UN CORAZÓN NUEVO. Érase una vez un niño llamado Jorge que se portaba bastante mal con sus compañeros y su hermanito, contestaba a sus papás y no les hacía caso, decía palabrotas y no quería ir a ver a sus abuelos, tampoco nunca dejaba sus juguetes a nadie y el sin embargo se los quitaba y rompía a los demás niños. Su hermano Alberto tenía que soportar sus arrebatos de mal humor y que le quitara y rompiera los juguetes,. Así pasaba siempre, aún con los que más le gustaban. Se iba acercando el día de Navidad y Alberto temía que también los regalos que le iba a traer Papa Noel acabaran en las manos destrozonas de Jorge. Una noche, viendo que Jorge seguía portándose fatal, Alberto se puso de rodillas y quiso hablar con el niño Jesús. Le dijo: - Jesús, he pensado que este año no quiero juguetes porque de todas formas Jorge los destrozará, así que mejor me traes un corazón nuevo, más generoso y bueno para mi hermano.
El niño Jesús le concedió su deseo y Jorge empezó a portarse bien: arregló los juguetes que había roto, se portaba bien con su hermano, hacía caso a sus papás, no reñía con sus amigos. etc. Cuando llegó el día de Navidad Papá Noel trajo regalos para todos. A Alberto, que aunque ese año quiso cambiar sus regalos por un corazón nuevo para su hermano, le trajo regalos estupendos, porque el niño Jesús le premió por no ser egoísta, y también a Jorge, que al final se había portado bien. Todo el mundo vio que Jorge había cambiado mucho y que ese año la Navidad era un poco especial. Todos se preguntaban: ¿ Es que un ángel guiará ahora a Jorge? . No, es que tenía un corazón nuevo. 1ºA
CUENTO DE NAVIDAD Cuando llegó la Navidad, Javier, que se había portado mal, no tuvo ningún regalo, sólo carbón. Al día siguiente ayudó durante todo el día a su mamá y a su papá a barrer,y a muchas cosas más. Javier decidió portarse bien todos los días. Cuando llegaron los Reyes Magos le trajeron dos regalos, que eran una ardilla y un perro, que era lo siempre había soñado. 1ºB
LA NAVIDAD Y EL NIÑO JESÚS En un pequeño pueblo llamado Belén, nació un niño llamado Jesús. San José, de la emoción tropezó con el buey y se hizo un chichón, pero la Virgen lo curó. La estrella avisó a los pastores, a los Reyes Magos y a Papá Noel. Todos fueron corriendo, menos los camellos que estaban muy cansados porque habían hecho un largo viaje. Cuando llegaron le dieron al Niño un beso. Después, llegaron los pastores con sus rebaños y todos juntos celebraron la Navidad, cantando villancicos. Entonces Papá Noel les dijo a los Reyes Magos que se subieran con él en su trineo. Y así llegaron a tiempo al portal para ver al Niño Jesús. Como estaban muy cansados se quedaron dormidos. Los Reyes Magos y Papá Noel repartieron sus regalos al Niño Jesús y a todos os niños de la Tierra. Y colorín, colorado este cuento se ha acabado. 2ºA
LOS REYES MAGOS ENFERMOS Desde hace muchos , muchos años los Reyes Magos reparten regalos a todos los niños del mundo. Este año no podrán hacerlo porque ¡ están enfermos! Baltasar está resfriado. Melchor tiene mucha fiebre y Gaspar tiene granitos por todo el cuerpo y… ¡ le pican un montón! Entonces dijo el Rey mago: ¿Por qué no llamamos a Colorindo el duende? Colorindo se fue corriendo a la ciudad más cercana a comprar las medicinas para los Reyes. Para Baltasar un “ antiresfriado”, para Melchor algo para la fiebre y para Gaspar “CREMA QUITAGRANOS”. ¡ Y se pusieron mejor! ¡ Ya hay Reyes Magos otra vez! 2ºB
¡ FELIZ NAVIDAD!
LA SORPRESA DE LOS GEMELOS Había una vez dos niños gemelos que se llamaban Víctor y Sergio. Víctor era travieso y Sergio algo más bueno. Vivían en casa de sus abuelos porque sus padres trabajaban en un país lejano y no vendrían estas Navidades. Llegaba la Navidad y estaban los gemelos preparando el árbol, aunque Víctor creía que papá Noel y los elfos no les traerían regalos. Víctor le había pedido una pelota, un osito y un robot que habla y Sergio un caballo, un cepillo de dientes y una raqueta. Echaban de menos a sus padres y más en Navidades, por eso estaban muy tristes. Llegó el día 24 de Diciembre, cenaron con sus abuelos, colgaron los calcetines, pusieron leche caliente y dos polvorones y se metieron en la cama a dormir. Al amanecer, Víctor despierta a Sergio, bajan corriendo a abrir los regalos. Había algunos, pero no todos los que habían pedido, pero estaban contentos. Suena el timbre y abren la puerta. Su mejor regalo estaba allí, habían venido sus padres a pasar las Navidades con ellos. Adrián Carmona Sánchez 3º A
LA TRISTE NAVIDAD DE RASTY Era una noche muy fría de Navidad, y de repente abandonaron a un precioso perrito. Se llamaba Rasty. Muy asustado, empezó a caminar, después de mucho caminar llegó a una gran ciudad. Mientras observaba a la gente pidió un deseo. Volver a tener una familia. Pasaban los días y las noches y Rasty mirando los árboles de Navidad recordó cuando le dejaron como regalo para un niño, se puso muy triste y volvió a pedir el deseo. Dormía debajo de un banco y comía sobras de basuras. Un día en el parque, un niño le dio de comer y jugó con él. Rasty se puso muy contento, todos los días iba a darle de comer a la misma hora. Pero, un día el niño no fue y Rasty pensó que ya se había cansado de él. Pero, al anochecer fue el niño con su papá y se llevaron a Rasty a vivir con ellos. En ese momento pensó que si se desea algo con mucha fuerza, se cumle.. Juncal Serrano Fierrez 3º B
MARÍA DESCUBRE LA NAVIDAD María era una niña muy orgullosa que no compartía nada. Tenía un hermano que se llamaba Pedro. La muchacha estaba ansiosa porque pronto iba a llegar el día de reyes y quería todos los regalos para ella. Cuando la joven se levantó fue directa al árbol de navidad, pero, cuando llegó se dio cuenta de que los Reyes sólo le habían traído un regalo. Los Reyes sabían que María era muy orgullosa así que decidieron regalarle ese regalo “el hechizo de navidad”. Ese hechizo valía para dejar de ser orgullosa. De pronto sentía ganas de decirle a su hermano ¿Quieres jugar conmigo? Y el niño le contestó ¡Claro! Estuvieron jugando todo el día, se les hizo de noche muy pronto y se fueron a dormir. María le dijo a su hermano, cuando ya estaba en la cama: Sabes, Pedro, he descubierto realmente lo que es la Navidad. Los Reyes, al oir eso se pusieron muy alegres, se fueron a Oriente felices porque sabían que habían ayudado a María a descubrir lo que era la Navidad. Rosa María Molina Serrano de la Cruz 4º A
UN ORDENADOR SOLIDARIO Había una vez un país en el que los objetos hablaban, pero no tenían sentimientos. Entre ellos había un ordenador portátil, que quería ser una persona, pero no sabia como hacerlo. Poco después, por la noche vio un montón de estrellas fugaces pero no sabia lo que era y decidió buscar en si mismo y descubrió que si pides un deseo delante de ella o ellas se cumple. Un día Coco que es como se llamaba, decidió pasarse la noche en vela por si veía una estrella fugaz, pero fue inútil. A continuación, Coco se enteró que venían unos Reyes Magos desde Oriente pero él como no sabía quienes eran buscó información en sí mismo., y se llevó una gran sorpresa, esos Reyes magos repartían regalos por todos los países. Así es que en vez de pedir un regalo pidió su deseo. Al día siguiente vio que era una persona y se puso muy contento. Al final, al ser una persona, toda su vida estuvo ayudando a los demás. Abraham Carrasco Serrano ,4ºB
LA MARIQUITA QUE SALVÓ LA NAVIDAD Érase una vez una mariquita llamada Belén, que vivía en un pueblo llamado Mariquilandia, junto a sus padres y con su hermano. Vivían en una casita que estaba en un árbol y además tenía muchos vecinos y amigos que vivían en el mismo poblado que ella. El día antes de Navidad, Belén estaba jugando con sus amigos en la calle y dijo Belén: -Hay que adornar el árbol del pueblo y poner la estrella que ilumina la luz del camino de Santa Claus. Pero uno de los niños no creía en la Navidad y dijo: -¡Yo no os ayudaré con el árbol porque la Navidad no existe, es mentira todo lo que cuentan de ella! Belén contestó: -¡No digas eso, la Navidad sí que existe. No sólo son los regalos que nos trae Santa, tienes que creer dentro del corazón y tener el espíritu de la Navidad! Su amigo contestó. -¿Y como se hace eso, Belén? Ayúdame a creer en ella, por favor. Vale, dijo Belén, porque si no creemos todos no habrá Navidad. Quedaron todos en juntarse la noche siguiente que era Nochebuena. Se reunieron todos en la plaza alrededor del árbol, todos unieron sus manos y empezaron a cantar villancicos y Belén le dijo a su amigo ¡Esto es el Espíritu de la Navidad! Estar junto a las personas que quieres. Entonces, su amigo entendió que Belén le salvó la Navidad. Carlos Llanos Izquierdo 5º
EL BELÉN MÁGICO Érase una vez un niño al que le gustaba mucho los belenes. Siempre lo ponía él en su casa, ponía un río de agua, figuras que había hecho él y edificios y casas de piedra y corcho. Llegó el día de Nochebuena y como siempre puso el belén en su salón. Puso un belén tan grande que llegaba hasta la puerta. Al día siguiente recibió una carta muy rara que ponía: “Querido amigo, soy Melchor, ya me conocerás. Te escribo porque en el belén que tienes en el salón están sucediendo cosas terribles y muy malas, una de ellas es que los romanos están maltratando a todas las personas que son pobres y no tienen que comer, otra es que también están diciendo que si no les dices dónde está el niño Jesús les matarán o les quemarán las casas. Tienes que hacer algo o si no todo lo malo se cumplirá. Tendrás una recompensa.” Melchor Pero el niño no hizo caso a la carta y dejó el belén tal cual estaba. El día 28 de diciembre fue a regar el belén y justo cuando miró::: ¡Se dio cuenta de lo que pasaba y sin querer se adentró en el belén! Al estar dentro se encontró una carta con un mensaje que decía: “Van hacia el portal” De pronto se dio cuenta de que había una estrella en la carta, pero no era la primera vez que veía esa estrella
la había visto antes en la otra carta que le envió Melchor. Cuando miró a su alrededor vio todas las cosas malas que le había dicho Melchor en la otra carta… ¡No se lo podía creer! Intentó salir del belén dando saltos pero no pudo, entonces pensó que si aparecía dos veces esa estrella en las cartas, era que tenía que ir a buscar a Melchor que estaba en el puente junto a los otros magos de Oriente. Corrió a su encuentro y cuando lo encontró, le dijo Melchor al niño que podía salir del belén encontrando el pozo de la felicidad, que estaba escondido entre los matorrales de la casa de la hilandera, también le dijo que lo reconocería porque tiene la misma estrella que las cartas que le había escrito, Cuando llegó al pozo retiró los matorrales poco a poco y se tiró de cabeza al pozo y de repente… volvía a estar en su salón. Cuando llegó, lo primero que hizo fue quitar a los romanos del belén, y al cabo de unos segundos todo volvió a la normalidad, y para agradecérselo, los Magos de oriente le llevaron el doble de los regalos, pero no eran juguetes, eran figuras para el próximo belén que pusiese en su casa. Rebeca Álvarez Sánchez 6º A
NO ME GUSTA LA NAVIDAD Érase una vez, hace mucho tiempo, en el Polo Sur donde habitaba un hombre que se llamaba Papa Noel y su hijo, un Duendecillo verde que se llamaba Capiruchi. Papa Noel era alegre y agradecido, pero su hijo era aburrido y desagradecido, es decir, totalmente cambiados. En esa época era siempre Navidad y papa Noel tenía que hacer su trabajo, ir con los Reyes magos llamados Melchor, Gaspar y Baltasar. Pero el Duendecillo odiaba la Navidad y él hacía todo lo que podía para que su padre no pudiera repartir sus regalos a los niños. Entonces cuando Papa Noel iba a irse, el duendecillo le pinchó las ruedas al trineo de su padre. Papa Noel dijo: -¡Vaya, no podré ir a repartir regalos! Mientras el Duendecillo se partía de risa Papa Noel dijo: -Bueno tendré que coger tu mini moto, Duendecillo. El Duendecillo al oír esas palabras dijo: -Pero, ¿por qué papá? si no tiene gasolina ni frenos. Papa Noel dijo: -Bueno, dame el móvil Duendecillo. A continuación el Duendecillo dio el móvil a su padres.
Papa Noel llamó a sus compañeros de trabajo y dijo: - Necesito que alguno de vosotros me llevéis a trabajar, es que he pinchao con el trineo y la moto de mi hijo no tiene gasolina ni frenos y yo no estoy dispuesto a ir a la gasolinera, ni ir tampoco anca Victoriano a que me arregle los frenos. Al rato, el Duendecillo pensó: pero, por qué hago esto, yo no soy malo, pero tampoco soy bueno. Pero la cuestión es que no quiero que los niños reciban el regalo de Navidad igual que yo. El Duendecillo se fue a la cama a llorar mientras que su padre lo oía desde detrás de la puerta, Papa Noel no sabía esto, pero le dijo a su hijo: -¿Por qué has hecho esto? El Duendecillo arrepentido dijo: -Es que quiero que estés conmigo y no por ahí que hay mucho malo suelto. Papá Noel emocionado dijo: -Pues entonces ¿por qué no me lo has dicho antes? Que ahora vamos a hacer que Gaspar haga 140.000.000 kilómetros a lo tonto. Después de hablar hombre a hombre, dijo Papa Noel: -Venga hijo, enganchemos los renos y arreglemos el pinchazo del trineo que te vienes conmigo. En ese momento el Duendecillo dijo: -Manos a la obra querido Papá. Al rato de arreglar todo, llegó Gaspar y dijo: -¡Venga amigo, vámonos a hacer nuestro trabajo!
Y Papa Noel dijo: -Vente en el trineo que ya lo hemos arreglado y deja al camello descansar que estará cansado. Y Gaspar dijo: -¡Aguantará el trineo? Papa Noel dijo : -Sí claro, donde caben 2 caben 3 Gaspar se fue con ellos en el trineo y colorín colorado este cuento se ha acabado. Julio Cesar Sánchez Ruiz 6º B