Mabel Collins – La Gema Transparente
CAPÍTULO III He aquí la bendición que un traductor de Patanjalí transcribe al comienzo de los Aforismos: “¡Salud a Ganesa!. ¡Que las dos personas gemelas de Shiva y de su esposa - por cuya evocación uno goza de la emancipación, por más difícil que parezca lograrse - lleven a vosotros todas las bendiciones!. Edward Carpenter describe el carácter de Shiva (tercera persona de la Trinidad hindú) de esta manera: “Shiva representa la idea de la involución, por la que el pensamiento y el universo sensible vuelven a la quietud total”. La evolución humana natural llevará al hombre, inevitablemente, al punto en que se adentrará, tarde o temprano, en esta vía de la involución. Tiene primero que pasar por el proceso de evolución en el actual estado del ser; algunos son tan afortunados, que llegan al punto en que empieza la involución mucho más temprano que otros. Esto se debe, por su puesto, a la índole de su karma, que acaso los lleve al sendero del Yoga. Y sin embargo, aunque el cambio se realice efectivamente, en el interior de ellos mismos, acaso parte de su karma fructifique de tal manera que el sendero del Yoga aparezca a ellos como imposible de seguir. Los lazos domésticos, los deberes hereditarios, las dificultades en los negocios, etcétera, acaso los dominen de tal modo, que sientan que no son libres. Y en efecto no son libres; son esclavos de su propio pasado, y están obligados a realizar los resultados de actos que cometieron y de asociaciones que formaron en vidas anteriores. Y no hay escape posible. Este karma, que está maduro, debe soportar su fruto. Es inútil romper por la fuerza con lo que es parte intrínseca de uno mismo. Su propio karma, y su fruto, deben soportarlo y sufrirlo todos los hombres, por sí mismos, sin la ayuda de nadie. Pero tenemos que encontrar ayuda; de la filosofía hindú nos llega, la gran verdad, aquí y ahora, de que el hombre puede en cualquier momento empezar a crear un nuevo karma de diferente índole que el anterior, y también nos dice que puede ir más allá, y aprender el secreto de la indiferencia a los resultados de sus actos, con lo cual, 18