Mabel Collins – La Gema Transparente
CAPÍTULO IV Antes de pasar adelante, es necesario escudriñar el significado de los aforismos difíciles del primer libro. Los aforismos XVIII, XIX y XX, son difíciles de traducir, especialmente el aforismo XIX, y el profesor Dvivedi emplea el recurso de usar dos palabras sánscritas, sin intentar traducidas. Estas palabras son: “Videha” y “Prakritilaga”.Otro traductor da a las palabras su significado literal, lo cual como siempre, deja en la oscuridad al lector común. El vierte “Videha” como “el desencarnado” y “Prakritilaga” como “unificado con la naturaleza”, y explica que éstos son términos técnicos que describen a dos clases de aspirantes, para quienes el “mundo” o “el universo concreto” es el objeto de la meditación. La tercera clase a que se refiere el aforismo XX, son los verdaderos yoguis. Los “Videha” y “Prakritilaga” son yoguis sumamente adelantados, que se han detenido en cierta fase del desarrollo por ser incapaces de contemplar sólo al espíritu, aparte de todos los objetos. Aquellos a quienes técnicamente se les llama “los desencarnados” o “desincorporados”, y que forman la primera clase, se llaman así porque han llevado la meditación a un alto grado de pureza a la que el cuerpo y la turbación ya no la matizan ni afectan; pero ya no avanzan más hacia la emancipación. Este estado se debe lograr, pero debe superarse, tal como deben traspasarse todos los demás estados, excepto el final, el de la contemplación del Ser Supremo. El yogui inferior, aquél que tarda en comprender y continúa en el proceso de contemplar el mundo del cual forma parte su cuerpo está todavía atendiendo al raciocinio, la deliberación, el placer, y el sentido de la existencia (o egoísmo, tal como se explica en el aforismo XVII. El profesor Dvivedi expresa en su nota a este aforismo: “Cuando se medita acerca de los cinco elementos densos y los órganos de percepción interna, a fin de comprender sus relaciones y los nombres en su sentido real, esto es meditación demostrativa”. Estos cinco elementos densos son los cinco “tattvas” que forman el “quíntuple espacio”, en el que el hombre realiza su peregrinaje y elabora su salvación. Son una materia de absorbente interés, y mediante el desentrañamiento del misterio que los rodea, es como el yogui obtiene sus poderes ocultos. La segunda clase de aspirantes, los “unificados con la naturaleza”, son aquellos que por estar tan entregados al 27