Ruta del Renacimiento La Ruta del Renacimiento nos acerca al siglo XVI, un periodo de florecimiento del arte y de la cultura. En un recorrido que transcurre de Barbastro a Fonz, pasando por Graus, Benabarre y Peralta de la Sal, palacios y casonas, templos y otras manifestaciones del arte evocan aquella época de esplendor. En el viaje están muy presentes también sus protagonistas, algunos de los ilustres personajes que hicieron posible el tránsito de Aragón a la modernidad.
Otros títulos de esta colección Ruta de las brujas del Alto Gállego
De Barbastro a Fonz
Ruta de los templarios. De Monzón a Fraga
I PASEOS POR LA HISTORIA I
Montañana. Enclave medieval Ruta del Santo Grial en la provincia de Huesca
Feria del Renacimiento. Fonz
Ruta del Renacimiento De Barbastro a Fonz
Ruta del Renacimiento. De Barbastro a Fonz Coordinación: equipo de redacción de Prames Textos: María Pilar Giménez Aísa Fotografías: Fernando Alvira: 29 (abajo), 30 Ayuntamiento de Foz: portada, 44 y 47 (abajo) Archivo Píxel: 15, 19 Archivo Prames: 6, 8 (arriba), 9, 13, 14, 16, 18, 21 (arriba), 23 (abajo), 24-25, 27, 28, 29 (arriba), 34 (abajo), 35, 36 (izda.), 37 (abajo), 38, 39, 41 (arriba), 43, 45, 46-47 Josu Azcona: 8 (abajo), 31, 32, 33, 34 (arriba), 47 (abajo) María Pilar Giménez: 7, 21 (abajo), 22, 23 (arriba), 26, 36 (dcha.), 37 (arriba), 40, 41 (abajo), 42, 47 (arriba) Museo Diocesano Barbastro-Monzón: 11, 17, 46 (arriba) Diseño, maquetación y tratamiento de imágenes: Equipo gráfico de Prames Edita: Prames • Camino de los Molinos, 32 • 50015 Zaragoza www.prames.com ISBN: 978-84-8321-434-3 DL: Z 1731-2014 Imprime: INO Reproducciones
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ÍNDICE Prólogo 5 Introducción 6 La ruta 10 Barbastro 12 Graus 20 Benabarre 27
Feria del Renacimiento 44
Peralta de la Sal 31
Mojiganga de Graus 45
Fonz 35
Datos de interés 46
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I PRÓLOGO I
La presente colección Paseos por la historia se enmarca en la continuada labor difusora del patrimonio que siempre ha caracterizado a la Diputación Provincial de Huesca. El objetivo de los diferentes libros que la componen es ofrecer una imagen palpable del acontecer histórico en tierras oscenses y, para conseguirlo, nada mejor que acudir a los escenarios, a los lugares y monumentos que permiten ambientar esos hechos del pasado. Dentro de esas etapas, hay momentos que asociamos a grandes empresas épicas; otros, a sucesos tan lejanos en el tiempo que han quedado envueltos por un halo legendario. Y los hay que se han integrado tanto en nuestra cotidianeidad o, al menos, eso pensamos, que hay que devolverles el brillo que nuestra época parece haberles quitado. La Ruta del Renacimiento. De Barbastro a Fonz es un buen ejemplo de esto último. Artistas y humanistas de la talla de los hermanos Argensola, los obispos Esteban de Esmir y Pedro Cerbuna, «padre» de la Universidad de Zaragoza, y san José de Calasanz, fundador de las Escuelas Pías, hablan de un periodo espléndido en lo que a hijos oscenses se refiere. Ellos representan el auténtico espíritu del Renacimiento, inmerso, en estas páginas, en una sucesión de iglesias, espacios urbanos y, sobre todo, construcciones palaciegas del siglo XVI, que ofrecen una visión del refinado arte que se produce en aquellas fechas. Sin duda, sorprenderán algunas de estas construcciones, algunos de sus detalles o algunas de las piezas que salen al encuentro de las visitas que se proponen. Serán sorpresas bienvenidas, que a buen seguro redundarán en nuestra forma de ver nuestro pasado y, en consecuencia, de entender nuestro presente. Diputación Provincial de Huesca
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I INTRODUCCIÓN I
La Ruta del Renacimiento nos propone un recorrido por cinco poblaciones pertenecientes a cuatro comarcas distintas de la provincia de Huesca, tomando como punto de partida Barbastro (Somontano de Barbastro), para continuar por Graus y Benabarre (La Ribagorza), Peralta de la Sal (La Litera) y Fonz (Cinca Medio). El recorrido por este territorio oscense nos trasladará al siglo XVI, época en la que España y Aragón hicieron su tránsito a la modernidad siguiendo los pasos iniciados un siglo antes por Italia. El auge económico y demográfico, junto con una concepción humanista del mundo, permitieron el florecimiento del arte y de la cultura, del pensamiento y de la educación. En la zona que nos ocupa fue también un periodo convulso debido a los enfrentamientos sociales ocurridos entre defensores y detractores de la desaparición del condado de Ribagorza, al que pertenecían entonces las localidades de la Ruta, a excepción de Barbastro.
Página izquierda Pórtico de la iglesia de la Asunción. Fonz Abajo Casa Baselga. Barbastro
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I INTRODUCCIÓN I
La visita a estas cinco poblaciones resulta muy representativa del alcance del Renacimiento en Aragón. Los planos urbanos medievales incorporaron plazas y calles de mayor amplitud. Se levantaron numerosos edificios, tanto de carácter religioso como civil, moradas donde vieron la luz personalidades que jugaron un papel importante en la transformación de la sociedad a través de la cultura y de la educación, destacando entre ellas san José de Calasanz, fundador de las Escuelas Pías, las primeras gratuitas de Europa, y Pedro Cerbuna, promotor de la Universidad de Zaragoza. Las casas solariegas que alojaban a las familias Arriba Palacio de los Argensola de Barbastro principales asumieron un modelo constructivo característico del renacimiento aragonés. Sus fachadas se estructuran en tres plantas, la inferior o una parte de la misma realizada en piedra y las siguientes en ladrillo cara vista. La planta noble acoge grandes ventanales y la superior, una galería de arquillos bajo un airoso alero de canes moldurados. Al interior, los pisos se traducen en un amplio zaguán o patio del que arranca la escalera, salones con alcobas en la planta dedicada a vivienda y extensos graneros o falsas en la última. El mismo esquema presentan los palacios episcopales y las casas consistoriales. En general, se trata de edificios sobrios con portadas abiertas en arcos de medio punto de grandes dovelas que suman el escudo de armas y, ocasionalmente, algún elemento ornamental de filiación clásica. Es la planta superior la que atrae más la atención con su galería de arquillos y los vistosos aleros. En cuanto a la arquitectura religiosa, el siglo XVI fue un momento de auge constructivo, tanto por la aparición de nuevos templos como por la ampliación de los medievales. Sus portadas reflejan el gusto por los órdenes de la antigüedad clásica con decoración de grutescos, aunando elementos vegetales, armaduras, vasijas, cornucopias y figuras mitológicas. En lo constructivo, las iglesias siguieron siendo deudoras del estilo gótico, pero las naves de igual altura convierten los interiores en espaciosas plantas de salón cubiertas con bóvedas de crucería estrellada. Derecha Cáliz de San José. Museo Calasancio. Peralta de la Sal Página derecha Interior del convento de San Francisco. Barbastro
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I INTRODUCCIÓN I
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I MAPA DE LA RUTA I
a Campo
Graus
Benabarre
a Huesca
Fonz
Barbastro
Peralta de la Sal Monzón a Lérida
Binéfar Tamarite de Litera
a N-230
a Lérida
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LA RUTA
San Juan Bautista, retablo de Bisaurri. Museo Diocesano Barbastro-Monzรณn. Barbastro
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I LA RUTA. Barbastro I
Barbastro RUTA DEL RENACIMIENTO
Río V ero
Convento de San Francisco Las Fuentes
Palacio Argensola
C/ Cerbuna
Palacio Episcopal
Museo Diocesano Barbastro-Monzón
Catedral Plaza de Aragón
Vía Ta ur ina
o Español Avda. del Ejércit
Plaza de Toros
Plaza Julianeta
Iglesia de San Julián
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del Paseo
Escu elas Pías
do erca a M Plaz
Plaza de la Constitución C/ Palacio
n C/ San Ramó
Coso
mingo C/ Santo Do
Casa Baselga
e ida d Aven
rced la Me
ros aballe C/ C
Ayuntamiento
Joa qu ín Co sta
za n Pla ació ut Dip
Casa Latorre
I LA RUTA. Barbastro I
Barbastro Fundada en el siglo X en un emplazamiento estratégico a la orilla del río Vero, Barbastro reafirmó en la época Moderna su destacada posición como centro ferial. Acometió una importante renovación urbana e incorporó edificios significativos como la catedral, el ayuntamiento y algunas casas señoriales. Iniciamos nuestro paseo monumental en la plaza Julieta, situada en la zona alta de Barbastro, donde se ubica el conjunto de San Julián y Santa Lucía. La iglesia de San Julián fue construida a mediados del siglo XVI a instancias de Francisco de Gracia, catedrático de la Universidad de París y consultor del Santo Oficio. Convertida en Centro de Interpretación del Somontano, es un sencillo edificio de nave rectangular y ábside poligonal cubierto con bóvedas de crucería estrellada. En el antiguo hospital de Santa Lucía se encuentran la Oficina de Turismo y el Espacio del Vino de la Denominación de Origen Somontano. Guiaremos ahora nuestros pasos por la Vía Taurina y llegaremos al paseo del Coso, donde se levanta Casa Baselga, cuya noble galería de columnas da soporte a un friso y un alero magníficos realizados en madera. Desde aquí nos acercaremos a la catedral dedicada a Santa María de la Asunción. Fue construida con rango de colegiata a inicios del siglo XVI (1517-1533) por iniciativa del Concejo municipal, cuyo objetivo era recuperar la categoría de sede episcopal perdida por la ciudad en 1149.
Iglesia de San Julián
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I LA RUTA. Barbastro I
Detalle de las bóvedas de la catedral
El templo catedralicio fue levantado en el solar que ocupó la mezquita mayor y posteriormente la seo medieval. Diseñado por los arquitectos Luis de la Santa Cruz, Juan de Sariñena y Juan de Segura, es uno de los principales ejemplos de arquitectura gótico renacentista en Aragón. Cuenta con dos portadas de inspiración clásica. La situada en el flanco occidental es de ladrillo, resultando más vistosa la abierta en la plaza del Palacio. Construida en piedra, presenta decoración renacentista de grutescos en el arco, enjutas y friso. Sobre él, sendos medallones con las efigies de los santos Pablo y Pedro flanquean una hornacina hoy vacía y rematada con el escudo episcopal. La imagen de sobriedad del exterior del edificio contrasta con su deslumbrante interior. Se trata de un gran salón dividido en tres naves y triple cabecera poligonal con magníficas bóvedas de crucería estrellada y dorados rosetones en sus claves. Del arte mueble destaca el retablo mayor, cuyo basamento de alabastro es obra de Damián Forment. Muerto el maestro, siguió su obra su discípulo Juan de Liceyre. Posteriormente, Miguel de Orliens, Pedro de Aramendía y Pedro Martínez se ocuparon de los cuerpos superiores del retablo, realizados en madera de pino, a diferencia de la base, acometida en alabastro. Portada de la catedral de Barbastro 14
I LA RUTA. Barbastro I
Damián Forment
Un artista del Renacimiento El escultor Damián Forment nació en Valencia, ciudad donde lo sitúan las primeras noticias en 1495. En 1509 se trasladó a Zaragoza para realizar el retablo mayor de la basílica del Pilar, siguiendo la traza gótica del existente en la Seo de la ciudad. Del mismo estilo realizó también los retablos de la catedral de Huesca (1520-1534) y de la iglesia de San Pablo de Zaragoza (1511), incorporando elementos renacentistas en el de San Miguel de los Navarros de Zaragoza (1518). La producción de Forment es muy extensa entre tallas, conjuntos escultóricos y retablos. A los anteriores hay que sumar el del monasterio de Poblet (1527) y los de las catedrales de Santo Domingo de la Calzada y Barbastro, ambos contratados en 1537. Llegó a contar con tres talleres y varios discípulos, los principales, Gabriel Yoli y Juan de Liceyre. Su estilo se caracteriza por las formas suaves e idealizadas y por su factura muy refinada. Se inspiró mucho en grabados de artistas italianos y, especialmente, en Durero. Como artista del Renacimiento, consideraba su trabajo como una creación artística individual, y orgulloso, incluyó su propio retrato en los retablos del Pilar y de la catedral de Huesca, sus encargos principales.
Autoretrato de Damián Forment en el retablo mayor de la catedral de Huesca
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I LA RUTA. Barbastro I
Izquierda Retablo mayor de la catedral de Barbastro Arriba Detalle del banco del retablo
Los retablos de los ábsides laterales son obras romanistas de los siglos XVII y XVIII, sin embargo la figura titular del de San Pedro es del siglo XVI. Gran interés ofrece también el retablo del monasterio de San Victorián, alojado en la capilla barroca de San José. Aunque la pintura dedicada al santo oscense es gótica, las restantes son del siglo XVI, centuria a la que pertenecen además la tabla de la Epifanía del retablo de la capilla de los Reyes y la sillería, reubicada entre el presbiterio y la capilla de la Dormición. Situada junto a la cabecera del templo y exenta respecto al conjunto catedralicio, la torre campanario, de planta octogonal, fue erigida en época medieval sobre el antiguo minarete de la mezquita, reformándose en 1610. Junto a la catedral se encuentran el palacio Episcopal, habilitado a finales del siglo XVI por el Concejo de la ciudad. Reformado en el siglo XIX, mantiene parte de su fachada y techumbres de madera renacentistas. Una parte del mismo lo ocupa el Museo Diocesano Barbastro-Monzón, recientemente reformado. Reúne frescos, tablas, tallas, orfebrería y textiles de iglesias de la diócesis, desde el románico hasta el barroco. Del siglo XVI conserva tablas procedentes de Bisaurri, Calvera, Fanlo, Obarra, Secastilla y Yeba. En escultura destaca el retablo esculpido de la Piedad del trascoro de la catedral; entre las piezas de orfebrería, un pokal de taller alemán y varias cruces procesionales de estilo gótico, y entre los tejidos, la casulla y la capa pluvial originarias de Fanlo y Puy de Cinca, respectivamente. 16
I LA RUTA. Barbastro I
En esta página Techumbre de madera, tabla de
San Pablo procedente del retablo de Obarra y retablo de la Piedad. Museo Diocesano Barbastro-Monzón. Barbastro
Cerca de la calle Palacio se encuentra la plaza de la Constitución y el ayuntamiento. Aunque muy reformado, mantiene el aire renacentista de la edificación original. Junto a él, se levantan otros dos edificios emblemáticos: la casa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, la primera fundada por Santa Teresa de Jornet, y el colegio de los Escolapios, el primero construido en España en 1677. Continuaremos por la calle Argensola, donde se localiza Casa Latorre o Casa Zapatillas, hoy sede de la UNED. La antigua vivienda renacentista mantiene su fachada de tres plantas de ladrillo, su galería de arquillos y su alero prominente. 17
I LA RUTA. Barbastro I
Dejaremos a un lado la plaza del Mercado, cuyas viviendas con soportales rezuman sabor popular y frente a las cuales se erigen dos edificios historicistas: los almacenes San Pedro o Casa Caloge y el Centro Cultural Entrearcos, levantado en el solar donde nació san Josemaría Escrivá de Balaguer. Un poco más adelante encontramos el palacio Argensola, típicamente renacentista, con un soberbio alero decorado con piñas pinjantes. Además de los hermanos poetas que le dan nombre, en esta casa nació en el siglo XVIII el general Antonio Ricardos. Cruzado el río, nos acercaremos a la fuente de San Francisco, una de las tres que hubo a orillas del Vero. Encargada por la ciudad en 1553, es una obra renacentista profusamente decorada, con el escudo de la ciudad portado por ángeles. La iglesia de San Francisco formaba parte del antiguo convento de la misma advocación fundado entre los siglos XIII y XIV, aunque reformado posteriormente. Del siglo XVI mantiene la planta de una nave cubierta con bóvedas de crucería. En esta página Fuente de San Francisco, detalle del alero del palacio Argensola e iglesia de San Francisco
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I LA RUTA. Barbastro I
Los Argensola
Los hermanos poetas Los hermanos Argensola, Lupercio Leonardo (1559-1613) y Bartolomé Juan Leonardo (1561-1613) son considerados los principales representantes de la poesía clasicista de los siglos XVI y XVII en España. Cronistas de Aragón, prestaron servicios al virrey de Nápoles, donde fundaron la Academia de los Ociosos. Ambos cultivaron el gusto por los clásicos, en especial, por Horacio, Marcial, Juvenal y Persio, siendo su producción un compendio de poesía satírica, amorosa, moral y religiosa. Cervantes hizo de ellos el siguiente elogio en el «Canto de Calíope» de La Galatea. Efigies de los hermanos Argensola en el Grupo Escolar Gascón y Marín de Zaragoza
Serán testigo desto dos hermanos, dos luceros, dos soles de poesía, a quien el cielo con abiertas manos dio cuanto ingenio y arte dar podía.
En sancta envidia y competencia sancta parece qu´el menor hermano aspira a igualar al mayor, pues se adelanta y sube do no llega humana mira.
Edad temprana, pensamientos canos, maduro trato, humilde fantasía, labran eterna y digan laureola a Lupercio Leonardo de Argensola.
Por esto escribe y mil sucesos canta con tan süave y acordada lira, que este Bartolomé menor merece lo que al mayor, Lupercio, se le ofrece. 19
I LA RUTA. Graus I
Graus
o nc rra Ba C/
Ésera
C/ Fer mí nM ur
C/ Gaitero s de Case rras C/ Ge ner Plaza San al M ur Miguel
l Río Paseo de
Plaza de la Compañía
C/ Joa quín Costa
Glorieta de Joaquín Costa
C/ S alam ero
C/ E stir ado s
Río Éser a
C/ Balta sar Gra cián
RUTA DEL RENACIMIENTO
Ayuntamiento
Casa de Heredia Casa Bardaxí Casa Oliván
Basílica de Nuestra Señora de la Peña
C/ Joa quín C osta
Posada de Juan Tallada C/ M urall a
C/ San Vicent e
C/ Pr ior
Casa Torquemada
Plaza de España C/ H orno C/ M ayor
C/ Hospital
Casa del Barón
era És Río el d o se Pa
Casa Fantón Plaza del Fantón
ra Ése o Rí
al puente de Abajo
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I LA RUTA. Graus I
Graus La capital de la comarca de La Ribagorza vivió en el siglo XVI un momento de gran apogeo. La plaza Mayor, a la que Felipe II concedió el mercado de los lunes en 1588, alcanzó su estructura actual y también fue ampliada la calle Fermín Mur y Mur, marcando el límite de la población el portal de Linés. La villa añadió a su perfil urbano algunas casas señoriales y su edificio religioso más emblemático, el santuario de la Virgen de la Peña. A finales de la centuria, Graus fue escenario En esta página Plaza Mayor y escudo del de las revueltas sociales que enfrentaron a la ayuntamiento de Graus población con el conde de Ribagorza. Iniciaremos nuestro recorrido por la villa en su plaza Mayor porticada, una de las más hermosas del territorio español, declarada, con las calles adyacentes, Bien de Interés Cultural. En uno de sus flancos se levanta el ayuntamiento, cuyo origen se remonta a 1585. Al porche abierto en doble arco de medio punto, le sucede en altura la planta noble con balcón corrido para rematar en una vistosa galería de arquillos realizada en ladrillo. La fachada incorporó después un escudo de la villa barroco. Esta casa consistorial, renovada de forma moderna y funcional al interior, tiene réplica en el Pueblo Español de Barcelona como típico palacio aragonés renacentista. Junto al ayuntamiento se levanta Casa Heredia, obra del siglo XVI aunque remodelada en el XVIII, con imágenes inspiradas en la Ilustración. De factura barroca es también Casa Barón, fascinante por el colorido de sus pinturas murales. Con ellas, al parecer, quiso el barón alegrar a su mujer, quien, de origen andaluz, debía echar de menos las tonalidades de su tierra. Neoclásica del siglo XIX es Casa Bardaxí, perteneciente a una familia destacada de la villa. En el siglo XVI uno de sus miembros, Felipe de Bardaxí, ejerció contrabando de caballería con el beneplácito de Felipe II, al que servía como espía entre los protestantes del sur de Francia.
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I LA RUTA. Graus I
Arriba Casa de Esteban de Esmir o Casa Solano Derecha arriba Ventanal del palacio de los Mur Derecha abajo Portal de Chinchín o puerta de Barbastro
Fuera de la plaza, en dirección oeste, hacia el popular Barrichós o barrio de Abajo, se localizan otras casonas construidas en el siglo XVI que difieren de las anteriores. Se trata de sólidas construcciones de piedra, con tres plantas y portadas abiertas en arco de medio punto. En la calle Mayor está Casa Oliván, que mantiene parte de su estructura original de tres plantas separadas por molduras. Más adelante, en la plaza Coreche, se levantó el palacio de los Mur, soberbio edificio, con regios ventanales moldurados. Los dinteles de las puertas conservan en letras entrelazadas una inscripción en la que popularmente se lee Rodrigo ama a Marica, epígrafe que ha hecho leyenda, siendo otra lectura probable, aunque menos sugestiva, la del nombre del noble Roderico de Mur y Marca. En la misma plaza se halla Casa Solano, convertida hoy en hotel y que fue residencia del obispo Esteban de Esmir, a quien pertenece el escudo de la portada. Tomaremos ahora la calle San Vicente Ferrer, a cuyo término se encuentra Casa Fantón, construida también probablemente en el siglo XVI. Antes habremos dejado la posada de Juan Tallada, donde se alojaron el santo que da nombre a la calle y el Beato Cerdán –quien murió en ella–, y Casa Torquemada, perteneciente al linaje del famoso inquisidor. El portal de Chinchín o puerta de Barbastro cierra la villa en este extremo. Construida en 1589 y reutilizada en la parte superior como vivienda, ostenta en su fachada principal el escudo de la villa y una hornacina. 22
I LA RUTA. Graus I
Rodrigo y María. Leyenda de amor en Graus Graus, como Verona o Teruel, puede también presumir de tener unos amantes de leyenda, mucho menos conocidos, quizá porque el desenlace en este caso fue feliz. El amante era Rodrigo Mur, al que su padre quería casar con Margarita de Solano, heredera de una de las mayores haciendas de la localidad y dama de gran belleza. El corazón de Rodrigo pertenecía sin embargo a su sirvienta, conocida como Marieta o Marica. Este amor supuso el enfrentamiento del hijo con su padre, a pesar de lo cual se fijaron los desposorios para un día de junio de 1525. Cuando los comensales iban a iniciar el banquete, el joven descubrió una inscripción tallada en piedra que decía Rodrigo ama a Marica. Avergonzada, Margarita abandonó la estancia y finalmente Rodrigo consiguió Inscripción en un dintel del palacio de los Mur casarse con su amada.
Tras el paseo por el entramado urbano, ascenderemos al santuario de la Virgen de la Peña, advocación que alude a la mole rocosa bajo la cual fue levantado: la peña del Morral. Para llegar tomaremos el callejón que nace de Casa Fantón o el que parte de la plaza de Coreche. Fundado en 1538 sobre un edificio existente, el conjunto religioso incluye la iglesia o basílica, la capilla de San Juan de Letrán y la casa-hospital con su magnífico patio porticado, un privilegiado balcón donde disfrutar de las espléndidas panorámicas de la villa y de su entorno. La basílica fue edificada sobre una cripta a partir de 1538, participando entre otros maestros Pórtico de entrada a la basílica de la Virgen Joan Tellet, cuyo nombre aparece grabado en de la Peña la entrada, junto a su probable autorretrato. La portada renacentista, ricamente decorada, incluye también el escudo abacial que recuerda la pertenencia del templo al abad de San Victorián. El templo presenta una sola nave cubierta con bóveda de crucería estrellada, cabecera recta y coro a los pies. Despojada del arte mueble durante la guerra Civil, sólo es original el sepulcro labrado en piedra del obispo Esteban de Esmir, con su estatua orante. 23
I LA RUTA. Graus I
Frente a la basílica, una sobria portada clásica da paso a la capilla de San Juan de Letrán, edificada en 1581, cumpliendo el ofrecimiento que la villa de Graus había trasladado al cabildo de la iglesia homónima de Roma. La casa, levantada sobre un bello mirador de columnas entorchadas, debió ser impulsada por el obispo de Barbastro Miguel de Cercito, en cuyos aposentos murió, convirtiéndose en residencia de verano de los obispos de la diócesis. Hoy alberga un singular Museo de Iconos.
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I LA RUTA. Graus I
En estas páginas Santuario de la Virgen de la Peña y puente de Abajo
Nuestro paseo monumental por el siglo XVI en Graus termina en el puente de Abajo, conocido también como Pontarrón, puente de la Magdalena o puente de la Cruz, el único antiguo conservado en la localidad. Situado en el extremo sur de la villa, salva las aguas del río Ésera tras acoger las del Isábena, en el que antaño fue camino de Benabarre. Esta magnífica obra de sillería de tres ojos debió sustituir al puente medieval cuyos restos quedan ocultos aguas abajo, en el pantano de Barasona. Presenta, salvo en la abertura de los arcos de medio punto, las formas habituales de los puentes bajomedievales: un perfil en “lomo de asno” y una vía de cierta anchura con apartaderos, tanto en los tajamares como en los espolones, de sección triangular los primeros y circular los segundos. El roquedo situado en la margen izquierda es conocido en el lugar como Las Forcas, apelativo que quizá sirviera para recordar a los transeúntes el castigo de horca que sufrirían de no pagar el pontazgo o pontaje, tributo sobre personas, animales y mercancías que servía para el mantenimiento del puente.
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I LA RUTA. Graus I
Esteban de Esmir Mecenas de la cultura Obispo de Cartoria y de Huesca, nacido en Graus en la segunda mitad del siglo XVI, fue consultor del Santo Oficio, catedrático y rector de la Universidad de Lérida, además de diputado del Reino. Apoyó las obras de la basílica de la Peña y fundó el colegio de la Compañía de Jesús en 1651, donde se establecieron cátedras de latín y griego. Tres años después murió en Huesca. Del colegio de la Compañía hoy resta la iglesia, convertida en el centro museístico y cultural Espacio Pirineos. La villa ha sido cuna y residencia de otros muchos ilustres personajes vinculados a la cultura. Poco después de su establecimiento, el convento de Estatua orante de Esteban de Esmir en su sepulcro del santuario de la Virgen de la Peña la Compañía de Jesús dio asilo al erudito y escritor Baltasar Gracián, donde al parecer pudo haber escrito la segunda parte de El Criticón. El mismo convento fue sede de la primera Escuela de Artes y Oficios de España, creada en 1890 por iniciativa del grausino mosén José Salamero. Pero fue su sobrino, Joaquín Costa, el mayor defensor de la cultura y de la educación vinculado a Graus. El político y pensador pasó gran parte de su vida en la localidad, donde murió en 1911. La que fue su última vivienda, situada en la calle que lleva su nombre, conserva su despacho, y un monumento en su honor recibe a los visitantes a la entrada de la villa.
Escudo de Esteban de Esmir en su casa de Graus 26
I LA RUTA. Benabarre I
Benabarre Importante plaza musulmana en sus orígenes y sede del condado de la Ribagorza desde el siglo XIII, la localidad vivió muy de cerca en el siglo XVI los enfrentamientos entre los partidarios y detractores del conde. Levantada a los pies del castillo, Benabarre concentra su esplendor monumental en el estilo gótico al que pertenecen la iglesia del castillo, dedicada a Santa María y erigida sobre una románica, el hospital de Santa Elena, que conserva su iglesia y un retablo gótico en el museo parroquial, y el convento dominico de Nuestra Señora de Linares, próximo a la localidad y del que apenas hay restos.
Arriba Ayuntamiento de Benabarre Abajo Vista de la localidad
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I LA RUTA. Benabarre I
El ocaso del condado A mitad del siglo XVI, los representantes del Concejo General del Condado, Juan Gil de Macián de Benabarre y Juan de Ager de Calasanz, consiguieron hacer valer ante el rey su pretensión de desvincularse del vasallaje de los condes de Ribagorza. Como respuesta, el entonces conde, Martín de Gurrea y Aragón, reclamó sus derechos al Justicia de Aragón, decidiendo los ribagorzanos actuar por la fuerza. El enfrentamiento se prolongó durante décadas, acudiendo ambas partes al apoyo de bandoleros y delincuentes. Durante este tiempo el castillo de Benabarre sufrió varios cercos. En 1588 el conde aguantó sangrientos combates durante diez días, recibiendo el auxilio de más de cuatrocientos hombres, entre cuyos cabecillas se encontraba Lupercio Latrás, bandolero condenado a muerte y espía a las órdenes de Felipe II en el sur de Francia. Dos meses
Castillo de Benabarre
después, el mismo bandido encabezó con los barones de la Pinilla, Concas y La Laguna, junto a setecientos hombres, un nuevo enfrenamiento en Tolva, con el resultado de muchos muertos para el bando del conde, que soportó un nuevo cerco de veinte días en la fortaleza. Lo que se había convertido en una auténtica guerra civil entre ribagorzanos terminó en 1591 con la entrega del condado a la Corona por Francisco de Gurrea y Aragón.
Vale la pena pasear por sus calles de trazado medieval y descubrir su caserío. Del estilo renacentista se hace eco el ayuntamiento. Reformado en la década de 1980, mantiene su galería de arquillos en el remate de la fachada. Su escudo, con el castillo flanqueado por leones y coronado con un angelote, podría ser el original. La iglesia parroquial de Nuestra Señora de Valdeflores, obra neoclásica del siglo XIX, alberga en su interior un pequeño museo parroquial donde se guardan dos obras de arte renacentistas, la principal es la conocida arqueta de San Medardo. Cincelada y repujada en plata sobredora y fechada en el segundo tercio del siglo XVI, narra en distintas escenas la vida y milagros de san Medardo, cuya imagen remata el cierre del relicario. Izquierda Escudo en el ayuntamiento de Benabarre
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I LA RUTA. Benabarre I
Esta preciosa obra de orfebrería religiosa fue realizada para dar mayor dignidad al contendor de las reliquias del santo de origen francés, obispo de Noyon y patrón de Benabarre. Según la leyenda, los restos de san Medardo (457-545) llegaron a Ribagorza de la mano de Carlomagno para ser protegidos de los musulmanes. Ocultos bajo tierra, fueron descubiertos por un buey en una zona cercana al antiguo convento de Linares, donde quedaron custodiados. En el lugar donde se localizaron las reliquias brotó un hermoso manantial y se levantó una evocadora ermita dedicada al santo, Fuente de la ermita de San Medardo edificio de planta hexagonal con un pozo en su interior. Fue en el siglo XVI, al trasladarse los restos del santo a la iglesia de Santa María del castillo, cuando se encargó a un orfebre la elaboración de la arqueta, quedando la original de madera incluida en la de plata. El relicario pasó en 1844 a la iglesia parroquial y durante la guerra Civil fue vendida a la Generalitat de Catalunya, para ser después rescatada por el obispo de Lérida y devuelta a la parroquia de Benabarre. La otra pieza renacentista que guarda el museo parroquial es la lápida sepulcral de doña María de Jonques, labrada en piedra caliza y fechada en 1501. Enmarcada por cueros recortados, contiene una inscripción alusiva a la difunta y una máscara en la parte inferior. La lápida procede del convento de Linares, donde fue enterrada por expreso deseo de la difunta. Su vinculación con la casa de Aragón explicaría la temprana introducción del estilo renacentista en la pieza. También parece probable la relación de los condes con la valiosa arqueta de San Medardo.
Arqueta de San Medardo y San Gerardo
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I LA RUTA. Benabarre I Lápida de doña María de Jonques
María de Jonques
La condesa raptada Doña María de Jonques llegó a Benabarre tras ser raptada por el conde de Ribargorza, don Alonso de Aragón, hijo del rey Juan II y hermano del futuro Fernando II el Católico. Nombrado primer duque de Villahermosa en 1476 y gobernador de Castilla en 1477, el conde estuvo muy implicado en la defensa de Isabel al trono de Castilla y, luego, en la toma de Granada, acciones que le valieron el apelativo de primera lanza de las Españas. Doña María dirigió el condado en las ausencias del conde y su papel fue importante en la lucha contra los franceses y el conde de Pallars. Aunque don Alonso consiguió dispensa papal para casarse de nuevo, María siguió manteniendo una posición destacada como madre de Juan de Aragón, nuevo conde de Ribagorza y, luego también, virrey de Nápoles y almirante de la flota del Mediterráneo. 30
I LA RUTA. Peralta de la Sal I
Peralta de la Sal La localidad merece ser incluida en este recorrido renacentista como cuna a mediados del siglo XVI de san José de Calasanz. Su visión humanista y su vocación pedagógica llevaron al religioso a fundar las Escuelas Pías, las primeras gratuitas de Europa, apoyando con ellas la transformación de la sociedad mediante la educación. En la entrada del núcleo se localiza la Olivereta o pilaret de San José, levantado en el olivo donde, según la leyenda, de niño se enfrentó al diablo con un puñalito, estando en compañía de otros chiquillos. Olivereta de San José El recuerdo a san José de Calasanz está presente en toda la villa. La avenida que lleva su nombre nos conduce hasta la plaza Escolapios, presidida por un monumento erigido en su honor. La escultura fue fundida del molde preparado en 1902 por Carlos Palau. En la misma plaza sobresale la fachada clasicista del santuario dedicado al ilustre hijo de la villa, erigido en 1799 sobre un primer oratorio levantado en 1697 en la casa natal del santo. En 1902 se remodeló el templo, incorporándose poco después los lienzos que decoran su bóveda, dedicados a narrar de forma idealizada distintos pasajes de la vida de Calasanz, obra de Ramón Garrido Méndez. Las pinturas que ornan el presbiterio fueron pintadas por Vicente Gay entre 1944 y 1948. Junto al templo está el antiguo noviciado (convertido hoy en albergue juvenil) y el Museo Calasancio que exhibe pinturas, escritos y documentos relativos a la Orden Escolapia, así como ciertos objetos vinculados al santo, entre ellos la reliquia de una de sus vértebras o el cáliz que envió como regalo a la parroquia de su villa natal en 1593. La visita a este espacio resulta de gran interés para conocer la vida de san José y valorar su magna obra educativa. Santuario y monumento erigido a san José de Calasanz
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San José de Calasanz
Pasión por la enseñanza El gran precursor de la pedagogía moderna, José de Calasanz Gastón, nació en Peralta de la Sal en 1557. Hijo de infanzones, cursó estudios de humanidades en Estadilla y, posteriormente, pasó por las universidades de Lérida, Valencia y Alcalá de Henares. En 1583 fue ordenado sacerdote y, tras ejercer como secretario del cabildo y maestro de ceremonias en la catedral de Urgel, viajó a Roma en 1592, donde residió hasta su muerte. En la capital italiana comenzó su labor pastoral y educativa, fundando en 1597, en el humilde barrio del Trastévere, la primera escuela popular para niños gratuita de Europa. Cuatro años después, la escuela trasladó su sede al centro de Roma. En 1617 nació oficialmente la Congregación de las Escuelas Pías y en 1621 la Orden de los Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, que incorporaba voto de dedicación exclusiva a la enseñanza. Consciente de que la transformación social llegaría a través de la cultura, defendió una educación inclusiva, accesible a todos; una pedagogía vinculada a la vida que facilitara a los niños un espacio en la sociedad. Con este objetivo, organizó la formación primaria en varios grados, haciendo hincapié en la aritmética, la caligrafía, la música y el latín, aunque apoyándose en las lenguas vernáculas, aunando a todo ello los valores religiosos. Tan revolucionario concepto educativo también tuvo detractores y, poco antes de morir en 1648, el santo sufrió la reducción de su orden a congregación secular sin votos. Aunque restaurada poco después, fue un duro golpe para la institución, que contaba ya con numerosos centros, extendidos principalmente por Italia y el centro de Europa. Calasanz recogió sus planteamientos educativos y reflexiones en numerosos escritos. Está enterrado en la iglesia de San Pantaleón de Roma, donde se localiza la Curia General de los Escolapios, y allí, la habitación que habitó, conserva sus reliquias y el aspecto humilde que tuvo cuando estaba en uso. A san José se le atribuyen numerosos milagros, realizados tanto en vida como en muerte. Beatificado en 1748 y canonizado en 1767, Pío XII lo declaró en 1948 patrono de todas las escuelas populares cristianas del mundo. 32
I LA RUTA. Peralta de la Sal I
Decoración mudéjar de la iglesia de Santa María
La iglesia parroquial de Santa María conserva la pila bautismal donde fue bautizado san José. Levantada en el siglo XVII, es un templo barroco de tres naves con magníficas yeserías de tradición mudéjar en su cúpula y bóvedas. Atribuidas a Juan de Marca, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001. Peralta de la Sal conserva entre su caserío dos viviendas de estilo renacentista, aunque algo modificadas. En la plaza Mayor, frente a la iglesia parroquial, Casa Roseta mantiene la puerta abierta en arco de medio punto con el escudo de armas en la clave y la galería de arquillos Casa Roseta de ladrillo en la planta superior. Un esquema similar presenta Casa Romá, situada en el arranque de la calle San José. La localidad conserva otras moradas con puertas doveladas y escudos de armas. 33
I LA RUTA. Peralta de la Sal I
Las sal El apellido de la localidad Peralta debe su apellido a sus famosas salinas, explotación que se remonta a época romana. Declaradas Bien de Interés Cultural, están situadas a unos 2 km del núcleo, tomando un desvío a la derecha, en dirección a Gabasa. La instalación está formada por un eje canalizado que distribuía en dos grandes balsas el agua procedente de un manantial salado. Estas estructuras de piedra se dividían a su vez en pequeñas estancas, sumando más de 250 cuando hace unas décadas las salinas estaban en funcionamiento y producían unas 5 000 toneladas de Playa fósil sal al año. Peralta cuenta además con un monumento natural situado a 1,5 de la localidad en dirección Azanuy, una playa fósil del Oligoceno datada hace unos 23 millones de años. Ha llegado hasta nosotros como pared vertical en la que son visibles las ondas del oleaje y las huellas de distintas aves sobre la arena transformada en roca.
Salinas de Peralta
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I LA RUTA. Fonz I
Fonz Asentada sobre una colina y coronada por la iglesia, la villa de Fonz es un emblemático destino para culminar esta Ruta del Renacimiento, estilo que evocan un gran número de edificios del núcleo. La iglesia, Vista de Fonz el ayuntamiento, distintas casonas y hasta la fuente que recuerda el nombre del lugar, fueron edificados en torno al siglo XVI, momento en que Fonz pasó a convertirse en residencia de descanso del obispo de Lérida. La localidad fue además cuna de ilustres personajes, algunos, como el ya citado Pedro Cerbuna, nacidos en la centuria. Para profundizar en todo este legado y conocer más sobre el estilo artístico y el marco histórico en el que tuvo su desarrollo, el viajero tiene la oportunidad de visitar el Centro de Interpretación del Renacimiento. Ubicado en la planta superior del ayuntamiento, incluye maquetas de algunos edificios de la localidad, uno de ellos en fase de construcción, para mostrar el tipo de materiales, maquinaria o andamiaje que debió utilizarse. Además, la localidad celebra cada año el primer fin de semana de junio la Feria del Renacimiento, con recreación por parte de los vecinos de episodios sucedidos en la época.
Fonz
a C/ L
RUTA DEL RENACIMIENTO
a Forz
C/ La Forza
Iglesia de la Asunción
Palacio de los Gómez de Alba Crucero
Casa Morillo Casa Alfós Casa Bardaxí
C/ La nuza
ayor aM Plaz
Fuente Casa Guilleuma
C/ Cuchillería
r inéfa C/ B
Palacio de los Barones de Valdeolivos
Ayuntamiento
Casa Moner na rbu Ce C/
Aven ida M onzó n
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I LA RUTA. Fonz I
Ayuntamiento
Iglesia parroquial
El ayuntamiento, donde se ubica también la oficina de turismo, se localiza en la plaza Mayor, porticada en su lado norte y en torno a la cual se concentran un buen número de edificios de valor artístico. Conocida como casa consistorial ya desde finales del siglo XVI, fue en origen sede del obispado. En la planta baja, levantada en piedra, destaca su portada monumental, enmarcada por columnas y coronada con un frontón partido que cobija el escudo de la villa. Flanquean la puerta hermosos ventanales enrejados. Los pisos superiores de ladrillo siguen la estructura característica de los palacios aragoneses renacentistas, con grandes ventanales en la primera planta y galería de arcos doblados en la superior, rematada con un vistoso alero de dobles ménsulas, labrado en madera y decorado con sogueados y acantos. Continuaremos la visita en la iglesia parroquial dedicada a la Asunción y construida entre 1606 y 1617. Una escalinata de piedra conduce a su soberbio atrio porticado, abierto en arco de medio punto, flanqueado por pilastras y rematado con frontón. La bóveda decorada con casetones da paso a una portada de esquema similar, en este caso con columnas de orden corintio y el frontón partido para acoger una hornacina, hoy vacía. 36
I LA RUTA. Fonz I
El templo tiene tres naves, la central cubierta con bóvedas de crucería estrellada, ábside poligonal y coro a los pies. Una de las capillas guarda el valioso retablo gótico de Santa Ana, atribuido al maestro de Viella. Al norte de la cabecera se levanta la torre campanario, de base cuadrada y cuerpos superiores octogonales. Frente a la iglesia se levantan tres casas Casa Alfós y Casa Morillo renacentistas. Casa Morillo se distingue por sus dos plantas de piedra y su portada adintelada de sillares almohadillados. A su lado se encuentra Casa Alfós o Casa Carpi, con puerta dovelada y amplia galería de arquillos. En época posterior se añadió el escudo barroco y se ampliaron los ventanales. Más transformada está Casa Bardaxí, que conserva en la fachada lateral el escudo original fechado en 1561.
Escudo de Casa Bardaxí
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Junto al ayuntamiento se alzan Casa Camón, muy alterada en la actualidad, y Casa Guilleuma, edifico barroco que aporta colorido al paseo monumental. Avanzando un poco más nos encontraremos con un precioso crucero, decorado en el nudo con figuras de apóstoles separados en hornacinas. El remate muestra en un frente el crucificado y en el otro la figura de la Virgen. Desde aquí, atrae por su grandeza el palacio de los Gómez de Alba, levantado en el siglo XVI y actualmente dedicado a residencia de ancianos. El edificio sigue un patrón similar al del ayuntamiento. La portada y el alero son aquí más sencillos, pero son magníficos los enrejados de Arriba Cruz monumental Abajo Palacio de los Gómez de Alba la planta baja y la doble galería de arquillos de la Página derecha Detalle del palacio de los superior. Suma como elemento singular un garitón Gómez de Alba cilíndrico, volado en una de sus esquinas, y debajo, labrado en piedra, el relieve de un rostro barbado. Cerca del palacio se encuentra el portal de Codera, nombre que alude al solar donde nació en 1836 el prestigioso arabista Francisco Codera. En esta parte del núcleo, conocida como La Forza, se levantó la fortaleza y quedan restos de su muralla.
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Barones de Valdeolivos
Una casa de mucho abolengo
En esta página Palacio de los Barones de Valdeolivos y detalle de su escudo de armas
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Aunque sobrepasan la centuria a la que nos dedicamos, conviene mencionar a algunos personajes que habitaron el palacio de los Barones de Valdeolivos. El título de esta baronía fue otorgado por Carlos III en 1765 a Pascual Antonio Ric y Exea. Entre sus sucesores destacó el que fuera III barón, Pedro María Ric (1776-1831), regente de la Real Audiencia de Aragón, diputado en las Cortes de Cádiz y rector de la Universidad de Huesca; jugó además un destacado papel en la guerra de la Independencia. El VI barón de Valdeolivos, Francisco Otal (18761954), fue también un notable personaje: asesor de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza y académico de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, destacó por sus estudios de genealogía, heráldica y sigilografía. El magnífico archivo-biblioteca de la casa se vio enriquecido gracias a su persona.
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Adosada a la fachada lateral del palacio se sitúa el monumento más representativo del lugar, una magnífica fuente de siete caños, seis de ellos, rostros clásicos con sus bocas convertidas en grifos. Sobre las cabezas se abre un arco de medio punto flanqueado por columnas de orden corintio y con remate de frontón triangular. Se construyó en piedra caliza blanca en 1567, fecha situada bajo un escudo de la villa, colocado con posterioridad, que incluye la misma fuente. En el friso, bajo el frontón, se lee la inscripción: FONS SINE FONTE FLUMENS HVIVS RADIANTIS ORIGO AETHEREO NOSTRAM FONTE REPELLE SITIM, en castellano: Oh fuente que fluye sin fuente, origen de este manantial, apaga nuestra sed con la En esta página Fuente de siete caños fuente celestial. Tomaremos ahora la calle del Doctor Castán hasta la plaza Pedro María Ric, donde se localiza el palacio de los Barones de Valdeolivos o Casa Ric. Construida en 1613, su amplia fachada de tres plantas responde al esquema renacentista que hemos ido viendo. Junto a la puerta principal se halla la que da paso a la capilla de San Miguel Arcángel. El interior del edificio merece una visita detenida. En la planta baja se sitúa el archivo biblioteca, con documentos fechados entre los siglos XIII y XX, destacando del siglo XVI un ejemplar de las Actas de las Cortes. Conserva también más de 8 500 fichas de heráldica y 4 000 volúmenes de la biblioteca familiar. Los distintos salones de la planta principal mantienen su aire señorial, con mobiliario, pinturas, vajillas y variadas piezas de coleccionista. Entre las pinturas cabe mencionar las de Manuel Bayeu, amigo de la familia, y entre los objetos, los de procedencia oriental, aportados por Enrique Otal, diplomático hermano del V barón de Valdeolivos.
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Retornamos hasta la fuente para tomar ahora la calle de Pedro Cerbuna y acercarnos a la vivienda donde nació el insigne religioso. Antes, pasaremos por Casa Fiscal, edificio barroco que mantiene el aspecto de las casas renacentistas. En ella vivió José de Cistué y Coll, catedrático de la Universidad de Huesca y fiscal de Indias a finales del siglo XVIII. Más adelante se Casa Monroset sitúa Casa Monroset, donde vio la luz en 1912 la farmacéutica Irene Monroset, inventora de la mercromina. La vivienda es representativa de la arquitectura popular del siglo XVI. Terminamos nuestro recorrido en la casa natal de Pedro Cerbuna, conocida en el lugar como Casa Moner, por haber sido cuna del historiador Joaquín Moner. Nacido en 1822, heredó con otros paisanos suyos el espíritu humanista del Renacimiento, fundando en Fonz un instituto de enseñanza y una imprenta. Renacentista también, el edificio destaca por su gran longitud, con una galería de arquillos doblados de 37 vanos, y un paso acodado que da acceso a la calle San Blas y al antiguo barrio de la judería.
Casa Moner
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Pedro Cerbuna
El fundador de la Universidad de Zaragoza Hijo de Juan Nadal, alguacil de la Inquisición del Reino y baile de la villa, Pedro Cerbuna del Negro nació en Fonz en 1538. Tras pasar por las universidades de Huesca, Valencia y Salamanca, se doctoró en Teología en Lérida, ciudad donde desempeñó cargos como el de comisario del Santo Oficio, vicario general y visitador del obispado. Racionero de la catedral de Huesca en 1564 y arzobispo de Zaragoza en 1568, don Hernando de Aragón le nombró canónigo de la Seo, prior de la iglesia de San Agustín y luego vicario general. También fue diputado de las Cortes. El proyecto por el que más se conoce a Cerbuna vio la luz en 1583. La Universidad de Zargoza había sido creada en 1542, pero no existió como tal hasta que su empeño la hizo posible, salvando obstáculos políticos, económicos y la oposición de la Universidad de Huesca. Escudo de la Universidad de Zaragoza. Edificio Paraninfo Pedro Cerbuna acondicionó un viejo estudio, redactó los primeros estatutos y consiguió profesores para las primeras cátedras. En 1585 el monarca Felipe II le propuso para ocupar la sede episcopal de Tarazona, donde siguió manifestando su interés por la educación, fundando un colegio de jesuitas y un seminario. Persona de gran talento, humildad y generosidad según sus contemporáneos, murió en Calatayud en 1597.
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I FERIA DEL RENACIMIENTO I
Feria del Renacimiento en Fonz La Feria del Renacimiento de Fonz es una oportunidad de experimentar un retorno al siglo XVI en un marco monumental incomparable. Sus calles principales reviven un animado día de mercado y por ellas transitan sus ilustres habitantes ataviados con trajes y uniformes de la época. Los vecinos escenifican unos hechos que tuvieron lugar entre 1591 y 1592, teniendo como fondo argumental el levantamiento de nobles en defensa del que fuera secretario real de Felipe II, Antonio Pérez, acusado de asesinato, pero amparado por los fueros aragoneses. Uno de aquellos nobles era don Fernando de Gurrea y Aragón, duque de Villahermosa y conde de Ribagorza, enfrentado ya al rey por la titularidad del condado. Protegido por el Justicia de Aragón, Antonio Pérez logró huir a Francia y como respuesta, el rey mandó una nutrida tropa al mando de Alonso de Vargas, que logró la retirada de los aragoneses. Felipe II ordenó la ejecución del Justicia de Aragón Juan de Lanuza y el conde de Ribagorza fue apresado, muriendo poco después en oscuras circunstancias. También el pueblo de Fonz fue castigado por apoyar su causa, pasando el condado a manos de la Corona.
Feria del Renacimiento
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I MOJIGANGA DE GRAUS I
Mojiganga de Graus Al siglo XV o XVI parece remontarse la mojiganga de Graus, espectáculo satírico burlesco desarrollado en su bella plaza Mayor, en el marco de las fiestas patronales en honor al Santo Cristo y San Vicente Ferrer que se celebran entre el 12 y el 15 de septiembre. La mojiganga tuvo su máximo desarrollo en el siglo XVIII, cuando adoptó su carácter cortesano, fijando en el siglo XIX la condición de juicio burlesco que tiene en la actualidad. El cortejo, acompañado de seres grotescos, está presidido por unos personajes ataviados de reyes ante los que se repasa en clave de humor lo acontecido en la villa durante el último año. Distintos personajes expondrán ante los reyes sus quejas, reclamando una solución, tras la cual, la función concluye con un baile popular. Debido a su índole transgresora, la Mojiganga fue suspendida en diferentes épocas, recuperándose gracias al empeño y participación de muchos grausinos. Declaradas de de Interés Turístico Nacional, las fiestas de Graus aúnan otros actos de gran colorido como son las Albadas, los dances y la Llega, mezcla de tradiciones religiosas y paganas de gran atractivo. Mojiganga de Graus
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I DATOS DE INTERÉS I
Datos de interés Barbastro Oficina de turismo Avda. de la Merced, 64 Tel.: 974 308 350 www.turismobarbastro.org Centro de Interpretación del Somontano Avda. de la Merced, 64 Tel.: 974 308 350
Patio interior del santuario de la Virgen de la Peña. Graus
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Muerte de San Victorián, atribuído a Juan de Madrid. Siglo XVI. Museo Diocesano Barbastro-Monzón
Catedral y Museo Diocesano Barbastro-Monzón Plaza del Palacio, 1 • Tel.: 974 315 581 http://museodiocesano.es
I DATOS DE INTERÉS I
Graus
Benabarre
Oficina de turismo Plaza Mayor, 15 Tel.: 974 540 874 www.turismograus.com
Oficina de turismo Teodoro Ríos, 2 • Tel.: 974 543 122 http://infobenabarre.blogspot.com.es
Espacio Pirineos. Centro de Creación y Cultura del Pirineo Plaza de la Compañía, 2 Tel.: 974 540 001 www.espaciopirineos.com
Santuario de San José de Calasanz y Museo Calasancio Colegio de los Padres Escolapios • Tel.: 974 411 031
Peralta de la Sal
Museo de Iconos Tel.: 974 540 256
Santuario de San José de Calasanz y Museo Calasancio
Fonz Oficina de turismo Plaza Mayor, 3 • Tel: 974 412 001 • www.fonz.es Centro de Interpretación del Renacimiento Plaza Mayor, 3 • Tel: 974 412 001 Palacio de los Barones de Valdeolivos Plaza Pedro María Ric, 8 • Tel: 974 412 001
Centro de Interpretación del Renacimiento
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