GLOSARIO LA PEDAGOGIA Y DIDACTICA DE JESÚS “La Parábolas”Jesús nos enseñas a través de narraciones de sucesos sencillos, “La Parábolas”, con ellas aprendemos enseñanzas de alguna verdad importante, especialmente en el aspecto moral, estos relatos fáciles de comprender generalmente llegan fácilmente al corazón de los hombres. Los ejemplos que nos pone Jesús, están siempre vivos en nosotros, especialmente porque nos exige a nosotros mismos tomar conciencia de lo que es ser cristiano, es así como no solo debemos tener oídos atentos a las parábolas, ademásdebemos tener preparado el corazón para comprender la sensibilidad de la enseñanza y alejar toda soberbia en nosotros para aceptarla. La sutileza de la parábola, y me refiero a la delicada, suave e interesante forma que utiliza Jesúspara penetrar en nuestro corazón, nos invita a rechazar los estilos de vida conducentes al pecado, especialmente a aquellos que son productos de la soberbia, la envidia, la ira, la vanidad, el egoísmo, sentimientos que nutren la forma mas desvergonzada de vida del hombre. Es entonces en consecuencia, la parábola, una perfecta enseñanza de moral cristiana, es interesante saber descubrir en ella el llamado de salvación y conversión a Dios. Como se reunía una gran multitud y acudía a Jesúsgente de todas las ciudades, él les dijo, valiéndose de una parábola. Nos imaginamos una gran muchedumbre que se reúne cerca de El para oírle, y debe haber sido quizás todo el día, porque el fragmento del evangelio de Mateo (13,23) dice: Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas. Nos preguntamos ahora, ¿cuanto tiempo disponemos para Jesús?¿Qué atractivo tiene para nosotros oír sus enseñanzas? ¿Tenemos interés en conocer su palabra?, me hago la pregunta en razón de que es cierto que conocemos a personas que muestran antipatíapor saber que decía el Hijo de Dios. ¡El que tenga oídos, que oiga! ¡El que tenga oídos, que oiga! Para algunos puede significar el esmero con el cual se oye la Palabra del Señor. Para llamar la atención a alguien se le dice te entra por un oído y sale por el otro. Pero la frase de Jesús es más bien, un anticipo, un toque de alerta. Un llamado a meditar. Entonces, con la parábola del sembrador, tenemos que preguntarnos como somos nosotros en cuanto a tierra de cultivo, sabemos que las emilla es de primera calidad y germinará segúns ecomporte el suelo que la reciba. Atesorar la palabra en el corazón Jesúsvino a nosotros a sembrar la semilla de la Palabra de Dios y la vino a colocar en nuestro corazón. En efecto, el mejor lugar para recibir la Palabra es el corazón, ¿tenemos otra opción para atesorarla?, ese en ese lugar donde habita el amor, es allí donde Jesús nos quiere depositar sus enseñanzas, y si no tenemos disposición a recibirla en ese lugar, es cuando el maligno la arrebata. Pero tampoco se trata de tener una disposición aparente, superficial y con una actitud inconstante, porque con esa actitud, la Palabra no surtirá los efectos para lo cual fue recibida, las emilla no echará raíces y no dara frutos. Las atenciones y cuidados excesivos por lo terrenal, las preocupaciones e intereses por las riquezas materiales, las ambiciones y el amor al placer, opuestas a las inquietudes del espíritu no dejan que aparezca la Palabra y la ahoga. Sin embargo cuando el corazón es bueno, limpio, sencillo y bien dispuesto, es cuando se comprende bien la Palabra, es como la tierra buena capaz de hacerla germinar y dar frutos en abundancia. Jesús nos pide entender que oír la Palabra no es suficiente, esta además debe comprenderse para que sea fructífera. Para que la semilla produzca muchos frutos, la tierra tiene que tener vitalidad para superar todos los inconvenientes que se dejaran caer en ella, es así como nosotros debemos estar bien preparados para que la Palabra produzca fuerza para que se multiplique. Por esa razón es preciso que nos preocupemos de labrar la tierra de nuestro espíritu, para que pueda recibir la semilla, entonces nos debemos de entusiasmar con la lectura y la profundización de la Palabra de Dios. Pero además, Jesús nos pide que nosotros seamos buenos sembradores, El espera que nos encarguemos de llevar la semilla evangélica a todo lugar, es decir que repartamos con generosidad la semilla. Dependerá de nosotros cuant produzca de efectividad. Estructura de la Lectio Divina Lectura Orante de la Palabra Los 4 pasosde la Lectio Divina: 4 3 2 Contemplar. 1 Meditar Orar Leer Inspira la vida. El mensaje interpela suscitada en la Palabra de Dios…la vida…oración…y nos invita a la conversión 1 Leer . Nos preguntamos ¿Qué dice el texto? Para Comprender la Palabra y poder descubrir lo que Jesús quiere enseñarnos por su Palabra, es necesario escuchar con atención y tomar conciencia de que escuchamos a alguien: la persona viva que habla es Dios mismo. Debemos leer y releer atentamente, hasta que hayamos entendido bien todo su contenido. Se trata de poner de relieve lo más importante: el contexto, los personajes, el ambiente, los sentimientos, las imágenes, los símbolos, los verbos, los paralelos, el mensaje central... Su objetivo es orientar hacia la interiorización de la Palabra, captar las ideas principales, profundizar, sentir y apropiarse del texto. 2 Meditar . Nos preguntamos ¿Qué me dice el Señor con su Palabra?. Para Actualizar la Palabra Y poder Iluminar nuestra vida con la Palabra. La meditación busca actualizar el texto e insertarlo en el horizonte personal, en mi vida concreta. Qué me dice “A mí, hoy, aquí y ahora esta Palabra…”. Meditar es rumiar la Palabra intentando hacerla entrar poco a poco dentro de nosotros y confrontar el texto con nuestra vida, reconociendo las actitudes y los sentimientos que la Palabra de Dios nos transmite. ¿Con qué personaje(s) me identifico? ¿Cuáles son las actitudes de los personajes del texto? Si es un Evangelio: ¿cuáles son las actitudes de Jesús?,¿por qué es importante para mí la idea y el valor fundamental del texto?, ¿cómo me interpela?, ¿qué me sugiere en mi relación con Dios y con los demás? 3 Orar ¿Qué quiero decirle al Señor Nos preguntamos después de haber escuchado su Palabra? Para Dialogar la Palabra Y poder Expresar lo que la Palabra de Dios me ha provocado. La oración es el fruto de lo que provoca en nosotros la Palabra escuchada y meditada. La Palabra, convertida en oración, se vuelve motivo de alabanza, de agradecimiento, de súplica, de arrepentimiento, de bendición, de celebración, pues
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todo se funde en un diálogo profundo con Dios. Orar es buscar la voluntad de Dios y realizarla con amor, con generosidad y alegría. La oración se hace solidaria cuando se reza por la familia y los amigos, por los más necesitados y los que más sufren. 4 Contemplar . Nos preguntamos ¿Qué inspira en mi vida la Palabra? Para Admirar el misterio de Dios-Padre, el de Jesús-Amigo y el del Espíritu-Amor. Y poder Mirar la vida desde la Palabra y convertirse. Cuando se ora y se ama mucho, las palabras llegan casi a sobrar. La contemplación es el fruto que se experimenta después de haber orado la Palabra. Esa presencia del Señor suscita estupor y conversión, otorga paz, descanso y una fe serena. Nos regala una nueva mirada de la realidad: comenzamos a mirar con ojos de admiración y gratitud, de alegría y de esperanza, gozando del misterio de Dios-Padre, de Jesús-Amigo y del Espíritu-Amor. Esta actitud contemplativa nos sumerge en los acontecimientos de la vida cotidiana para descubrir y saborear en ellos la presencia bondadosa, activa y creativa de la Palabra de Dios. ESQUEMA DE LECTURA ORANTE Ambientación + oración inicial Crear un ambiente cálido . Colocarnos en círculo en torno a una pequeña mesa donde se halle la Palabra de Dios y algún cirio encendido. Si el grupo lo desea, podemos comenzar con un canto que todos conozcamos. Proclamación de la Palabra 1.-Lectura Leer el texto ¿Quédice? Detener la mirada en el texto. Intentar entenderlo juntos, ayudados por las preguntas. ¿Dequé habla el texto?, ¿Cuál es el contenido?, ¿Qué sucede?¿Cuálesson los personajes y qué hacen? (si los hay). 2.-Meditación Interrogar al texto ¿Quéme dice? ¿Quénos dice? Es el momento de escuchar el latir de nuestro propio corazón. Me enfrento a mi propia voz, luego de la lectura. ¿Quéme llama la atención del texto? ¿Quéme dice? ¿Quéme impresiona? Compartirlo con los demás, dialogarlo. 3.-Oración Orar a partir del texto ¿Quéle respondo a Dios? Hacer oraciones hablando directamente a Dios: dirigirse al Padre, a Jesús, al Espíritu... hablar con Él, contarle lo que uno quiere o siente. No un comentario para los demás. Que sea un diálogo, una conversación. ¿Quétengo en mi corazón, qué me gustaría decirle? 4.-Compromiso-Acción Actuar a partir del texto ¿Cómo llevarlo a la vida? Buscar una actitud para vivir: ¿Quévoy a hacer para vivir este texto? ¿Quévoy a hacer en concreto? ¿En qué me voy a empeñar para hacer realidad el mensaje de este texto?¿A qué me compromete? ¿A qué me invita? ¿Qué puedo hacer, cómo debo responder a la llamada de Jesús?
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“VOCACIÓN DEL CATEQUISTA, PERSONA CREYENTE, TESTIGO Y PROFETA” Unidad I LA CATEQUESIS EN LA VIDA DE LA IGLESIA En un momento de renovación, como es el actual, es necesario descubrir lo "auténtico", lo que es expresión y manifestación de una fe cristiana verdaderamente genuina. La historia nos mostrará qué elementos, por ser fundamentales, han perdurado a lo largo del tiempo y cuales son privativos de una determinada época. 1. LA CATEQUESISEN LA IGLESIA PRIMITIVA, S. I.
Los apóstoles, después de recibir el Espíritu Santo, predican por todas partes el mensaje de Salvación de Dios en Cristo (Kerigma). Esta predicación es, ante todo, una predicación "misionera", cuyas verdades se contienen en el "credo apostólico", del que Cristo es el centro. Aceptarlas es condición indispensable para el Bautismo. 2. LA CATEQUESISCATECUMENAL, SS.II. Y III.
A partir de la primera mitad del siglo II. se organizan los "catecumenados". Los catecúmenos empiezan por ser "postulantes" durante algunos años, y después, al comienzo de la cuaresma se inscriben para recibir el Bautismo, a fin de ser "elegidos" e iluminados o competentes en la Vigilia Pascual. Después del Bautismo serían ya "neófitos". Los siglos III, IV y V son los siglos del florecimiento de Catecumenado. 3. LA CATEQUESISPATRÍSTICA,SS.IV AL VI.
Los Padres Apostólicos fueron testigos privilegiados en la tradición de la Iglesia. Ellos "defendieron" la fe, "fijaron" la terminología, "sistematizaron" la doctrina revelada subyacente en la Sagrada Escritura y en la Tradición. Uno de los catecismos más importantes de esta época, escrito sobre el año 400, es el de "Catechizandis Rudibus", en el que San Agustín expresa sus dificultades sobre la manera de catequizar a los que pedían el ingreso en el catecumenado. Se conservan también unas catequesis dirigidas a los "competentes" y "neófitos", de San Cirilo de Jerusalén. Célebre es también la explicación del "Símbolo (credo) de San Ambrosio" en sus libros "De Sacramentis" y "De Misteriis". 4. LA CATEQUESISEN LA EDADMEDIA, SS.VII AL XVI.
La catequesis en esta época se lleva a cabo en el ámbito familiar, a excepción de las "Escuelas Catedráticas", "Abaciales" y "Parroquiales". Es abundante la legislación que recuerda y obliga a este deber primordial de la catequesis. San Enrique de Ossó, en su "Guía Práctica del Catequista" señala:"Nos encontramos en esta época Constitución V del Concilio de Toledo, en el año 1323, en que se "ordena y manda" el ejercicio de la catequesis con la siguiente epígrafe: DELA MANERADEINSTRUIRAL PUEBLOEN LOSARTÍCULOSDELA FE". 5. LA CATEQUESISEN LA EDADMODERNA,SS.XVI AL XIX.
En esta época la catequesis tiene una finalidad especialmente "instructiva", tanto en el campo protestante como en el católico. Esunode los momentos más importantes de la historia de la transmisión del Mensaje, el tiempo que sigue a la Reforma. Fue Lutero el autor del primer catecismo publicado en 1529, de gran valor pedagógico por su lenguaje directo y vigoroso. Por parte de la Iglesia Católica el "Catechismus ad Parochos" de San Pió V, con la estructura del "Credo", "Sacramentos", "Mandamientos" y "Oración".Los catecismos del P. Ripalda (1591) y Astete (1599).La tendencia general es la de convertir el catecismo en un resumen de un tratado teológico. 6. LA CATEQUESISEN LOSSIGLOSXIX Y XX.
Se inspira tenazmente en los modelos de los Siglos XVI y XVII, enlazando con las determinaciones del Concilio de Trento. Prevalece en ella la dimensión intelectual y apologética. Su principal preocupación es la de formar en las fíeles convicciones claras y profundas, exponiendo los fundamentos de la fe y asegurando la defensa de la misma. Por ello los catecismos se hicieron cada vez más voluminosos, más técnicos en el lenguaje y más teológicos en el programa de materias y en la argumentación. Entre los catequistas y educadores ilustres resaltan: o SAN JUAN BOSCO,en Italia, quien, entre muchos escritos para la educación de la fe de la juventud, escribió un "Catecismo breve para niños de la Diócesis de Turín", precedió de las oraciones de la mañana y de la noche, como consta en MB, V, 362. o SAN ANTONIOMARÍA CLARET, en España, quien en sus explicaciones se sirvió de dibujos realizados por él mismo para interesar y motivar a los niños en sus catecismos, más bien destinados a los catequistas y padres. o SAN ENRIQUEDEOSSO,también en España, quien escribió "Guía práctica del Catequista", primera obra en España de pedagogía catequista. o SAN PIÓ X será quien, en los albores del siglo XX, da un fuerte aldabonazo a las conciencias cristianas con la publicación de la Encíclica "Acerbo nimis" (1905), la publicación del Catecismo San Pió X y con su afirmación del primado de la catequesis entre las demás formas de apostolado. o PIÓ XII, considera la ignorancia religiosa como una llaga abierta en el costado de la Iglesia. o JUAN XXIII reafirma el primado de la Catequesis y en la Encíclica "Pacem in terris" insiste en que la educación religiosa se ponga a la altura de la enseñanza científica. o JUANPABLOI considera al catecismo como el "rey de los libros". o PABLOVI en el Sínodo de los Obispos sobre la evangelización (1974) dio a luz el importante documento de la exhortación "Evangeli Nuntiandi" del año 1975.o JUAN PABLO II al llevar a cabo el Sínodo de Obispos (1977) sobre "la catequesis en el mundo actual", proclamó la exhortación apostólica "CATECHESITRADENDAE" de 1979.Delos cual debemos concluir que:"UNA CATEQUETICANO SECONSTRUYESOLAMENTEDELA catequesis actual, sino de toda la tradición de la iglesia, en la cual la catequesis es una cadena y cada catequista un eslabón" LA CATEQUÉTICA COMO CIENCIA La tarea de la Catequética, en cuanto ciencia, consiste en: * Identificar sobre el campo de trabajo las tareas y condicionamientos de catequistas y catecúmenos.* Documentar y analizar el proceso de la acción catequética. * Planificar la acción catequética. * Desarrollar una teoría global de la Catequética en el contexto de su historia (pedagogía religiosa).
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1. La Catequética en cuanto realización de la misión evangelizadora de la Iglesia es una disciplina teológica. En cuanto organización de la enseñanza-aprendizaje religioso-eclesial y de la educación, es también una disciplina de las ciencias de la educación. Los contenidos y metas de la catequesis deben ser científicamente legitimados (dogmática, ética, exégesis, antropología, tanto como didácticamente "filtrados"). Debe darse la convergencia de una pedagogía de libertad y solidaridad y una teología del Reino de Dios, como Reino de libertad. 2. Una de las tareas más importantes de la ciencia catequética es "determinar el contenido, el objetivo y el método de la catequización en cada lugar concreto del aprendizaje". La catequética como ciencia empírica investiga también "sobre el terreno". Esde gran utilidad el poder analizar la catequesis y la formación religiosa escolar a través de documentos sonoros o audiovisuales que expresan la realidad. Aspectos formales de la investigación catequética. Sobresalen entre otros los siguientes: a) El estudio de los "lugares" y de los "destinatarios" de la catequesis por vía de investigación empírica cuantitativa y cualitativa, por parte de los especialistas. b) Las formas de comunicación catequética deben ser identificadas controladas y recreadas. La creatividad "sobre el terreno" es aquí de suma importancia. 3. La relación de la catequética con las ciencias de la educación, que le vienen de su carácter pedagógico, exige también conexión con las ciencias sociales. La Catequética plantea preguntas que son respondidas por la sociología y la psicología; son de gran importancia una sociología y una psicología catequéticas. L a catequética como ciencia, conocimiento verdadero que busca esencias, causas y principios, exige esfuerzo. disciplina y rigor en el estudio de la misma, a fin de servir eficazmente al mensaje de la fe. LA CATEQUESIS EN EL CONTEXTO DE LA ACCIÓN PASTORAL DE LA IGLESIA La evangelización no es una tarea que realizan por su cuenta y riesgo algunas personas de buena voluntad, sino una verdadera "acción celestial". En la "Evangelii Nutiandi", Pablo VI considera a la evangelización como la que mejor define la misión total de la Iglesia, "su identidad más profunda, ya que ella existe para evangelizar" (EN. 14). 1. ACCIÓNMISIONERADELA IGLESIA Y CATEQUESIS: La "catequesis" no es la "acción de la Iglesia", sino una de las acciones de la Iglesia. No es "la misión" de la Iglesia, sino "una de las misiones de la Iglesia", una acción "intraeclesial", en medio de otras acciones "extraeclesiales", en las que la Iglesia está volcada hacia afuera de sí misma y en favor de otras personas que no pertenecen a ella. LA ACCIÓN MISIONERA de la Iglesia, típicamente evangelizadora, se sitúa en el despertar de la fe y va dirigida al mundo de los "no creyentes". LA ACCIÓNCATEQUÉTICAes una etapa de la evangelización que trata de "conducir hasta la maduración de la fe" a los que ya han optado por el Evangelio, a los que ya "están dentro" de la Iglesia y ya están iniciados en la vida cristiana y católica. 2. ACCIÓNPASTORALDELA IGLESIA Y LA CATEQUESIS:
Cristo es "sacerdote, profeta y rey" y nos "hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre" (Ap. 1,6). La comunidad cristiana celebra, anuncia y vive la salvación.Dentro de la perspectiva se sitúa la clásica división de la acción pastoral de la Iglesia:-CATEQUÉTICA:anuncio de la Palabra en sus diversas formas.-LITÚRGICA:ejercicio del culto de la Nueva Alianza. -CARITATIVA: reino como servicio de amor y de caridad. Según esto, para ser catequista, no basta aprender un método o una técnica. se trata de realizar una acción eclesial que arranca del mismo cristo: ''como el padre me envió, así os envío yo a vosotros" (jn. 20,21) 3. LA COMUNIDADCRISTIANA, AGENTEDELA CATEQUESIS:
Jesúsrecibe del Padre la misión salvadora y la encomienda a la comunidad cristiana. El Pueblo de Dios, que es la Iglesia, es el responsable de la educación en la fe de todos sus miembros. Según esto "la acción catequética consiste fundamentalmente, en poner al bautizado en contacto con el misterio de salvación, tal como la comunidad cristiana lo cree, lo celebra y lo vive. el catequizando necesita del contacto con otros cristianos que den razón de su fe explícitamente. todos están llamados a dar razón de su fe. La catequesis adquiere su razón de ser y su inspiración más profunda como parte integrante de la "misión evangelizadora" de la Iglesia. La catequesis es un momento señalado del proceso total de evangelización y, como tal, no tiene sentido separarlo del conjunto de las actividades pastorales y misioneras de la Iglesia. LA EVANGELIZACIÓN Y LA CATEQUESIS EN EL MIN ISTER IO DE LA PALABRA La expresión paulina "la fe procede de la Palabra" (Rm. 10,17), nos está indicando la importancia capital que tiene para la educación de la fe todo lo relativo a los temas como "revelación" o "Palabra de Dios". Setrata ahora de clarificar los términos y las tareas de EVANGELIZACIÓNy de la CATEQUESIS. 1. LA PALABRADEDIOSY LA REVELACIÓN: a. LA REVELACIÓN"es el acto por el que Dios descubre a los hombres su designio salvífico y se da a conocer a ellos". Esun "acto", es
decir, un hecho, un acontecimiento: Dios interrumpe en la historia de los hombres y les hace partícipes de su secreto: su designio salvador. Y lo hace con palabras y gestos intrínsecamente conexos entre sí (DV,2). Así el misterio de la Palabra, además de recordar las obras admirables realizadas por Dios en el pasado y que encuentran en Cristo su cumplimiento, interpreta también, a la luz de esta revelación, la vida humana de nuestro tiempo. De esta forma Dios, revelándose hoy de manera continuada, revela al hombre su propio misterio. b. DIOSHABLA AL HOMBREHOY desde el interior del mundo y partiendo de sus propias experiencias (V. Balthasar en Catequesis de la experiencia). Para escuchar a Dios hoy es necesario tener el periódico al lado de la Biblia. Y al catequista le toca hacer de "antena" y "sintonizar" con la Palabra de Dios, creando un ambiente apropiado. 2. EVANGELIZACIONY CATEQUESIS
Teóricamente, es fácil la distinción, aunque, en la práctica, es mucho más difícil. Veamos: EVANGELIZACION: Es el anuncio global, el anuncio "choque" de la Buena Nueva de salvación de Dios al hombre, realizada en Cristo, hecho a los "no creyentes" para que nazca en ellos la fe por medio de la conversión". La evangelización es un proceso rico, complejo y dinámico que "resulta imposible comprender si no abarcan todos sus elementos esenciales" (EN, 17). CATEQUESIS:Eshacer "razonar de nuevo" la Palabra de Salvación en los "creyentes" para que profundicen en su fe e intensifiquen su conversión. Es la escuela básica de la iniciación a la fe porque contribuye a la construcción de la comunidad cristiana, mediante una iniciación global y sistemática a las diversas expresiones de la fe cristiana (CT,21). En ambos casosla Palabra llega al corazón del hombre, no
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sólo como iluminación sorprendente, sino también como energía y fuerza que "pone en marcha". La catequesis supone una supone una evangelización previa , por lo que en los niños debe hablarse más bien de "evangelización" que de "catequesis". 3. DOCTRINA, MENSAJE,TESTIMONIO: LA DOCTRINA es el conjunto de verdades de una determinada confesión religiosa. Es una interpretación de la realidad para
conocerla tal como es. Es "objetiva", "impersonal", "invariable" y "estética". Exige un estudio sistemático de sus contenidos. Se "enseña" transmitiendo verdades. Una catequesis preocupada sólo por esto, se llamaría "doctrinal". EL MENSAJE es la "Buena Nueva" que promete la esperanza de un bien. Interpreta una realidad para transformarla evangélicamente. Es interpelante y personal. Quien anuncia el Mensaje lo transmite por el testimonio suscitando aceptación o rechazo. La catequesis que se preocupa por transmitir el Mensaje se llama " Kerigmática". EL TESTIMONIO es la "transparencia" a través de toda la vida de una realidad que es valor y bien supremos. La catequesis lo necesita porque ésta es "vida" y es "amor". La auténtica catequesis necesita de tres elementos: vigilar por la pureza de la doctrina ademas de la verdad en la caridad, nos urge siempre la unidad en la verdad " (Juan Pablo II, Puebla, 4.2.79), (EN, 78). LA CATEQUESIS COMO "EDUCACIÓN EN LA FE Juan Pablo II en la "Catechesi Tradendae" habla de dos conceptos de la catequesis: * SENTIDORESTRINGIDO:"Es la simple enseñanza de las fórmulas de las que expresan la fe, sentido, al que por lo común, se atienen las exposiciones didácticas" (CT, 26).* SENTIDO AMPLIO O PLENO:"Es la educación de la fe de los niños, jóvenes y adultos, que comprende especialmente una enseñanza de la doctrina cristiana, dada generalmente de modo orgánico y sistemático, con miras a iniciar en la plenitud de la vida cristiana" (CT, 18).La catequesis pretende "avivar" y "desarrollar" la fe en una continua profundización y renovación de la conversión inicial, que de este modo, se "personaliza" y se "actualiza" continuamente, hasta llegar a la madurez plena de la vida divina en el hombre. 1. EDUCACIÓNDELA FE: EDUCAR: más que como relación vertical del educador hacia el educando, se trata de una relación horizontal, en la que el educador va
caminando con él recorriendo juntos un camino que él ya conoce. EDUCAREN LA FE: Significa "marchar con", pero en un plano de igualdad, porque el camino de la fe es siempre una "búsqueda", que el adulto la hace de una manera adulta, ofreciendo el testimonio de una búsqueda adulta. Exige una postura de máximo respeto a los interlocutores: DIOSy el HOMBRE.Y se trata de una iniciación cristiana integral, abierta a todas las esferas de la vida cristiana. 2. LA REALIDADDELA FE:
"La fe es una actitud por la cual el hombre se confía todo él, libremente a Dios, que se le revela, presentándole la adhesión total de su entendimiento y de su voluntad, asintiendo libremente a lo que Dios revela" (DV, 6). * Respuesta: interpelación de persona a persona. * Actitud: Se sitúa en el orden de "ser" y no del "tener". Pone en juego el "yo" profundo que hay en nosotros. Es una llamada a la autenticidad, a ser más. * Adhesión: Aceptado por el entendimiento la verdad contenida en la revelación de Dios y participando con la voluntad en el plan salvador de Dios, embargando a la afectividad, en la comunión con Dios de manera transformante. * Libre y dinámica: Dios invita y respeta nuestra opción. No es un acto definitivo de una vez para siempre, sino un "proceso" con sus alternativas y crisis, en crecimiento continuo. * Comunitaria: Dios se dirige a un pueblo e invita a realizar una alianza con ÉL. * Compromiso: Desencadena una verdadera revolución, un "trastorno", de una manera de mirar la historia, los hombres y el mundo. * Misterio: Si toda la persona es misterio, la persona por excelencia de Dios es infinitamente insondable. 3. TRIPLEFIDELIDADDELA EDUCACIÓNEN LA FE
a. DIOS: Toda nuestra catequesis no hace sino "detallar" las palabras de la Palabra, que es Jesús. "Que te conozcan a ti y a tu enviado Jesucristo" (Jn.17, 3). b. AL HOMBRE: Jesús vino a salvar al hombre en todas sus dimensiones. Le trae la verdad sobre sí mismo, lo que es bien para él. Dios habla al hombre en evolución en cada momento de su vida. Todas las necesidades del hombre deben ser aclaradas, purificadas, integradas y sublimadas por la catequesis. Para ello debe acomodarse a su "ser" y a su "actuar" y "pensar". c. LA TRANSMISIÓN: Con expresividad, claridad, actualidad y competencia, sin interferencias. 4. OBJETIVOSDELA EDUCACIÓNEN LA FE:
La catequesis educa al hombre entero (CT, 20), para que se vea impregnado por la Palabra de Dios, hasta "alcanzar el fondo del hombre" (CT, 52), y educa en todas las dimensiones de la fe. Los objetivos de la educación en la fe son: * Provocar la iniciación a la vida de relación con Dios, son los hombres y con el mundo de hoy. * Ayudar a percibir los signos por los que Dios invita al amor. * Introducir en el ámbito de las decisiones libres para que vayan llevando a la madurez personal y posibiliten la conversión. * Hacer "clima" para que las propias situaciones humanas sean percibidas con una luz nueva. La finalidad última de la catequesis es permitir una iniciación en la plenitud de la vida cristiana. Lo que distingue a la catequesis de otras formas de transmitir el mensaje relevado es: H acer madurar la fe inicial y educar al verdadero discípulo por medio de un conocimiento mas sistemático de la persona y del mensaje de nuestro señor jesucristo (CT, 19). ACTIVIDAD: Exigencias y aplicaciones prácticas para "tu catequesis" de la triple fidelidad en la catequesis.
EL MIN ISTER IO CATEQUÉTICO El ministerio catequético es un don del Espíritu, para la construcción de la comunidad, en orden al crecimiento de la fe de sus miembros, y que exige en quienes lo realizan:
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vocación, reconocimiento eclesial, duración, preparación y compromiso. 1. DON DEL ESPÍRITU SANTO:
Lo concede a la Iglesia para el crecimiento de la fe tanto de las comunidades ya formadas como de aquellos cristianos que están decididos a convertirse en seguidores de Jesús. En la Iglesia hay muchos carismas y servicios, todos igualmente valiosos y necesarios porque proceden del mismo Espíritu, pero de todos distintos: el de la catequesis, el de la caridad, el de la liturgia, etc. El mismo Espíritu es el que invita a todos los cristianos a asumir el papel en la comunidad que formamos los creyentes en Cristo, en un clima de comunión y participación para la construcción del Pueblo, o de Dios. 2. EL CATEQUISTA:
Este ministerio se realiza a través de unas personas muy concretas: los catequistas. Y para este ministerio no puede servir cualquiera, sino aquellos cristianos a quienes el Espíritu llama a desempeñar este servicio dentro de la comunidad. La vocación del catequista, normalmente, sólo se despierta allí donde se empieza a crear una comunidad o donde ésta vive su fe con autenticidad. Cuando esto se da, la vocación al ministerio catequético de algunos de sus miembros está más asegurada. La comunidad cristiana se siente corresponsable de la tarea que encomienda a un catequista, le garantiza su apoyo y se compromete a ayudarle para que pueda desarrollarla con facilidad. 3. REQUISITOSPARA ESTEMINISTERIO
Por ser un servicio importante y decisivo para la comunidad cristiana, este ministerio (no ordenado) necesita de un mínimo de: ESTABILIDAD: con suficiente duración en el ejercicio de su desarrollo para garantizar una cierta continuidad y efectividad. RECONOCIMIENTOECLESIAL: que asegure su validez e importancia en esta hora de la Iglesia. El "reconocimiento eclesial" de un ministerio "no ordenado" no es un invento de ahora; existe desde los primeros tiempos del cristianismo (He. 13,2). Según la tradición de la Iglesia, los rasgos característicos del reconocimiento eclesial son: La comunidad que descubre en alguno de sus miembros el don del Espíritu y que le capacita para una determinada tarea. El cristiano que acepta con generosidad el ponerlo al servicio de la comunidad. La comunidad que le encomienda esta tarea públicamente en el marco de una celebración, donde el responsable de la comunidad expresa con un gesto significativo la misión encomendada. El cristiano que recibe este ministerio se compromete a realizarlo en comunión con la iglesia, y compromete su vida con lo que realiza, esforzándose por adquirir la preparación y competencia necesarias para desarrollar este servicio con calidad y eficacia. IDENT I DAD DEL CATEQUISTA Al considerar el ministerio catequético hemos podido tomar conciencia de la importancia que el catequista tiene en medio de la comunidad eclesial. En efecto, el catequista es "un hombre creyente", para ser "animador y educador de la fe de sus hermanos", "en un proceso constante de formación. 1. HOMBRECREYENTE.ENVIADOA LA COMUNIDAD:
El catequista es un hombre adulto, con una cierta estabilidad en su personalidad, con un equilibrio psicológico, una capacidad de responsabilidad y coherencia de vida, en una actitud de apertura y convivencia, con una postura a favor de la vida, de la verdad, de la libertad y del amor. Asume y vive toda su realidad humana desde la perspectiva de Jesús, Señor de su vida personal y colectiva. Por ello fundamenta toda su vida en la Palabra de Dios, asume los valores del Reino por encima de cualquier otro valor, se identifica con un estilo de vida verdaderamente evangélico y está abierto a la acción del Espíritu, dejándose guiar por Él a través de la comunidad, de la celebración y oración cristianas y de los signos de los tiempos. 2. ANIMADORY EDUCADORDELA FEDESUSHERMANOS:
El catequista no trasmite su propia fe sino la de la Iglesia que le envía. Por ello tiene que ser testigo y apóstol de la totalidad del proyecto salvador de Dios, manifestado en Jesucristo y que permanece en la memoria viva de la Iglesia por la acción del Espíritu. Esto implica que debe: * Poseer una síntesis básica y significativa de los elementos fundamentales del mensaje cristiano. * Ser fiel al proyecto salvífico de Dios para los hombres. * Estar abierto y en comunión con la totalidad del Pueblo de Dios. Para que el catequista llegue a ser un verdadero educador de la fe o "en la fe" de sus hermanos es preciso también, que favorezca en el grupo catequético un clima donde se viva: * Una relación de confianza, autenticidad y libertad. * Una relación abierta y sincera que permita acoger la Palabra y la experiencia que otros tienen de Jesucristo. * Un clima de respeto a los ritmos de crecimiento de los educandos. Este nuevo clima pedagógico supone también un estilo peculiar de catequesis, que ha de vivir estos momentos: - Evocación de la experiencia.- Lectura creyente de la misma. - Expresión de esta experiencia. Este nuevo "saber hacer" catequesis supone también un grupo de catequistas que programen juntos y evalúen las EXPERIENCIASllevadas a cabo. 3. FORMACIÓNPERMANENTEDELCATEQUISTA:
Si la "competencia profesional" es una necesidad de todos los órdenes de la vida, también debe serlo en el ámbito del ministerio catequético. La preparación y formación de los catequistas es hoy una de las exigencias fundamentales para renovar en profundidad el ministerio catequético. Ante una nueva sociedad y una nueva imagen de la Iglesia, esta formación debería orientarse a conseguir los objetivos siguientes: * Profundizar la experiencia de fe vivida en comunidad.
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* Conseguir una síntesis básica del Mensaje Cristiano. * Comunicarse con nuevos lenguajes. * Poseer una metodología activa y grupal. LA CALIDAD DE NUESTROMINISTERIOCATEQUÉTICONOSEXIGEREVISARNUESTRAIDENTIDAD Y BUSCARCAUCESDE UNA FORMACIÓN PERMANENTE.
UNIDAD 2 Objetivo: conocer las leyes que han de orientar toda acción catequética, en orden a una realización objetiva y evangélicamente eficaz del acto catequético. 1. LEY DELA ENCARNACIÓN I. PARA PODERENTENDEREL ALCANCEDEESTA LEY, ESPRECISOTENEREN CUENTA LAS SIGUIENTESAPRECIACIONES: 1. NATURAL Y SOBRENATURAL no se contraponen puesto que tienen el mismo autor. El Dios de la naturaleza es también el Dios de
la Gracia. Y Dios se sirve para salvar de elementos naturales, como puede verse en la Historia de Israel. 2. Antropología, Psicología y TEOLOGÍA se interrelacionan mutuamente. Las virtudes teologales se ven condicionadas en el catequizando por el contexto personal, familiar, social, sexual o cultural dentro del cual las asimila. La revelación acontece cada día, según el sujeto a quien se ofrece. Y la eficacia "quasi sacramental" está más condicionada en el catequista que en el mismo ministro de los sacramentos. 3. TRESFORMASDEAPLICARESTA LEY SON: * Basar la enseñanza catequética en realidades que pertenecen a la experiencia íntima del catequizando. * Convertir su vida en "palabra" de lo que Dios le dice. * Referirse a la experiencia del catequizando en las diversas secuencias de la catequesis, cuando queramos adentrarnos en realidades específicas sobrenaturales, siguiendo el ejemplo del diálogo de Jesúscon la samaritana (Jn. 4, 9) II. EXIGENCIASY APLICACIONESPRÁCTICAS:
! Ayudar a los jóvenes a descubrir y valorar la naturaleza en todos sus niveles: ecología, estética, contemplación, afición poética, etc. ! Ver la realidad "sacramental" para oír a Dios que habla a través de las cosas. ! Comprensión ante la falta de correspondencia en la escucha de la Palabra, porque los que oyen están muy condicionados a nivel consciente e inconsciente. ! El estudio de las ciencias humanas ayudan y sirven a la eficacia del Mensaje. No basta ser "teólogo". ! En los sacramentos Dios obra "ex opere operato", en la catequesis lo hace "ex opere operantis". De aquí la importancia de la competencia y santidad del catequista. ! Vivir y compartir "experiencias de vida" con los catequizandos para ayudarles a interpretar la realidad desde la fe y escuchar a dios que le habla a través de su propia historia. "realmente el misterio del hombre solo se esclarece en el misterio del verbo encarnado" (gs, 22,1)."en la catequesis lo que se enseña es a cristo, el verbo encarnado e hijo de dios y todo lo demás en referencia a él" (c.i.c.,427). 2. LEY DELA OBJETIVIDAD
El alcance de esta ley consiste en la manifestación real del contenido de las verdades reveladas y de la fidelidad que exigen al cristiano cada una de estas, sin dejar el" objeto Dios" al arbitrio de los propios gustos. "Si es difícil una objetividad completa y total, no lo es la lucha por dar con la verdad" (Juan Pablo II). 1. PELIGROSDELA OBJETIVIDAD:
La objetividad corre peligro cuando: * Sepretende exclusivamente una finalidad apologética. * Seinsiste demasiado en la exposición dogmática. * Se hace excesiva referencia a los valores que caracterizan una determinada espiritualidad (capillismo, psicologismo, sincretismo). Una espiritualidad es auténtica cuando está en consonancia con la Palabra de Dios, la Liturgia y el Magisterio de la Iglesia. * Una determinada devoción se saca de su contexto global, que es el MISTERIODECRISTO(Lex orandi, lex credenti). 2. DIVERSOSGRADOSDELA OBJETIVIDAD:
+ COMUNIÓN: de pensamiento, de vida y de acción con la realidad personal del Mensaje, como son las verdades de "MEDIO" (Dios Trino, Gracia, Cielo, etc. y sus opuestos). + ADHESIÓN:en cuanto se relacionan con la realización histórica de la fe. Verdades de PRECEPTO(Votos, jerarquías, celibato, etc.) Sería un contrasentido explicar cinco lecciones del Papa y una del Espíritu Santo, por ejemplo. 3. EL CREDOCOMOEXPRESIÓNDELA OBJETIVIDAD DELA FE
+ EL TEOLÓGICOresponde, más bien, a una expresión de la fe "coyuntural", condicionado a unas circunstancias concretas. + EL APOSTÓLICOtiene su origen en la primera comunidad cristiana.Esmás original e incide más en las verdades esenciales de la fe; es MÁS CATEQUÍSTICO.Algunasformulaciones del credo teológico: * "DE LA MISMA NATURALEZAQUEEL PADRE", Nicea, 325, contra Arrio que negaba la divinidad de Jesús. * "SE ENCARNÓDEMARÍA LA VIRGEN", Efeso, 431, contra Nestorio que negaba la maternidad de María. * "EN EL ESPÍRITU SANTO...RECIBEUNA MISMA ADORACIÓNY GLORIA", Constantinopla, 381, contra Macedonio, que negaba la divinidad del Espíritu Santo. T enéis que luchar, además, contra la tentación de echar agua al vino puro de las exigencias del evangelio, la tentación de falsear el mensaje de jesús, debilitando sus exigencias morales, personales y colectivas que él impone a los que le siguen " (Juan Pablo II, Seúl, 20, V, 84).
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4. LEY DELA SUBJETIVIDAD
Hace referencia a la fidelidad que la catequesis debe al hombre para que la Palabra se subjetivice, se personalice, a fin de que la realidad misma de Dios llegue hasta lo más profundo de su ser. 1. PERSPECTIVAS:
La Teología se preocupa de definiciones claras que garanticen la "ortodoxia" de la fe, perdiendo a veces interés por las "condiciones" que favorecen o dificultan la acogida de la fe. La catequesis atiende especialmente esta dimensión sin descuidar la pureza del mensaje. 2. EL DIÁLOGOCONDIOSIMPLICA:
* Personalizar los misterios, valorando la fe "que se cree" y por la que se cree "descosificándola" y "vivificándola". Verbalizando la fe para traducirla en "acción" y no sólo en "noción". Profetizándola y personalizándola en el mismo catequista. * Actualizando el texto bíblico, porque la letra "acoge y encoge" la palabra, que tiene su verdadera dimensión, leída en la comunidad y en la experiencia personal. 3. LA IMPORTANCIA DEL LENGUAJEEN EL DIÁLOGOCONDIOS:
El lenguaje humano expresa y realiza nuestra proyección. Esdifícil emplear el lenguaje en la comunicación de la Palabra, porque se trata de palabras y acciones que no son nuestras y resultan ajenas al mundo actual.El mejor lenguaje es el bíblico, que procede por analogía vital y que, más que "demostrar" trata de "mostrar". Los salmos usan las formas simbólicas y poéticas que son más ricas en contenido. SALMOSQUEINVOCANA DIOSCOMO"ROCA" -mía, castillo mío, (18, 2)-Yahvé, mi roca, no te desatiendas de mí, (28, 1)-mía, redentor mío, (19, 14)-Sé para mí roca de refugio, (71,3) Canción: "El Señor es mi fuerza, mi roca y salvación" 4. LA CATEQUESISCOMOPROCESO:
En ningún momento de la vida el cristiano puede considerarse suficientemente maduro en la fe. Ningún miembro de la comunidad cristiana alcanza su perfecta madurez de la fe en una etapa determinada de la vida. Por eso, la catequesis debe considerarse como proceso permanente de iniciación, profundización y maduración en la fe, que abarque todas las etapas de la vida del hombre. Para ser "fiel al hombre", para personalizar la fe, es preciso tener en cuenta esta realidad. "NUESTRA FIDELIDAD A CRISTOY A LA IGLESIA, SE CONVIERTEEN LA MAYOR FIDELIDAD AL HOMBREY A LA SOCIEDADDE NUESTROS TIEMPOS"(LG,28) Esta ley tiene por objeto el mostrar cómo, en la diversidad de las expresiones de Dios a lo largo de la Historia y en las formas múltiples de la actuación del cristiano como tal, todo es convergente: EL DESIGNIO ÚNICO DE DIOS SALVADOR A TRAVÉS DE SU PALABRA Y DE SUS SACRAMENTOS. Hemos de demostrar en la catequesis cómo el dogma, la moral y la liturgia constituyen la misma realidad, percibida desde distintos ángulos diferentes. En la acción pastoral todo debe mostrar a Cristo, centro de la catequesis. 1. EXIGENCIASDELA UNIDAD: Lo exigen: a. LA NATURALEZA del hombre, porque las aspiración a la consecución de sus objetivos últimos forjan convicciones, suscitan
actuaciones, dando unidad y armonía a la persona. La "unidad interior" de la que habla Juan Pablo II en repetidas ocasiones. b. LA PALABRA DE DIOS, porque única es la intención reveladora de Dios: revelar a su Hijo para que el hombre a través de él, entre en su intimidad y se salve. Se trata de una fe como "relación personal" con Dios, y no sólo como "posesión intelectual de contenidos doctrinales" 2. LA UNIDAD DELA FEEN LA REVELACIÓN: a. Las acciones de hoy, sobre el fondo de la historia de la salvación, aparecen unitariamente en continuidad con los hechos de otros tiempos.
Es necesario dejarse penetrar por la "lógica de Dios" para entender correctamente los acontecimientos de hoy. Una lógica desarrollada en medio del pueblo. El ángel a María: "Mira tu prima Isabel" (Lc. 1, 34) "La lógica de los amantes" es la analogía. b. En la obra catequética, doctrina, actos religiosos, montajes apostólicos, comportamiento moral, trato personal, etc. Ha de ser el eco de la contemplación del único misterio de Dios revelado en Cristo. Para ello es preciso:* Predominio de la Palabra de Dios.* Imágenes existenciales de la realidad del hombre bíblico.* Palabra como relación personal con Dios y no puras ideas. * MOSTRARla fe más que discutirla. 3. UNIDAD DEL DOGMA,LITURGIA Y MORAL: a. Unidad dogmática: El Misterio Pascual de Cristo es el centro de la Catequesis, de los sacramentos y de los mandamientos. También de la
predicación.b. Unidad litúrgica: la catequesis y la predicación tienen a la eucaristía como centro, punto de partida y de llegada. c. Unidad moral: mostrando cómo los misterios salvíficos son la raíz del comportamiento moral. Lo hemos de hacer o ser, descansa sobre lo que "somos en Cristo". 4. UNIDAD DOCTRINAL Y PERSONAL:
Desde el principio de toda relación pastoral hay que tomar una idea central y tornar a ella en todos los momentos clave de la exposición con distinta intensidad de tono. Cristo se ha de convertir para el catequizando en IMAGENCONCRETAY ENGLOBANTEde su existencia y de su personalidad. Pero esto no es posible si antes el catequista no lo ha realizado en sí mismo mediante un conocimiento íntimo y una identificación con Cristo. 5. LEY DELPROGRESO
Esta ley tiene por objeto transmitir el misterio en su totalidad, pero avanzando a la vez de modo orgánico en su proclamación. Se trata de lograr la revelación progresiva del misterio personal de Dios. Progreso no sólo en el "saber" sino en la "conversión". 1. JUSTIFICACIÓN: a. Exigencia del HOMBRE:No "somos", solamente sino que "devenimos" y nos "hacemos" cada día.
Por eso hemos de revisar y realimentar continuamente los contenidos, los objetivos de nuestra espiritualidad. Dar explicaciones adecuadas que provoquen la respuesta religiosa concordante, que imprima forma y sentido a la complejidad de la existencia humana. U n estilo de vida nuevo "que no es mas que la vida en el mundo, pero una vida según las bienaventuranzas" (ct, 29). ese "cambio progresivo de sentimientos y costumbres" (ag, 13) b. Exigencia del MENSAJE:Ha de ser insertado en el tejido de la personalidad según las distintas necesidades vitales del individuo. Dios se ha revelado progresivamente hasta llegar a la plenitud de Jesús.
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Esta gradualidad del proceso formativo es "un método de evangelización que recuerda y renueva, en cierta medida, el catecomunado de otros tiempos" (Pablo VI, 1977) 2. CATEQUESISPERMANENTE:
Viene impuesta tanto por la psicología como por el Mensaje. Sin ella la fe va amortiguándose y refugiándose en los recodos, cada día más ocultos e insignificantes de nuestra personalidad. La catequesis es cometido de toda la vida. Cada uno de nosotros está siempre en formación, está siempre en camino "(Juan Pablo II, Roma, 30. IX. 84) 3. ORIENTACIONESY SOLUCIONES
* Deben progresar a un tiempo la amplitud de contenidos, la actitud de conversión y adhesión a Cristo, la inteligencia de los diversos aspectos del misterio y de las fuentes en que se documentan. * El método de "curva espiral ascendente": distintos niveles, altura e iluminación. * El catequista es el "lector" de la presencia divina en cada situación por la que pasa y vive catequizando, que avanza o retrocede. Es "traductor" que interpreta lo enigmático y patentiza lo implícito. * El catequizando debe descubrir en el tema elegido la respuesta a cuanto sucede en él y verificar cómo vuelven en cada curso las mismas "ideas madre", si bien con incidencias distintas que iluminan diversamente la vida y aclaran aspectos de ella que quizá no le atañeron en años anteriores. * Con los adultos la progresión tiene que llevarse sobre todo a través de motivos y circunstancias ocasionales que suceden en su vida personal, familiar y social: cumpleaños, accidentes, muertes, enfermedades, festividades, sacramentos, etc. "LA CONSOLIDACIÓNDE LA FE va dirigida a aquellos adultos, que estando iniciados, necesitan afianzar los conocimientos, la vivencia o el compromiso cristiano" (cc.240) 6. LEY DEL SENTIDOECLESIAL
Tiene por objeto declarar que todo catequista, con su palabra y con su vida, debe crear en sus catequizandos el sentido y el misterio de la Iglesia, formando en el católico como una "segunda naturaleza", que condicione su espiritualidad, su forma de existir y de relacionarse con el mundo y la comunidad cristiana. 1. PALABRAE IMAGEN:
- La Palabra de Dios crea la Iglesia y ésta, a su vez. es su destinatario, porque el designio de Dios es comunitario y no sólo individual, EL REINODEDIOS: - Dios se reveló en el pueblo de Israel: "Haremos todo cuanto nos ha dicho el Señor" (Ex. 19). "Todo el pueblo se congregó en la plaza... Esdras trajo la Ley ante la asamblea y leyó una parte" (Esd. 8, 1-12). "Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles" (Hc. 2. 42). 2. PALABRAY PERSONA:
La Iglesia no crea "colectivismo" con la consiguiente pérdida de los valores personales. La entrada en el Reino, partiendo de la comunión con la Palabra, vuelve al hombre más personal. Teresa de Jesús, Francisco de Asís, Juan Bosco, todos los Santos Fundadores fueron muy amantes de ala Iglesia conservando y defendiendo sus carismas y dotes personales. Una sana "contestación "en verdad y caridad" (Ef. 4, 15) es positiva y enriquecedora para la Iglesia. 3. CATEQUESISE IGLESIA:
La catequesis se dirige siempre al Pueblo de Dios, lo tiene en perspectiva y pretende edificar la Iglesia en este hombre determinado. * La fe es eclesial, porque se desarrolla siempre en el marco de una comunidad. El catequista se apoya en el testimonio de una comunidad. * El catequista es intérprete de la Iglesia con sus catequizandos, y, utilizando los hechos pasados o presentes, mostrará cómo ha actuado y actúa el Espíritu Santo en Ella. * Las preocupaciones y desvelos de la Iglesia, el catequista ha de hacerlos suyos: ecumenismo, sínodos, viajes pastorales del Papa, encuentros mundiales de la juventud, etc."Como el Padre me envió, así os envío yo" (Jn, 20, 21)... Hoy la Iglesia y el Papa os dirigen estas mismas palabras a vosotros, jóvenes del mundo " (Jornada Mundial de la Juventud X, Manila 1.995). 4. PROYECCIONESCONCRETASDEESTA LEY:
a. La Iglesia se encuentra y descubre en la enseñanza de la Trinidad, redención, liturgia, moral... Construir la Iglesia es un trabajo apostólico esencial en la vida del catequista. b. Hay que vivir la Iglesia en comunión con el catequizando, valorando los diversos carismas de la Iglesia: laical, religioso, sacerdotal, diversas espiritualidades y apostolados. L a catequesis ha sido siempre y seguirá siendo, una obra de la que la iglesia entera debe sentirse y querer ser responsable" (ct, 16) 7. LEY EVANGÉLICA
La catequesis, según el contenido de esta ley, refiere a toda su propuesta a la unidad del mensaje evangélico, la salvación de Dios en Cristo por el Espíritu Santo. El catequista debe aspirar a sentir siempre como una especie de obsesión por dicha unidad, refiriendo a él no sólo las verdades sino la misma existencia humana. 1. CATEQUESISY DINAMISMOEVANGÉLICO:
La catequesis suscita el dinamismo apostólico, que tiene este contenido: * El mensaje de Dios o Kerigma, íntimamente trabado con los acontecimientos de la salvación: venida de Dios o Cristo. * Dios habla a alguien en un momento determinado. * Este acontecimiento incide en la vida de cada uno, salvándole. * El heraldo o profeta ("Kerux") interpreta el acontecimiento y lo transporta al contexto concreto de hoy. * La catequesis suscita la llamada de Dios e invita a responder a ella, mediante la dialéctica "pregunta-respuesta", que ella misma suscita. * La catequesis destruye la ignorancia religiosa, que no consiste en "desconocer" sino en "no querer convertirse". 2. IMPLICACIONESCATEQUÉTICAS:
a. Cristo se sitúa en el centro de la catequesis. En ella los hechos de Jesússon absolutos. El "cristocentrismo" es un axioma en catequesis. b. El credo de nuestra fe es cristocéntrico; es como la sinfonía única en que Cristo, tema central, se va repitiendo en tonalidades diversas, cada vez más intensas.
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3. SUGERENCIASY APLICACIONES:
* Al preparar una catequesis pensar qué imágenes o experiencias hacen mayor alusión a la vida concreta y qué temas bíblicos se prestan mejor homologándolos con los nuestros. * Plantear cuestiones que susciten preguntas y respuestas a partir de la Palabra de Dios, que interpelen al catequizando. * Ayudarle a que comprenda cómo Cristo es el centro de todos los artículos del credo y "todo fue creado en Él y para Él" (Col. 1,16). * Ayudar a vencer la "ignorancia religiosa" del que no es capaz de oír a Dios que llama a través de los acontecimientos, propiciando un cambio de vida (Rm. 1, 18). * Hacer que el cristiano, como profeta, ha de interpretar al Palabra, aplicándola al contexto concreto y evitando la "momificación" de la misma. L a iglesia recibe del evangelio la plena revelación de la verdad del hombre. cuando lo anuncia, enseña, en nombre de cristo, su dignidad propia (cic, 2419) 8. LEY DELA RELIGIOSIDAD
El hombre tiende a ser "religioso" pero Dios se le revela para hacerle cristiano. Es misión de la catequesis, y en esto consiste esta ley, el apreciar el justo valor de la religiosidad como elemento, estructura, clima o camino que conduce a la fe, interpretando cristianamente a la religión e interponiendo el puente que conduce de la una a la otra. 1. FEY RELIGIÓN:
* LA FE no "llueve del cielo", sino que se asienta sobre experiencias religiosas que constituyen su sustrato, esqueleto punto de apoyo. Estriba en la relación personal amorosa del hombre con el Dios vivo y personal, superando las imprecisiones de todo orden que se dan en las religiones paganaso en panteísmo. * En la FE es Dios quien toma la iniciativa de acercarse al hombre, aún permaneciendo trascendente a él y transformando la existencia humana. * LA RELIGIÓNes un vínculo (religare) que el hombre establece con Dios, un reconocimiento consciente y operante de una verdad absoluta, de la cual sabe el hombre que su existencia depende. La última causade la religión es Dios en cuanto creador del cosmos, pero es el hombre quien decide la relación con Él (antropocentrismo). Las religiones han sido vividas con cierta pureza sólo por algunos espíritus rectos. En las masas,por lo general, la relación religiosa con Dios se degrada (Rm. 1, 18). 2. RELIGIÓN.CRISTIANISMOY CATEQUESIS:
Cristo recoge la herencia de las religiones y les imprime su última dirección, convirtiéndolas al Dios vivo. El hombre religioso no se siente extraño en el Evangelio. Hay cierto cristianismo anónimo en él (K. Rahner). Pero el contacto con, lo sagrado no significa necesariamente el encuentro con el Dios mismo (objetos, personas, actos heroicos, fidelidad). Las representaciones sagradas, en sí, no poseen valor cristiano. Son jalones que nos aproximan el Reino de Dios. Inhibirlas sería deshumanizar la fe, aunque se requiere, mediante la catequesis "purificar" y "equilibrar" las experiencias sacras degradadas por el pecado original. Se deben suscitar formar sacras ausentes o dormidas, especialmente las que subyacen en los temas importantes de la salvación, por medio del agua, comida, marcha, etc. Que importan en la liturgia o en la canción. No es justo presentar el cristianismo como "la mejor de las religiones", apreciando los aspectos sentimentales, estéticos y racionales de la gracia, de los sacramentos, etc. , como lo hizo Chateaubriand en su "Genio del Cristianismo". Por el contrario, el cristianismo debe presentarse como la "única revelación histórica", como acción personal de Dios, cumplimiento y superación de todas las religiones. "La fe nos librará de la religión", decía R. Guardini, y de la tentación de crearnos un "dios a nuestra manera". 3. CONSECUENCIASY APLICACIONES:
* Ayudar a no recurrir ordinariamente a la intervención directa de Dios cuando el hombre tiene capacidad para hacerlo. Liberar a nuestros educandos de toda concepción mágica de la fe. * No reservar la presencia de Dios al mero lugar del templo, como único "lugar sagrado". * Desmitificar justamente la figura del ministro, considerándolo especialmente como "puente" (pontífice) entre Dios y los hombres. * Mayor encarnación del cristiano en el mundo de lo secular. * Hacer ver a los catequizandos que "la fe es mayor que la religión" y va mucho más lejos. La iglesia aprecia todo lo bueno y verdadero que puede encontrarse en las diversas religiones como preparación al evangelio" (cic, 843) 9. LA LEY DELA LIBERTAD 1. Entendemos por esta ley que "toda acción catequética ha de tener siempre una dimensión liberadora que desligue al catequizando de toda esclavitud interior y exterior, en relación consigo mismo y con los demás a nivel personal, social y estructural. Una liberación de todo aquello que impida vivir la libertad de los hijos de Dios: "Habéis sido llamados a la libertad" (Gal. 5, 13) "Si el Hijo de Dios os libera seréis de verdad libres" (Jn. 8, 32). LIBERACIÓNY VIDA CRISTIANA. 2. CONDICIONESPARA SERLIBRE
No se puede ser plenamente cristiano sin ser libre; y tan solo se es libre cuando se verifican determinadas condiciones personales y sociales. Sólo quien es capaz de "escoger" y "optar" por Cristo. 3. ¿CUÁNDOEL CRISTIANISMO ESDIGNODE CRÉDITO? El cristianismo sólo puede ser digno de crédito, sólo puede ser auténtico si es "liberador". La fidelidad a la palabra de Dios no tiene más remedio que ser "liberadora". Esta exigencia afecta a todos los niveles de la vida. 4. ¿QUÉDEBERÍASERLA CONFIRMACIÓN?
Para todo cristiano debe llegar un momento en el que adopte una postura personal ante la decisión que otros tomaron por él en su bautismo, y la catequesis de adolescentes y jóvenes debe favorecer este proceso y esta opción. El amor de Dios es "liberador". No pretende imponer al hombre un proyecto determinista, sino que le confía la tarea de hacer él mismo un proyecto sobre sí y sobre el mundo, en consonancia con el plan divino. Cierto que Él pretende hacer a sus amigos semejantes a sí, pero sobre todo en libertad. 5. ¿ELCATEQUISTA HA DEHACERPOLÍTICA?LIBERACIÓNY COMPROMISOCRISTIANO
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A nivel social y político, en sentido amplio y estricto, el catequista ha de cultivar en los catequizandos la sensibilidad y el compromiso por la justicia y la fraternidad entre los hombres en conformidad con su dignidad de hijos de Dios. El cristianismo, sin identificarse con un movimiento de liberación social, descubre esta tarea como un componente esencial de su propia misión.La Iglesia descubre que ella debe desempeñar un papel activo en la emancipación de los individuos y de los pueblos, en la lucha contra todas las formas de opresión, de explotación y de autoritarismo, de una manera evangélica que le es propia. El primer mandamiento del amor, en su dimensión humana, se convierte así en un "mandamiento de liberación" del mundo. 6. CONSECUENCIASPARA LA IGLESIA DE SU OPCIÓNPORLOSPOBRES.
La Iglesia podrá denunciar la opresión de un modo un tanto más eficaz cuanto menos colabore con ella. Ponerse de parte de los pobres, significa para la Iglesia desempeñar, de cara al orden establecido, un papel de "contestación" por su misión profética. Esto significa compartir la inseguridad de los débiles y exponerse a las represalias de los poderosos; lo cual no consiste en oponerse por principio al poder, sino oponerse de forma evangélica al "poder opresor". "Como me han perseguido a mí, también os perseguirán a vosotros" (Jn. 15,20). Se trata de una tarea crítica que denuncia valientemente las infidelidades al hombre de los diferentes grupos de poder de los distintos regímenes y partidos de cualquier índole. ¡luchando por la liberación de los pobres la iglesia encuentra su propia libertad ! LIBERACIÓNY CATEQUESIS: La salvación a la que Dios llama en Cristo a toda la humanidad es, ante todo, un don que impregna a todo el ser humano: alma y cuerpo dimensión temporal y eterna. Se realiza ya desde ahora aquí abajo en la tierra, aunque sólo sea de modo germinal y en el misterio, y tiene como meta final la manera definitiva que instaurará Jesúsen su última venida. 7. ¿ENQUÉTRADUCEEL CRISTIANOEL AMOR A DIOS?Es, sin embargo, compromiso: es decir, espera la respuesta de la fe, esperanza y caridad, con las que el hombre se convierte y traduce el amor a Dios, mediante el servicio y el amor a los hermanos. Compromiso de liberación de todas las opresiones, de promoción humana de las personas y de las comunidades, interés especial por los pobres, los marginados y los oprimidos. Es deber esencial de la catequesis testimoniar con el anuncio y con la vida la integridad de esta salvación liberadora y humanizadora. 8. EDUCACIÓNQUEPROMUEVELA CATEQUESIS
La catequesis así se convierte en promotora de un tipo de educación cuya finalidad es la liberación y maduración del hombre, inspirada sin embargo en la fe de tal manera que pueda llamarse de verdad "cristiana". "es evidente que una catequesis que denuncie el egoísmo en nombre de la generosidad, que exponga sin simplismos ilusorios el sentido cristiano del trabajo. del bien común, de la justicia y de la caridad. completará felizmente en los espíritus de los jóvenes una buena catequesis de las realidades propiamente religiosas" (c. t., 39) 9. FUNCIÓNDELOSPOBRESEN LA CATEQUESIS.
Hay dos aspectos a tener en cuenta: a. Como destinatarios: Esirrenunciable para la Iglesia hacerse presente en medio de los pobres y allí proclamar el anuncio del Reino "a los pobres" y "desde los pobres". A los pobres se dirige el mensaje de Jesúsy a los pobres se tiene que dirigir la Iglesia, no por demagogia, sino por el hecho de que son objeto del amor de Jesús que, "siendo rico se hizo pobre" (2 Cor. 8, 9) Los ricos no son objeto de rechazo por parte de la Iglesia, sino en cuanto que rehúsan la llamada a la conversión desde actitudes de injusticia, explotación, abuso... También ellos son invitados a convertirse en "pobres", en "sencillos", por la acogida del mensaje y de las consecuencias que conlleva. También ellos son destinatarios de la acción catequética. b. Como mensaje: El mensaje programático de Jesús en las bienaventuranzas, incluye, en primer lugar, a los pobres. Pero el contenido del mensaje cristiano en manera alguna puede ser alienante con el consuelo del "más allá" que difumina la insolaridad del "más ACÁ". Este contenido incluye con absoluta claridad un sentido de justicia, de que los bienes están al servicio de la persona, un sentido de responsabilidad en el empleo de los bienes y en el compartir (Mt. 25, 31), un sentido de la potencial peligrosidad de las riquezas que fácilmente inclinan a la insolaridad (Le. 12, 13). En la catequesis de adolescentes y jóvenes se hace ineludible abordar el tema de la justicia personal, social e institucional. 10. LEY DELA PREVENTIVIDAD.
Incluye tanto la necesidad de mantener alejadas las ocasiones peligrosas, las experiencias graves y seguramente negativas, como la necesidad de señalar el camino que se debe seguir a la hora de educar en la fe a los catequizandos. Esta orientación construiría la "dimensión salesiana" de la educación en la fe de los jóvenes según el Sistema Preventivo de Don Bosco. Es un método que nace de la presencia atenta y amorosa entre los jóvenes. Una presencia que abre al conocimiento de los mismos porque se contacta con ellos allí donde viven. Más que defender simplemente de los peligros, "propone", "estimula", "hace crecer" y "anima" a la persona para que llegue a ser lo que "es", según un proyecto de vida dentro de la propia vocación. Requiere un ambiente de intensa participación y de relaciones interpersonales amistosas, en un clima de familiaridad y franqueza, de optimismo y de alegría, con espacios para las diversas formas asociativas de los jóvenes, a fin de que a través de los compromisos comunitarios se dispongan para formas más amplias de participación social y eclesial. Los jóvenes se educan para insertarse en una sociedad pluralista donde deberán trabajar por la justicia, la paz, con crecientes responsabilidades sociales y políticas. El hacer de los jóvenes "buenos ciudadanos" -como pretendía Don Bosco se ha convertido en una misión educativa para la integración democrática de los mismos en la sociedad. ¿cómo aprender a vivir juntos en la aldea global" si no podemos vivir en las comunidades a las que pertenecemos por naturaleza? el interrogante central de la democracia es si queremos y si podemos participar en la vida en comunidad. RASGOS PREVENTIVOS DE LA EDUCACIÓN PREVENTIVA DE LA FE
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a. Educación individualizada: Que exige una auténtica preocupación por cada uno de los educandos, que ocupa un puesto central de un proceso educativo hecho de invitaciones y propuestas, posibilidades, opciones y decisiones. Se trata de "descubrir en ellos el germen de las buenas disposiciones y procurar desarrollarlas" (MB, 17, 85-86). Una educación personalizada en medio de un ambiente, de un clima general, de una atmósfera adecuada donde el afecto y la confianza de cada uno genera esta realidad y que favorece el diálogo educativopastoral o la dirección espiritual. AMOR: Un don de predilección por los jóvenes especialmente los más pobres. "Me basta que seáis jóvenes -decía Don Bosco- para que os ame con toda mi alma. "Dios me ha dado la gracia de amar apasionadamente a los jóvenes" (Juan Pablo II). En Puebla la Iglesia hizo una "opción preferencia! por los pobres” y el catequista de hacer suyo este amor solícito por los más necesitados humana y espiritualmente. "El estilo educativo de la comprensión y aceptación incondicional, facilita el desarrollo de personas creativas y felices. LOSQUE AMAN CON Amor desinteresado son más independientes los unos de los otros, más individualizados, pero al mismo tiempo más inclinados a ayudar a los otros a crecer, a actuar por ellos mismos, más sinceramente orgullosos de los triunfos ajenos, y más generosos. b. Con la espiritualidad de la alegría. D. Bosco, como educador en la fe de sus jóvenes, ha santificado la alegría de vivir. La tiene un valor pedagógico, un valor metódico, energético y redentor del educando. Una alegría abierta y eficaz, incluso rumorosa, compartida por el educador. "El salesiano siempre está alegre porque anuncia la Buena Noticia. - Se trata de proponer a los catequizandos una santidad alegra, festiva, atrayente para los jóvenes que aman la alegría de vivir y que descubren en la propuesta evangélica del catequista una auténtica "buena noticia" para sus vidas. - El optimismo del catequista se basa en que cree en los recursos que Dios ha depositado en cada joven, en la eficacia de la Gracia, en que la Palabra siempre da fruto (He. 4,12). - La alegría es un don del Espíritu y nace de la convicción de que Dios nos ama (Pablo VI, Gaudete in Domino). Y el catequista invita a sus catequizandos a "servir al Señor con alegría" (Sal. 100, 2). - Puede repetir una y otra vez a sus catequizandos con el Señor: "os he dicho estas cosas para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena" (jn. 16, 22). - Sabe que la alegría genuina y auténtica resulta imposible a quien no tiene el corazón en paz, pero es un reclamo eficaz para quien carece de ella. Tal es el modo de hacer experimentar a los jóvenes la eficacia liberadora de la gracia de Cristo. Un seguimiento personal que implica la oración del catequista por cada uno de sus catequizandos. "Os aseguro -decía D. Bosco- que pido diariamente en la santa misa las tres "S" de "salud", "sabiduría" y "santidad". "cualquier método es bueno cuando hay contacto personal". c. Presencia fraterna del educador. La educación preventiva es también "directiva", pero se lleva a cabo mediante una presencia activa, viva y constructiva del catequista en medio de los jóvenes, que prefiere tener alejado el mal y el pecado, antes que corregirlo, favoreciendo la corresponsabilidad del catequizando. Esta presencia del educador se configura como "causa ejemplar" en el dinamismo educativo, convirtiéndose en modelo de identificación y en testimonio vivo de fe, no tanto por las palabras o las ideas expresadas,cuanto por las actitudes que se transparenten en su vida cada día. d. Ambiente de familia. Unas relaciones de familiaridad donde se exige el cumplimiento del deber y al mismo tiempo hay expansión y alegría en expresiones de juego, canto, música, excursiones, teatro. "El joven que es amado -escribía D. Bosco desde Roma- consigue todo de los jóvenes". El proceso educativo que se desarrolla "fuera de la familia" ha de realizarse de manera semejante a ella. e. Con base en la "razón", la "religión" y el "amor"
Se apoya dice Don Bosco, en las palabras de San Pablo: "La caridad es benigna y paciente; todo lo sufre, todo lo espera y lo soporta todo". (1Cor. 13) * RAZÓN: Que existe recurso constante al diálogo, a la visión realista y concreta de cada uno y de la condición juvenil, con la abundante aportación de las ciencias antropológicas, que se enriquecen y profundizan hoy día el conocimiento de la juventud, recuperando las categorías de juicio, crítica y conciencia de los condicionamientos físicos, psíquicos, sociales, económicos, políticos y culturales de la sociedad actual. * RELIGIÓN: Que subraya el objetivo final del educador, el cual en toda circunstancia, es sensible a la fe, según la visión objetiva de la historia de la salvación, centrada en Cristo. "Deseo -decía D. Bosco- que seáis buenos cristianos y honrados ciudadanos. Nuestra ciencia más eminente es conocer a Jesucristo y nuestra alegría más íntima, revelar a todos las riquezas insondables de su misterio. 11. EL ACTOCATEQUÉTICO
La catequesis de la experiencia es la iluminación de la experiencia humana a partir de la Palabra de Dios, que proporciona una significación nueva y da pleno sentido a la realidad, situación o experiencia humana. El "acto catequético" coincidiría básicamente con lo que llamamos "sesión de catequesis". Comprende los "constitutivos del acto catequético", la "pedagogía del mismo" y el "proceso metodológico a seguir". 1. CONSTITUTIVOS DEL ACTO CATEQUÉTICO: Para que a la doble fidelidad de la catequesis, a Dios y al hombre, sea posible, el acto catequético ha de integrar varios elementos: a. EXPERIENCIA HUMANA: EVOCACIÓNY PROFUNDIZACIÓN.
Como la condición humana realizada en una historia concreta, con los valores que descubre e instaura, con los ideales que se propone, con las evidencias de que parte y de que goza, con las aspiraciones que le mueven. Tiene lugar cuando se da una vivencia inmediata de la realidad, implica a la totalidad de la persona a nivel cognoscitivo, afectivo y operativo, y cuando se refiere a alas experiencias bíblicas en las que Dios actuó. Ante esta experiencia, positiva o negativa, surge una pregunta, que espera respuesta a partir de la Palabra y de su iluminación. Para ello es preciso "profundizarla", para descubrir las aspiraciones e inquietudes que buscan ser satisfechas, los valores vitales que hay por medio. Esta es la misión principal del catequista que apoya el cuestionamiento sin obstaculizar la espontaneidad y el diálogo. Puede servirse también de otros medios audiovisuales o dinámicos para llegar a esta profundización. b. ILUMINACIÓN Y SIGNIFICACIÓN:
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Setrata ahora de analizar, desde el mensaje revelado, la experiencia vivida y profundizada para encontrar su significado, a fin de descubrir que la Palabra de Dios da sentido a la vida y responde a las aspiraciones más profundas del corazón humano. Para realizarlo, el catequista puede servirse de: * La Sagrada Escritura.* El Magisterio y la Tradición de la Iglesia.* La Liturgia. * El testimonio de los Santos y hombres de bien * Los testigos de la fe. Se trata de ofrecer al catequizando o al grupo aquellos "signos o realidades portadores de experiencia de fe para que también él pueda llegar realmente a una verdadera experiencia de vida cristiana. c. COMPROMISOO EXPRESIÓNDELA FE
La experiencia vivida, iluminada por la Palabra, debe ser continuada en actitudes de vida, si está en consonancia con ella, o rectificada, mediante la conversión, si disiente de la misma. Esto ha de llevar a un "compromiso de vida" a nivel personal o apostólico, en relación con las actitudes de los demás. A un propósito de superación y de mejora, a una manera de vivir en consonancia con la Palabra del Señor o el testimonio de los santos y testigos del Evangelio. d. CELEBRACIÓN: La "nueva vida" descubierta en el "acto catequético" debe llevar también a una celebración de la misma, en celebración: - Interior por medio de la oración. - Comunitaria, con plegarias y gestos de acción de gracias. - Litúrgica y sacramental. EVALUACIÓN DEL PROCESO,mediante la revisión de vida personal o comunitaria, el examen de conciencia, el diálogo grupal u otros medios. no temamos manifestar el misterio de cristo en su verdad y totalidad, en sintonía con el magisterio de la iglesia. trepidante fidelidad en creer que sólo la auténtica palabra de cristo puede salvar al hombre. (juan pablo ii, piamonte, 11.ii.1984).
TEMA 1.- IDENT I DAD Y ESPIRIT UAL I DAD DEL CATEQUISTA PRESENTACIÓN
Este tema tiene que tratarse al principio de la formación de los catequistas, por cuanto pretende situar y enmarcar la misma identidad de lo que ellos y ellas son. Además muy unido a lo que es la propia identidad se encuentra, así lo creemos, la espiritualidad. Ésta anima, orienta e impulsa la misma acción pastoral que desempeñan. Nos atreveríamos a decir que “sin espiritualidad no hay catequesis”. 1.- OBJETIVOS
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Descubrir como creyente la llamada de Dios a un servicio evangelizador entre los niños y jóvenes. Revisar la propia experiencia de creyente como persona llamada por Dios, a la luz de los contenidos que se presentan. Redescubrir el papel que tiene el catequista en la comunidad cristiana, para un mejor servicio en la transmisión de la fe. Vivir la propia espiritualidad del catequista como talante de actuación en la acción catequética. 2.- JUSTIFICACIÓNDEL TEMA "No me han elegido ustedes a mí, sino que yo quien los he elegido a ustedes" (Jn.15, 16). El catequista, a veces sin saber cómo, se encuentra metido
en la tarea de la catequesis. Las motivaciones en algunos casos son insuficientes, por ejemplo: "mi amigo/a es catequista", "es requisito del grupo", etc. De ahí la importancia de este tema para un verdadero descubrimiento de la vocación del catequista. Es cierto que cada día se está tomando con más seriedad el hecho de ser catequista. Pero estamos todavía lejos del ideal. Creemos que no nos equivocamos si afirmamos que la mayoría acepta ser catequista para ayudar o porque le gusta, sin que se llegue a un planteamiento de responder a la llamada de Dios. 3.- SUGERENCIASMETODOLÓGICAS
Sería interesante antes de ver este tema que nos detuviésemos a reflexionar sobre nuestra llamada, vocación. El plantearse la vocación de catequista es algo que uno no hace con frecuencia; por tanto, hemos de tener en cuenta que algunos les puede resultar difícil. Se pueden preparar algunas vocaciones de la Biblia para que se puedan confrontar. Por ejemplo: (Gn. 12,1) 1 El Señor dijo a Abrám: “Deja tu tierra natal y la casa de tu padre, y ve al país que yo te mostraré; ( Ex.3. 7,18) 7 El Señor dijo: “Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos. 18 Ellos te escucharán, y tú irás a presentarte ante el rey de Egipto, junto con los ancianos de Israel. Entonces le dirás: ‘El Señor, el Dios de los hebreos, vino a nuestro encuentro. Y ahora tenemos que realizar una marcha de tres días por el desierto, para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios’.
Un punto importante a destacar es ver que existe una íntima unión entre la vida cristiana experiencia de Dios y la misión evangelizadora. Tener en cuenta que lo que presentamos es el catequista ideal; la vida es un proceso y lo que pretendemos es ponernos al final de ese proceso para saber adónde hay que llegar. El tema puede ser la ocasión de descubrir lo que ya se está haciendo como vocación dentro de la iglesia. Este tema está inspirado fundamentalmente en el documento El catequista y su formación, números 48,52 de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis; y en el libro titulado Animadores de grupos de fe de la Delegación Nacional Salesiana de Pastoral Juvenil. 4.- PARA INICIAR
Hacer una lluvia de ideas sobre la palabra catequista También podríamos repartir fotopalabras de rostros y pedir que cada uno elija el que mejor representa al catequista. Componer una tira publicitaria que responda a este título. Siete razones para ser catequista. Analizarlas y despuésver cuáles son las razones más repetidas y cuáles aparecen menos o están ausentes. 5.- ACTIVIDADESPARA EL TEMA DELA IDENTIDAD
* Llevar redactado un breve relato de la propia vocación de catequista y leerlo ante los demás. * Preparar algunas preguntas para que cada miembro del grupo responda al cómo y al porqué ha llegado a ser catequista. * Hacer que los catequistas comuniquen de dos en dos o de tres en tres, su propia vocación. * Profundizar esasideas del tema que más hayan impactado. * Analizar alguna vocación bíblica. * Tres personas se han preparado de antemano para someter a grupos de catequistas a la experiencia de ser educados según los tres estilos: El Autoritario – El dejar hacer. EL EDUCADOR Despuésde haber experimentado estas tres maneras y haber sido observadores en los demás, se hace un diálogo en que primero hablan los que estaban con el educador. 1°.- ¿Cómo se han sentido? ¿Quéhan vivido? ¿Quéles parece?Despuéshablan los observadores. 2°.- Y así se hace con los del segundo y el tercer estilo del educador. 3°.- Al final se pueden dar las notas características de cada estilo que están propuestas a lo largo de este tema. 6.- ACTIVIDADESPARA EL TEMA DELA ESPIRITUALIDAD
1.- ¿Como definiría al catequista? 2.- Personalmente: ¿qué entiendo por espiritualidad cristiana? 3.- De los rasgos enunciados ¿en cuál no estoy de acuerdo? 4.- ¿Quérasgo me ha llamado más la atención? ¿Por qué? 5.- Para completar la enumeración: ¿Quérasgo añadirías?
DESARROLLO DE LOS TEMAS I . IDENT I DAD DEL CATEQUISTA 1.- ¿QUIÉNESEL CATEQUISTA?
El catequista es una persona de fe. Dos cosas, que se unen para formar una sola realidad. Se trata de ser persona madura y de ser persona madura creyente. "Se educa más por lo que se es que por lo que se dice o hace". A.- Un Creyente
El catequista es alguien que cree en Jesucristo. No se considera perfecto y sabe que vive su fe con limitaciones; la vive en una comunidad, la Iglesia, a la que ha sido incorporado por el Bautismo; está en camino, en búsqueda y en continua conversión. Recorre su camino guiado por Jesúsde Nazaret. B.- Que Tiene Experiencia De Dios
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Dejándose interpelar por la palabra de Dios, leyendo los acontecimientos de la vida, buscando con los demás, se sabe servidor del grupo en la tarea de animación a la que se siente enviado. 2.- EL CATEQUISTAESUN ENVIADOA ANUNCIAREL EVANGELIO A.- Llamado Por Dios
Ser catequista es una vocación. Dios llama a personas que realicen ese servicio: Abrahán, Moisés, Jeremías, María, los Apóstoles. Y éstas, con toda su libertad, responden. Hay una llamada y una respuesta. Para llamar al catequista, Dios se puede valer de muy diferentes circunstancias: la invitación de un sacerdote, amigo, Hermano, la propia toma de conciencia, un cartel anunciador en la parroquia o el Colegio, el ejemplo de otro catequista. Cualquier situación que le lleve a enrolarse sólo será un medio concreto del que Dios se sirva para manifestarle su voluntad. La iniciativa en la llamada la tiene Dios, aunque a veces podamos pensar que todo fue una casualidad o que aquello se nos ocurrió a nosotros. B.- Anuncia el Evangelio
Aceptar ser animador es entrar en la dinámica del seguidor de Jesús, que hace suya su causa, es decir, participa y prolonga su misión en el hoy. Jesús" escogió a los que quiso" y los envió a predicar, les encomendó el anunciar el Evangelio por todo el mundo: "Id y haced discípulos a todas las gentes" (Mt 28,19) 3.- ESTILODECATEQUISTA
A lo largo de la historia ha habido muchas corrientes pedagógicascomo, muchos estilos de estar con los otros para acompañar a su caminar. Tener un estilo es algo así como tener un espíritu, que identifica y que da tonalidad a todo lo que se construye y a la manera como se construye. Siempre y todos tenemos un estilo propio, no sólo de andar y de vestir, sino también de tratar... Lo importante es llegar a plasmarlo en algo visible, que sirva de referencia a todos los catequistas. Se trata también de evitar estilos negativos: "Este grupo es un desastre, cada uno hace lo que quiere, no hay unidad, es un desorden" . Esto también es un estilo, pero no a imitar. Para finalizar este tema vamos a presentar al catequista tres modelos muy distintos de educador. O lo que es lo mismo tres maneras muy distintas de estar con los niños: A) Catequista autoritario:
El catequista se sitúa por encima del grupo. Esuna persona preparada. Seha preparado un rollo perfecto y por encima de todo lo tiene que soltar, es el estilo tradicionalmente magistral. El educador decide todo, pues cree que de él depende la marcha del grupo y se estima PERSONACAPAZde saber lo que es necesario para el grupo. Consecuencias de ser educadosasí, tan sólo las podemos reducir a dos: 1ª) SUMISIÓN: Como están acostumbrados a que todo se lo den hecho, como "papá" catequista ha decido siempre por ellos, siempre dependerán de algo o de alguien. Serán los cristianos que irán a preguntar al cura: " padre ¿tal cosa es pecado? 2ª) REBELDÍA: O siempre estarán en contra de alguien. Bastante tuvieron que aguantar en la catequesis. Serán cristianos renegados que no quieren ni oír hablar de religión. B) Catequista "dejar hacer"
El Catequista es pasivo. Está más bien al margen del grupo. En todo caso sigue al grupo y todos y cada uno hacen lo que le vienen en gana. Es un falso animador. Él chico así educado no sabe ni qué hacer.... Se desorienta, sé desanima... lo más probable es que a la tercera o cuarta sesión no acuda. Consecuencias de ser educadosasí: 1ª DESORDEN:no saben a que atenerse. 2ª AGRESIVIDAD:El más fuerte se impone. 3ª ABURRIMEINTO: C) Catequista educador
El animador está en el grupo. Está como uno más pero sin perder su identidad: está claro que el educador es él. Si está con niños está claro que él no es un niño, aunque sea amigo de los niños e intente hacerse niño: él es adulto o joven. El animador se fía de los miembros del grupo. Tiene dentro de él la actitud de las TRESA: 1º A - ACEPTA:a cada uno tal como es. Sin deformar su imagen, con sus cosasbuenas y también con sus cosasmalas que las conoce y no las ignora. 2º A - ADMIRA a los chicos que por una cosa negativa que tengan, al menos poseen siete positivas ya que sabe que " donde hubo pecado sobreabundó la gracia". 3º A - AMA al educando. Con todo su alma. El educando cree capaces a los miembros del grupo y los respeta ayudando a cada uno a conseguir los objetivos. Su manera de actuar es cooperativa ya que él aporta algunas ideas, para añadirlas a los demás. Intentan caminar juntos. Consecuencias de ser educadosasí: El grupo está motivado. Nadie es pasivo y cada uno tiene sus propias opciones. Sedesarrolla la participación: Cadauno llegará a ser protagonista de su propia fe.. El grupo adquiere madurez. 4.- LA TAREADEL ANIMADORCATEQUISTA EN EL GRUPODECATEQUESIS A.- Tareas
· Ser transmisor de la fe de la Iglesia · Iniciar e integrar al grupo en la comunidad eclesial · Iniciar en el diálogo con Dios y en la Oración · Ser testigo de la fe B.- Funciones
· Ayudar al grupo a descubrir el área de experiencia a la realidad humana.
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· Promover la profundización en esa área de la vida personal, comunitaria o social. · Proponer signos y símbolos de Dios (bíblicos o eclesiales) · Animar a que el grupo elabore diversas expresiones de fe C.- Dos actitudes fundamentales en la fe del catequista
1ª.- La condición adulta en la fe · Unidad en torno a la fe de toda la persona. · Búsqueda permanente de la Palabra de Dios que lleva a una permanente conversión. · Actitud de servicio y amor. 2ª.- El servicio a la palabra · Con sus dificultades y a través de la oración, con una actitud de humilde disponibilidad TEMA 2.- LA ESPIRITUAL I DAD DEL CATEQUISTA 1.- INTRODUCCIÓN “ Cuando presentes una ofrenda al altar, si recuerdas allí que tu hermano tiene alguna queja en contra tuya, deja ahí tu ofrenda ante el altar, anda primero a hacer las pacescon tu hermano y entonces vuelve a presentarla” (Mt 5, 23-24).
Es bueno que desde el principio clarifiquemos algunas cosas y, así, estemos situados/as en la reflexión que vamos a ir haciendo. Para ello, en un primer momento diremos lo que no es la espiritualidad cristiana y, en un segundo momento, concretaremos el marco de referencia en el que nos a moveremos 2.- LO QUENO ESLA ESPIRITUALIDAD CRISTIANA
* No es el conjunto de devociones particulares que cada persona puede tener. * No se refiere a la moral que tienen las personas concretada en unos valores. * No es la práctica de un determinado culto o participación de los sacramentos. * No es el conjunto de acciones privadas para cultivar mi espíritu y mi relación personal con Dios. * No se preocupa del alma, del espíritu de la persona y descuida el cuerpo: dualismo en la persona. 3.- EL MARCODEREFERENCIADELA ESPIRITUALIDAD CRISTIANA
La espiritualidad cristiana hay que situarla en la propia identidad del cristiano, en su vocación. Es decir, que la espiritualidad cristiana tiene que ver con la vocación cristiana, con mi ser de cristiano en su totalidad y no en una dimensión de mi ser de cristiano como puede ser el culto o la moral. La espiritualidad, así entendida, abarca a toda la persona. Porque ser cristiano implica a toda la persona no sólo a una dimensión de la misma, por ejemplo su inteligencia. Varios autores nos lo dicen con más claridad: J. A. Estrada: Podríamos definir la espiritualidad como la vida según el espíritu, es decir, la forma de vida que se deja guiar por el Espíritu de Cristo. S. Gamarra: Escomún presentar la espiritualidad como sinónimo de vivir bajo la acción del Espíritu. G. Gutiérrez: Una espiritualidad es una forma concreta -movida por el Espíritu de vivir el evangelio. Ahora bien, nos podemos preguntar, como CATEQUISTAS -Seglares, Sacerdotes y Religiosos-) ¿Tenemos algunas notas características y distintas en la forma de vivir la espiritualidad cristiana? Sí podemos decir que la espiritualidad cristiana tiene una peculiar expresión y traducción -una manera de vivirse- en el ámbito de la educación cristiana o de la catequesis, como ocurre en cualquiera de los otros ámbitos de la vida social y humana. Por consiguiente, creemos que vivir según la espiritualidad del CATEQUISTA conlleva una manera de vivir la vocación cristiana. En este sentido ser catequista sería una vocación específica. Un don especial que te ha dado Dios para vivir ante los demás tu ser de cristiano o cristiana. Esto quiere decir que un/a catequista -Religiosos/a, Sacerdote o Seglar- vive su vocación cristiana específica desde el ámbito de la catequesis. Esto le comporta y exige un estilo de vida evangélica ante los demás: sea en el ámbito familiar, en el laboral o en el parroquial... Con lo dicho hasta ahora podríamos apuntar algunos rasgos que configurar la identidad y espiritualidad del catequista: 1.- Desdesu vocación cristiana se siente enviado/a por el Espíritu de Cristo para anunciar el evangelio. 2.- Primordialmente su acción catequética se orienta a los niños/as, adolescentes o jóvenes y adultos, con la finalidad de acompañarles en su formación integral desde el estilo evangélico. 3.- Su competencia profesional, es signo de que su tarea catequética está motivada desde el evangelio. 4.- Su acción no se queda en la mera exposición sino que va más allá y se acerca a cada educando, pues sabe, que la personalización es el camino más adecuado en una verdadera educación de la fe. 5.- Esta perspectiva tiene en cuenta la educación en los valores, que en un primer momento se lleva a cabo con el testimonio personal de vida evangélica y luego aparecerá la pedagogía y didáctica de cómo habituar al educando en los valores humanos, sociales y cristianos. 6.- Todo esto no lo hace solo sino desde la Comunidad Cristiana: en donde se vive, se comparte la vida y lo que se es y, por supuesto, se celebra la fe. Ademásteológicamente hablando es la Comunidad la que envía al catequista a realizar su Misión catequética. 7.- Y en el contexto de la Misión Compartida. Esdecir, que son conscientes de compartir corresponsablemente la misma Misión: Sacerdotes, Religiosas/os y Seglares. 8.- Su testimonio como catequista no se queda en la Parroquia, pues sabe, que su ser de cristiano es referencia también, fuera de la misma: en la familia, en la asociación de vecinos, en las ONGsque participe, en el club de tiempo libre,... (por poner algunos ejemplos). 9.- Aunque ser catequista es un don de Dios y su Gracia está en nuestras vidas, ello no significa que se nos den las cosas hechas. Como en la Parábola de los Talentos, el don que hemos recibido lo tenemos que cultivar, es nuestra obligación desarrollarlo hasta donde pueden dar de sí nuestras posibilidades. Y claro, esto supone esfuerzo, superación, ascesis que se decía antes, tiempo de reflexión y oración. En definitiva tiempo de encuentro con Dios para que su Espíritu nos mueva, nos estimule, nos anime a realizar en plenitud nuestra vocación de catequista, con la seguridad de que así seremos felices y estaremos contribuyendo a la felicidad de los demás.
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10.- Y para terminar con la enumeración de algunos de los rasgos que configuran la identidad y la espiritualidad del catequista, señalamos la premisa o clave que se hace necesaria si deseamosque se den todas los demás: Nuestra acción educativa en la fe, como catequistas, no se llevará a feliz término sino tenemos como primera urgencia a los pobres, a los excluidos de nuestra sociedad, tanto si trabajamos directamente con ellos como si concienciamos a nuestros catequizandos y a cuantas personas están implicadas en la Misión evangelizadora en que debemos seguir construyendo el Reino de Dios aquí en la tierra. Lo que supone apostar por la justicia y la misericordia bíblicas. Así es como entendió Jesússu Misión y se lo explicó a sus paisanos en la sinagoga de Nazaret: “ El Espíritu del Señor está sobre mí. El me ha ungido para traer Buenas Nuevas a los pobres, para anunciar a los cautivos su libertad y a los ciegos que pronto van a ver. A despedir pronto a los oprimidos y a proclamar el año de la gracia del Señor... Hoy se cumplen estas profecías que acaban de escucha”
(Lc 4, 16-21).
TEMA 3.- SER CATEQUISTA REFLEXIÓNEN TORNOAL CATEQUISTADELTERCERMILENIO La Iglesia existe para Evangelizar dice Pablo VI en la Evangelii Nutiandi. El proceso de evangelización del Pueblo de Dios es movido por el Espíritu Santo que nos lleva a anunciar el Evangelio (Buena Noticia) de cara a la construcción del Reino (haciendo Iglesia que empuja hacia el Reino), dando testimonio de Ser y Vivir como creyentes. Todo esto supone un proceso de acompañamiento y educación en Comunidad Cristiana que Celebra (los sacramentos), transformando el orden temporal desde la universalidad de la salvación. El proceso evangelizador tiene tres etapas: 1) ACCIÓN MISIONERA: Tiene por finalidad ser “despertador” de los no creyentes....Tarea de preparar terreno y SEMBRAR (AnuncioConversión). 2) ACCIÓNCATEQUÉTICA:Proceso de maduración de la fe ENRAIZARla siembra (ARBOLCONRAIZ) 3) ACCIÓNPASTORAL:fieles que pertenecen ya a la Comunidad, que deben seguir madurando y evangelizando (misionando). FRUTOSDEL ARBOL(madurez de la cosecha). La identidad del catequista Después de definir lo que entendemos por evangelización desde el proceso catequético, ahora nos centramos en el ser del catequista y los rasgos de su identidad, identidad que se sitúa en el marco de la Comunidad Cristiana. Cuando alguien se siente llamado a comunicar Buenas Noticias, debe hacerlo desde una identidad comunitaria para que actúe conjuntamente con los demás. Sepone su vocación, llamada de Dios, respuesta humana, al servicio de los demás o se propone a una persona que forme parte del grupo y se haga catequista, conviene tener en cuenta, quitando cualquier equívoco que: “dar catequesis” no es una evasión, una diversión, un modo de emplear el tiempo libre, un “hobby”, sino un servicio a Cristo y a la Iglesia, desde el carisma específico que se ha recibido (agustino, franciscano...). 1.-La identidad de fe
Las motivaciones, lo que constituye la razón de reunirse o de “estar juntos”, no son de orden psicológico y pedagógico (necesidad del grupo para el crecimiento de la persona...),. Ni es una evasión de la realidad, ni compensación de otras frustraciones...La identidad del catequista y del grupo no viene de fuera o de arriba. Viene referida por la Palabra de Dios a cuyo servicio llama el Señor a los catequistas.. Es una identidad que hay que descubrir en la fe, vivir en la caridad, en el amor recíproco, e interpretar en la esperanza, otorgada como un don del Señor. Sin esta perspectiva el catequista será incapaz de comprender correctamente las exigencias de la fe que van más allá de la trama humana de las relaciones exteriores. Los motivos humanos no pueden ser ignorados pero han de ser asumidos desde la dimensión de la fe, en la que se concede preeminencia absoluta a la PALABRADEDIOS.Los catequistas se sienten reunidos, ante todo por la Palabra de Dios, que les convoca y de la que dependen a la hora de desempeñar su servicio que requiere una actitud de escucha junto al Señor. Es él, el Maestro, el primero que sale al encuentro con la Palabra, la cual tiende a crear comunidad. No es pues el “catecismo” –explicar verdades contenidas en un manual...- el motivo principal que reúne a los catequistas, sino la Palabra de Dios, cuyo horizonte está mas allá del papel de “dar catequesis”,aunque este sea un medio para encontrarse con el Señor. Los catequistas se sienten reunidos principalmente por el don de la Palabra, que reconoce su vocación bautismal y crismal y proporciona espacio operativo a su eventual misión matrimonial y religiosa. Todo gira en torno a la Palabra como centro animador y propulsor. Se trata de escuchar, presentar y profundizar el mensaje evangélico. Todo converge y dimana de ella; en ella está la verdadera identidad, el ser del catequista, el camino de la fe que tiene como fin el anuncio del Reino en la Iglesia. El latido de la vida del catequista surge de la escucha de la Palabra y la humilde disponibilidad a la común acogida de la propuesta cristiana. El catequista interioriza su identidad de fe que es siempre un don, desde una actitud de humildad y de simplicidad. 2.-El catequista forma parte de una comunidad de discípulos
El catequista vive su vocación desde una identidad de discípulos, lugar donde profundiza su formación cristiana. Desde ahí se aprende a ser mas responsables de su fe, dando cuenta de ella en el ministerio. Todo catequista debe ser un adulto en la fe. El anuncio de la Palabra es un don, destinado a poner de relieve un rasgo fundamental de todo bautizado que hay que descubrir a la luz de la experiencia del Evangelio. El catequista es un discípulo del Señor que, junto con los demás catequistas, constituye una comunidad de discípulos que se hace disponible para el anuncio del mensaje cristiano. Se crean vínculos de dependencia, de complementariedad, de coparticipación y de testimonio que crean comunión eclesial, indispensable para el ministerio. El catequista se debe dejar transformar por el mismo anuncio que transmite a los catequizandos. La comunidad está atenta a las personas, a su proceso de fe, a su desarrollo cristiano. Exigencias de acuerdo a la misión de “servidores” de la Palabra. Así se comportó Jesús “ Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor de él junto con los Doce, le preguntaban por el sentido de las parábolas. Y Jesús les decía: «A ustedes se les ha confiado el misterio del Reino de Dios; en cambio, para los de afuera, todo es parábola, a fin de que miren y no vean, oigan y no entiendan, no sea que se conviertan
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y alcancen el perdón». (Mc 4,10-12); “ Él les dijo: «Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco». Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer.” (6, 31).
El grupo prepara para ser responsable y coherente, y “no funcionario”... Es insuficiente una formación de carácter doctrinal, pedagógica o didáctica, si no introduce en un camino de fe común y compartida, desde la corresponsabilidad y sentido de vivir una comunión. Vivir esta comunión con el Maestro es vivir también esa experiencia de comunión con la comunidad, para compartir la misma misión del Maestro “ Despuésde esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. Y les dijo: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Al entrar en una casa, digan primero: “¡Que descienda la paz sobre esta casa!”. (Lc. 10,1-5). 3.Pertenece a una comunidad de hermanos
La escucha atenta de la Palabra de Dios modifica no solo la relación con el Señor, sino las relaciones mutuas. El mensaje encierra ya el don de la comunión. Los catequistas reunidos forman una comunidad de hermanos que encuentran en la Palabra la fuente, el motivo y la profundidad de su unión. El catequista no se reúne por sí mismo, sino porque el Señor lo ha convocado para estar con ellos y transmitirles el don de su comunión.La comunidad es un don y una tarea del Señor, y resulta siempre una respuesta a la invitación de Dios. Lo cierto es que nadie puede realizar por sí solo la tarea de la catequesis, dado que exige la movilización de múltiples energías. Cadauno realiza su misión en función de su carisma. En el grupo se hace mas visible el misterio de la Iglesia en su ser y en su obrar. En realidad estamos llamados a vivir una fraternidad de catequistas, que va mas allá de la simple amistad, al ser signos testimonial y eclesial para la comunidad, yendo como hermanos entre hermanos, a fin de extender el don de la comunión de la Iglesia. Por eso el grupo hace más visible el misterio de la Iglesia en su ser y en su obrar. Llamados a vivir en fraternidad catequística, atenta a la escucha de la Palabra de Dios y a su anuncio, y es clave hacerlo sin fisuras, y evitando dispersiones. Se es hermano gracias a la Palabra, la cual une, crea solidaridad y ayuda a crecer como “Iglesia”. 4.-
Forma
parte
de
una
comunidad
de
testigos
El grupo debe ser imagen y modelo de lo que significa una verdadera comunidad de cristianos adultos, unidos por la experiencia de la fe para servir al Reino. Todo catequista recibe de los demás, pero también está invitado a dar, desde un crecimiento común en el testimonio. Se trata de compartir los bienes espirituales que el Señor ha concedido para el bien de todos. Encuentro de discípulos que después de la misión regresan para poner en común todo cuanto han enseñado y visto “ Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión” (Mc 6,12; 30-31) “ Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco». Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer.” Se trata de compartir lo que hemos oído, y visto... que nos
recuerda la carta de Juan. Todo se convierte en un encuentro de experiencias y en un testimonio de la presencia del Señor en medio de la comunidad. Los catequistas comparten interrogantes y dificultades existenciales acerca del modo de vivir, testimoniar y servir el mensaje cristiano para que su Palabra no quede vacía de eficacia. La primera finalidad del catequista y del grupo de catequista es formar testigos, no de “preparar expertos”, capaces de dar razón, con su propia vida de la Palabra que transmiten. Se trata de promover “testigos-expertos”. Los catequistas saben percibir la urgencia apostólica de hacer conocer y amar mejor al Señor, para desempeñar con sensibilidad apostólica el servicio de la Palabra aún en medio de las dificultades. 5.-
El
catequista
forma
parte
de
la
comunidad
en
constante
crecimiento
Siempre hay un espacio que llenar entre la propuesta y la vida que se hace cada vez más hondo, a luz de las exigencias de la Palabra, para hacerse consciente de las propias limitaciones. Vivir en permanente “aggiornamento” es tomar conciencia de hallarse en camino con la fe de la Iglesia, aceptando la tensión que supone el estar en un crecimiento cristiano constante. Siempre nos queda por recorrer el itinerario de la fe, ayudando a los demás y recibiendo ayuda. El catequista está siempre embarcado en una “búsqueda siempre nueva” para acoger el mensaje, transmitirlo y testimoniarlo del modo más completo y orgánico. El crecimiento del catequista afecta más a su ser que a su obrar.. Es clave tener un estilo de humilde sencillez para volver a comenzar siempre desde el principio y con el mismo entusiasmo, desde la frescura, lucidez y audacia que da el contacto personal con la Palabra de Dios. Se trata de que ofrezcamos caminos permanentes de fe, desde la continuidad y estabilidad en el servicio. El grupo de catequistas es un don del Espíritu a cada catequista, como ocasión para el encuentro con el Señor, de intercambio fraterno, de comunión en el servicio y testimonio de vida apostólica. 6.- El catequista vive en grupo la vida eclesial
La vida del grupo debe privilegiar la experiencia de vida eclesial en la que se determinan el ser y el obrar propios de una comunidad cristiana, y desde los rasgos propios en los que debe inspirarse: 1. La escucha religiosa de la Palabra de Dios: escucha y acogida de la Palabra como realidad viva y actual que ha de ser interpretada en común. El grupo es el lugar adecuado para escuchar. Esuna escucha de fe, capaz de captar la voz de Dios. Trata de hacer del catequista, del grupo, “oyentes de la Palabra de Dios”, para ser servidores fieles. El área de escucha es doble: los textos bíblicos (o los documentos eclesiales o carismáticos) y la vida de los componentes del grupo. Escucha humilde, disponible, que penetra la vida para iluminarla, corregirla, y transformarla. Afirma san Gregorio Magno: “La Sagrada Escritura es como un espejo puesto ante los ojos de nuestra mente para que podamos ver en él nuestro rostro interior”. Prosigue san Gregorio: “La Palabra de Dios crece con el que la lee”. 2. La meditación espiritual de los hermanos. La escucha ha de ser personal y comunitaria, para surja desdeahí el eco personal, familiar y social de la Palabra escuchada. Dice san Gregorio que muchas verdades de la Escritura que uno es capaz de intuir, se han comprendido cuando escuchamos a otros hermanos. 3. La comunión en el ministerio de la Palabra. Sedescubre en el vínculo de haber recibido con otros catequistas una idéntica vocación, compartiendo la misma misión. Asumir una misma responsabilidad y anunciar el mismo misterio: nacimiento, muerte y resurrección del Señor. COMUNIÓN A DISTINTOSNIVELES a) Conversión: todos necesitados de salvación y de recibir el perdón. b) En la oración: se tratara de vivir en solidaridad orante para ser comunidad orante. El catequista ore con otros, poniendo en común sus propias peticiones que son acogidas por todos con una invocación antifonal. Iniciar en el rezo de alguna parte de la liturgia de las horas: laúdes, vísperas... c) En la acción litúrgica. La celebración eucarística donde se escucha y medita la Palabra, se nutre de ella, se alimenta y asimila para la vida. “Creer es
orar; quien no cree, no ora; y el que cree y no ora, acaba por no creer”
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4. Al servicio del Reino. La propuesta de fe brota de la fidelidad personal a la misión recibida en la Iglesia. Sin la santidad de vida el ministerio está destinado a resultar inútil, a la hora de valorar los resultados. El ministerio supone competencia y espiritualidad. Dar catequesis es un arte en el que la creatividad, la inventiva y la intuición van unidas a la espiritualidad. a) La formación doctrinal. La fidelidad a Palabra encarnada exige también fidelidad al hombre de hoy por el principio de la encarnación.
Fidelidad también a la interpretación eclesial de la Palabra. El catequista revive, interpreta y propone la fe profesada por la Iglesia. b) La cualificación pedagógico-didáctica. El catequista tiende a formar al hombre y al cristiano según la novedad del Espíritu, y liberándolo del pecado. El catequista es un experto en relaciones humanas y en deshacer nudos. c) El permanente crecimiento eclesial. La perspectiva del servicio del grupo de catequistas es misionera., forma personas disponibles para el Reino. Sefomentan valores como la generosidad, el altruismo, la participación, la responsabilidad, el compañerismo...Transmitir a la catequesis una mentalidad eclesial que les haga aptos para desempeñar el servicio de la Palabra incluso fuera de la propia comunidad. De este espíritu catequético puede también surgir las vocaciones de especial consagración, de total entrega a la causade Dios. 7.- Un mandato: ID Y ANUNCIAD
El catequista forma parte de un eslabón de una larga historia de salvación: Dios, Abraham, Moisés, Patriarcas, el pueblo elegido, profetas... Jesús... Iglesia, nosotros... “Otros afirmaban: «EsElías». Y otros: «Esun profeta como los antiguos».” (Mc. 16,15). El anuncio del Evangelio y la Eucaristía son los dos pilares sobre los que se construye la Iglesia (DGC218). El acontecimiento a anunciar no es otro que la persona, la obra y la misión de Jesús,el Hijo de Dios. Y la Iglesia relee estos acontecimientos: “Me quedan muchas cosaspor deciros” (Jn 16,12-13) El Anuncio del evangelio es sencillo, lo que puede ser mas difícil es vivirlo. Quizásnos dé miedo como a Jeremías“Antes de formarte en el vientre materno, yo te conocía; antes de que salieras del seno, yo te había consagrado, te había constituido profeta para las naciones”. Yo respondí: “¡Ah, Señor! Mira que no sé hablar, porque soy demasiado joven”. El Señor me dijo: “No digas: ‘Soy demasiado joven’, porque tú irás adonde yo te envíe y dirás todo lo que yo te ordene. No temas delante de ellos, porque yo estoy contigo para librarte –oráculo del Señor–”. El Señor extendió su mano, tocó mi boca y me dijo: “Yo pongo mis palabras en tu boca. Yo te establezco en este día sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y derribar, para perder y demoler, para edificar y plantar”. (Jr. 1,5-10). No tenemos oro ni plata; sólo damos lo que tenemos: a Jesús(Hech 3,6). Damos de los bienes que hemos recibido, porque él tiene más interés que nadie en revelarse. El catequista no es dueño sino siervo, y la semilla la hace germinar el Espíritu del Señor (1 Cor, 3,6: Dios es quien hace crecer”). Desdela convicción de que la Palabra es fecunda y portadora de fuerza transformadora: “como bajan la lluvia y la nieve desde el cielo... así será mi Palabra. No volverá a mí vacía...” (Is. 55,10-11). Anuncia el que ha tenido atracción por Jesús,se siente invitado, ve la urgencia y se pone a disposición: “Aquí estoy, envíame”. Desdelas posibilidades reales: dedicación parcial o plena, por unos años... ¿Desde qué raíces? 1. La comunidad: origen, lugar y meta de la catequesis (DGC254). 2. La Palabra de Dios: fuente de donde la catequesis toma su mensaje (DGC94). 3. La celebración y la Oración: asumir el carácter orante y celebrativo que tuvo el Maestro (Cf. DGC85). 4. La Formación: sin ella corremos peligro en la calidad (DGC234-250)
Tema 4: LA ESPIRIT UAL I DAD DEL CATEQUISTA "Espiritualidad del catequista" es un término de uso común. Pero su significado no es para todos el mismo. Esnatural hacerse preguntas como estas: ¿la expresión "espiritualidad del catequista" hace suponer que tiene una espiritualidad propia, y si es así la tiene realmente? ¿Si la tiene, qué función tiene y en qué consiste? Las páginas que siguen buscan dar una respuesta a estas preguntas tomando como punto de referencia y como fuentes la Biblia, los documentos eclesiales sobre la catequesis, la experiencia de los catequistas, las reflexiones de los catequistas. En suma haremos una síntesis sobre la "espiritualidad del catequista" que, mientras recoge las evidencias a nivel teórico y práctico, señala los límites a superar y los aspectos a desarrollar. Podrá entonces ser -para los catequistas y sus formadores- un instrumento para la revisión y la confrontación y un estímulo para el empeño operativo. 1.- EXIGENCIADEESPIRITUALIDAD Dirigiéndose a los catequistas, los obispos italianos concluyen así su Carta de presentación del Documento base"(1988): " vosotros ya lo sabéis, no es principalmente la cantidad de trabajo la que hace crecer la comunidad, sino la calidad: una Iglesia no se organiza ahí, sino que se genera con la fecundidad de los carismas. Y, entre todos los carismas, aquel de la santidad es el más fecundo. Al vigor del lenguaje, a la fuerza de los argumentos, a la eficacia de las estructuras, la sensibilidad del hombre contemporáneo puede también oponer resistencia: pero se rinde fácilmente ante los signos de santidad" (n. 14).
Estas palabras de los obispos es una invitación a los catequistas (y naturalmente a cuantos están implicados en su preparación) para que metan en el primer lugar la santidad, que debe por ello convertirse en el objetivo más importante y urgente en su formación. Esuna llamada que suena también como reclamo oportuno frente a un efectivo riesgo en la formación de los catequistas: privilegiar un cierto "tecnicismo", que no tiene suficientemente en cuenta la dimensión espiritual. Por ello es una exigencia dar la debida relevancia, o mejor la prioridad a la "espiritualidad". Una instancia sentida por los catequistas Es significativo el hecho que tal instancia sea compartida por los mismos catequistas, como testimonian, en particular, los estudios sobre ellos, realizados a nivel nacional y/o local. Muchos catequistas consideran "la escasa formación espiritual" como uno de los límites graves que es urgente superar. Por otra parte, está presente en ellos un signo que puede expresar la llegada de una "madurez espiritual": no parecen condicionados por la precariedad de los resultados. En definitiva, está claro que hay necesidad de profundizar en la espiritualidad. Una espiritualidad no genérica sino "específica"
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De los estudios sobre los catequistas y de su contacto directo es fácil destacar que es por el mismo "hacer catequesis" que se presta una ayuda para la maduración de su vida espiritual; por otra parte, saben bien que para "hacer catequesis" de modo significativo y eficaz es necesario ser "persona espiritual", madurando incesantemente en la espiritualidad. * Hay una pregunta sobre espiritualidad: pero no de una espiritualidad cualquiera y por separado, desconectada de la experiencia catequística. Setrata sin embargo de una espiritualidad concebida y vivida en la óptica de un imprescindible relación entre el "ser" del catequista y su "hacer". Se apunta entonces sobre un hacer radicado en el ser y sobre un ser orientado por el hacer; en otras palabras, se quiere catequizar (iniciar a otros a la vida cristiana) dejándose influenciar en el camino catequístico (madurando personalmente en la vida cristiana).
Las razones bíblicas y eclesiales La exigencia de una específica y fuerte espiritualidad del catequista tiene un seguro fundamento bíblico: - en la predicación testimonial en la predicación del Bautista, de Jesúsy de los apóstoles, - la estrecha relación existente entre el testimonio de vida de los profetas y la Palabra por ellos proclamada (Jer 1; 20,7-9; Amos 3,8); - la realidad del apóstol Pablo en cuyas cartas son al tiempo catequesis y autobiografía espiritual, anuncio verbal y testimonio de vida; - la "gran nube de testimonios" de los que habla la carta a los hebreos (11; 12,2). La verdad cristiana pide a quien la anuncia un gran esfuerzo para interiorizarla y traducirla en obras concretas de amor. - Las exigencias de una específica espiritualidad para el catequista-evangelizador es confirmada por la historia de la Iglesia: se piensa, en particular, en los "estímulos" en tal sentido presentes en la Didaché, en la catequesis de los Santos Padres, en De catequizandis rudibus de San Agustín, en los escritos pastorales de San Gregorio Magno, en el " Catecismos del Concilio de Trento"... hasta los grandes animadores de la renovación catequética y los documentos fundamentales eclesiales sobre la catequesis. Un paso más. Variedad y convergencia de la espiritualidad Alguno podría objetar: "¿para qué una espiritualidad específica para el catequista si hay ya una espiritualidad común a todos los cristianos?". Algún otro podría decir: "¿Esverdaderamente posible configurar de modo convincente una "espiritualidad del catequista?". Las preguntas no son inoportunas ni mucho menos ociosas: una respuesta clara ayudará a comprender mejor la relación existente entre las diversas modulaciones de la vida cristiana (que se deben ejercitar) y su "base común", siempre que salvaguardar en cuanto raíz de todos los originales desarrollos y su punto de convergencia para la comunión eclesial. - La espiritualidad del catequista es una particular explicitación de la espiritualidad cristiana. Sabemos que ser cristiano significa vivir la comunión trinitaria: significa vivir una vida nueva con Dios y en Dios Padre, enjertado en el misterio pascual de Cristo muerto y resucitado, guiado y sostenido por el Espíritu Santo. Cada cristiano tiene tal relación esencial con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: relación que se expresa en la virtud teologal de la fe, de la esperanza y la caridad. Y es precisamente en el vivir estas virtudes que consiste la espiritualidad cristiana, nacida de la fe y del bautismo, y corroborada por los otros sacramentos. Esta es la espiritualidad de basede todo bautizado. Esta, es esencia, es única y perenne. - Todavía sobre esta base común puede darse diversas modalidades de realización. Y esto porque la propuesta de la vida, hecha por Jesucristo, es tan rica que ninguna persona o grupo están en grado de agotarla; es posible solo una realización parcial que acentúa uno u otro aspecto, dando una versión particular. Más allá de estas acentuaciones está ligada a un especial don de Dios (carisma), al temperamento personal, la educación recibida, la pertenencia a un cierto grupo, la pertenencia a una determinada época histórica y a una específica cultura. Como se ha dicho, comúnmente se habla de espiritualidad de órdenes o congregaciones religiosas, de movimientos eclesiales de nuestro tiempo...; también de espiritualidad sacerdotal, monástica, laical, conyugal... - A este punto es fácil admitir que entre las múltiples y variadas espiritualidades puede (y debe) ejercerse una espiritualidad propia del catequista. De ella intentaremos individuar las líneas específicas que la caracterizan. 2.- LA "ESPIRITUALIDAD" DELCRISTIANOQUEHACECATEQUESIS El catequista puede y debe tener una específica espiritualidad, propia para cumplir un servicio específico en la Iglesia. Este servicio exige y favorece una estructuración original de la personalidad que lo desarrolla. Concretamos. El servicio catequético, como otros servicios eclesiales, nace de un don del Espíritu Santo y depende constantemente de la acción del Espíritu, con el que el catequista debe colaborar: de esta convergencia de la iniciativa del Espíritu y la respuesta del catequista nace y se alimenta la "espiritualidad del catequista". Espiritualidad del catequista es... De la reflexión sobre el servicio catequético -que es un ministerio que responde a un carisma- concluimos que eso se encarna profundamente en la vida del catequista: se tiene por así decir "identificación" entre el ministerio y la vida. Y eso influye necesariamente sobre el modo en el que el catequista realiza su existencia: vive según la específica vocación de catequista, es decir según el carismaministerio que lo constituye servidor de la Palabra para el crecimiento de la fe en la comunión eclesial. Aquí está su espiritualidad. Por lo tanto la espiritualidad del catequista nace de la espiritualidad cristiana, profundizándola y concretándola en relación al tipo de servicio, oficial y permanente, que cumple en la Iglesia. * Cogida su acepción más amplia, la espiritualidad del catequista expresa la interiorización cristiana de todo eso que el catequista hace de concreto por la situación catequística. Se trata de la identidad cristiana profunda del catequista en cuanto tal, comprendida y vivida y prometida en la activa conjugación -dentro del servicio catequético- entre la dimensión divina (con referencia, en particular, a la "iniciativa" del Espíritu Santo) y la dimensión humana (con referencia a la respuesta del catequista). * Quien hace catequesis vive el ser cristiano como testigo, maestro y educador, y realiza eso en el contexto de las relaciones esenciales que tiene con los sujetos a los que se dirige, con la Iglesia en la que trabaja, con la sociedad a la que pertenece. En esto consiste fundamentalmente -insistimos- su espiritualidad. 3.- FISIONOMÍA ESPIRITUALDELCATEQUISTA Los aspectos esenciales que delinean la "fisonomía espiritual" del catequista son en esencia actitudes y comportamientos ligados a su misión, que nacen de ella y a ella son orientados. Por ello el catequista aparece como alguien que: - es animado por un intenso espíritu de oración, que lo lleva a un contacto íntimo, personal y viviente con el Señor; - vence su debilidad e impotencia humana en el encuentro con Dios; supera así la situación paradójica en la que opera, dada la enorme distancia entre un fin altísimo al que tiende (la educación a la fe) y su rol, débil e instrumental; - se pone en religiosa y fiel escucha de la Palabra, conjugando la experiencia interior del profeta y la del discípulo;
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- cumple el servicio a la Palabra en comunión profunda con la Iglesia de la que es fiel portavoz; - tiene una gran admiración por la grandeza del mensaje cristiano y transmite con celo ardiente y generoso, con entusiasmo y valentía, con amor hacia todos: - se mete en sintonía con la inspiración del Espíritu Santo, Maestro interior, por el cual se deja guiar; él, de hecho, reconoce en el Espíritu al agente principal de la evangelización (Evangellium nuntiandi 75); es dócil a su acción y le ruega incesantemente; - vive una intensa vida litúrgico-sacramental; tiene un gran amor por la Eucaristía, y una asidua familiaridad con la oración; - desarrolla una mirada espiritual sobre las personas y las cosas,en referencia constante a Dios y a su Reino; - tiene un gran amor por los muchachos; está atento a su realidad existencial y sociocultural; con humildad y confianza se siente instrumento para guiarlos a la fe. - En referencia a las actitudes de fondo por las que cumple su servicio, el catequista es humilde, prudente, desprendido de las cosasy capaz de renuncia, testimonio con la santidad de la vida (coherencia en la vida mortal). 4.-EL PRINCIPIOUNIFICADOR Entre los múltiples aspectos, las experiencia cristiana del catequista encuentra unidad fundamental en el ser una experiencia vivida en el Espíritu Santo. Y por eso es en el Espíritu donde se realiza la espiritualidad del catequista, que conjuga su vivir y su hacer. Retomando los elementos esenciales anteriormente dichos, vemos la espiritualidad del catequista como: * Una espiritualidad por y para el servicio: el catequista trabaja con humildad y confianza, en la profunda convicción de ser salvado para colaborar con la salvación; y se empeña en el servicio catequístico como testigo, maestro y educador. * Una espiritualidad animada por el Espíritu Santo: el catequista escucha de manera activa la Palabra de Dios; es perseverante en la oración personal y comunitaria; está empeñado en una fuerte experiencia litúrgico-sacramental; está en continua conversión; vive eucarísticamente. * Una espiritualidad eclesial: el catequista sabe que es llamado por Dios, en la Iglesia, por eso vive y trabaja en sintonía con la comunidad eclesial, como miembro activo de ella, para su construcción. Su espiritualidad es por -para y en la Iglesia; el catequista imita a la Virgen María, "primera cristiana", en la escucha y en el servicio de la Palabra: espiritualidad mariana, * Una espiritualidad particularmente atenta al hombre: el catequista actúa con corazón abierto al hombre, con ánimo misionero, no para hacerse servir sino para servir, reservando particular atención a los últimos. Para proseguir el camino Los catequistas son invitados a continuar, personalmente y en grupo, la reflexión sobre el tema en referencia sobre todo a esta área, que queda en parte por profundizar: - percibir mejor la exigencia de unidad-organicidad en sus actitudes y comportamientos y de coherencia entre si y el mensaje cristiano (interiorizado, personalizado); - desarrollar una mayor atención a la vida; - recordar más lúcidamente espiritualidad y "profesionalidad"; - realizar una incorporación comunitaria (a nivel parroquial y de iglesia local) más significativo y eficaz: concretamente a través de la ejemplaridad del servicio, el testimonio de vida cristiana, la colaboración a las iniciativas eclesiales, la propuesta de iniciativas nuevas...; - acoger la ayuda que el grupo de los catequistas puede dar en el crecimiento de la espiritualidad, y responder con la propia aportación; - recorrer un camino personalizado, con el acompañamiento del sacerdote y de los animadores de catequesis; - cuidar mejor la calidad y continuidad de la oración y de la "lectio divina"; aprender a traducir los Catecismos en oración; - marchar con los muchachos sobre el camino de la fe. Un recuerdo final Siempre en el intento de hacer síntesis, concluimos con la descripción de la espiritualidad del catequista, propuesta por el catequeta Gaetano Gatti. Esuna fórmula clara y completa, muy útil para trabajarla en el grupo de catequistas (no necesariamente para aprender de memoria.): "la espiritualidad del catequista se debe entender como una dimensión permanente, que alcanza de modo orgánico, unitario y coherente su persona, preside y anima los diversos momentos de su obrar, implica las opciones pedagógicas y metodológicas, promoviendo una síntesis entre su vida y la fe, su ser y su obrar, y así hacer más transparente y creíble la propia experiencia cristiana en la comunidad".
Si a veces las tareas que se asignan a un catequista parecen asustarlo, él sabe que "su guía interior, el Espíritu Santo, es un maestro que indica el camino y da la fuerza para recorrerlo... el valor, la confianza, la esperanza son entonces las primeras virtudes de cada catequista. Él descubriéndose llamado por Dios, sabe también ser un instrumento en sus manos, para las maravillas que Él quiere obrar a imitación de María"
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