Iglesia Coria-Cáceres en
SEMANARIO DIOCESANO DE INFORMACIÓN Suplemento al Boletín Oficial del Obispado de Coria-Cáceres
www.diocesiscoriacaceres.es / N.º 3.394 – Fecha: 11 / 10 / 2020 Precio del ejemplar suelto: 0,25 euros
HISPANOS QUE HACEN PATRIA EN ESPAÑA Sandra Milena Marín Gómez es colombiana, licenciada en Administración de Empresas y Secretariado y con múltiples cursos y una amplia formación. Se vio obligada a emigrar a Ecuador junto a su familia, su marido Eduard y sus dos hijos (Sebastián y Sergio). Una familia que pronto aumentará con la deseada y esperada llegada de Sofía, nombre que por cierto compartirá con Santa Sofía, una mártir romana del siglo II madre de tres santas a las que la tradición atribuye los nombres de Fe, Esperanza y Caridad (las virtudes cristianas). De Ecuador huyeron a causa de la violencia y eligieron España, entre otras razones, por ser un país “tranquilo” y por “el idioma”. A pesar de las dificultades actuales, viven en el “paraíso”, explica Sandra: “Las posibilidades de salir adelante son mucho mayores en España”. Además recuerda que aquí hay muchas instituciones y organizaciones que ayudan a la sociedad. Sandra cuenta que se sienten “a gusto” en Cáceres, la ciudad donde residen actualmente. «En medio de las dificultades que hemos pasado, estamos felices y tranquilos porque tenemos seguridad y aquí hemos encontrado personas maravillosas que han sido “ángeles” en nuestro camino», explica sonriente. Ella añade que “le he cogido mucho amor a este país” y es que “en poco tiempo nos ha dado mucho y hay que ser agradecidos por las bendiciones recibidas”. No toda la felicidad es completa, puesto que añora, por supuesto, a su familia de Colombia y también la comida. Sandra, fruto de su experiencia personal, tiene claro lo que le pediría a la sociedad: “Empatía”, sentencia. «En el camino nos hemos encontrado personas que piensan que migrar es como unas “vacaciones” y no es así. Migrar es de valientes. Cada persona que migra trae en su “maleta” una historia. En algunos casos es difícil de expresar. La migración no es algo que se realice “por querer” sino por verdadera necesidad. Porque venimos en busca de una mejor vida». Recientemente, bajo el título «“Un arraigo sobre el alambre”. La integración social de la Población de Origen Inmigrante (POI) en España», Cáritas Española y el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones de la Universidad Pontifica de Comillas han presentado un estudio donde se analizan los resultados de una encuesta estatal para evaluar cuál ha sido en la última década el proceso de integración de los casi ocho millones de habitantes de origen inmigrante que viven en España. En términos de integración socio-económica, los refugiados representan la “última estación” del intenso proceso de precarización que está presente en la sociedad española, por debajo de la POI y de sus comunidades más precarizadas. Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas, recordaba también en la presentación del informe —que se edita dentro de la Colección Estudios de la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada)— que «una persona migrante, un solicitante de asilo, una persona refugiada, no “pierde sus derechos por el camino” sino que es sujeto de derechos ahí dónde está, por el hecho de ser persona». Mientras la vida sigue para esta familia de cuatro miembros (pronto cinco), continúan a la espera de la documentación necesaria para estar de forma esta-
ble en nuestro país. “Buscamos un trabajo digno para sostener a nuestra familia”, cuenta Sandra con firmeza, que reconoce que la llegada de la pandemia ha retrasado muchos sus “planes”. “Todo ahora es más lento y tarda un poco más, pero hay que ser pacientes, aunque las necesidades no esperan”. Recientemente se ha celebrado la Jornada Mundial por el Trabajo Decente que la plataforma Iglesia por el trabajo Decente (ITD) convocaba por sexto año consecutivo, denunciando la precariedad que sufren millones de trabajadores y trabajadoras, “aumentada por la situación de emergencia sanitaria provocada por la pandemia mundial de la COVID-19” y que ha puesto de relieve “las debilidades estructurales del Estado de bienestar en España y la necesidad del trabajo decente para el desarrollo de una sociedad fraterna”. ITD identifica los síntomas de la gravedad de la situación, como son: la galopante destrucción de empleo, con unas cifras de ERTE y paro disparadas; una protección social que no está llegando a quienes tienen derecho y peor lo están pasando, como en el caso del ingreso mínimo vital o la prestación para las empleadas de hogar, y que deja fuera a miles de personas sin posibilidad de acceso por ejercer su actividad en la economía sumergida; y la persistencia de demasiados empleos considerados esenciales que mantienen condiciones laborales tan precarias que rozan la indecencia. Sandra es catequista en la Parroquia del Espíritu Santo en Cáceres. Y junto a su familia apoyan a la Iglesia en lo que se necesite. “Nos gusta lo que hacemos y lo hacemos con amor, porque venimos también a aportar y a ayudar”, afirma feliz. Además, es secretaria de la Delegación de Personas Migrantes y Refugiadas: “Allí apoyo en lo que puedo. Somos un gran equipo humano. Ellos han sido para mí y los míos nuestra familia española. Estaré agradecida eternamente”.
Sandra con su marido e hijos
EDITORIAL
Cáritas
Hispanidad no es una historia de buenos y malos Una colección de juguetes infantiles distingue a los malos de los buenos por el color de los ojos. Si sus ojos son blancos, son buenos, y si son amarillos, son malos. Esta dualidad entre el bien y el mal permite a mi hijo de seis años posicionarse en un equipo u otro según la tarde (no siempre elige a los buenos, por desgracia). En la vida, no es tan sencillo. Dividir entre buenos y malos no es lo más ético. Todos tenemos una amplia escala de grises en nuestra vida y momentos de mayor o menor “luminosidad”. Pero sobre todo porque podemos convertirnos rápidamente en fariseos, ya que dudo que alguien se sitúe en el lado de los malos. Segmentar a la sociedad por razas, idiomas, religiones o por países de procedencia... no es más que utilizar esta situación para crear estereotipos y en caso necesario, incluso para acusar de nuestros males a ciertos colectivos. Es más fácil señalar que analizarnos. Más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio. Esto es un verdadero peligro en la sociedad actual, acostumbrada a la rápida reacción a través de las redes sociales y poco dada a reflexionar y a profundizar en nuestra historia reciente. La fiesta de la Hispanidad nos recuerda nuestra historia, la de nuestro país y la del conjunto y comunidad de los pueblos hispanos. Una historia que debe verse no como un revisionismo y una condena desde la actualidad a todo lo pasado, sino como una forma de aprender lo que somos, lo que fuimos y reflexionar sobre lo que queremos ser: gente que convive en paz, en armonía. Que establece lazos, que une culturas. Gente que comparte, que siente, que alienta a la esperanza. Gente que abre las puertas (y las fronteras) a quien está sufriendo. Gente con humanidad, porque a veces lo de humanos se nos queda grande por sí solo. Lorena Jorna, delegada de Medios de Comunicación 2
CÁRITAS ACTIVA BIZUM Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres activa Bizum. Este servicio permitirá a las personas realizar aportaciones de forma sencilla, en pocos pasos, sin introducir números de cuenta y de manera gratuita. Basado en el sistema Bizum, el servicio es especialmente apto para enviar la donación de pequeñas cantidades de dinero. El usuario puede encontrarse en cualquier lugar y enviar de manera inmediata su aportación. La operación se realiza al instante, de forma totalmente segura, y el dinero llega a su destino en menos de cinco segundos. Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres ha agilizado la puesta en marcha de este servicio, a raíz de la crisis social causada por el coronavirus. Con esta medida esperan facilitar nuevas donaciones que permitan a Cáritas hacer frente al incremento registrado en la demanda de sus servicios. Solo introduciendo el número 00734 en la aplicación conseguimos poner la tecnología al servicio de la solidaridad. Cabe recordar que el obispado de Coria-Cáceres también dispone de un identificador (código 38376) para el Fondo Diocesano de emergencia ante el Covid-19 creado en abril de este año, para atender a las personas que están sufriendo y padeciendo dificultades derivadas de la crisis sanitaria creada por el Covid-19.
Correspondencia LA HISPANIDAD:
Ángel Martín Chapinal
Delegado de Personas Migrantes y Refugiadas
FIESTA PARA EL COMPROMISO “Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta contó que había contemplado desde arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos: El mundo es eso —reveló— un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende” (Eduardo Galeano. Escritor uruguayo. El libro de los abrazos). Abrimos esta carta con el cuento de un uruguayo que creo expresa muy bien qué es la Hispanidad. UNAS PREGUNTAS PARA UN DÍA DE FIESTA ¿Podemos seguir celebrando la Fiesta de la Hispanidad ahora que todo se revisa? ¿Hemos de irnos a 1492 para celebrar la fiesta de aquel “descubrimiento”, “encuentro”, “colonización...? ¿Aprovechamos lo que nos une para ofrecérselo al resto del mundo? Os animo a buscar en los libros de historia todo lo que nos haga profundizar en lo que ha marcado, marca y marcará una relación de pueblos diversos que nos hemos catalogado como hispanoamericanos. En el siglo XX el concepto de Hispanidad se fue ampliando desde la raza, religión y lengua hasta abarcar la emigración, la identidad cultural, la literatura, el folclore, la gastronomía, la fiesta, la música... Para crear los diversos colores, los colores básicos se tienen que mezclar. De esa mezcla y en manos del pintor salen grandes obras de arte u otras que no pasan de ser intentos. Si nos que-
damos en los enormes “borrones” que hay en estos 528 años desde que Colón arribara a la isla de Guanahani, no veremos todo aquello que nos une y que ha hecho que seamos “un mar de fueguitos” desde la diversidad. Si unos 600 millones de personas hablan el español en el mundo, la tercera más empleada en el mundo de Internet, si tenemos mucho en común, podemos ofrecer fuego para “las sombras de este mundo cerrado” (F.T.). UNA CULTURA PARA LA DIGNIDAD DE LA PERSONA La lengua como cauce de una cultura que nos hace crecer en relaciones de todo tipo. Cultura diversa que nace de un mestizaje en todos los sentidos. Teniendo en cuenta las múltiples lenguas, especialmente la de las minorías, más de 400 lenguas indígenas distintas, nos hacen tener una riqueza extraordinaria que hay que valorar. Una lengua enriquecida con términos del náhuatl, del quechua, del tupi y del maya, del mapuche, del peteco, del guaraní, a la que también se añadieron voces de origen africano. Las fronteras nos separan y la lengua nos une. Celebremos la unidad esencial que el español nos procura. Invito a ver la película “La Misión”, dirigida por Roland Joffé, con la banda musical compuesta por Ennio Morricone. Donde hay mezcla de corales litúrgicas, tambores nativos y guitarras españolas, a veces en la misma pieza, en un intento de captar la variedad de culturas que conviven en lo que comenzó hace 528 años. Como acción concreta una vez vista la película, busca entre tus vecinos a algún latino y habla con él. Estarás “abriendo tu corazón al mundo entero” (F.T.). LAS RELIGIONES AL SERVICIO DE LA FRATERNIDAD EN EL MUNDO El papa Francisco nos acaba de regalar una encíclica que hemos de meditar.
Este papa argentino, latinoamericano, hispano, nos llama a trabajar unidos por un mundo nuevo, con una Iglesia renovada y preparada para afrontar el cambio de época que vive la humanidad. Desde la fe estamos llamados a crear los anticuerpos necesarios de la justicia, la caridad y la solidaridad. En la pandemia hemos descubierto que somos vulnerables pero que estamos interconectados. La armonía social entre las personas ha de reconocer la dignidad humana. A esto también nos ayuda la fe. De América nos vino, para quedarse, el desarrollo de la opción preferencial por los pobres en la Teología de la Liberación. Hemos de rezar y comprometernos desde el testimonio de los mártires Óscar Romero, Ellacuría y compañeros, o con Casaldáliga y la gente sencilla. Tanto que aprender de la Iglesia latinoamericana. La fe expresada en el español que nos une debe llevarnos a desarrollar el Cuidado de la Creación. El planeta exige de los hispanos desarrollar la encíclica Laudato sí. De lo contrario la destrucción de los bosques, los intereses en minas a cielo abierto, la privatización del agua, mostrarán que la falta de interés de la gente de a pie agrava la situación de nuestro planeta. ¿Te preocupas de los pobres que hay a tu alrededor? ¿Eres ecologista? FIESTA DE LA HISPANIDAD DESDE EXTREMADURA Extremadura, Cáceres, tu pueblo... serían distintos sin la historia vivida con Latinoamérica. Recemos a la Virgen María en la advocación de Guadalupe, cuya imagen el 12 de octubre de 1928 fue coronada canónicamente como Reina de la Hispanidad o de las Españas, para que los hispanoamericanos ofrezcamos todo lo positivo de estos 528 años en la propuesta del papa Francisco de aspirar a la fraternidad mundial y la amistad social, pues ha llegado el momento de que “soñemos con una única humanidad” en la que “somos todos hermanos”. 3
Dióceis APERTURA DE CURSO EN EL SEMINARIO Y LOS CENTROS ACADÉMICOS “En tiempos de pandemia podemos sacar algo bueno desde la fe y la esperanza” El Seminario Diocesano y los centros académicos diocesanos dieron comienzo a un nuevo curso el viernes, 2 de octubre, con la lección inaugural a cargo de don Sergio Requena, secretario técnico de la Comisión de Seminarios de la CEE, en la que se abordó el nuevo plan de formación para los seminarios españoles. Un curso marcado por la incertidumbre pero que según el rector del Seminario, Miguel Ángel Morán: «Afrontamos con la misma alegría e ilusión que siempre. De hecho, el lema de este curso es “Aquí estoy” y “Jubileo de la Tierra, Jubileo de la vocación”». Morán explica que el primero “quiere hacer referencia a nuestra disposición de entrega generosa a la misión que Dios y la Iglesia nos han encomendado, en el contexto concreto que estamos viviendo, la pandemia no puede quitarnos la ilusión y la alegría del corazón, nuestra fe nos enseña a vivir en todas las circunstancias a la que nos depare la vida con gran serenidad, puesto que sabemos que todo está en manos de Dios y de Él nos podemos fiar. Y jubileo, tanto de la Tierra como de la vocación, porque nos sentimos semillas, de ahí la palabra seminario, de nuevas vocaciones que tenemos que cuidar como lo debemos hacer también de la creación de Dios”.
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El rector del Seminario destaca que incluso en tiempos de pandemia podemos sacar algo bueno cuando lo afrontamos desde la fe y la esperanza propia de nuestro estilo de vida. Una esperanza con la que ve también la situación del Seminario “mientras contemos con jóvenes generosos que quieren dedicarse al servicio de la Iglesia y de los demás, con preferencia a los más pobres, secundando una llamada de Dios”. Actualmente, conviven cuatro en el Seminario Mayor y cuatro en el menor. A estos hay que añadir a dos seminaristas en año de pastoral, ya diáconos, cuya ordenación presbiteral está a las puertas. También están los seminaristas en familia del Seminario Menor que son cinco. “Es decir, todavía hay vida, por eso nos podemos felicitar”, explica Morán, que reconoce que “siendo realistas, son pocos los que responden a la llamada de Jesús en nuestras parroquias, porque Jesús sigue llamando, pero los oídos están taponados o no sabemos interpelar a nuestros jóvenes y niños, nuestro testimonio no le insta al seguimiento de Cristo, esto requeriría confrontarnos como Iglesia, para plantearnos qué propuesta vocacional transmitimos en nuestras comunidades parroquiales”. Todo un reto a considerar en las filas de los creyentes diocesanos. Ante la situación, le preguntamos por los retos del Seminario. Y lo tiene claro: “El gran reto son las vocaciones oriundas”. Y es que si fuera solo por las vocaciones diocesanas, el Seminario se hubiera cerrado este año. “No podemos vivir de espejismos o de posturas de
escaparate. El problema de las vocaciones en nuestra diócesis es gravísimo. Nos interroga a todos, pero especialmente a las familias diocesanas y a las comunidades cristianas”, sentencia Morán, que añade: «Las Orientaciones Pastorales 2019-2024, nacidas del Sínodo XIV, en su punto 4.7 nos instan a recuperar la creatividad concretizadas en otro documento llamado “Orientaciones para la Pastoral Vocacional y promoción del Ministerio Sacerdotal en la Diócesis de Coria-Cáceres”, editado en el año 2013. No se ha llevado a cabo más que dos ideas de esa reflexión encarnada en la realidad de nuestra diócesis. Todo un reto que nos lleva a ser más conscientes de nuestra vida como imán para nuevos cristianos y nuevas vocaciones».
HISTORIAS DEL SEMINARIO CONTADAS POR SUS PROTAGONISTAS Actualmente, conviven cuatro seminaristas en el Seminario Mayor y cuatro en el Menor. Joseph Mukiti, de Kenia, es uno de ellos y cuenta que desde la niñez su deseo es servir a Dios: “Mis padres, hermanos, maestros, sacerdotes en la parroquia me guiaron y motivaron a tomar decisiones”. Una decisión que le hace muy feliz porque es personal y completamente voluntaria. Lo que más le ha sorprendido del Seminario es la cercanía de la gente, poder adquirir tantos conocimientos. Reconoce que le choca la increencia de las personas y el rechazo hacia la Iglesia, incluso la persecución y la indiferencia. Le gustaría centrar su ministerio sacerdotal en el servicio atención a los pobres y transmitir la fe con su testimonio. Job, de Guatemala, reconoce que se le haría imposible elegir una única motivación para estar en el Seminario: “Puedo decir que entre lo que me impulsa está la realización personal en la alegría plena que nos da Jesús, el amor a Jesús Eucarística, amor a la Iglesia y la constante necesidad, que tiene el hombre, de Dios”. Se muestra “indiscutiblemente” feliz con su decisión y cuenta que le sorprendió el mismo cambio de cultura, pero resalta, eso
Seminario Menor. De derecha a izquierda: Alain (Acebo), Roger (Honduras), Pablo (Cáceres), Pablo (Montánchez) y Daniel (Cáceres, seminarista en familia)
sí, la acogida de Coria-Cáceres, “permite ver y sorprenderse ante la universalidad de nuestra Iglesia”. Sobre la situación actual de la Iglesia explica que la Iglesia de Hispanoamérica es fruto de la labor evangelizadora de la Iglesia de España, “sin embargo en la actualidad veo una falta de vocaciones nativas, que tan necesarias son para seguir caminando en la construcción del Reino de Dios”. Demetrio, de Guinea Ecuatorial, cuenta que lo le impulsó a entrar en el Seminario Mayor fue el buen ejemplo de sus formadores en el Menor. “Tengo muchas ganas de dedicar mi vida a los demás y anunciarles el Evangelio”. Estar en un Seminario es “lo mejor que puede existir en esta vida. Es formar una nueva familia”, afirma rotundo, “un entorno de oración y fraternidad”. Cuando terminó 2.º de Bachillerato se matriculó en la universidad por dos años en Pedagogía, pero tomó la decisión de seguir con su vocación y entró en el Seminario en su país natal, después vino a España. “La Virgen María nunca me ha defraudado, siempre la tengo presente en mi formación y todo lo que he pedido, me lo ha concedido”, añade Demetrio. “Me gustan mucho las iniciativas para evangelizar a los jóvenes y la formación de los sacerdotes”. Además, añade que “el Seminario es el corazón de la diócesis, si le falta sangre al corazón no puede funcionar. Hay que seguir rezando para que el Señor envíe obreros a su mies”. También de Guinea Ecuatorial es Gerardo, explica que, desde pequeño, en 2.º de ESO, ingresé en el Seminario; a mi padre espiritual le pregunté cómo
saber que Dios me llamaba. Él me preguntó entonces que si yo era feliz en el Seminario; le dije que sí, y él me interrogó que qué pasaría si no estuviera allí. Entonces caí en la cuenta de que mi felicidad pasaba por seguir la vocación, una vocación que va acompañada por la música, pues toco varios instrumentos. Al llegar a la universidad dejé el Seminario, pero volví a tener dudas ya que se me di cuenta de que no era feliz. «A mí no me preocupaban las “salidas” que tenía la carrera como a mis compañeros». Entonces lo vi claro: “Estoy convencido de esta vocación”, afirma rotundo. Aquí en España encuentra diferencias culturales en la música de las celebraciones, en la gente... aunque la formación sigue teniendo los mismos pilares y se muestra agradecido. Entre los seminaristas del Menor, Roger Archaga, de 14 años, pro-
cedente de Honduras, explica que el campamento, una iniciativa vocacional del Seminario, le animó a participar. Se siente bien acompañado y le gusta el compañerismo de la institución, también el acompañamiento y los consejos de los formadores. Otro joven, Aláin Iglesias, de Acebo, 13 años, recuerda que fue un compañero quien le animó a ir y se encuentra muy feliz, también se identifica con Archaga. Lo mejor es el clima de compañerismo y amistad. Sus conocidos se alegran por él y le animan a “que estudie”. Pablo Vaca, de 14 años y de Cáceres, dice que el impulso a entrar en el Seminario le viene “del espíritu santo y mi hermano Dani (seminarista en familia), también de mis padres”. Contundente, explica que está “bastante contento y pensando en tomar decisiones mayores”. Del Seminario admira los conocimientos y la manera de transmitirlos de los formadores “de manera tan sabia, se aprenden muchas cosas y valores”. En su ambiente le hacen muchas preguntas, síntoma de que esta forma de vida, todavía hoy, genera curiosidad e interés. Para Pablo Galán, también de 14 años y Montánchez, coincide con sus compañeros en el buen ambiente que se respira en el Seminario, el compañerismo y se muestra muy feliz por su decisión: “No me he arrepentido en ningún momento” y explica que incluso “lo eché de menos en el confinamiento”. Le ha sorprendido la apertura y la posibilidad de hablar de cualquier tema que le preocupa con formadores y compañeros.
Seminario Mayor. De derecha a izquierda: Gerardo (Guinea Ecuatorial), Demetrio (Guinea Ecuatorial), Joseph (Kenia) y Job (Guatemala) 5
Caminos de Guadalupe 12 RUTAS PARA LLEGAR A
LA VIRGEN MORENITA
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esde el pasado 2 de agosto hasta el 8 de septiembre de 2021 se está celebrando en el Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe un Año Jubilar que nos invita de una manera más especial a acercarnos hasta nuestra Madre y patrona de Extremadura. Cada año, más de 170.000 personas llegan a este centro de espiritualidad con más de 800 años de devoción mariana. Muchas lo hacen después de transitar durante varias etapas por alguna de las 12 rutas que conforman los Caminos de Guadalupe. Entre estas rutas nos encontramos con caminos tradicionales de peregrinación (Camino Real) con otros más actuales (Camino de la Jara, que permite realizarlo cómodamente en bicicleta, e incluso, sin llegar a ser un sendero adaptado, permite su uso por personas con movilidad reducida). En definitiva, se tratan de caminos que durante sus diferentes etapas permiten acercarnos a un rico patrimonio histórico y cultural, tanto de Extremadura como de CastillaLa Mancha, así como disfrutar de parajes naturales únicos.
SEGUNDO CAMINO DE ESPAÑA Los Caminos de Guadalupe han sido históricamente el segundo camino de España por número de peregrinos tras el de Santiago de Compostela. 6
El proyecto ITINERE 1337 de cooperación interterritorial formado por 17 grupos de acción local ha conseguido la recuperación de 12 caminos de peregrinación al monasterio de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad, y ha puesto en valor corredores ecoculturales, ejes de ordenación territorial y motores para el desarrollo de las comarcas rurales que conectan. Creándose así la red de Caminos a Guadalupe, que está conformada por las siguientes rutas: • Camino Real: 257 km. • Camino Montes de Toledo: 196 km. • Camino de la Jara: 110 km. • Camino de Cabañeros: 124 km. • Camino de Levante: 114 km. • Camino de Mercurio: 124 km. • Camino Mozárabe: 160 km. • Camino Romano: 155 km. • Camino Visigodo: 134 km. • Camino de los descubridores: 133 km. • Camino de Monfragüe: 158 km. • Camino de los Jerónimos: 125 km. Puedes conocer cada uno de estos caminos y las etapas que lo conforman en la web guadalupejubileo.com Como todos los caminos de peregrinación, el peregrino recibe un documento para recordar el sacrificio realizado. En el caso de este Camino recibe el nombre de la Guadalupense, que se recibe por parte de la comunidad Franciscana al llegar al monasterio. Para demostrar el caminar, el peregrino lleva
consigo el “Pasaporte del Peregrino”, que en breve podrá descargarse en la web guadalupejubileo.com
MISA DEL PEREGRINO Como también es tradición en un centro de peregrinación, en el monasterio de Guadalupe se celebra todos los días, a las 12:00 h, la Misa del Peregrino. Además, los peregrinos pueden celebrar el Sacramento de la Penitencia antes de la misa y así cumplir uno de los requisitos para ganar la indulgencia en este año santo (peregrinar al santuario, confesar y comulgar, rezar por las intenciones del papa y profesar el Credo). Numerosos han sido los reyes y personajes históricos que han recorrido alguno de estos caminos desde que se construyera el monasterio en el siglo XIV, en el lugar donde el vaquero Gil Cordero encontró una caja con la sagrada imagen en su interior tras una aparición de la Virgen María. Los Reyes Católicos (que consolidaron el llamado Camino Real), San Pedro de Alcántara, Santa Teresa de Jesús, San Francisco de Borja, Cristóbal Colón, Hernán Cortés, Miguel de Cervantes... son tan solo algunos de los nombres de quienes han pisado estos caminos a lo largo de estos siglos para visitar a la Virgen de Guadalupe. Ana Belén Caballero, Iglesia en Camino
Para vivir la liturgia La mesa de la Palabra Primera Lectura, Lectura del libro de Isaías, Is 25, 6-10a
DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO
Preparará el Señor del universo para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares exquisitos, vinos refinados. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el lienzo extendido sobre todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre. Dios, el Señor, enjugará las lágrimas de todos los rostros, y alejará del país el oprobio de su pueblo —lo ha dicho el Señor—. Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios. Esperábamos en Él y nos ha salvado. Este es el Señor en quien esperamos. Celebremos y gocemos con su salvación, porque reposará sobre este monte la mano del Señor».
Salmo responsorial, Sal 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6. (R/.: 6cd) R/. Habitaré en la casa del Señor por años sin término. El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. R/. Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque Tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. R/. Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. R/. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término. R/.
Segunda Lectura, Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Filipenses, Fil 4, 12-14. 19-20 Hermanos: Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy avezado en todo y para todo: a la hartura y al hambre, a la abundancia y a la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mis tribulaciones. En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su riqueza en Cristo Jesús. A Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya, Cf. Ef 1, 17-18 R/. Aleluya, aleluya, aleluya. El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de nuestro corazón, para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama. R/.
Evangelio, Lectura del Santo Evangelio según San Mateo, Mt 22, 1-10 En aquel tiempo, volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidados: “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda”. Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: “La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda”. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales».
El Pan de la Palabra de cada día Lunes, 12: Martes, 13: Miércoles, 14: Jueves, 15: Viernes, 16: Sábado, 17:
Ga 4, 22-24. 26-27. 31-5, 1 • 112, 1-7 • Lc 11, 29-32. Ga 5, 1-6 • 118, 41-48 • Lc 11, 37-41. Ga 5, 18-25 • 1, 1-6 • Lc 11, 42-46. Ef 1, 1-10 • 97, 1-6 • Lc 11, 47-54. Ef 1, 11-14 • 32, 1-13 • Lc 12, 1-7. Ef 1, 15-23 • 8, 2-7 • Lc 12, 8-12.
LOS INVITADOS “El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo”. ¡Qué mala fecha para bodas! Sobre todo, en Cáceres, que hemos vuelto casi a la fase 2 y todo queda reducido a la mitad. Además, con esto del coronavirus estás deseando que no te inviten a ninguna, “no sea que al final me contagie y ya la hemos liado”. Lo malo es que no es que no queramos ir ni a bodas, ni a bautizos, ni a comuniones, sino que ni siquiera a la misa dominical. Nuestros templos, por desgracia, no tienen problemas con el aforo en estos tiempos de pandemia, porque en muchos casos la asistencia ha quedado reducida a menos de la mitad. Es cierto que a los más mayores se les aconseja no ir y seguir las celebraciones por los medios de comunicación, para evitar riesgos innecesarios, pero al hilo de los abuelos también los nietos han claudicado. Y, como los padres de mediana edad, ya hace tiempo que desaparecieron, esto se parece mucho a la parábola que Jesús cuenta en el Evangelio de este domingo: el banquete estaba preparado, “pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios”. Hoy diríamos: “Uno se marchó con la bicicleta, otro al gimnasio, alguno se fue al campo y los demás se quedaron viendo series en las plataformas digitales”. Pero, hermanos, no desfallezcamos, aunque ahora toca estar a las maduras, con Pablo en la Segunda Lectura podemos decir que “sé vivir en pobreza y abundancia” y “todo lo puedo en aquel que me conforta”. Ánimo, en todo esto podemos vencer, estamos en el mes misionero y nuestra tierra es ya tierra de misión en muchos aspectos y el Señor sigue preguntando: “¿A quién enviaré?”. En la parábola del Evangelio “los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos”, ¿y nosotros, estamos dispuestos a contestar: “Aquí estoy, envíame”, como nos dice el lema del mes misionero? Jesús Luis Viñas Delegado de Misiones 7
PAPA FRANCISCO: «ESTE PEQUEÑO VIRUS SIGUE CAUSANDO HERIDAS PROFUNDAS Y DESENMASCARA NUESTRAS VULNERABILIDADES» El papa Francisco recordó el camino recorrido durante las catequesis de estos meses sobre cómo sanar el mundo que sufre “por un malestar que la pandemia ha evidenciado y acentuado”. Fue en la Audiencia General del miércoles 30 de septiembre. La dignidad, la solidaridad y la subsidiaridad, recordó el Santo Padre, son “vías indispensables para promover la dignidad humana y el bien común”, anclados en los principios de la doctrina social de la Iglesia, guiados por la fe, la esperanza y la caridad. Como discípulos de Jesús, ha propuesto “seguir sus pasos optando por los pobres, repensando el uso de los bienes y cuidando la casa común”. El Papa Francisco invitó a contemplar y apreciar la belleza de cada ser humano y de cada criatura, porque “cada uno de nosotros es querido, cada uno es amado, cada uno es necesario” y “cada criatura tiene algo que decirnos de Dios creador”. De este modo, “podremos contribuir a la nueva sanación de las relaciones con nuestros dones y nuestras capacidades”. Por este camino, continuó el pontífice, «podremos regenerar la sociedad y no volver a la llamada “normalidad”, que es una normalidad enferma, de hecho enferma antes de la pandemia: ¡la pandemia lo puso de relieve!... porque esta normalidad estaba enferma de injusticias, desigualdades y degrado ambiental». «La normalidad a la cual estamos llamados es la del Reino de Dios, donde “los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncian a los pobres la Buena Nueva” (Mt 11, 5). En la normalidad del Reino de
Dios el pan llega a todos y sobra, la organización social se basa en el contribuir, compartir y distribuir, no en el poseer, excluir y acumular». Haciendo referencia a la pandemia del COVID-19, el Santo Padre reconoció que este “pequeño virus sigue causando heridas profundas y desenmascara nuestras vulnerabilidades físicas, sociales y espirituales”, exponiendo la gran desigualdad que hay en el mundo. Estas injusticias, subrayó el Santo Padre, “no son naturales ni inevitables”, sino que son obras del hombre y que “provienen de un modelo de crecimiento desprendido de los valores más profundos”, y que en muchos casos, ha hecho perder la esperanza, aumentando la incertidumbre y la angustia. “Para salir de la pandemia, tenemos que encontrar la cura no solamente para el coronavirus —¡que es importante!— sino también para los grandes virus humanos y socioeconómicos. Y ciertamente no podemos esperar que el modelo económico que está en la base de un desarrollo injusto e insostenible resuelva nuestros problemas”. Finalmente, el Santo Padre exhortó a trabajar “con urgencia para generar buenas políticas, diseñar sistemas de organización social en la que se premie la participación, el cuidado y la generosidad, en vez de la indiferencia, la explotación y los intereses particulares”, ya que una sociedad solidaria y justa es una sociedad más sana. (Ciudad del Vaticano, vaticannews.va)
FUNERAL EN CORIA POR LAS VÍCTIMAS DEL COVID-19
La Catedral de Coria acogió, el 28 de septiembre, un funeral por las víctimas de la pandemia derivada de la enfermedad por coronavirus y se ofreció por el eterno descanso de todos los difuntos y el consuelo y esperanza de sus familiares. En Cáceres este funeral se celebró el 26 de julio, solemnidad de los Santos Ana y Joaquín, y en ambas ocasiones estuvo presidida por el administrador diocesano de Coria-Cáceres. En Coria no fue posible celebrar la jornada promovida por la Conferencia Episcopal en el mes de julio debido a las obras de la catedral. En su homilía, el administrador diocesano recordó la esperanza que nos debe sostener al rezar por los fallecidos y expresó su agradecimiento a todos los que han estado cerca de los enfermos y de sus familiares en estas circunstancias.
AGENDA Jueves, 15: — Formación del clero en Coria. Viernes, 16: — Oración joven. Sábado, 17: — Peregrinación de jóvenes a Guadalupe. Domingo, 18: — 29 Domingo del Tiempo Ordinario. Día del DOMUND.
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