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Trueno en los Gardel 25 años: ‘Viva la Música argentina’
La salida de esta edición de Prensario, que también tiene coberturas internacionales como el lanzamiento del Latin GRAMMY desde Sevilla, se retrasó dos días para esperar a Los Premios Gardel 25 años.
Allí se consiguió finalmente el objetivo de tener un gran show televisivo. Fue ágil, en sólo dos horas y lleno de contenido para el público final, sea éste el presente en el Movistar Arena o en toda Latinoamérica a través del streaming de Disney/Star+ Live. Ese destinatario fervoroso pudo además elegir nuevamente la categoría ‘Canción del año’ que ganó Tini.
Los shows musicales ayudaron a ese fin, con mucha música urbana, pero conservando la esencia histórica nacional y el cruce de generaciones que es marca del Gardel con Los Fabulosos Cadillacs, León Gieco y hasta el tango con Raúl Lavié y Amelita Baltar, que obtuvieron el Premio a la Trayectoria de manos de Guillermo Castellani.
Fue el segundo año en el venue actual de bandera del mercado argentino, que volvió a lucir recursos como ‘el telón tecnológico’ que describió el siempre simpático conductor Iván de Pineda, la escenografía, el fuego y los dos escenarios. El segundo fue en altura con el público atrás, donde tocaron León Gieco y L’Gante entre otros. Lo de los fans en el venue sin duda contribuye a darle el calor a una ceremonia que tiene que ser emotiva.
En cuanto a las premiaciones, el Gardel de Oro/Album del año fue como se esperaba para Trueno, protagonista —junto a su antecesor Wos— de la unión de la música urbana con el rock nacional. Se revalidó la función de consagrar a los nuevos artistas, que pueden tomar a los Premios Gardel como un paso importante en su carrera. Ser profeta en su tierra no es poco para la gran generación urbana que está volviendo a copar los mercados internacionales.
En línea con eso, su mensaje ‘Viva la música argentina’ fue tomado por otros premiados como Bándalos Chinos —justos acreedores en pop— y Dante Spinetta, el segundo ganador de la noche también con cuatro estatuillas, quién recordó que hace 30 años al empezar Ilya Kuryaki les hacían burlas por hacer rap y hoy lo urbano argentino se impone en el mundo. El cruce de generaciones también tuvo a Trueno diciéndole a Víctor Heredia que se quede tranquilo que ‘la música nacional está viva’.
Del resto de los galardonados vale destacar a la Canción Pop de La Mosca por Muchachos con todos los autores del tema, con más conocimiento internacional incluso que el Despacito de Luis Fonsi. Tal vez deberían haber recibido su premio en la ceremonia principal, donde igualmente estuvieron con los adelantos de la Canción del año. visitanos en www.prensariomusica.com
Más allá de lo urbano, en el cual recibió también Bizarrap por su tema con Quevedo y agradeció por video desde México, me gustaron los premios del propio León Gieco, Babasónicos—representante de las grandes bandas de rock en las ternas—, Eruca Sativa, Los Pericos y David Lebón, que no pudo creer a los 70 años seguir recibiendo reconocimientos.
María Becerra, entre las más nominadas y más por el público presente, se quedó sin galardones pero cantó emocionada. Tras estar en el Lollapalooza, tuvo una presencia acorde a su gran momento regional.
Toca ahora referirme a los detalles —subjetivos— para mejorar que siempre señalo en el editorial post-Gardel.
Si bien fue un acierto hasta este año hacer que el público elija La canción del año, tal vez es una categoría demasiado importante para supeditarla a la impronta del momento y la competencia de los club de fans. Podría generarse otra categoría, como el ‘artista más popular’ que se usa en el Festival de Viña del Mar, para cumplir esa necesidad de interacción digital. Otra categoría clave, la cual quedó extrañamente un poco deslucida, es la de Mejor Nuevo Artista, que ganó la folklorista Noelia Recalde. Es un momento en que Argentina busca seguir el camino de Colombia y Puerto Rico en la generación de nuevas figuras urbanas y, en los Latin GRAMMY, esta terna justifica una fiesta propia.
En tercer lugar, puede haber faltado alguna alusión más simbólica al cumpleaños 25 del premio, pero acepto que es bueno apostar a lo actual si fue la elección ante los urgentes tiempos televisivos.
Para el 2024, el Gardel seguramente no se va a quedar en Buenos Aires, pese al sentimiento de pertenencia que reclamó el querido Ministro de Cultura de CABA Enrique Avogadro —presente anoche— en la Cumbre de la IFPI en Bariloche. Fue perfecto tras la pandemia —y con la inauguración del Movistar Arena y los 25 años del Gardel— volver en Capital estos dos años, pero como nos había anticipado el director ejecutivo de CAPIF Javier Delupí, es prioritario retomar el objetivo federal si se consigue un auspicio provincial para hacerlo.