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Estamos en deuda con nuestras madres

En el mes de mayo, tradicionalmente, fijamos la mirada sobre nuestras madres, aunque ellas no necesitan solo un día en el calendario o un mes en el año, sino toda una vida para agradecerles el bien que nos hacen.

Ya lo afirmaba el Papa Francisco: “Toda persona humana debe la vida a una madre, y casi siempre le debe a ella mucho de la propia existencia sucesiva, de la formación humana y espiritual” (Audiencia 7 de enero de 2015). En lenguaje coloquial decimos: después de Dios, la madre lo es todo.

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En una sociedad que frecuentemente se cierra a la vida, en la que muchas parejas prefieren su realización personal y profesional más que ser padres, la Iglesia sigue exaltando y valorando el don de la maternidad, porque esta hace parte del mismo proyecto de Dios para la primera pareja humana, como nos recuerda el libro del Génesis: “Creced y multiplicaos” (Gn 1, 22), igualmente exclama el salmista: “la herencia que da el Señor son los hijos” (Sa 127, 3).

miedo, estábamos enfermos o no lográbamos conciliar el sueño. Después nos enseñaron a dar los primeros pasos, juntaron nuestras manos y nos enseñaron a orar. Cuando fuimos creciendo y ellas eran conscientes que no estaban capacitadas para hacer todo, nos llevaron a la escuela y al colegio para que nos enseñaran las primeras letras, completaran nuestra formación y nos prepararan para enfrentar la vida.

Todos, seguramente en el afán de independencia, crecimos y comenzamos a soltarnos de ellas, pero las madres no dejaron de acompañarnos, solamente que lo hicieron con una mirada prudencial, aunque muchas veces no entendieran lo que estaba ocurriendo. Y como el corazón de madre les advertía que un día regresaríamos a sus brazos, ellas dejaron la puerta de la casa abierta para recibirnos y sus brazos para acogernos. Ya en la intimidad del hogar celebraban los triunfos que íbamos alcanzando o limpiaban el polvo que se nos fue pegando en el trasegar y, muchas veces, simplemente ellas estaban atentas a curar nuestro corazón y levantar nuestros ánimos cuando no conseguimos lo que esperábamos.

Sugerencias diseno@diosonrio.org.co vipastoral@diosonrio.org.co

Revista Evangelizar Edición 109

Mayo 2023

Curia Episcopal Diócesis de Sonsón Rionegro

Seminario Diocesano Nuestra Señora Tel: 311 609 3166

Es tan significativo el valor de la paternidad y la maternidad que el sacerdote, en la celebración del matrimonio, interroga a los contrayentes sobre la aceptación y educación de los hijos: ¿Están dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos y educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia? (Ritual de matrimonio, Interrogatorio antes del consentimiento).

Todos nosotros estamos en deuda con nuestras madres. Estas mujeres que nos llevaron nueve meses en el vientre, tres años en sus brazos y toda la vida en su corazón. Ellas nos cuidaron en la noche cuando teníamos

Ciertamente uno no logra imaginar el mundo sin las madres que saben amar, orar, cuidar y acompañar a sus hijos, “porque una sociedad sin madres sería una sociedad inhumana, porque las madres saben testimoniar siempre, incluso en los peores momentos, la ternura, la entrega, la fuerza moral” (Audiencia 7 de enero de 2015).

Que este mes de mayo dedicado a la Virgen María y en este año del matrimonio y la familia, sea la oportunidad para seguir agradeciendo y cuidando al ser más preciado de la tierra: las madres.

Por: Pbro. Iván de Jesús Marín

Los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas, han recibido este nombre de los estudiosos de la Biblia, porque puestos en columnas paralelas, uno frente a los otros, de “una sola mirada” (sinopsis), se advierten las enormes semejanzas y a la vez las significativas diferencias que se dan entre estos tres escritos.

En otras palabras, esta puesta en “sinopsis” - del griego sun (con) y opsis (vista)- permite medir, de una sola mirada, sus semejanzas y discrepancias. Esta es la razón por la que fueron nombrados “Evangelios Sinópticos” por Johan Jakobo Griesbach (siglo XVIII).

De ahí que se llame “problema sinóptico” al estudio y descubrimiento de las relaciones que estos tres evangelios presentan entre sí. Todo esto, hasta llegar a reconstruir las fuentes tradicionales de las cuales dependen en sus grandes contenidos compartidos (semejanzas) y descubrir las fuentes independientes (diferencias) de cada cual.

Sí, cada uno de los tres evangelios sinópticos contiene a la vez tradiciones que comparte con los otros dos (o con uno solo), y tradiciones propias que le distancian de algún modo entre sí. Así, por ejemplo, si los tres comparten una misma narración o enseñanza sobre Jesús, a esta realidad se le denomina “Tradición triple” (Los tres evangelios comparten unos 330 versículos). Marcos se compone en su totalidad de 661 versículos, Mateo 1068 y Lucas 1160. Sorprende verificar que

Marcos comparte con Mateo cerca de 508 versículos y aproximadamente 430 con Lucas, lo cual sugiere que sólo cuenta con 53 versículos propios. Por el contrario, Mateo cuenta con unos 330 versículos específicos y lucas con más de 500.

Ahora bien, Mateo y Lucas comparten material tradicional ausente en Marcos, a este fenómeno se le reconoce como “Tradición doble” (sin olvidar que también se dan tradiciones dobles entre Marcos y Mateo; Marcos y Lucas respectivamente). En cuanto a estas dobles tradiciones, Mateo y Lucas coinciden en unos 230 versículos ausentes en Marcos.

Cuando una tradición sólo aparece en uno de los tres evangelios se le suele llamar “tradición original o única). Ejemplo: solo Marcos presenta la perícopa1 de “la semilla que crece por sí sola” (Mc 4, 26-29).

Terminando, es de mucho provecho para un buen conocimiento de los evangelios compararlos, observar sus estructuras, analizar sus contenidos, profundizar en sus enfoques y énfasis. Pues, aunque un mismo pasaje se encuentre en dos evangelios; por ejemplo, “la Sirofenicia” (Mc7,24-30; Mt 15,12-28), esto no significa que, por expresar un mismo pensamiento o mensaje, lo digan de la misma manera, sin originalidad y diversos matices. Igual podemos decir de “las tradiciones triples” y con mayor razón de las “tradiciones originales o únicas”.

Maria Elizabeth Osorio Zuluaga

Los novios, con quienes venimos compartiendo esta catequesis, le siguen preguntando al sacerdote acerca de los pasos del rito del sacramento del Matrimonio.

Padre, después de haber sido interrogados y dar nuestro sí decidido, ¿qué sigue en la ceremonia?

Queridos novios, lo que sigue dentro de la celebración es el consentimiento. En este momento el sacerdote invita a los contrayentes a expresar su consentimiento delante de la Iglesia (Ritual del sacramento del Matrimonio, prenotanda 67), pidiéndoles a los novios, a su vez, que unan sus manos derechas en señal del compromiso que juntos expresarán.

Padre, y, ¿ el consentimiento se elabora de nuestra parte?

· El sacerdote responde: No hija. La Iglesia les propone a los novios seis fórmulas para realizar el consentimiento, que ustedes en mutuo acuerdo con el sacerdote que los acompañará en la celebración elegirán. En esencia, estas contienen unos elementos comunes que no deben ser excluidos o cambiados para que no vicie el consentimiento, y son:

Nombre de ambos contrayentes soy yo, quien actuando con plena libertad, te recibo a ti y no a otra persona, te elijo a ti y te elijo con una intención clara que expreso tomándote de la mano y mirándote a los ojos.

Te recibo y me entrego, es esta la expresión viva de una donación mutua entre los esposos, la reciprocidad del amor. Abro mi vida para que tú entres y me entrego a ti sin medida, de manera desinteresada y total.

Permanencia y fidelidad, se expresa el deseo del siempre contigo, exclusivamente contigo, fielmente contigo, aunque la prueba aparezca, yo siempre caminaré contigo.

En la prosperidad y en la adversidad, qué fácil es estar en los momentos buenos de la vida del otro, que maravilloso es compartir la alegría y la prosperidad que viene con el trabajo y el esfuerzo que juntos hacemos, pero qué difícil es enfrentar la prueba, la adversidad, enfrentar el dolor, ese en el que nuestra humanidad sale cada vez más a relucir con todos sus matices.

En la salud y en la enfermedad, es fácil amar en el bien a una persona que es bella, que puede valerse por sí sola, que puede ir a todas partes, hacer su trabajo, cumplir con sus responsabilidades con un mínimo apoyo o sin necesidad de él, pero qué pasa cuando la vejez comienza a golpear la puerta, cuando una enfermedad inesperada, un accidente transforma nuestra vida, golpea la propia existencia o la de alguien que amamos, ¿aún estamos dispuestos a seguir caminando juntos?, ¿aún nos sentimos en la capacidad de estar ahí, dando lo mejor de sí?

Para amar y respetar, dos pilares fundamentales del amor conyugal en cuya ausencia se generan grandes heridas en los esposos. Amor, un amor tan grande que me permita aceptarte tal cual eres y acompañarte en el camino de tu propia transformación, crecimiento y respeto, en el cual yo sea auténticamente consciente de la absoluta confianza que has depositado en mí para confiarme tu vida, para caminar conmigo a pesar de mis fragilidades.

Durante todos los días de mi vida, no solo hoy que nos estamos casando, no solo en la felicidad de nuestra unión, no solo cuando seas amable o tu compañía sea beneficiosa para mí. Todos los días de mi vida yo te elijo para amarte, renuevo mi elección a diario, de manera especial cuando el camino se haga difícil.

Luego de recibir el sacerdote este consentimiento realiza la ratificación en la que, en nombre de Cristo y la Iglesia, acepta el consentimiento y les da la bendición con estas palabras: “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.

¿Cuáles han sido los momentos más felices y complejos de mi realidad matrimonial?

¿Cómo están construidos los pilares del amor y el respeto en mi vida?

¿En qué momento de mi vida ha sido difícil vivir a plenitud él siempre contigo?

¿Cuáles son los signos que acompañan el sacramento del Bautismo?

Se usa el Santo Crisma, el Óleo de los Catecúmenos (que se consagran cada año en la Misa Crismal), la vestidura blanca (no sustituir por una prenda suelta o colocar el ornamento del presbítero), la luz (que se toma del cirio pascual).

¿Qué días se recomienda celebrar el sacramento?

Se recomienda celebrar en días especiales como la Vigilia Pascual, Domingo de Resurrección, los domingos o en víspera de estos. No se aconseja durante el tiempo de cuaresma.

Para tener en cuenta: Los padres que desean bautizar a sus hijos en otra Iglesia parroquial, distinta a la suya, deberán pedir un certificado al párroco en el que conste que han recibido la catequesis en su parroquia. Sin embargo, por causa justa, también podrá encomendarse esta preparación a la parroquia donde vaya a celebrarse el Bautismo.

El Bautismo de Adultos

¿A quiénes se les considera adultos en los sacramentos de iniciación cristiana?

Se consideran adultos los que han pasado de la infancia y tienen uso de razón, es decir, son capaces de una libre opción de fe. Por tanto, según la doctrina de la Iglesia, debe organizarse en cada parroquia un verdadero catecumenado para los mayores de 7 años que soliciten el Bautismo.

¿Cuánto tiempo dura la preparación y quien es el encargado de ella?

No debe durar menos de un año. Aunque la preparación es compromiso del párroco y los catequistas, el responsable directamente es el obispo. Por tanto, los candidatos, son presentados por la Delegación Diocesana de Catequesis.

¿En qué tiempo del año litúrgico se debe celebrar el Bautismo de los adultos?

El sacramento debe realizarse durante la Vigilia Pascual, con los respectivos escrutinios efectuados durante el tiempo de cuaresma. Para saber más sobre el tema diríjase al Ritual de la iniciación cristiana de adultos (RICA).

Sabias que… Cuando la edad sea de 12 años o más, se les celebra los tres sacramentos de la iniciación cristiana simultáneamente. En caso de un adulto, nunca se separará la celebración de estos tres sacramentos.

¿La preparación de los sacramentos de iniciación cristiana para adultos finaliza cuando se recibe el sacramento?

No finaliza la preparación, ya que se sigue con las catequesis mistagógicas que tendrán lugar en el sitio donde se haya recibido el Bautismo, y se distribuirán durante el tiempo Pascual si se recibió en la Pascua.

Sabias que… los candidatos que pertenecieron a otras confesiones cristianas y que tuvieron una celebración de presunto Bautismo, las parroquias deben presentar una petición a la delegación de catequesis, la cual, después de consultar a peritos en teología, en derecho canónico y en liturgia, examinará su validez y el procedimiento a seguir.

Por: Pbro. Jesús Alexander Toro Toro Delegado Itinerarios de Evangelización

Terminada la jornada misionera en nuestra comunidad parroquial, nos ponemos en camino a preparar el retiro espiritual de Kerigma, o lo que se denomina casa de reunión.

Hemos convocado un grupo de personas que se han aventurado a iniciar este Itinerario integral de Nueva Evangelización. Los 11 temas del kerigma se comparten semana tras semana, dando pistas y pautas del primer anuncio dado por los apóstoles a las comunidades nacientes y que se hacen siempre nuevas en nuestra actualidad eclesial (Hch 2, 44).

Se trata de formar cristianos adultos en la vida e insertarlos en la parroquia. No solo para el mantenimiento de una pastoral tradicionalista, sino para renovar el que hacer misionero de nuestras comunidades. Los agentes se forman para una vida nueva en Cristo, que por la acción del Espíritu Santo intensifican la experiencia del resucitado en cada uno de los hermanos de pequeña comunidad.

En cada casa de reunión comparte la vivencia del amor de Dios, el pecado y la Redención; esto los lleva a tener

“ojos abiertos y corazón palpitante”. Cada encuentro es una nueva oportunidad para vivir en Cristo, nos da la posibilidad de entrar en el corazón de Dios y poderlo conocer intensamente no solo de palabras sino, en la propia experiencia de vida. Dicha experiencia se da a través de la aceptación de Jesucristo como Señor y Dios verdadero.

Los miembros de la casa de reunión viven paso a paso cada una de las metas del kerigma y estas deben permanecer en la vida de cada uno: Conversión (volver, mirar atrás para cambiar el pecado, los resentimientos y las obras de satanás en la propia existencia). Adhesión a Jesucristo como salvador (esta es una experiencia viva del Señor, es el punto de partida de la vida en Cristo). Consagración a Jesús (reconocer, aceptar y confesar con los labios la obra de Dios. Esta consagración es una vivencia personal del Evangelio que se trasmite en obras). Efusión del Espíritu Santo (vivir un pentecostés personal). Cada una de las metas del kerigma prepara a los miembros para dar el paso definitivo a la renovación de los sacramentos del Bautismo y la Eucaristía.

- Mayo -

·

LUNES 1

· Encuentro de familias de los sacerdotes diocesanos

JUEVES 4

4-6 Visita Pastoral La Ceja

SÁBADO 6

Encuentro vicarial del SAM

MIÉRCOLES 10

Segunda reunión vicarial

DOMINGO 14

Día de la Madre

LUNES 15

Celebración del día del Maestro

DOMINGO 21

Solemnidad de la Ascensión del Señor

LUNES 22 · PENTECOSTÉS DIOCESANO

SÁBADO 27

27-28 Catequesis prematrimonial · Convivencia de aspirantes al seminario mayor

DOMINGO 28

Solemnidad de Pentecostés

Mayo 22

8:30 a.m.

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