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Maravillas de la creación de Dios Lindos, ¡pero no se pueden abrazar
DIOSde Maravillas de la creación
Lindos, ¡pero no se pueden abrazar!
Los puercoespines son criaturas dóciles, pero con un sistema de autodefensa único. Son tímidos, evitan el conflicto y se escabullen cuando los enfrentan. Pero si se sienten amenazados, despliegan una intimidante capa de 30.000 púas puntiagudas que cubre cada parte de su cuerpo, excepto su barriga y cara. Cuando levantan sus púas, los puercoespines se convierten en una especie de alfileteros, y las mueven para advertir a cualquier potencial depredador. También castañean los dientes y emiten un fuerte olor. Pero si todo eso no funciona, entonces retroceden para tomar impulso y después ensartan a su atacante con sus lacerantes agujas. Las púas de los puercoespines tienen puntas afiladas que pueden lastimar de una manera feroz a cualquier enemigo desafortunado. Los puercoespines no pueden lanzar sus púas, como algunos piensan, pero su diseño les permite desprenderse fácilmente de su piel para que este pueda huir mientras su adversario tiene que bregar con las consecuencias. Las púas de los puercoespines vuelven a crecer rápidamente. Estas púas también están cubiertas de antibióticos naturales, lo cual puede parecer extraño para un arma. Pero los puercoespines pueden pincharse con sus propias púas, como sucede cuando se caen de un árbol, por ejemplo. (Esto es más común de lo que uno pensaría. A los puercoespines norteamericanos les gusta trepar árboles, pero al parecer no lo hacen muy bien.) ¡Por lo menos sus púas están medicadas para su propia seguridad! Los puercoespines son buenos nadadores, gracias en parte a sus púas huecas y llenas de aire, que les sirven como un salvavidas permanente. Y, afortunadamente para las mamás puercoespín, las púas de los puercoespines bebés son suaves cuando nacen. Estas comienzan a endurecerse poco después de su nacimiento para convertirse en la barrera de protección que Dios diseñó para ellos. Fotografía: puercoespín norteamericano (Erethizon dorsatum) Fotografía y texto por James Capo