Nº 3421: Semanario_Iglesia_Coria-Caceres_2021_05_02

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Iglesia Coria-Cáceres en

SEMANARIO DIOCESANO DE INFORMACIÓN Suplemento al Boletín Oficial del Obispado de Coria-Cáceres

www.diocesiscoriacaceres.es / N.º 3.421 – Fecha: 2 / 5 / 2021 Precio del ejemplar suelto: 0,25 euros

PROYECTO DE AYUDA AL COMEDOR SOCIAL DE PASTORAL JUVENIL A finales de febrero, la Pastoral Juvenil lanzaba el proyecto “Es tiempo de solidaridad: Regálate a los demás” “Surgía de una doble necesidad: el creciente número de personas que acuden diariamente al comedor social, que llevan las Hijas de la Caridad en Cáceres, por carecer de medios para acceder al pan de cada día, y la importancia de que los jóvenes cristianos tomen conciencia de los problemas que nos rodean y actúen desde el evangelio”, cuenta el padre Rafael Delgado, delegado de Pastoral Juvenil. La respuesta, a partir de una sencilla reunión por Zoom con colegios católicos, parroquias y profesores de Religión de instituto, ha sido muy generosa. La delegación hizo un vídeo para dar a conocer el proyecto en el canal de Youtube de la diócesis. “Algunos profesores de Religión han acudido con sus alumnos a llevar los alimentos y conocer el comedor social”, cuenta Delgado, “en las parroquias los jóvenes han salido en las Misas a invitar a traer alimentos y los han recogido para llevarlos después”. En la primera fase, antes de la Semana Santa, han participado las parroquias de San Pedro de Alcántara y del Marcelo Spínola, los colegios de La Asunción y San Antonio, profesores de Religión del Brocense y Hernández Pacheco, el movimiento de la Milicia de Santa María. “Además muchas personas que al ver el vídeo del proyecto se han acercado

a hacer un donativo o llevar una cesta de compra a la calle Adarve del Cristo, número 2, en Cáceres, donde está el comedor”. Uno de los profesores del Instituto Hernández Pacheco y también catequista en Beato Spínola, Juanmi Márquez, relata que es la primera vez que responden a una llamada urgente de una entidad, una necesidad derivada de la pandemia. “Ha sido un éxito de sensibilización en el alumnado y a la hora de recoger los alimentos”, explica Márquez. “El desconocimiento de esta realidad de la ciudad es total entre los jóvenes. Los alumnos se han dado cuenta de la necesidad que hay, y que está muy cerca, y les ha sido más fácil empatizar que cuando son otras situaciones más lejanas. Se asombraban de que en Cáceres, entre nosotros, entre sus veci-

Beato Spínola

nos, se pasase hambre. Les ha ayudado a abrir los ojos, de que con poco, podemos hacer mucho”, indica el profesor, que saca la cara por los alumnos, que afirma que los jóvenes no son “egoístas”, sino que es la sociedad en la que han crecido, pero hay esperanza: “En la medida que conoces lo que hay, te comprometes”, sentencia. Para Juan, Pablo y Julio, de la Milicia de Santa María, conocer la realidad de estas personas les ha ayudado a movilizar su fe para ayudar y a comprender el problema que viven estas familias. Héctor, del grupo joven de San Pedro de Alcántara, dice que ha descubierto otra realidad de esta pandemia: el hambre. “Es una alegría poder ayudar a los demás tal y como habría hecho Jesús”. Cada grupo o realidad ha elegido el momento más apropiado para llevar a cabo el proyecto y la manera de realizarlo. Un proyecto que sigue en marcha. “El proyecto lo lanzamos con motivo de la Cuaresma pero nos hemos dado cuenta de son muchos los que quieren seguir colaborando y el proyecto continúa, se están preparando muchos otros grupos para este tercer trimestre”, aclara el padre Rafael Delgado. Quienes quieran colaborar con el proyecto pueden contactar por: E-mail: dpj@diocesiscoriacaceres.es o en el teléfono: 669 93 41 67.

Brocense

Milicia de Santa María

San Pedro Alcántara


Noticias Diocesanas FRANCISCO NEILA PUBLICA SU LIBRO “RAÍCES”, UN VIAJE AL CORAZÓN DE LA DIÓCESIS

EDITORIAL

Afrontar la vida y la muerte No todo se soluciona a golpe de clic, a golpe de receta y de tratamiento. Lamentablemente, en nuestra sociedad del bienestar, nos habíamos acostumbrado a la solución de los problemas como un mecanismo al que se le sustituye una pieza o se realiza una actualización, también los problemas de salud. Nos habíamos olvidado de la muerte. Esta pandemia ha puesto el foco en la importancia de la ciencia y de la necesidad de invertir en los investigadores y en los proyectos, en las personas que con vocación ponen su labor en mejorar la vida de los demás. Pero también ha puesto el foco en el fin de nuestra vida, en la muerte, que es parte de la misma. En la sociedad de hoy la escondemos, la arrinconamos. Pero sabemos que está ahí, esperando. “Todo tiene solución menos la muerte”, es un mantra que utilizamos a diario ante los problemas cotidianos. Y es cierto. Bajo nuestro criterio lógico, la muerte es una situación “definitiva” (desde este mundo). Los cristianos tenemos nuestra esperanza en la Resurrección y en la forma de vivir que nos enseñó Jesús, si no, “si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe”, afirma San Pablo en Corintios (1 Cor, 15, 13 –14). Por supuesto que los seres humanos somos para este mundo, para transformarlo, para trabajar en él, para afrontar la vida. Para ser felices y hacer felices a los demás, pero también, para reconocer la trascendencia y nuestra búsqueda de la eternidad, y afrontar así la muerte. Si no, vana es nuestra fe. Lorena Jorna, delegada de Medios de Comunicación

El sacerdote, don Francisco Neila Sánchez, habitual colaborador del Semanario Iglesia en Coria-Cáceres con su serie “Raíces”, ha querido compilar estos trabajos publicados durante años en estas páginas en su libro bajo el mismo título, que refleja sus viajes por el espacio geográfico que ocupa nuestra Diócesis de Coria-Cáceres en la tierra extremeña. Publicado por el Instituto de Teología San Pedro de Alcántara a través de su servicio de publicaciones de la Diócesis de Coria-Cáceres en la Serie Pastoral 16. “Viajero empedernido”, como se define en el prólogo del libro, recoge en cada capítulo paisajes, personas, costumbres, edificios, ritos, canciones, el acervo, las tradiciones y por supuesto, las raíces cristianas. Acebo, Brozas, el Cottolengo, Hoyos, Perales del Puerto, Sierra de Fuentes o Zarza la Mayor son algunas de las 26 localidades que recoge el manuscrito. El libro puede adquirirse a un precio de 10 € que irán destinados al Fondo de Emergencia de la Diócesis de Coria-Cáceres para ayudar a los más afectados por la crisis del Coronavirus. El autor “amenaza” ya con la segunda parte, para consuelo de las localidades que no se han visto reflejadas en la primera publicación de Raíces: «Vaya en principio este primer bloque de pueblos. Pongamos a los demás en “lista de espera”, confiando en las manos providenciales de Dios». Así sea.

Transmisiones de Radio María

MES DE MAYO

• Día 12 de mayo, miércoles, a las 18:45 h, Vísperas y Rosario desde el convento Obra de Amor. • Día 19 de mayo, miércoles, a las 19:30 h, Santa Misa desde el Seminario Diocesano. • Día 26 de mayo, miércoles, a las 9:25 h, Rosario desde la Casa de las Misioneras de Cristo Sacerdote.

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Correspondencia del Administrador Diocesano SANTA MARÍA,

† Diego Zambrano López Administrador diocesano

EL ATAJO QUE LLEVA A DIOS Comenzamos el mes de mayo, mes dedicado a la Santísima Virgen, Madre de Dios y madre nuestra; os invito a redescubrir la belleza de tratar a María y “contemplar juntos el rostro de Cristo en el corazón de María, que nos unirá todavía más como familia espiritual y nos ayudará a superar las dificultades”. El Evangelio ofrece pocos datos sobre la Virgen, aunque son suficientes para descubrir la santidad de María y alimentar una devoción filial hacia ella. Santo Tomás de Aquino explica que la devoción que se tiene a los santos no termina en ellos, sino que en última instancia se dirige a Dios, en cuanto que en sus santos veneramos en realidad a Dios que les ha llenado de gracia y santidad. El culto y la devoción a la Virgen es muy antiguo en la Iglesia, surge de la realidad de su maternidad divina y del papel que Cristo le reservó en la Historia de la Salvación. Ella es Madre de Dios, es por ello, que el culto mariano, ha tenido siempre una clara connotación cristológica. El Concilio Vaticano II, en el capítulo VIII de la Constitución dogmática Lumen Gentium, habla del culto a la Santísima Virgen en la Iglesia. Explica que “María, ensalzada, por gracia de Dios, después de su Hijo, por encima de todos los ángeles y de todos los hombres, por ser Madre Santísima de Dios, es justamente honrada por la Iglesia como un culto especial” (n. 66). Santa María es el atajo que nos conduce a Dios, el camino más corto para llegar al Señor, Ella es la “omnipotencia suplicante” y jamás se ha oído decir que ninguno de los que hayan acudido a ella hayan sido abandonados por tan buena madre. Acudamos a la Virgen, en este mes de mayo, y con la confianza de que siempre nos escucha; el Señor, en el momento de la Crucifixión, nos entregó a su madre, como madre nuestra: “Ahí tienes a tu hijo, y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa” (cfr. Jn 19, 25-27), en el apóstol Juan estábamos cada uno de nosotros y desde el cielo sigue ejerciendo el oficio de madre. Además es modelo de oración porque María perseveraba en la oración con los discípulos de su Hijo, así como acompañó a los apóstoles en los primeros pasos de la Iglesia naciente, también acompaña, con su oración y mediación, en su peregrinar hacia la Patria celestial. Nos acompaña a cada uno en nuestro peregrinaje, no solo está

con nosotros en los momentos gozosos de nuestra vida, sino también en el sufrimiento, ayudándonos a recuperar la paz, dándonos esperanza en medio del dolor y ofreciéndonos su ternura y amor de madre. En estos tiempos de pandemia, y en esta hora de la historia, acudimos a Ella como Salud de los enfermos, porque ella nos ha traído al Médico que cura todas las enfermedades, su hijo Jesús. En este mes de mayo os invito a rezar la oración que nos regaló el papa Francisco para pedir por el fin de esta pandemia. “Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza. Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe. Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba. Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.

RETIRO DEDICADO A SANTA MARÍA Y SAN JOSÉ

El próximo 8 de mayo, sábado, se celebrará un retiro en el Centro de Espiritualidad Nuestra Señora de la Montaña de Cáceres organizado por la Delegación de Espiritualidad. Estará dedicado especialmente a San José con motivo del 150 aniversario de la declaración como Patrono de la Iglesia Universal. Acompaña el sacerdote Jaime Rubio Pulido. PROGRAMA Dará comienzo a las 10:00 h de la mañana con la acogida. Se expondrá el Santísimo con la meditación dedicada al Santo Custodio de Jesús. Habrá tiempo para la adoración eucarística y la oración personal en las capillas del centro. También se puede hacer uso para pasear por el patio del centro, la zona de la montaña o el santuario de la Virgen de la Montaña... A las 12:30 h rezo del Santo Rosario en el Santuario Nuestra Señora de la Montaña y, a continuación, la Santa Misa. El retiro terminará con una oración especial a San José, consagrándonos de corazón a su especial protección en estos tiempos que vivimos, ante la imagen del Sagrado Corazón de Jesús expuesta en la plaza del santuario. Quien lo desee puede quedarse a comer en el Centro de Espiritualidad. Por motivos de organización y seguridad sanitaria se debe hacer la reserva para el retiro y/o la comida en el número 927 22 05 12. La inscripción es gratuita. El aforo es limitado. Delegación de Espiritualidad 3


#HAZMEMORIA FAMILIA,

UNA COMUNIDAD DE VIDA Y AMOR

La vida humana, desde el primer momento de su existencia, necesita cuidado y protección. Como el ser humano es social por naturaleza, cada persona necesita un entorno social que le garantice la subsistencia, en los primeros momentos de la vida, y que le permita integrarse en la sociedad con los cuidados que ella facilita. Ese entorno es la familia, el primer lugar en el que la vida es acogida. Surge en ella y se vincula inmediatamente con ella creando lazos que le permiten los primeros cuidados y la protección en medio del ambiente difícil en el que se viene a la vida. Pero no es solo eso, la familia es también el lugar donde se establecen las primeras relaciones que nos permiten crecer en humanidad. Y suelen ser unas relaciones creadas por vínculos de amor y de afecto. El amor sostiene a la familia unida y le permite crear un tejido que acompaña en los momentos buenos y que sostiene y protege en los momentos de crisis personales, sociales o económicas. En la familia, la persona se asoma a la vida protegido y amado. VÍNCULOS DE AMOR Los vínculos de amor entre las personas de una familia son los más fuertes que se pueden establecer. La unión de la familia en el matrimonio genera un vínculo irrompible que mantiene una relación para toda la vida. El amor sostiene en el seno de la familia, la entrega de los cónyuges, la generosidad de los padres, la disponibilidad de los hijos y el cuidado de los ancianos o de los más desfavorecidos. En estos momentos de crisis sanitaria, social y económica, la familia ha sostenido a muchas personas en el amor y en la compañía y permite que fácilmente puedan reinsertarse en el cauce de la sociedad quienes han quedado al margen como consecuencia de esas luchas. Tantas personas han vuelto a sus familias de origen cuando la dureza de la crisis hacía insostenible la propia vida, el estilo que se había alcanzado, o cuando la soledad, el dolor y la tristeza tomaba posesión de los corazones. El tesoro de cada persona, así se ha visto en este tiempo especialmente, es la familia en la que uno ha nacido y la fami-

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lia que ha formado. Los hijos son la mayor y mejor aportación de la familia al bien común de la sociedad, pues cada uno de ellos es signo de plenitud. De amor recibido y compartido. De confianza de Dios en los padres a los que entrega un hijo común para que lo acompañen desde el seno materno hasta el momento en que forme otra familia. La experiencia del cuidado de los más pequeños y débiles permite a sus miembros vivir generosamente abiertos a la vida, enseña a sostener a los que sufren cerca y ofrece un testimonio del valor de la vida por encima de todo. Por eso, la familia es la mejor escuela para que los niños aprendan el valor de la vida humana y aprendan a respetar y promover la vida de todos, especialmente la de los más débiles. Cuando los hijos son educados para el amor y la vida se están poniendo los cimientos más sólidos para que florezca de nuevo una cultura de la vida en el que la muerte nunca sea una opción que se ofrece ante cualquier problema. LA IGLESIA, FAMILIA DE FAMILIAS En la Iglesia, en cada comunidad que la conforma, existe una familia de familias. Grupos de personas reunidos en torno a Jesús por la fuerza del Espíritu Santo que se relacionan por amor y para el amor. La relación entre los miembros de la Iglesia es similar a la que se vive en el interior del hogar. Es una comunidad de personas relacionadas por amor en el que se transmiten los rasgos propios de la familia: se celebra, se comparte, se enseña, se atienden los unos a los otros, se cuida, se protege. El papa Francisco insiste en la necesidad de que la familia y la Iglesia caminen juntas pues ambas dan testimonio de la comunión de amor cuya fuente última es Dios mismo. A partir de su propia experiencia en Nazaret cuando inició su vida pública, Jesús formó a su alrededor una comunidad, una con-vocación de personas: quiso la Iglesia. Y la quiso como una familia hospitalaria, una casa donde todos, sin exclusión, fueran acogidos y amados. El primer ámbito para testimoniar y enseñar la vida cristiana a los más jóvenes es la propia familia que vive, celebra


y anuncia su fe en Jesús. En estrecha relación, la parroquia contribuye al crecimiento en la fe de todos sus miembros, ofrece los cauces de la gracia y un lugar en el que hacer posible el compromiso con los necesitados y los que sufren, dentro o fuera de la parroquia. La Iglesia anima y está al lado de las familias ayudándolas a descubrir caminos que les permitan superar todas las dificultades, con una mirada esperanzada hacia el futuro y con la mano que sirve, cuida y acoge tendida hacia los que sufren en este tiempo. La familia es realmente hospital de campaña, lugar de acogida, y modelo para la vida de la comunidad cristiana. Al celebrar en la Iglesia el año “Familia Amoris Laetitia”, el empeño debe ser construir familias sostenidas por la alegría del amor, que reflejan en el mundo su contribución al bien común de la sociedad. Una humanidad con familias fuertes sostiene la fortaleza en el presente y la esperanza en el futuro.

• La familia es el primer lugar de relación para el ser humano. En ella se forma, recibe los primeros cuidados y se asoma a la vida protegido y amado. • El vínculo que une a la familia es el amor que se expresa en entrega, generosidad, disponibilidad y cuidado del otro. • La familia, en estos momentos de crisis sanitaria, económica y social, es la red que sostiene a todos sus miembros en el cuidado, en el amor, en la compañía. • La presencia de los hijos es un signo de plenitud de la familia. • La familia que vive generosamente abierta a la vida, sostiene a sus miembros más débiles y busca colaborar en el bien común, es testimonio del valor de la vida y presta un servicio valioso a la sociedad. • La familia es la mejor escuela para que los niños aprendan el valor de la vida humana y aprendan a respetar y promover la vida de todos, especialmente la de los más débiles. • Educando a los jóvenes para el amor y la vida estaremos poniendo los cimientos más sólidos para una cultura de la vida. • El primer ámbito para testimoniar y enseñar la vida cristiana a los más jóvenes es la familia que vive, celebra y anuncia su fe en Jesús.

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Noticias Diocesanas DECLARACIÓN DE LA COMECE SOBRE LA EMERGENCIA SANITARIA Y ECONÓMICA DE LA UNIÓN EUROPEA Hace un año, la pandemia de la Covid-19 golpeó repentinamente a la Unión Europea, afectando a la salud humana, a la economía y a la sociedad al mismo tiempo. Coincidiendo con la actual crisis climática y las transiciones digitales y demográficas, Europa se enfrenta ahora a una doble emergencia sanitaria y económica. En este contexto, los obispos de la Unión Europea reciben el plan de recuperación de la UE como “una nueva señal de solidaridad en la Unión Europea, necesaria para ayudar a los más afectados por la crisis y hacer frente a la actual crisis ecológica global”. COMECE (Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea) insta a todos los estados miembros a “respetar su compromiso de julio de 2020 ratificando la decisión sobre recursos propios en sus parlamentos nacionales” y alienta a todos los actores internacionales “a cooperar para encontrar soluciones globales en tributación digital [...] Con el fin de avanzar hacia una sistema fiscal más equitativo en el que las grandes empresas contribuyan de forma justa a la recuperación”. “Frente a intereses particulares, estamos llamados a vivir la solidaridad en la Unión Europea y a incluir plenamente a las personas en situaciones precarias o aisladas, y en particular a las afectadas por la crisis del Covid-19. Hacemos un llamamiento a la UE y a sus estados miembros para que todos los agentes económicos, y en particular las empresas multinacionales, algunas de las cuales se han beneficiado de la crisis, participen equitativamente en el esfuerzo de recuperación con el fin de aumentar la confianza mutua en nuestra economía. Al mismo tiempo, la preocupación por el prójimo debe ir de la mano de la protección de nuestra casa común, como familia humana que vive en el mismo planeta”, declara S.E. el obispo Antoine Hérouard. La COMECE también señala la integración de nuevos recursos propios de la UE “con el fin de asegurar que todos contribuyan de manera equitativa a la recuperación, cuidando nuestra casa común y las personas que la habitan”. Si queremos luchar contra las tendencias individualistas y volver a poner la dignidad humana en el centro de nuestras políticas, la solidaridad entre las naciones es más necesaria que nunca. “La solidaridad —leemos en el documento— está en el corazón de la Unión Europea y será la clave de la recuperación”.

La declaración, elaborada por la Comisión de Asuntos Sociales de la COMECE, analiza algunos de los logros de la Unión Europea en materia de justicia social, ecológica y contributiva desde que la Covid-19 llegó a la UE. Este documento de reflexión también incluye propuestas concretas para una mayor solidaridad en el proceso de recuperación y sigue a la declaración de mayo de 2020 “Relanzamiento de Europa con justicia”, la primera reacción de la Comisión de Asuntos Sociales de la COMECE ante el plan de relanzamiento propuesto por la Comisión Europea.

CLASES DE CASTELLANO Y CULTURA ESPAÑOLA PARA FACILITAR LA INTEGRACIÓN DE LAS PERSONAS MIGRANTES

El proyecto Programa de Inmigrantes Migrantes de Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres, desarrolla acciones de integración y promoción para las personas inmigrantes más vulnerables que llegan a la ciudad de Cáceres. Además de la atención y el acompañamiento, y desde los distintos proyectos llevados a cabo desde el programa, se desarrollan diferentes acciones de promoción de la persona: clases de castellano, talleres de nuevas tecnologías, talleres de habilidades sociales y ofrecen cursos de cultura española y constitución para facilitar la consecución de la nacionalidad española. Por otro lado, en la capital cacereña, gestiona pisos de acogida destinados al colectivo. En la fotografía puede verse una de las clases de castellano que imparten desde Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres que pretenden impulsar la mejora de la comunicación y las relaciones sociales, además de facilitar su integración en la sociedad. Actualmente hay cuatro grupos de formación. BIZUM Por otro lado, cabe recordar que Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres dispone de Bizum (00734), un servicio que permite a las personas realizar aportaciones de forma sencilla, en pocos pasos, sin introducir números de cuenta y de manera gratuita. Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres ha agilizado la puesta en marcha de este servicio, a raíz de la crisis social causada por el coronavirus. Con esta medida se facilitan nuevas donaciones que permitan a Cáritas hacer frente al incremento registrado en la demanda de sus servicios.

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Para vivir la liturgia La mesa de la Palabra Primera Lectura, Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 9, 2631 En aquellos días, llegado Pablo a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, pero todos le tenían miedo, porque no se fiaban de que fuera realmente discípulo. Entonces Bernabé se lo presentó a los apóstoles. Saulo les contó cómo había visto al Señor en el camino, lo que le había dicho y cómo en Damasco había predicado públicamente el nombre de Jesús. Saulo se quedó con ellos y se movía libremente en Jerusalén, predicando públicamente el nombre del Señor. Hablaba y discutía también con los judíos de lengua griega, que se propusieron suprimirlo. Al enterarse los hermanos, lo bajaron a Cesarea y lo enviaron a Tarso. La Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo.

Salmo responsorial, Sal 21, 26b-28 y 30ab 31-32 (R/.: 26a) R/. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea. O bien: Aleluya. Cumpliré mis votos delante de sus fieles. Los desvalidos comerán hasta saciarse, alabarán al Señor los que lo buscan: viva su corazón por siempre. R/. Lo recordarán y volverán al Señor hasta de los confines del orbe; en su presencia se postrarán las familias de los pueblos. Ante Él se postrarán las cenizas de la tumba, ante Él se inclinarán los que bajan al polvo. R/. Me hará vivir para Él, mi descendencia le servirá, hablarán del Señor a la generación futura, contarán su justicia al pueblo que ha de nacer: todo lo que hizo el Señor. R/.

Segunda Lectura, Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 18-24 Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante Él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Y cuanto pidamos lo recibimos de Él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en Él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.

Aleluya, Jn 15, 4. 5b Permaneced en Mí, y yo en vosotros —dice el Señor—; el que permanece en Mí da fruto abundante.

Evangelio, Lectura del santo evangelio según San Juan 15, 1-8 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: —“Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en Mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en Mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en Mí y yo en Él, ese da fruto abundante; porque sin Mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en Mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en Mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos”.

El Pan de la Palabra de cada día Lunes, 3: 1 Co 15,1-8 • 18, 2-5 • Jn 14, 6-14. Martes, 4: Hch 14, 19-28 • 144, 10-21 • Jn 14, 27-31a. Miércoles, 5: Hch 15, 1-6 • 121, 1-5 • Jn 15, 1-8. Jueves, 6: Hch 15, 7-21 • 95, 1-10 • Jn 15, 9-11. Viernes, 7: Hch 15, 22-31 • 56, 8-12 • Jn 15, 12-17. Sábado, 8: Hch 16, 1-10 • 99, 1-5 • Jn 15, 18-21.

DOMINGO V DE PASCUA EN LO BUENO Y EN LO MALO “Si permanecéis en Mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará”, nos dice Jesús en el Evangelio de la Eucaristía de este domingo. En el poco tiempo que llevo como capellán de hospital he visto a mucha gente, como es lógico, preocupada por su salud y asustada por la incertidumbre de la evolución de su enfermedad, también a sus familiares. Pero en todos ellos había algo en común: la esperanza, aun en los casos más graves. Esperanza que se transforma en deseo de vida eterna, cuando ya se sabe que todo ha llegado a su fin, y en aceptación de la voluntad del Señor, que siempre aporta paz. Permanecer en el Señor, como el sarmiento en la vid, nos concede saber qué necesitamos realmente. Y, sabiendo lo que necesitamos realmente, el Señor nos lo concede. A veces nos asusta pedir los sacramentos, sobre todo el de la Unción, cuando estamos enfermos o para nuestros familiares enfermos. Siempre pensamos que se van a asustar. A veces se espera tanto que, o se recibe ya sedado o, por desgracia, se llega tarde. Por mi experiencia, todo el que recibe el sacramento de la Unción consciente y comprendiendo su significado, encuentra una paz y un sentido al padecimiento de la propia vida, que cambia por completo la perspectiva de su existencia. Y es que en ese momento se sabe en paz, se sabe unido al Señor, se sabe fuerte. “Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado: permaneced en Mí, y yo en vosotros”, nos dice Jesús. Este es el gozo al que el Señor nos invita: vivir unidos a Él, porque solo así será posible aceptar lo bueno y lo malo, pues todo tiene sentido en Él.

Jesús Luis Viñas Capellán Hospital S. Pedro de Alcántara 7


MANIFIESTO ANTE EL PRIMERO DE MAYO DE 2021 ¡Ahora más que nunca: Trabajo Decente! Las entidades de inspiración católica que promueven la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) celebran, por cuarto año consecutivo, el Día Internacional del Trabajo y la solemnidad de San José Obrero, patrono de los trabajadores y las trabajadoras1, en un año extraordinariamente marcado por el grave impacto de la pandemia en el conjunto de la sociedad y en el mundo del trabajo, cuyos efectos han sido especialmente acentuados en las personas más vulnerables. Esta crisis ha puesto de relieve la necesidad de un cambio de sistema productivo, basado en trabajos que aporten valor, sujetos de unas condiciones laborales dignas, y donde las personas estén en el centro. Sabemos que Jesucristo aprendió de San José “el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio trabajo”; y que aquella familia de Nazaret tuvo que afrontar, en su migración por Egipto, “la necesidad de comer, de encontrar una casa, un trabajo”2. ITD quiere subrayar, en este tiempo, la importancia del trabajo como actividad humana que acrecienta la dignidad de cada persona y de sus familias. Con el trabajo cuidamos al conjunto de la sociedad y al planeta. Además, con el trabajo participamos en nuestra propia humanización, en la sostenibilidad de la Creación y en el “advenimiento del Reino”3. El impacto de la pandemia ha acelerado los procesos que debilitan el derecho al trabajo, y empobrecen, precarizan y descartan a millones de trabajadoras y trabajadores, principalmente mujeres y jóvenes. Ello provoca que el acceso a un puesto laboral digno, tras muchos años dedicados al estudio y a la especialización en un ámbito profesional, sea hoy casi un lujo que pocas y pocos jóvenes se pueden permitir. Que el trabajo esté en riesgo supone que el pacto social entre en crisis y, con ello, la propia democracia. 1 Cfr. Pío XII, 1955. 2 Cfr. Patris Corde. 3 Cfr. Patris Corde.

Se han destruido miles de empleos y muchos de los ERTE se han resuelto, finalmente, en despidos. Los empleos considerados esenciales — muchas veces ejercidos en condiciones precarias, tanto a nivel laboral como de protección sanitaria—, no se han visto reconocidos en una mejora de sus condiciones. Y las medidas de protección social diseñada para paliar los efectos de la crisis no ha llegado a las personas que más lo necesitan, como tampoco ha sucedido con el subsidio temporal previsto para las trabajadoras del hogar o el ingreso mínimo vital. Además, la pobreza se dispara entre la población migrante en situación administrativa irregular, donde el desempleo y la economía informal son mayoritarios, sin posibilidad de acceso al sistema de protección. En ese sentido, creemos oportuno destacar que es fundamental una política que promueva la fraternidad y permita la amistad social al servicio del bien común. De ahí que en este Primero de Mayo “el gran tema es el trabajo”, una dimensión esencial para promover “el bien del pueblo”4 y el acceso a una vida digna en una sociedad más decente. Instamos, ahora más que nunca, a adoptar las medidas necesarias para conseguir que el trabajo decente sea una realidad accesible para todas las personas, con condiciones que permitan mantener una vida digna y una protección social que llegue a todas las personas que lo necesitan. Por eso, en este Primero de Mayo, ITD reclama: • Redefinir la idea del trabajo como actividad humana y configurar nuevas políticas —los cuidados, la reducción de la jornada laboral, etcétera— que aseguren a cada persona trabajadora “alguna manera de aportar sus capacidades y su esfuerzo” a la construcción del bien común. 4 Fratelli Tutti, 12.

Directora: LORENA JORNA BOTICARIO Edita: DELEGACIÓN DIOCESANA DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL E-mail: comunicacion@diocesiscoriacaceres.es

Imprime: Gráficas MORGADO - CÁCERES • graficasmorgado@gmail.com • graficasmorgado.es • 927 24 90 66

• Potenciar el trabajo con derechos, seguro, “libre, creativo, participativo y solidario” (EG 192) en cualquier relación laboral y para todas las personas, sin distinción de edad, sexo o procedencia. • Garantizar el acceso a medidas de protección social para aquellas personas que no puedan trabajar o que sus condiciones laborales no les permitan llegar “a fin de mes”. • Lograr el reconocimiento social y laboral de los empleos esenciales para la vida, con unas condiciones laborales dignas. • Promover un diálogo con toda la comunidad política, sociedad e instituciones, para configurar un nuevo contrato social basado en la centralidad de la persona, el trabajo decente y el cuidado del planeta. • Impulsar la incorporación de la juventud al mercado laboral en una sociedad golpeada por una crisis sanitaria social y económica creando oportunidades reales de acceso al trabajo digno. Convocamos a todas las comunidades cristianas a unirnos, asegurando las medidas sanitarias, en la celebración, la lucha y la oración de este Primero de Mayo. Os invitamos a participar en cuantas acciones puedan hacer visible estas reclamaciones. Y con el papa Francisco, imploremos a San José Obrero para que encontremos caminos que nos lleven a decir: “Ahora más nunca: ¡Ningún joven, ninguna persona, ninguna familia sin Trabajo Decente!”.

AGENDA Domingo, 9: — Sexto Domingo de Pascua.

Iglesia en Coria-Cáceres SEMANARIO DIOCESANO DE INFORMACIÓN Suplemento al Boletín Oficial del Obispado de Coria-Cáceres

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De conformidad con la LOPD 15/1999, informamos a nuestros suscriptores, que sus datos de carácter personal serán gestionados por la Delegación Episcopal de M.C.S de la Diócesis de Coria-Cáceres, con la finalidad de coordinar los envíos y de la gestión administrativa. Si desea ejercer sus derechos ARCO puede dirigirse a: Diócesis de Coria-Cáceres en Plaza de Santa María, n. 1, de Cáceres.


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