La Cultura Chavín, tuvo una gran expresión artística representados en las esculturas de su templo, las más relevantes fueron las Cabezas Clavas y el Lanzón Monolítico. El sitio arqueológico de la cultura Chavín debe su nombre a la cultura que se desarrolló entre los años 1200 y 400 a.c en este valle alto de los Andes peruanos. Este antiguo lugar de culto es uno de los primeros y más conocidos sitios precolombinos. Su aspecto es llamativo, con el complejo de terrazas y plazas, rodeadas por estructuras de piedra labrada, y principalmente la ornamentación zoomórfica.
El pueblo de Chavin de Huántar, se encuentra ubicado en el Callejón de Conchucos en el lado oriental de la Cordillera Blanca, en la confluencia de los ríos Mosna y Huachecsa, afluentes del río Marañon; en el actual distrito de Chavin de Huántar, en la provincia de Huari, en la región Ancash en un valle alto de los Andes peruanos, a una altitud de 3.177 m se construyó cerca de una de las más antiguas conocidas y admiradas sitios prehispánicos. Este sitio da nombre a la Cultura Chavín, una de las antiguas civilizaciones de América del Sur, que se desarrolló aproximadamente entre 1500 y 300 aC. Se precedió a las primeras civilizaciones regionales, Como las Culturas Salinar, Lima y Nazca. Visitado en forma regular por los viajeros durante el siglo XIX, Chavín fue excavado en 1919 por el arqueólogo peruano Julio C. Tello, cuyo trabajo contribuyó a la reputación internacional del sitio. En 1945, una buena parte de los monumentos estaban cubiertos por un deslizamiento de tierra desastroso. Por otra parte, Chavín fue afectada por un terremoto en 1970.
La Cultura Chavín fue una sociedad de clases, sacerdotes y guerreros acumulando recursos, mientras que las personas eran explotadas para producir más. La mayoría de negocios que destacaron en la comunidad terminaron convirtiéndose en líderes, jefes, oficiales. Estos líderes obligaron a la comunidad a producir más y terminan imponiéndose a los demás a través del conocimiento de la naturaleza “Sacerdotes.” Los líderes de la Cultura Chavín han logrado construir grandes edificios en honor de los dioses. La razón principal para el progreso de Chavín de Huantar fue una agricultura moderna, productiva e innovadora.
Los sacerdotes: la casta sacerdotal eran los especialistas, científicos que dominaban la ciencia de la astronomía, lo que les dio una gran influencia y poder, técnicos agrícolas eran también geniales “ingenieros hidráulicos”. Nobleza Guerrera: Fue el encargado de contener el embate de las invasiones y disturbios en las regiones de la cultura Chavín. La compañía mantuvo la hegemonía, ya sea para proteger su modus vivendi, tenía un ejército capaz de garantizar las condiciones necesarias para su desarrollo. El pueblo: Fueron las masas populares que tuvieron que pagar tributo a los dioses y gobernantes.
Los historiadores pueden concluir a través del arte de la cultura Chavín que había deidades adoradas, eran politeístas. La deidad principal es un animal de gran tamaño como las serpientes con pelo y colmillos largos, esto fue considerado para equilibrar las energías opuestas. Había varias otras deidades que fueron adoradas por el pueblo de la cultura Chavín, incluyendo una deidad representada por la comida a través de un caimán, y una deidad del inframundo ilustrado como una anaconda. Otra deidad popular, que es comúnmente asociado con varias otras culturas, tales como el antiguo Egipto, era el dios-gato. Poco se puede determinar sobre el dios-gato de acuerdo a la cultura Chavín, debido a las múltiples representaciones de felinos en otras sociedades religiosas antiguas.
También se encontraron en sus esculturas imágenes representando a aves andinas como el cóndor y halcón.
Sus principales actividades económicas en el comienzo de la civilización de la cultura Chavín fueron la recolección de plantas silvestres y cazar animales. Los habitantes de la cultura Chavín tenían una agricultura muy desarrollada,
el maíz que era su principal fuente de alimento, así como la calabaza, el fréjol, el algodón, la papa, la quinua y el maní. Su ganadería se basa en la crianza de auquénidos como la llama, alpaca y cuyes.
Su arquitectura se caracteriza por la construcción de una serie de terrazas y plazas construidas con piedras unidas formando una compleja red de galerías, y la decoración esculpida de los megalitos adornados inmensos. El carácter predominante ceremonial y cultural del complejo Chavín todo está muy claro. El “proyecto arqueológico de Chavín“, que desde 1980 ha sido el foco de los esfuerzos conjuntos por parte de la Universidad Federico Villareal y la Fundación Volkswagen, ha hecho posible la reanudación de las excavaciones y salvaguardar el plan para el sitio bajo la supervisión del Instituto Nacional de Cultura.
El templo de Chavín de Huantar fue construido en dos etapas: Primero se levantó el Templo Viejo o Castillo (900 – 500 a.C.), siguiendo un patrón arquitectónico muy especial, en forma de U. Una laberíntica red de galerias subterráneas se distribuye en el interior, con celdas que contienen pequeños nichos en las paredes y unas clavas salientes que se presume sirvieron para sostener algún tipo de iluminación. Ubicado en el centro de la red galerias, se encontró el objeto principal de culto: el Lanzón, que simbolizaba una divindad. En la Segunda Etapa (500 – 200 a.C.) se contruyó el Templo Nuevo, con una estructura más amplia. Está precedido por lo que se han denominado el Pórtico de las Falcónidas, debido a los grabados que hay en las piedras que lo conforman. Este edificio se une, a través de una serie de escalinatas, con la Plaza Hundida, en cuyo centro probablemente se erigía el Obelisco Tello.
Las esculturas en bajo relieve sobre losas, dinteles y columnas se caracterizan por un repertorio esencialmente zoomorfos (jaguares, serpientes, cóndores, caimanes), al que se añaden los rostros humanos aquí y allá. Las Cabezas Clavas una especie de ménsula redondo grabado en las piedras de la pared (uno de los cuales sigue existiendo in situ en la pared del ‘Castillo’ en el flanco sur del templo) son una de las creaciones más apasionantes del arte monumental de la cultura Chavín. El Lanzón Monolitico hecho de granito de más de 4 m de altura , la Estela de Raimondi, un bloque de 2 m de diorita, el Obelisco Tello, etc
La cultura Nazca se desarrolló en el valle de río Grande en la provincia de Nazca (actual departamento de Ica). En su momento de mayor florecimiento se extendió desde Chincha, al norte, hasta el valle de Acarí por el sur, en la provincia de Caravelí (Arequipa). Esta cultura fue descubierta por Max Uhle en 1901. Cronológicamente, se ubica en el Periodo Intermedio Temprano, entre el año 10 a.C. hasta los años 700 d.C.
Su asiento principal fue Kawachi, primera ciudad del Perú, en la provincia de Nazca, extendiéndose luego por los valles de río Grande, Ingenio, Ocucaje en el valle de Ica y Topará al norte de Chincha y el valle de Acarí por el sur. Nazca es un valle en medio del desierto. Allí fructificó una agricultura gracias a la construcción de numerosos canales y acueductos subterráneos que permitieron aprovechar racionalmente el agua subterráneo, los manantiales, puquios o el caudal de los ríos, en épocas crecientes. Algunas de las obras continúan siendo utilizadas por los agricultores actuales.
Los habitantes de la cultura Nazca fueron grandes agricultores. Irrigaron las desérticas tierras mediante canales superficiales y acueductos subterráneos. También las abonaban para hacerlas más fértil, a falta de campos agrícolas construyeron andenes en las faldas de los cerros. Sin embargo lo que más llama la atención en esta tecnología agrícola, es en ser los únicos en el Perú prehispánico y en el mundo en construir acueductos. Eran verdaderas vías subterráneas con ventilación, por donde circulaba el agua siguiendo distintas direcciones y pasando aún por debajo del lecho de los ríos. ¿Cómo fueron construidas estas maravillas del Perú Antiguo?. Según los expertos, se seguían los siguientes pasos:
1. Abrían respiraderos verticalmente, de trecho en trecho, a una distancia de 20, 30 ó 50 metros. Su profundidad variaba en 3 y 7 metros, tenían un diámetro de aproximadamente de 1 metro. Luego lo revestían con piedras o palos de huarango. 2. Cavaban horizontalmente los túneles o las galerías para conectar el primer respiradero con el segundo, luego el segundo con el tercero y así sucesivamente con todos los demás respiraderos. 3. Levantaban paredes laterales a base de cantos rodados, unidos entre sí, sin argamasa. 4. Las bases de las galerías las enmascaraban o empedraban. Igual ocurría con los techos. 5. Al final de la galería construían un reservorio o una cocha de forma circular, rectangular o cuadrangular. Sus paredes laterales tenían una sola compuerta. Allí almacenaban las aguas para la irrigación.
Al lado de los acueductos subterráneos, llaman también la atención las enigmáticas figuras geométricas existentes en las pampas de Nazca. Localizadas entre los kilometros 419 y 465 de la actual Carretera Panamericana Sur, se extienden en una zona de 350 kilómetros cuadrados. Son enormes figuras que pueden ser observadas desde un avión o desde las colinas cercanas; incluso desde un mirador construido expresamente para este fin. Fueron descubiertas por el arqueólogo Toribio Mejia Xesspe en 1927. Han sido estudiadas desde 1941 por el norteamericano Paul Kosok y sobre todo por la alemana Maria Reiche. Estos trabajos que llevan casi medio siglo tratan de desentrañar el significado de las lineas de Nazca. Para trazar estas lineas los antiguos pobladores de la Cultura Nazca se valieron de diversos instrumentos; el tupu el cual era una plancha de metal o madera colocada perpendicularmente a la Tierra para proyectar la sombre del Sol y de la Luna, el teodolito que era un tubo de madera o terracota del que pendían una plomada para trazar el rumbo de las líneas; y el cordel y el nivel de agua. Así representaron figuras de animales, seres humanos, plantas y motivos geométricos. ¿Que representan estas figuras?. No hay una respuesta cierta. Hay opiniones divididas al respecto. Para unos como Toribio Mejía son seques o caminos sagrados. Para Hans Horkheimer, los trazos en forman de plazoletas eran lugares destinados a reuniones sagradas, las rayas son líneas geológicas de los grupos allí concentrados y las figuras han tenido una finalidad coreográfica. Según Paul Kosok y María Reiche las líneas guardan relación con la astronomía. Esta última hipótesis es la más aceptada. Los habitantes de la Cultura Nazca fueron excelentes agricultores y tenían la necesidad de conocer el rumbo de los astros mediante lineas para determinar las estaciones del año. De esta manera se verían facilitadas las distintas tareas agrícolas, así como los periodos de descanso y fiesta por ejemplo: de 135 metros igualmente sería el mensajero de la proximidad de los temporales que han de humedecer la tierra. , especie de alga marina que se utilizaba como abono. de 33 metros es símbolo de la fecundidad agrícola. Finalmente alude a su madera, utilizada para la construcción de los acueductos subterráneos.
En base a estos conocimientos, los antiguos nazquenses habrían elaborado un calendario que sería el más grande del mundo.
Las lineas de Nazca han permanecido casi intactas a través del tiempo, a pesar de tener un clima agreste, esto se debe a la capa del suelo rica en yeso y la formación de un colchón de aire caliente el cual protege a las lineas.
. Un aspecto importante en la cultura Nazca es la aparición de la ciudad. Ubicado a 49 kilómetros de Santiago de Nazca. Edificaron casas para viviendas y edificios públicos y también un gran templo de forma piramidal y plataformas. Estaba construido sobre un montículo natural de más de 20 metros sobre la superficie. Existen también plazas, calles y canales que hacen pensar en un verdadero centro urbano. Otra muestra de la gran arquitectura de la cultura nazca es el lugar denominado La Estaquería cerca de Kawachi. Era un centro religioso original, una plataforma cuadrada donde existen 240 postes altos de huarango que dan la idea de sostener un techo. A semejanza de Kawachi, otros centros de concentración humana fueron Tambo Viejo y La Tinguiña.
Sus trabajos se caracterizaban por su policromía, decoración y forma. La superficie de su cerámica fue pintada con todos los colores, excepto el verde y el azul. Los pigmentos utilizados eran minerales extraídos de los áridos desiertos de la región. Incluso lostintes eran exportados a otras regiones, como el Titicaca. La decoración en el principio fueron naturalistas, Después se hicieron “barrocos”. Dibujaban en la primera fase plantas y animales fácilmente identificables. En la fase más avanzada, posiblemente por causas externas, las personas eran más abstractos y míticos. Aquí aparecen las cabezas trofeos, como indicación de la existencia de una sociedad militar en proceso de expansión por la desertificación de la Costa Sur. La forma de las piezas más abundantes son acalabazadas o lenticulares. Poseen dos picos divergentes que se unen mediante una asa-puente. Hay también otras en forma de botellas, vasos tubulares y ollas con asas en la parte superior.
La Cultura Chimú se cree que sucedió a la Cultura Mochica alrededor de 700 a.C.. Su principal administrativa era la gran ciudad de Chan Chan, cerca de Trujillo en el norte de Perú, compuesto por miles de edificios y un laberinto de calles y callejones. Chan Chan, que fue tal vez el hogar de unas 60.000 personas en su apogeo, fue una de las ciudades más grandes de América del Sur y la mayor ciudad de adobe en el mundo. En 1470 Chan Chan fue conquistada por los Incas, quienes luego procedieron a tomar sus artesanías para llevarlas a su capital Cusco. Sin embargo, unos 50 años más tarde los incas fueron derrotados por los conquistadores españoles, quienes posteriormente saquearon la ciudad. Lamentablemente, la ciudad, declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sigue erosionando por la lluvia cada vez mayores.
Cultura Chimú se estableció en la costa norte del Perú, desde 1100 hasta 1400 AD. El centro de esta cultura fue la ciudad de Chan Chan en el valle del río Moche. Las ruinas de la ciudad cubren casi un área de 20 kilómetros cuadrados. Con la ayuda de las conquistas y las guerras del pueblo de la cultura Chimú formado por un estado que durante sus días de gloria, gobernó sobre una franja costera de terreno de 1000 km que casi llegó a la frontera norte del Perú. El estado de la cultura Chimú obtuvo su máxima expansión durante su última etapa (1350-1450 dC), tras haber derrotado a la cultura Sicán en el norte. El estado de la cultura Chimú compitió mucho con el Estado inca, que lo suprimió alrededor del año 1450 dC.
Los habitantes de la cultura Chimú tuvieron un estado expansionista centralizado con claras divisiones de clase y una burocracia muy compleja. El sistema económico y social operado a través de una red de pueblos rurales y el estado se administró en la capital Chan-Chan.
Los pobladores de la cultura Chimú adoraban a la Luna debido a su creencia que influía sobre el crecimiento de las plantas, las mareas y a su utilización como marcador del tiempo. Creían descender de cuatro estrellas, de las dos mayores descendían los nobles y la gente común de las otras dos. Creían que el alma de los difuntos iba hasta la orilla del mar, desde donde era transportada por los lobos marinos hacia su última morada en las islas.
La capital de la cultura Chimú fue Chan Chan se encuentra en uno de los más secos desiertos de la costa, sus pueblos habían ideado un sistema de riego inteligente complejo que les permitió irrigar campos de cultivo y mantenimiento de jardines durante todo el año.También fueron hábiles artesanos, produciendo una gama de cerámica y una gran cantidad de objetos metálicos intrincados en oro, plata y cobre, que incluyen cuchillos, recipientes y joyería, así como textiles diversos, algunos decorados con plumas de colores . La agricultura fue una de las principales preocupaciones, construyeron muchos kilómetros de canales de riego, incluyendo canales entre valles, para expandir el área de cultivo. Un largo canal fue construido desde el río Chicama al norte con el fin de irrigar tierras de cultivo cerca de Chan Chan en el Valle de Moche. La enorme área cosechada en el valle de Moche en tiempos prehispánicos todavía sobrepasa el área actualmente cultivada.
El sitio arqueológico de la cultura Chimú se caracteriza por muros muy altos, algunos de los cuales son de 26 metros de altura, que encierran cada una de las 11 ciudadelas. Junto con Huaca pintada, Huaca del Dragón, Chan Chan la más grande pirámide escalonada, que se encuentra en el norte de la ciudad, forman el grueso de la arquitectura monumental en el sitio.
Cada uno de estos palacios, la mayoría de las cuales están dispuestas de una manera muy similar a pesar de las diferencias de tamaño, se caracterizan por tres tipos de estructuras: en forma de U audiencias, almacenes y pozos. En términos generales, los altos muros del sitio, largos pasillos, pasadizos tortuosos y sinuosas y entradas pequeñas muestran cómo meticulosamente como el régimen controlaba el flujo de personas dentro de los recintos.
La cerámica de la cultura Chimú cumple ambas funciones, para uso diario o doméstico y para las ofrendas ceremoniales. Artesanos de la cultura Chimú trabajaron en talleres metalúrgicos divididos en secciones para cada uno del tratamiento especializado de los metales. Utilizaban unos moldes en la fabricación de la cerámica de la cultura Chimú, y los vasos se hacían a menudo de componentes más pequeños. Numerosas formas de buques y decorativos semejante con la cerámica Moche. Los vasos de la cultura Chimú fueron cocidos al horno en un espacio deficiente de oxígeno, que es la razón de su característico color oscuro.Con todas estas técnicas, los pobladores de la cultura Chimú producieron una gran cantidad de objetos como vasos, cuchillos, recipientes, brazaletes, alfileres, coronas, etc.
La metalurgia de la cultura Chimú llegó a un nivel extremadamente alto el cobre, bronce arsénico, plata y oro fueron utilizados como materias primas. Entre otros, la fundición de soldadura, revestimiento, decoración con sello y persecución fueron dominados en cuanto a producción y las técnicas de decoración. Entre otras cosas, copas, platos y muchos tipos de joyas y adornos estaban hechos de metales preciosos reservados para el uso de la aristocracia.
Los textiles de la cultura Chimú fueron fabricados principalmente con algodón, pero también se utilizó la lana de los animales de la familia de la llama. Hubo numerosas técnicas de producción y formas de decoración entre otras cosas plumas y adornos metálicos como placas de colores de oro y plata que fueron extraídos de ciertas plantas para la unión de los tejidos. Las prendas eran de cuatro animales, el guanaco, la llama, la alpaca y la vicuña y de una planta de algodón nativa que crece de forma natural en siete colores diferentes. La vestimenta consistía en taparrabos, camisas sin mangas con o sin flecos, ponchos pequeños, túnicas, etc.
La Cultura Mochica o Moche, destacan en sus cerámicas consideradas los mejores del Perú antiguo así como también en su arquitectura representadas en la Huaca del Sol y de la Luna, era una sociedad de América del Sur, con ciudades, templos, canales y granjas ubicadas a lo largo de la costa árida en una estrecha franja entre el Océano Pacífico y la Cordillera de los Andes del Perú. La cultura mochica surgieron en el Intermedio Temprano, entre los años 100 y 800 d.C. desarrollándose en el norte del Perú. Los Moche son quizás mejor conocidos por su arte cerámico: sus ollas son de tamaño natural retrato de cabezas de los individuos (huacos retratos) y las representaciones tridimensionales de animales y personas. Muchas de estas ollas fueron saqueadas hace mucho tiempo de los sitios de Moche, que se pueden encontrar en museos de todo el mundo.
La cultura Mochica se estableció en la costa norte, entre los valles de Lambayeque y Huarmey. Tenía como centro cultural el valle de Moche y Virú cerca de Trujillo .
Una cultura tan grande y diversificada como la cultura Mochica debió tener una organización política compleja. La nación era de organización teocrática, en su decadencia fue absorbida por el pueblo Chimú. Las teorías sobre esta cultura están cambiando en la actualidad debido al descubrimiento del yacimiento arqueológico del Señor de Sipán en Huaca Rajada cerca de Chiclayo.
Administrativamente, el territorio de la cultura Mochica fue dividido en al menos dos grandes regiones las cuales interactuaban una con la otra. Al igual que en otras culturas, la administración política, el culto y la religión estaban vinculados fuertemente, al grado de cada gobernador era también de un sacerdote o una autoridad religiosa. De hecho, el famoso Señor de Sipán debió tener este doble poder. Los monumentos de la época tenían una triple función: centro administrativo, religioso y gubernamental. El estudio de las diferentes clases de fosas, la calidad y cantidad de las ofrendas demuestra que esta cultura tenía bien definida su estructura social dado que se encontraron 3 tipos de tumbas: Para la elite gobernante: tumbas decoradas con objetos de cerámica y metal, principalmente de oro y cobre como la del Señor de Sipán. Las tumbas comunes: Con una cantidad limitada de objetos de metal y cerámica, estos corresponden a los administradores y artesanos de la elite gobernante. Entierro simple: Con una decoración muy limitada. Según las investigaciones podrían ser de los agricultores y pescadores dado que se ajusta a los productores de la zona.
Su principal Dios fue Ai apaec, un ser sobrenatural que fue representado por una figura humana con la boca de un tigre con colmillos. Uno de los aspectos más importantes de la religión de la cultura Mochica fueron los sacrificios humanos. Era un ritual complejo en el que los prisioneros de guerra fueron ofrecidos por una sacerdotisa del dios Búho, el más importante.
Practicaban la pesca en “Caballitos de Totora (técnica que subsiste en la actualidad en Huanchaco y Pimentel). También demostraron que tenían una gran técnica en la agricultura por el uso de canales de irrigación para el cultivo de alimentos como la yuca, pepino, maíz, lúcuma, calabaza etc. de la misma forma en la ganadería en el cual domesticaban auquénidos.
Los artesanos de la cultura Mochica fueron los creadores de un estilo muy especial, muy complejos, expresados a través de la metalurgia, pinturas murales, esculturas de madera y cerámica especial. El arte Moche también se refleja por la policromía y / o tres dimensiones de los murales de barro pegados en sus edificios públicos, algunos de los cuales están abiertos a los visitantes. Estos murales representan una amplia gama de figuras y temas, entre ellos los guerreros y sus prisioneros, sacerdotes y seres sobrenaturales. El estudio en detalle de los murales y cerámicas decoradas revelan mucho acerca de los comportamientos rituales de la cultura Mochica.
La manifestación artística más impresionante por su la creatividad y el sentido estético. A lo largo de su historia los ceramistas de la cultura Mochica se basaron en tres deidades dimensionales, seres humanos, animales y plantas. Pero tal vez, el “Huaco Retrato “, fue donde alcanzaron las más altas calificaciones. Alcanzó su mayor desarrollo en cerámica, de sólo dos colores, características que reflejan escenas religiosas, mitológicas y de la vida cotidiana; iconografía pictórica en macetas que muestran combates, encuentros eróticos, funerales, sacrificios humanos, etc Constituye la cerámica de mejor calidad entre todas las antiguas culturas peruanas, además de ser sólo comparable a la cerámica griega y otras culturas de su época.
La Cultura Tiahuanaco es reconocida por los estudiosos andinos como uno de los precursores del Imperio Inca, lo más reconocido de su cultura fue su arquitectura como La Portada del Sol y otras edificaciones muy antiguas. Se desarrolló en el altiplano andino, en lo que conocemos como la meseta del Collao.
La Cultura Tiahuanaco dominaron partes de lo que hoy es Perú, Argentina, Chile y Bolivia en América del Sur durante muchos siglos, sus orígenes se remontan en el periodo Intermedio Temprano (250 a.C.), mientras su decadencia está asociada al final del Horizonte Medio (1000 d.C.). La ciudad capital, se encontraba en la orilla sur del lago Titicaca, en la frontera entre Bolivia y Perú. La capital fue Tiwanaku que se encuentra en las cuencas de los ríos Tiahuanaco y Katari, entre los 4200 y 3800 metros sobre el nivel del mar. Los suelos eran pantanosos y se inundaban estacionalmente a causa de deshielo de Quelcceya. Los agricultores de la Cultura Tiahuanaco utilizaron esto como ventaja para construir plataformas elevadas de césped y campos elevados para cultivar sus cosechas, separados por canales. Construyeron grandes acueductos construidos a los alrededores de la ciudad como Lukurmata y Pajchiri.
La cultura Tiahuanaco era una sociedad teocrática con una compleja sociedad jerárquica dividida en tres clases: la élite, los artesanos y los comuneros o campesinos. Algunos historiadores incluyen cuarto viaje de clase comerciantes.
La cultura Tiahuanaco fue agricultor y ganadero. Por ello tuvieron que efectuar el dominio del altiplano, no tanto para ganar tierras de cultivo, como en el caso de las culturas regionales costeñas, sino para conocer los secretos del sembrío en altura y los secretos de los cambios climáticos que el altiplano encierra. Sabemos que el clima de la meseta, en donde se encuentra el lago Titicaca, a 4,000 metros sobre el nivel del mar, tiene una fuerte alternancia térmica diaria, al sol fuerte y quemante del día, sucede el intenso frío de la noche. Pero, además, tiene un régimen de aguas cíclico, pues hay lapsos mayores de tiempo, cada doce años más o menos, en los que aumenta o disminuye la intensidad de las lluvias. Durante estos largos períodos de sequía, incluso baja el nivel del lago, causando angustias alimenticias en la población; de otro lado, los períodos húmedos tampoco son totalmente beneficiosos, dado que los ríos aumentan su caudal y causan serios estragos en las poblaciones de agricultores no prevenidos, pues debido a que el altiplano, cerca del lago, tiene poco declive, los ríos van zigzagueando por el llano, y cuando hay crecida se producen inundaciones que a veces arrasan con los sembríos y aun algunas casas. Los pobladores de la Cultura Tiahuanaco conocieron todos estos pormenores y con esfuerzo y dedicación lograron asentarse en medio tan difícil y estructurar, de esta manera, una cultura que, luego, se expandió por gran parte de nuestro territorio y aún de territorios vecinos.
Lo poco que se conoce de sus creencias religiosas se basa en la interpretación de la arqueológica y algunos mitos, los cuales pueden haber sido transmitidas a los incas y españoles. Adoraban a muchos dioses (politeístas), centrados en la agricultura. Uno de los dioses más importantes fue Viracocha. Los mitos dicen que él creó a las personas con un gran pedazo de roca los dibujó en secciones sobre la roca. Creó a los humanos a traves de la roca y les dio vida. Se creia que Viracocha creó a unos gigantes para mover las enormes piedras que conformaban gran parte de su arquitectura, pero luego se mostró descontento con los gigantes y creó un diluvio para destruirlos. Viracocha está tallado en la Portada del Sol. La Portada del Sol es una estructura monolítica de regular tamaño. Junto con Viracocha, existe otra estatua en la Portada del Sol, muchos creen, que está asociado con el tiempo: “un dios celestial que personificaba los diversos elementos de la naturaleza estrechamente asociados al potencial productivo de la ecología del altiplano: el sol, el viento, la lluvia, el granizo, una personificación del estados atmosféricos que mas afectaban a la producción agrícola, ya sea en forma positiva o negativa. Algunos arqueólogos creen que esta estatua es una representación del calendario con los doce meses y treinta días de cada mes. Otra evidencia, apunta a un sistema de culto a los antepasados del pueblo de la cultura Tiahuanaco.
Logrado el dominio del altiplano, cultivaron plantas de excepcional valor alimenticio como la papa y la quinua como plantas de altura, en tanto que en otros valles más bajos que colonizaron posteriormente sembraron maíz, yuca, oca y frutales en general. El dominio altiplánico consolidó también un sistema de ganadería, ya que si bien la meseta es dura para el sembrío, en cambio ofrece inmensos territorios cubiertos de pastos naturales propios para los camélidos andinos. De este modo supieron aprovechar la agricultura y ganadería cuando deshidrataban a la papa y la secaban al sol, en la misma forma que también lo hacían con la carne, obteniendo el chuño y el charqui que pudieron ser conservados por mucho tiempo y que les sirvieron para estos períodos cíclicos de sequía y de escasez.
La quinua (Chenopodium quinoa Willd.), es una de las especies domesticadas y cultivadas en el Perú desde épocas prehispánicas (más de cinco mil años). La cuenca del Lago Titicaca es la zona considerada como el principal centro de origen de la quinua. La cultura Tiahuanaco sembró y cultivó la quinua, como se puede demostrar en su cerámica, en las que representa a la planta de quinua, con varias panojas distribuidas a lo largo del tallo, lo que mostraría a una de las culturas más antiguas.
Practicaron actividades de caza sea con las especies de camélidos (auquénidos) que no habían logrado domesticar y que pastaban por la meseta, o también con otras especies de animales que habitaban en los diferentes pisos ecológicos de las otras regiones en los que los pobladores de la Cultura Tiahuanaco se habían asentado. Así en el lado selvático buscarían capturar al felino o al jaguar, en tanto que siervos y venados serían cazados en los valles y lomas de la costa. El comercio lo practicaron en base a sus productos de charqui y de chuño, así como de sus productos artesanales, los cuales a modo de trueque intercambiaron con los pueblos y regiones con los que establecieron contacto, especialmente con los del medio marítimo del norte de Chile y del Perú. La expresión artesanal del pueblo de la cultura Tiahuanaco la encontramos en la confección de mantos de lana que presentan decoraciones de figuras geométricas y de animales estilizados, así también estatuillas, vasos y huacos que difundieron por los lugares con los cuales tuvieron contacto.
Las primitivas muestras arquitectónicas fueron los dólmenes o construcciones de piedra rectangulares, que habilitaron con fines de vivienda. Posteriormente edificaron las chulpas o construcciones que tuvieron fines funerarios, hechos de piedra y de barro, inicialmente eran de forma cuadrangular, después adoptaron la forma cilíndrica teniendo como base la piedra labrada y pulida, tal como se observa en las famosas chulpas de Sillustani, en Puno. Después de éstos, los restos arquitectónicos más importantes son: las terrazas de Pumapunku, de forma
semicircular, la fortaleza de Akapana y el palacio de Kalasasaya. Kalasasaya es de forma casi cuadrangular que ocupa una superficie de 135 por 130 metros de lado, respectivamente, marcado por monolitos gigantes de 5 a 6 metros de alto plantados verticalmente en el terreno. Kalasasaya significa piedra parada. La finalidad de esta construcción aun no está determinada, aunque algunos creen que se trata de la estructura de un observatorio solar para señalar las estaciones del año. En una de las esquinas de Kalasasaya se encuentra la famosa Portada del Sol.
La Portada del Sol, es una piedra gigantesca, de una sola pieza, de más de cuatro metros de ancho, por tres de alto y ochenta centímetros de espesor. En la parte Inferior tiene una abertura de un metro de ancho por dos de alto, que es la portada propiamente dicha. En la parte superior y central de la piedra se encuentra esculpida, en alto relieve, la figura del dios Wiracocha, en forma estilizada, rodeado de dioses menores o geniecillos que en tres hileras de ocho cada una y como arrodillados miran hacia la imagen de Wiracocha o dios antropomorfo (figura humana), que sostiene dos báculos, uno en cada mano y cuya cabeza está circundada de rayos. Para algunos estudiosos esto es la representación de un calendario astronómico. En la parte posterior de la portada se encuentran grabados algunos signos escalonados cuya interpretación sigue siendo un misterio para los investigadores ya que para unos representan el infinito, para otros, el recorrido del nacimiento a la muerte, en una palabra, es la graficación de la vida humana.
Está representada por sus monolitos de gran tamaño y de carácter monumental, tal como la podemos apreciar en los monolitos de El Fraile y el de Bennet. El primero está esculpido en arenisca y la figura es de 2.80 m. de alto por 60 centímetros de espesor; el de Bennet, a su vez, también, está esculpido en arenisca, tiene 7.30 rm de alto en total, ocupando sólo la figura 5.30 m. por 70 centímetros, pesa 17 toneladas y representa a un ser antropomorfo que sostiene un vaso en una mano y en la otra aprisiona una extraña figurilla.
Es sobre todo una cerámica incisa, los vasos son de regular tamaño, de paredes gruesas, pintados de rojo, anaranjado, marrón y blanco. Los motivos o adornos representan al cóndor, felino y la serpiente, utilizando, además, el signo escalonado como figura geométrica. Las formas predominantes son el kero y el pebetero. El kero se fabricaba principalmente de madera o de arcilla rematada en bordes de madera. El kero, en un gran vaso, cuyos lados son casi perpendiculares en la mitad inferior de su altura. Luego van ensanchándose gradualmente hasta su borde superior, cuyo diámetro alcanza el doble del de la base. Algunos tienen una acanaladura horizontal por dentro, que se refleja en un borde hacia afuera. Unas veces está este reborde en el centro de la vasija, otras algo más arriba o abajo. El kero suele llevar una cabeza de puma o de ave o también un rostro humano. El pebetero, por lo general, tiene la forma de un felino con el lomo abierto. Era un huaco ceremonial porque servía como incensiario en los templos ya que llenaban su abertura con hojas aromáticas que al arder esparcían su perfume.
DinaSofiaSerna Espino Taller 4 4° año de secundaria Colegio Sor Rosa Larrabure Profesor Arturo Chiang