Desempleo confianza malena mangas

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Empleo y autoestima: todo lo que podemos hacer por nosotros mismos Exposición original de Malena Mangas. 28 de mayo de 2014

Introducción. La Pole Position

En este momento, los psicólogos que siguen más de cerca la relación entre autoestima y empleo parecen estar de acuerdo en que pesa mucho la exigencia enormes esfuerzos en buscar un empleo, CUANDO NO HAY EMPLEO. Es cierto. Pero eso no significa que tengamos que cruzarnos de brazos, esperar a que escampe, y entonces pasar a la acción. Las oportunidades son escasas, pero eso no significa que no debamos estar preparados. Escaso no significa nulo. Hace mucho que nuestro campeón de Fórmula 1, Fernando Alonso, no tiene el mejor coche, pero sigue luchando con mejores motores que el suyo y aplicando sus mejores bazas una y otra vez. Cuando llevaba, con mi amiga Saskia, el proyecto “Trabajos por el Mundo”, recibía cientos de currículums de personas que deseaban encontrar trabajo y mejorar sus opciones. Nunca vi un solo currículum en el que no valiera la pena detenerse. Nunca vi un motor tan averiado que no mereciera repararse. Al contrario, me di cuenta de que las personas podían hacer tanto por sí mismas, que si conseguía ayudarles a despertar esa fuerza, iba a ser determinante para cualquier cosa que pudieran emprender en adelante. Es posible que no logremos inmediatamente, y especialmente en circunstancias adversas, una victoria deslumbrante: conseguir el empleo que deseamos. Pero nuestro propio esfuerzo sí que puede darnos una Pole Position, es decir, una posición aventajada para cuando llegue la carrera. Podemos hacer muchísimo por nosotros mismos. Y eso es lo que quiero contar.


1. Necesitamos trabajo, como necesitamos amor Entrevisté a Dionisio Contreras Casado, experto en inteligencia emocional y prevención de riesgos laborales para escribir el reportaje que dio lugar a que me llamaseis y que trata precisamente de este tema. Colabora en la web portalparados.es y acaba de publicó hace un año el libro, Inteligencia emocional para Desempleados (Ed. Humanitas), destinado a reforzar la confianza de los parados mediante el desarrollo de sus competencias emocionales. "Estamos centrados en enseñarles a hacer currículums o entrenarles para realizar entrevistas de trabajo, cuando ¡no hay trabajo!" Para Contreras, los parados se enfrentan a un estrés "tan potente como es el desempleo, en muchas ocasiones, sin las habilidades suficientes y con un desconocimiento de sus emociones tan grande, que la situación les resulta emocionalmente ingobernable” y asegura que "estamos centrados en enseñarles a hacer currículums o entrenarles para realizar entrevistas de trabajo, cuando ¡no hay trabajo!”.

2. ¿Cómo manejar nuestras emociones ante el desempleo? El desempleo puede ser una situación nueva para muchos, o demasiado frecuente para otros. En cualquiera de los dos casos es dañina porque, como nos explica Dionisio Contreras, no sabemos cómo enfrentarnos a ella. Mi propuesta es hacer un paralelismo con una emoción con la que solemos estar más familiarizados, conocemos mejor y que aprendemos a manejar desde muy jóvenes: el amor. Ambas emociones tienen muchas cosas en común. La principal es que el amor, como el trabajo, es una necesidad humana. El sicólogo estadounidense Dr. Abraham Maslow (1908-1970) explicó en “Motivación y Personalidad” en 1954, que el hombre es un ser que tiene necesidades para sobrevivir, y agrupa todas las necesidades del hombre en 5 grupos jerarquizadas mediante una pirámide;


3. Sabemos consolar a quien pierde el amor ¿Quién no ha sido alguna vez paño de lágrimas de un amigo o familiar que ha sufrido una ruptura? La mayoría hemos superado situaciones de ruptura y hemos sobrevivido. Todos sabemos incluso en qué momento hay que animar a ese ser querido a pasar página y a continuar con su vida, le aconsejamos que se distraiga, que recupere aficiones… que viva. •

Hasta los ricos y famosos en la cumbre del éxito tienen problemas para encontrar amor

Todos conocemos a personas excelentes, encantadoras y agradables que no tienen pareja, que desearían encontrar amor y que sufren por ello. Nadie las infravalora por no haber tenido suerte, todos estamos dispuestos a recordárselo y solemos reafirmar que en cualquier momento puede aparecer la persona definitiva. Y sin embargo, ellas se culpan de su situación. Y si ellas no saben verlo, ahí están los amigos para indicárselo y animarlos. ¿Pero qué se le dice a una persona que ha perdido su trabajo y no puede salir del hoyo? ¿Cómo aconsejar a quien se culpa y se corroe por estar sin trabajo o no encontrarlo? Si en vez de amor, escribimos trabajo, entenderemos que las circunstancias se parecen y se pueden hacer análisis parecidos: que todos buscan amor en los mismos lugares de contactos, que le entran a todo o que nada les gusta. Que no cambian lo que no les funciona. Que las citas se parecen a las entrevistas. Y que ni todo lo estropeamos nosotros, ni todo está estropeado y por eso nos falla. Culparse y hundirse por no tener trabajo es como martirizarse y fustigarse por no tener pareja, un error en el que cae mucha gente. Cuando nos falta el trabajo, nos falta la forma de vivir. Cuando nos falta el amor, nos falta el sentido de vivir La única diferencia es que se puede vivir sin amor, pero es más difícil vivir sin trabajo.


4. La regleta de las opciones ¿Por qué todos me acaban abandonando? ¿Por qué todas las mujeres con las que salgo acaban decepcionándome? ¿Por qué siempre me hacen sufrir? Cuando un amigo o amiga de verdad nos hace estas preguntas referidas a su vida amorosa solemos ser capaces de indicarles algunas cosas que pueden hacer para mejorar y no tropezar en las mismas piedras: salir más, no ilusionarse demasiado con cualquier persona, asearse, cultivar la autoestima, ser menos cascarrabias, bajar peso, ser más positivos, no ir de víctimas, ser más independientes… Y también recordarles una cuestión fundamental: que en el amor no sólo depende de uno mismo, sino que hace falta la voluntad de otro para formar una pareja. Ésa es otra gran similitud con el trabajo: hace falta la voluntad de otros para concretar un empleo. No sólo depende de nosotros mismos. Pero no por eso hay que dejarlo todo en manos ajenas. Recordemos: estamos buscando situarnos en la Pole Position. Y eso sí es cosa nuestra. Como en el amor, hay una parte de las posibilidades de encontrar trabajo que dependen de nosotros (verde), otra que no (roja) y una tercera que podemos hacer jugar a nuestro favor (rojiverde).

La regleta, en una situación neutra

La regleta, antes de la crisis

La regleta, durante la crisis


Esas zonas no son estáticas, evolucionan continuamente. La mayoría de quienes buscan trabajo desconocen que pueden ampliar mucho la zona verde, e incluso arrinconar la roja al mínimo y reconvertirla en información si no positiva, al menos no dañina. Como en el amor, hay una parte de las posibilidades de encontrar trabajo que dependen de nosotros, y otra que no. Y en este momento, la parte en verde, la que depende de nosotros, es más estrecha que nunca. La buena noticia es que eso no es para siempre y que poder ampliarla es algo que debemos hacer.

5. La Zona Roja de la regleta Lo que no depende de nosotros nos mina, nos corroe y nos hace mucho daño. No podemos cambiarlo objetivamente, pero sí mirarlo de manera que le perdamos el miedo y la capacidad de hacernos mella: neutralizar su capacidad de atemorizarnos. Éstas son algunas de esas circunstancias externas que nos asustan o, cuando menos, mellan nuestra confianza. Veamos cómo podemos reconvertirlas para que no dañen nuestra autoestima. •

Las Macrocifras. Cómo trocear la enorme roca de seis millones [de parados].

El hecho irrefutable es el que es, una mole inmensa de más de seis millones como una roca a punto de caer sobre nosotros. La estrategia: Para que deje de parecernos una amenaza tenemos que trocearla. En sectores, en regiones, en temporadas, en nuevas opciones… Y vernos a nosotros mismos con nombre, cara, capacidades… y no como un número.


El paternalismo institucional. Los hechos que contradicen los mensajes.

El mensaje político, de todas las fuerzas y colores, es que un individuo solo no puede hacer nada por sí mismo, que sus opciones son nulas y que su futuro emana del poder, de cualquier tipo de poder. Para ellos, puede. Para los demás, no es cierto. La política crea muy pocos trabajos y que es el sector privado el que hay más posibilidades. La estrategia: no hay que fiarse de las promesas, ni dar demasiado poder a los políticos. Es hora de poner en cuestión su eficacia y los trabajos que crean. Tenemos una oportunidad de oro para hacer valer nuestros méritos y capacidades, para discutir la necesidad de puestos superfluos, para denunciar la falta de sacrificio de los de arriba y recordarles que la soberanía y el poder de trabajar reside en cada individuo.

El drama de la desesperación. Los desahucios, los eres, los comedores sociales, los reportajes de los robos de carros, los que se fueron a la aventura a Noruega y se mueren de frío, los niños con hambre… La sensación de miseria es tremenda, y cierta, existe y está ahí. Y nos da miedo porque puede que la estemos viendo acercarse.


La estrategia. Potenciar la razón y, si es necesario, buscar ayuda. Pero nunca hay que tomar decisiones a la desesperada. Hay que agradecer disponer de tiempo para sopesar bien las opciones. La inteligencia y la reflexión ayudan a conjurar el fracaso. Poder hacer algo por los demás ayuda mucho a sentirse mejor, a ver las cosas desde otras perspectivas y a recuperar la utilidad. Es el momento de demostrarnos que sabemos pensar •

El bloqueo personal. Cuando las circunstancias personales son abrumadoras.

A fuerza de buscar trabajo sin éxito, muchos psicólogos apuntan que pueden darse circunstancias de abandono personal, apatía, e incluso actitudes autodestructivas, como el alcoholismo. La estrategia. Buscar ayuda y asumir cualquier técnica que nos ayude a superar el bloqueo. Los expertos en reactivación personal durante el desempleo apuntan numerosas estrategias destinadas a beneficiar el organismo y la mente, desde el deporte a los entretenimientos, hay que romper un círculo que nos traga como un sumidero. •

Desorientación y desinformación. No sabemos cómo ni dónde buscar.

No se nos ocurre ya dónde buscar. El INEM no proporciona empleo, infojobs está saturado, ni siquiera sabemos si nuestro currículum está bien hecho… Hace unos años, cuando cumplí un año en el paro, me dieron un curso de búsqueda de empleo del Ayuntamiento con un grupo muy heterogéneo de personas. Y resultó muy enriquecedor para todos los que participamos. Por el contrario, en una mesa redonda en Córdoba, con centenares de individuos a viaje pagado de países sin libertad de expresión, oí múltiples quejas de por qué a ellos no se les había instruido de forma institucional para manejar las herramientas online con las que podían realizar una labor subversiva y combativa. Internet ha sido un fenómeno nuevo para todos. La estrategia. Salir del hoyo y formar un grupo de trabajo con familiares, amigos y conocidos en la misma situación para aunar fuerzas y compartir experiencias, formar una red de apoyo, intercambiar ofertas y favores, invitar a hablar para nosotros a personas que puedan ayudarnos, intercambiar conocimientos de forma colaborativa (internet por cocina, revisión ortográfica por perfil en Linkedin).

6. La Zona Verdirroja de la regleta Circunstancias –sensaciones- que vienen de fuera, que se sedimentan para bloquearnos y que, probablemente nos llevan lastrando desde mucho antes de que nos quedásemos en paro. Es posible que hayan oxidado nuestra autoestima sin que nos diésemos cuenta. Hay que contrarrestarlas y ponerlas a trabajar a nuestro favor. •

Los trabajos inútiles. Un trabajo o un proyecto que no sirve o no va a ninguna parte es carcoma para la valoración que cada uno hace de sí mismo. Los puestos ficticios son los peores enemigos de la autoestima como trabajadores. Cuando se ha tenido uno es posible que incluso se piense que toda la vida es así.


La estrategia: Hay que huir de ellos cuando se está a tiempo, y si no se ha podido, hay que contrarrestar con actividades de voluntariado que nos rehabiliten ante nuestros propios ojos. Es un buen momento para ayudar a los demás. •

El amiguismo. El enchufismo hace mucho daño al mundo laboral en general. No se puede cambiar de un día para otro, pero se le puede poner a jugar elegantemente a nuestro favor. La realidad es que la mayoría de puestos de trabajos se cubren a partir de conocidos o “soplos de amigos”. Pero hay que saber jugar esta carta como un buen mariscal de campo. La estrategia: Dado que las cosas funcionan así y no van a cambiar en los próximos meses – ni años- sí que podemos poner a trabajar al enchufismo para nosotros. Ojo, la peor manera de hacerlo es darle con el currículum a todos los amigos y conocidos, aprovechar las fiestas y reencuentros para dar la lata y conseguir que todo el mundo se esconda de nosotros, atosigar a cualquiera con cuarto y mitad de poder con nuestras súplicas. Así no funciona. Hay que apelar a la inteligencia de las personas. No pedirles trabajo, sino CONSEJO. Buscar la sabiduría ajena logra lo que ninguna otra cosa: abrir puertas, conseguir buenas pistas sobre un sector, informaciones interesantes que nos puedan ayudar… y, sobre todo, que gente interesante de verdad lea nuestro currículum. Es una forma no incómoda de llegar a quien te puede ayudar de verdad, porque la gente a la que se consulta tiende a echar una mano.

La inutilidad de las instituciones. Hay que entender e interiorizar que las oficinas de empleo no sirven más que para tramitar. La estrategia. Asumamos esto y pasemos a lo siguiente, que es ver qué nos sirve de verdad. Hay que estudiar las mejores opciones para cada uno. No obstante, conviene visitarlas todas, patear todas las instancias –inem, consejerías de trabajo, oficinas de la juventud, parroquias, convocatorias de contratación, y ver qué pueden ofrecernos, desde cursos a bolsas de empleo, pero sobre todo, sin esperar gran cosa de ellas, no desaprovechar posibles oportunidades.

Recursos malgastados y oportunidades desaprovechadas. CV andaluz contra CV catalán. La tristeza por los recursos gastados de forma inútil frente al enquistamiento. La estrategia: esto encierra una gran lección, y es que en la vida hay que trazarse objetivos y que siempre se debe caminar en una línea lo más recta posible hacia los objetivos. Ya no podemos hacer cursos sin ton ni son, ni enfrascarnos en el trabajo como si nunca fuera a faltar. Se trata de compaginar un aprendizaje que beneficie nuestra carrera profesional y trabajo capaz de superar el estancamiento. Cada esfuerzo se debe dirigir hacia una


6. La Zona Verdirroja de la regleta Cómo reconstruirse y maximizar las opciones. No se trata sólo de encontrar trabajo, sino de adquirir capacidades y recursos para superar en el futuro baches similares. •

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Una profunda auditoría interna. Mucha gente tiene una idea equivocada de sus capacidades. O distorsionada. Puede que necesitemos ayuda de los demás para obtener una mirada objetiva y válida de uno mismo. Renovar las herramientas de trabajo. Renovar el currículum y los recursos. Perfeccionar el método de búsqueda. o Ampliar el radio de acción o Afinar la puntería o Evitar aglomeraciones o Atreverse a soñar Conseguir la actitud. Cifras, optimismo y buenas vibraciones.

Técnicas que los expertos recomiendan para acompañar el proceso y reforzar la autoestima • • • • •

Abrirse a los demás, recuperar a la familia y los amigos. Mantenerse físicamente sano y activo. Aprovechar para reforzar los buenos hábitos. Dar rienda suelta a la creatividad. Ayudar a otros. Reforzar la confianza. Aprender es crecer.


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