de los síntomas histéricos a una supuesta seducción sufrida en su infancia. Obviamente estas escenas eran fingidas. Apoyándose en su autoanálisis y en esta común fantasía de seducción referida al progenitor del sexo contrario, Freud propone su original tesis del “Complejo de Edipo “como esquema estructural del desarrollo de la sexualidad humana.
Desde 1901 hasta prácticamente poco antes de su muerte en 1939 Freud no parará de publicar libros y artículos en revistas sobre sus descubrimientos psicoanalíticos. En 1930 la ciudad de Frankfurt decide conceder a Freud el premio Goethe coincidiendo con la muerte de su madre Amalia. Fue propuesto para recibir el premio Nobel de medicina pero no lo consiguió.
En 1899 publicó la Interpretación de los Sueños. El análisis de los sueños pasa a ser “el camino real” del psicoanálisis, el método óptimo de exploración del inconsciente.
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Fama y sufrimiento Es a partir del año 1921 cuando Freud empieza su personal calvario puesto que aparecen ya los primeros indicios de la grave enfermedad que habría de ocasionarle incontables sufrimientos antes de llegar a su fatal desenlace. Los primeros síntomas se hacen visibles ya en febrero pero no es sino hasta al cabo de dos meses cuando Freud decide hacer algo. Freud explica en una carta: “Hace dos meses he descubierto una formación leucoplásica en el carrillo y el paladar del lado derecho, que me hice extirpar el día 20.Todavía no estoy en condiciones de trabajar y no puedo tragar alimentos. Me han dado seguridades acerca del carácter benigno del proceso, pero como usted bien sabe, nadie puede garantizar cómo irá comportándose en caso de que se lo deje crecer. Mi diagnóstico fue de epitelioma, pero fue rechazado. Se indica el tabaco como causante de esta rebelión de los tejidos“.
Freud explica en una carta: “Hace dos meses he descubierto una formación leucoplásica en el carrillo y el paladar del lado derecho, que me hice extirpar el día 20.
Sigmund Freud con su hija Ana
efectivamente canceroso, si bien esto no se le dijo a Freud. El cirujano no tomó tampoco las precauciones necesarias para evitar el sangrado del tejido cicatricial. Por este motivo se produjo una considerable resección de los tejidos cosa que redujo en gran medida el orificio bucal. Esta fue una de las causas de las enormes y constantes dificultades físicas en su vida posterior.
Uno de los más importantes rinólogos del momento, Markus Hayek pone de manifiesto que se trata de una leucoplasia debida al tabaco. Tras unos días de reflexión, Freud, sin comentar nada a nadie, decide ingresar en la clínica de Hayek para ser operado. Lamentablemente la operación no fue desarrollada con el éxito esperado y la pérdida de sangre fue importante dejando a Freud débil y con síntomas de intoxicación por medicamentos y unos terribles e insoportables dolores.
Esa misma primavera ocurrió un hecho que afectaría en gran medida el ánimo de Freud para el resto de su vida. A su nieto Heinerle, el segundo hijo de Sophie, por el que Freud sentía un profundo cariño, le habían extirpado las amígdalas más o menos por la misma época de la primera operación de boca sufrida por Freud y cuando los dos
Así concluye la primera de las treinta y tres operaciones que sufriría Freud antes de su muerte. El tumor extirpado fue examinado y resultó ser, –6–
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sacar o volver a colocar ya que a Freud le era imposible abrir la boca tanto. Necesitaba la ayuda de su hija Ana y en ocasiones, del Dr. Deustch lo que le llevaba a frecuentar innumerables veces al año su consulta.
“pacientes” se encontraron por primera vez después de las respectivas intervenciones, el niño preguntó a su abuelo con gran interés: “Yo ya puedo comer corteza de pan. ¿Y usted?”. Desgraciadamente el niño estaba muy delicado de salud y había enfermado de tuberculosis el año anterior muriendo a los cuatro años y medio de edad. Fue la única ocasión en la vida de Freud que se sepa haya derramado lágrimas. A partir de entonces fue incapaz de encariñarse con nadie. Dada la desconfianza hacia su cirujano Hayek, Freud decide pedir otra opinión a un médico de Gastein donde está pasando el verano. Felix Deutsch, así se llamaba el médico descubre inmediatamente una recidiva de la tumoración y la necesidad de otra operación más radical que la anterior. El médico ante la gravedad de la situación, opta por no decirle nada a Freud dado su afligido estado de ánimo aunque años más tarde, él mismo, declararía que desde el comienzo había sabido que la tumoración era cancerosa. Al examinar nuevamente a Freud los médicos descubrieron una úlcera maligna en el paladar óseo que había invadido los tejidos circundantes incluso la parte superior de la mandíbula hasta el carrillo, por tanto la intervención era urgente. Esta intervención la realizó el Prof. Pichler, cirujano maxilofacial, y constó de dos etapas, a cual más terrible, ambas realizadas bajo anestesia local, a pesar de no poder hablar durante varios días y alimentarse a través de un tubo nasal se pudieron ir a casa. La primera etapa consistió en ligar la arteria carótida externa y extirpar las glándulas submaxilares alguna de las cuales habían aumentado sospechosamente de tamaño y en la segunda etapa después de practicar una incisión del labio y el carrillo, el cirujano extirpó todo el maxilar superior y el paladar del lado afectado dejando unidas la cavidad nasal y la oral.
Por otro lado, para que la prótesis cumpliera el objetivo de taponar bien el orificio superior y hacer posible comer y hablar debía estar bien ajustada, ésta, producía una constante irritación que daba origen a la formación de puntos dolorosos por lo que llegaba el momento que era imposible usarla. Alimentarse también era un tormento. Desde el comienzo de la enfermedad y hasta el final de su vida, Freud no quiso tener enfermera alguna que no fuera su hija Ana. Habían hecho un pacto; evitar toda manifestación afectiva, ausencia de emoción alguna. El coraje y firmeza de Ana, le hicieron posible el cumplimiento del pacto aún en los momentos y situaciones más críticas. A lo largo de toda su enfermedad, su hija Ana jamás se apartará de su lado.
A lo largo de toda su enfermedad, su hija Ana jamás se apartará de su lado. Esta es solamente una pequeña pincelada de lo que supuso el terrible tormento del padre del psicoanálisis el cual y a pesar de su incómoda situación siguió recibiendo a pacientes hasta sus últimos días.
Londres: el fin
A partir de ese momento comenzarán los dieciséis años de molestias, desdicha y dolor interrumpidos por las nuevas operaciones. Se le puso una prótesis, especie de enorme dentadura destinada a separar la boca de la cavidad nasal, un horror. El mismo Freud la llamaba “el monstruo” con amarga ironía al referirse a ella. Era muy difícil de
A sus 76 años Freud publica sus Nuevas aportaciones al Psicoanálisis, complemento de unas conferencias que serán publicadas durante la Primera Guerra Mundial con el propósito de dar una forma coherente y final a sus doctrinas. Pero en 1933 los nazis queman públicamente las obras de –7–
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Freud por ser judío y fundador de la escuela psicoanalítica y es considerado enemigo del Tercer Reich, por consiguiente y debido a la invasión nazi de Austria, la cual se produjo el 11 de marzo de 1938, Freud no tendrá más remedio que abandonar su patria y más teniendo en cuenta que sus hermanas fueron apresadas y asesinadas en los campos de concentración.
Será en este momento, en 1938, un año antes de su muerte, cuando publique su última obra; Moisés y el monoteísmo, una sorprendente revisión histórica de los orígenes del judaísmo y de su guía fundador.
Gracias a la intervención de Marie Bonaparte (descendiente de Napoleón) y Ernest Jones, ambos prestigiosos psicoterapeutas pudo salir del país y refugiarse en Londres, Inglaterra. El régimen nazi le obligará a firmar una declaración en la que quedará constancia de que había sido tratado con respeto. Freud aceptó pero no si antes añadir un comentario sarcástico:“Recomiendo calurosamente la Gestapo a cualquiera”.
órbita. Aún a pesar de la grave situación, Freud no solía quejarse ni mostrarse irritado sino simplemente aceptaba su destino. En agosto todo se vino abajo en forma muy rápida, su extrema debilidad lo llevaba a permanecer en su rincón de enfermo, en el estudio, desde donde contemplaba el jardín. Cuando fue inminente el fin de la Segunda Guerra Mundial, Freud confió que sería el final de Hitler. El último libro que pudo leer fue La piel de zapa de Balzac, a propósito del cual hizo un comentario tan irónico como este: “Es justamente el libro que necesito pues trata del hambre”.
El régimen nazi le obligará a firmar una declaración en la que quedará constancia de que había sido tratado con respeto. Freud aceptó pero no si antes añadir un comentario sarcástico: “Recomiendo calurosamente la Gestapo a cualquiera”.
El cáncer se abrió camino a través de la mejilla hasta la cara externa y el estado séptico aumentó. Sufriendo ya lo indescriptible, el 21 de septiembre Freud le dijo a su médico: “Querido Schur, usted me prometió que me ayudaría cuando yo ya no pudiera soportar más. Ahora es sólo una tortura y ya no tiene ningún sentido.” A la mañana siguiente el doctor Schur administró a Freud una dosis de morfina. Para una persona que se encontraba en tal grado de agotamiento como Freud, la pequeña dosis bastaba. Lanzó un suspiro de alivio y se hundió en un pacífico sueño.
Será en este momento, en 1938, un año antes de su muerte, cuando publique su última obra; Moisés y el monoteísmo, una sorprendente revisión histórica de los orígenes del judaísmo y de su guía fundador. Por aquel entonces, el radium había comenzado a penetrar de nuevo, con dolor horrible y con graves efectos tóxicos; su mundo volvía a convertirse en un infierno. En abril Freud sufrió un golpe que le resultó muy difícil de sobrellevar. Su médico personal, Schur que lo atendía y del cual dependía mucho y en cuyas opiniones tenía extrema confianza, tuvo que ausentarse durante un tiempo. A su regreso, Freud había empeorado notablemente, había perdido peso y una ulceración cancerosa había atacado la mejilla y la base de su
Murió poco después de la medianoche del día siguiente, el 23 de septiembre de 1939. Su larga y difícil vida había llegado a su término; sus sufrimientos habían pasado. El cuerpo de Freud fue quemado en Golders Green en la mañana del 26 de septiembre en presencia de un gran número de personas. Sus cenizas reposan allí en una de sus urnas griegas favoritas. La familia pidió que se pronunciara la oración fúnebre. –8–
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Imagen de Freud, icono de los fumadores de puros
pero en 1917 se detectó una leucoplasia en mucosa oral tras molestias locales de varios meses de evolución que se atribuyeron de nuevo al hábito tabáquico. En 1923, a raíz de molestias locales de varias semanas de duración su médico de cabecera sospechó una lesión neoplásica maligna sobre leucoplasia en paladar duro derecho al observar una úlcera irregular. Freud tenía 67 años y decidió visitar al Dr. Hayek que practicó un exéresis parcial del tumor de forma ambulatoria. Presentó hemorragia postoperatoria que obligó a ingresarlo una noche. Al cabo de unos días, el Dr. Hayek tuvo conocimiento que se trataba de un carcinoma escamoso pero comunicó a Freud que presentaba un leucoplasia benigna y lo envió a irradiar por el Prof. Guido
Sigmund Freud se convirtió en una de las figuras claves del pensamiento contemporáneo. Siguiendo los pasos de su padre Anna Freud fue una destacada psicoanalista.
Historia clínica Freud inició su hábito de fumar en 1880 cuando tenía 24 años. Enseguida se aficionó a fumar puros habanos de marca Don Pedro y llegaba a consumir 20 puros al día. Hábito éste que continuó hasta su muerte a los 83 años. En 1889 sufrió una arritmia cardiaca que se atribuyó a ese hábito. No sabemos nada de otras enfermedades bucales, –9–
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Holzknecht que aplicó dosis radicales de radioterapia. Seis meses después, la tumoración ulcerada no había desaparecido y presentó una hemorragia profusa lo que obligó a Freud a consultar a un especialista en cirugía maxilofacial, el Prof. Pichler. Este cirujano observó una gran tumoración ulcerada y sangrante en paladar duro derecho que invadía mucosa yugal y hueso de la mandíbula con agrandamiento de ganglios submaxilares y laterocervicales. (rT4N2). Realizó una resección amplia en dos tiempos, primero ligadura de carótida externa derecha y segundo resección de adenopatías submandibulares y cervicales. Una semana después hizo una resección parcial del maxilar con reconstrucción de autoinjerto y prótesis. La resección mostró que los bordes microscópicos estaban infiltrados por tumor (resección R1) por lo que realizó otra in-
tervención de ampliación de márgenes en la cual incluyó resección parcial de paladar blando. Realizó una prótesis obturadora para separar la cavidad nasal y bucal que llevaría durante toda su vida con numerosas complicaciones locales y de la deformidad de su cara por la existencia de una asimetría y una concavidad en hemicara derecha. Desde entonces, Pichler se encargó de hacer el seguimiento estricto de Freud, realizando la mayoría del total de 33 intervenciones como suma de resecciones, biopsias y recambios de prótesis. En numerosas ocasiones se aparecieron leucoplasias y papilomas que fueron sistemáticamente analizados con resultado de benignidad. En 1929, Freud cambió al Dr. Deutch por el Dr. Schur como médico de cabecera que se encargó de hacer el seguimiento en prevención de recidivas locales. En 1929, viajó a Berlín
Representación artística del aspecto inicial del tumor en 1923 – 10 –
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para hacer una nueva reconstrucción de prótesis obturadora por el Prof. Herman Schoder, debido al roce y la incomodidad que le producía la que en ese momento llevaba. En 1930 se observó recidiva local de tumor que fue nuevamente resecada por el Prof. Pichler. La resección fue tan amplia que tuvo que ser reparada con autoinjerto de piel del brazo y se tuvo que cambiar de nuevo la prótesis obturadora. El estudio patológico fue de lesión precancerosa. En 1931 presentó nuevas recidivas de lesiones de leucoplasia que fueron tratadas con electrocoagulación, un nuevo tratamiento introducido en 1930 por Hans von Seemen. En 1932 sufrió cuatro nuevas resecciones y electrocoagulación de carcinoma in situ. Se construyó una prótesis de cuero que no llego a mejorar su confort y síntomas. En 1934, por recomendación del Prof. Rigeaud del Instituto Curie de Francia, se colocó una prótesis de radium. No sabemos nada más de este trata-
En 1932 sufrió cuatro nuevas resecciones y electrocoagulación de carcinoma in situ. Se construyó una prótesis de cuero que no llego a mejorar su confort y síntomas.
Aspecto de Freud en 1939 donde se aprecia un hundimiento del hueso malar derecho
miento. Sin embargo, las recidivas locales de lesiones precancerosas continuaron. En 1936, se resecó una nueva úlcera palatina que resultó ser de carcinoma escamoso con bordes afectos por tumor por lo que se reintervino con anestesia general y se realizó una resección amplia de la zona tumoral.Apareció trismus severo como nuevo síntoma y se aplicó otro nuevo tratamiento a base de microondas. En abril de 1937, se resecó otra nueva lesión blanca que no fue maligna. En enero de 1938, presentó nueva recidiva de carcinoma escamoso en el antro maxilar y suelo de la órbita. Se hizo nueva intervención quirúrgica radical bajo anestesia general con óxido de nitrógeno. El control de seguimiento 2 meses después no mostró evidencia de enfer-
Fotografía de radiografía lateral de la mandíbula de Freud – 11 –
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medad. En septiembre de 1938 con Freud ya viviendo en Londres, y con 82 años de edad, se detectó una nueva y extensa recidiva tumoral, esta vez con invasión del suelo de la órbita del ojo derecho. Se intentó una nueva cirugía de rescate el 9 de septiembre de 1938 con resección amplia del hueso maxilar y del suelo de la órbita. La resección se consideró completa aunque en los bordes existían focos de leucoplasia. En febrero de 1939 se detectó nuevo crecimiento tumoral en el suelo de la órbita derecha. La biopsia confirmó carcinoma escamoso. Los doctores Exner y Trotter consideraron el tumor como irresecable por lo que lo remitieron al oncólogo radioterapéuta Dr. Finzi que irradió la zona comprometida. Poco tiempo después, apareció necrosis y ulceración de la mejilla derecha lo que provocó un dolor insoportable. En los últimos días de su vida, Freud recibió tratamiento analgésico con morfina y falleció por progresión de la enfermedad el 23 de septiembre de 1939.
Desde el punto de vista de la oncología médica, especialidad que empezó a existir a partir de 1972 en USA, la enfermedad de Freud presenta una evolución o historia natural típica de los carcinomas escamosos de la boca que apenas ha cambiado casi un siglo después. Otro detalle, es que ya estaba claro en aquel momento el concepto de que la resección “completa” del tumor era la única vía curativa de tal manera que si los bordes estaban afectos se tenía que reintervenir para ampliarlos. Eso llevó después a la creación del concepto de resección completa, R0, con bordes microscópicos afectos, R1 o con bordes macroscópicos afectos, R2. También se apuntaba que la extensión local o ganglionar de tumor era importante en el pronósticos y el tratamiento lo que llevó a la creación de la clasificación TNM por el francés Denoix en 1957.
Análisis oncológico Desde el punto de vista de la oncología médica, especialidad que empezó a existir a partir de 1972 en USA, la enfermedad de Freud presenta una evolución o historia natural típica de los carcinomas escamosos de la boca que apenas ha cambiado casi un siglo después.Además, tiene muchos detalles importantes que comentaremos a continuación y que han desembocado en crear conciencia en favor de la existencia de esta especialidad.
También, se observó la importancia de que un médico dirigiera y organizara de forma ordenada los tratamientos multidisciplinarios que debían aplicarse al paciente. Esta labor la realizó el médico de cabecera de Freud, el internista Dr. Deutsch y el cirujano maxilofacial Dr. Pichler. Ambos, estuvieron acertados la mayoría de las veces y, sin duda, con su actuación prolongaron la vida de Freud más de 16 años. En efecto, si no hubieran actuado ambos, Freud habría fallecido de progresión de su cáncer parcialmente resecado por el Dr. Hayek y complementado por una radioterapia para “tapar malas conciencias” que se realizó a continuación sin posibilidades de ser curativas en ese tumor. Los conceptos de “área de cancerificación”, lesiones premalignas, prevención terciaria (seguimiento estrecho para diagnóstico precoz de recidivas), resección preventiva de cáncer de tejidos premalignos y la segunda neoplasia primaria y efecto aditivo de carcinógenos afloran en esta historia.
El tabaquismo era y es la principal causa de esa enfermedad. Los puros habanos producen con frecuencia cáncer de boca a diferencia del cigarrillo fino que produce cáncer de pulmón, especialmente si se inhala el humo. Llama la atención que los médicos de Freud no tenían ninguna duda que el tabaquismo era la causa de su mal y le invitaban a dejar de fumar como medida de prevención. Sin embargo, hasta 1960 no se aceptó “oficialmente” que el tabaco era causa directa de cáncer de pulmón y de otros como el de boca. – 12 –
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En efecto, actualmente no cabe duda que Freud tenía un tejido enfermo (área de cancerificación) primero por el carcinógeno del tabaco al que después se añadió el efecto irritante crónico de las prótesis orales con las correspondientes infecciones. Ambos, producían frecuentes leucoplasias y carcinoma in situ preinvasivo que se evitó su degeneración rápida a cáncer invasor mediante su detección precoz y resección del tejido preneoplásico. El concepto del seguimiento estrecho del paciente (follow-up) para detectar una recidiva a tiempo de hacer una cirugía de rescate curativa lo introdujo a principios del siglo XX el gran cirujano americano Halsted en pacientes con cáncer de mama y después de hacer una cirugía radical con intención curativa.Al final, tal como ocurre con frecuencia en nuestros días, pasados 5 años sin recidiva del primer tumor por el tratamiento curativo, lo que, al final, llevaría al paciente a la muerte es la aparición de un segundo tumor primario con
mayor “agresividad biológica” como probablemente ocurrió en la enfermedad de Freud. Por último, comentar que Freud sufrió con paciencia y con inteligencia la aplicación de nuevas terapias hasta entonces desconocidas como electrocoagulación para tratamiento de leucoplasias o la aplicación de microondas recién descubiertas, o la implantación de radium.Todo ello contribuyó a lo que se puede considerar una larga supervivencia después del diagnóstico en 1923 del primer cáncer en estadio localmente avanzado.
Por último, comentar que Freud sufrió con paciencia y con inteligencia la aplicación de nuevas terapias hasta entonces desconocidas...
Sigmund Freud – 13 –
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clarecer fenómenos inusuales, anormales, patológicos, de la vida anímica; esto es, reconducirlos a las fuerzas psíquicas eficaces tras ellos y poner de manifiesto los mecanismos actuantes. Primero lo ensayé en mi propia persona, luego en otros y, por fin, mediante una osada intromisión, en el género humano como un todo”.
Actualmente, poco habría cambiado el tratamiento. Solo se habría organizado mejor el tratamiento y probablemente lo habría dirigido un oncólogo médico bajo la responsabilidad compartida de un grupo de médicos especialistas formando un “comité de tumores”, la cirugía habría sido mas limitada, la radioterapia de mejor calidad con sofisticados programas informáticos para aplicación tridimensional y probablemente asociada a quimioterapia basada en cisplatino, las leucoplasias se habrían tratado con bisturí de láser y en la progresión de la recidiva no se habría administrado radium sino una quimioterapia paliativa poco tóxica (por la edad del paciente) y altamente eficaz como es la asociación de paclitaxel semanal asociado al anticuerpo monoclonal, cetuximab que habría prolongado varios meses su vida, pero sobre todo, habría mejorado su calidad de vida al reducir la intensidad del dolor local que fue el principal sufrimiento de Freud. Sin duda, los modernos analgésicos opiáceos y no opiacéos habrían hecho menos dramática la existencia de Freud en sus últimos meses de vida.
Sin embargo, Freud llevó su larga enfermedad cancerosa con enorme dignidad y discreción como era de esperar en una persona de su formación, inteligencia y categoría humana.
Sin embargo, Freud llevó su larga enfermedad cancerosa con enorme dignidad y discreción como era de esperar en una persona de su formación, inteligencia y categoría humana. Durante los 16 años que se prolongó su vida tras la aparición del primer cáncer de boca, llama la atención su enorme voluntad y determinación en ganar “la batalla contra el cáncer” mediante las frecuentes visitas médicas y operaciones a las que se sometió. Sólo no pudo vencer a la adicción por el tabaco que, probablemente, fue la causa de que no viviera incluso mas de los 83 años que vivió.
Repercusión del cáncer en la obra científica Freud fue un personaje de enorme influencia en el pensamiento de la sociedad occidental del siglo XX. Su obra sigue influyendo e influirá en la humanidad en las próximas décadas o siglos. Esto es debido a que introdujo conceptos nuevos y fundamentales para la comprensión del pensamiento y el comportamiento humano como la existencia del inconsciente, la interpretación de los sueños, la existencia de sexualidad durante la infancia o el complejo de Edipo.También, introdujo el psicoanálisis o el método para profundizar en el conocimiento de la estructura del pensamiento humano, facilitando el ulterior estudio de la organización neuronal del cerebro que ha desembocado en las actuales neurociencias, tan importantes hoy en día para el desarrollo científico del género humano.
De cualquier forma, estos últimos 16 años de su vida fueron el colofón a su brillante carrera en los que pudo publicar innumerables obras en las que profundizó en el entendimiento del psicoanálisis, en el mejor conocimiento de la sexualidad femenina, en el concepto de Dios y de religión y también en el concepto de la guerra. En esta época tuvo encuentros con Einstein con el cuál colaboró para estudiar mejor temas humanos sobre la religión y la guerra. En realidad, en su obra de esos años se nota la irrupción del nazismo en Europa y la persecución antisemita.
Como él mismo reconocía en sus escritos, “mi trabajo científico se había fijado la meta de es– 14 –
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No hay duda que los sufrimientos físicos de Freud como la alteración anatómica de su cara, los dolores constantes y las incomodidades ocasionadas por las prótesis internas que portaba sirvieron de estímulo, junto con el hábito de fumar (según el mismo relata), para profundizar mucho más y con más brillantez en el conocimiento profundo de los mecanismos del pensamiento. El rechazar los tratamientos analgésicos a base de morfina hasta los últimos días de su vida hizo que utilizara el dolor y la incomodidad como estímulo para tener mas horas de vigilia. Finalmente, aceptó de forma premeditada el tratamiento de morfina que hizo que muriera en paz en su domicilio de Londres y que también puede servir de ejemplo para desmitificar el rechazo al uso de los mórficos.
El rechazar los tratamientos analgésicos a base de morfina hasta los últimos días de su vida hizo que utilizara el dolor y la incomodidad como estímulo para tener mas horas de vigilia.
Juan José Grau de Castro Universidad de Barcelona Servicio de Oncología Médica Hospital Clinic de Barcelona E-mail: jjgrau@clinic.ub.es
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