Adviento con vocación
tercer domingo - sueños de alegría
Conéctate Comenzamos la tercera semana de adviento.. El tercer domingo de Adviento es llamado “Gaudete” o de “Alegría”. Esa alegría que surge del corazón de cada persona a veces espontánea. Toma este tiempo para ti y ponte en la presencia de Dios. La alegría es una de las características del llamado de Dios y se asoma necesariamente por todos los rincones de nuestro ser. En clima de oración te invitamos a encender el tercer cirio de la corona de Adviento.
“Acordémonos que estamos en la Santa presencia de Dios”
= ADORÉMOSLE =
Y antes de continuar te invitamos a ver el siguiente video en torno a la alegría, a la felicidad y al amor.
Alumbra tu vida
Lc 1, 39-48 El domingo de la alegría está dedicado a María Santísima, quién mejor que ella como modelo de vocación para alumbrar nuestro camino… -“María se encaminó presurosa” -“Quedó llena del Espíritu Santo” -“Bendita tú entre las mujeres y bendito el Fruto de tu vientre”” -“Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo” -“Dichosa tú que has creído porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor” - “Mi espíritu se llena de júbilo en Dios mi salvador”
Camina El Texto del Evangelio de este domingo nos recuerda que Dios hace grandes maravillas en nosotros, y cuando Dios actúa es motivo de alegría. Isabel, prima de María, reconoce también la grandeza de Dios, porque la alegría que procede de Dios es plena, consistente, duradera… María soñó y vivió con alegría, aunque hubo momentos de dificultad, nunca perdió la fe en Dios y en su palabra de fidelidad. No podemos envolver ni clasificar la “alegría de Dios” de la misma forma que los productos que se compran o venden, porque resulta que Dios es tan original y tan omnipotente, que es capaz de inventar una alegría especial para cada uno y repartirla de forma diferente. Así es el llamado de Dios. El sueño de Dios es un sueño de Alegría, y su Hijo Jesús es también un sueño vuelto realidad, un regalo para la humanidad, pues Él mismo se ha hecho hombre para compartir nuestra condición menos en el pecado.
La Santísima Virgen María comparte la alegría de su vocación con nosotros como lo hizo con su prima Isabel. Sin embargo, en nuestro caminar, podemos descubrir síntomas que impiden que llegue hasta nosotros la alegría de Dios y de su llamado; uno de esos es el egoísmo, y donde hay egoísmo Dios no se mete. El llamado de Dios hacia un estilo de vida en específico requiere disponibilidad, el que sabe dar su tiempo para la oración, una sonrisa o el cariño, el que deja un lugarcito para Dios compartiendo la vida con los demás a través de una misión de vida, está en condiciones de celebrar un fiesta en donde van a darse frutos abundantes nutridos de alegría. Tómate este espacio para pensar qué puedes hacer esta semana para vivir la alegría de Dios compartiendo tu vida. Quizá es un buen momento para poder acercarte a alguien que necesita más de ti, compartir tu tiempo, tus cosas, tus sueños…
Termina este espacio de reflexión con la siguiente oración: Santísima Virgen María, Madre del verdadero Dios por quien se vive, intercede por nosotros en cada instante, permite hacer de nuestras utopías y de nuestros sueños, realidades. Que bajo tu luz y resguardo seamos capaces de responder con generosidad al llamado que Dios nos hace, así como tú dijiste SÍ al plan de Dios para tu vida. Amén.
Entra en oración
Acompaña tu adviento Te compartimos los siguientes links en donde podrás consultar otros materiales, imágenes o frases que te pueden ayudar a elaborar tus propósitos de Adviento y seguir reflexionando sobre tu vocación y este tiempo litúrgico. Calendario y propósitos de Adviento
Reflexiones ilustradas del Evangelio diario (Hno Felipe Ocádiz, fsc)
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