O M A L ME L
A N O R T E P S E A T S E Y
A I R O T S I H I M
Contada por:
Mely Petrona Ixcoy Lรณpez
La creatividad, diseño, diagramación, ilustración y proceso metodológico para la realización de este Libro ilustrado, fue llevado a cabo por los estudiantes: Mónica Santillana Diego Samayoa Como parte de la asignatura Diseño Visual 7 del octavo ciclo del año 2020 de la Licenciatura en Diseño Gráfico de la Escuela de Diseño Gráfico de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de San Carlos de Guatemala para la biblioteca Bernardo Lemus. Lic. Jairo Choche Asesor Diseño Visual 7
O M A E LL
A N O R T E P M
M S E TA S E Y
A I R O T S I H I
Escrito por Mely Petrona Ixcoy Lรณpez
Ediciรณn, colaboraciรณn de Vivian Mendoza
dos o t o om c nos l u a i g l c a ue sp e e q n un s s ta da. A o so e r o i l a v o dĂ la nd te e a s t d E ser Ăas n d ca los rez a s p do, ti dĂa en s in ys
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l zna a r u el d e o j a es d t b n a a on t ad r y n a se br nito i m y f e o n i s st e ielo ijos ye c h l esd o e d s H i o o ag nd em h a u r o v q sali ol ser r e m b d o o ,o s, c np . e rtir i c s a i l vivĂ o p e f e Ăą u a es lo q un av o e s d d to la ĂĄs do m n a ce ord ha c e s, r o j e l uy
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Cuando me pongo a pensar en todo lo que me pasó y lo que seguramente está pasando con muchas personas en algún rincón de este mundo, aun no puedo entender como puede llamarse vida a tanto sufrimiento. Recuerdo aquellas mañanas, anhelando ver nuevamente el rostro de mi madre, pero en el fondo sabía que eso jamás sucedería.
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Aquellas noches y días en donde tenía la oportunidad de acompañar a mi padre en el campo, cuidando el rebaño, lo escuchaba maldecir a mi hermano diciendo:
on c a i er b u h on e c t o n n i “S au a í r a t e l l a es -
o, d i b ce
” s o r t o s o n
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Todo eso me ponía muy triste, sin alma y sin vida, sentía que no podía seguir en ese mundo. Yo quería a mi madre de vuelta, hubo momentos donde pensaba que no estaba viviendo y que estaba en un mundo donde reinaba el mal.
D ur ante m uc vida hos , pe año ro s s, pa o lo re Rec saro uerd cuer n va do l rias o qu o qu injus ea a re ticias e esa pasó aliza en m e dad a r las i part , mi acti i lo ú r de m cu ñ a vida nico is seis da m des que años. e ob dom Pero yo q ligab éstic con uerí a as y a er toda , com un j a ju la m ugu o tod g a ryv alda a niñ ete. i vir fe a, d qu l iz en e me e tocó ste m undo. vivir , nun ca co no c í
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ligaba a e Todos los dĂas me ob s de qu e t n a o h c levantarme mu s, us rayo e el sol iluminara con s iedra d p a l n e o o para moler el trig erzas, n u f a Ă n e t moler y, como no t a ba e violen m a l l e , r e c lo podĂa ha olpes. con palabras y con g
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Un día tomó un leño y me golpeo en la cabeza. Empecé a llorar y me gritaba; -“Si lloras, te golpeo más fuerte. No dejes caer tus asquerosas lágrimas en el sagrado trigo”,Cuando llegaba mi hermano del
, a l a m trabajo ella le decía: jer rido u m a a m n u n ” s u e r s a e a n j e a r a m r ie b e u h q a u e T r u t “ -“ q o e c i ab lo ú n
s o yn
Un día, él se levantó enfurecido y con un látigo me golpeo terriblemente, quería salir corriendo a encontrar a mi padre, quería estar en el campo cuidando el rebaño, pero no podía hacerlo, mi hermano me castigaría.
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No entendía como mi cuñada me decía eso, era tan solo una niña de seis años, ni siquiera imaginaba mi vida con un esposo,
fueron tantos años de dolor y pensé en suicidarme.
Sabia c con omo se d migo y n o egollaba a una c o m s i oveja y quería hacer lo m m i h er m , madre ano meno r, para dejar de sufrir. Pero no lo hice, por amor a mi sabía a qu é ella no le gustaría que actuase de esa manera.
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fría de más, y no me Aunque su ás perdonaría jam , tuve que todo tipo maltrato, sin aguantar ra afrontar cada tener voz pa n que me segaba por dentro. situació El 4 de julio de 1941, era mi Cumpleaños número 13.
Como todas las madrugadas, los gallos cantaban y los pájaros silbaban en agradecimiento por un nuevo despertar, sin embargo presentía en el fondo algo muy doloroso y muy desagradable; Ese día, mi padre se acercó a mi y me dijo:
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y e t a t -“Levá ntus cosas ordena a s a r i . y ” a ho s a c a v e tu nu
No entendía lo que pasaba, pensé que iría a la cabaña a cuidar el rebaño y me puse feliz. Recogí mis cosas y llevé un rebozo (chal) que mi madre me dejo antes de partir, era mi tesoro más preciado y salí con todas mis cosas. Al ver a unas personas desconocidas, sentí un dolor insoportable, un dolor que no le deseo a nadie.
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Justo cuando entré a la cocina, mi padre me entregó como un objeto a una nueva familia como esposa, diciendo:
. r a l lev
n e d e u p ra a o l d se baj a ” , á s t a to es r í e t i u n q uy s -“A m o i s r E va o r ie y qu
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Ese día marcó mi vida, fui entregada como una esclava para cuidar la casa y procrear hijos; quería a mi madre de vuelta sabía que ella me defendería.
Al llegar a la nueva familia, mi suegra me trataba como un monstruo, sin hablar de mi esposo, quien me tomó a la fuerza quitándome lo más noble, lo más agrado de mi vida; arrebató la poca felicidad que tenía, él tenía 35 años en esa época.
Era el mayor de la familia y sobre él caía toda responsabilidad, como era usual en todas las familias del medio en esa época y yo que me convertí en su esposa y tenía que cuidar a sus demás hermanos y los que vivían en la familia.
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Un año después, a mis 14 años me convertí en madre y no sabía qué hacer
lloraba amargamente por todo el sufrimiento. A los 30 años era madre de 8 hijos y quedé viuda de un hombre, que a pesar de que me humillaba en muchas ocasiones, me amó y cuidó de mí y de nuestros hijos.
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Con la ausencia de mi esposo, mi suegra controló mi vida como pudo, me pegaba por cada error que cometía al cuidar a sus nietos e hijos;
nunca valoraba mis capacidades. Todos los días me levantaba antes de que el sol diera sus primeros rayos y me acostaba hasta que la luna tomara posesión.
is ez, m d u i v mi os En los años de igad l b o s, ueron cino hijos más grandes f e v s o r con l as por mi suegra a trabaja Much . e r b am ron. a m y con los pequeños vivimos h r e enf veces se
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nfermó y no tenía yores e a m s una sola vestim is hija enta la, tenía r Un día, una de m a d yu a u d n s a e . a C d r u a a a b n do s ed a ningún recurso p u rop a qu p . C a í o o n m r a t a o l d u r o s a e a v l b dolo la y cuando lava a r r a p ella usaba l menor de todos. e ó se secaba yo la i llec ués fa p s e d s a í d margos, sin falleció, n días a sent o r e i Fu a t u c v n e u l n a s aga do, lor, a v lla sin y ayudar a mis hijos, n s de alz z o ar i pr la v oteg erlos.
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Siempre soñé con la protección de mi madre, pero yo que estaba con mis hijos, no los pude proteger, lo único que hacía era llorar por la vida que me tocó vivir y quería encontrar una sola manera de ayudar a mis hijos.
No podía protegerlos de la maldad de mi suegra.
no uérfa h o t casa su nie a a l ó g n i l ee ión: ob ; me darm e a Con el tiempo, mi suegra buscó una soluc u v i q t a rí rna sí yo pod a alte n u —criado como un hijo— a ser mi esposo, a g ella, in n n o o b c u da o, no h n sóli de mi difunto esposo y sus tierras. Ante es ó i c a l e ar tenía un uní a él aunque él amaba a otra mujer y con el tiempo tuve otros cuatro hijos.
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En 1985 enviudé nuevamente. En ese tiempo mi suegra también falleció y quedé libre, podía elegir trabajar libremente y dar alimento y protección a mis hijos. Sufrí con la gente, ya que se aprovechaban de mi situación, me pagaban muy poco por mucho trabajo, pero logré salir victoriosa. Un tiempo después una de mis hijas mayores se embarazó y su pareja no respondió por ella, se acercaba la hora del parto y no tenía los recursos necesarios para ayudarla.
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Mi única alternativa era atender su parto y ese día me convertí en partera; poco tiempo después me uní a un programa de UNICEF que vino a la comunidad y me formé como partera.
q uise ayud a r a los e r p Si em d e m á s y e s a o p o rt u ni d
a d er a perfecta.
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En esa época mis días grises tomaron color. Además de ser una partera, diseñaba y creaba canastos y los vendía. Recorrí todas las aldeas vecinas, caminaba de sol a sol por varias veredas, caminos y carreteras, montañas, campos que hoy siguen guardando mis huellas,
huellas de alegría y aflicción.
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Al fina l
, todas mis acciones recom pensaron lo que un dí a nos faltó: tuvimos comid a en aq uel güipil que sus rasg aduras mostraban mi piel tosta d a p or el sol, se había multiplicado por decenas de güipiles.
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s duros, en los omento m e en hijos por causa del vida ti is dos Pero como toda m a í 4 perd sus destinos pero no encon r a años 2002 y 200 z e tré la er ía end aprendí que con el tiemp o g r alcoholismo, quer o todo ba cesa el amor debe f sin em , o o l n r e r c a o h l orece forma de ol r. ue el d q n u a esté perdido y
A la fecha me he convertido en la abuelita de cientos de niños, jóvenes profesionales y padres ejemplares que por mi profesión de partera, he podido ver.
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Esta profesión no fue fácil, tuve que arriesgar mi propia vida caminando por las noches para atender un parto más, por ello, mis nietos no solo son los de mi sangre, sino todos aquellas criaturas divinas que vi nacer y que bendigo con todo el amor de mi alma.
s cha u m de vida vida a l o a z l i l r a u o s vi to p uraznal, mien i d r Y aquí sentada como siempre bajo el d o rem n cierto e n e i t s e r o y formas y aunque mis hijos ma
do a d u y a n ha que les tocó vivir, me
iz. l e f r a vivi
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AM O
A N O R T PE M E LL
RIA O T S I H S MI E A T Y ES
Con el tiempo todo toma sentido aunque todo estĂŠ perdido y aunque el dolor no cesa el amor debe florecer.