La escritura tosca:
una antología romántica →◉◆◆◆◁◀••▶▷◆◆◆◉←
∙ the
gruff writing : a romantic anthology ∙
Bogotá 2015
La escritura tosca: Una antología romántica Compilación y edición Laura P. Casas y Zas.mdc.apc Diseño y diagramación Zas.mdc.apc Arte de portada Stinkfish Corrección de estilo Cristian Sanabria y Rocío Jiménez
ISBN. 978-958-46-5951-4 Bogotá, Colombia. 2015
Este libro es gratuito. Absténgase de venderlo o comprarlo. Regálelo o compártalo con quien le interese. This is a free book. Please do not sell it or buy it, just share it with someone who cares.
edición digital ◆
La escritura tosca:
una antología romántica →◉◆◆◆◁◀••▶▷◆◆◆◉←
∙ the
gruff writing : a romantic anthology ∙
Con el apoyo de
edicioneshogar@gmail.com
Contenido content
Introducción ▷
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Introduction 17
Sin título ▷ Revs
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untitled 25
Los poderosos nunca someterán la voz pública. ▷ The Vapors the haves will never subdue the public voice
Luchadores por la libertad ▷ Promoe freedom fighters
Ocultar el rostro ▷ Stinkfish To hide your face
La fe del graffiti ▷ Norman Mailer The faith of graffiti
Quiero creer ▷ d.q.c i want to believe
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32 40
49 55
61 67
75 83
Graffiti ▷ Tomás Nomás
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Por amor a la colectividad ▷ Cazdos
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for the love to the collective
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Colores para siempre ▷ Saber
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colors forever
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Un bosquejo: Visiones del graffiti en Bogotá ▷ Laura P. Casas 133 a sketch: graffiti visions of bogota
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‥ Nos sentimos como niños en un parque de diversiones ▷ Zasinha we felt like children at the amusement park Uyuni, Bolivia. 2012 46 Staten Island, Estados Unidos. 2013 72 Bernau bei Berlin, Alemania. 2014 114
... la madre le explica que la muchacha griega estaba enamorada de un joven. —Pero el joven era de otro país y tenía que volver a casa— dice. (...) Le cuenta que la muchacha dibujó el contorno de la sombra de su amante para poder tener siempre un recuerdo de su aspecto, un registro de aquel momento exacto, el último momento que iban a pasar juntos. (...) Y le dice que al día siguiente el amante de la muchacha se había ido pero su sombra seguía allí. (...) El bote de spray susurra y la madre le cuenta que antes de los griegos no existía el arte. Así fue como se inventó la pintura. Le cuenta que el padre de la muchacha usó el contorno de la pared para modelar una versión en arcilla del joven y así fue como se inventó la escultura. —El arte nunca nace de la felicidad— le dice la madre, en serio. -Chuck Palahniuk, Asfixia
Introducción (∆)
E
ste libro es una recopilación de textos que han sido escogidos teniendo en cuenta un criterio único: una visión romántica del graffiti. Pero, ¿qué entendemos por una visión romántica? En primer lugar no podemos olvidar que el término romántico hace referencia a un movimiento artístico cuyos miembros, aunque diversos, compartieron preguntas sobre la creatividad artística y el ser en la vida; un movimiento donde la sensibilidad individual de cada artista y su relación con el mundo tuvieron un lugar predominante. Siempre visto desde distintas perspectivas, este término encarna una contradicción en sí. Por un lado, el término romántico ha sido relacionado con el vivir más allá de la realidad, en un mundo personal e interior. Entonces el romanticismo en su sentido más coloquial llega a ser enten-
dido como un sentimiento inútil, ya que de él surgen ideas intangibles que por irreales son imposibles. Por otro lado, el romántico acepta la posibilidad y el valor de lo que no es visible a los ojos del hombre pero sí percibido por el espíritu humano; por ello, el sentimiento romántico nace de lo más profundo del corazón y trae consigo la posibilidad de materialización de las ideas, convirtiéndose en una voluntad creadora. En este caso el romanticismo es un llamado a la acción, un sentimiento transformador. Cuando hablamos de graffiti estamos hablando de una práctica específica cuyo lugar son los muros, los espacios públicos y las propiedades privadas de las ciudades. El graffiti es un quehacer creativo que nace de una pulsión del ser, y que en principio desobedece a razones económicas. Independientemente del sinnúmero de motivaciones que pueden llevar a una persona a hacer graffiti, encontramos latente la inconformidad, la necesidad de un algo más, inexplicable, relacionado con la imposibilidad de aprehender por completo los espacios que habitamos, y que tiene que ver con la búsqueda de la libertad en el sentir y el vivir, que nuestras ciudades parecen negarnos.
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Vemos que el sentimiento romántico como impulso creador tiene cada vez menos lugar en nuestras sociedades. Pareciera que los sentimientos han perdido el poder de influir en la configuración de nuestras realidades, avasallantes por su rapidez y multiplicidad. Ni siquiera los escritores de graffiti creen del todo en la motivación romántica de su trabajo, porque este se ve cada vez más influido por las presiones del mercado y la mediación económica. Y en ese flujo, el movimiento del corazón parece una justificación aparentemente vacía para ir contra las normas y las buenas costumbres de la civilización, aún más cuando gran parte de esos muros pintados están en ciudades que pregonan la democracia y la libertad humana. Pero no podemos negar que aunque intangible, el sentimiento produce resultados que son un hecho físico, pinturas visibles en muros alrededor del mundo. Es posible que muchos de aquellos que pintan en las calles no se pregunten qué significa su quehacer para sus sociedades, o por qué su lugar son los muros. Pero el graffiti ha despertado alarmas por doquier: prohibición, control, atención; alarmas que nos hacen preguntarnos qué está pasando, qué significa el pintar en las calles para los ciudadanos,
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para los artistas, para la vida. Ahora bien, nosotros no pretendemos dar ninguna respuesta, solo queremos reconocer que todo eso existe y que se materializa cuando recorremos la ciudad. Queremos recordar que más allá de los intereses, las ventas, el comercio o la publicidad hay un sentimiento intangible que nace en los más recónditos laberintos del alma, un sentimiento muchas veces ignorado y otras vituperado, pero que no por ello puede ser negado. Un sentimiento que queremos llamar romántico, del que nace la pulsión por pintar en las calles, y del cual se derivan una serie de prácticas que generan diferentes modos de habitar la ciudad. Los textos, canciones y dibujos que se presentan a continuación hacen referencia a ese sentimiento y al mismo tiempo abarcan diversas temáticas que permiten entrever el contexto de las ciudades donde se originaron. Finalmente, la tarea de hacer esta edición bilingüe se ha llevado a cabo con la pretensión de difundir nuestra selección en ciudades de todo el mundo, tratando de ser consecuentes con el carácter global del graffiti. •
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... the mommy says how the ancient Greek girl was in love with a young man. "But the young man was from another country and had to go back, the mommy says. (...) So the last night the girl and her lover would be together, the mommy says, the girl brought a lamp and set it so it threw the lover's shadow on the wall. (...) And the mommy says how the girl traced the outline of her lover's shawdow so she would always have a record of how he looked, a document of this exact moment, the last moment they would be together. (...) And the Mommy says how the next day, the girl's lover was gone, but his shadow was still there. (...) The can of spray paint hisses, and the mommy says that before the Greek, nobody had any art. This was how painting pictures was invented. She tells the story of how the girl's father used the outline on the wall to model a clay version of the young man, and that's the way sculpture was invented. For serious, the Mommy told him, "Art never comes from happiness." -Chuck Palahniuk, Choke
introduction (∆)
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his book is a compilation of texts chosen by a unique criteria: a romantic vision of graffiti. But what do we understand by a "romantic vision"?
First, we cannot forget that the term romantic referes to an artistic movement whose members, although diverse, shared questions about artistic creativity and the being in life; a movement where the artist's individual sensibility and its relation with the world had a prominent place. Always viewed from different perspectives, the term romantic embodies a contradiction in itself. On the one hand, this term has been related with living beyond reality, in a personal and inner world that for this reason is unaware of ‘reality’. Therefore, in this vision, romanticism is understood as an useless feeling because it's the source of intangible ideas that are unrealistic and therefore impos-
sible. On the other hand, the romantic assumes the possibility and the value of the intangible to the human eyes but perceptible to the spirit; therefore the romantic feeling is born in the depth of the human heart, and brings with it the possibility to materialize the ideas, therefore it is a creative will. In this case, romanticism becomes a call to action, a transforming feeling. When we talk about graffiti we are talking about a specific practice. Its place is the wall, the public space and the private properties of the cities. Graffiti is a creative practice that is born from an urge of the being, and at its beginning is independent from any economical reasons. Regardless of the many reasons that can lead a person to do graffiti, we find a suppressed discontent, the need for something more, inexplicable, related to the inability to fully grasp the spaces we inhabit, and that has to do with a search for freedom; a search that our cities seem to deny to us. We have noticed that the romantic feeling as creation impulse has less and less place in our societies. It seems that feelings have lost their power to change our realities, realities that seem overpowering by its swiftness and 18
multiplicity. Not even graffiti artists believe anymore in a romantic motivation for their work, because graffiti is every day more and more related with the market and economical mediations. In these flow the movement of the heart seems an empty justification to go against the good manners and the norms of society. More if the walls are painted in supposedly democratic cities. Even so, we cannot deny that although intangible, the feeling produces a physical result: visible paintings all around the world. It is possible that many of those who are painting in the streets don’t even ask what do their work means for their cities, or why are they painting in the walls. But graffiti is causing alarm all over: prohibition, control, and attention. Thus we need to ask ourselves what is happening, what does graffiti means for citizens, for artists, for life. Yet, we don’t have any answers, we only want to acknowledge that all this exists and it is materialized when we walk through the city. We want to acknowledge that beyond personal interests, commerce and advertising, there is an intangible feeling that is born in the innermost mazes of the soul, a feeling many times ignored and others taunted, but one that cannot be denied. A feeling that 19
we want to call romantic, and from which the impulse to paint in the streets is born; and that originates a series of practices and ways to inhabit the city. The texts, paintings and songs presented in this book make reference to that feeling. They are about diverse subjects but we can find within them the context of the cities where they were born. Finally, the task of doing a bilingual edition was guided by the aim of spreading our selection in cities around the world, to be, in this way, consistent with the global nature of graffiti. •
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Sin título ‡›
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Revs ‹ ‡
n verdad, quién quiere ver la cara de los escritores sino los policías… porque eso solo les puede ayudar a ellos y créanme, la policía no necesita más ayuda que la que ustedes, imbéciles, les están dando. ¡Déjenlos trabajar por su dinero como yo trabajo por el mío! ¡Con esfuerzo! Pero al mismo tiempo quiero que nos veamos elevarnos porque si realmente piensas en lo que haces, si realmente has cometido un crimen, un crimen de verdad, no tomarías una fotografía de ello porque no sería algo de lo que estarías orgulloso. Nosotros tomamos fotografías de todo lo que hacemos porque estamos orgullosos de nuestro trabajo, entonces, ¿cómo podría algo de lo que se está orgulloso ser un crimen?
Puede sonar paradójico pero así es como yo lo veo. El graffiti hardcore puede ser un estilo de vida autodestructivo, pero para mí todos tenemos el derecho divino de destruirnos a nosotros mismos. ¡No yo destruirte a ti, pero sí a mí! ¡¡¡Bueno o malo tiene que ser reconocido!!! Muchas personas nos han abierto el camino, desde de los toys1 hasta las leyendas. Algo se ha creado de la nada y está aún evolucionando, y en mi opinión tiene un largo camino que recorrer antes de que se agote. Es una larga carrera, y tú solo tienes que hacer tu tiempo: 10, 20, 30, 40, 50, 60 años creyendo y con pasión, y así tendrás lo tuyo. ¿Cómo se puede negar a alguien que le dedica toda su vida a algo? Ya sea la carpintería, el skateboarding, la música, correr o hacer graffiti, si vamos al caso. ¡Solo haz algo, cualquier cosa, pero cree en ello y hazlo por las razones correctas y eso no se te negará!!! La verdad siempre encuentra la forma de salir a la luz, y si haces las cosas por las razones correctas esta saldrá a la luz.
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Se le llama toy al escritor de graffiti novato, o a aquel que carece de estilo y no guarda
respeto por escritores con mayor trayectoria.
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El camino que aún tenemos que recorrer es el que nos lleva a nosotros mismos. Llegar al centro de la materia detrás de todos los colores. Quiénes somos verdaderamente como individuos. No se trata de usar cáscaras, medias veladas y envoltorios de chicles para hacer graffiti innovador. Si te sirve, entonces está en ti. ¡¡El verdadero wild style viene de adentro!! (…) Lo que tienes que entender es que en realidad somos hombres, aun cuando la mayoría de nosotros actuemos como niños, la infortunada realidad es que somos hombres adultos (¡y créeme, yo aún no puedo creerlo!). Entonces haz un maldito esfuerzo y olvídate de la filosofía del “toma el dinero y huye", y del "graffiti por dólares”. Ejecuta una operación donde los golpees y golpéalos duro. Necesitamos estar pintando edificios de 5, 10, 20 pisos, desde el techo hasta el suelo, con algo para decir. Necesitamos hacer cosas que resistan el paso del tiempo, para que ninguna de esas personas
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en el poder (críticos de arte, historiadores, políticos) puedan descartar tu existencia. Escribe un libro, publícalo tú mismo… ¡ten 3 trabajos si es necesario! ¡Consigue las herramientas para pintar un edificio de 10 pisos! Esfuérzate en lo que haces porque tu nombre es lo único que tienes. Y recuerda: hay una historia detrás de cada rostro en este mundo y en esa historia hay tantas mentiras como verdades. ¡¡Vamos solo por la verdad!! •
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∙ untitled ∙ ‡›
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Revs ‹ ‡
rue, who wants to see writers face except the cops… cause it can only help them out & believe me they don’t need any more help than
what you “Jack-asses” are giving them. Let them work for their money like I work for mine! The hard way!!! But at the same time I wanna see us elevate ourselves cause if you think about it if you’ve really committed a crime, a real crime, you wouldn’t take a photograph of it cause it’s not something you’re proud of. But we photograph all our stuff cause we’re proud of it so how could something you’re proud of “be a crime”?? It may sound skewed but that’s the way I see it! Hardcore graffiti can be a self-destructive
lifestyle but the way I look at it, we all have the god giving right to destroy ourselves!! No me on you, but me on me! Good or bad, it’s got to be recognized!!! So many people have paved the way before us from the toys to the legends. Something has been made out of nothing. And it’s still evolving & in my opinion it’s got a long way to go before it gets maxed out! It’s a long distance race. You just gotta do your time. 10, 20, 30, 40, 50, 60 years with passion & belief & you’ll get yours. How can you deny someone who’s dedicated their whole life to something? Whether if it’s carpentry, skateboarding, music, racing, or writing for that matter. Just do something, anything, but do it with belief & for the right reasons & you will not be denied!! The truth always has a way of coming out & if you do things for the right reasons it will come out. The main avenue we still need to run down is ourselves. Getting to the core of the matter behind all the colors. Who we really are as individuals. It’s not really about trying to use peanut shells, panty-hose & gum wrappers 26
to make original graffiti. It fits in you, then it’s in you!! True wild style comes from within!! (…) What you have to realize is we’re actually men even though most of us still act like kids, the unfortunate truth is we are grown men (believe me, I still can’t believe it!!). So put some effort into your shit & forget about the “take the money and run, graffiti for dollars philosophy”. Run an operation where you hit em & hit em hard. We need to be painting 5, 10, 20 story buildings top to bottom with something to say. Doing shit that’s gonna last the test of time. Where none of these people in power (the art critics, historians or politicians) can discount your existence! Write a book, publish it yourself… work 3 jobs if you have to! Get the tools so you can paint a 10 story building!! Just put effort into what you do cause your name is the only thing you got. And remember, there’s a story behind every face in this world and in that story are truth & lies. Lets just get to the truth!! • 27
Los poderosos nunca someterán la voz pública 1 ∞ The Vapors ∞
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llos con su dinero pueden escribir sus nombres en sus edificios de cristal. Pueden mirar sobre nosotros cuando quieran, cualquier maldito día y cantar pequeñas canciones que siempre, a donde quiera que vayamos, nos hagan recordarlos. Pueden hacer todas estas cosas, pero la voz de los individuos está a solo a unos pasos de distancia. Estos pasos te llevarán tan lejos como tu corazón lo desee. A los más desolados y peligrosos lugares que nunca hubieras imaginado pisar, solo para escribir tu nombre y así dejar saber a los dioses que te importaba. Los poderosos
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Editorial para la revista THE VAPORS. Volumen 01 edición 01 - 2000.
mandarán hombres armados por ti, y ellos atacarán, y tú debes estar preparado; pero los números están de nuestro lado, desde los techos más altos hasta los húmedos pasadizos de los túneles nosotros seremos escuchados, y gritaremos tan alto como podamos porque queremos que recuerdes esto. Así como leer poesía alguna vez escrita en otra lengua, el graffiti cuando intenta ganar el afecto de los poderosos siempre pierde algo en su traducción. No es para tomarlo más a la ligera que un arma porque eso es lo que es. El graffiti es nuestra guerra. El graffiti no debería estar ahí, y por eso es que funciona. • 29
∙ the
haves will never subdue the public voice 1∙ ∞ The Vapors ∞
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hey can write their names out of money on their glassy building walls. They can look over us any damn day they wish and sing little songs that re-
mind us of them everywhere we go. They can do all these things, but the voice of the individual is just footsteps away. These footsteps will take you as far as your heart, into more desolate and dangerous places than you ever thought you’d step, just to write your name and let the gods know that you cared. The haves will send armed men after you and they will strike and you must be prepared. But the 1
Editorial for THE VAPORS magazine. Volume 01 issue 01 - 2000.
numbers are on our side. From the highest rooftops to the dank tunnel passageways, we will be heard. And we will scream as loud as we can, because we want you to remember this. Like reading poetry once written in another language, graffiti loses something in the translation when it tries to win the affection of the haves. It is not to be taken more lightly than weaponry, because that is what it is. Graffiti is our war. Graffiti is not supposed to be there. That’s why it works. •
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Luchadores por la libertad • Promoe •
Estoy aquí para darle una voz a todos los rostros borrosos Aquellos que vandalizan y molestan a los vecinos Aquellos que van a la corte y no obtienen ayuda legal No tienen derecho en la sociedad aparte de pagar al mal Aquellos proscritos peor que Reno Raines Y que hacen que cualquier Fulano en la calle pida trenes más limpios Aquellos cuya historia quieren todos ustedes borrar Sin historia no hay futuro, desesperanza en sus caras Aquellos que son golpeados por la policía y por tombos novatos Como mis chicos son víctimas de boicots Ustedes dicen que no son políticos pero para mí
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La forma de arte en su totalidad cuestiona la propiedad privada Un crimen de pasión político Esta es para mí bombardeo del tren, destrucción del tren Luchadores por la libertad en las calles, rockeando Luchando por la libertad, escribiendo por la libertad (Coro) Yo represento al artista de pintura en aerosol Puedo sentir tu dolor y sufrimiento Sé que estas esperando el cambio de guardia en el cementerio (de trenes) Para quedarte con ese golpe en los trenes Y aunque la sociedad odie nuestra mierda
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Y ame construir sus grandiosas naves espaciales Yo sé que mientras tu valiente corazón palpite Es a tu lado que se sienta el creador Tú nunca estás en casa durmiendo, siempre afuera espiando el patio Pintando vagones completos sin guardias Si el 5-0 aparece, haces bombas en el carro de policía Vuelas el calabozo si te ponen tras la rejas Eres listo, sin corazón para un sistema que te odia Glorificas a verdaderos maestros como Seen y Phase 2 Sorpendes a los parches y haces un tren completo tú solo Que traerá fama a tu nombre como John Coltrane Sin importar la fría lluvía y el mal clima haces más
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Practicas tus letras porque tienes que mejorar Hey, levántate, sal y haz algo No puedes dormir porque quieres convertirte en el rey del bombardeo Equipado con tinta de bombing y las boquillas más anchas Y un walkman con el rap pesado de Promoe ¿Quién puede decirte lo que puedes hacer y lo que no? ¿Quién puede golpearte, aplastar tu cara y ponerte esposas? ¿Quién construyó la jaula y quién se asegura de que te quedes en ella? ¿Quién puede romper la ley, romper tu mandíbula y salirse con la suya? ¿Quién coloca cadenas mientras te llama mentiroso?
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¿Quién está afuera espiando, cercando el patio de trenes con alambre de púas? ¿Quién representa el mal sin arrepentimientos? ¿Quién se olvida de la gente y del castigo que obtenemos? Pero, hey, ¿quién está afuera saltando cercas eléctricas? ¿Quién está tirando piedras a los lentes de las cámaras escondidas? ¿Quién está comiendo mierda cruda para poner su nombre en toda la ciudad? ¿Quién está escribiendo graffiti pero nunca admite que lo hizo? ¿Quién es discriminado y engañado? ¿Quién es igualado a los asesinos en las noticias? ¿Quién va con el nombre de Suer, Swob y Jesis?
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¿Kaos, Side, Heis, Cake y Obey? ¿Quién está en la primera fila luchando, sodomita? Hey, yo debo decir paz para mi gente y todos mis Luchadores por la libertad en las calles… Para todos mis luchadores por la libertad, déjenme ver sus encendedores Si estás harto de los guardias de seguridad que golpean escritores Harto de ver tus piezas borradas De la policía que es corrupta y líderes que aparentan Harto de un sistema de justicia injusto Vamos a enseñar a nuestros jóvenes a maldecir al sistema Si estás harto de los ataques armados, esposas y prisiones
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Entonces déjame ver como levantas tu puño, hijo Escucha, ¿escuchas las campanas de la libertad? Sonando a la velocidad de la rima Diciéndote que liberes tu mente Graffiti es un crimen de libertad, hermoso y revolucionario Apropiado para revolucionarios En ese camino rara vez recorrido por la multitud Recuerda esto cuando los tombos vengan a joderte… •
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∙ freedom
fighters ∙
• Promoe •
I'm here to give a voice to all the blurred faces The ones who vandalize and disturb neighbors The ones who go to court and get no legal aid Have no right in society but to keep the evil paid The ones that are outlawed worse than Reno Raines And make the average Joe on the street demand cleaner trains The ones whose history ya'll want to erase No history no future, despair in their face The ones who get beat up by police and toy cops Like my boys got victims of boycotts You claim they're not political but to me The whole art form questions private property A political crime of passion
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This one is to my train bombing, train trashing... Freedom fighters in the streets rock, rock on Fighting for freedom, writing for freedom
I represent the spray paint artist I can feel your pain and hardships I know you're workin' the grave yard shift So you can keep that train yard hit And though society hate our shit And love build their great starships I know as long as your brave heart ticks It's on your side the creators sits You're never home sleepin' always out peepin' the yard You doin' whole cars with no guards If 5-0 show up do throw ups on po-po's car
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You blow up the precinct if they put you behind bars You're smart, no heart for a system that hates you You praise true masters like Seen and Phase 2 You amaze crews and do a one man whole train That'll bring fame to your name like John Coltrane Disregard cold rain and bad weather you do better Practice your letters cuz you gotta get it better Yo yo get up get out and do something You can't sleep cuz you wanna become king of bombing Equipped with bomb ink and the most fat caps And a walkman with Promoe's fat rap Who can tell you what you can do and can not? Who can beat you down, smash your face and put on hand cuffs? Who built the cage and who makes sure you stay in it? Who can break the law, break your jaw and get away with it?
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Who sets up trails when calling you a liar? Who is out spying preparing train yards with barbed wire? Who represents the evil with no regret? Who forgets about the people and what punishment we get? But yo, who is out jumping electric fences? Who is throwing rocks at hidden camera lenses? Who is getting raw shitty to get up all city? Who is writing graffiti but never admit that they did it? Who is discriminated and not told the truth? Who's affiliated to killers according to the news? Who goes by the names of Suer, Swob and Jesis? Kaos, Side, Heis, Cake and Obey? Who is on the frontline fighting, sodomite? Ey yo I gotta say peace to my peeps and all of my... Freedom fighters in the streets...
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To all my freedom fighters let me see them lighters if you're fed up with security guards who beat up writers Fed up with seeing your pieces get buffed Police that's corrupt and leaders that bluff Fed up with a unjust justice system We gotta teach our young ones cuss the system If you're fed up with the gun busts, cuffs and prisons Then let me see you pump pump up your fist, son Listen, you hear the freedom chimes? Playin' at the speed of rhyme Tellin' you to free your mind Graffiti is a freedom crime, beautiful and revolutionary Suitable for revolutionaries On that road seldom travelled by the multitude Remember this when the cops come to fuck with you... •
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Nos sentimos / we
felt
Uyuni, Bolivia. 2012
Ocultar el rostro //:: Stinkfish :://
O
cultar el rostro, auto nombrarse, crear una identidad al interior de otra y usarla cuando conviene, aprovecharla y divertirse haciéndolo. Sobre todo eso, divertirse en esta vida donde la diversión parece ser directamente proporcional a la cantidad de dinero en los bolsillos y la cantidad de tarjetas bancarias en la billetera; directamente proporcional a las fotos con los amigos en fiestas, con botellas en la mano; directamente proporcional a la cantidad de “likes” y “caritas felices” en los comentarios; directamente proporcional a la cantidad de veces que se “muestra la cara” y al orgullo que se siente hacerlo.
¿Dar la cara para construir una identidad en un mundo donde aparentemente la identidad lo es todo pero a la final es lo que menos importa? Un nombre más, una cara más, un número de cédula más, una mentira más. No hay ninguna evolución en salir del anonimato, sea lo que sea hoy en día el anonimato; como no hay ninguna evolución en aceptar las nuevas “reglas del juego” ni en construir discursos que funcionen para las cámaras y el Facebook. De esta gran sopa llamada Graffiti la sustancia la ponen las y los que mantienen la calle en movimiento, caminando por ahí, parchando la calle, así sea con una crayola en el bolsillo; teniendo claro que evolucionar es seguir pintando sin perder su propia identidad, no la impuesta, ni la de viernes en la noche, ni la de “artista urbano”, sino la propia, la que cada quien construyó haciendo firmas por ahí. Nada más valioso y que diga más que las calles llenas de firmas, ahí comienza todo y ahí terminará, si es que algún día termina. Sí, como los perros orinando y marcando su territorio. Resulta tan fácil hacer esa comparación para menospreciar el graffiti, pero se es tan ignorante como para entender qué es lo que realmente sucede ahí. Sea en el graffiti o en un sis50
tema tremendamente complejo como el que desarrollaron los perros, no solo para marcar su territorio, también para comunicarse, distribuir información, para conocer y aprender sobre su espacio. No hay mejor analogía en este momento, y en efecto sucede lo mismo que con los perros: unos se mantienen callejeros y anónimos, siguen marcando su territorio, viven la calle, la sufren, la disfrutan, y otros tienen ama o amo, son amaestrados y castrados para que no sigan orinando por ahí. Para que no sigan marcando su territorio se les obliga y enseña a orinar solo en “lugares permitidos”, les ponen nombres tontos y un collar con una placa con toda su información por si se pierden. Nada más parecido a lo que sucede con esta sopa del graffiti en estos días en que su sabor es desabrido. Ocultar el rostro hace parte de un aprendizaje histórico, es una verdadera evolución, no es algo que se inventó con el graffiti, no es la movida de temporada, ni el cliché mamerto. Ocultar la cara, el cuerpo, la identidad impuesta, es un acto práctico, político y sobre todo simbólico, una manera de transitar y comunicar sin inscribirse en un sistema, cualquiera que sea, como lo es no votar, por nada ni por nadie, como lo es robar en un supermercado de cadena, como lo 51
es engañar a un policía, como lo es caminar porque sí y sin rumbo. Muy bien lo dijo alguien: “Y miren lo que son las cosas porque, para que nos vieran, nos tapamos el rostro”. Qué aburrido se vuelve esto con las caras destapadas, mostrando las cartas, sentados y ordenados en una “mesa de graffiti”, hablando de “emprendimiento empresarial” (?), “formación de formadores” (?), "escuelas de formación" (?), “normas de seguridad para la práctica del graffiti” (?), tratando de domesticar animales que por naturaleza son callejeros. Para fortuna de muchas y muchos, e infortunio de millones, el graffiti sigue y seguirá siendo Destrucción, seguirá siendo Vandalismo, seguirá siendo Anónimo a pesar de la cultura “instatrash” y todas las redes sociales, el “seudoturismo urbano”, las “mesas, banquillos, picnics de graffiti” y similares. No es movida de 24 horas, ni de empresarios, ni promotores, ni representantes, ni abanderados. Mucho respeto y admiración para todas y todos los que piensan, crean y hablan con su rostro oculto, ya sea por mera diversión, por seguridad, por necesidad o cualquier motivo que tengan. 52
...................................................................... .................... :( Compรกrtelo y dale like. โ ข
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∙ to
hide your face ∙ //:: Stinkfish :: //
H
ide your face, get a name yourself, create an identity into another one and use it when it’s convenient. Take advantage of it and have fun
doing it. That’s the most important part: having fun in this life where fun seems to be proportional to the amount of money you have in your pocket, or the number of credit cards in your wallet. Proportional to the number of pictures you have with your friends in parties with drinks in your hands. Having fun in a world where fun seems proportional to the amount of “likes” and “happy faces” in your Facebook comments; proportional to the number of times you “show your face” and the pride you feel by doing it.
Show your face to build an identity in a world where identity seems everything that matters when in reality is all the opposite? Another name, another face, another identification number, another lie. There is no evolution in giving up one’s anonymity, whatever means to be anonymous today. Likewise there is no evolution when you accept the “game rules”, or when you make discourses for the cameras or Facebook. In this big soup called Graffiti the substance is made by those who keep the streets in movement, walking all over, hanging out in the street, even if only with a crayon in their pockets. Those who know that to evolve is to keep painting without losing their identity, not the one that is being imposed on them, not the Friday night identity, or the “urban artist” identity; but their own identity, the one each one has built by tagging all around. There is nothing more valuable and talkative than the streets full of tags; that is where it all begins and that's where all is going to end, if it ends someday. Yes, like the dogs pissing and marking their territory. It is so easy to make that comparison to despise graffiti. People 56
are so ignorant that they cannot understand what is really happening there. Be it in graffiti or in the complex system that dogs have developed to mark their territory but also to communicate and distribute information in order to know and learn about their environment. There is no better analogy right now. Indeed, it happens the same with graffiti as with dogs: some are streetwalkers, anonymous, marking their territories, living the streets, suffering and enjoying them. Others have an owner and are trained and neutered to keep them from pissing out there. To prevent them to mark their territory they are taught only to piss in “allowed placesâ€?; they are named stupid names and wear a collar with an information plate in case they get lost. There is nothing more similar to it than what is happening with this graffiti soup that is so tasteless nowadays. To hide your face is part of a historical learning, it is true evolution. To hide your face is not something invented by graffiti; it is not part of the fashion season, or related with the revolutionary leftist clichĂŠ. To hide your face, your body, the imposed identity, is a practical act, a political act, and most of all a symbolic act. It is a way to move and communi57
cate outside the system, any system. It is the same as not to vote for anyone and for anything, like shoplifting in a supermarket, or to trick a policeman, or to walk only because you want to do it, and without direction. Someone said it very well: “And look how things are: we cover our faces to be seen”. How boring this all becomes barefaced, everybody sitting in order for a “graffiti table”, talking about "entrepreneurship" (?), "training of trainers" (?), "training schools" (?), "graffiti practice security regulations" (?); trying to domesticate animals that by nature are streetwalkers. Fortunately for many and to the misfortune of millions, graffiti continues, and it will continue to be Destruction, Vandalism and it will continue to be Anonymous despite the "instatrash" culture, and all the social networks; despite the "pseudo-urban tourism", and the "graffiti tables, benches, picnics” and alike. It is not a 24-hour fashion; it is not a thing of entrepreneurs, promoters, representatives or bearers. My respect and admiration for those who think, create and talk with its faces hidden, be it for fun, security, necessity or any other motive. 58
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La fe del graffiti 1 ❒‹ Norman Mailer ›❒
E
n la estación de la línea A del metro sobre la calle 207 la entrada no oficial estaba alrededor de una cerca que daba a un acantilado que descendía hasta el río Harlem. Para franquear la cerca había que pasar por una cornisa estrecha, sobre el agua; al otro lado llegabas a los patios donde, como escribe Richard Goldstein, "los vagones están sentados como ballenas en silencio”. Podíamos escoger nuestro Behemoth —ballenas, dinosaurios, elefantes doblados en sueños. En la noche los carros están ahí sentados como bestias mecánicas poseedoras de un 1 Fragmento del texto publicado en Kurlansky, Mervyn, Jon Naar, and Norman Mailer. The Faith of Graffiti. New York: Praeger, 1974.
alma— no solo escribes tu nombre sino que traficas con el espíritu de hierro del vehículo que descansa. ¡Qué presencia! Qué conjunto de bestias de hierro durmientes bajo los corrales del patio; y los escritores de graffiti, sigilosos, con movimientos cercanos al silencio trabajando de arriba a abajo las líneas de carros. Algunos lanzándose a garabatear tags de inexperto en más de veinte carros —no hay otro momento en el que sientan más adrenalina— otros embarcándose en su primera o su centésima primera masterpiece; atreviéndose a la empresa de vivir una hora bajo esa tensión emocionante, luego de todas las horas dedicadas a esperar pacientemente (después de haber entrado al patio) que la tranquilidad volviera a instalarse en el lugar luego de la perturbación telepática que su entrada podría haber provocado. Esperando que los guardias, que patrullan las líneas de los trenes, vuelvan a su somnolencia y sean abrigados por el manto del amanecer que arropa a los vigilantes. Algunas veces los escritores de graffiti salen de sus territorios al atardecer y aun así solo comienzan a pintar hasta las dos de la mañana, escondiéndose por horas en los más seguros rincones del patio o dentro y bajo los trenes. Qué combinación más maravillosa entre lo cool y el estilo escribir tu nombre en letras gigantes que parecen estar vivas, como grandes animales, ágiles como ser62
pientes, misteriosas como los bucles de los alfabetos chinos y arábicos; y hacerlo en el calor de una noche de invierno, cuando las manos están congeladas y solo el corazón permanece caliente por el miedo. No es de extrañar que por esto los mejores escritores de graffiti, esas montañas de pesadas producciones de masterpieces como Stay High, Phase 2, Start III, se hayan ganado el respeto, o podríamos decir la gloria, por la que son reconocidos; famosos y luminosos como estrellas de rock. Es su año. No hay nada de automático en la escritura de una masterpiece en los carros del metro. “Estaba asustado”, decía Japan, “todo el tiempo mientras lo hacía estaba asustado”. Y sentado en la estación de la calle 155 con avenida St. Nicholas, mira los carros del metro mientras habla entre las olas de sonido producidas por el rugir de su paso, se ve pequeño, y sus ojos negros permanecen alertas como los de un hambriento animal que come por la noche en el jardín y no sabe en qué lugar puede estar esperándolo el dueño de la casa con su arma. Ahora, mientras Japan habla, sus ojos nunca dejan de observar la colección de nombres, jeroglíficos, símbolos, 63
estrellas, coronas, lazos, masterpieces y piezas de toys en cada carro del metro que pasa. Hay una tristeza en su actitud, ha pasado ya un largo tiempo desde la cumbre del movimiento. Ahora los carros se limpian más rápido de lo que se tarda en escribir sobre ellos, algo que era imposible un año atrás; la ciudad ha montado una campaña masiva. Antes hubo un periodo en el que parecía que el graffiti se iba a tomar el mundo, cuando un movimiento que empezó como la expresión de personas tropicales viviendo en un monótono ambiente de hierro-gris y de opacos ladrillos marrones, rodeados de asfalto, concreto y ruido, estalló biológicamente como para salvar la heredada sensualidad de su carne de la petrificación de la psique. Para salvar la pared blanca de la ciudad de su cerebro sin alimento, pintándola con árboles gigantes y bonitas plantas de un bosque tropical, y como en la selva, las plantas, ya fueran pequeñas o grandes, hablaban entre sí, viviendo en la abundancia y la armonía del bosque. Nadie escribía sobre otro nombre, nadie era obsceno –porque ello hubiera acabado con la armonía. Una comunión se tomó la ciudad, con estos nombres que crecían como plantas, hasta que cada pared institucional fija o en movimiento, cada nueva escuela moderna que lucía como recién salida de la fábrica, cada almacén de los tugurios, cada valla, cada car64
tel comercial, y cada uno de los corredores de los altos edificios de proyectos que se ven como una prisión (y todos se ven así) fueron cubiertos por un follaje de graffiti que crecía a una altura de siete a ocho pies; algunos llegaban hasta doce (en esos lugares donde valía la pena el esfuerzo pararse uno encima del otro). Ah, y si hubiera seguido, esta ciudad de insulsos horrores arquitectónicos hubiera sido completamente cubierta de pintura –los escritores se hubieran convertido en montañistas con picos para ascender por los costosos y altos apartamentos de soltero de las calles Sesenta y Setenta Este. La apariencia de Nueva York, y después del mundo, hubiera cambiado, el entrelazado de nombres y color, aquellas ondas del deseo de la inmortalidad del ego reverberando unas encima de las otras podrían haberse alzado como una inundación para cubrir las paredes de las monstruosidades, que son esos edificios tecno-arquitectónicos abstractos y vacíos del siglo veinte, donde ningún diseño jamás predominó sobre las tasas de construcción más rentables (y obligatoriamente más monótonas) implícitas en un proyecto de 10 a 20 millones de dólares. •
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∙ the
faith of graffiti 2∙
❒‹ Norman Mailer ›❒
I
n the A-train at 207 Street, the unofficial entrance was around a fence which projected out over a cliff and dropped into the water of the Harlem River. You
went out one side of that fence on a narrow ledge, out over the water, and back the other side of the fence into the yards “where the wagons,” writes Richard Goldstein, “are sitting like silent whales.”
We may pick our behemoth—whales and dinosaurs, elephants folded in sleep. At night, the walls of cars sit there like the mechanical beast of omnibus possessed of soul—you are not just writing your name but trafficking with the 2 Fragment of the text published in Kurlansky, Mervyn, Jon Naar, and Norman Mailer. The Faith of Graffiti. New York: Praeger, 1974
iron spirit of the vehicle now resting. What a presence. What a consecutive set of iron sleeping beasts down all the corrals of the yard, and the graffiti writers stealthy as the near-to-silent sound of their movements working up and down the lines of cars, some darting in to squiggle a little toy of a name on twenty cars—they nerve has no larger surge—others embarking on their first or their hundred-and-first masterpiece, daring the full enterprise of an hour of living with this tension after all the other hours of waiting (once they had come into the yard) for the telepathic disturbance of their entrance to settle, waiting for the guards patrolling the lines of track to grow somnolent and descend into the early morning pall of the watchman. Sometimes the graffiti writers would set out from their own turf at dark, yet not begin to paint until two in the morning, hiding for hours in the surest corners of the yard or in and under the trains. What a quintessential marriage of cool and style to write your name in giant separate living letters, large as animals, lithe as snakes, mysterious as Arabic and Chinese curls of alphabet, and to do it in the heat of a winter night when the hands are frozen and only the heart is hot with fear. No wonder the best of the graffiti writers, those 68
mountains of heavy masterpiece production, Stay High, Phase 2, Star III, get the respect, call it the glory, that they are known, famous and luminous as a rock star. It is their year. Nothing automatic about writing a masterpiece on a subway car. “I was scared,” said Japan, “all the time I did it.” And sitting in the station at 155th and St. Nicholas Avenue, watching the trains go by, talking between the waves of subway roaring sound, he is tiny in size, his dark eyes as alert as any small and hungry animal who eats in a garden at night and does not know where the householder with his varmint gun may be waiting. Now, as Japan speaks, his eyes never failing to miss the collection of names, hieroglyphs, symbols, stars, crowns, ribbons, masterpieces and toys on every passing car, there is a sadness in his mood. For the peak of the movement is long over. Now the cars are being cleaned faster than they are written upon, an act which was impossible a year ago, but the city has mounted a massive campaign. There was a period in the middle when it looked as if graffiti would take over the world, when a movement which began as the expression of tropical peoples living in a monotonous iron-grey and dull brown brick environment, surrounded 69
by asphalt, concrete, and clangor, had erupted biologically as though to save the sensuous flesh of their inheritance from a macadamization of the psyche, save the blank city wall of their unfed brain by painting the wall over with the giant trees and pretty plants of a tropical rain forest, and like such a jungle, every plant large and small spoke to one another, lived in the profusion and harmony of a forest. No one wrote for too little over another name, no one was obscene—for that would have smashed the harmony. A communion took place over the city in this plant growth of names until every institutional wall, fixed or moving, every modern new school which looked like brand-new factory, every old slum warehouse, every standing billboard, every huckstering poster, and the halls of every high-rise lowrent housing project which looked like a prison (and all did) were covered by a foliage of graffiti which grew seven or eight feet tall, even twelve feet high in those choice places worth the effort for one to stand on another, ah, if it had gone on, this entire city of bland architectural highrise horrors would have been covered with paint—graffiti writers might have become mountaineers with pitons for the ascent of high-rise high-cost swinger-single apartments in the East Sixties and Seventies, the look of New York and 70
afterward the world might have been transformed, and the interlapping of names and color, those wavelets of ego forever reverberating upon one another, could have risen like a flood to cover the monstrosities of abstract empty techno-architectural twentieth-century walls where no design ever predominated over the most profitable (and obligatorily most monotonous) construction ratio implicit in a ten to twenty-million-dollar bill. •
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como ni単os / like
children
Staten Island, Estados Unidos. 2013
Quiero creer ≈ D.Q.C. ≈
—Igual que Fox Mulder con su afiche colgado en la pared de la oficina… la imagen de un ovni en el cielo y abajo, sobre el bosque de pinos, el letrero de ‘I want to believe’. —Bueno, ¿y eso qué? —Pues igual que el man yo quiero creer que todo esto no es en vano, que hay algo más en las letras y el hecho de salir a pintar. Obviamente no es nada raro, nada de “actividad paranormal, el gobierno niega tener conocimiento”, pero sí es algo que estamos pasando por alto.
—Claro, al fin y al cabo es algo muy normal. Cualquiera sale con un aerosol y escribe lo que sea en la calle, eso es lo básico, pero también lo más importante. Puede ser CUALQUIERA. —No, pero ni tanto. Usted, por ejemplo, nunca lo ha hecho. Y sí, cualquiera sale una noche a experimentar, pero no todos terminan haciéndolo por años, o pasan un año entero saliendo todas las noches a poner su nombre en todo lado. —¿Y usted por qué lo siguió haciendo después de la primera vez? —Por la emoción supongo. La primera vez fue una tontada, una bombita y un tag en el suelo del parque. Aún era de día pero estaba re-emocionada. Apenas volví a mi casa, un amigo, el más ñoño del curso, me llamó y lo primero que le dije fue lo que acababa de hacer, que era lo mejor. Él obviamente no le veía nada de emocionante a eso. Luego creo que fue el juego, querer ser la mejor, ver otros nombres en la calle, lograr los trazos más delgados, etcétera, etcétera. 76
—Entonces ¿es eso? ¿La emoción de salir a pintar y la ganas de ser la mejor? —No creo. En un principio sí, pero la emoción no es constante y el juego se vuelve aburrido después de unos años. Sobre todo si uno conoce a los demás jugadores, todo se vuelve una repetición de lo mismo y una maratón de adulación vacía por internet. Supongo que cada quien tiene sus razones. Seguramente muchos ni siquiera lo han pensado, lo hacen como algo natural, igual que ir a comprar lo del desayuno, sacar el perro, jugar fútbol, hacer tags. Algunos porque encontraron un modo de hacer dinero, otros porque se creyeron una máxima, como la de “graffiti saved my life” y se convencieron de que hacerlo les da sentido a su vida. Otros por el círculo social que han creado a partir de salir a pintar, algunos, quizá, solo por conocer ciertos lugares, como caños y casas antes de que sean demolidas. Otros solo por diversión, quién sabe. —Bueno, eso ya depende de cada escritor, pero lo que queremos es saber qué es eso en lo que usted quiere creer. ¿Acaso necesita sentir que es algo útil? ¿ Justificar lo que hace? 77
—No, para nada. Eso lo tengo claro, no pienso ponerme a buscar excusas para salir a pintar. Yo sé que no voy a cambiar los problemas de nadie saliendo a las calles a pintar mi nombre o con murales bonitos, esos tampoco cambian nada. Lo mío es puro egoísmo y no me interesa hacerlo parecer algo positivo. —Lo que está diciendo es que lo importante se encuentra en la experiencia individual, pero eso de alguna manera debe tener algún impacto en la colectividad, ¿no cree? Si la gente empieza a ver los nombres, los rayones y dibujos en las paredes seguramente va a empezar a pensar cosas sobre eso, va a salir de su círculo de pensamientos sobre productividad y consumo, va a ver que hay otras cosas pasando en la ciudad. —Esa es una idea demasiado fácil y optimista. La mayoría de “la gente” que no tiene nada que ver con el tema piensa que es algo feo o que es algo lindo, que es algo de vándalos o que es algo de artistas, que es una pérdida de tiempo o que son unos muchachos muy proactivos, que es contaminación visual o que es cultura, ese tipo de cosas. Además “la gente” son muchas personas diferentes, y todos 78
están pensando un montón de cosas que pueden ser mucho más importantes que esto, la vida de cada quién es suficientemente interesante. Ahí sí tiene razón usted con lo de la experiencia individual. —Pero lo que me parece interesante es eso de manifestar su individualidad en el espacio público, compartirlo, dejar rastros por ahí. —Claro, eso es. Ahora que lo dice creo que eso fue lo que me hizo volver a apreciar el graffiti writing. En una época había perdido el sentido para mí, escribir las mismas letras una y otra vez, sentía que no me iba llevar a nada. Veía los mismos estilos en todos los nombres de la ciudad, los mismos modos de hacer las letras, era aburridísimo. Entonces veía a otros haciendo murales, personajes, ilustraciones y todo eso, y me parecía mucho más válido porque “la gente” los entendía, y por eso mismo invitaban a los artistas a hacer lo mismo en otros lugares del mundo, a mostrar sus pinturas en galerías, en eventos y demás. Ahora eso no me importa. —Y ¿cómo lo supo? ¿Qué fue lo que la hizo valorar de nuevo el writing? 79
—Hace dos años, en uno de mis viajes, conocí a un bomber1. El tipo hace parte de uno de los crews con más presencia en su ciudad. Es amigo de un amigo y me dio posada una noche en su casa. No pasó nada raro, podría decirse que él mismo es como cualquier chico obsesionado con el graffiti que vive la vida del barrio, pero parchar con él durante dos días me iluminó. Suena ridículo pero así fue. Escuchar sus historias, verlo hablar de su crew, tomar una caja de vino junto a él y sus amigos en una acera del barrio, ver el desorden de su cuarto con los cuadros que él mismo había hecho, las cosas que había recogido de la calle, conocer a su familia, salir a caminar y verlo hacer sus tags, fue solo eso. Presencié una forma madura de vivir el graffiti manteniendo su esencia, entonces entendí el valor que eso tiene en una vida como la suya, que podría ser la de cualquiera. Y todo eso se insinúa allá afuera, en los tags, las piezas y las bombas, todos son rastros de unas historias de vida. —Pero puede ser que con tanta gente haciendo lo mismo, escribiendo su nombre, se pierda el valor de esos rastros. Según lo que dice bastaría con hacer un rayón y eso sería tan 1 Se llama bomber a aquel que se destaca por hacer graffiti ilegal (bombing) de forma masiva.
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válido como el mejor de los tags para hacer público su paso por el mundo, eso lo convertiría en algo valioso. —Eso sería aburridísimo y entre tanta cosa no se notaría. A mí ya no me parece malo que cada vez haya más gente pintando, los que realmente les interesa y piensan sobre lo que están haciendo normalmente hallan un modo de hacerse notar. Para la mayoría, no todos, es importante que los rastros sean identificados por otras personas. Por eso es clave la repetición, el estilo, el retorno a los spots, la búsqueda de lugares visibles, tratar de hacerlo grande y todas esas cosas que generan unas conductas que hacen del graffiti un modo peculiar de vivir la calle. Así como un mensajero, un skater, una prostituta, un limpiavidrios o un policía, el escritor de graffiti tiene un modo de habitar. —Yo diría que además de habitar, transforma, ¿no? Por lo menos de manera visual. —Sí, podría decirse. Me gusta pensar que es como ser testigo de primera mano del tiempo. Al estar pendientes de los spots, de los tags de otros escritores, de los lugares abandonados, de los nuevos edificios, de los edificios demolidos, de los 81
nuevos puentes y todo eso, uno puede llegar a ser muy consciente de las transformaciones de una ciudad. —¿Testigo o cómplice? al fin y al cabo usted le mete la mano a lo que se ve en la ciudad. Según lo que me ha dicho usted no necesita creer en nada más que lo que ya está ahí en la calle, en eso que todos podemos ver. Y me parece muy fácil, no es ningún acto de fe. Es cuestión de ver cómo día a día aparecen nuevos tags, los borran, alguien hace una bomba y luego otro llega con un quick-piece, tal tipo se sube a un techo en la Caracas y otro pinta un cromo en el túnel de un caño y al mismo tiempo un parche renueva un muro de piezas. En fin. Ya todo está sucediendo ahí afuera, créalo. El problema es quedarse adentro. •
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∙i
want to believe ∙ ≈ D.Q.C. ≈
—Like Fox Mulder with the poster in his office… the UFO in the sky, and under it, over the pine forest the sentence ‘I want to believe’. —Well, what does it mean? —As that guy, I want to believe that all this is not in vain. That there is something else in the letters, in the action of going out to paint. Of course is not about something strange, like “paranormal activity, government denies knowledge”, but I think that we are missing something.
—Of course at the end is a normal thing. Anyone can go out with a spray can to write whatever they want on the streets, that’s the basics, but also the most important part of it. It can be ANYONE. —No. But it is not just that. You, for example, have never done it. Well, yes, anyone can go out one night to try, but not everyone keeps on doing it for years, or not everyone goes out every single night for a whole year to put his or her name everywhere in the city. —And you, why did you keep on doing it after your first time? —For the rush, I imagine. The first time was a stupidity, a small throw up and a tag in a park ground. It was daylight and I was super excited. As soon as I got back home, the nerdy guy of the school called me, the first thing I told him was what I just had done, and that it was the best. He obviously did not see the excitement of it. Afterwards I think it was the game, to be the best, to see other names on the streets, to make the thinner stroke, etc. etc.
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—Then is it that? The rush of going out to paint and to be the best at it? —I don’t think so. At the beginning, yes, it was that, but the rush comes and goes, and the game gets boring after some years. More when you already know the other players, everything becomes a repetition of the same stuff and an empty flattering marathon through Internet. I suppose that each one of us has his or her reasons. Probably many of us have not even thought about it, they do it like something natural, like going to buy groceries, or taking the dog for a walk, playing soccer, doing tags. Maybe some keep on doing it because they found a way to make money of it, others because they made of it a creed, like “graffiti saved my life” and then they convinced themselves it gives sense to their lives. Others because their social circle moves around graffiti. Some, maybe, in order to know certain places like the sewers or houses in ruins. Others just for fun, who knows. —Well, but that depends on each writer, but what we would like to know is what do you want to believe? Perhaps do
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you need to feel that you are doing something useful? Is it like you need to justify what you do? —Not at all. I have that clear, I do not believe in finding excuses to go out and paint. I know I am not changing people's problems by going out to paint my name on the streets or by doing nice murals, those do not change anything either. My reasons are pure selfish reasons and I have no interest to make it seem something positive. —What you are saying is that the important part of the matter is on the individual experience, but in some way this should have some impact in the collectivity, don’t you think? Because if people start to see the names, the scratches and drawings in the walls they are going to start to think about it. They are going to get out of their thoughts about productivity and consumption and they are going to see that there is more happening in the city. —That’s a loose and optimistic idea. Most of “people” think that they don’t have anything to do with it. They think graffiti is something ugly or something nice. That it is something made by vandals or by artists. They think that
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graffiti is a waste of time or that graffiti artists are proactive citizens. They think that graffiti is visual pollution or that it is culture, that kind of things. Moreover, “people” are different persons, all of them thinking a lot of different stuff that could be more important than this, each person's life is interesting enough. In that way you are right about the individual experience. —But what I find interesting is the possibility to display your individuality in the public space, to share it, to leave traces in the city. —Of course, that’s it. Now that you are talking about it, I think the reason that brought me back to graffiti writing was that. At some point graffiti writing didn’t make sense to me anymore, to write the same letters all over again and again, I had the feeling that doing it was not leading me anywhere. I kept seeing the same letters in the names painted all over the city, the same style, it was completely boring. Then I started to see people doing murals, drawing people, doing illustrations, and in doing so they were inviting people to see their work. I thought it was more valid to paint in that way because “people” could under87
stand it. It was the reason why those artists started to paint their stuff in different places around the world, and to show their work in galleries, shows and other places. Now I don’t care about it. —And how you knew it? What made you come back to the writing? —Two years ago in one of my trips I met a bomber. The guy is a member of one of the most representative crews at his city. He was a friend of a friend of mine and I stayed at his place. Nothing strange happened, I could say that he is like any other guy obsessed with graffiti, living in the hood, but to be with him during two days enlightened me. I know it seems silly but that’s how it was. It was to listen to his stories, seeing him talk about his crew, to drink a box of wine with him and his friends on a sidewalk. To see the mess in his room full with his paintings and things that he had picked up in the streets, to meet his family, to walk along the street with him and to watch him making tags; it was only that. I was in the presence of a mature way to live graffiti from its essence. Watch-
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ing him I understood the value of graffiti in a life like the one my friend has, a life that could be the life of anyone. The point is that what we are seeing in the streets, in the tags, the pieces, the throw ups, all of it, are traces of life stories. —But with so many people doing the same, writing their names, the value of the traces can get easily lost. According to what you had say, to make any scratch is the same as to do the best tag in order to show your presence in the world and that would be the reason why any scratch could be something valuable. —I think that what you are saying can be very boring. A simple scratch may be lost among so many things. For me it is not bad anymore that there are more and more people painting. I think that the ones who are really interested in their work usually find the way to make it relevant. For most of graffiti writers, not for all, it is important to make identifiable traces. That’s the reason behind repetition, behind a style and why to paint in the same spots matters. The search for visible places, the effort to make the biggest graffiti possible, and all those
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quests engender certain behaviors, that is what makes graffiti a quirky way to live the streets. It is the same with a delivery boy, a skater, a prostitute, a window cleaner or a cop. The graffiti writer has a certain way to inhabit the city. —I would say that beyond having a unique way to inhabit the city they transform it, don’t you think? At least in a visual way. —Yes you could say that. I like to think of graffiti artists as first hand witnesses of time. When we are looking for spots, for other writers’ tags, when we are looking for abandoned places, for new buildings or demolished buildings, for new bridges and all that, we create a new conscience about the transformations that are taking place in the city. —Witness or accomplice? Because at the end you are part of what we see in the city. According to what you have said you don’t need to believe in nothing beyond what is out there, in the streets, which we all can see. I think that’s very easy, it is not an act of faith. It is only to see every day the new tags in the streets, and how they are being erased. And how someone comes to do a throw up 90
and then another makes a quick piece. Or maybe to see a guy climbing a roof in the Caracas Avenue, and other one painting a chrome in a sewer meanwhile a crew goes over a wall full of pieces. Believe it, the truth is out there. The problem is to stay inside. •
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Graffiti ))◆ Tomás Nomás ◆((
Rayé en las paredes, los postes y camiones Rayé en la propaganda de políticos mamones Y en todos los anuncios, los espectaculares Rayé en todas las discos y en los centros comerciales
I tagged on the walls, streetlights and trucks I tagged on suckers politicians propaganda On all the ads and billboards too I tagged on all the clubs and the malls
Y cuando me torcieron estuve adentro un rato Y no fue por ratero ni tampoco por skato Salí tan enchilado por culpa de esos perros Y fue cuando me dije voy a ser grafitero
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And when I was cheated I stayed in jail for a while And it wasn’t for being a thieve or a skater I came out so fucking mad because of those dogs And it was then when I said to myself I’m gonna be a graffiti writer
Y no soy dark ni soy ponketo Me late el aerosol y eso es a lo que le meto Y no soy punk ni soy darketo A mí me late el rap y también soy patineto
And I’m not a darkie or a punkie The spray paint beats on me and that’s what I dig in And I’m not a darkie or a punkie I dig rap and I’m a roller too
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Yo ya pinté el palacio del legislativo Ahí están los de mi cru Ellos son un fiel testigo Oyendo a Cypress Hill y al master ceremonia
I’ve already painted the justice palace These are my crew mates They are the true witnesses Listening to Cypress Hill and the MC
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Ando pintando chido por todita mi colonia Ya me volví adicto pero a la adrenalina Pintando yo me olvido que mantengo a la familia La barda prohibida siempre será mi reto Mi tag en un avión y un graffiti allá en el metro •
I go around painting nice stuff in my whole neighborhood I’ve already became addicted to adrenaline When I paint I forget that I maintain my family The forbidden wall will always be my challenge My tag in an airplane and a graffiti on the subway train •
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Por amor a la colectividad ☐˚◆ Cazdos ◆˚☐
A
ún recuerdo cuando leí en fotocopias Getting Up de Craig Castleman, traducido al español al igual que Los graffiti por Pilar Vázquez en 1987 para la editorial Hermann Blume de España, y que por alguna extraña razón está en los intersticios de la Biblioteca Luis Ángel Arango junto a una copia de la primera edición del SubWay Art (1984) de Martha Cooper y Henry Chalfant, ya deshecha por los saqueos constantes de los grafiteros que se robaban cada una de sus paginas para guardarlas en sus archivos personales como un gran tesoro. Esa entrevista de
Lee Quiñones para Castleman fue reveladora, me mostró que a esto que unos le llaman graffiti y otros más especializados le llaman writing lo alimentan dos cosas: el amor y el trabajo en equipo. Trece años después de haberme apasionado por escribir en la calle reafirmo esto, pues no he conocido personas más llenas de amor que quienes hacen graffiti en las calles de su ciudad: por un lado la pasión del graffiti es motivada por el hacer acciones estéticas en el espacio público, por imponer una marca arbitrariamente en la calle. Pero la motivación más fuerte viene del amor, del enamoramiento, del coqueteo, del cortejo y toda la pasión en la que desemboca. CornBread empezó a escribir su apodo en 1965 para llamar la atención de una mujer. Después se volvió un escritor de tiempo completo, pero su motor fue buscar el amor escribiendo sobre la ruta del bus que dicha mujer tomaba todos los días. Recuerdo esa película de amor llamada Wildstyle (1983) dirigida por Charlie Ahearn y narrada desde el popular South Bronx, que mostraba el conflicto entre la vida personal y el arte que practicaban ZORO (Lee Quiñones) y su pareja Rose (Lady Pink). Este amor, sumado a la determinación 98
colectiva que se respira en términos de competencia, compañía, colaboración y traición en el documental Style Wars (1983) de Tony Silver y Henry Chalfant, han conmovido e inspirado a miles de personas en el mundo a salir y escribir un nombre con estilo en las calles. En el ir y venir en medio del transito de Bogotá, los escritores de graffiti han creado una secta de la que hice parte por casualidad. Un día acompañando a mi hermana y a su novio, vi que él hizo un throw up en un puente peatonal de la calle 127. Esa acción reveladora me impulsó a meterme de lleno a escribir una abreviatura de mi apellido por muchas partes de una ciudad, de las ciudades y no ciudades también. Cuando llegué al graffiti, también como hoy, había rumores de amor: quién era novio de quién, quién tapaba a quién por haberle quitado el amor. Entonces, en medio de los nombres, piezas, throw ups, tags, blockbusters y un sinfín de estilos mixtos que aún no tienen nombre y que jamás han tenido definición, empecé a leer dedicatorias en los graffiti como señal de aprecio y profundo reconocimiento del valor que algunas personas tienen para el que escribe. Me refiero a dedicatorias a personas queridas, a los parches, a las familias, a las mascotas, a las bandas, a los crews. Cada prop o shout out es un amor, cada 99
roll call es una guía para decifrar el mapa que crea el graffiti: con quién estaba y con quién no, con quién andaba, cuándo y para quién hizo el graffiti, qué tiempo tuvo y otro montón de claves que ese grafitero dispuso en una pared para contribuir a la lectura de la ciudad. Un día hablando con Stinkfish y Yurika casualmente coincidimos en sentirnos afortunados, nosotros y otros tantos, al haber vivido diferentes momentos del graffiti desde que éramos unos niños en busca de fama. Los tiempos de ROS, TAB29, Team45, Aeropiratas, Rayoleros; GPClan, Rodrigo, Espanto, Some, Deen y otros más que se me escapan. Pasando por la creación de los primeros eventos en busca de la formación de públicos, unión entre pares, circulación de ideas, saberes, técnicas y modos de abordar la calle. Fue una época en la que se empezó a hablar de street art y writing, de bombardeos e intervenciones. Eran las épocas de Usme29, Ciudad In-visible, Escritores Urbanos, Desfase, Objetivo Fanzine, los parches en Piso3, las reuniones en Maloka, los parches en Enlace; los stencils en la nacional, de aerosoles Aerocolor, Abro, Terinsa, rotuladores Posterman, las bombas de los INK (Ospen, Dexs), FxC, los MOTS (que también hicieron una familia más grande que se llamaba los 100
Bazuko), los DST hoy TZO, La Horda SA, OKC, NOW, los principios de MDC; los patos de Loke en Teusaquillo o Reus en Roma, entre otros. Esa bola de nieve trajo el comercio, la creación de eventos con fines comerciales, la incursión de la publicidad, los negocios derivados del graffiti como la importación de los aerosoles europeos Montana Colors, Belton Molotow, Montana Cans, y los marcadores OTR, Krink, Grog, así como la creación de marcas locales como Xylence de Ecks o TintaAlma de Saks; además de un sinfín de apuestas en la industria textil que han seguido los pasos de marcas de ropa como HTM. Sin dejar pasar el surgimiento de las pinturas chinas y sus derivados que han llevado el graffiti de Bogotá a una popularización inimaginable, que se mantiene por el amor que forman muchas familias serias como WFK, VAC, AEC42, VSK, S2C, MAK, GSC, TSK, VGS, APC, DMS, KAC, DLT, LMC, LNI o KAV, que se apoyan y se cuidan la espalda al subirse a un techo, al vinilear una reja, al hacer un gran muro, o al pasear por la avenida rompiéndola con tags, stickers o con cualquier cosa. Por el amor que muchos tienen al internet, por las groupies, por el amor a mantener ese graffiti propio anónimo, caleto, incorruptible, imparable. 101
El capitalismo impulsa la idea de la competencia, la defensa y el usufructo de la propiedad privada, del escalonamiento sin escrúpulos y en solitario hacia una cima que está definida por relaciones verticales de poder, y valoraciones salariales y mercantiles mediadas por el dinero. Marx define el dinero como un equivalente general: el dinero es lo que equivale a cualquier otra cosa. Esta pasión por conseguir dinero ha hecho del mundo y de todo lo que ocurre en él una ficción que ha producido terribles pensamientos en la vida diaria de la gente, como la noción de que no se puede hacer nada si no hay dinero o que nada se genera si no lo produce el dinero. Ficciones que se traducen en la ambición infinita por el dinero, el poder y los objetos. Ciertamente el graffiti necesita del dinero para llevar a cabo un gran número de operaciones entre los grafiteros y la ciudad. Sin embargo, el quehacer de un escritor de graffiti tiene como fin generar marcas propias en la ciudad, posibles gracias a una serie de esfuerzos y transacciones -inclusive rackeando1- y en donde, por supuesto, el dinero es un agente importante pero solo como medio. 1 Este término es un anglicismo que se refiere a la acción de robar pinturas o cualquier tipo de material para hacer graffiti.
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La comunidad del graffiti como multitud y fenómeno mundial ha cambiado la ficción que ha impuesto el capitalismo sobre el dinero. Existen retos más apasionantes e infinitos que obtener dinero, como ser el dueño de una ciudad, el rey de un barrio o una avenida; querer marcar con un nombre el mundo entero, apropiarse de algunos lugares, muros, techos, vehículos y hasta ser propietario de modelos de trenes alrededor del mundo. Estos cambios y nuevas ambiciones han construido en los últimos diez años una nueva Bogotá, en la que todos los días aparecen y desaparecen nombres escritos en sus rincones, en la que los manchones construyen movimientos, estilos y una transformación pictórica contundente. La definición de 'multitud' de Antonio Negri como una reunión de singularidades es muy acertada para definir el writing Bogotano. No tanto como una escena o movimiento, sino como una multitud que se sostiene en esa incubadora de conocimiento llamada ciudad, por medio de relaciones horizontales donde la colectividad y la colaboración son fundamentales para la construcción de una nueva arquitectura
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sobre la arquitectura. Una multitud en donde el Copyright no llega pero el Copyleft también cojea. En este sistema, el intercambio se da por el respeto y no por el dinero como en el neoliberalismo. Esta multitud ha escapado de cualquier aprehensión, no se deja moldear por nadie, junta personas profundamente creyentes con personas profundamente agnósticas, junta alcohólicos y straight edge, constructores y destructores de la ciudad; buenas y malas personas, cabrones y no tan cabrones que están unidos en la ficción de una disciplina que no existe, de un oficio que aún no ha sido descubierto y que los hace soñar con carreras, fama, logros y reconocimiento mundial. El amor es el medio que permite y da fuerza para sostener la persistencia de levantarse día a día a pensar en graffiti, a construir amigos en torno a objetivos claros para ser pintados en la ciudad, a crear conflictos tenazmente pasionales. El amor es la fuente de confianza para cuidar la libertad de un amigo, para generar movimiento eterno en el tiempo, infinito y anárquico, que hace que la idea romántica de un mundo sin fronteras sea posible marca tras marca, ciudad tras ciudad. • 104
∙ for
the love to the collective ∙ ☐˚◆ Cazdos ◆˚☐
I
still remember when I read Craig Castleman’s Getting Up in photocopies, translated, like Los Graffiti, by Pilar Vázquez in 1987 for Herman Blume press
of Spain. For some strange reason this book is in the interstices of the Luis Ángel Arango Library together with a copy of a first edition of Martha Cooper and Henry Chalfant’s SubWay Art (1984). A copy shattered by the constant lootings of graffiti writers that stole one by one its pages to save them in their private archives as a great treasure. The interview that Castleman did to Lee Quiñones and that appeared published in the book was a revelation for me. It showed me that the thing that some
people call graffiti, and others more specialized call writing, feeds on two things: love and teamwork. Thirteen years after I started to be passionate for writing on the streets I reassert that. I haven’t met people more full of love as those who do graffiti in the streets of their cities: In a way, the passion for graffiti is motivated by the production of aesthetic actions in the public space, by the arbitrary imposition of a mark in the public space. But the strongest motivation comes from love, from falling in love, from flirting, from courtship and all the passion that comes with it. CornBread started to write his name in 1965, he wanted to gain the attention of a woman. After that he became a fulltime writer, but the engine that first drove him to graffiti was love: he wrote his name all over the bus line frequented by the woman he loved. Also, I remember that romantic movie, Wildstyle (1983) directed by Charles Ahearn. The story takes place in the popular South Bronx, and depicts the conflict between the personal life and the art that ZORO (Lee Quiùones) and his significant other, Rose (Lady Pink), practiced. That kind of love, summed 106
with the collective determination you can breath in terms of completion, company, collaboration and treason in the documentary Style Wars (1983) directed by Tony Silver and Henry Chalfant, moved and inspired thousands of people around the world to go out to write their names with style on the streets. In the coming and going, in the middle of Bogota’s transit, the graffiti writers have developed a cult of which I am part by chance. One day, walking with my sister and her boyfriend, I saw him doing a throw up over a pedestrian bridge in the 127th Street. That action was a revelation to me, and it drove me to immerse myself into writing a short part of my last name in many places of a city, of many cities and also in no-cities. When I started to paint there were love rumors as today there are love rumors: who was dating whom, who painted over whose graffiti because that person stole his or her love, etc. Then, in the middle of names, pieces, throw ups, tags, blockbusters and an endless mix of styles without name that never have been defined, I started to read dedications in the graffiti as a signal of appreciation and deep recognition the graffiti writer has for some people. I am talk107
ing about the dedications to loved ones, to the fellas, to the families, to the pets, to the music bands and crews. Each prop or shout out is one love; every roll call is a guide to decipher the map that graffiti represents: who was painting with the writer and who wasn’t, when and for whom the graffiti was made, how long did it take to do it; and other number of signals that the graffiti writer could have left on the wall to contribute with the reading of the city. One day talking with Stinkfish and Yurika, we casually coincided on how lucky we were having the chance to live so many different moments in the graffiti. Starting from the times when we were just kids in the search of fame; those were the times of ROS, TAB29, Team45, Aeropiratas, Rayoleros, GPClan, Rodrigo, Espanto, Some, Deen and others that I don’t remember right now. Going through the making of the first graffiti events to form audiences, and to promote bonding between pairs, and the circulation of ideas, techniques, knowledges and ways to approach the street.
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It was a time in which we started to hear terms like street art and writing, a time of bombing and interventions. It was the period of Usme29, Ciudad In-visible, Escritores Urbanos, Desfase, Objetivo Fanzine, the gatherings in Piso3, the meetings in Maloka, the crews at Enlace, the stencils at National University. It was the time of spray cans as Aerocolor, Abro, Terinsa, and markers such as Posterman. It was the time of the bombs by INK (Ospen, Dexs), FXC, the MOTS (which also had a bigger family called los Bazuko), the DST today TZO, La Horda SA; OKC, NOW, the beginning of MDC, the ducks of Loke in Teusaquillo or Reuz in Roma, among others. This snowball of graffiti brought with it the commerce, the creation of events with commercial aims, the use of graffiti in advertisement; the graffiti business as the European spray can importation like Montana Colors, Belton Molotow, Montana Cans, and the markers OTR, Krink, Grog; the development of local brands as Xylence by Ecks or Tinta Alma by Saks; and an endless stream of bets on the
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textile industry, following the steps of clothing brands as HTM. Here we find also the appearance of Chinese brands of sprays and other products, which had lead to an unimaginable popularization of graffiti that is supported by the love that many well-established families share for it, as WFK, VAC, AEC42, VSK, S2C, MAK, GSC, TSK, VGS, APC, DMS, KAC, DLT, LMC, LNI o KAV. Families that support each other, and take care of each other’s back when someone is climbing to a roof, or painting a fence with latex, or doing a big wall, or walking through an avenue tagging, putting stickers or doing anything else. It is for the love that many have for Internet, for the groupies, for the love to keep our own graffiti anonymous, hidden, incorruptible and unstoppable. Capitalism boosts the idea of competition, the defense and usufruct of private property, the unscrupulous and lone climb to a top made by vertical power relations based on wages and a market power always mediated by money. Marx defines money as a general equivalent: money is something that can become equivalent to anything. This passion for money has made of the world and of all what happens in it a fiction that produces terrible thoughts 110
in everyday people lives; thoughts as, you cannot do anything if you don’t have money, or that you cannot produce anything if it is not produced by money. Those fictions are translated in an infinite ambition for money, power and objects. Certainly graffiti needs money to produce diverse operations in the city. Notwithstanding, the practice of a graffiti writer has at its end to generate his own marks in the city; those marks are made through a series of efforts and transactions –even by racking– and where money has an important role, but money its only a means to an end. The graffiti community as a multitude and as a phenomenon has changed the fiction that capitalism has imposed about money. In graffiti there are challenges more exciting and endless beyond having money; as to be the owner of a city, the king of a neighborhood or of an avenue; to mark with your name the whole world, to appropriate some spots, walls, high roofs, cars or to be the owner of train models around the world. Those are the changes and the new ambitions that have built in the last 10 years a new Bogotá, in which every new day appear and disappear names written in its corners, in which 111
the stains build movements, styles and a pictorial transformation of the city. Antonio Negri’s definition of multitude as a gathering of particularities is very appropriate to define Bogota’s graffiti: it's not a scene or a movement, but a multitude that holds that incubator of knowledge known as the city; where collective and collaboration are fundamental pieces to the building of the new architecture on architecture. A multitude in which Copyright hasn’t reached, and where the Copyleft also fails. In this system the interchange is given by respect and not by money as in neoliberalism. This multitude has escaped any apprehension; they are not part of any mold, and it gathers faithful people with agnostics, alcoholics and straight edge, constructors and destructors of the city; good and bad people, assholes and not-so-assholes together, practicing a discipline that doesn’t exists, a craft that hasn’t been discovered yet and that makes them dream with careers, fame, achievements and global recognition. Love is the medium that provides the strength to bear waking up every day to think on
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graffiti, to make new friends around clear objectives to paint in the city, or to support deep passion conflicts. Love is the source that gives you the confidence to take care of your friend’s freedom; or to generate an eternal and anarchic movement that makes possible the romantic idea of a world without borders with every new mark in every new city. •
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en un parque de diversiones / at
the amusement park
Bernau bei Berlin, Alemania. 2014
Colores para siempre 1 ◊◊ ∙ Saber∙ ◊◊
A
sí hayan tratado de removerlos, de pintar encima, se nota que los colores aún están ahí; los colores son para siempre. Incluso si están enterrados bajo el beige. Eso es lo que esta impresión representa para mí, el conflicto entre ser un artista, poner todo allá afuera y alcanzar la longevidad contra esta máquina que básicamente trabaja poniendo todo lo que puede en tu contra. Para mí eso es lo que da cuenta del movimiento en sí, es lo que muestra el aspecto transitorio de nuestra cultura. Nues-
1Fragmentos de una entrevista publicada en 1xRUN, títulada Saber discute la guerra entre el graffiti y la limpieza en el lanzamiento de su impresión Colores Para Siempre. La entrevista fue realizada en Junio del 2014 por el editor de 1xRUN Pietro C. Truba. http://1xrun.com/runs/Colores_Para_Siempre_-_Standard_Edition
tro trabajo como artistas es crear algún tipo de longevidad, que se den cuenta de nosotros, está en nuestros huesos que nuestro arte siga vivo. ----Se podría decir que en promedio 5.000 personas pintaron esa pared… en el medio de la puta nada. Esas son muchas personas diciendo algo. Esas son demsiadas veces para ser tapado. La pared ha sido tapada las veces suficientes para que esa mierda se haya acumulado y haya comenzado a desmoronarse. Entonces, si piensas en ese proceso, en quién lo lleva a cabo, de dónde viene el dinero para hacerlo, te das cuenta de que estamos jugando un juego putamente más grande. ----El graffiti es un organismo. La ciudad es un organismo. No solo este rancio y estructurado laberinto de concreto con leyes y luces de tráfico, y etc, etc, etc. Hay una historia más profunda que está teniendo lugar; las vidas de las personas, las historias que han creado, los indigentes que viven dentro de esos lugares, lo que sea, las casas que fueron derribadas, las abuelas que perdieron sus hogares, el famoso folklore del barrio que sigue moviéndose, estos tipos locos y todas las 118
mierdas que pasaron. Hay un aspecto más humanístico de la ciudad y nosotros somos quienes estamos realmente interesados en el arte de ello, el aspecto visual de ese humanismo. Nosotros somos los que lo ponemos ahí afuera, haciendo que la ciudad reaccione a ello. No digo esto como alguien extraño a lo que se está haciendo, hay un movimiento muy amplio, sino como un observador que ha tenido suficiente tiempo –un espacio de 20 años- para ver los cambios, para ver un patrón en el graffiti y cómo ha evolucionado; es así que te das cuenta de que ese patrón se ha traducido en todas partes. Este movimiento, en el que hemos participado ha obligado a ciudades y leyes a lo largo de todo el maldito planeta a encontrar una forma de combatirlo. Entonces, al darte cuenta de esto, tienes que pensar que hemos empoderado en grande al gobierno sin darnos cuenta. Hemos empoderado al mismo diablo, y ahora hay toda una industria, una industria dedicada a remover el graffiti. ----Somos simplemente artistas pintando en cosas al azar, tratando de contar nuestras pequeñas historias y esperando no terminar heridos o en la cárcel por pintar nuestro nombre en una simple pared en el medio de la puta nada. 119
Es casi como si estuviéramos en una máquina para correr y entre más corremos, más dinero generamos para esos idiotas. Entonces pienso: mierda nos metimos en el medio y terminamos implementando toda una industria de mierda cuyo único propósito es no participar del arte, no ayudar al arte, no financiar el arte, no ayudar a que el arte se perpetúe; cuyo propósito de mierda es destruirlo. No es de extrañar que sea tan difícil ahí afuera. No es de extrañar que la mitad de nuestra generación fue a la jodida cárcel. No es de extrañar que todos sean arrestados por alguna clase de cargo relacionado con posesión de drogas alrededor del maldito planeta en este momento. ----Estudié el arte de pintar con una lata de spray. Estudié cada maldita cosa. Estaba absolutamente obsesionado con el arte de pintar con spray y el arte que pintaban en los metros. Estaba obsesionado con el aspecto que cobraba el estilo. Tuve la idea de comenzar a pintar gracias a una sección de Spray Can Art donde hablaban del acercamiento biográfico del escritor de graffiti a partir de las flechas en las piezas. Las flechas señalando las palabras, el aspecto filosófico de las flechas, eso me dejó alucinando. La idea esotérica de que se 120
puede jugar con símbolos e ideas, que hay cosas que se pueden hacer más allá de solo una pieza cool. Que así se pueden crear ideas y darle poder a la pieza. ----Hay todo un aspecto psicológico en el pintar, y eso lo vuelve todo muy extraño, especialmente cuando más se profundiza en el trabajo. Es ahí cuando te metes dentro de algo verdaderamente peculiar, obsesivo compulsivo, una mierda maniática que te lleva hacia abajo. Es al mismo tiempo divertido, interesante, miedoso. Especialmente cuanto más viejo te vuelves y todavía sigues haciendo esta mierda; de repente se vuelve un poco raro. Es interesante. ----Ahora el 'street art'es la siguiente moda, lo cool, maravilloso, ahora todos podemos montarnos a ese tren. Mierda, dejemos que el mundo se abra a esa idea y nos vea a nosotros en el fondo. Mierda, te diré ahora, tenemos una historia muy interesante que contar, una parte de mí desea que nadie sepa todavía nada acerca de ella. Una parte de mí quiere que esa historia solo sea sobre nosotros. Una parte de mí desea que la dejemos solo para nosotros. Pero al final del día esto es lo que 121
pasa, lo pusimos ahí afuera; ese es nuestro lado de la moneda, tratando de guardar algo en vez de mostrarlo al público, pero el público tiene una idea de ello. La ironía sigue siendo que hacer tags es feo pero el papel y los stencils son aceptables. Si te cogen haciendo tags te pueden imputar algunos cargos por cometer un delito, pero si usas papel es posible que te dejen ir. A mí no me gusta eso, yo no quiero ver niños yendo a la cárcel por esta mierda. Eso me molesta. Yo creo que si eres un hijo de puta maníaco que está haciendo vainas retorcidas, siendo un loco de mierda, sabes en lo que te estás metiendo, sabes el precio que hay que pagar. A ese nivel te das cuenta que hay mucho más que solo ir a la cárcel, y creo que cuando se pasa de ese nivel ya no importa si se va a la cárcel o no. Pero esos son momentos que se viven, depende de la misión. ----Quiero que el graffiti sea recordado como algo especial para la longevidad del arte en sí mismo, contribuyendo al diálogo. Ese es mi mayor objetivo. Quiero cerciorarme de que la gente entienda sobre el wild style. Sé que las personas entienden sobre abstracción, entienden que somos parte de una nueva ola que está, al mismo tiempo, conectada a algo 122
que viene del pasado; y quiero que entiendan que somos una capa de esa abstracción. Quiero entender que hay algo fuera de los trabajos predominantemente figurativos que son muy populares en este momento. •
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∙ colors
forever 1∙
◊◊ ∙ Saber∙ ◊◊
I
t shows that despite the fact that they tried to remove it, they tried to buff it, that the colors are still there, the colors are forever. Even if they are
buried under the beige. To me that’s what this print repre-
sents, that conflict between being an artist, putting everything out there and having longevity versus this machine that’s basically working to pit everything that it can against you. So to me that sums of the whole movement in itself. It 1 Fragments of an 1xRUN Interview entitled Saber Discusses The War Between Graffiti And Buff In His Debut Print RUN Colores Para Siempre. Saber was interviewed in June of 2014 by 1xRUN editor Pietro C. Truba. http://1xrun.com/runs/Colores_ Para_Siempre_-_Standard_Edition
sums up the whole impermanence aspect of this culture that we have. As artists it’s our job to create some kind of longevity and be noticed, it’s in our bones to have your art live on. ----You say on average there could have been 5,000 fucking people that wrote on that wall…in the middle of fucking nowhere. That’s a lot of people saying something. That’s a lot of times for that to be suppressed. It’s been buffed enough times for that shit to pile up and start to crumble off. So if you think about that process, who is implementing that process? Where is the money coming for that process? You realize that we’re playing a much bigger fucking game. ----Graffiti is an organism. The city is an organism. Not just this stale, structured concrete maze that has laws and stoplights and blah blah blah. There’s a deeper story that’s going on. It’s peoples lives. The stories that have been created. The homeless people that live inside of those places. Whatever the fuck it is. The houses got 126
torn down. The grandmothers who lost their homes. The famous neighborhood folklore that goes down, these crazy dudes and the crazy shit that happened. There’s a more humanistic aspect to the city and we’re the ones who are really into the art of it, the visual aspect of it. Putting it out there. Having the city react to it. I’m not saying that as an outsider doing it, there’s a broader movement to it, but just as an observer and having enough time — a 20 year span – to see enough change to see a pattern of graffiti and how these things evolve, you realize that this pattern translates everywhere else as well. So you say this movement that we have participated in this has forced cites and laws across the fucking planet to find a way to combat it. Then you have to think to yourself that we have empowered big government without realizing it. We have empowered the devil himself. Now there’s an entire industry. There’s a graffiti removal industry. ----We’re just artists, randomly spraying on things, trying to tell our little stories and hopefully not getting hurt or go to jail by spray painting our little name on a little fucking 127
wall in the middle of fucking nowhere. It’s almost like we’re on a treadmill and the faster we run on it, the more it’s generating money for these idiots. So I’m thinking to myself, holy shit, we just side busted ourselves and implemented an entire fucking industry who’s sole purpose is not to engage art. Not to help art. Not to fund art. Not to perpetuate art. Just to fucking destroy it. Fuck no wonder it’s so hard out there. No wonder half of our generation went to fucking jail. No wonder everyone is getting arrested for some kind of drug charge everywhere across the fucking globe at this point. ----I studied spray can art. I studied the fuck out of it. I was absolutely obsessed with spray can art and subway art. I was obsessed with the style aspect of it. Early on I got the idea from a little section in Spray Can Art where it’s talking about the Graffiti writer Bio’s approach to arrows in a piece. There’s arrows pointing words, the philosophy aspect of the arrows. That blew my fucking mind. The esoteric idea that you can play with symbols and ideas, that there are things you can do behind instead of just 128
doing cool piece, you can create ideas and give the piece power. ----There’s a whole psychological aspect to painting, that gets real weird, especially the deeper you go. You get into some real quirky, obsessive compulsive, manic shit that goes down. It’s kinda fun, kinda interesting and kinda scary, all at the same time. Especially as you get older and you’re still doing this shit. All of the sudden it gets a little weird. It’s interesting. ----Now ‘street art’ is the next fucking thing, fucking cool, great, we can ride that train. Fuck it, let the world open up to this idea and then see us in the background. Fuck. I’ll tell you right now we have a real interesting story to tell. A part of me wishes that nobody knew about it still. A part of me wishes it was something that was all about us. A part of me wishes we had kept it to ourselves. But at the end of the day that’s what happened. We put it out there. That’s the side of the coin of us trying to 129
keep something instead of putting it out into the public, but the public has an idea about it. The irony still is that tagging is ugly but paper and stencils are more acceptable. If you’re catching some tags you might get a felony charge, but if you’re using paper they might let it go. I don’t really like that. I don’t want kids going to jail for this shit. That bothers me. I think if you’re a maniac mother fucker and you’re doing gnarly shit and being a crazy fuck, you know what you’re getting into. You know the price that you pay. At that level you realize there’s a lot more than going to jail. I think once you hit that level you’re well past caring if you’re going to go to jail for doing it. But those are moments you live in. It depends on the mission. ----I want graffiti art to be remembered as something that is special to the longevity of art in itself by contributing to the dialog. That’s my broader reach. I want to make sure people understand about wild style. They understand about abstraction. They understand that we’re part of a
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new wave that is also connected to some old. But we’re a layer of this abstraction. I want to understand that there’s something outside of the predominantly figurative work that’s very popular at the moment. •
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Un bosquejo:visiones del graffiti en Bogotá ∞∕∕◆ Laura P. Casas ◆∕∕∞
La vida se extingue allí donde existe el empeño de borrar las diferencias y las particularidades por la vía de la violencia. -Vasili Grossman, Vida y destino
D
esde el 2001 el graffiti ha invadido Bogotá, la capital de Colombia. artistas urbanos, o grafiteros, como muchos de ellos se hacen llamar, han pintado miles de paredes en la ciudad. Desde entonces el graffiti ha ido construyendo una cultura visual particular al intervenir en el paisaje urbano. Durante los últimos años el graffiti se ha relacionado y ha sido influenciado cada vez más por el mercado
y el gobierno de la ciudad. A pesar de esta circunstancia, hay algunas cualidades del graffiti que le dan a la ciudadanía y a los artistas de graffiti la posibilidad de aprehender y entender la ciudad y el trabajo artístico de múltiples maneras, que van más allá de los estáticos significados dados por el mercado y el estado. Por esta razón el graffiti se vuelve una herramienta que permite la posibilidad de participar activamente en cómo la ciudad es imaginada y físicamente intervenida. Esta posibilidad es muy importante hoy en día, cuando el impacto de la globalización afecta cada vez más la manera en la que construimos significados locales para nuestras ciudades y nuestra vida en ellas. Por lo tanto, el objetivo de este texto es hacer un bosquejo de algunas de las formas en las que el graffiti se relaciona con la ciudad. Las ciudades latinoamericanas, Bogotá entre ellas, están siendo cada vez más configuradas desde múltiples puntos de vista que incluyen perspectivas locales y globales en constante choque y negociación. Esta situación tiene un efecto particular en la forma en que le damos significado a la ciudad, ya que como Beatriz Jaguaribe argumenta: “Las ciudades
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han ganado relevancia fuera del marco del estado-nación, y se han convertido, más que nunca, en arenas creativas de nuevos estilos de vida, agendas políticas, innovaciones técnicas y culturales, y formas de consumo. Aun así, su creciente complejidad ha desatado una crisis de representación”.1 A partir del proceso creativo de hacer graffiti por medio de la apropiación y el constante rediseño visual del espacio público, los artistas de graffiti han generado diversas alternativas para dar significado a la ciudad y relacionarse con ella. Así mismo, el graffiti también produce relaciones particulares entre los artistas y las esferas de poder que hacen parte del entorno urbano, como el gobierno de la ciudad y el mundo del arte. Por lo tanto, el graffiti no solo es un medio de comunicación o la respuesta de unos pocos a la inequidad, la sobrepoblación, la violencia, la burocracia arquitectónica, la indiferencia y todos los problemas que una metrópolis como Bogotá puede tener. El graffiti es también una forma de intervenir la ciudad desde una consciencia particular. Así mismo, el graffiti nos permite leer los significados en pugna 1 Jaguaribe, Beatriz, “The Shock of the Real: Realistic Aesthetics in the Media and the Urban Experience,” Space and Culture 68 (2005): 8: 66.
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que dan sentido a la vida en la ciudad: las diversas texturas que recubren el mundo urbano. Hay muchas personas pintando en las calles, pero entre ellas llamaré artistas de graffiti a aquellos que pintan en las calles de manera regular y por sí mismos, no en representación de una ideología política o un club de fútbol. Mientras algunos académicos como Waclawek and Gottlieb, diferencian el graffiti del street art, en este texto todos los métodos de pintar que aparecen serán llamados graffiti. La primera razón por la cual se ha tomado esta decisión es porque las dos prácticas (street art y graffiti writing) comparten preguntas estéticas relacionadas con el medio (la pared, las vallas, los elementos de la calles, etc.), los materiales (pintura en aerosol, vinilos, esténcil, etc.), y su visibilidad, entre otros. Segundo, los mismos artistas no creen que esas distinciones sean importantes o significativas, ya que los límites creados por definiciones como street art, graffiti writing, etc. son ambiguos en muchos casos. Stinkfish dice al respecto: “Prefiero hablar solo desde la idea de graffiti, street art es un término difuso y prefabricado.”2 2 Stinkfish, Entrevista por la autora. Septiembre, 2013.
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Entender el graffiti y su relación con la ciudad no es un proceso lineal. El graffiti no es una institución sino una práctica que cambia constantemente. Una práctica que es en sí misma subversiva, revolucionaria o contracultural. El graffiti está prohibido, va en contra de la ley y lo establecido, y todos los artistas de graffiti son conscientes de esta realidad; de hecho, la mayoría de ellos son artistas no a pesar de la ilegalidad del graffiti sino por eso mismo. Entonces podemos decir que el acto de hacer graffiti es una acción política consciente, como afirma Stinkfish: El graffiti muestra el mundo que falla. Muestra una sociedad llena de leyes injustas que ni siquiera logran detener a quien quiere trabajar en las calles. Las ciudades están pintadas de arriba a bajo con graffiti porque la oposición es necesaria. El graffiti no va a salvar el mundo, pero al menos si yo salgo y entiendo que mis ideas no pertenecen a nadie más, yo hago lo mío.3
3 Stinkfish. Entrevista por Matthew J. Traducción de la autora. Bombing Science. Noviembre, 2012
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La calle, la ‘pared blanca’, el ‘espacio vacío’ es el lugar del graffiti. Eso hace que el graffiti sea un elemento visible a todos aquellos que están observando. El graffiti es efímero, instantáneo y, al igual que nuestras realidades modernas, cambia constantemente. El graffiti no es una gran narrativa y tampoco posee una ideología absoluta. El único propósito de los artistas de graffiti es hacer qu el graffiti exista al pintar las paredes de la ciudad, pero el impacto de esta idea es múltiple. Para entender la importancia del graffiti en Bogotá tenemos que mirar el contexto político y social de la ciudad. Walter Benjamin analiza la ciudad como el lugar de las mercancías y el consumo.4 Esto nunca ha sido más cierto que en el presente, donde un mercado globalizado está expandiendo sus tentáculos tan lejos como le es posible. En muchas ciudades latinoamericanas, como Adrian Gorelik argumenta, “se han desvanecido los límites entre marketing y política, en momentos en que la noción de marketing urbano gana adeptos como única alternativa de política urbana en tiempos de globalización.”5 4 Gilloch, Graeme. Myth and Metropolis, Walter Benjamin and the City. (Cambridge: Polity Press, 1996). 5 Gorelik, Adrian. “Imaginarios urbanos e imaginación urbana,” en Miradas sobre Buenos Aires: Historia Cuultural y critica Urbana. (Mexico: Siglo XXI Editores, 2002), 260.
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Bogotá es un claro ejemplo de estas circunstancias, una ciudad donde el mercado y los gobernantes se han dedicado a llevar a cabo sus propias agendas, con el fin de promover el turismo y la inversión extranjera dentro de las políticas neoliberales del estado colombiano. Esto ha hecho de Bogotá una de las ciudades con mayor crecimiento económico del continente,6 y una de las ciudades más caras de Latinoamérica.7 Está circunstancia, aunque aparentemente beneficiosa para los ciudadanos colombianos, solo ha aumentado la desigualdad económica. De acuerdo con el GINI índex, Colombia es uno de los países con mayor inequidad de ingresos en el mundo,8 una realidad que se refleja en la estratificación que divide la ciudad, en los barrios de invasión, la inseguridad y la violencia que es parte del día a día. Colombia es también el país del mundo con el mayor número de personas desplazadas internamente a causa del conflicto armado;9 y Bogotá es la ciudad que recibe a la ma6 “Bogotá, la décima ciudad con más potencial económico de América,” Portal de Bogotá, consultado en abril 15 de 2013 7 Bogotá es la quinta ciudad más cara de América Latina,” Portafolio, consultado en Junio 12 de 2012. 8 Sarmiento, Eduardo. “Desigualdad y atraso social,” El Espectador, noviembre 13, 2011. 9 “World map showing the countries with the highest numbers of people displaced through conflict, The Guardian, Abril 29, 2012.
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yoría de personas desplazadas en el país. Además, en años pasados, la ciudad ha sufrido altos índices de corrupción política. Los últimos gobiernos de la ciudad se han esforzado por generar una ciudad más democrática apoyando programas para las comunidades vulnerables, pero aun así, la alta concentración del poder político y económico en las manos de una élite neoliberal sigue impidiendo el desarrollo de una sociedad más democrática y libre. Así mismo, los medios de comunicación en Colombia son limitados y están en su mayoría controlados por empresas privadas. Estas circunstancias hacen de las paredes de la ciudad una importante herramienta de comunicación.10 El resultado de lo anterior es una comunidad con limitados medios de expresión y participación civil, que a duras penas gana lo suficiente para sobrevivir en una ciudad que se vuelve cada día más costosa. Unos ciudadanos que pasan gran parte de su tiempo transportándose de un lugar a otro, debido al deterioro de las vías y la falta de un buen sistema de transporte público; y que le temen 10 Colectivo Hogar. “Memoria Canalla.” Colectivo Hogar video. 2009, http://vimeo. com/8523375.
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a las calles, a causa de la inseguridad y la violencia generadas por la inequidad y pobreza. El graffiti comenzó a aparecer en Bogotá a finales de los años 70 y comienzos de los 80, se caracterizaba por eslogans con significados políticos que luego fueron transformados en murales. El movimiento fue heredero del mayo del 68 parisiense.11 Fue un graffiti cercano al panfleto, relacionado con eslogans políticos; hecho por grupos de izquierda y movimientos estudiantiles donde el significado político era más importante que cualquier preocupación estética.12 El movimiento gradualmente se convirtió en la forma de expresión de una juventud inconforme con una sociedad inequitativa y conservadora; siendo así, muchos jóvenes que nada tenían que ver con los grupos revolucionarios o con la izquierda también empezaron a utilizar las paredes para expresar sus ideas. Sin embargo a comienzos de los 90, en parte debido a la desmovilización de algunos grupos guerrilleros y al declive 11 Silva Téllez, Armando. Imaginarios Urbanos. Bogotá Y Sao Pãulo: Cultura Y Comunicación Urbana en América Latina ( Bogota: Tercer Mundo Editores, 2005). 12 Ibid.
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de los grupos de izquierda en Colombia, este tipo de graffiti comenzó a desaparecer de las paredes de la ciudad.13 El estilo y los elementos estéticos se convirtieron en la principal preocupación de aquellos que comenzaron a hacer graffiti al final de los años 90; antes que compartir una ideología política el propósito de estos nuevos escritores era pintar el mayor número de paredes posibles basándose en los estilos heredados del graffiti originado en Estados Unidos y Europa, (por lo tanto se comenzaron a llamar grafiteros, escritores de graffiti o artistas de graffiti). Sus objetivos y su estilo es lo que diferencia a estos artistas de graffiti y a su trabajo del movimiento político de los 70 y 80. Así mismo, este nuevo graffiti está asociado con la globalización, ya que diferentes personas alrededor del mundo han influido en su nacimiento y posterior desarrollo:14
13 Silva Téllez, Armando. Entrevista para “Memoria Canalla.” Colectivo Hogar video. 2009, http://vimeo.com/8523375. 14 Guarnizo Nicolaz, “Escribiendo en las Paredes” (Tesis de pregrado, Pontificia Universidad Javeriana, 2010). Vasquez Navas, Rafael Ricardo. “El camino de mi nombre: Diez años de graffiti de escritura en Bogotá” (Tesis de pregrado, Fundación Universitaria los Libertadores, 2010). Y Garibello, Leonardo. “Crónica Excusado Graffiti, Toxicómano.” 2006, http://www.youtube.com/watch?v=6GvlFSAaqEI.
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A finales de 1999 llega la primera influencia extranjera de peso en Bogotá. Se llamaba Reflect (…) Su obra influenció y motivó a los escritores a que en verdad se dejaran ver, a desarrollar sus throw ups, a realmente preocuparse por las herramientas necesarias para llevar a cabo sus obras con un buen acabado, a indagar todo lo relacionado con el graffiti writing.15
Desde la mitad de los años 90 hasta el día de hoy diferentes gobiernos de Bogotá empezaron a desarrollar planes para modificar físicamente la ciudad. En 1998 Enrique Peñalosa fue nombrado alcalde de Bogotá y su campaña se basó en el diseño urbano. Fue así que la modificación del espacio público se volvió el objetivo de su administración y la ciudad se convirtió en una gigante obra de construcción.16 La demolición de cientos de edificios en las principales vías de la ciudad dejaron miles de paredes expuestas, miles de ‘espacios vacíos’ a lo largo de la ciudad para ser apropiados por el graffiti. Durante estos años el graffiti comenzó a ser cada vez 15 Vasquez Navas, Rafael Ricardo. “El camino de mi nombre: Diez años de graffiti de escritura en Bogotá” Tesis de pregrado, Fundación Universitaria los Libertadores, 2010, 26. 16 Dalsgaard, Andreas M. “Cities on Speed: Bogota Change”. 2009.
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más visible en la ciudad, ya fuera porque los artistas tenían más espacios para pintar o porque el movimiento de artistas estaba creciendo, o tal vez las dos. Esta nueva visibilidad facilitó además el intercambio y la comparación de trabajos entre los artistas, quienes también iban estableciendo sus estilos particulares reelaborando la estética heredada del graffiti global. Cazdos, un miembro de MDC quien comenzó a pintar en el 2002, afirma: Empezamos a llamar la atención de mucha gente sobre el graffiti, llenamos la calle rápido (…) compartíamos el mismo interés de hacer buen graffiti, de elevar el nivel, (…) todos queríamos tener un estilo totalmente diferente de cualquier cosa vista en la calle, (…) tener combos propios de color y en fin, un espíritu muy progresista. Además teníamos por ahí todo el trabajo de Alfa (USA), Esoh (USA), Beso (USA), y claro HowNosm (USA), además conocimos un Tab29 fuerte, centrado en elevar el nivel del graffiti, veíamos taggers fuertes como GPclan, Some, Rodrigo, Hueso…17 17 Cazdos. Entrevista en Vasquez Navas, Rafael Ricardo. “El camino de mi nombre: Diez años de graffiti de escritura en Bogotá” tesis de pregrado, Fundación Universitaria los Libertadores, 2010, 60
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El graffiti es claramente una práctica estética con estilos específicos y técnicas como el esténcil, papeles impresos, gravados, con trazos particulares y un sinfín de elementos más.18 La preocupación estética de los artistas es una de las razones por las cuales el graffiti es tan importante como una práctica cultural para Bogotá y las demás ciudades y ciudadanos en el resto del mundo. Sin embargo, aunque muchos de sus elementos estéticos provienen de las nociones tradicionales de arte, el graffiti es hecho por fuera del usual circuito del arte y las instituciones del arte. Es muy interesante ver cómo las personas aprenden a hacer graffiti: en general los artistas aprenden en un grupo o crew, en estos grupos hay personas con más experiencia y técnicas más desarrolladas y estos enseñan en la práctica a los novatos. Así mismo, los artistas siempre están mirando y evaluando el trabajo de los otros artistas y debido a Internet esto no solo sucede en la esfera local sino a nivel global.19 Por lo tanto, los artistas de graffiti tienen un conocimiento estético personal, son conscientes de las técnicas de su arte y su evolución en la esfera del graffiti, y de igual manera, son conscientes de que habitan 18 Castro et al., Graffiti Bogotá 2012. (Manuscrito sin publicar, 2012), 43. 19 Castro et al., Graffiti Bogotá 2012. (Manuscrito sin publicar, 2012), 68. Y Stinkfish, en “Entrevista con Matthew J”. Bombing Science: Nov 2012
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un mundo mediático, todo lo cual influye en su producción. Este interés estético al hacer graffiti le da una importante relevancia política, ya que como Boris Groys argumenta: La política contemporánea de emancipación es una política de inclusión –dirigida en contra de la exclusión de minorías políticas y económicas. Pero esta lucha por la inclusión solo puede ser posible si las formas como se manifiestan los deseos de las minorías excluidas no son rechazadas ni suprimidas desde su comienzo por algún tipo de censura estética, operando en nombre de valores estéticos superiores. Solo bajo el presupuesto de la igualdad de todas las formas visuales y mediáticas a nivel estético es posible resistir la desigualdad fáctica entre las imágenes- impuestas desde el exterior, y que reflejan las desigualdades culturales, sociales, políticas o económicas.20
Groys continua argumentando que los medios masivos producen infinidad de imágenes pero que en realidad la diversidad que presentan es muy limitada, por lo tanto, noso20 Groys, Boris. “The logic of Equal Aesthetic Rights” en Art Power (Cambridge: MIT Press, 2008), 14-15. Traducido por el autor.
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tros somos incapaces de ver lo que es realmente diferente, ya que únicamente tenemos como referencia el marco comparativo que nos presentan dichos medios; siendo así, no podemos ver críticamente qué es lo que se nos presenta como diferencia.21 El graffiti entonces es una producción cultural que empodera a quienes la practican, pero el graffiti produce algo más: diversas alternativas estéticas que conducen a la posibilidad de reconocer y entender la diferencia. Por ello, el graffiti desafía las jerarquías establecidas dentro del circuito comercial del arte; lo que hace del graffiti una herramienta democrática. Diferentes elementos, estilos y técnicas son utilizados para hacer graffiti, dependiendo de esas cualidades a los objetos pintados se les nombra de una manera particular (aunque no todos tienen un nombre), tags, throw ups, murales, cromos, masterpieces, etc. La mayoría de trabajos de los artistas de graffiti se basan en la firma del seudónimo del artista pintado de diferentes maneras. En algún punto de su evolución cada artista desarrolla un estilo particular que se convierte en parte de su firma, o la firma en sí. Como argumenta Susan Stewart: “Las formas son la firma personal 21 Ibíd
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de un estilo individual, diseñado para ser leído por una audiencia en particular, de una forma particular”.22 Este diseño particular hace de la ciudad un lugar donde se construye un lenguaje secreto a la vista de todos, señalando así el número infinito de comunidades locales con características particulares que habitan la ciudad. El uso de un lenguaje particular muestra la multiplicidad de la ciudad, conformada por cientos de leguajes que debemos descifrar día a día para lograr comprenderla. Los tags, throw ups, los murales, las firmas, etc. se convierten en las marcas de un mapa que los artistas van creando en su transitar por la ciudad; y aunque muchas veces no podamos entender completamente su significado, el graffiti se convierte, como afirma el profesor Lucas Ospina, en: Parte de ese mapa secreto que algunos ciudadanos usan para orientarse en medio de una ciudad cada vez más extraña y hostil. No importa que el trazo sea pequeño, mediano o grande, bonito o feo, de plantilla o 22 Stewart, Susan. “Ceci Tuera Cela: Graffiti as Crime and Art” en Life after Postmodernism: Essays on Value and Culture, Editado por John Fekete (New York: St. Martin’s Press; 1987), 165.
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de calibre grueso, con crítica o con ornamento, el graffiti es un gesto humano de respuesta pública al desvarío de la burocracia estética y la podredumbre estatal.23
Los símbolos se vuelven entonces una marca reconocible para los caminantes, el pintor anónimo ya no es anónimo, él o ella adquiere una identidad como creador del símbolo. El artista se convierte en la firma en sí, generando una nueva forma de crear una marca.24 La multiplicidad de estilos producidos dentro de la firma con su diversidad estética clama por atención e interpretación. Así, el símbolo, la firma, juega con nuestras nociones de lo que es una marca (la cual generalmente transmite un significado único y completo que solo requiere de un observador pasivo), ya que utiliza su naturaleza repetitiva. Las marcas creadas por los artistas de graffiti, a diferencia de las marcas generadas por la publicidad, requieren de un observador activo que esté dispuesto a indagar por los múltiples significados que puede tener aquello que encuentra en las paredes; es así que la imaginación se vuelve una herramienta primordial. De todas maneras, debido a la 23 Ospina, Lucas. “La Tenaz Sudamericana”. Revista Arcadia. Diciembre 9, 2012 24 Con marca se hace referencia a la identificación de una imagen o un elemento con un producto o servicio en el mercado y la publicidad.
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compleja codificación del leguaje es posible que los símbolos como un todo permanezcan inaccesibles, pero sus cualidades, la forma y el color pueden ser fácilmente asimilados. De hecho, esta es una de las razones por las cuales este tipo de graffiti es el menos aceptado por los ciudadanos: inquieta a las personas y a las instituciones porque no se puede entender fácilmente. De acuerdo con los artistas el graffiti es sobre todo un juego, cuyo propósito es pintar el mayor número de paredes posible. Es una actividad que genera disfrute y diversión. Tiene ciertas reglas y alcanzar un estilo particular es uno de los elementos más importantes al hacer graffiti. Los otros artistas juzgan la calidad, la limpieza del trazo y es debido a estas cualidades y por la capacidad de pintar en la mayor cantidad de lugares posibles que los artistas reciben reconocimiento. La firma no es por sí sola sino por el estilo con el que se realiza, la estética es una de las más importantes condiciones del juego. El hecho de que es graffiti sea un juego señala una de las maneras en las que el graffiti subvierte el significado de la 150
ciudad. Para el graffiti la ciudad no es solo el lugar del mercado y las instituciones, ni siquiera el de una comunidad estática. El graffiti lee y utiliza la ciudad como un campo de juego, y al hacerlo los artistas viven la ciudad de una forma diferente a como la viven la mayoría de los ciudadanos: un espacio de tránsito entre el trabajo, la casa, y las tiendas. Si para Walter Benjamin el flâneur y el detective eran personajes dedicados a la búsqueda de “los rastros particulares” de la ciudad, y en ese sentido eran capaces de ver lo que otros no podían ver25, los artistas de graffiti no solo son flâneurs o detectives (ellos son capaces de ver las distintas caras de la ciudad porque para llevar a cabo su trabajo necesitan ser completamente conscientes del entorno que los rodea), ya que van más allá de la mera observación y se convierten en diseñadores, interviniendo directamente en la configuración de la ciudad. Dedican su caminar a buscar paredes o spots, para ellos la ciudad no es horizontal, pueden verla en sus múltiples dimensiones, no hay altura o fondo que no puedan alcanzar. 25 McQuire, Scott. Media City : Media, Architecture and Urban Space. (London: SAGE, 2009), 47.
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El graffiti genera otra ciudad, una que muestra lo compleja que es la ciudad en sí misma, sus diferentes significados, la multiplicidad de sus habitantes y las acciones que todo el tiempo se desarrollan en el espacio. El hecho de que el graffiti sea visto como un juego por los artistas hace del graffiti una expresión de la cultura, ya que como Johan Huizinga afirma en su libro Homo Ludens Study of the Play Element in Culture: Jugar se presenta a sí mismo en primera instancia: como un intermedio, una pausa en nuestra vida diaria. Como una regular relajación, sin embargo, se convierte en el acompañamiento, el complemento, y en parte integral de la vida en general. Adorna la vida, la amplifica y en esa medida es una necesidad tanto para el individuo -como función de la vida- como para la sociedad en razón del sentido que contiene, su significado, su valor expresivo, sus asociaciones espirituales y sociales, en una palabra, como función de la cultura 26.
26 Huizinga, Johan. Homo Ludens, A Study of the Paly-Element in culture. (London: Routledge, 1980), 9.
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Para los ciudadanos y para las instituciones el graffiti es una práctica problemática que solo se puede justificar cuando se desarrolla en murales. Mientras tanto los tags, throw ups, etc. son en un principio entendidos como caos y vandalismo, es decir, crímenes. Todos los tipos de graffiti, especialmente los últimos mencionados (ya que son en sí la base del movimiento del graffiti), permiten la posibilidad de pensar en una ciudad directamente diseñada por las personas. El graffiti representa la posibilidad ilimitada de la diferencia mientras hace de la ciudad el lugar de la creatividad y la inventiva, es decir, hace de la ciudad el lugar de la cultura. Desde mediados del año 2000 la corrupción y la burocracia comenzaron a afectar la renovación de Bogotá. Durante ese tiempo el movimiento de graffiti comenzó a crecer y el gobierno de la ciudad comenzó a verlo como una herramienta para promover la cultura y la ciudadanía, pero por razones muy específicas relacionadas con las ideas que Tone Hansen señala respecto al renovado rol del arte en las ciudades: “el arte, la cultura y el diseño nuevamente se han convertido en medios de control sobre los espacios ‘públicos’ urbanos”.27 Es así que el 27 Hansen, Tone. What does Public mean? Art as Participant in the Public Arena. (Oslo: Torpedo Press, 2006), 17.
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gobierno de la ciudad empezó a financiar proyectos e iniciativas como Graffiti Mujer, Memoria Canalla, Desfase, Muros Libres, Bogotá Stencil, Graffiti para Hip Hop al Parque, el acuerdo con la Fundación Arteria, la beca 'Residencia artística con una comunidad local para Ink Crew', y la beca 'Intervención artística de la calle 26', entre otras. La relación entre el gobierno de la ciudad y el movimiento de graffiti alcanzó una nueva etapa en el 2012, cuando el gobierno decidió convocar una Mesa Distrital de Graffiti con el fin de generar acuerdos con los artistas para regular la práctica en la ciudad. La pelea por leyes que favorecieran el graffiti, que llevó en parte a la instauración de la Mesa Distrital de Graffiti, inició con iniciativas individuales que, a través de comunicaciones colectivas, fueron apoyadas por diferentes artistas. Los artistas comenzaron a preocuparse más por este tema cuando una nueva ley de graffiti fue expedida con el fin de castigar esta práctica, igualando artistas con criminales. Antes, en agosto 9 del 2011, los artistas de graffiti se dieron cuenta de cuan vulnerables eran frente a la ley y la policía, cuando la policía asesinó en Bogotá a Diego Felipe Becerra, un joven artista de graffiti. La policía intentó hacer pasar a Becerra por un criminal y de esta manera desestimar el hecho de que se había 154
cometido un asesinato. Su muerte llevó a que la opinión pública y los artistas de graffiti compartieran una misma voz de repudio por la violencia de la policía. El graffiti se ha convertido en una poderosa práctica en la ciudad con un significativo apoyo del gobierno, sin embargo los artistas de graffiti no están de ninguna manera organizados ni son un movimiento institucionalizado. Sus integrantes pertenecen a todas las clases sociales, tienen diferentes intereses; son una diversidad pintando las paredes de la ciudad. No todos están de acuerdo o fueron consultados por la administración para el desarrollo de nuevas políticas a favor del graffiti. Conforman alianzas, colectivos y algunas veces se reúnen en festivales o exhibiciones. Permanecen en contacto a través internet, un medio que se ha vuelto cada vez más importante para el graffiti ya que les permite a los artistas compartir sus trabajos globalmente, pero aun así los artistas no funcionan como una organización ni representan o comparten una misma opinión política. Así mismo, mientras el graffiti capturaba la atención del gobierno de la ciudad y sus ciudadanos, también capturó la atención del mercado. El graffiti se ha convertido en un pro155
ducto de muchas maneras, una de estas es su uso para hacer publicidad y, aunque esto no es algo nuevo en la esfera del graffiti, es una circunstancia que ha presionado al gobierno de la ciudad a redefinir la práctica con el fin de satisfacer al mercado. La idea de hacer compatible la práctica del graffiti con el desarrollo de la ciudad es incongruente con el rol que los ciudadanos deben asumir frente al graffiti: el graffiti es ilegal, por lo tanto nosotros como ciudadanos debemos repudiarlo. De todas formas, diferentes alcaldes como Luis Eduardo Garzón (2004), Samuel Moreno (2007) y Gustavo Petro (2010), así como instituciones culturales que son parte del gobierno de la ciudad como IDARTES (Instituto Distrital de las Artes), y la Secretaría Distrital de Cultura, han reconocido el graffiti como una práctica de importancia cultural. Estas instituciones reconocen el valor del graffiti como “un canal de comunicación para los grupos marginales y excluidos. Como una práctica que ayuda a pensar sobre qué significa lo público, y que sirve para mejorar el paisaje de la ciudad haciendo de esta el escenario de un arte y un cultu-
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ra alternativa”.28 Pero en ningún momento estas instituciones aclaran cómo el graffiti hace mejores ciudadanos, ni cuál es la clase de cultura que el graffiti está construyendo, o cuáles son estos grupos marginales y excluidos. Las estrategias que el gobierno de la ciudad ha utilizado para promover el graffiti parecen ser un intento por controlar y regular el tipo de cultura visual que el graffiti ha ido creando en la ciudad, una cultura visual basada en la multiplicidad. Si los argumentos que el gobierno de la ciudad ha utilizado para justificar el uso del graffiti no son claros, sus acciones pueden darnos pistas acerca de cómo el gobierno busca re significar la práctica enfocándola hacia un objetivo concreto. El mural de graffiti llamado El Beso de los Invisibles fue realizado por el grupo de graffiti MDC y el artista Jade de Perú, bajo la coordinación de la empresa Vértigo Graffiti y patrocinado por IDARTES por medio del programa de estí28 Gomez, Eslava German. “Graffiti, una tensionalidad democrática” artículo presentado en el Encuentro Festival del norte Bravo hijos, 2013.
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mulos del distrito (2013). Este programa creó una beca para financiar proyectos de graffiti en paredes específicas de la calle 26 de Bogotá. El 6 de agosto del 2013, el día del aniversario de la ciudad, cinco murales gigantes de graffiti, entre ellos el Beso de los Invisibles, fueron inaugurados en un gran evento. Así, la calle 26 se convirtió en el icono de las nuevas políticas de la ciudad relacionadas con el graffiti. La calle 26 es una de las más importantes calles de la ciudad, esta conecta el aeropuerto con el resto de la ciudad como una especie de ‘puerta de entrada’ a Bogotá. Su renovación fue uno de los focos del cambio que empezó en la ciudad a comienzos del milenio. Esta calle es particularmente relevante debido al aumento de la importancia del turismo para la economía del país y de la ciudad. Esta calle terminó siendo la representación visual de todo lo que estaba mal con la ciudad y el sistema a finales del año 2007, cuando los trabajos de renovación fueron detenidos debido a la corrupción. No había ninguna manera en la que el gobierno pudiera encubrir el robo de los recursos públicos frente a los espacios vacíos, los escombros y el gris que hacían parte de un terreno en construcción completamente abandonado. En el 2013, cuando la construcción en la calle 158
26 (que se retrasó por más de dos años) estaba casi terminada, el gobierno de la ciudad empezó a buscar maneras para re significar este espacio29, y el graffiti fue escogido con este fin. Los graffitis de la calle 26, en especial El Beso de los Invisibles, muestran las múltiples capas que configuran la relación entre los espacios físicos de la ciudad y los significados que les son dados. Uno de estos significados es lo que el gobierno de la ciudad espera que nosotros veamos y hagamos: A través de estas intervenciones seleccionadas se busca, por otro lado, fomentar la práctica responsable del graffiti, generar acciones pedagógicas alrededor de esta práctica plástica en Bogotá y promover el trabajo colaborativo entre expertos de las distintas actividades relacionadas con la elaboración de este tipo de intervenciones. El resultado de esta convocatoria, además, promueve nuevas relaciones entre los transeúntes y el espacio público, al mismo tiempo que se pretende mejorar la calidad del espacio urbano.30 29 Ibid 30 “Beca intervención artística urbana en la calle 26 artes plasticas y/o visuales,” IDARTES, consultado en septiembre 15, 2013, http://www.idartes.gov.co/index. php/artesplasticas-noticias/1088-la-calle-26-se-viste-de-arte-y-colores-en-el-cumpleanos-de-bogota
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La calle 26 se convirtió entonces en la representación de los objetivos del gobierno de la ciudad: si en el pasado la calle y por lo tanto la ciudad eran la imagen de la corrupción, la mala administración y el caos, ahora las paredes han sido ‘maquilladas’ con imágenes llenas de color. El pasado ha sido borrado, las cicatrices cubiertas. Ahora los ciudadanos pueden olvidar los errores del pasado, olvidar que los políticos robaron la ciudad, que la policía mató a un artista de graffiti. La calle y los artistas están ahora abrigados por el largo brazo del mercado, la ley y el estado. A los ciudadanos se les permite mirar, pero lo que van a ver ha sido seleccionado por los jurados de la beca, ninguno de ellos un artista de graffiti. Siendo así, el graffiti es re interpretado como una práctica más cercana al “arte culto” y al diseño urbano que a un movimiento contracultural. El gobierno de Bogotá espera entonces que nosotros, como ciudadanos, aceptemos el graffiti de una forma específica: como una práctica artística responsable con una estética única, cuya función es embellecer la ciudad, aunque no podemos saber quién decide si algo es bello o no. Esos murales pueden ser interpretados como un intento de usar el graffiti para producir imágenes para el turismo. Una ma160
nera de hacer de Bogotá un museo gigante, una forma de volver Bogotá una marca como destino turístico. Al respecto Stinkfish dice: No es gratuito que la calle que se pintó fuera la calle 26, por ejemplo, la vía que comunica el aeropuerto con el centro de la ciudad, preferible para algunos tener “bonitos murales” a tener “feos graffitis” que nadie entiende. Y por ahí va el asunto, problemático, porque para lo que unos es “apoyo” para otros es: “a estos que pintan bonito los apoyamos” y a estos “que pintan feo los perseguimos”, pinten de día y con temáticas “chéveres”, “culturales”, “juveniles”, “sociales” y sobre todo: “pinten aquí, que aquí sí se puede, allá no.31
Al actuar de esta manera el gobierno de la ciudad está produciendo lo que Vandana Shiva denomina Monoculturas de la Mente, donde: “El sistema dominante al tener una única dimensión en su campo de visión percibe solo un único valor, basado en el mercado”32 por lo tanto la diversidad es destruida
31 Entrevista por la autora. Septiembre, 2013. 32 Shiva, Vandana. Monocultures of the Mind (London: Zed Books, 1993), 144.
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bajo la lógica comercial en la que “lo que no es útil es vicioso”.33 En este sentido el graffiti que no posea los estándares requeridos, es decir, el graffiti que no es un “hermoso” mural no está permitido en la ciudad. El Beso de los Invisibles muestra a un hombre y a una mujer besándose. El dibujo es simple, figurativo, no hay abstracción. La pared está completamente integrada al diseño. No es más una pared sino una calle donde dos personas están acostadas besándose al lado de una paloma. Las camisetas de las dos personas son de un único color: amarillo y naranja, tal vez rojo, pero sus pantalones son otra historia. Estos están diseñados con líneas, formas, flechas de color; no podemos estar seguros si esas líneas llegan generar un diseño figurativo, son como rasguños de color, representaciones del estilo de graffiti Wildstyle. El dibujo está basado en una fotografía, la foto de un periodista del beso ente dos habitantes de la calle durante la visita del presidente de Colombia al Bronx, un barrio famoso en Bogotá donde vive la mayoría de los habitantes de la calle.
33 Ibid.
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El mural no es una copia exacta de la fotografía, es una reinterpretación de la imagen y parece desposeerla de todo su contexto político y social. Lo “feo” es eliminado, la calle llena de indigentes desaparece, y los habitantes de la calle que se besan ya no son más habitantes de la calle, pueden ser básicamente cualquier pareja heterosexual. El único elemento que nos recuerda que la acción, el beso, está teniendo lugar en la calle es la paloma y el fondo gris como de asfalto o concreto. Estos cambios crean nuevos significados: si la fotografía estaba dedicada a mostrar una expresión de amor entre dos habitantes de la calle, y en ese sentido fue interpretada por la mayor parte de los medios de comunicación,34 la imagen creada por los artistas hace alusión a algo que se supone no debería ser: personas acostadas en la calle besándose, sintiendo placer. Por supuesto ello es aceptable en un lugar donde la gente literalmente vive en la calle, y más si son habitantes de calle que viven por fuera de la sociedad, pero en el resto de la ciudad tal acción sería castigada o al menos prohibida. Por lo 34 Forero Barón, Fabían. “Historia de una foto de amor en el ‘Bronx’”. El Tiempo, Mayo 3, 2013. http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_ INTERIOR-12777605.html
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tanto, que el mural represente lo que puede ser cualquier pareja sintiendo deseo y teniendo placer al besarse es una imagen muy sugestiva para una sociedad conservadora y católica como lo es la bogotana, en especial si dicha imagen está pintada en una pared de más de 300 metros cuadrados. El mural realizado por MDC y Jade es un ejemplo de las relaciones que el graffiti genera con la ciudad. El graffiti nos muestra que pensar sobre lo que estamos viendo en la ciudad importa: pensar en qué, cómo y quién nos está mostrado algo es participar en la configuración de nuestros paisajes urbanos. El graffiti es donde la materialidad de la ciudad y nuestro imaginario sobre la misma se unen para producir algunas de las formas y los significados que le damos a nuestra vida en la ciudad. El graffiti nos deja ver cómo lo visual crea vacios, escapes frente a significados que pretenden ser únicos. Las políticas desarrolladas por el gobierno de la ciudad todavía son confusas, mientras tanto Bogotá es un destino turístico de graffiti, lo que sea que eso quiera decir, pero el graffiti aún es perseguido por la policía y la actitud de los ciudadanos es ambivalente frente a este tema. El graffiti todavía 164
es ilegal y la administración de la ciudad está esperando que los artistas de graffiti pinten en ciertos lugares y de determinadas maneras. Sin embargo, los artistas son conscientes de que la completa regulación del graffiti nunca será posible. El graffiti no solo son murales bonitos en sitios turísticos, el graffiti son tags, throw ups, piezas, firmas y una infinidad de maneras en las que las calles son pintadas. Además, el graffiti es una de las pocas manifestaciones presentes en la ciudad que se basa en compartir globalmente un conocimiento particular, y que es completamente consciente del nuevo rol global de la ciudad, que significa básicamente generar nuevas relaciones globales y comunidades más allá de aquellas que impone el mercado, aunque por supuesto nunca se puede escapar completamente de este. Para finalizar, hay que resaltar que una de las razones por las cuales el graffiti es importante como movimiento contracultural o anti establecimiento, no es porque vaya en contra de las leyes establecidas sino porque su rebelión está basada en la creación. Los artistas son capaces de engendrar nuevas formas visuales a través de una libertad estética, y esto es un elemento clave para la construcción de sociedades más igualitarias y democráticas. • 165
∙a
sketch : graffiti visions of bogota ∙ ∞∕∕◆ Laura P. Casas ◆∕∕∞
If you attempt to erase the peculiarities and individuality of life by violence, then life itself must suffocate. -Vasily Grossman, Life and fate
S
ince 2001 graffiti has been invading the capital city of Colombia, Bogota. Urban artists, or grafiteros, as many of them call themselves, have painted
all over Bogota’s walls. Since then, graffiti has been building a visual culture by constantly reshaping the cityscape. Presently graffiti is every day more related and influenced by the market and by the city government. Despite
this circumstance there are some qualities of graffiti that allows citizens and graffiti artists the possibility to apprehend and to give meaning to the city and the artwork in multiples ways beyond those recognized by the state and the market. For this reason graffiti gives artists and citizens the possibility to participate actively in how the city is shaped in people’s imagination and physically intervened. This is an important action at present, when globalization is affecting the way in which we produce local meanings for our cities and our lives. Therefore, the objective of this article is to analyze some qualities of graffiti in order to show the relations that graffiti practice generates within the city. Latin American cities, Bogota among them, are now more than ever configured from multiples points of view that include global and local perspectives in constant clash and negotiation, which influences the meaning we give to the city, as Beatriz Jaguaribe argues: “cities have gained relevance outside the framework of the nation-state and have, more than ever, become creative arenas of new lifestyles, political agendas, technical and cultural innovations and forms of consumption. Their increasing complexity, nevertheless, 168
has unleashed a crisis of representation�.35 Through the creative process of producing graffiti by appropriating and constantly reshaping the public space, graffiti artists have shown alternative ways in which people can relate and give meaning to the city. But graffiti also produces particular relations between artists, citizens and power spheres such as the city government and the world of art. Thus, graffiti is not only a communication medium, or a response to inequality, overcrowding, violence; architectural bureaucracy, indifference and all the diverse problems that a metropolis as Bogota may have. Graffiti is also a way to intervene in the design of the city from a particular awareness. Graffiti also give us the chance to read, through its productions, the contested meanings that are at work in the life of the city: its urban textures. There are many people painting in the streets, but among them those who paint in the streets in a regular basis and by their own, not in representation of a political ideology (political slogans) or a soccer club, are the ones I will name graffiti artists. While some scholars, such as 35 Jaguaribe, Beatriz, “The Shock of the Real: Realistic Aesthetics in the Media and the Urban Experience,� Space an Culture 68 (2005): 8: 66
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Waclawek and Gottlieb, differentiate graffiti from street art and between different types of graffiti, I plan to call “graffiti” to all the methods of painting in the street that are part of this text. The first reason why I put together street art and writing is because both practices share aesthetic questions related to the media (the wall, billboards, elements in the street, etc.), the materials (spray cans, vinyl, stencil, etc.), and the visibility, among others, in the development of their work. Secondly, I do this because most artists do not believe those distinctions are meaningful or important, and because the boundaries created by definitions such as street art, graffiti art, graffiti writing, and so on, are too blurred in many cases. Stinkfish said about this subject: “I prefer to speak only of the concept of graffiti; street art is a diffuse and fabricated term”.36 Understanding graffiti and its relationship to the city is not a linear process. Graffiti is not an institution but a practice that constantly changes, a practice that is in itself subversive, revolutionary or counter-cultural. Graffiti is forbidden, it goes against law and establishment and all graffiti artists are well aware of this reality, in fact, most 36 Stinkfish, Interview by author, Laura Casas. Translated by author, September, 2013.
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of them are graffiti artists not in spite of the illegality of graffiti but because of it. Hence, we can say that the act of graffiti is a conscious political action, as the graffiti artist Stinkfish claims: Graffiti shows the world that fails; it shows a society full of unjust laws that do not even manage to stop someone who wants to work in the streets. The cities are painted from top to bottom with graffiti because opposition is needed. The graffiti is not going to save the world but at least if I go out and understand that my ideas do not belong to anyone else, I do my part.37 The street, the ‘white wall’, the ‘empty space’ is the place of graffiti, so, graffiti is visible to everyone who is looking. Also, graffiti is, as our modern realities, ephemeral, instantaneous and constantly shifting. Graffiti is not an overarching narrative, it does not have a fixated ideology and the only purpose of graffiti artists is to make graffiti exist by painting the walls of the city. Nonetheless, the impact of this idea is multiple. 37 Stinkfish. Interview with Matthew J. Bombing Science. November, 2012.
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To understand the importance of graffiti in Bogotá we have to look at the social and political context of the city. Walter Benjamin analyzed the city as a place of commodities and consumption.38 This never has been so true as now, with a globalized market expanding its tentacles as far as possible. In many Latin American cities, as Adrián Gorelik argues, “boundaries between politics and marketing have been vanished, at a time when the notion of urban marketing gains followers as the only alternative urban policy in times of globalization”.39 Bogota is a clear example of those circumstances: a city where market and politics have developed its own agendas in order to promote tourism and foreign investment within the neoliberal politics of the Colombian state. This has made of Bogota one of the cities with the highest economic growth in the continent40 and one of the most expensive cities in Latin America.41 This circumstance, although apparently beneficial 38 Gilloch, Graeme. Myth and Metropolis, Walter Benjamin and the City. (Cambridge: Polity Press, 1996). 39 Gorelik, Adrian. “Imaginarios urbanos e imaginación urbana,” in Miradas sobre Buenos Aires: Historia Cultural y critica Urbana. (México: Siglo XXI Editores, 2002), 260. 40 “Bogotá, la décima ciudad con más potencial económico de América,” Portal de Bogota, accessed April15, 2013 41 “Bogotá es la quinta ciudad más cara de América Latina,” Portafolio, accessed June 12, 2012.
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for Colombian people, has only increased economic inequality. According to the GINI index Colombia is one of the countries with the biggest income inequality in the world,42 a reality that is reflected in the stratification that divides the city, as well as in the slums, and in the insecurity and violence that is part of everyday life. Likewise, Colombia has the highest number of internally displaced people in the world43 and Bogota is the city that receives the highest number of displaced people in the country. Also, in the past years, high levels of political corruption have affected the city. Recent city governments have made the effort to build a more democratic city by supporting programs for vulnerable communities. Even so, the high concentration of political power in the hands of a neoliberal elite has led to the silencing of opposition and citizenship by murder, major threats, the dismissal of opposition from public offices and by impeding forms of civic expression. Likewise, the media in Colombia is limited and mostly controlled by
42 Sarmiento, Eduardo. “Desigualdad y atraso social,� El Espectador, November 13, 2011. 43 “World map showing the countries with the highest numbers of people displaced through conflict, The Guardian, April 29, 2012.
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private enterprise;44 this circumstance makes of the city walls a valuable communication tool45. The result of this is a community with limited means of expression and civil participation that barely earns enough to survive in a city that becomes more expensive everyday. A place where people spend much of their time going from one place to another due to traffic jams produced by deteriorated roads and a poor public transportation system, and citizens that are afraid of the streets because of the insecurity and the violence that poverty generates. Graffiti began in Bogota more or less in the late 70s and 80s, and was characterized by political slogans that were transformed into murals. The movement was heir to May 1968 in Paris.46 It was a graffiti linked to the pamphlet, bound to anti-imperialist political slogans. It was made by leftist groups, guerrilla, political and student movements, and the political meaning was more important to them than any 44 There are only a few television channels in the country from which two, the ones that reach more people, are private; and there are only two national newspapers. 45 Colectivo Hogar. “Memoria Canalla.” Colectivo Hogar video. 2009, http://vimeo. com/8523375. 46 Silva Téllez, Armando. Imaginarios Urbanos: Bogotá Y Sao Pãulo: Cultura Y Comunicación Urbana En América Latina (Bogota: Tercer Mundo Editores, 2005).
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aesthetic concern.47 The movement gradually became the way for youth to express dissent in an unequal and conservative society. It broadened from members of revolutionary groups to include others who sought a way to express themselves by painting the walls. However, by the early 90s, partly due to the demobilization of guerrilla groups and the decline of leftist groups in Colombia, this kind of graffiti largely disappeared from the walls of the city.48 Style and aesthetic elements became the principal concern for people doing graffiti in the late 90s, and before any ideology their purpose was to paint as many walls as possible under the inherited styles of the graffiti originated in USA and Europe (therefore they are called writers, graffiti writers, or graffiti artists). Their aim and style is what makes graffiti artist and their work nowadays very different to the political graffiti movement of the 70s and 80s. Also, this new graffiti is associated with globalization be-
47 Ibid. 48 Silva TĂŠllez, Armando. Interview in Colectivo Hogar. “Memoria Canalla.â€? Colectivo Hogar video. 2009, http://vimeo.com/8523375.
cause people all around the world has influenced its birth and development:49 At the end of 1999, the first significant foreign influence arrived in Bogota. It was called Reflect, and its work influenced and motivated graffiti writers to think about they work, to show it, to develop their throw ups, and to really concern themselves with the necessary tools to do a good work, investigating everything connected to graffiti writing.50 Since the mid-90s to the present, Bogota started development plans to modify the physical spaces of the city. In 1998 Enrique Peñalosa became mayor, the goal of his campaign was urban design. Thus, public space became the battle flag of his administration and the city was 49 Guarnizo Nicolaz, “Escribiendo en las Paredes” (Undergradute thesis, Pontificia Universidad Javeriana, 2010). Vasquez Navas, Rafael Ricardo. “El camino de mi nombre: Diez años de graffiti de escritura en Bogotá” (Undergradute thesis, Fundación Universitaria los Libertadores, 2010). And Garibello, Leonardo. “Crónica Excusado Graffiti, Toxicómano.” 2006, http://www.youtube.com/watch?v=6GvlFSAaqEI. 50 Vasquez Navas, Rafael Ricardo. “El camino de mi nombre: Diez años de graffiti de escritura en Bogotá” Undergradute thesis, Fundación Universitaria los Libertadores, 2010, 26. Translated by the author.
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changed into a giant construction site.51 The demolition of hundreds of buildings on the main roads of the city left thousand of empty walls exposed, thousand of ‘emptied spaces’ throughout the length and breadth of the city to be appropriated by graffiti artists. Graffiti became more visible to city residents, whether it was because of the increased spaces for artists to paint due to the city’s development or because of a growing movement of artists. This new visibility facilitated an exchange and comparison of work amongst graffiti artists, who also were establishing their particular style by redeveloping the inherited aesthetics of the global graffiti. Cazdos, a member of MDC who started to paint in 2002 says: We began to attract the attention of many people to graffiti, we filled the streets quickly (...) We shared the same interest in making good graffiti, raising its level, (...) We all wanted to have a totally different style from anything seen on the street, (...) to have our own color combos and finally a very progressive spirit towards making 51 Dalsgaard, Andreas M. “Cities on Speed: Bogota Change”. 2009. http://vimeo. com/32562204
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graffiti. In addition, all around us we had the work of Alfa (USA), Esoh (USA) Kiss (USA), and How-Nosm (Germany). We also knew a strong Tab29 graffiti artist focused on elevating the level of graffiti. We also had strong taggers such as GPclan, Rodrigo, Hueso...”52 Graffiti is clearly an aesthetic practice with specific styles and techniques as the stencil, printed papers, the engraved, the drawing, etc.,53 the aesthetic concern of graffiti is one of the reasons why graffiti is important as a cultural practice for cities all around the world and their citizens. Notwithstanding, although some of its aesthetic elements come from the traditional notions of art, graffiti is produced outside the circuit of art and art institutes. It is very interesting to see how people learn to do graffiti in the graffiti realm: broadly speaking people learn in a group or crew, in this group there are people with more experience and more developed techniques who teach the inexperienced. Also, the different graffiti artists are al52 Cazdos. Interview in Vasquez Navas, Rafael Ricardo. “El camino de mi nombre: Diez años de graffiti de escritura en Bogotá” Undergradute thesis, Fundación Universitaria los Libertadores, 2010, 60. Tranlated by the author. 53 Castro et al., Graffiti Bogotá 2012. (Unpublished manuscript, 2012), 43.
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ways looking and evaluating the works of other artists, this happens not only in a local sphere but also on a global level due to the Internet.54 Thus, graffiti artists have a personal aesthetic knowledge, they are aware of the art techniques and their evolution in the graffiti sphere, and, at the same time, graffiti artists have always been aware they live in a media world. All this elements influence how graffiti is made. This aesthetic concern within the graffiti movement gives graffiti a political relevance because, as Boris Groys argues: The contemporary politics of emancipation is a politics of inclusion—directed against the exclusion of political and economical minorities. But this struggle for inclusion is possible only if the forms in which the desires of the excluded minorities manifest themselves are not rejected and suppressed from the beginning by any kind of aesthetical censorship operating in the name of higher aesthetical values. Only under the presupposition of the equality of all visual forms and 54 Castro et al., Graffiti Bogotá 2012. (Unpublished manuscript, 2012), 68. And Stinkfish. In “Interview with Matthew J”. Bombing Science: November 2012.
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media on the aesthetic level is it possible to resist the factual inequality between the images—as imposed from the outside, and reflecting cultural, social, political, or economical inequalities.55 He continues arguing that the mass media produces infinity of images, but in reality the diversity within the images is limited, therefore we are unable to see what is really different, because if we only have the comparative framework of mass media we cannot see critically what it is presented to us as difference.56 Graffiti is a cultural production that empowers those who practice it, but graffiti produces something else: different aesthetic alternatives that lead to the possibility of recognition and acceptance of the difference, and by doing so it challenges the hierarchies established in the art circuit. This makes graffiti a democratic tool. Graffiti is composed of different styles and elements; it is made in different sizes, using diverse techniques etc. Depending on those qualities the objects painted have a 55 Groys, Boris. “The logic of Equal Aesthetic Rights” in Art Power (Cambridge: MIT Press, 2008), 14-15. 56 Ibíd.
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name (but not all) tags, throw ups, murals, silvers, etc. Most graffiti works are based in the signature of the artist’s pseudonym painted in diverse ways; at some point some artists develop their own style and that particular style becomes part of the signature, or the signature itself. As Susan Stewart says when talking about graffiti signatures: “The forms are the personal signature of an individual style, designed to be read by a particular audience in particular ways”.57 This particular design is what I want to remark of graffiti productions. It makes the city a place where a secret language is created, remarking, in this way, the infinite number of local communities with particular characteristics that inhabit the city. The use of a particular language shows the multiplicity present in the cities that we inhabit; languages that we must decipher in order to comprehend the city. Tags, throw ups and murals, etc., became the signals of a map that graffiti artists built in its wander through the city. But even if we cannot grasp its complete meaning, graffiti becomes, as the art professor Lucas Ospina states: 57 Stewart, Susan. “Ceci Tuera Cela: Graffiti as Crime and Art” In Life after Postmodernism: Essays on Value and Culture, edited by John Fekete (New York: St. Martin’s Press; 1987), 165.
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Part of the secret map that some citizens use to navigate a city that became more strange and hostile. It doesn’t matter if the trace is small, medium or big; beautiful or ugly; a template or a heavy gauge; critical or ornamental, graffiti is a human gesture, a public response to the madness of aesthetic bureaucracy and the government rottenness.58 The symbols become a recognizable mark for passersby; therefore, the anonymous painter is not anonymous anymore, he or she acquires an identity as the producer of the symbol. The artists become the signature itself, making a new way of branding. The multiplicity of styles produced within the signatures generates an aesthetic diversity that asks for attention and interpretation. Thus, the symbol, the signature, plays with the notion of branding by using its repetitive nature. Generally a brand transmits a complete meaning and only requires a passive observer; in the case of graffiti the person who looks needs to become an active viewer in order to understand, imagination becomes then an important 58 Ospina, Lucas. “La Tenaz Sudamericana�. Revista Arcadia. December 9, 2012. Translated by author.
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tool. Even so, due to the complex codification of the language it is possible that the symbols as a whole remain inaccessible, though their qualities, as shape and color, can be more easily apprehended. This is one of the reasons why this kind of graffiti is the less accepted by citizens; it makes people and institutions uneasy because its difficult comprehension. According to graffiti artists, graffiti is over all a game whose purpose is to paint as many walls as possible. It is an activity that causes enjoyment, fun. It has certain rules and to achieve a particular style is one of the most important qualities of graffiti making. The other artists judge the work, the cleanness and the drawing, it is because of those qualities and by the ability of painting as many places as possible that an artist receives recognition. It is not only to do graffiti but how it is painted. The signature is not by itself alone but also by the style in which it is depicted. Aesthetics then became a major quality of the game. The fact that graffiti is a game shows one way in which graffiti subverts the meaning of the city. For graffiti the city is no 183
longer the place of the market or the institutions, not even of a static community, it reads the city as a playground and by doing so graffiti artists live the city differently, not like most of its citizens for whom the city is simply a space of transit between work, home, and shopping places. If for Walter Benjamin, the flâneur and the detective were characters searching for “the individual traces” of the city, reason why they are capable to see what others cannot see;59 graffiti artists are not only flâneurs and detectives (they are capable to see the diverse faces of the city because in order to do their work they need to be completely aware of everything that surround them), but they go beyond the observation and become designers. They dedicate their wandering to search walls or spots to paint. For them, the city is not only horizontal: they can see it in its multiple dimensions, there is no high or bottom that cannot be reached. Graffiti generates another city, one that shows the complexity that surrounds the city itself, its different meanings, the multiplicity of its inhabitants and the actions that they perform in the space. The fact that graffiti is seen 59 McQuire, Scott. Media City: Media, Architecture and Urban Space. (London: SAGE, 2009), 47.
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as a game by graffiti artist makes of graffiti an expression of culture, because, as Johan Huizinga argues in his book Homo Ludens Study of the Play Element in Culture: Play presents itself to use in the first instance: as an intermezzo, and interlude, in our daily lives. As regularly recurring relaxation, however, it becomes the accompaniment, the complement, in fact and integral part of life in general. It adorns life, amplifies it and is to that extent a necessity both for the individual –as life function-and for society by reason of the meaning that it contains, its significance, its expressive value, its spiritual and social associations, in short, as a culture function.60 For citizens and institutions graffiti is a problematical practice that only is completely justified when it is developed through murals. Meanwhile tags and throw ups are at first sight interpreted as chaos and vandalism, namely, crimes. I think that all kinds of graffiti, especially tags and throw ups 60 Huizinga, Johan. Homo Ludens, A Study of the Paly-Element in culture. (London: Routledge, 1980), 9.
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(since they are the base of the graffiti movement), are relevant because they allow citizens to think in a city directly shaped by people. Graffiti embodies the unlimited possibility of difference meanwhile it makes of the city the place of creativity and inventiveness; it makes of the city the place of culture. Since mid-2000 corruption and bureaucracy have affected the renewal of Bogota. Likewise, the graffiti movement has continued to grow, and graffiti has came to be seen by the city government as a tool to promote culture and citizenship in a specific way. That is related with Tone Hansen ideas where: “art, culture and design once again have become means of control over ‘public’ urban spaces”.61 Thus, the city government has funded graffiti projects and initiatives as Graffiti Women, Memoria Canalla, Desfase, Muros Libres, Bogota Stencil; the graffiti of Hip Hop al parque, the Foundation Arteria agreement, the scholarship: Urban artist residency with a local community for Ink Crew, and the scholarship: Urban Artistic Intervention at 26 Street, among others. The relation be61 Hansen, Tone. What does Public mean? Art as Participant in the Public Arena. (Oslo: Torpedo Press, 2006), 17.
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tween the city government and graffiti artists reached a new stage in 2012, when the city government decided to convene a Graffiti District Board (Mesa Distrital de Graffiti) to generate agreements with graffiti artists in order to regulate their practice in the city.  The fight for laws in favor of graffiti, which led in some way to the development of the Graffiti District Board, started as individual initiatives that, through collective communications, were supported by different artists. Artists were galvanized when a new graffiti law was issued in order to punish graffiti, matching graffiti artists with criminals and murderers. Before, on August 9th, 2011, graffiti artists realized their vulnerability in front of law and the police when the Bogota’s police killed Diego Felipe Becerra, a young graffiti artist. His death has been ruled a murder that was subjected to police cover-up, who tried to pass Becerra off as a criminal. Police officials have been investigated for the case and some of them have been imprisoned for covering up the crime. The death of Diego Felipe produced a convergence between graffiti artists and public opinion, all repudiating the violence of the police. 187
While graffiti has become a powerful practice in the city with significant government support, graffiti artists are by no means organized into an institutionalized movement. They come from all social classes, educational backgrounds and interests; they are a diversity of people painting walls. Not all of them agree with, or where consulted by the city administration in the development of the new policies. They create alliances, collectives and sometimes gather in festivals and exhibitions. They stay connected via Internet, a medium that has become increasingly important in the development of graffiti because it provides the possibility to share the work of graffiti artists in global scale. But they do not function as an organization. Likewise, graffiti artists do not represent or share any political position. At the same time that graffiti captured the attention of the city government and its citizens, it also captured the attention of the market. Graffiti has become a commodity in many ways, and one of major importance is the use of graffiti with advertising purposes; although this is not new in the graffiti sphere, it has produced the necessary pressure for the city administration to think about redefining graffiti practice in order to satisfy the market. 188
The idea that graffiti is a practice compatible with the development of a city is incongruent within the role that citizens are supposed to assume in front of graffiti. Graffiti is illegal, therefore we as citizens should repudiate it. Still, different mayors such as, Luis Eduardo Garzón (2004), Samuel Moreno (2007) and Gustavo Petro (2010) as well as cultural institutions that are part of the city government, such as IDARTES (Instituto Distrital de las Artes) and the Secretaría Distrital de Cultura have recognized graffiti as a practice of cultural importance. They accept its value as: “a communication channel for marginal and excluded groups. As a practice that helps to think about the meaning of what the public is. Graffiti helps to improve the urban landscape by making the city a living scenario of alternative and ephemeral art and culture.”62 Even so, it is not clear how graffiti makes better citizens and which kind of culture graffiti is building or who are those marginal and excluded groups. I think that the strategies used by the city government to promote graffiti are an attempt to control and regulate 62 Gomez, Eslava German. “Graffiti un tensionalidad democratica” paper presented at Encuentro Festival del norte Bravo hijos, 2013.
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the kind of visuality that graffiti has been creating in the city, a visual culture based on multiplicity. If the statements rose to justify the use of graffiti by those institutions are not clear, its actions can give us a clue on how the government aims to re signify graffiti practice in a certain way: A graffiti mural called El Beso de los invisibles (The invisibles’ kiss) was made by the graffiti crew MDC and graffiti artist Jade from Peru, under the coordination of ‘Vertigo Graffiti’ enterprise and sponsored by IDARTES under the 2013 Stimulus District Program, a scholarship created in order to finance graffiti projects in specific walls on Bogota’s 26th Street. On August 6 of 2013, the city’s anniversary, five giant graffiti murals including The invisibles’ kiss were inaugurated during a big event. The 26th Street became an icon of the new administration’s policies regarding graffiti. The 26th Street is a main street in the city; it connects the airport to the rest of the city as a kind of entryway or door to Bogota. Its renewal was one of the focuses of the change that started in the 2000s. The street is particularly relevant given the growing role of tourism in the 190
economy of the country and the city. This street ended up being the visual representation of all that was wrong with the city and the system at the end of 2007 when its renewal was stopped due to corruption. There was no way in which the city government could cover up the theft of the city resources in front of the empty spaces, the debris and the gray colors of a construction field completely abandoned. In 2013, when the construction works of the 26th street, that were delayed for more than two years, were almost finished the city government started to search ways in which to re signify the street.63 Graffiti was chosen for this aim. Through the graffiti murals in the 26th Street, especially The invisibles’ kiss, we can read the multiple layers that shape the relation between the physical spaces of the city and its attributed meanings. One of those meanings is what the city government is expecting for us to see and to do: “Through these selected interventions is intended to encourage a responsible practice of graffiti, create educational activities around this plastic practice 63 Ibid.
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in Bogota... The result of this scholarship also promotes new relationships between pedestrians and public space, and at the same time it aims to improve the quality of urban spaces”.64 The 26th Street became the representation of the city government’s aims. If in the past the street and therefore the city was the image of corruption, bad administration and chaos; now the walls are covered up with images full of color. The past is erased; the scars fade out. The citizens can now forget the mistakes of the past, forget that the politicians have robbed the city, forget that the police killed a graffiti artist. Street and artists are now under the all embraced custody of the market, the law and the state. Citizens are allowed to look, but what they are looking has been selected by the juries of the grant, none of them a graffiti artist. Graffiti then is reinterpreted as new practice, one more close to “high art” and urban design than to a countercultural movement.
64 “Beca intervención artística urbana en la calle 26 artes plásticas y/o visuales,” IDARTES. Accessed September 15, 2013, http://www.idartes.gov.co/index.php/ artesplasticas-noticias/1088-la-calle-26-se-viste-de-arte-y-colores-en-el-cumpleanos-de-bogota
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Bogota’s government is expecting that we, as citizens, accept graffiti in a specific and unique way: a responsible artistic practice with a specific aesthetic and whose function is to embellish the city. Those murals can be understood as an attempt to use graffiti to produce images for tourism. A way to make of Bogota a giant museum, to brand the city as a graffiti destiny, as Stinkfish argues: It was not meaningless that the street that was painted was the 26th Street. The road connecting the airport to the city center. It is preferable for some to have “beautiful murals” than to have “ugly graffiti” that nobody understands. That is the issue, because what for some is ‘support’ for others is: “these beautiful painting we support,” and these “ugly painting we chase”, “paint by day and about nice topics”,”chéveres”, “cultural”, “youth”, “social” and above all “paint here, because here is where you can do it, not there”.65 In this way the city government is generating what Vandana Shiva calls Monocultures of the Mind where: “The one-di65 Stinkfish, Interview by author. Translated by author, September, 2013.
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mensional field of vision of the dominant system perceives only one value, based on the market”66 hence, diversity is destroyed under the commercial logic of “what is not useful is vicious”67. Thus, the graffiti that not possess the required standards, namely that graffiti that is not a “beautiful” mural, is not allowed in the city. The invisibles’ kiss pictures a men and a woman kissing each other. The drawing is simple, figurative; there is no abstraction. The wall is completely integrated to the design. It is no more a wall but a street where people are kissing next to a pigeon. The shirts of the two characters are of a single color: yellow and orange, maybe red, but their pants are another story. Their pants are designed with lines, shapes, arrows of color; we cannot be sure if those lines are creating a figurative design, they are like scratches of color, representations of the graffiti wildstyle. The drawing is a copy of a photograph, a journalist shot of the kiss between two homeless people taken during the visit of the Colombian president to the Bronx, a 66 Shiva, Vandana. Monocultures of the Mind. (London: Zed Books, 1993), 144. 67 Ibid.
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famous neighborhood where most of the homeless people in Bogota lives. The mural is not an exact copy of the photograph, it is a reinterpretation of the image and it seems to dispossess it of its entire political and social context. The “ugly” is eliminated. The street full of homeless people disappears, and the homeless that are kissing are not homeless people any longer, basically they can be any heterosexual couple. The only elements that remind us that the image is taking place on the street are the pigeon and the grey color at the back. This creates new meanings. If the photographic image was focused in a love image between two homeless people, and in that way was interpreted by most of the media68, the image created by the graffiti artists alludes something that it is not supposed to be: people lying on the street kissing, having pleasure. Of course that behavior is acceptable in a place where people literally live on the street and by homeless people that are outside society, but 68 Forero Barón, Fabían. “Historia de una foto de amor en el ‘Bronx’”. El Tiempo, May 3, 2013. http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/ARTICULO-WEB-NEW_ NOTA_INTERIOR-12777605.html
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in the rest of the city that action would be punished or at least prohibited. Therefore, the fact that the mural depicts what it could be any couple feeling desire and having pleasure by kissing each other is a suggestive image for a conservative and catholic society as Bogota’s, even more if it is painted in a wall of 300 hundred square meters. MDC mural is an example of the relation that graffiti develops with the city. Graffiti shows why to think about the city’s visuality matters: to think in what we are seeing, what it is presented to us, how, why and by whom is to participate in the configuration of our cityscapes. Graffiti is where the materiality of the city and our imagination about it comes together in order to produce some of the ways in which we live and understand the city. Graffiti lets us see how visual culture creates voids and escapes in front of the co-optation of significance. The policies of the city government in relation to graffiti are still unclear, meanwhile Bogota is a touristic graffiti destination, whatever that means, but graffiti artists are still persecuted by police and citizens’ opinion about graffiti is ambivalent. Graffiti is still illegal and the city administration 196
is expecting that graffiti artists paint in specific spots and in particular ways. However, graffiti artists know better, they know that a total regulation of graffiti is not possible. Graffiti is not only nice murals in certain places, graffiti is tags, throw ups, pieces, marks, signatures and an infinity of ways in which walls are painted in the city. Also, graffiti is one of the few cultural manifestations present in Bogota that is based on a global sharing of a particular knowledge and that is aware of the new global role of the city, which means raising new global relations and communities beyond a consumption market, although not completely outside of it. Finally, I would like to state that the reason why graffiti is important as a countercultural or antiestablishment movement is not because it goes against the established regulations of law, but because its rebellion is based in creation. Artists are capable to engender new visualities through aesthetic freedom, and this is a key element in the construction of more egalitarian and democratic societies. The purpose of this text was not to do an exhaustive analysis of graffiti. This text is only a sketch on how to look at graffiti in our cities. • 197
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La escritura tosca: Una antología romántica es un libro publicado por Laura P. Casas y Zas.mdc.apc, con el apoyo de Ediciones Hogar. ◆◆◆
Se usaron las familias tipográficas Garamond Premier Pro y ITC Officina para la composición de sus textos. ◆◆
Agradecemos especialmente la colaboración de Tito HTM, de Cristian Sanabria y de Katharina; al igual que el respaldo de las personas que hicieron donaciones para la versión impresa. ◆
Este libro es dedicado a Saks, a Yor, y a todas y todos los que, como ellos, llevan el graffiti en el corazón.
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