Maravillas de la
creación de
DIOS
Ajolotes: más que una cara graciosa Ojos sin párpados, un prominente peinado emplumado y una eterna sonrisa bobalicona: los ajolotes son imposibles de confundir. (Su peinado no es sólo para impresionar. Esas varas coloridas en realidad son branquias externas cuyos peculiares filamentos les permiten hacer un rápido intercambio de gases.) Estos anfibios en grave peligro de extinción son una especie neoténica. Esto significa que, como las ranas, desarrollan pulmones a medida que crecen. Pero, a diferencia de las ranas, los ajolotes nunca pierden sus branquias. Un ajolote adulto puede respirar aire, pero aún necesita vivir bajo el agua. Sin embargo, lo que realmente distingue a esta especie como una maravilla de la creación de Dios es su
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capacidad regenerativa; no sólo de sus dedos o extremidades, sino también de porciones de su médula espinal, corazón, pulmones y cerebro. Al parecer, los ajolotes pueden regenerar una de sus extremidades varias veces sin cicatrices resultantes ni imperfecciones. Los científicos desearían entender cómo funciona su impresionante habilidad, pero probablemente les tome algún tiempo hacerlo. Los ajolotes poseen el genoma más largo que se haya secuenciado —¡diez veces más largo que el nuestro! Fotografía: ajolote (Ambystoma mexicanum) Fotografía por James Capo Texto por Jeremy Lallier
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