imágenes de Quilpué antiguo recopilación fotográfica Raúl Rivera Gómez
Quilpué, ciudad so lar
Quilpué es la ciudad del sol. Según Joaquín Edwards Bello, ciudadano quilpueíno, la ciudad fue considerada como “el olimpo de la mitología 1 mapuche”. Lugar mítico de magia y sanación. Los Incas bien sabían las propiedades medicinales del aire seco de Quilpué. La palabra Quilpué, en lengua mapudungun, significa “lanceta”. Estas aceradas piezas de basalto que utilizaban los indígenas para sangrar y generar salud, eran parte de la colección del Dr. Fonck; antiguo vecino de Quilpué. El crecimiento de este lugar maravilloso, de lomajes suaves y fértil vegetación, de atmósfera transparente y donde se abre la puerta del sol, inicia su mayoría de edad con la construcción del ferrocarril de Valparaíso a Santiago. Benjamín Vicuña Mackenna llama a Viña del mar “Hija de los rieles” lo mismo podría decirse para Quilpué. A fines del siglo XIX, Valparaíso era el núcleo de una inmensa actividad portuaria, pero a la vez carecía de una urbanización adecuada. Esto, junto al fatídico terremoto terremoto de 1906, aceleró la emigración de los porteños a Viña del mar, Quilpué y otras ciudades del interior buscando amplitud territorial, aire natural y tranquilidad. Quilpué tenía áreas boscosas y de vegetación nativa, un verdadero oasis climático calibrado a la temperatura ideal sin la excesiva humedad de la costa, lo que era beneficioso para relajar el sistema
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nervioso y mejorar diversas enfermedades, especialmente las respiratorias. Aquí, los emigrantes porteños comenzaron a construir sus casas-quintas aprovechando las cualidades del lugar transformando a Quilpué en una ciudad dormitorio. El ya mencionado Edwards Bello habla de su terreno en Quilpué (que): “Debiéramos llamar un vergel, esto es, un huerto en el que crecen entremezclados nísperos, duraznos, peumos, higueras, perales, parras entre granados y plantas de campanillas que atraen los picaflores, hortalizas y todo lo demás”. Esta descripción podría ser la metáfora de la ciudad entera: el vergel de Quilpué. Por otra parte, Víctor Simonetti, arquitecto quilpueíno2 también habla de las quintas: “el parrón, los frutales, el molino de viento, y el estanque para el regadío que además se usaba como piscina y que era la alegría de los niños”. La fama de la “ciudad solar” se había difundido a tal punto que llegaban los turistas para gozar de sus encantos y con ellos surgían los hoteles, las casas y también las mansiones rodeados de jardines y huertos. Antes de terminar, recordemos a grandes escritores chilenos que vivieron en Quilpué y que curiosamente recibieron el mismo día -magia quilpueína- un premio de la Sociedad de Escritores
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de Chile: el ya mencionado Joaquín Edwards Bello, Daniel de la Vega y el poeta Pedro Prado. Hoy en día, Quilpué ha crecido en forma sorprendente y ha progresado notablemente, sin embargo, el arquitecto Simonetti se pregunta con inquietud: “¿por qué tan pocos jardines y verde en sus calles?¿por qué no más ciudad turística? ¿cuántos hoteles posee? ¿dónde están los escenarios, los espectáculos, la atmósfera llena de vida que acogió la convivencia grata y que existía en el Quilpué de ayer, como indicando un destino de la ciudad?”. El desarrollo de Quilpué, que es magnífico, debe ir de la mano con sus tradiciones: la ciudadsol y la comunavergel. Debemos armonizar el crecimiento con su condición de paraíso climático y oasis vegetal, las cualidades “milagrosas” que dieron a Quilpué vida ciudadana e identidad urbana. Esta fisonomía benéfica no se puede perder por una ambición desmedida de desarrollo inorgánico que nos puede llevar al caos urbano. A.B.
1 Mítico en el sentido positivo: es la fantasía que expresa una realidad. 2. Víctor Simonetti comparte su tiempo entre Chile e Italia, Genova, donde realiza labor de investigación en arquitqctura y diseño.
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“La realidad fundamental de la ciudad es su pasado. Normalmente las personas viven en una ciudad que no han hecho sus contemporáneos, sino sus antepasados” Sergio Flores Farías Cien años de luz
Vista panorĂĄmica de QuilpuĂŠ desde calle Blanco. Al fondo se aprecia la iglesia de adobe con sus dos torres / 1902
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Primera Estaci贸n de Quilpu茅. Esta imagen es anterior a 1906, en ella se aprecian las dos torres de la iglesia que result贸 destruida con el terromoto de aquel a帽o.
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Vista de la Estaci贸n de Quilpu茅 desde la actual calle Condell Sur. En esta imagen no aparece el tradicional puente de arco / 1910
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Vista panorĂĄmica de QuilpuĂŠ desde El Retiro En este registro no se observa el puente que cruza el estero de la actual calle Roosevelt / 1911
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Vista panorĂĄmica de QuilpuĂŠ. En primer plano se observa parte del antiguo recinto ferroviario / 1911
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Vista del centro de QuilpuĂŠ desde el sector de El Retiro / 1929
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Vista de la Iglesia desde calle Freire con Blanco / DĂŠcada del 30
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Centro de Quilpué, vista de calle Claudio Vicuña, desde calle Baquedano hacia la estación / Década del 30
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Panorámica de Quilpué. / Década del 30
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Estación de Quilpué. Antigua estación, edificio derrumbado en el año 2005 / Década del 40
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Casas Quinta de calle Condell Norte / DĂŠcada del 40
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Vista del paseo de la Estación. Durante años el paseo aledaño a la estación fue el lugar de encuentro social de los quilpueínos / Década del 60.
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La ilustración de la portada es un grabado de MH, artista quilpueíno. El texto e s una compilación bibliográfica. Especiales agradecimientos a:
Antiguo Teatro Quilpué / 1937
Joaquín Maturana Carlos Montenegro Víctor Simonetti Yolanda Paradisi Domitila Silva Ismael Filippi Daniel Devia Centro de Antiguos Quilpueínos
Imágenes de Quilpué antiguo Investigación iconográfica, diseño y diagramación: Raúl Rivera Gómez rivera_m8@yahoo.com ediciones comunamemoria ediciones@comunamemoria.cl Se terminó de imprimir en marzo de 2007. Para la impresión del libro se utilizó impresora láser. Para la encuadernación y empastado se utilizaron métodos artesanales.. N°-----------