LA COMUNA LIBRE DE BARBACHA Barbacha es una pequeña región de Cabilia, que agrupa 34 municipios (distritos) para 27.000 habitantes. Desde 2012, estas últimas han decidido abandonar el reinado de las personalidades municipales para desarrollar diversas formas de autogestión, principalmente a través de una Asamblea General Abierta (AGO). Matouf Tarlacrea estuvo algunos meses allí en compañía de amigos. Él ha traído al respecto este relato colectivo. Barbacha -Iberbacen, en Tamazight- es una región de la pequeña Cabilia, autogestionada por sus habitantes, desde el final de 2012. “Barbacha no es más que una pequeña ‘mechta’ olvidada a distancia de las riquezas de Argelia”, resume Da Taïeb, un anciano de la comuna. “Es un pueblo pobre, situado en una zona montañosa. No tenemos caminos, ni carreteras. Como en otras regiones, l@s campesin@s y l@s obrer@s de Barbacha luchan día a día para poder llevar una vida digna encarando todas las formas de explotación y de opresión que les impone el estado y el capitalismo. Pero en Barbacha, otra cosa se inventa también. L@s 27.000 habitantes de estos 34 pueblos se auto- organizan efectivamente a través de la Asamblea General Abierta (AGO) de la población de Iberbacen instalada en un edificio ocupado colectivamente. Nosotr@s, en Barbacha, hemos creado esta casa para protestar contra este sistema que nos aplasta sin interrupción. El sistema que nos gobierna actualmente está podrido”, resume Da Taïeb. Él y algun@s otr@s nos han recibido en febrero de 2014 y transmitido los archivos. Estos son algunos esbozos de las sendas trazadas por el pueblo de Barbacha. Los caminos para tod@s ell@s y para l@s combatientes por la emancipación en todo el mundo. Una tradición de insumisión y de autonomía. La región de Barbacha se ubica en la continuidad de las resistencias bereberes a todas las colonizaciones. Y en las de las luchas por la cultura y la lengua Tamazight. Ello se enmarca en la larga historia de las luchas del pueblo cabileño/ cabilense por la autonomía y la independencia. La región cultiva así las prácticas de cooperación y de solidaridad, de insumisión y de insurrección que se transmiten de generación en generación. “Es un movimiento que nació en 1979. Y su lucha por la cultura, por la lengua, por todo continúa. ¡Porque no somos independientes!”, afirma Da Elhamid, un obrero de Barbacha- centro. Como la mayor parte de la Cabilia, la región se sublevó en 2001. Aparte de la obtención de derechos culturales, esas revueltas han permitido a l@s habitantes desembarazarse de numerosas comisarías y gendarmerías que entorpecen toda forma de lucha y de vida social autónoma. Además del hostigamiento, de la extorsión y de las brutalidades sistemáticas, el estado argelino aplica desde hace mucho tiempo a la Cabilia una estrategia de tensión basada en el asesinato y el secuestro de civiles, una forma de contra- insurrección permanente. De cara a este régimen de excepción, el pueblo no se ha dejado hacer. En 2001 éste expulsó así a las fuerzas policiales y militares de la región de Barbacha e incendió sus locales. Mabrouk, un profesor de inglés de la Comuna, explica que la población ha permanecido por lo tanto trece años sin servicios de seguridad, ni gendarmería, ni policía. Trece años durante los cuales no se ha cometido ningún delito o infracción.
Amazigh, un joven de la región estima así que la gendarmería “no sirve para nada. Al contrario, oprime. No está ahí por nuestra seguridad. Desde hace doce años, estamos organizados en comités de pueblo. Cada pueblo garantiza su seguridad, mediante sus habitantes.” Es dentro de esta experiencia de autodefensa colectiva que han surgido nuevas formas de auto- organización comunal. Mabrouk amplía: “Estamos organizad@s. Cada pueblo debe tener un responsable. Y la gente del pueblo se organiza junta. Si hay un enemigo que quiere entrar, preparamos un puesto de seguridad, de noche, nos organizamos con la ayuda de todo el mundo, con equipos.” Él cuenta que al cabo de cuatro años, la gente se ha acostumbrado a vivir sin estos equipos de seguridad. “Pero cuando hay un problema, todo el mundo acudirá, todo el mundo se organiza y lucha.” En Barbacha, no hay tampoco tribunales del estado: la justicia se restituye según el modelo tradicional de los Aarchs, los consejos de sabios. El cierre de la Daïra y su reemplazo mediante la Asamblea General Abierta. El conflicto directo con el estado argelino y sus estructuras regresó aún más durante la preparación de las elecciones municipales de noviembre de 2012. En esta época, el perfecto valí [gobernador/ santo/ representante de dios] Hemmou Hmed Et- Touhami se negó en efecto registrar la lista del PST apoyado muy ampliamente por l@s habitantes de Barbacha. Est@s últim@s decidieron entonces pelear para que fuera registrado. Y lograron ganar la causa. En las elecciones del 29 de noviembre, el PST obtiene finalmente el 39 % de los votos, con seis elect@s de quince. Claramente, la lista era mayoritaria. Excepto que los otros cuatro partidos en liza establecieran entonces una alianza para imponer otro alcalde, Benmeddour Mahmoud, del RCD. Y eso, a pesar de la existencia de una ley que estipula que corresponde a la lista que haya obtenido más del 35 % de los votos proponer el/ la nuev@ alcalde/ alcaldesa. La elección se mantuvo sin la presencia de l@s miembr@s de la lista PST, que no habían sido informad@s. Esta “deshonesta alianza”, como la han llamado l@s habitantes de Barbacha, reúne al RCD, el FLN, y el FFS, partidos que se suponen opuestos en su pugna por el poder del estado. La población de Barbacha se subleva entonces contra esta manipulación. Bloquea [cierra] la Daïra, después la alcaldía, y ocupa colectivamente la sala de fiestas para crear la Axxam n Caab –la casa del pueblo- donde se reúne desde entonces la AGO de los pueblos de Barbacha. Una bandera la preside: “Viva la lucha, puesto que sólo la lucha recompensa”. En el seno de esta asamblea, solamente el alcohol, las drogas y “la falta de respeto” están prohibidas por decisión colectiva. Da Taïeb explica el funcionamiento: “cuando hay un problema, nos reunimos, se toman las decisiones, nuestra palabra fluye, es nuestra fuerza, la ley del pueblo. (..) Esta casa, la conseguimos con nuestras fuerzas. Nadie puede cerrarla, y aquí se habla de lo que se quiere, decimos lo que queremos. Cualquier cuestión de alguien nos pone en marcha.” Da Elhamid, el soldador, añade: “Todo el mundo tiene derecho a la palabra. Y hay gente aquí, que son voluntari@s, es la democracia, la verdadera democracia, porque proviene del pueblo (…) Nos organizamos para las manifestaciones, para las colectas, para todo, todo, todo. Hay que combatir siempre.” Mabrouk, un profesor de inglés de unos treinta años, precisa: “Luchamos contra la corrupción, por la dignidad del pueblo.” Encaran el “poder del estado” que les describe
como “una mafia de jóvenes que pasan la noche en una casa”. Mabrouk explica que vienen a la Axxam n Caab “campesin@s, intelectuales, artistas”. “Es un lugar libre al 100 %: no hay una corriente, ni religiosa, ni política, en el interior de esta casa, no hay ideas del PST ni de la alianza ni del FFS, pero sí pueblerin@s, habitantes.” Tras cada asamblea, alguien se encarga de la escritura de un comunicado que se reparte en las prisiones, a l@s ciudadan@s, y se pega sobre todas las paredes de los pueblos de la comuna. Él mismo es enviado como servicio de seguridad. “¡Porque lo hacemos a escondidas!”, confiesa Mabrouk. He aquí un extracto de todo el primer comunicado de la AGO, difundido y fijado en los pueblos de la comuna: “Nosotr@s, ciudadanas y ciudadanos de la Comuna de Barbacha, organizad@s en Asamblea General Abierta, reafirmamos con fuerza nuestro rechazo de la instrucción de Ould Kablia, denunciamos enérgicamente el clientelismo que abre la vía y consideramos que el PV de la instauración del pseudo alcalde por el valí de Bugía (provincia de Bugía) en la fecha 17/ 12/ 2012 es nulo y sin valor. (...) Por otro lado, tenemos como únic@s responsables a los poderes públicos y a l@s elect@s de susodicha coalición en lo que respecta al empeoramiento de la situación (bloqueo de la Daïra y de la alcaldía, tratamiento de l@s trabajadores/ as comunales/ municipales, etc.) Nos reservamos también el derecho de iniciar acciones de gran envergadura. (...) VIVA LA VOLUNTAD POPULAR, PERMANECEMOS SOLIDARI@S Y ¡VIVA LA LUCHA!” Comunicado nº 1 de la Asamblea General Abierta de l@s habitantes de Iberbacen, 26 de diciembre de 2012. Poco a poco, la AGA de l@s habitantes de Barbacha remplaza la gestión centralizada y autoritaria de la alcaldía. Se restringe el acceso en la lucha contra el estado, se extiende poco a poco hacia los diferentes dominios de la vida colectiva. Un recorrido por el fundamento anclado en una historia particular. Autonomía de la lucha y lucha por la autonomía Es en el combate contra la instauración de un alcalde fraudulento por el estado y los grandes partidos que se autoorganiza la Comuna de Barbacha. Es entonces, cuando el estafador trata de instalarse en la Asamblea Popular Comunal/ Municipal (APC, dicho de otro modo la alcaldía), acompañado de un alguacil de justicia, que la multitud se congrega una primera vez para impedirle acceder. Determinad@s a solucionar definitivamente el problema, l@s habitantes deciden bloquear todo acceso a la alcaldía. Centenares entre ell@s, incluid@s militantes del FFS y del RCD en desacuerdo con l@s elect@s de sus partidos, se movilizan día y noche, ocupan y bloquean todos los servicios municipales (estado civil, etc.) e impiden la menor reunión de l@s elect@s títeres. “El interés de la comuna, que está en estado de estancamiento, pasa delante de todo otro interés, y nuestro interés a día de hoy es reconducir Barbacha sobre sus raíles [a su camino]; y eso pasa simplemente por la dimisión de tod@s l@s elect@s”, anuncia el segundo comunicado de la AGO (30 de diciembre de 2012). El comunicado nº 3 apunta, respecto a ello, las estrategias de empeoramiento ejercidas por el estado en contra de la población, con el fin de crear divisiones entre l@s movilizad@s. Este texto llama a la
vez a la disolución de la APC, al nombramiento de un jefe de Daïra provisional para gestionar los asuntos administrativos y a una concentración el 5 de enero en la sede del Valiato en Bugía. La asamblea firma: “A los pueblos y poblaciones del mundo en lucha por su soberanía real: buen y feliz año 2013 de luchas solidarias y de conquistas.” Para viajar a Bugía, es necesario recorrer unos cuarenta kilómetros. Paso completamente desencaminado. La manifestación del 5 de enero de 2013 reunió sin embargo más de un millar de personas. L@s protestantes bloquean una de las principales arterias que dirige Bugía para exigir la organización de nuevas elecciones. Esta manifestación marca también el comienzo de la implicación efectiva de l@s habitantes de otras comunas [municipios] en otros valiatos. Una solidaridad tanto o más valiosa que los procedimientos judiciales que han sido arrojados contra l@s militantes acusad@s de bloquear la alcaldía. El comunicado nº 4 expresa que en este espacio de autonomía de las luchas, emergen nuevas formas de organización colectiva: “Inscrito su combate en este período, la AG (…) ha formulado las siguientes propuestas: · Refuerzo de su auto- organización para la integración de más delegad@s y voluntari@s de todos los pueblos y su reparto en comisiones, en función de las tareas a cumplir y de las reivindicaciones a llevar a cabo y a hacerse cargo; · Mejor organización de las acciones de voluntariado concernientes a la vigilancia y la guardia, la recogida de las basuras, principalmente a la altura de Suq n Tlata; · Encargarse de las averías q suceden en las diferentes redes: de la alimentación y el agua potable, del saneamiento, de la iluminación pública, etc.; · Actividad científica y cultural de las noches, tras los trabajos de la AG; · Puesta en cuarentena de l@s elect@s de la vergonzosa alianza con la exigencia de su dimisión en un plazo de 24 horas, denuncia de sus soci@s [patrocinadores/ as] y apoyos, así como de tod@s l@s autores/ as de las distintas tentativas de manipulaciones- instrumentalizaciones e intimidaciones a estudiantes de liceo [instituto] (y de otros estudios) y a trabajadores/ as comunitari@s (municipales); · Construcción de una huelga general y otras acciones de envergadura.” Desde ese momento, la AGO no es tan sólo un lugar de organización de la lucha y de la resistencia. Se convierte cotidiana y se hace cargo de los diversos aspectos del funcionamiento de la comuna: recogida de residuos, distribución del gasoil en las escuelas, limpieza… Mabrouk, el profesor de inglés, evoca también a l@s trabajador@s de la APC que no han sido pagad@s desde hace cuatro meses: “Hay gente que tiene cuatro, cinco o seis niñ@s. Para ocuparse de ell@s durante cuatro meses, nos hemos organizado para encontrar el dinero y la alimentación, responder a sus necesidades… Hay por otra parte enferm@s que han necesitado un pasaporte para desplazarse a Francia o Bélgica para su atención [médica], y hemos tenido también que hacernos cargo de ello. Así como del funcionamiento de las escuelas, con el gasoil, con los comedores.” Son l@s mism@s comerciantes y l@s habitantes quienes colectan para financiar ciertos proyectos, cuenta Mabrouk: “Es así, de este modo, que hemos estado
trabajando hasta hoy. Hay siempre asambleas, es un trabajo de solidaridad. Queremos hacer una APC del pueblo y no una APC del poder.” Esta ocupación manual colectiva de organización de la comuna conlleva una forma de radicalización revolucionaria. En su “Carta abierta a todas y a todos” del 22 de enero de 2013, la AGO comunica: “Nosotr@s no reservamos ningún esfuerzo por establecer todos los puentes necesarios en la ampliación de nuestro movimiento a todo el pueblo argelino en lucha por una verdadera revolución social emancipadora, en condiciones de unir nuestros múltiples descontentos, oh tan legítimos, y nuestras acciones. En Sidi Buzid... eso fue un suicidio. En Barbacha... es un brillo de esperanza que se pone en marcha.” El 26 de enero de 2013, los seis electos legítimos del PST y el electo del RND dimiten y devuelven sus mandatos a la Asamblea para proceder a la disolución de la APC y provocar la convocatoria de nuevas elecciones. La Asamblea decide también reclamar la dimisión de toda la prefectura [delegación de gobierno]. En su comunicado nº 6 del 29 de enero de 2013, se apela a la población de Barbacha y “a toda persona convencida de la justicia de nuestra lucha, allá de dónde proceda” a una huelga general en el territorio de la comuna el 31 de enero, con “cierre de todos sus accesos entre medianoche y las dieciséis horas”. Concluye el comunicado con estas palabras: “Viva el pueblo organizado y consciente. Viva la solidaridad popular. Estamos en marcha”. Pero el 30 de enero, el local del FLN es incendiado. Reivindicando una estrategia que denomina “pacífica”, la AGO condena esta acción que percibe como una provocación del estado para justificar la represión. El comunicado nº 7 del 30 de enero de 2013 proclama así: “Les decimos a todos los hamamistas, enemigos de la base del pueblo, que este tipo de actos no hará más que reforzar nuestra determinación en combatiros, a vosotros y a vuestros patrocinadores, hasta la victoria. Nuestra lucha no es ni tribal, ni individualista. Es una verdadera lucha de clases que se desencadena en Barbacha. Es la voluntad del pueblo contra la voluntad del poder burgués y mafioso que, en lugar de ponerse al servicio del pueblo de base, se oferta como lacayo del capitalismo mundial e imperialista”. El régimen de excepción aplicado desde hace mucho tiempo en Cabilia y los regímenes de terror represivos desplegados durante las primaveras bereberes y los años 90 han dejado cicatrices indelebles en la relación que mantienen los movimientos de lucha argelinos con el uso de la violencia. En Barbacha, la mayor parte de la población –que participó en incendiar las comisarías trece años atrás- parece preferir las ocupaciones y bloqueos de los edificios, carreteras o ciudades así como las marchas masivas y la huelga general. Pero en los debates entre habitantes a los que hemos asistido, l@s partidari@s de la insurrección armada, si bien minoritari@s, no son estigmatizad@s ni dad@s de lado. Ell@s son respetad@s, considerad@s en su partido e integrad@s en la lucha. Parece que predomina una voluntad de minimizar el empleo de formas de violencia en parte recuperables por el poder, en parte susceptibles de justificar la remilitarización del territorio, todo ello asumiendo completamente todas las formas de acción directa ofensiva cuando la situación lo requiera. Es, por ejemplo, la postura de un joven anarquista de Barbacha, muy implicado en la Asamblea y que prefiere eso que él
llama la “no violencia”, “igual que si durante mis intervenciones en el seno del movimiento, defiendo a veces la idea de utilizar la violencia, como por ejemplo hacer arder las urnas el próximo 17 de abril (fecha de las elecciones presidenciales), voy a ver la expresión de las secuelas psicológicas de los movimientos pasados, como el de 2001. El hecho de ver un gendarme [policía militar] nos da el deseo de quemarlo todo”, resume. En Barbacha, estos debates parecen alimentar al movimiento más que dividirlo. La huelga general del 31 de enero es un acontecimiento. Durante el encuentro popular al final de la jornada, la población, muy numerosa, decide organizar una marcha después de una sentada delante de la wilaya de Béjaïa el 3 de febrero. La AGO siguiente le añade “una acción más radical, a saber el bloqueo de la ruta de tráfico al nivel de las dos entradas de Béjaïa”. Cada una de estas acciones es seguida masivamente, pero no son suficientes para hacer doblegarse a la Prefectura [delegación de gobierno]. En su comunicado Nº 9 del 4 de febrero de 2013 la asamblea recuerda por lo tanta el riesgo de “un baño de sangre fratricida entre Barbacheses” [barbachan@s,… -gentilicio-] si las reivindicaciones de la población no son entendidas. Frente a las “mascaradas” de un poder que persigue la criminalización, la asamblea se asume como un órgano de autogestión popular: “Nuestro movimiento es celoso de su independencia. Está por encima de todo partido y de toda lógica partidista. Tomamos todas nuestras decisiones en democracia (directa, quisiéramos decir) en una Asamblea general abierta que hemos adoptado como marco popular de nuestra organización consciente (…). Os impedimos juzgar nuestra forma de lucha. Ya hemos declarado antes que hemos superado el estadio de disturbio. Nuestro movimiento es altamente pacífico y de una madurez ejemplar.” El 11 de febrero l@s opositores/ as minoritari@s a la AGO intentan una nueva forma de entrar en la APC para restituir al alcalde “mafioso”, pero son de nuevo retenidos por la población que bloquean el acceso al ayuntamiento. Como reacción, la Asamblea llama a una nueva reunión delante de la Wilaya el 17 de febrero. El prefecto [representante del estado en el departamento] consiente entonces reunirse con l@s representantes de la AGO y del PST. En el transcurso de esta reunión, es tomada la decisión de reabrir la daïra, pero sin su inquilino oficial, y de confiar los poderes administrativos limitados al Secretario General de la daïra, Toufik Adnane. Este último es encargado por la Asamblea de gestionar los “asuntos ordinarios de la comuna”, es decir, principalmente los dosieres administrativos, el pago a l@s emplead@s municipales, así como del registro de las actas de nacimiento y defunción (de las cuales la población tiene necesidad para hacer valer sus derechos). En consecuencia, l@s representantes de la AGO deciden anular la concentración prevista para el 17 de febrero. Pero prevén una nueva marcha “pacífica” y una acampada delante de la sede de la wilaya el 24 de marzo. Ese domingo 24 de marzo marca un punto de inflexión. Frente a un@s 2000 manifestantes bloqueando la sede de la wilaya en Béjaïa, el valí hace presentarse a la policía anti- disturbios, la cual interviene con una brutalidad extrema, hiriendo a numerosas personas – un joven tiene incluso las piernas rotas. Veinticuatro personas son arrestadas, uno de los cuales es Sadeq Akrour, el intendente del PST, que no es flojo, la cabeza vendada por la serie de golpes recibidos, que al cabo de 24 horas, gracias a la presión y bajo las ovaciones de cientos de personas venidas a
esperar su suerte. El 25 de marzo, la AGO decreta otra vez la huelga general en Barbacha para ir a reclamar a l@s camaradas detenid@s la víspera en Béjaïa. La emoción es considerable en Cabilia como en todo el país. Tanto que hasta el mismo momento se difunde la noticia de que el gobierno mandará a la policía contra las manifestaciones de desemplead@s que se desarrollan en el sur. “De esta forma, tod@s en lucha por la liberación sin condiciones de nuestr@s 6 camaradas afectad@s por el control judicial, es más que nunca urgente encontrar nuevas formas de lucha, hasta imponer la consecución de las reivindicaciones principales”, alardea el comunicado nº 20 del 26 de marzo. La movilización no disminuye. El domingo 31 de marzo, centenares de habitantes de Barbacha se manifiestan de nuevo delante del tribunal de Béjaïa donde seis de l@s suy@s debían comparecer. Exigen la anulación de las persecuciones judiciales. Y anuncian para las siguientes jornadas iniciativas nacionales con el propósito de exigir la disolución del consejo municipal y nuevas elecciones. La AGO llama del mismo modo a la huelga general en Barbacha y a una concentración delante del tribunal de Béjaïa para el 9 de abril, fecha del procesamiento de l@s 24 arrestad@s. Más de 1000 manifestantes se concentran delante del tribunal para protestar y la huelga general es seguida masivamente. Todo aquello empuja a la población a desarrollar nuevamente las formas de su autoorganización. El comunicado nº 23 del 11 de abril de 2013 enuncia así: “El camino es otra vez largo y difícil. Por eso, el refuerzo de la auto- organización de la población debe ser nuestra tarea permanente: consolidar los comités de villas existentes y poner el pie de nuevo en las villas y barrios aún no organizados. Ya que si la reanudación relativa del funcionamiento de la Daïra y del Ayuntamiento constituyen un avance importante de nuestro combate, nuestro objetivo estratégico reside en el desarrollo real de nuestra Comuna (…) Esta es nuestra verdadera batalla: mina de Buâmran, mini- presas, gas ciudad, liceo [instituto], CEM de Tibkirt, RN 75, caminos de wilaya y municipales, teléfono e Internet, máquinas [aparatos], agricultura y bosque, juventud y ocio, etc. Una verdadera sinergia de la gente llana [gente del pueblo, de base, de abajo] es más que indispensable para ir hacia delante y conseguir esta obra.” Los 19 y 20 de abril, la Asamblea se encarga de organizar las festividades de conmemoración de las primaveras bereberes [árabes] de 1981 y 2001. Es en este contexto que emerge y se refuerza la idea de que una asamblea popular es la mejor y el medio más legítimo de regular los problemas de l@s habitantes y de mejorar colectivamente sus vidas. En su comunicado nº 26 del 20 de mayo de 2013, la AGO partía así de su convicción de que el nombramiento del Secretario General para la gestión de la Daïra no aporta las soluciones requeridas por la población. Y la Asamblea denuncia “toda tentativa de querer restituir al alcalde de la alianza y su equipo, en perspectiva de ubicarse en el control de nuestra gloriosa comuna”. Exactamente encabeza: el 22 de mayo, Mohamed Benmeddour, su equipo y l@s miembr@s de “la alianza” intentan de nuevo entrar en el ayuntamiento. Pero son nuevamente cazad@s por la muchedumbre. La Asamblea se pronuncia sin embargo a favor de una concesión: la reapertura del ayuntamiento. Se trataba tanto de gestionar los “asuntos corrientes” como de hacer callar a “l@s detractores/ as”.
Durante el verano, la wilaya obstruyó los poderes de firma del Secretario General – las únicas financiaciones que la wilaya dejó a su disposición son para “una valla” destinada a proteger la daïra así como los medios para reinstalar una gendarmería [policía]. La Asamblea General puso entonces en entredicho la mala voluntad de la Wilaya, subrayando que la población ha puesto de su parte para aceptar hacer concesiones (la reapertura del ayuntamiento principalmente). En su comunicado del 21 de septiembre, la AGO denuncia de este modo: el funcionamiento limitado a su estricto mínimo de los servicios municipales; el hecho de que l@s trabajadores/ as municipales reciben su sueldo a cuenta gotas, cuando ell@s tienen la oportunidad de tocarlo tras meses de retardo; la negativa de la wilaya de aprobar el presupuesto de 2013 (es quien bloquea la tesorería municipal); la apuesta por la interrupción de todas las obras, especialmente aquella del liceo [instituto]; el fin del transporte escolar (puesto que l@s transportistas debidos a tal función no han sido pagad@s, igual que l@s proveedores/ as de los comedores escolares); la “ocupación de los locales municipales por la gendarmería [policía]”… Fue necesario esperar al 1º de octubre para que el Secretario General fuese por fin autorizado por el ministro del Interior a repartir el presupuesto y pagar a l@s emplead@s municipales. Pero durante todo el otoño de 2013, la “deshonrosa alianza” intentó de nuevo numerosas veces reinstalarse en el ayuntamiento. Cada vez, el pueblo de Barbacha, unido y determinado, lo impidió. Para hacer comprender la creciente oposición de la población a la instalación del alcalde, un gran encuentro popular es organizado el 29 de noviembre de 2013. Un millar de habitantes participaron, votando a mano alzada contra “la deshonrosa alianza”. “A cerca de más de un millar de personas, respondiendo a nuestro llamamiento, solas tres manos, y de nuevo (como por ironía), son alzadas a modo de aprobación de la instalación del famoso alcalde de la vergonzosa alianza RCD- FLN- FFS, Mohammed (alias Mahmoud) Benmeddour, que nos había invitado generosamente a tomar la palabra. “Era un verdadero referéndum digno de una democracia popular directa real, jamás conocida en otra parte”, constata el comunicado nº 32 del 6 de diciembre de 2013. La lucha no se doblega. Pero las reivindicaciones en dirección hacia el Estado y los poderes públicos para el cese de las persecuciones judiciales, la disolución de la APC y el desembolso de fondos destinados a desarrollar la comuna no se obtienen en tanto que se gane la causa. Las perspectivas más radicales emergen entonces entre la población. ¿Y si la asamblea popular remplazara definitivamente al ayuntamiento? El combate por nuevas elecciones y por hacer posible un ayuntamiento “legítimo” se acompaña de numerosas concesiones. Comenzando por la vuelta de la gendarmería [policía], incluso si ésta es mantenida con la discrepancia de la comunidad y se abstiene de todo conflicto. Mabrouk confiesa que el Estado ha justificado la restitución de la gendarmería [policía] como una medida de protección de la población contra el “terrorismo”. Por su parte, Da Elhamid precisa que hace todavía poco tiempo, los gendarmes [policías] nos habrían involucrado en esta discusión: “Nada ha cambiado, es siempre el mismo sistema, porque los mismos gendarmes [policías], son los gendarmes [policías] coloniales”.
La restitución de la gendarmería [policía] no es la única concesión. Los habitantes que son favorables a la celebración de nuevas elecciones consideran también devolver la casa del pueblo a la APC como gesto de buena voluntad. Esto es lo que resume el comunicado nº 30: “Si en esta lógica de pacificación y de avances sobre el desbloqueo definitivo de este conflicto, la entrega de la sala de fiestas (Axxam n Caâb) a la Comuna (nadie cuestiona su carácter de bien comunitario) puede ayudar al refuerzo de esta dinámica, estamos listos para hacerlo. Aunque los poderes públicos supieran que es gracias a esta sala que el movimiento se ha vuelto pacífico y dominado por la sensatez. En todo caso, el Secretario General debe ponerla a nuestra disposición cada vez que sea necesario. En su defecto, cada un@ asumirá sus responsabilidades. (…) No somos ni terroristas ni cobardes. Somos aventurer@s planificadores/ as y estamos organizad@s conscientemente con la única meta de permitir a nuestra comunidad tener su parte de desarrollo y a nuestra digna población tener los medios de asumir su pleno deber de contribuir a la verdadera emancipación de nuestro preciado país Argelia y en último lugar en la construcción de la apertura universal que es la emancipación de toda la humanidad.” Un ayuntamiento, incluso de extrema izquierda y sinceramente comprometido con l@s habitantes, no puede hacer otra cosa que cambiar radicalmente la vida de sus gentes. Deja un administrador, una jerarquía, un eslabón en la red de los poderes del Estado y del capital. Representa al pueblo porque no es el pueblo. El alcalde Saddek Akrour resumía así el rol atribuido por el Estado al PST cuando gestionaba el ayuntamiento durante el mandato precedente: “Nos hemos recuperado del golpe como correa de transmisión de las negativas públicas entre los beneficios petroleros y las empresas privadas.” En este contexto y puesto que las reivindicaciones de base por el desarrollo económico de la comunidad han quedado como papel mojado, un número creciente de habitantes tomaron conciencia de que la Asamblea no debería reducirse a una herramienta de lucha, sino que podría convertirse en una estructura de autoorganización política, económica y social permanente. A finales del mes de diciembre de 2013, el Estado no había satisfecho aún las reivindicaciones por las que la AGO había concedido el retorno del jefe de la daïra. El bando de los y las que pensaban que la Asamblea popular debería reemplazar definitivamente a toda forma de poder del Estado se vería de nuevo reforzado. Da Taïeb, al que nos reencontramos en febrero de 2014, aquellas semanas antes de las elecciones presidenciales, resume así su estrategia: “Hacía falta destruir todo el sistema argelino. No se trataba de Bouteflika, de su ministro o de su valí: hacía falta destruir todo el Estado. Hay generales que viven (bien) en Argelia, mientras la gente no tiene nada. Estado rico, ¡pueblo pobre! Es por eso que la gente se subleva. Por recuperar sus derechos. ¡Porque hay una forma! Es la hoggra. Mira, un diputado gana 35 millones al mes, más las dietas, más el pasaporte internacional, mientras que un/ a emplead@ municipal ¡percibe solamente 15.000 dinares! (…) Somos contestatari@s, deseamos que otros pueblos que están marginados como nosotros, vienen a nuestra ayuda, que nos unamos, que nos ayudemos l@s un@s a l@s otr@s.” Es interrumpido por su amigo: “Lo que nos interesa no son las elecciones, es unir (…) para luchar contra este sistema”. La reflexión sobre las elecciones y los partidos políticos efectivamente ha evolucionado entre l@s habitantes de Barbacha, quienes han inventado una manera de gestionarse a sí mism@s y sus vidas. La posición de soldador es clara: “Los partidos, no me gustan. Porque los partidos, tú impulsas a alguno, y una vez que está en la cima, ya está, el rey ha muerto, vive el rey, es siempre así. Porque ya
he pasado tiempo en partidos políticos, pero nada interesante, tan pronto como uno se alza, así sea un diputado o un alcalde, una vez que ha subido, ya está, ya no le oyes más hablar, y el día en que necesite de la gente, volverá, lloriqueará. Vamos a hacer esto, vamos a hacer lo otro… y al final, nada de nada. Esa gente no se interesa más que por el poder y el dinero.” Encarando al Estado y al capitalismo que destruyen su territorio y su existencia, el pueblo de Barbacha dirige una lucha sin tregua por una vida digna. A través de prácticas de solidaridad y resistencia colectiva, inventa día a día las bases de una sociedad emancipada. Como otras antes que esta, principalmente en Chiapas, no persigue adueñarse de un poder estático, sino que lo diluye, junto con el capitalismo, en las formas de autoorganización confederadas, de las Comunas. Como l@s zapatistas, saben que la solidaridad es un arma cuando coordina las luchas entre ellas. Es la conclusión del soldador: “había que luchar, aquí donde estamos. Si todo el mundo lucha unido, en Francia, en Marruecos, aquí… podemos mejorar las cosas”. El viejo Da Taïeb lo asegura: “Sol@s, l@s habitantes de Barbacha no podrían echarles. Por lo tanto, buscamos un gran movimiento, un buldózer, para destruirles.” Los autores de este texto han realizado igualmente un video sobre el asunto. (Realización: Matouf Tarlacrea). [ ] = notas de traducción