Hoy seguimos en la brecha pero a algunos, esta aventura nos empieza a salir muy cara Queridos y asendereados colegas: inasequibles al desaliento, seguimos dando guerra en defensa de nuestros ideales. Tal y como acordamos en la última reunión del Observatorio de la Dependencia, estamos empañados en mostrar los aspectos positivos de la Ley, destacando como beneficia a muchas personas en situación de dependencia y a sus familiares, y el esfuerzo de muchas CC.AA. y entidades locales para mejorar su implantación. Y, de la misma manera, centrando nuestras críticas en aquellas CC.AA., pocas, por fortuna, insensibles ante la situación en que se encuentran estas personas y empecinados en utilizarlos como “arma” en sus estrategias de enfrentamiento partidista. Se pongan como se pongan, vamos a seguir siendo esa mosca c… que se lo va a echar en cara siempre que podamos. Ahora se descuelgan con algo que considerábamos olvidado, el cheque servicio. Madrid y Valencia parece que han encontrado la receta para justificar su falta de compromiso social, acompañados por el beneplácito de quienes sólo ven en todo esto un simple negocio. Por eso hoy mismo nos pronunciamos de manera enérgica contra ello en El País, en las ediciones de la Comunidad de Madrid y de Valencia. En esta ocasión soy yo quien pone voz a la Asociación. Hace apenas un par de días fue Luis quien lo hizo, también en El País, mereciendo incluso un espacio de portada en la edición nacional, mientras Jose Manuel (presidente de la Asociación) daba la cara en el Telediario, en la SER, en RNE..., coincidiendo con la reunión del Consejo Territorial del Sistema. Sin duda alguna, nos estamos consolidando como la referencia en el seguimiento de la Ley, por el rigor de nuestros análisis, por nuestra perseverancia y también por nuestro atrevimiento. Ya sabéis que en algunos momentos, atrevernos hacer públicas determinadas informaciones o emitir determinadas valoraciones, nos ha valido algún que otro insulto y alguna que otra amenaza, que hemos sabido sobrellevar con deportividad. Conforme hemos ido ganando protagonismo y espacios en la opinión pública, el nivel de los insultos ha ido subiendo de tono, incluso en boca de destacados políticos y políticas, presidentes y presidentas autonómicos y adláteres. Y también las amenazas, que haberlas ahílas. No hemos querido agobiaros hablando de ello, porque preferíamos dedicar nuestros esfuerzos a seguir trabajando en pos de una adecuada implantación de la Ley y también, como os decía, porque consideramos que todo eso va con el oficio (“sabed que mi oficio no es otro sino valer a los que poco pueden”). Sin embargo, hace escasos días, alguien advirtió por teléfono que “nosotros podíamos hacer mucho daño a algunas instituciones, pero también las instituciones podían hacernos mucho daño a alguno de nosotros.” Y así ha sido, como ha podido comprobar en sus propias carnes Jose Manuel: si hace un par de días aparecíamos en la portada del periódico de mayor tirada y en los telediarios, reconociendo el avance que la Ley supone y denunciando la situación en que se encuentra en un reducido grupo de Comunidades, las consecuencias hacia su persona no se han hecho esperar: -
Al día siguiente, ayer mismo, un medio de comunicación vinculado a la Comunidad de Madrid le dedicaba un reportaje descalificando tanto a la
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Asociación (“el brazo armado del Ministerio para realizar el trabajo sucio”) como hacia su persona, acusándole entre otras cosas de tener entre sus amigos del fecebook a gente como Pedro Zerolo, Barak Obama, Trinidad Jiménez…” además de un listado de amigos bien escorado a la izquierda. También ayer, en el Ayuntamiento donde trabaja (gobernado por el PP, por si alguno no lo sabe) le comunica que debe trasladarse a un despacho de apenas 6 metros cuadrados sin ventana. Y hoy mismo, con toda urgencia, han llevado una propuesta para quitarle la categoría profesional por la que fue contratado desde hace más de 15 años como Director Técnico, y dejarle en un puesto de Trabajador Social de Base, con la consiguiente reducción de su salario al nivel más bajo de la organización (al tiempo que se creaban 9 jefaturas como premio para otros tantos trabajadores, entre ellos algún delegado del sindicato UGT que apoya –cómo no-, la medida). Sólo una advertencia de ilegalidad ha hecho que se retrase la aprobación de la medida que, no obstante, han acordado seguir con ella.
Ya no me cabe duda de que eso de que “nosotros podíamos hacer mucho daño a algunas instituciones, pero que también las instituciones podían hacernos mucho daño a alguno de nosotros”, iba en serio. Tan en serio como que le puede costar su puesto de trabajo. Ya veis como las gastan algunos personajes, aprovechando su poder en las instituciones. La peor cara de los sectores más retrógrados de la sociedad aflora haciendo gala de su absoluta falta de escrúpulos: la instrumentación de las políticas sociales por intereses partidistas, la mercantilización de la vida pública, el cheque servicio… y, por supuesto, la falta de escrúpulos para represaliar y machacar a cualquier que ose denunciarles. Esta vez le ha tocado a él. Os aseguro que no lo esta pasando bien. Me cuesta reconocerlo pero han conseguido dejarle tocado. Imagino que lo mismo que le ocurriría a cualquiera cuando las represalias llegan a comprometer no sólo su imagen, sino también su trabajo y su sueldo. Espero que se recupere pronto y seguir en esta aventura. Porque vale la pena. Mientras tanto le anima ver que no faltan compañeros y compañeras dispuestos a seguir dando la cara: Luis, Gustavo… y no me cabe duda de que muchos más, de una u otra manera, ahí estáis; sobre todo en lugares como Valencia y Madrid. Pensando en todos vosotros y vosotras, pensando en las personas en situación de dependencia y en sus familias, se que vale la pena todo lo que estamos peleando. Aunque a veces, como hoy, a Jose Manuel le resulte especialmente difícil. Aunque en días como hoy, mantener los ánimos sea casi imposible. Pero no nos van a callar. Hoy, más que nunca, nos anima saber que hay tanta gente como vosotros compartiendo esta aventura. No le mandéis mensajes no le llaméis hacérselos llegar a quien toma estas medidas. Un fuerte abrazo Gustavo García Herrero el amigo y colega desde hace 25 años.